Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CIUDADANO”
SEMESTRE: VI
SECCIÓN: A 1
HUANCAYO-PERU
2017-II 1
A nuestros padres Por su apoyo
incondicional que nos brindan a diario
y durante toda nuestra formación
académica. Por el apoyo y motivación
durante la realización del trabajo
2
EPÍGRAFE
3
ÍNDICE
4
CARATULA I
DEDICATORIA II
EPÍGRAFE III
ÍNDICE IV
INTRODUCCIÓN V
CAPITULO I
CONSIDERACIONES GENERALES
1.1. DELITO DE TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS - TIPO BÁSICO 8
1.2. POLÍTICAS DE CRIMINALIZACIÓN Y DESCRIMINALIZACIÓN 10
1.2.1. Políticas de criminalización 10
a) Política de criminalización nacional 10
a) Política de criminalización internacional 11
1.2.2. Políticas de descriminalización 11
a) legalización del uso medicinal de la marihuana 12
CAPITULO II
ANÁLISIS DEL TIPO BÁSICO DEL TRÁFICO ILÍCITO DE
DROGAS
2.1. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: 14
2.2 TIPICIDAD OBJETIVA: 20
2.2.1 objeto material del delito 26
2.2.2 Sujetos 26
2.2.3. Conducta típica 27
a. Promoción, favorecimiento o facilitación del consumo ilegal de drogas 28
a. Posesión de drogas con fines de tráfico ilícito 30
b. Suministro, Producción o Comercialización de Materias Primas o 30
Insumos Destinados a la Elaboración de Drogas y Actos Afines de
Promoción, Facilitación o Financiación
a. Conspiración para delinquir 32
2.3. TIPICIDAD SUBJETIVA: 33
2.3.1. DOLO 33
CAPITULO III
MODALIDADES DEL TRAFICO ILICITO DE DROGAS
3.1. MODALIDADES 34
CAPITULO IV
4.1. AUTORIA Y PATICIPACION 38
4.1.1. Concepto unitario de autor. 39
4.1.2 Concepto restrictivo de autor. 40
4.1.3 Concepto extensivo limitado de autor. 42
4.2. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN 44
4.3. AGRAVANTES 45
5
4.4. PENALIDAD 51
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
América Latina se ha convertido en una de las regiones clases del tráfico mundial
Latinoamericano y de las regiones de Caribe, a través de las cuales los
narcotraficantes distribuyen las drogas, utilizando a estos países como Perú
importantes rutas del tráfico de drogas.
6
En el presente trabajo monográfico presentaremos la legislación peruana del tráfico
ilícito de drogas dividido en cuatro capítulos con sus modalidades, políticas
criminales y su penalidad correspondiente en el actual código penal.
CAPITULO I
CONSIDERACIONES GENERALES
El tema de drogas es uno de los puntos más controvertidos en la sociedad actual,
es por ello que se afirma que constituye un verdadero problema social. En el Perú,
el consumo de drogas viene de antaño vinculado al desarrollo social y cultural del
país. (Bramont, 2013, p.526)
7
planos, desde la política social, de la política internacional y desde una
perspectiva económica financiera. (p.46)
Ahora bien, cuando hablamos de salud pública, hacemos alusión a una cualidad
determinada de vida, en cuanto al mantenimiento de una salud optima de la
población, para que puedan llevar una vida sana en sociedad, Dicha salud ha de
verse resquebrajada afectada, perjudicada cuando el organismo recibe sustancias
nocivas, en el caso concreto: “las drogas”.
Sin embargo existe en nuestro país un tráfico ilícito de drogas. En efecto existe un
mercado emergente de drogas licitas, en primera línea, hacemos alusión al alcohol
y al tabaco, cuya producción es de índices cuantitativos notables.
8
1.3. DELITO DE TRÁFICO ILÍCITO DE DROGAS - TIPO BÁSICO
El Código Penal, en la sección segunda del capítulo tercero del título decimo
dela parte especial, trae previsto y sancionado el delito de tráfico ilícito de
drogas, incluido dentro de los delitos contra la salud pública; es decir, lo que
se protege sustancialmente son los interese sociales como la vida, la
libertad, el patrimonio y la seguridad dentro de la colectividad.
Si bien se puede considerar el problema del TID a nivel internacional,
requiere un análisis totalmente diferenciado de sus soluciones; en primer
lugar, en referencia a países desarrollados (los consumidores por excelencia
de droga ilegal, donde se encuentra la demanda) y países en desarrollo (por
tradición, los productores por excelencia de droga ilegal), y aun dentro de
ambos ámbitos, hay que considerar las situaciones específicas de cada
país.
