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INTRODUCCIÓN

La facultad de avocación en esta materia es conferida por el


artículo 473 del Código de Procedimiento Civil vigente y
constituye una excepción a la regla del doble grado, debido a
que el fondo del asunto, que no fue decidido por el tribunal de
primer grado, podrá ser fallado por el tribunal de segundo
grado.

En el proyecto, en la parte destinada a cuestiones comunes de


los incidentes, se establece que las sentencias que admitieren
los incidentes y decidieren que no hay lugar a conocer del
fondo de la demanda son recurribles de inmediato. Esta
disposición se aplicará sin perjuicio de que el tribunal de
apelación avocare el fondo de la demanda en caso de
revocación o anulación y si estima de buena justicia dar al
diferendo una solución definitiva, después de haber ordenado,
si fuere necesario, cualquier medida de instrucción.
Análisis de la Facultad de la Avocación de la Corte
de Apelación

La apelación es entendida como el recurso a que tiene derecho


la parte que se considera afectada por una decisión dada en
primer grado de jurisdicción ante un tribunal de segundo
grado, con el propósito de que la sentencia impugnada sea
anulada, modificada o revocada. Si bien es una manifestación
del derecho fundamental a que las decisiones sean revisadas,
no menos cierto es que en nuestro ordenamiento lo que tiene
carácter constitucional es el derecho a recurrir, no la
apelación per se, la cual, en caso de estar disponible, estará
supeditada a la ley.

En ese sentido, continuando con lo que nos interesa, es el


Código de Procedimiento Civil el que rige tal figura, indicando
la forma para ejercerla y el desarrollo, sin ofrecer una
definición. Sin embargo, el proyecto aborda un concepto, al
señalar que es el recurso previsto en beneficio de la parte
perjudicada con una sentencia, con el objeto de hacer
examinar nuevamente el proceso por la jurisdicción
inmediatamente superior para reformarla, revocarla o
anularla.

El recurso de apelación tiene dos efectos: el suspensivo y el


devolutivo. Es decir, remite lo juzgado por la jurisdicción que
conoció el diferendo en primera instancia a la jurisdicción
inmediatamente superior, para que ésta estatuya de nuevo en
hecho y derecho en la medida que así el recurso lo permita,
pues no siempre es ejercido contra la decisión en su
universalidad, ya que existen algunos limitados a una o varias
de sus disposiciones.

Apelación de las sentencias del Juzgado de Paz. En esta


parte es preciso acotar que en nuestro régimen actual, las
sentencias rendidas por los Jueces de Paz son recurridas en
apelación por ante el Juzgado de Primera Instancia. Pero,
existen planteamientos en el sentido de que debería
aprovecharse la reforma que se avecina para que todas las
apelaciones sean conocidas por la Corte de Apelación
correspondiente, postura a la cual nos adherimos.

Sin embargo, la propuesta objeto de estudio pretende dejar las


cosas como están, puesto que en su articulado utiliza la
expresión “la jurisdicción inmediatamente superior” y porque
en el artículo 167, numeral 3 se reitera la competencia del
Juzgado de Primera Instancia para conocer de las apelaciones
de las decisiones de los Juzgados de Paz.

Sostenemos que las apelaciones de las sentencias del Juzgado


de Paz deberían pasar a ser competencia de la Corte de
Apelación correspondiente no solo porque es la jurisdicción
natural, sino también porque de este modo se podría palear la
carga de trabajo y la mora que afecta al Juzgado de Primera
Instancia; sobre todo en este aspecto nos preocupa el hecho de
que el proyecto sugiere aumentar la cuantía o el monto hasta
el cual se le otorga la competencia al Juzgado de Paz, lo que
evidentemente hará que muchas de las demandas que hoy son
llevadas al Juzgado de Primera Instancia, por su cuantía,
deban ser promovidas ante los Juzgados de Paz, lo que se
traduciría en un aumento de las apelaciones ante el Juzgado
de Primera Instancia, incrementando así su pesada carga de
trabajo.

