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AUTO PUESTA EN PELIGRO

Hay distintas opiniones respecto a los casos de participación de una autopuesta en peligro y
en la heteropuesta en peligro:
Roxin:
En su opinión el auto puesto en peligro va en aquellas situaciones en los que la víctima
percibe de forma clara y suficiente el riesgo que puede llegar a generarse y en caso de ser
dado el resultado del riesgo, no podrá ser llevado a cabo por el tipo penal.
Ya que como ocurre en Alemania, es impune:
1. La inducción al suicidio
2. La participación al suicidio
3. También debe de serlo las acciones a propio riesgo
Porque se puede cometer de manera impune la autolesión (mayor)  Con mayor razón
debe de ser impune la propia puesta en peligro en la persona (menor).
Dice que tampoco deben de ser punibles los casos de favorecimiento o cooperación a una
autopuesta en peligro dolosa pues si se puede provocar impunemente lo más (la
autolesión), con mayor razón se debería de poderse provocar sin mayor sanción lo menos
(la autopuesta en peligro).
En cambio la autopuesta en peligro ajena por más que sea aceptada o consentida por el
afectado  Es punible por regla
Pero hay casos especiales en los que la autopuesta en peligro ajena (heteropuesta en
peligro) es equiparable a la autopuesta en peligro, y al igual que esta no habrá imputación
objetiva y serán atípicos  Pero esto solamente sucederá, si la persona puesta en peligro es
consciente del riesgo y el agente cumple con dos requisitos fundamentales, los cuales son;
A) Que el daño sea consecuencia del riesgo que la persona acepta correr y no de otros
fallos, y B) Y que la persona puesta en peligro tenga la misma responsabilidad por la
actuación común que quien le pone en peligro  Lo cual implica que sea imputable (que se
le puede atribuir el hecho) y no coaccionado (que no haya sido presionado a cometer el
hecho).

Luzón Peña
Entiende que la no imputación objetiva de una lesión por parte del tercero, en aquellos
supuestos donde la victima conscientemente acepta el riesgo de lesión, no se puede
fundamentar satisfactoriamente con la mera argumentación desde la impunidad de la
participación en el suicidio o con el principio de autorresponsabilidad.  Sino que en dicha
imputación tiene que haber la condición de ser otro (alteridad) o no identidad entre autor y
víctima de la puesta en peligro.
Entra en acuerdo con Roxin, respecto a lo que va con la a la distinción del favorecimiento
hacia la autopuesta en peligro o autolesión (Que es regla atípica)  Y la heteropuesta en
peligro o heterolesión, donde por más que sea aceptada por el otro (el tercero quitarle la
vida a la víctima con su consentimiento) es una regla típica y tiene imputabilidad.
Señala que si bien en el código penal alemán se puede impunemente participar en lo más;
(Participar en el suicidio) como en lo menos; participar en la autopuesta en peligro de la
vida.
 No es considerado de igual manera en los códigos penales como el Español y el
argentino, donde si castigan las acciones de los hechos mencionados anteriormente.
(Pero podría ser válido aquella impunidad en los casos de participación en autopuestas en
peligro de otros bienes jurídicos, puesto que la autolesión de bienes personales es atípica y
por lo que de igual manera también será atípica la mera participación de este tipo de
autolesión)  Salvo que se vea afectado algún interés comunitario
Distincion entre autoria
Respecto al “principio de alteridad” o “ajenidad” se puede formular de modo negativo
como “principio de no identidad” entre el autor y la víctima de la lesión, porque se parte de
la base de que si un sujeto se daña a sí mismo, como regla no afecta la convivencia externa
y por tanto al Derecho.  TIENE QUE SER UN SUJETO DIFERENTE QUE NO SEA
LA MISMA VICTIMA, PARA QUE LE PUEDA IMPUTAR
Por lo tanto la prohibición, se formula como principio de alteridad de la puesta en peligro
 Daño por alguien diferente a la misma victima
Y como no existe la prohibición de “identidad” de lesionarse o ponerse en peligro a sí
mismo o a los bienes jurídicos propios  Al no estar prohibido la autolesión, menos aún
será el simple favorecimiento ajeno a la misma
POR LO TANTO
En la heteropuesta en peligro consentida debe verse que el sujeto pasivo, por mucho que
consienta en el riesgo  (Tiene un papel puramente pasivo) y deja que sea el tercero
quien de modo doloso o imprudente controle y determine objetivamente el peligro, el
curso del hecho, y sea autor exclusivo de la puesta en peligro y posterior lesión,
teniendo en sus manos con lo que vaya haciendo el crear, incrementar o disminuir el
peligro y el controlarlo o perder el control, de modo que no se puede decir que sea la
víctima quien somete el bien jurídico al peligro.
Por consiguiente, la regla es que en la heteropuesta en peligro o autoría de una puesta
en peligro ajena, por mucho que sea aceptada o consentida por la víctima, es aplicable
como totalmente prevalente el criterio de la alteridad (la prohibición de lesionar o poner en
peligro a otro) y por tanto la imputación objetiva del resultado a la puesta en peligro
realizada por el tercero
En los supuestos de heterolesión o lesión ajena consentida en los que la víctima no sólo
consiente en el riesgo, sino también en la lesión  exactamente por las mismas razones el
resultado no se le puede imputar objetivamente a la conducta pasiva de la víctima sino a la
del tercero autor de la lesión

Por el contrario, en caso de autopuesta en peligro (en que la víctima acepta el peligro, pero
no la lesión) favorecida por un tercero, por mucho que el tercero colabore o facilite no
controla en absoluto la situación, el único que tiene en sus manos el control o
determinación objetiva del curso peligroso, en el sentido de si se modifica, aumenta,
disminuye o cesa, es el propio sujeto pasivo, de cuya conducta el tercero es mero partícipe
 Por ende, no se aplica aquí el criterio de la alteridad sino el de identidad entre autor y
víctima de la puesta en peligro, con la consiguiente imputación del resultado al propio
sujeto pasivo y no a la conducta del tercero.

En el caso de participación de un tercero en una autolesión (en la que la víctima acepta la


propia lesión) ocurre exactamente lo mismo y por los mismas razones. Entonces, a
efectos de imputación objetiva, la solución es la misma para la heteropuesta en peligro
consentida que para la heterolesión consentida: en ambos casos hay alteridad –prohibición
de lesionar o de poner en peligro a otro-, no identidad y por ello imputación objetiva del
resultado a la actuación del tercero.

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