TIPO BÁSICO.
Art.296: PROMOCIÓN O FAVORECIMIENTO AL TRÁFICO ILÍCITO DE
DROGAS.
El que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, mediante
actos de fabricación o tráfico será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y con ciento
ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa, e inhabilitación
conforme al artículo 36°, incisos 1), 2) y 4).
El que posea drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas para su tráfico ilícito será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años y con
ciento veinte a ciento ochenta días-multa.
El que introduce al país, produce, acopie, provee, comercialice o
transporte materias primas o sustancias químicas controladas o no
controladas, para ser destinadas a la elaboración ilegal de drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, en la
maceración o en cualquiera de sus etapas de procesamiento, y/o
promueva, facilite o financie dichos actos, será reprimido con pena
9
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y
con sesenta a ciento veinte días-multa.
El que toma parte en una conspiración de dos o más personas
para promover, favorecer o facilitar el tráfico ilícito de drogas, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni
mayor de diez años y con sesenta a ciento veinte días-multa.
10
promoviendo el desarrollo integral y sostenible de las zonas cocaleras
del país, en coordinación con los Sectores competentes
la incorporación masiva de las poblaciones cocaleras hacia la
economía legal: “La presencia del Estado peruano en zonas donde
ha habido erradicación es muy importante; con el aporte técnico,
asistencia social, capacitación del agricultor, etc.; estaría propiciando
en cierta manera que el agricultor cocalero que siempre se dedicó a
la siembra de coca, no vuelva a sembrar o por lo menos la siembra
de coca disminuya significativamente propiciando periódicamente el
cambio por cultivos alternativos productivos y de mejor precio de
compra que pueda competir con el principio de la hoja de
coca.”(DEVIDA 69-70)
11
vez en un pleno reconocimiento de la “voluntad humana”, en un régimen
jurídico- estatal que ha de respetar la conducción del ser humano, en lo que
desea hace con su vida. Dicha postura de política criminal ha sido asumida
por algunos Estados de Europa Occidental, como Holanda.
12
No obstante, el proyecto inicial no consideraba la producción local ni el
cultivo de marihuana con fines medicinales como una opción. Esto fue
criticado por organizaciones como 'Buscando Esperanza', promotora del
cannabis medicinal, al considerar que se restringía sus alternativas a
medicamentos importados que, por su elevado precio, no podrían ser
adquiridos por todas las familias necesitadas.
Ante ello, la semana pasada, en la mencionada comisión se incluyó que
se autoricen los cultivos vigilados por el Estado por parte de laboratorios
químicos farmacéuticos y personas jurídicas.
“Se trataría de un cultivo asociativo. Personas jurídicas que se formarían
para la exclusiva realización de esta actividad con todo el control y
vigilancia del estado”, explicó el congresista Alberto De Belaunde
durante el debate en la comisión.
Así mismo se dará la modificación del artículo 299 del código Penal, el
cual quedara redactado de acuerdo al siguiente texto:
13
CAPITULO II
Según Dr. LUIS ALBERTO BRAMONT ARIAS TORRES y Dra. MARÍA DEL
CARMEN GARCIA CANTIZANO. Derecho Penal Parte especial. Editorial San
Marcos, sexta edición 2013. Pag.527 nos dicen. “El Bien jurídico protegido en el
tráfico ilícito de drogas es la salud pública, en el cual está, a su vez enmarcado
14
en el Código Penal en los delitos contra la seguridad pública. Por tanto nos
encontramos ante un bien jurídico macrosocial: la salud pública. Es necesario
indicar que no todos los delitos establecidos en la Sección II- Tráfico ilícito de
drogas- protegen la salud pública, sino que hay disposiciones en las que el bien
jurídico protegido es la libertad personal- Arts.296-C y 301 CP-, por lo que
dichas disposiciones, para mantener una mejor sistemática, deberían estar
contenidas en los delitos contra la libertad personal; en todo caso; se podría
sostener que se protege la salud pública pero de una manera indirecta”.
15
penal de la salud pública está basada, con la significativa excepción del tráfico
de drogas, sobre la idea de no causar menoscabo o impedir mejoras en la salud
de una pluralidad de personas que no quieren sufrirlos o dejar de obtenerlas.
Progresivamente se va afianzando la idea de que lo decisivo no es el daño
directo a la salud, sino la pérdida de autonomía personal del consumidor.