Formas y plazos. Actualmente, el recurso de apelación se


interpone mediante acto de emplazamiento en los términos de
la ley, y debe notificarse a la persona intimada o en su
domicilio, bajo pena de nulidad, estableciéndose que el término
para apelar es de un mes, tanto en materia civil como en
material comercial.

La Avocación
La avocación es la facultad que pertenece al juez o corte de
segundo grado, que le permite estatuir sobre la apelación y el
fondo del proceso por medio de una sola y misma sentencia.
Podrá también hacerlo cuando por nulidad de procedimiento u
otra cosa revoque la sentencia definitiva del inferior.

La avocación está sujeta a las siguientes condiciones:


1. que haya apelación interpuesta ante de la sentencia sobre
el fondo.
2. información de la sentencia impugnada o sea su
rechazamiento
3. que el asunto se encuentre en estado de recibir fallo sobre
el fondo.
4. que el tribunal de segundo grado sea competente
5. que el tribunal de segundo grado que usa esta facultad
estatuya por una sola sentencia sobre el incidente y sobre el
fondo.

a) Condiciones de la Avocación.
Aunque sobre el particular la suprema corte de justicia se ha
pronunciado en materia penal, no es menos cierto que con
mayor razón ese principio se puede acoger en materia civil, es
decir. Avocar el fondo y reenviar la causa para otra audiencia.

b) Se Puede Avocar el Fondo y Revocar la Causa.

GENERALIDADES DE LOS RECURSOS EXTRAORDINARIOS


Los recursos extraordinarios, salvo la tercería, no pueden ser
incoados contra las sentencias susceptibles de ser atacadas
por un recurso ordinario: no puede recurrirse en revisión civil
o en casación contra una sentencia en defecto mientras pueda
ser impugnada por la oposición, ni contra una sentencia en
defecto o contradictoria que pueda ser atacada por apelación.

El juez apoderado de un recurso extraordinario puede


examinar solamente aquellas cuestiones limitativamente
planteadas con el recurso. Los recursos extraordinarios no
plantean ante el juez apoderado el examen del proceso en sí
mismo, sino de algunos de sus aspectos particulares.

DE LA TERCERIA: DEFINICIONES, PROCEDIMIENTOS Y


CONDICIONES
La palabra tercería proviene de terceros, por lo que podemos
definirla como el recurso extraordinario abierto a todos los
terceros, cuando son lesionados o están amenazados de un
perjuicio, por el efecto de una sentencia en la cual ellos no han
sido partes. El recurso de tercería tiene como fundamento el
principio jurídico según el cual ninguna persona puede ser
condenada sin antes ser oída o que se le considere legalmente
en retardo de establecer sus medios de defensa.

Cuando una persona no ha sido ni ha estado representada en


la instancia que afecta sus derechos, está protegida por la
autoridad relativa de cosa juzgada. El artículo 1351 del
código civil expresa: la autoridad de la cosa juzgada no tiene
lugar sino respecto de lo que se ha sido objeto de fallo, respecto
a las partes que han sido puestas en causa.

Las sentencias se oponen contra aquellos o a favor de quienes


han sido parte en la instancia, sea como partes principales o
intervinientes, es decir que para todos los demás que afecte la
sentencia, se encuentra abierto el Recurso de Tercería.
CONDICIONES GENERALES PARA INCOAR EL RECURSO
Son necesarias tres condiciones para deducir el recurso de
Tercería: Experimentar un perjuicio o estar amenazado por
uno No haber sido parte del proceso No haber sido
representado, salvo en caso de fraude

QUIENES PUEDEN INTERPONER UN RECURSO DE


TERCERIA
Un recurso de tercería de posesión puede ser interpuesta por
el poseedor de un bien que ha sido embargado por una deuda
ajena. Este, para identificarlo en términos jurídicos, toma el
título de tercerista; ¿Cuándo puede interponerla? - Puede
interponerla desde que se traba el embargo sobre sus bienes,
por una deuda que no le corresponde, y hasta antes que los
bienes embargados sean vendidos en pública subasta, es decir,
en términos simples, rematados.

