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La disciplina escolar versus teorías psicológicas frente al

escenario docente
La disciplina que aprendes y el carácter construyes a partir de establecer y alcanzar un objetivo puede ser más valioso que
el logro de la misma meta.

Bo Bennett.

Introducción

Una de las preocupaciones más importantes de cada docente comprometido en la


difícil tarea de educar, es conseguir un nivel de orden necesario, para que el grupo
de alumnos y alumnas a quien se desea instruir, formar, y lograr el
funcionamiento adecuado. Desde esta perspectiva en el ámbito educativo la
disciplina escolar se entiende como el conjunto de normas que regulan la
convivencia. Por tanto, se puede afirmar que la disciplina no sólo implica el
conjunto de normas y la aplicación de sanciones cuando la regla es transgredida
sino que es importante considerarla además como parte del mundo interno de la
persona, un hábito en donde cada individuo logra su autodominio para actuar libre
y responsablemente sin perjudicar al otro. De esta manera, se vincula los
elementos del ambiente escolar con el ser de cada individuo. Cabe resaltar el
aporte de diversas corrientes psicológicas en el logro de la disciplina
implementado estrategias de aplicación en la disciplina escolar.

La disciplina escolar

Para comprender, Según Nérice (1969), la dirección del aula consiste en conducir
el conjunto de actividades referentes a su disciplina, a lo largo de la clase, para
que haya un mejor aprovechamiento del tiempo y un trabajo integrado, hacia la
obtención de un mayor y mejor aprendizaje posible. En cambio, Quinn (1989),
define la disciplina como la instrucción que moldea, forma y corrige e inspira el
comportamiento apropiado. Abarca, expresa que la disciplina se origina en tres
fuentes: el centro educativo, el ambiente familiar y social y el estudiante.

Las teorías psicológicas en la disciplina escolar

Muy acertadamente se presentan las diferentes teorías como resultado de la


revisión de diversos autores; hay que señalar que no existe una teoría y modelo
que permite el abordaje de la disciplina en el aula que sea verdadera. Curwin, R.
y Mendler, A. (1987) plantean que el trabajo de la disciplina puede verse a lo largo
de un continuo que va desde los que son partidarios que no haya ningún control,
es decir, dejar fluir el ser de cada persona hasta los que son partidarios de un
control total en el que es imprescindible la aplicación de contingencia, es decir,
castigos o refuerzo. En ese contexto Albert Bandura en la Teoría de la
Autoeficacia (1977; 1977) plantea que las expectativas de eficacia personal o
autoeficacia constituye un factor central en los procesos motivacionales y de
aprendizaje que regulan el desempeño de las tareas. Por lo tanto, el Modelo
conductista propone la obtención de respuestas ante estímulos que se presenten
en cada situación específica. Sin embargo, el Modelo humanista requiere
escuchar de un modo reflexivo, los pensamientos, sentimientos de una persona y
repetirle el mensaje que acaba de escucharse. Ginot introduce el concepto de
límites y expresa que castigar un niño es desesperarle y hacerle ineducable, se
hace hostil y prisionero de la venganza. Se deben establecer límites a la conducta,
pero nunca a los sentimientos.

Maslow plantea la jerarquía de necesidades humanas, el modelo sugiere que el


crecimiento se realiza cuando hay un ambiente que lo apoya. La pirámide se
compone por necesidades fisiológicas, seguridad, amor y pertenencia, respeto,
estima y autorrealización. Con el enfoque entrenamiento efectivo de profesores
(Thomas Gordon), se pone énfasis en la comunicación como algo de importancia
primaria. De tal manera, que propone alternativas de un modelo de comunicación.
Bajo ese contexto, el modelo cognitivo, visualiza al alumno en proceso de
maduración con la posibilidad o no de asumir reglas y normas sociales propias
de su edad y etapa de desarrollo. De acuerdo a Weiner, la mayoría de las causas
a las cuales se atribuyen los estudiantes sus éxitos o fracasos se caracterizan por
la dirección interna y por el esfuerzo. Asimismo, el modelo ecológico, asume la
idea de que el salón de clases es un sistema ecológico donde se dan
interacciones constantemente, multidimensionales, ya que cada uno de los
integrantes tiene metas, preferencias y capacidades diferentes. Según el manejo
efectivo del aula (Busot, 1998), plantea que, para administrar efectivamente el aula
es indispensable que el docente establezca reglas que los alumnos puedan seguir,
procedimientos y consecuencias positivas y negativas.

Conclusiones

La disciplina escolar constituye uno de los principales elementos de la enseñanza


a través del cual los alumnos y las alumnas aprendan a vivir como miembro de
una sociedad, que se presenta a modo de cuestión relevante en el mejoramiento
de las relación docente- alumno y viceversa. En ese sentido, es muy importante
para el docente promover una disciplina consciente; valorando las distintas
teorías acerca de la disciplina. En tal sentido, suscitar herramientas para generar
un clima agradable, de igual forma buscar estrategias que contribuya al
funcionamiento escolar.
Bajo esa perspectiva, el discente no requiere de controles externos para aprender;
por lo tanto debe ser consciente en desarrollar habilidades para el aprendizaje
autónomo, independiente y orientarlo durante el desarrollo del proceso.

Bibliografía

Márquez Guinapa , J., Díaz Nava , J., & Cazzato Dávila, S. (2007). La disciplina escolar: aportes de
las teorías psicológicas. Revista de Artes y Humanidades UNICA, 126-148.

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