Según Alonso Raúl Peña Cabrera. Derecho Penal Especial tomo es tercera
edición enero 2016, editorial moreno s.a. lima Perú. Pag.54-58 nos dice: “La
legislación peruana al tipificar los delitos de tráfico ilícito de drogas regula una
serie de conductas de disvalor antijurídico como la producción, elaboración,
tráfico, comercialización y micro comercialización, todas ellas se caracterizan
por recaer sobre unas sustancias, productos u objetos peligrosos para la salud,
o incluso la vida de las personas. En efecto la relación jurídico penal de todos
los hechos responde a la necesidad de proteger estos bienes también frente
ante estos riesgos derivados del uso o consumo de estos productos.”
La concreción del bien jurídico de los delitos relativos al tráfico ilícito de drogas
ha estado sometida a polémicas, habiéndose señalado como protegido el
interés del Estado, el controlar el tráfico de aquellas sustancias los intereses
culturales o morales. Sim embargo aun reconociendo que los intereses citados
pueden resultar protegidos, en la salud pública, para cuya tutela ha sido
diseñado el conjunto de preceptos con la normatividad penal señala. Empero
con ello podemos decir muy poco al invertirse otros intereses jurídicos tutelados,
que de forma encubierta el Estado proyecta con la penalización de estos
comportamientos prohibidos.
16
única sobre Estupefacientes, Naciones Unidas, al estimarse la tutela de la Salud
de la población en su aspecto físico y moral.
Es para ello que para algunos autores, la salud como bien jurídico protegido se
independiza en definitiva de tutela propia que la salud individual tiene
reconocida, configurándose como un ente a la tendencia de abstracción que
proyectar su protección sobre el conjunto de condiciones positivas y negativas
que garantizan y fomenten la salud.
17
Vale decir que en consecuencia que en forma mayoritaria es entendida la Salud
Pública el bien jurídico que intenta sancionarse conductas vinculadas al tráfico
ilícito de drogas que representan una peligrosidad para la difusión y propagación
de los estupefacientes en el resto de la población en general caracterizándose
por la exigencia de un peligro común y no individual y la posible afectación de un
sujeto pasivo indeterminado.
18
avalado por el fomento y garantía que de dichas condiciones han de efectuar los
poderes públicos.
19
olvide la individual, pues «llevaría a pensar que la comunidad social posee una
salud distinta de aquella que poseen los ciudadanos que la componen», o
ANDRÉS DOMÍNGUEZ que defiende que la relación entre un bien y otro es de
complementariedad, siendo la salud pública la que complementa a la individual.
En conclusión, para los alumnos de este trabajo es: “El bien jurídico protegido
en el tráfico ilícito de drogas es la salud pública, lo cual esta, a su vez,
enmarcado en el código penal en los delitos contra la seguridad pública. Por
tanto nos encontramos ante un bien jurídico macrosocial, la salud pública”.
20
Según Dr. LUIS ALBERTO BRAMONT ARIAS TORRES y Dra. MARÍA DEL
CARMEN GARCIA CANTIZANO. Derecho Penal Parte especial. Editorial San
Marcos, sexta edición 2013. Pag.528-531 nos dicen. “La cuestión central estriba
en determinar que se entiende por droga, en cuanto objeto material de este
delito. A este respecto, se considera droga, cualquier sustancia que,
independientemente, de su utilidad terapéutica, actúa sobre el sistema nervioso
central modificando la conducta del individuo, pudiendo crear, tras su uso
continuo, una farmacodependencia”.
21
Pero hay que precisar que el código penal nos castiga toda promoción,
favorecimiento o facilitación del consumo ilegal de drogas, sino solo aquellos
comportamientos que se realizan mediante actos de fabricación o tráfico o que
consistan en su posesión con dicho fin.
La posesión se castiga solo si tiene por finalidad el tráfico, de tal forma que no
es la tenencia en sí de la droga la conducta incriminada, sino su preordenación
al tráfico. Por tanto, se excluye del tipo penal la posesión de drogas para el
propio consumo. Sin embargo, en algunos casos será difícil determinar cuándo
la posesión de droga es para el consumo y cuando para el tráfico, no obstante,
existirá el primer supuesto si es que se cumplen los requisitos del artículo 299
CP.
22
infracciones lo que viene aplicar la necesidad de que realice varias ocasiones
estas conductas.
Según Alonso Raúl Peña Cabrera. Derecho Penal Especial tomo es tercera
edición enero 2016, editorial moreno s.a. lima Perú. Pag.52 nos dice: “El tráfico
ilícito de drogas es un delito de grandes repercusiones que se reflejan en las
estadísticas nacionales asociadas a la criminalidad. Sobre todo en los actos de
producción y comercialización de drogas ilegales. Además del comercio ilegal
de los insumos para la elaboración de drogas así como la legislación de dinero o
bienes provenientes de Tráfico ilícito de drogas.”