¿Cuáles son los medios para demostrar que es poseedor de los


bienes embargados? - En general, para este tipo de casos, se
presentan dos medios de prueba: documentales y
testimoniales. Respecto a los documentos, podemos señalar
que resultan útiles todos aquellos que demuestren que los
bienes fueron adquiridos por el tercero. En tal sentido, es
aconsejable acompañar todas las facturas de compras
registradas o que es lo mismo con fecha cierta, de los bienes
embargados, guías de despacho, facturas, o presupuestos de
reparación a nombre del tercero, entre otras.
LA REPRESENTACION
Una persona está debidamente representada cuando es
presentada por su mandatario legal o convencional. Cuando
surgen las dificultades se trata de un causahabiente particular
o de un garante, se considera al garante que no fue puesto en
causa en posición de tercero por tanto puede deducir la
tercería. El causahabiente a título particular es representado
por su autor en relación a los actos anteriores a su derecho,
pero toma la calidad de tercero por los actos posteriores.
También se puede admitir que un codeudor solidario no ha
sido representado por su co- obligado este se puede beneficiar
de la tercería.

PLAZOS PARA INTENTARLO Y SUS EFECTOS


El plazo para intentarlo es de veinte años. La tercería es
incidental cuando se introduce en el curso de una instancia,
contra una sentencia precedentemente dictada y de la cual uno
de los litigantes quiere prevalerse. En este caso, conforme a la
solución admitida después de un largo tiempo por la
jurisprudencia, la tercería puede ser ejercida sin limitación de
tiempo.

Esta regla es una aplicación de la máxima “quae temporalia


sunt ad agendum perpetua sunt ad excipiendum” (cuando la
acción en nulidad no puede ser intentada, porque se ha
extinguido, por haber transcurrido el plazo de la prescripción,
el beneficiario podrá ampararse en la excepción de que ella es
perpetua); la cosa juzgada puede ser invocada sin limitación
de tiempo, es lógico reconocer al litigante la posibilidad de
ejercer la tercería. La tercería principal es llevada ante la
jurisdicción de la cual emana la sentencia así recurrida. Toda
jurisdicción del orden judicial de derecho común o de
excepción, puede retractar sobre tercería la sentencia que haya
dictado.

EL EFECTO SUSPENSIVO EN LA TERCERIA


La tercería, lo mismo que el recurso de casación, no es, en
principio, suspensiva de la ejecución de la sentencia
impugnada; es la regla general aplicable, en principio, a todos
los recursos extraordinarios. El artículo 478, análogamente a
como lo decide para el recurso de casación el artículo 12 de la
ley sobre proceso de casación, da al tribunal apoderado del
procedimiento de la tercería la facultad discrecional de acoger
o desestimar una demanda tendiente a suspender la ejecución
de la sentencia impugnada, salvo si se trata de sentencias que
hayan ordenado el abandono de una heredad y que hayan
adquirido la autoridad de la cosa juzgada, esto es, que no sean
ya recurribles por oposición o por apelación.

Esas sentencias “deberán ser ejecutadas contra los litigantes


condenados, no obstante la tercería, y sin causar perjuicio a
esa acción”. Para que esta disposición excepcional sea
aplicable es preciso que se encuentren reunidas las dos
condiciones apuntadas. Por consiguiente, la suspensión
puede ser concedida si se trata de materia mobiliaria, o de
sentencia recurrible por oposición o por apelación.
El objeto de esta restricción a los poderes concedidos al juez
para suspender la ejecución de la sentencia es el evitar que,
mediante una tercería concertada entre el recurrente y la parte
condenada, esta conserve en su poder el inmueble cuyo
abandono le fue ordenado.

