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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

ESCUELA DE POSGRADO

MAESTRIA EN DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


MENCION EN DERECHO PROCESAL

TEMA

MEDIDAS DE COERCIÓN REAL


CÁTEDRA:

DERECHO PROCESAL PENAL


DOCENTE:
DR. JOSE ANTONIO NEYRA FLORES
INTEGRANTES:

CERRON LAGOS JUAN WASHINGTON


CONTRERAS PARRAGA CID CANON
GUTARRA CESAR
MARAVÍ CORDERO JORGE WILFREDO
ROMAN RAMOS JIMMY ANTHONY

HUANCAYO –PERÚ

2016
INTRODUCCIÓN

Las medidas cautelares como instrumentos procesales cobran mucha relevancia en el decurso

del proceso penal, ya que éstas permiten restringir el ejercicio de los derechos personales o

patrimoniales del imputado o tercero civilmente responsable, a fin de evitar los riesgos de

sustracción de si u obstaculización del proceso, así como el riesgo de la realización de

estrategias orientadas a disponer del patrimonio del imputado o a ocultar los efectos y

ganancias. Esto es, busca asegurar el efectivo aseguramiento de la comparecencia del

procesado ante la autoridad judicial y asegurar el efectivo cumplimiento de la sentencia, es

decir están orientadas a garantizar la expedición y cumplimiento de la sentencia judicial.


MEDIDAS DE COERCIÓN REAL

La adopción de las medidas coercitivas o cautelares no solo comprende las distintas

formas de asegurar la presencia del imputado a la causa penal. Como enseña Ramos Méndez,

el objeto civil del proceso penal exige no desatender las necesidades de tutela que surjan en

relación con el mismo, por ello es necesario el aseguramiento de la reparación civil que pueda

imponerse en la sentencia penal condenatoria.

Las medidas de coerción de carácter real son aquellas que inciden sobre el patrimonio

del imputado con el objetivo de impedir durante el desarrollo del proceso, determinadas

acciones que se estimen perjudiciales en relación a la efectividad de las consecuencias

jurídicas - económicas del delito, de la sentencia (función cautelar), como a la eficacia del

proceso (función aseguratoria de la prueba y tuitiva). De lo afirmado, las medidas coercitivas

reales pueden tener una naturaleza meramente civil o penal dependiendo del objeto a que se

hallen orientadas: civil o penal.

3.1. EL EMBARGO

El embargo que es el derecho indemnizatorio del agraviado, que se torna eventual, si

se tiene en cuenta que se debe esperar el resultado final del proceso. Se trata entonces de una

medida cautelar de naturaleza patrimonial en contra del imputado (y del tercero civil) a fin de

garantizar la efectividad de la indemnización de los daños y perjuicios que ocasiona la

conducta delictiva. En consecuencia, cuando a través del embargo se cautela la pretensión

pecuniaria de la víctima desde inicio del proceso y en espera que se dicte una sentencia

condenatoria que establezca el monto de la reparación civil. Tratándose de una institución

procesal fundamentalmente de orden civil, las disposiciones penales deben concordarse

necesariamente con aquellas.


El nuevo código establece que el embargo puede realizarse durante la investigación

preliminar o preparatoria, sea de oficio por el fiscal o a pedido de la parte agraviada y

comprende los bienes libres o derechos embargados al imputado y tercero civil, a “fin de

asegurar la efectividad de las responsabilidades pecuniarias derivados del delito o del pago de

las costas” (art 302). En tal sentido, el fiscal indagara sobre los bienes susceptibles de

embargo y hará el pedido formal al Juez de la Investigación Preparatoria, al que atendiendo la

documentación existente, emitirá pronunciamiento sobre la medida requerida u ordenado la

que sea más adecuada, incluso pudiendo resolver la contra cautela ofrecida.

Se señala que cualquier pedido que pretenda impedir o dilatar la ejecución de la

medida de embargo es inadmisible, ejecutada la medida se notifica a las partes con el

mandato de embargo; y se puede apelar de la resolución judicial dentro del tercer día de

notificarlo (art. 304).