En el Código penal en la sección segunda del capítulo tercero del título decimo
de la parte especial trae previsto y sancionado el delito de tráfico ilícito de
drogas incluyendo dentro de los delitos contra la salud pública es decir lo que se
protege sustancialmente son los intereses sociales como la vida, la libertad, el
patrimonio y la seguridad dentro de la colectividad.
Sin embargo las normas penales solo pueden conseguir un mínimo de eficacia
preventivo, si la prevención general intimatoria no va acompañada de otras
medidas jurídicas y sociales de finalidad primordialmente preventiva especial,
racionalizadora y terapeuta.
23
Luego el segundo párrafo describe la posesión de drogas toxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas con fines de tráfico ilícito
Dr. Víctor Roberto Prado Saldarriaga. Catedrático de Derecho Penal. Pag2 nos
dice” Las conductas tipificadas tienen estructura y características diferentes. Es
así que el supuesto regulado en el párrafo primero es una hipótesis de peligro
concreto. En cambio, los actos tipificados en el párrafo segundo están
configurados como una conducta de peligro abstracto. Y las consideradas en los
párrafos tercero y cuarto constituyen la criminalización autónoma de formas
específicas de participación y de actos preparatorios”.
24
A. En el primer párrafo del artículo 296º se reprimen aquellas conductas que
posibilitan el consumo indebido de drogas por terceros o coadyuvan a su
difusión. Se requiere, pues, que el sujeto activo ejecute actos de fabricación
o tráfico de drogas, que sean idóneos para promover, favorecer o facilitar el
consumo ilegal de tales sustancias entre usuarios iníciales, habituales o
potenciales. La expresa alusión que hace la norma al consumo ilegal
destaca que la conducta que ejecute el agente siempre debe estar orientada
al consumo ajeno o de terceros, lo cual permite sostener que los actos de
fabricación o adquisición de drogas realizados por una persona para proveer
o facilitar su propio consumo son atípicos y carecen de trascendencia penal.
Se trata de un tipo penal alternativo que describe como opciones para la
materialización de la conducta punible modalidades genéricas de fabricación
o tráfico, las cuales incluyen un conjunto de acciones específicas las cuales
pueden ser ejecutadas de modo aislado o concatenado por un mismo
agente o por autores diferentes. Conforme al inciso 15 del artículo 89º del
Decreto Ley Nº 22095 el fabricar drogas comprende “preparar, elaborar,
manufacturar, componer, convertir o procesar” tales sustancias fiscalizadas
por su extracción desde especies de origen natural, o mediante la aplicación
de procedimientos de síntesis química. Y según el inciso 7 del citado artículo
traficar o comercializar drogas abarca los actos de “depositar, retener,
ofrecer, expender, vender, distribuir, despachar, transportar, importar,
exportar o expedir en tránsito” las sustancias adictivas. Sin embargo, para la
tipicidad será suficiente con que el sujeto activo realice, cuando menos, uno
de aquellos comportamientos.
B. Este delito se encuentra descrito en el segundo párrafo del artículo 296º.
Esta hipótesis típica criminaliza únicamente los actos de posesión de drogas
destinadas para el tráfico o comercio ilegal. Por tanto, carecen de tipicidad y
relevancia penal, la droga fiscalizada que se posee con afán de colección,
de instrucción o para ser donada; o la que se tiene en custodia. Además, la
fórmula utilizada por la legislación nacional hace también atípicas la
posesión de drogas en cantidades equivalentes a una dosis personal, así
como su tenencia en cantidades superiores (dosis de aprovisionamiento),
siempre, claro está, que no estén reservadas para su tráfico ilícito.
25
El supuesto delictivo que comentamos ha sido diseñado como una
estructura de peligro abstracto. Es decir, para su consumación sólo se
requiere que el agente materialice, de cualquier modo, la tenencia o
posesión de la droga fiscalizada. La clase o la cantidad de la droga poseída
no afectan la tipicidad del acto. Sin embargo, si esta última es “escasa” o
“pequeña” se configura una circunstancia atenuante, en la medida en que se
cumplan los demás requisitos cuantitativos y cualitativos que precisa el
artículo 298º del Código Penal.
C. El tercer párrafo del artículo 296º regula una compleja estructura delictiva.
En dicha disposición se consideran punibles diferentes conductas que tiene
como elemento común, el estar vinculadas al suministro y expendio de
materias primas o insumos que se emplean en la elaboración de drogas
fiscalizadas.