REVISION CIVIL, CONDICIONES, PROCEDIMIENTO Y


EFECTOS
La revisión civil es un recurso extraordinario mediante el cual
se impugna una sentencia dictada en única o en última
instancia, a fin de hacerla retractar, sobre el fundamento de
que el tribunal ha incurrido en errores o ha cometido
irregularidades que no le son imputables.
La revisión civil difiere fundamentalmente de la oposición.

Ambos recursos se proponen retractar la sentencia


impugnada; pero en la oposición se solicita la retractación
sobre el fundamento esencial de que el oponente fue juzgado
sin haberse defendido. Por otra parte, la revisión civil difiere
del recurso de apelación en que mediante este se pide a un
tribunal del segundo grado de jurisdicción reformar o revocar
la sentencia irregular o injustamente pronunciada por el juez
de la primera instancia, en tanto que, por la revisión civil, se
le pide al mismo tribunal que enmiende los errores
involuntariamente cometidas al dictar sentencia y que la
sustituya por otra.
El artículo 480 abre el recurso de revisión civil contra las
sentencias pronunciadas en último recurso por los tribunales
o juzgados de primera instancia y de apelación. Requisito
indispensable para el ejercicio del recurso extraordinario de la
revisión civil es por consiguiente el que se trate de una
sentencia pronunciada en última instancia, en los casos en
que el asunto sea apelable o de una sentencia en única
instancia en que el asunto no esté sujeto a apelación.

Se puede recurrir en revisión civil:


Contra las sentencias de la corte de apelación que son casi
siempre en última instancia y muy raramente en única
instancia.
Contra las sentencias de los juzgados de primera instancia,
tanto en los casos en que deciden sin apelación, esto es en
instancia única, sea en materia civil o comercial, como en los
casos en que deciden acerca de una apelación de juzgado de
paz, esto es en última instancia.

Contra sentencias de los juzgados de paz, en el caos en que


deciden sin apelación, esto es en única instancia.
Los artículos 480 y 483 del Código de Procedimiento Civil,
establecen el plazo normal para el recurso de revisión civil; este
será de dos (2) meses, a partir de la notificación de la sentencia,
si esta es contradictoria.

En el caso de que la sentencia sea en defecto, el plazo es a


partir del día de la expiración del plazo de la oposición. Sin
embargo, el plazo contra las sentencias interlocutorias y
provisionales se rige por las mismas reglas que el de apelación.
A diferencia de estos plazos normales, en los artículos 484 al
489 se establecen plazos especiales, donde la duración del
plazo sufre cambios en su duración y punto de partida. Para
menores, el plazo empieza a contarse desde el día de la
notificación de la sentencia hecha, después de adquirir la
mayoría de edad, a persona o domicilio. Por analogía, para el
interdicto el plazo debe computarse a partir de la notificación
de la sentencia que se le haga luego de levantada la
interdicción.

Cuando los recurrentes estén al servicio del Estado y se halle


ausente del territorio de la República, tendrá para interponer
el recurso de revisión civil además del término ordinario de dos
(2) meses, desde la notificación de la sentencia, el de seis
meses más.

De este mismo plazo gozaran los marinos, que se encuentran


ausentes por causa de navegación. Si el recurrente se
encuentra domiciliado en el extranjero, además de los dos (2)
meses señalados desde la notificación de la sentencia, para
interponer la revisión civil, el término que para el
emplazamiento fija el artículo 73.

En caso de dolo, falsedad o recobro de documentos decisivos,


los plazos de revisión civil se contaran desde el día en que el
dolo o la falsedad hayan sido reconocidos, o dos documentos
hayan sido recobrados; siempre y cuando exista una prueba
por escrito indicando la fecha que los documentos fueron
recobrados o el dolo reconocido.

RECURSO DE IMPUGNACION LE CONTREDIT, CUANDO


PUEDE INTERPONERSE ESTE RECURSO, PLAZO,
EFECTOS
Le contredit es el recurso especial utilizado para atacar las
decisiones que sólo se pronuncian sobre la competencia. No es
una vía ordinaria, pero tampoco es extraordinaria (más bien
una ordinaria suis generis), pero definitivamente es una vía de
retractación.