Cuando al término del proceso se haya dictado una sentencia absolutoria, auto de

sobreseimiento o alguna resolución equivalente que hayan adquirido la calidad de cosa

juzgada, se levantara, de oficio o a pedido del interesado, el embargo adoptado, por otro lado,

cuando se dicte una sentencia condenatoria, se requerirá de inmediato al afectado (imputado o

tercero civil) el cumplimiento de las responsabilidades correspondientes, bajo el

apercibimiento de iniciar la ejecución forzosa del bien afectado (art. 306).

Como se puede apreciar, a diferencia de la institución procesal del embargo en la

legislación anterior, con la nueva regulación procesal penal se busca generar una

normatividad más efectiva, rápida y asegurativa de los derechos indemnizatorios que se

deben otorgar al actor civil en el proceso, permitiéndose, incluso, la variación o alzamiento o

la sustitución de la medida bajo determinados presupuestos.

3.2 OTRAS MEDIDAS REALES


La regulación procesal en su artículo 315 señala que estas medidas, podrán variarse,

sustituirse o cesar cuando resulte indispensable, por supuesto, atendiendo a las circunstancias

concretas del caso y al principio de proporcionalidad.

3.2.1. Orden de Inhibición

En los casos que tiene lugar al embargo, pero este no se puede hacer efectivo, porque

no se conocen bienes del afectado o porque estos no cubren el monto, se puede solicitar orden

de inhibición.Como todas las medidas de coerción real, las dicta el Juez a solicitud del Fiscal

o del actor civil, a fin de disponer o grava los bienes del imputado o del tercero civil. La

mencionada orden se inscribirá en Registros Públicos. Según el artículo 310.2 rige las normas

previstas para el embargo.

3.2.2. El desalojo preventivo

El poseedor tiene la facultad de defender su posesión por medio de la regulación

vigente a través de los interdictos, las accione posesorias y de desalojo todas ellas de carácter

civil y ahora, en la presente regulación, de orden procesal penal, esto es, el desalojo

preventivo. Se trata de una medida real, inmediata y con fines de aseguramiento del

patrimonio afectado.

La ley procesal establece que, a solicitud del Fiscal o del agraviado el poseedor, en los

delitos de usurpación, el Juez podrá ordenar, el desalojo preventivo del inmueble que se

encuentre indebidamente ocupado en término de 24 horas, ministrando provisionalmente la

posesión del agraviado. Para ello se necesita que el derecho del agraviado se encuentre

acreditado de manera suficiente y que existan elementos de juicio que permitan la comisión

del delito (art. 311).

La solicitud de desalojo y administración provisional se puede presentar en cualquier

estado de la Investigación Preparatoria, y estará acompañada de los documentos pertinentes


que acrediten el derecho del ofendido y la comisión del delito. Contra la resolución del juez

cabe recurso de apelación.

3.2.3. Medidas anticipadas

Las medidas anticipadas surgen ante la necesidad de hacer que la justicia sea más

rápida, se deriva del principio de celeridad procesal. Esta clase de medida se encuentra

regulada en el Código Procesal Civil, en su artículo 618, primer párrafo, del siguiente modo:

“además de las medidas cautelares reguladas, el Juez puede adoptar medidas anticipadas

destinadas a evitar un perjuicio irreparable o asegurar provisionalmente la ejecución de la

sentencia definitiva.”

En el nuevo proceso penal este tipo de medidas pueden ser solicitadas e manera

excepcional por la parte legitimada (fiscal o actor civil), al órgano jurisdiccional a fin de:

a) evitar la permanencia del delito o la prolongación de sus efectos lesivos.

b) ejecutar anticipada y provisionalmente, las consecuencias pecuniarias del delito (art. 312).

La concesión de esta medida dependerá del caso específico, ello dependerá de la naturaleza

de los bienes jurídicos vulnerados con la comisión del delito.

3.2.4. Medidas preventivas contra personas jurídicas

En materia penal, es frecuente los cuestionamientos sobre las consecuencias

jurídicasimponer a las personas jurídicas, porque estas no se encuentran sujetas al principio

de culpabilidad, como las personas físicas. Sin embargo, en materia cautelar es diferente pues

no se parte del presupuesto que la persona jurídica sea imputable o no de la comisión de

determinado delito, sino que, se atiende los principios que rigen las medidas de coerción.