El legislador ha tipificado de modo autónomo conductas que tienen lugar
con anterioridad a la fabricación o al tráfico de drogas. También se alude a
conductas conexas de inducción o colaboración para la realización de tales
actividades. Se trata, por tanto, de actos preparatorios y modalidades de
participación que por razones de prevención general han sido criminalizados
de manera independiente.
Si bien coexisten distintas acciones típicas en el párrafo tercero del artículo
296º, el legislador les ha otorgado a todas ellas igual equivalencia para
efectos de la tipicidad. Por tanto, bastará con que el agente ejecute
cualquiera de ellas para que sea reprimible penalmente. En concreto se
trata de los siguientes actos:
D. El Decreto Legislativo 982 modificó la estructura interna del artículo 296º al
incluir un cuarto párrafo para reprimir un nuevo delito de conspiración para
delinquir.
26
2.2.2 SUJETOS
SUJETO ACTIVO
SUJETO PASIVO
Según Lamas Puccio, Luis. El tráfico ilícito de drogas en el nuevo Código Penal.
Cultural Cuzco, Lima, p. 54.
El Sujeto activo del delito puede serlo cualquier persona, por lo que nos
encontramos ante un delito común. Sujeto pasivo lo es la colectividad, asumiendo
su representación el Estado.
Según Dr. LUIS ALBERTO BRAMONT ARIAS TORRES y Dra. MARÍA DEL
CARMEN GARCIA CANTIZANO. Derecho Penal Parte especial. Editorial San
Marcos, sexta edición 2013. Pág. 528 nos dice que el sujeto activo puede ser
cualquier persona y el sujeto pasivo es la colectividad
27
- El primer párrafo criminaliza la Promoción, Favorecimiento o Facilitación del
consumo ilegal de drogas mediante actos de fabricación o tráfico de drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas.
Por su parte los actos de posesión de drogas con fines de tráfico ilícito
configuran una hipótesis de peligro abstracto, la comercialización de
materias primas o insumos destinados a la elaboración de drogas
toxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas aparece como la
criminalización autónoma de actos preparatorios. Los actos de tenencia
se sitúan en un estado anterior a la consumación, sistemática seguida
por las convenciones internacionales. [ CITATION peñ16 \l 10250 ].
28
El comportamiento en los verbos rectores consiste en promover, favorecer o
facilitar, el consumo ilegal de drogas mediante actos de fabricación o tráfico, o en
poseer tales sustancias con este último fin.
29
Con los términos promover, favorecer o facilitar se comprueba como el
legislador sigue la tendencia omnicomprensiva de lo que se ha dado en
llamar “ciclo de la droga “es decir, la penalización de todo
comportamiento que se realiza mediante actos de fabricación o tráfico o
que consistan en su posición con dicho fin. (bramont, 2013, pág. 529).
El dr. Sergio politoff nos dice: “promover como "iniciar o adelantar una cosa,
procurando su logro", y también como "tomar la iniciativa para la iniciación o
el logro de algo"; y facilitar como "hacer fácil o posible la ejecución de una
cosa o la consecución de un fin", desde la perspectiva del bien jurídico
protegido en el tráfico ilícito de estupefacientes, esto es, el peligro de la
difusión incontrolada de las mismas, los términos inducción, promoción y
facilitación no pueden referirse al "uso o consumo de tales sustancias" por
una única persona determinada, sino "al uso o consumo masivo de tales
sustancias". (pag. 578).
Este delito se encuentra descrito en el segundo párrafo del artículo 296º. Esta
hipótesis típica criminaliza únicamente los actos de posesión de drogas
destinadas para el tráfico o comercio ilegal.
30
En el delito previsto no solo se requiere tener la mercadería, sino que
debe hacerlo con el fin específico que señala la ley, el de su
comercialización, Cuando la tenencia responde a cualquier otro fin y el
objeto de ella fueran estupefacientes, la acción resulta punible. (Nuñez,
2008, pag. 348).
El tercer párrafo del artículo 296º regula una compleja estructura delictiva. En
dicha disposición se consideran punibles diferentes conductas que tiene
como elemento común, el estar vinculadas al suministro y expendio de
materias primas o insumos que se emplean en la elaboración de drogas
fiscalizadas.
31
actividades. Se trata, por tanto, de actos preparatorios y modalidades de
participación que por razones de prevención general han sido criminalizados
de manera independiente.
32
las circunstancias, como formas de provisión, pues permitirían al receptor
iniciar o mantener un proceso productivo o de fabricación de drogas.