Casos en que procede: Cuando se plantea una excepción y el


tribunal falla única y exclusivamente sobre la competencia, o
en ausencia de solicitud, el Juez se declara incompetente de
oficio, procede interponer el recurso de le contredit. Hipótesis
que pueden presentarse: Según el Prof. Jean Vincent, se puede
presentar las siguientes hipótesis:

1.- Se plantea la excepción (art.8) y:


a) El tribunal se declara incompetente.
a) El tribunal se declara competente pero no falla el fondo.
b) El tribunal se declara competente, no falla el fondo pero
toma posición respecto a una cuestión de fondo que determina
su competencia.
c) El tribunal se declara competente y ordena una medida de
instrucción o provisional.
2.- En ausencia de plantearse la excepción (Art. 22): Se declara
incompetente de oficio.
Plazo: 15 días, es suspensivo y si se interpone, también el
recurso es suspensivo.,
Punto de partida: Es a partir de la fecha del pronunciamiento,
de conformidad con el artículo 10. No obstante la
jurisprudencia ha establecido que esto sólo ocurre cuando la
decisión que versa sobre la competencia es tomada en la
misma audiencia, o si las partes han sido citadas a oir el
pronunciamiento de la misma, en los demás casos, es a partid
de la notificación.

Casos en que de manera expresa no procede: En caso de


ordenanzas en referimiento, divorcio, incompetencia de oficio
señalando la competencia de la jurisdicción administrativa
(apelación art. 27). Tampoco en caso de aplicación del artículo
3 de la ley 834, es decir declararse competente y estatuir sobre
el fondo mediante una misma sentencia, por disposiciones
diferentes.

Materias: Puede ser invocado solamente en materia civil,


comercial y laboral.
Momento en que se plantea: Art. 2. Dentro del plazo de 15 días
contados a partir de la decisión sobre la competencia o sobre
la notificación.
Etapas del procedimiento:
Ante el tribunal de 1er. Grado: La excepción de incompetencia
debe ser motivada y con indicación de la jurisdicción
competente. Una vez dictada la sentencia que versa sobre la
competencia, o una vez ésta notificada, comienza el plazo de
15 días para proceder a interponer le contredit. Si no se ejerce
dentro del plazo, el recurso es caduco y puede ser pronunciada
dicha caducidad, aún de oficio. El recurso consiste en una
instancia dirigida al Secretario del tribunal de 1er grado, y
debe reunir tres condiciones: a) hacerlo dentro del plazo de 15
días; b) motivarlo; y c) consignar las costas (avanzarlas al
secretario).
Entonces el Secretario procede a notificar, mediante correo
certificado con acuse de recibo, a la contraparte y sus
abogados (art. 11). El texto señala "sin plazo", que es una
erronea traducción de sans delais (sin demora). Luego el
Secretario del tribunal de 1er grado transmite el expediente al
Secretaria de la Corte con una copia de la sentencia, así como
las sumas referente a los gastos ante la Corte.

Ante el tribunal de 2do. Grado: En el más breve plazo en Pte


de la Corte fija la fecha de la audiencia. Las partes son
informadas mediante cartas certificadas con acuse de recibo
enviadas por el Secretario de la Corte (art. 12).

Las partes depositarán sus escritos de argumentaciones que


deberá visar el Pte. (art. 13), pero en la práctica es el Secretario.
La Corte reenvía el asunto ante el tribunal que estime
competente (art. 14). La decisión es notificada por el Secretario
mediante cartas certificadas con acuse de recibo. A partir de
esa notificación se inicia el plazo para la casación (art. 15). Se
prevén sanciones contra el litigante temerario (art. 16) y se
establece la facultad de avocación (art. 17). En caso de que se
interponga le contredit cuando lo que procedía era la
apelación, la corte no deja de estar apoderada y el asunto se
conoce conforme a las reglas de la apelación (art. 19).