El Código prevé las siguientes medidas, de carácter preventivas a imponer a las personas

jurídicas, solo a solicitud de las personas legitimadas:


a) La clausura temporal, parcial o total, de sus locales o establecimientos.
b) La suspensión temporal, de todas o alguna de sus actividades;
c) El nombramiento de un Administrador Judicial,
d) El sometimiento a vigilancia judicial,
e) Anotación o inscripción registral del procedimiento penal.

Los presupuestos que deben concurrir para la imposición de estas medidas de coerción son:

a) Suficiencia probatoria de la comisión del delito y la vinculación de la persona jurídica

en las formas previstas en el artículo 105 del Código Penal cuando el hecho punible es

cometido en ejercicio de la actividad de la persona jurídica o utilizando su

organización;
b) Necesidad de poner fin a la permanencia o prolongación de los efectos lesivos de

delito, se exige la existencia de un peligro concreto de que a través de la persona

jurídica se obstaculice la averiguación de la verdad que se cometan delitos de la

misma clase.

La duración de este tipo de medidas, no podrá superar más de la mitad del tiempo

previsto para las medidas temporales establecidas en el artículo 105 del Código penal

(establece el límite temporal de las medidas aplicables a las personas jurídicas como

consecuencias accesorias, es decir, cuando se determinó la “participación” de la persona

jurídica, por medio de la sentencia penal). El Código prevé que al tratarse de delitos

ecológicos, la suspensión o clausura, durara hasta que se subsanen las afectaciones al

ambiente, por las cuales se procedió judicialmente.

3.2.5. Pensión anticipada de alimentos

Esta medida es una especialidad tradicional de las “medidas anticipadas”, su objeto es

anticipar lo que va ser materia de decisión en la sentencia final, en cuanto a las consecuencias

civiles del delito, su naturaleza responde a la función cautelar.


El código prevé que en los delitos de homicidio, lesiones graves, omisión de

asistencia familiar, violación de la libertad sexual, o en delitos que se relacionan con la

violencia familiar, el Juez, a solicitud de la parte legitimada, impondrá una pensión de

alimentos para los directamente ofendidos que a consecuencia del hecho punible cometido se

encuentran imposibilitados de obtener el sustento para sus necesidades. El monto de la

asignación que han de pagar el imputado o el tercero civil, será fijado por el Juez y serán

descontadas de las que se establezca en la sentencia. Por ello es posible afirmar que esta

pensión anticipada de alimentos equivale a un adelanto del contenido de la sentencia.

3.3 LA INCAUTACION (O SECUESTRO)

La incautación o secuestro consiste en la aprehensión de una cosa, por orden judicial,

con el objeto de asegurar del cumplimiento de su función específica: la investigación de la

verdad y la actuación de la ley penal. Por lo tanto, la incautación posee doble naturaleza,

puede ser de orden instrumental o cautelar, según su finalidad.

La incautación o secuestro, como medida cautelar de naturaleza real, constituye una

limitación al derecho de posesión, que implica la aprehensión y ocupación de las cosas que

guardan relación con el hecho delictivo y demás tienen una función de conservación de las

mismas, para que puedan ser apreciadas por el juzgador, debiéndose resaltar que esta medida

recae sobre los efectos y los e instrumentos del delito y en tanto es dispuesta por el Juez

(jurisdiccionalidad), debe considerarse como un medida cautelar, cuya naturaleza es distintita

a la incautación o secuestro conservativo, que tiene una finalidad estrictamente probatoria.

Por otro lado, la incautación o secuestro conservativo, los bienes incautados, pueden

estar en directa vigilancia y cuidado del juzgado – custodia directa -, o también bajo la

conservación de otra entidad cuando así lo haya dispuesto el juez con la previsión de su
disponibilidad – custodia indirecta -, deben estar a disposición del fiscal y del órgano

juzgador, y pueden ser tenidos hasta del juicio o el archivo del proceso.

3.3.1 Objeto de la incautación

Son objeto de incautación los efectos provenientes de la comisión del delito o los

instrumentos con los que se hubiere ejecutado, así como los objetos del delito permitidos por

ley. Estos bienes pueden ser incautados durante la investigación preliminar y la investigación

preparatoria, por la policía o por el representante del Ministerio Publico, siempre que exista

peligro en la demora. Luego de haber sido incautados estos objetos, el Fiscal tiene la

obligación de requerir al Juez de la Investigación Preparatoria la expedición de una

resolución confirmatoria (art. 316).