2.3.1. DOLO:
para que el delito se realice es necesario que el sujeto activo actué con
presencia de dolo, con la voluntad y el conocimiento de realizar el tipo penal.
33
En el comportamiento recogido en el segundo párrafo del artículo 296º del
código penal se requiere, también a parte del dolo, un elemento subjetivo
consistente en la intención de destinar el comercio a la elaboración de drogas
toxicas.
Según Bramont Arias, manual de derecho penal parte especial, lima. P. 531
CAPITULO III
34
MODALIDADES DEL TRAFICO ILICITO DE DROGAS
3. MODALIDADES
35
autorizaciones o certificaciones respectivas, hace uso indebido de las
mismas, para ser destinadas a la elaboración ilegal de drogas tóxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas, en cualquier etapa de su
procesamiento, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
siete ni mayor de doce años y con ciento veinte a ciento ochenta días
multa e inhabilitación conforme al artículo 36°, incisos 1, 2 y 4.
36
de cocaína y derivados ilícitos, veinticinco gramos de clorhidrato de
cocaína, cinco gramos de látex de opio o un gramo de sus derivados, cien
gramos de marihuana o diez gramos de sus derivados o dos gramos de
éxtasis,conteniendoMetilendioxianfetamina-MDA,
Metilendioximetanfetamina - MDMA, Metanfetamina o sustancias análogas.
37
será no menor de ocho ni mayor de doce años y de ciento ochenta a
trescientos sesenticinco días-multa.
38
CAPITULO IV
39
ve reforzada por la contribución del partícipe, por lo que debe prevenirse, y
en el hecho de que muchas veces no se sabe hasta el final si el papel
asumido a lo largo del proceso del delito resulta mejor caracterizado como
una u otra de las formas de la participación. (p.46)
En este sentido JESCHECK sostiene, con buen criterio y con arreglo al Derecho
alemán, que mientras “el autor comete por sí mismo o a través de otro la acción
típica o colabora en ella como coautor, el inductor
40
Cualquier intervención en el hecho -con independencia de su entidad y
relación con el ataque al bien jurídico protegido- es calificada de autoría y,
por lo tanto, castigada del mismo modo.
No rige el principio de accesoriedad limitada y, por lo tanto, un hecho puede
ser impune para uno de los partícipes y punible para otros. Este sería el
caso de, por ejemplo, la participación en una conducta de autoconsumo de
sustancias estupefacientes.
A lo sumo la pena a imponer a cada uno de los partícipes podría matizarse
dentro del marco legal previsto, en el momento de la individualización de la
pena, teniendo en cuenta la gravedad del hecho y las circunstancias del
autor.
Otra posición, sería defender que la Parte Especial del Código Penal no puede
derogar por lo menos tácitamente los principios establecidos en la Parte General
y, por lo tanto, entender que es necesario mantener la distinción entre autoría y
participación también en este tipo (concepto restrictivo). En el marco de esta
concepción algunos autores proponen una interpretación de este precepto
conforme a la doctrina del domino del hecho, concluyendo que tan sólo sería
autor quien finalísimamente dominase la ejecución de los actos típicos descritos.
De acuerdo con ello el dominio se manifestaría en lo subjetivo, porque el sujeto
orienta el acto hacía la puesta en peligro de la salud pública -bien jurídico
protegido-, y en lo objetivo, porque goza del poder de interrumpir el desarrollo
del acto.
41
En un sistema jurídico que reconozca el principio de accesoriedad limitada
de la participación, para castigar al partícipe deberá previamente concurrir
una conducta típica y antijurídica del autor (en sentido estricto). En
consecuencia, la inducción, la cooperación necesaria, la complicidad y
también el encubrimiento (excepto en aquellos casos en que el Código
penal sólo exige la concurrencia de una conducta típica del autor) no
podrán castigarse, por lo menos en los siguientes grupos de casos:
a) Participación en una conducta de autoconsumo, como por ejemplo
entregar una dosis de droga a un sujeto ya drogadicto, y a petición
de este último, pues se trataría de una intervención en un hecho
lícito.
b) También debería quedar impune la participación en una conducta
autorizada, como, por ejemplo, aconsejar a facultativo competente
a que recete un medicamento que tenga la consideración de
psicotrópico, siempre que la receta se halle justificada.
c) Igualmente deberá ser impune la participación en una conducta
que, a pesar de no estar autorizada, ni dirigirse al propio consumo,
no tenga por finalidad la promoción, facilitación o favorecimiento
del tráfico de drogas. Este sería por ejemplo el caso del que
aconseja a un coleccionista de drogas sobre un concreto
intercambio para aumentar el valor de la colección.
d) Toda conducta de participación en un hecho justificado, como por
ejemplo la participación en un hecho realizado en estado de
necesidad justificante.
