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CONCLUSIONES
De todo esto se pudo concluir que la atención, los cuidados y la estimulación de los adultos
no solo es favorecedora, sino necesaria para un desarrollo adecuado de niños y niñas.
Durante toda la infancia, padres y educadores, como adultos responsables del cuidado de
niños y niñas, se convierten en los principales agentes de socialización infantil. Mediante
las interacciones cotidianas que se mantienen con los menores en el contexto familiar y
escolar, los padres y los educadores se convierten en los principales responsables de la
promoción y estimulación del desarrollo de los niños y niñas.
Y que además dicho desarrollo depende de la edad del niño y el nivel de maduración que
valla adquiriendo a medida que crece, por otro lado, es importante tener en cuenta que no
existe un único tipo de niños ni, por tanto, una única forma de tratarlos. Algunos niños son
tranquilos, fáciles y cariñosos, otros más rebeldes, ariscos y difíciles. Pero lo mismo ocurre
con los adultos: hay padres y educadores más y menos tranquilos, poco o muy exigentes,
etc. Esta diversidad es una realidad que hay que respetar. No hay una forma mejor que
todas las demás de tratar y estimular a todos los niños. Así, las estrategias educativas más
adecuadas no son siempre las más complicadas ni las más elaboradas, sino las que mejor
sintonicen con las necesidades y características personales de cada niño o niña. Para que un
niño crezca feliz necesita que los adultos que le rodean le quieran y le acepten tal y como
es, estimulándole, exigiéndole que saque el máximo rendimiento a sus potencialidades.
REFERENCIAS
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (2016). Escala de Valoración Cualitativa del
Desarrollo Infantil. Bogotá: ICBF.
López, F. (1995). Necesidades de la infancia y protección infantil. Fundamentaciones
teóricas, clasificación y criterios educativos. Madrid: Ministerio de asuntos Sociales.
Ministerio de educación nacional (2009). Desarrollo infantil y competencias en la Primera
Infancia. Bogotá.
NOMBRE DEL NIÑO: James David Julio Fandiño
EDAD: 2 años y 6 meses
El desarrollo prenatal y neonatal del niño, fue normal. La madre no sufrió de ninguna
enfermedad durante el embarazo, el bebe nació al tiempo estipulado, fue un parto
completamente normal, el bebé al nacer tuvo llanto y respiración espontanea.
El desarrollo psicomotor ha sido normal, inicio la etapa de gateo a los seis meses, pero
antes de esto se intentaba levantar de la cama y se movía de lugar, lo sentaban en el piso y
se mantenía. Al año y un mes comenzó a dar sus primeros pasos, su papá lo colocaba en el
piso de pie y su madre lo llamaba y el daba pasos hacia ella.
Respecto al control de esfínteres, el niño avisa a sus padres para ir al baño.
Una fortaleza del niño es que es muy inteligente para su corta edad, una dificultad es que no
se cambia solo, pero es algo que ira aprendiendo con el tiempo.
El desarrollo del lenguaje del niño ante estímulos verbales es normal, a los ocho meses
balbuceaba cuando se le hablaba, al año y medio comenzó a decir sus primeras palabras,
como papa.
En relación al desarrollo socio afectivo tiene amiguitos con quien juega, su capacidad de
interacción es normal, aun no se identifican temores ni ansiedad. El estado del niño
habitualmente es tranquilo, alegre y le gusta estar jugando, expresa sus sentimientos tanto
física como verbalmente.
En las actividades básicas cotidianas como es: su hora de despertar es a las 9:00 am, se va a
dormir aproximadamente a las 10:00 pm, no tiene ninguna dificultad ni antes, durante o
después del sueño, y duerme con sus padres. No tiene ningún problema al comer y en
cuanto al aseo personal, depende bastante de su madre, quien lo baña y lo viste.
Observación final: es un niño muy inteligente, se expresa con buenas palabras, aunque a
veces no se le entienda la pronunciación, se sabe algunos colores y sabe identificarlos.