Para dictar esta medida, el Juez debe tener en cuenta las previsiones y limitaciones

consignadas en los artículos 102 y 10 del Código Penal, esto es, las normas propias de la

consecuencia accesoria del decomiso. Es decir, el Juez resolverá la incautación de los bienes

mencionados (bienes, dinero, ganancias o cualquier producto) a excepción que exista un

proceso para ello (art. 102), y cuando los efectos o instrumentos no sean de ilícito comercio y

no guarde relación con el delito cometido, el juez no decretará la incautación o puede

decretarlo parcialmente (art. 103).

Cuando no exista peligro en la demora, las partes legitimadas, deben solicitar al Juez

la expedición de la medida. En ambos casos (haya o no peligro en la demora debe concurrir el

peligro de que la libre disponibilidad de los bienes relacionados con el delito pueda agravar,

prolongar las consecuencias del delito, o pueda facilitar la comisión de otros delitos.

3.3.2. Bienes incautados

Los bienes incautados deben ser registrados rigurosamente (art. 318). Para los efectos de

determinar el lugar de custodia y la regla de administración de los bines incautados, el código


prevé que la Fiscalía de la Nación será la encargada de dictar las disposiciones reglamentarias

correspondientes, lo que no es más que la explicitación de una de la Fiscalía de Nación. En el

caso no exista el peligro de los fines de aseguramiento que motivaron la adopción de esta

medida, el bien incautado, puede ser:

a) Devuelto al afectado, a cambio del depósito inmediato de su valor; o


b) Entregado provisionalmente al afectado, bajo la condición que pueda ser revisado en

cualquier momento hasta la conclusión del proceso. En el primer caso, el importe que

deposite el afectado ocupara el lugar y en el segundo se necesitara que el afectado

presente caución, garantía o determinadas condiciones.

En el caso que una persona distinta al imputado alegue derecho de propiedad sobre el

bien incautado o tenga sobre el bien algún derecho cuya extinción puede ser ordenada en el

caso de incautación o decomiso se autorizara su participación en los procesos, que no hayan

intervenido en el delito investigado, pueden solicitar el reexamen de la medida cautelar.

Terminando el proceso penal principal a favor del imputado (sentencia absolutoria, auto

de sobreseimiento o archivo de las actuaciones) los bines incautados serán restituidos a quien

tenga derecho, excepto cuando se trate de bienes intrínsecamente delictivos. La restitución no

podrá ser ordenada, cuando se deben garantizar a solicitud de las partes legitimadas el pago

de las responsabilidades pecuniarias del delito y las cosas (art. 320).


CONCLUSIONES

1. La razón de ser una medida cautelar real en el nuevo modelo procesal penal es

soslayar maniobras perjudiciales que entorpezcan la efectividad de la sentencia en

relación con las consecuencias jurídicas económicas del delito.


2. Las medidas cautelares tienen un doble objeto: pues por un lado salvaguardan los

derechos subjetivos, garantizando su eficacia, y de otro fortalece la seriedad y eficacia

de la función jurisdiccional.
3. La medida cautelar de embargo esta propio al aseguramiento del pago de la multa,

reparación civil y las costas, mientras que una orden de inhibición imposibilita realzar

actos de suposición o de gravamen sobre bienes sujetos al pago de la reparación civil

o sujetos a decomiso.
4. En la incautación su propósito es el decomiso, de instrumentos, efectos y ganancias,

mientras tanto que la medida de no innovar tiene como fin mantener al momento en

que se solicita la medida.


5. En cuanto las medidas coercitivas reales reguladas en el artículo 302º del Código

Procesal Penal empezando por la medida de embargo; desalojo preventivo artículo

311: incautación, artículo 316 y siguientes. Todos estos requerimientos fiscales no

necesitan de trámite alguno, simplemente se da cuenta al juez sobre su ingreso al

juzgado a fin de que sea resuelto, a excepción de la variación y reexamen de la

incautación artículo 319º en la que indica que dicha variación se dictara con previa

audiencia.

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