Otra de las consecuencias que se deriva de defender un concepto
restrictivo de autor es la necesidad de delimitar los actos de autor de los
del partícipe, y respecto de estos últimos, distinguir entre la participación
cualificada por estar castigada con la pena correspondiente al autor
-inducción y cooperación necesaria- de la participación simple
-complicidad-, y de la intervención con posterioridad a la consumación
-encubrimiento- por tener estas dos situaciones una pena menor.
Finalmente, esta interpretación permite una valoración más equitativa de
las distintas aportaciones, en el sentido de poder ajustarse mejor al
42
principio de igualdad y proporcionalidad, pues no todas las contribuciones
será medidas con el mismo parámetro.
43
abstracto- no hace falta la efectiva lesión del bien jurídico. En realidad, lo que
sucede es que el mismo tipo contempla como conductas típicas el cultivo, la
elaboración y la mera posesión -que no necesita, como ya ha sido puesto de
relieve, ser material- con alguno de los fines descritos, esto es, actos que
materialmente no son sino actos previos (ni tan sólo de comienzo de ejecución,
del posterior tráfico).
44
perspectiva jurídico-penal, estimarse consumado si el cambio de la cosa
por el precio no se ha realizado de modo efectivo. No obstante, alguna
sentencia ha afirmado que en estos supuestos basta para la consumación
con que la operación de venta o traspaso de la droga haya llegado al
último momento en el que el comprador se encuentra con el vendedor
llevando en su poder lo que han acordado entregar.
d) En algunos casos, también la intervención de la policía se ha estimado
que frustra la posibilidad de que el sujeto activo entre en posesión de la
mercancía.
4.6. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
Tentativa acabada
Hay tentativa acabada cuando el sujeto ha practicado todos los actos ejecutivos
y no se lesiona el bien jurídico por causas independientes a la voluntad del
sujeto. Son requisitos jurisprudenciales de esta figura: a) que el sujeto no haya
alcanzado la posesión de la droga ni haya tenido de cualquier otra forma la
disponibilidad de la misma y b) que no haya mutuo acuerdo con los que sí
poseen la droga.
45
haber sufrido algunos cambios en sectores de la jurisprudencia más
reciente, exigiendo ésta, de acuerdo con un sector de la doctrina, que sea
real.
c) Realización de cualquier actividad tendente a promover, favorecer o
facilitar el tráfico, plasmada de una manera concreta.
d) Existe una razón de política criminal para adoptar este concepto amplio de
posesión. En efecto, se argumenta que un concepto restrictivo dejaría
fuera del ámbito penal a los traficantes que manejan el criminal e ilícito
negocio de la droga mediante, por ejemplo, simples llamadas telefónicas o
por telex. La consecuencia es que ambos, remitente y destinatario, de
existir acuerdo mutuo, deben ser considerados poseedores de la droga.
e) Esta teoría es además congruente con la civil, pues la jurisprudencia
entiende que carecería de sentido que la compraventa civil se estime
perfeccionada por el simple acuerdo consensuado, artículo 1540 del CC,
respecto de la cosa y el precio, aunque ni la una ni el otro hubieren sido
entregados, y en cambio se rechace la consumación de este delito contra
la salud pública porque la droga no se hubiere traspasado real y
efectivamente.
4.7. AGRAVANTES
6.1 Antecedentes
6.2 Fuentes
46
aprobado mediante Decreto Ley 22609 del 25 de junio de 1979; y los literales e
y f del artículo 8° de la Ley Argentina 20771 que modificó el Código penal.
6.3 Sistemática
acreditar que el autor o participe del delito tenía la calidad de educador o que
ejercía una profesión sanitaria al tiempo de comisión del ilícito.
47
difusión de la facilitación o favorecimiento del consumo ilegal de drogas son
mayores. El inciso 4 de señal de modo taxativo la comisión del delito debe
tener lugar en ambientes y locales que están conectados a actividades
educativas, sanitarias, deportivas o de detención y reclusión. Será suficiente
que el agente realice su conducta delictiva en aquellos lugares (colegios,
hospitales, centros penitenciarios, etc.), careciendo de significado legal otros
aspectos conexos como la función específica del lugar donde se ejecutó el
delito o la oportunidad en que el infractor frecuentó el mismo.