Ante el tribunal de reenvío: (art. 14) La decisión de la Corte


se impone tanto a las partes como al tribunal de reenvío. Esto
choca con el principio de la independencia del tribunal, por lo
que el tribunal de reenvío podrá declararse incompetente y las
partes podrán recurrir nueva vez en le contredit. Pero si el
tribunal se acoge a lo establecido por la corte, conocerá en
primer grado sobre el asunto y las partes no podrán proponer
nuevamente la incompetencia, pero si otras excepciones,
inadmisibilidades y defensas.

Facultad de Avocación: (Art. 17). Es diferente a la facultad


de avocación de derecho común, ya que aquí, solo se exige que
la Jurisdicción de apelación sea competente respecto de la
jurisdicción que ella estime competente, y que "estime de
buena justicia" proceder a dar una solución definitiva al caso.
EL RECURSO DE IMPUGNACION DE GASTOS Y
HONORARIOS, PROCEDIMIENTOS, FORMALIDADES Y
EFECTOS.
La ley reconoce el derecho de impugnar la liquidación de los
gastos y honorarios “Cuando haya motivo de queja (Art 10 de
la Ley 302), lo que equivale a decir cuando exista interés en
hacerlo. Por lo cual es forzoso reconocer ese derecho, no tan
solo a la parte que sucumbe, sino también al cliente del
abogado, contra quien el estado de gastos y honorarios
aprobados tiene fuerza ejecutoria.

La impugnación se realiza mediante instancia dirigida al


tribunal o corte inmediatamente o de inmediato al abogado
contra quien se dirige la impugnación, para así proteger su
derecho de defensa, dada la forma en que será llamado a la
discusión del recurso.

La Corte de Apelación de Santo Domingo en Sentencia dictada


en Cámara de consejo en fecha 21 de Septiembre de 1965
estableció que el Art. 11 de Ley 302, sobre honorarios de los
Abogados de fecha 18 de junio del 1964, Gaceta No. 8870 de
fecha 30 de junio del 1964 es clara y terminante, cuando
expresa que cuando haya motivo de quejas respecto de una
liquidación de honorarios o de gastos y honorarios se recurrirá
por medio de instancia al Tribunal inmediato superior para
pedir la reforma de tal liquidación; que habiendo actuado el
Presidente de esta Corte en la aprobación de dicho honorarios,
la misma es incompetente para conocer de las impugnaciones.
El criterio de la Suprema Corte de Justicia es opuesto al
acabado de señalar, por auto del 9 de febrero de 1965, ella
declaro inamisible una impugnación de un estado de Gastos y
honorarios aprobado por el Juez de la Corte de Apelación de
Barahona, hecha por el Sindicato de Trabajadores del Central
Barahona.

Dentro de los días subsiguientes al depósito de la instancia por


la cual se impugna el estado de gastos y honorarios y del acto
por el cual se notifica ésta al abogado contra quien se dirige la
impugnación, el Secretario del Tribunal apoderado “citara a las
partes por correo certificado para que el diferendo sea conocido
en Cámara de Consejo” (Art. 11 Ley 302). En esa audiencia las
partes presentaran sus defensas y el caso será fallado dentro
de los diez días que siguen a su vista.

La impugnación de los estados de gastos y honorarios


aprobados por el Presidente de la Suprema Corte de justicia se
hará ante la corte en pleno. El pronunciamiento subsecuente
es el mismo.

La decisión que intervenga en cualquier caso, no será


susceptible de oposición. Es forzoso reconocer que los estados
de gastos y honorarios impugnados ante del juzgado de
Primera instancia y la Corte de Apelación, pueden se objetó de
recurso de casación, por consistir dicha impugnación en un
recurso de alzada.
PLAZOS PARA LA IMPUGNACION:
La Ley no señala el plazo dentro del cual debe ser impugnado
el estado de gastos y honorarios aprobado conforme a ella.
Se ha sometido que al no extenderse termino para la
impugnación, la misma pueda ser realizada durante los plazos
de prescripción del derecho común, esto es 20 años, una vez
que la aprobación que hace el Juez de dicho estado constituye
un acto de administración judicial.

