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El Recurso de Apelación en La Propuesta de Código Procesal Civil
El Recurso de Apelación en La Propuesta de Código Procesal Civil
Procesal Civil.
El 20 de enero de 2015, la Suprema Corte de Justicia reintrodujo al Congreso
Nacional una propuesta de Código Procesal Civil y como era de esperarse, traerá una
revolución para el procedimiento civil dominicano. La iniciativa reduce sustancialmente
la dispersión legislativa, uniformando las reglas de tramitación, que son numerosas y en
algunas ocasiones recogidas en leyes contradictorias, tal como se afirma en la parte
denominada como aspectos relevantes del proyecto.
Apelación de las sentencias del Juzgado de Paz. En esta parte es preciso acotar
que en nuestro régimen actual, las sentencias rendidas por los Jueces de Paz son
recurridas en apelación por ante el Juzgado de Primera Instancia. Pero, existen
planteamientos en el sentido de que debería aprovecharse la reforma que se avecina para
que todas las apelaciones sean conocidas por la Corte de Apelación correspondiente,
postura a la cual nos adherimos. Sin embargo, la propuesta objeto de estudio pretende
dejar las cosas como están, puesto que en su articulado utiliza la expresión “la
jurisdicción inmediatamente superior” y porque en el artículo 167, numeral 3 se reitera
la competencia del Juzgado de Primera Instancia para conocer de las apelaciones de las
decisiones de los Juzgados de Paz.
Sostenemos que las apelaciones de las sentencias del Juzgado de Paz deberían
pasar a ser competencia de la Corte de Apelación correspondiente no solo porque es la
jurisdicción natural, sino también porque de este modo se podría palear la carga de
trabajo y la mora que afecta al Juzgado de Primera Instancia; sobre todo en este aspecto
nos preocupa el hecho de que el proyecto sugiere aumentar la cuantía o el monto hasta
el cual se le otorga la competencia al Juzgado de Paz, lo que evidentemente hará que
muchas de las demandas que hoy son llevadas al Juzgado de Primera Instancia, por su
cuantía, deban ser promovidas ante los Juzgados de Paz, lo que se traduciría en un
aumento de las apelaciones ante el Juzgado de Primera Instancia, incrementando así su
pesada carga de trabajo.
Una de las ventajas de este método es que permitirá que el expediente original sea
remitido completo al tribunal inmediatamente superior apoderado del recurso,
significando esto un avance en lo relativo a la economía procesal y a la duración de los
procesos, también por la forma en la que se llevará el procedimiento civil. La cuestión
lamentable de esta técnica es que no se establece sanción ante la inobservancia del plazo
para remitirlo.
Hoy por hoy, tanto el plazo para interponerlo como la introducción del recurso
suspenden la ejecución de la sentencia recurrida, salvo que la misma haya sido ordenada
de manera provisional. Este aspecto se mantiene intacto, dada la naturaleza de la
apelación. Y, en lo referente al plazo, el proyecto también lo deja igual, pues señala que
salvo que se disponga uno distinto, el plazo para apelar es de un mes y no será admisible
la apelación promovida después de vencido dicho plazo.
Sobre este particular la Suprema Corte de Justicia ha sostenido que los plazos para
el ejercicio de los recursos inician cuando a la parte contra quién corra el plazo se le
notifica la sentencia recurrida o, en su defecto, a partir del momento en que ésta se
pronuncia, si se hace en su presencia, no ocurriendo lo mismo cuando la notificación es
realizada por ella, pues esa notificación no puede ocasionarle perjuicio en cuanto al
punto de partida de los plazos, en aplicación del principio de que nadie se excluye a sí
mismo una vía de recurso.
Sin embargo, la propuesta da un giro muy preciso al disponer que el plazo corre
tanto contra quien la notifica y como contra la parte notificada.
También, se propone que para ese último caso el proceso se considerará como no
iniciado y el conocimiento del diferendo será enviado a la jurisdicción de primer grado,
a fin de ser juzgado de nuevo. Sobre esta parte no encontramos razón por la cual exista
la necesidad de enviar nuevamente el asunto al tribunal de primer grado, creemos que
no habría ningún problema en que la Corte de Apelación o el Juzgado de Primera
Instancia, según sea el caso, retenga el fondo y lo decida.
Pero, con el régimen que trae la propuesta se dispone que el primero en fecha en
recurrir sea considerado como recurrente principal. Cualquier recurrente posterior será
considerado como recurrente incidental. En ocasión del recurso principal y del recurso
incidental se formará un solo expediente y ambos recursos serán decididos por una
misma sentencia. El recurso incidental interpuesto dentro del plazo previsto para el
recurso principal será considerado como independiente del recurso principal y los vicios
que afectaren al principal no tendrán efectos sobre el recurso incidental.