5. La pluralidad de agentes
48
El párrafo ab initio del inciso 6 regula como agravante la intervención conjunta
de una pluralidad de agentes en la ejecución del delito. La norma exige un
mínimo “tres o más personas”, con lo que se abandona la opción de dos
personas que se aplica en otras infracciones como el hurto, el robo o la
usurpación (Cfr. Arts. 186º, Inc.6; 189º, Inc.4; 204º, Inc.2). Esta circunstancia
alude exclusivamente a una coautoría o autoría funcional donde los
intervinientes actúan mancomunadamente y con un con dominio del hecho. Por
tanto, no hay agravante sólo en función al número plural de partícipes sean
estos instigadores o cómplices. Es importante destacar que la comisión del
hecho delictivo debe ejecutarse en la modalidad del concierto criminal y no de
la banda. Se trata de una coautoría e integración ocasional de
49
artículo 317°. Si el delincuente realiza su acción delictiva fuera de una
estructura criminal no se producirá el efecto agravante. La pluralidad de
agentes en mero concierto es cubierta por otra agravante ya analizada.
Tampoco se aplicará esta agravante para los casos donde el infractor ejerce en
la organización criminal funciones de dirección estratégica u operativa (jefe,
cabecilla o dirigente), pues para ellos se ha regulado una agravante de
segundo grado o nivel.
50
El agravante equipara y considera para sus efectos a tres categorías u órganos
de dirección de una organización criminal. Primero alude al “Jefe”. En segundo
lugar menciona al “Dirigente”. Y, finalmente, se refiere al “Cabecilla”. Las
categorías directivas mencionadas por la ley aluden a niveles y roles distintos,
pero son compatibles con la estructura clásica de las organizaciones criminales
que operan en el tráfico ilícito de drogas o de insumos para su elaboración. Esto
es, de aquellas que poseen una estructura piramidal o de Jerarquía Estándar y
que se caracterizan por tener un sólo líder, así como niveles y mandos
subalternos organizados en una jerarquía muy definida a la vez que
centralizada. Para el agravante lo importante es verificar si el agente
desempeña un rol de dirección central, esto es, tiene competencia directa en la
toma de las
conmina una penalidad más severa que la prevista para el mero integrante o
asociado. En cambio, cuando el delincuente sólo se vincule con la planificación
operativa y el control de las acciones ejecutivas de otros integrantes de menor
nivel en el grupo criminal su rol será el del cabecilla.
51
“actividades terroristas”, con ella se identifican las conductas descritas por el
artículo 2° del Decreto Ley 25475
4.8. PENALIDAD
El que toma parte en una conspiración de dos o más personas para promover,
favorecer o facilitar el tráfico ilícito de drogas, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y con sesenta a ciento
veinte días-multa.
Los diferentes delitos que contempla el artículo 296° del Código Penal poseen
una penalidad común. El legislador, pues, demostrando una vez más su escaso
respeto por el principio de proporcionalidad, reprime de igual manera la venta de
drogas y la comercialización de materias primas para la elaboración de tales
sustancias adictivas. En ambos casos, como en el de posesión con fines de
comercialización, la pena aplicable es homogénea en lo cualitativo como en lo
cuantitativo. Y tampoco se toma en cuenta la mayor o menor nocividad de las
sustancias objeto del delito. Para los ilícitos mencionados, la ley establece
penas conjuntas de privación de libertad (no menor de ocho ni mayor de quince
años), de multa (no menor de 180 ni mayor de 365 días-multa), y de in
habilitación (conforme a los incisos 1°, 2° y 4" del artículo 36" del Código Penal).
52
CONCLUSIONES
EL bien jurídico protegido del delito de drogas es la salud pública. Por tal se
entiende mayoritariamente la salud colectiva, que no es nada más que la suma
de bienestar físico y psíquico de cada uno de los ciudadanos.
Cabe destacar que este tipo de males sociales se deben combatir con el
incremento de valores dentro de la sociedad, una mejor educación,
oportunidades de progresar económicamente y una mejor calidad de vida, ya
que una de las grandes ventajas que tiene a su favor los carteles de la droga es
que brindan a todo aquel que realice el tráfico de estas sustancias, cuantiosas
cantidades de dinero, viajes al exterior y una vida llena de bienes materiales
antes no poseídos.
53
Ante esta clase de circunstancias se comprende el papel fundamental que juega
la familia en la formación de individuos con altos valores morales o viceversa.
BIBLIOGRAFIA
54
- http://www.devida.gob.pe/mapa-sitio/sistema-de-informacion-de-
lucha-contra-las-drogas-siscod/
55