Este sistema de interpretación surge, en primer término del


análisis del aspecto formal de la decisión que aprueba el
estadlo de gastos y honorarios , la cual constituye un auto u
ordenanza rendido a solicitud del abogado, que es lo que
implica en puridad el someter dicho estado a aprobación n.
Para luego, fundándose en la clasificación tradicional, de las
ordenanzas sobre instancias en: graciosas y contenciosas, se
atribuye al auto por el cual se aprueba dicho estado, el carácter
de una ordenanza graciosa.

Sin pretender adentrarme en la controversia doctrinal la


naturaleza jurídica de las decisiones graciosa, debo recordar
que cuando el abogado solicita la aprobación de su estado,
tiene un contradictor: la persona que será obligada a pagarlo,
aun cuando ese adversario no tenga conocimiento de su
petición al Juez. La existencia de ese rival constituye, por si
sola, la necesidad pura y simple de a que se éste frente a un
procedimiento gracioso.
Por otra parte el auto que aprueba el estado de gastos y
honorarios fija en la mayoría de los casos, el auto de una
condenación indeterminada pronunciada por un ordinal de
una sentencia de carácter contencioso, aquella que pronuncia
la condenación en costas. En ello se evidencia que el señalado
auto es la derivación de un proceso.

Es innegable que cuando se trata de estados de gastos y


honorarios causados frente a su cliente y prevenientes de
asesoramientos, asistencias o representaciones o alguna otra
forma que no pueda culminar con sentencias condenatoria, el
auto que los aprueba no constituirá la determinación del
cuanto de condenación indeterminada pronunciada por una
sentencia contenciosa. Por esas circunstancias no le hace
perder ese carácter, ya que siempre tiene un contradictor: su
cliente quien, si se siente perjudicado, puede impugnar el
estado.

Es de interés observar, que la jurisprudencia, tomando como


punto de partida la doctrina tradicional, según la cual no
existen vías de recursos contra las decisiones dictadas en
materia graciosa, mantiene la tendencia de reconocer, cuantas
veces le parece deseable, la posibilidad de recurrir contra ella.

Todo lo expuesto me fuerza a concluir que el auto que opera la


liquidación de los gastos y honorarios, tiene un carácter
contencioso, lo cual obliga a reconocer que el plazo para la
impugnación debe ser, fijado de acuerdo a lo establecido para
el ejercicio de las vías de recurso contra las decisiones de
naturaleza contenciosa.

Siendo los estados de gastos y honorarios impugnables por


ante el tribunal inmediato superior, el recurso que se ejerce
contra ellos es el de apelación, el cual podrá intentarse dentro
del término fijado por la ley para los asuntos de la naturaleza
del que generó el estado.

Como la impugnación de los sestados causados ante la


Suprema Corte de Justicia debe hacerse ante la corte en pleno,
el recurso que se ejerce en ese caso es el de oposición, la cual
debe realizarse dentro de los plazos establecidos por la ley para
la interposición de dicho recurso.
CONCLUSIÓN
Los recursos de apelación son un recurso ordinario, los cuales
son utilizados por alguien que alega haber sido lesionado por
una sentencia, por ante la jurisdicción inmediatamente
superior, que procura reformar, revocar o anular la decisión
impugnada. Existen condiciones las cuales debemos cumplir
antes de interponer un recurso de apelación, y estas son de
fondo y forma, luego de cumplir estas condiciones se produce
un efecto ya sea suspensivo o devolutivo. Cuando un juez o
corte de segundo grado apoderado de la apelación de
sentencias rendidas en primer grado, que se le permite estatuir
sobre la apelación y el fondo del proceso, por medio de una
sola y misma sentencia a esto le llamamos “Avocación”.

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