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Unos de los temas que mayor impacto tenido en la formación de los abogados en sus
estudios de pregrado o de posgrado, pero también y de manera muy enfática en la
práctica de la abogacía tiene que ver con la argumentación jurídica. Durante mucho
tiempo fue un Tema descuidado, quizá poco valorado pero de una parte a este tiempo
se le ha dado la mayor relevancia, los abogados se han dado cuenta que la principal
cualidad para un buen ejercicio profesional, además de la ética naturalmente tiene que
ver con su capacidad argumentativa.
para platicar de este Tema, nos acompaña hoy el Dr. Jaime Cárdenas quien es autor de
una Obra muy importante en estos temas de argumentación jurídica, es un destacado
investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y a quien le damos la
bienvenida.
¡muchas gracias Miguel !
Así es, porque en México aprendíamos el derecho de los libros, el derecho de los
códigos, pero poco el derecho tal como se planteaba, como se expresaba en algún
recurso, en auna demanda, en alguna contestación de demanda, en un alegato jurídico,
entonces, la argumentación pone sobre todo el énfasis en esto que llamamos o llamaron
los norteamericanos el derecho en acción, cómo el contenido normativo de las leyes,
de los códigos, se plasma se expresa cuando un abogado, cuando un juez, cuando un
secretario, un perito hace algún razonamiento ante un tribunal o ante una instancia de
carácter administrativo.
¿La argumentación tiene que ver con el uso de la razón, de la buena razón?
Dr. Hablaba hace unos minutos de la retórica y esto empata con una tradición antigua,
una tradición que viene de Grecia, ¿Que nos puede decir sobre eso?, ¿Qué es la
retórica?
La retorica, era la forma como argumentaban los antiguos filósofos, y los políticos. En
grecia era importante y en roma también lo era, en la edad media lo era, porejemplo en
la edad media se sabe que los grandes juristas para poder litigar en el foro tenían que
ser previamente profesores de retorica, no se podía ser jurista en la edad media si
previamente no se tenia un curso de retorica, en la biografía por ejemplo de ciceron, se
explica que Ciceroon, que fue un gran jurista romano, tuvo que tomar clases primero con
profesores de retorica que eran griegos. Y en Grecia toda la vida publica, toda la vida
social, filosófica, política de los griegos estaba enmarcada en la retorica.
¿Qué es la retórica?
Hay una distinción que tiene que ver con una expresión latina que se habla del “art
inveniendi”, que significa el arte de hallar argumentos, hallar razones. Podemos decir
que la retórica consiste en eso, en el arte, en el saber que nos ayuda, que nos permite
encontrar buenos razones, buenos argumentos, buenas pruebas para justificar una
pretensión, y es un arte que los juristas debemos dominar, no solamente los juristas sino
cualquier persona que quiera convencer a otra de una pretensión o algún punto de vista.
La palabra tiene mala fama, yo creo que había retóricos como Sócrates, desde luego
todos los grandes filósofos de la antigüedad griega eran retóricos, pero había otros, los
sofistas, son los que tienen mala fama, que querían convencer con argumentos que
diríamos hoy en día, tomando en cuenta el desarrollo de la filosofía del derecho, que
querían convencer no con buenas razones, que querían convencer por ejemplo a través
de argumentos falaces.
Es un argumento que parece correcto pero que no lo es, a veces incurrimos en falacias
no con ánimo de engañar. Como utilizaban los sofistas, que son los que le dan mala
fama a la retórica, sino a veces por inadvertencia podemos incurrir en una falacia, a
veces por error, por equivocación, por falta de argumentos. Hay una falacia muy común
en la que incurrimos los juristas, pero no solamente los juristas, cualquier persona
cuando queremos
probar algo sin exponer argumentos adicionales, lo que se llama la petición de principio
cuando decimos: mi punto de vista es correcto, porque es correcto, es una petición de
principio; es decir hay ausencia de razones, no damos ni siquiera una razón y
sostenemos que tenemos un punto de vista a favor de nuestra pretensión sin exponer
una razón.
Hay falacias debidas a razones defectuosas, incurrimos en ese tipo de falacias cuando
llegamos a la conclusión empleando generalizaciones apresuradas, porque una persona
realizó tal o cual cosa o dos personas queremos obtener de ahí una generalidad una
conclusión apresurada o una generalización apresurada, es una es una falacia debida a
razón defectuosa.
Hay otras por ejemplo también muy comunes que tienen que ver por ejemplo con el
tema de la falacia a Ad Hominem, cuando queremos descalificar un argumento o una
razón en lugar de atacando la razón o el argumento atacamos a la persona.
La falacia donde se apela a la autoridad, “tengo la razón, porque lo digo yo que soy tu
jefe”, o “soy tu profesor”, o ”mando yo aquí”.
Hay otras también unas muy interesantes por ejemplo donde utilizamos razones,
premisas en la lógica pero de esas premisas no se sigue la conclusión, o sea, esas
premisas que pueden demostrar otra cosa pero no la conclusión, cuando hay un
problema de construcción de la inferencia, de la conclusión ahí también incurrimos en
una falacia.
Hay muchas falacias, estas han sido estudiadas abundantemente por la lógica, desde la
preparatoria, muchos de nosotros estudiamos algunos manuales de lógica muy buenos
como el famoso libro de Irvin Copi, Introducción a la Lógica, y ese tipo de razonamientos
tenemos que conocerlos los juristas para advertir como el contrario por ejemplo, en un
juicio o en un debate parlamentario, o en un razonamiento ante la autoridad
administrativa está incurriendo en una falacia.
I. INTRODUCCIÓN.
Llevo presente, ya que será mi actividad cotidiana, que en las leyes, la claridad de
cada cláusula consiste no solo en que las palabras empleadas denoten con
precisión el concepto, sino también que el texto sea entendido sin esfuerzo.
La retórica, es importante para mí como futuro jurista, porque por medio de ella
puedo persuadir a mis interlocutores, contar y desarrollar la capacidad de
expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión, junto con la
argumentación y el correcto uso de las locuciones latinas y de vocablos jurídicos,
debe ser una habilidad inherente de todo jurista.
REFERENCIAS.
Documento eje, proporcionado por el profesor.
Galindo, E. (s/f). ¿Qué es argumentar?: Retórica y lingüística. Revista del Instituto de la Judicatura Federal.
Desde: https://www.ijf.cjf.gob.mx/publicaciones/revista/24/r 24_2.pdf