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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Médicas

Carrera de Medicina

Catedra de Administración en Salud

Alumnos:

Ayala Rivadeneira Carlos Eduardo


Cruz Román Vladimir Sebastián
Gallo Caiza Alex Eduardo
Gissela Valeria Ramírez

Docente: Dr. Jorge Albán Villacis

Periodo Académico: 2019- 2020


DOCUMENTAL SOBRE LA DESNUTRICIÓN EN EL ECUADOR VISIÓN 360

Se define a la desnutrición como un desbalance celular entre el suministro de nutrientes

y energía que el cuerpo necesita para asegurar su crecimiento, su estabilidad y la

fisiología propia del mismo, esto según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más del 26% de niños y niñas menores de 5 años alrededor del mundo sufren de retraso

en el crecimiento, esto que significa ,165 millones de niños y niñas del planeta padecen

de esta condición. En Ecuador uno de cada cuatro niños menores de cinco años sufre de

desnutrición crónica, que corresponde al 25, 3%.

La nutrición y el metabolismo se ven afectados y esto se da por un consumo insuficiente

de nutrientes esenciales y el desbalance entre los aportes y requerimientos de uno o

varios de éstos (OMS 2017).

La desnutrición crónica es más frecuente que la desnutrición aguda y amenaza el futuro

de los niños y las familias del país; casi 400.000 infantes la padecen (2015). A pesar de

que cuentan con hortalizas, granos, leche entre otros productos, la gente prefiere

venderlos, y con ello consumir productos como chitos, coca cola entre otras comidas

chatarras. En la comuna ubicada a media hora de Riobamba llamada “cuatro esquinas”,

el 75% de los niños tiene desnutrición crónica según informa Grant Leaity, quien es el

representante de la UNICEF en Ecuador; este lugar no cuenta con centro de salud, solo

se envía (una vez al mes) un furgón médico.

Otro factor a tomar en cuenta es la ausencia de padres en la casa, y esta situación,

imposibilita que los niños puedan recibir una nutrición adecuada. Condiciones como

las malas prácticas de higiene y la ausencia de centros de salud contribuyen al

desarrollo de la desnutrición, la condición urbana rural también debe considerarse

puesto que, en la zona urbana la desnutrición es menor. Se puede tomar medidas

preventivas para evitar o ayudar a prevenir la desnutrición, como agregar cloro al agua.
La desnutrición crónica no se puede evidenciar con la apariencia física del niño, puesto

que este no se manifiesta como delgadez, de hecho el déficit de crecimiento óseo y daño

estructuras anatómicas no visibles como el cerebro son signos de desnutrición. La

pobreza genera más desnutrición y la desnutrición genera pobreza. Ecuador tiene un

problema de desnutrición crónica del 24% que es el doble en comparación con los

países de la región (13%).

Según proyecciones hechas al 2015 en el país hay un poco más de 16’000.000 millones

de personas, dentro de ellos tenemos niños de hasta 5 años de edad con desnutrición

crónica, el 24% con desnutrición representa 384,000 niños con este problema. La tasa

de desnutrición en Ecuador es el doble que en el resto de países de la región, en Perú se

ha reducido drásticamente los casos de niños desnutridos, este es un mal que alimenta

el subdesarrollo. En el hospital Roberto Gilbert El programa recuperación nutricional se

desarrolla para educar a la madre sobre como nutrir al niño. Esta condición médica

implica que el tratamiento sea integral, pues se necesita educar al familiar del niño en la

modificación de hábitos alimenticios.

Durante el embarazo la nutrición es importante para evitar malformaciones en el feto.

De 5 a 7 de 30 niños acuden a clases sin haber desayunado, lo cual afecta a su

rendimiento escolar. En los centros del buen vivir pertenecientes al ministerio de

inclusión económica y social se dan periódicamente dosis de un suplemento nutricional

llamado chispas que se agrega en el alimento diario. El gobierno ha invertido 1’300.000

dólares en este suplemento, beneficiando a 600 mil niños.

Sin embargo, la colación que se administra en las escuelas no siempre se consume en la

institución, haciendo que la entrega de alimentos no sea sinónimo de que se combate la

desnutrición. Del 2004 al 2012 se ha disminuido alrededor de 8 puntos la desnutrición.

En base a las encuestas de vida la reducción de la desnutrición representa solo el 1.5%.


Chimborazo 49% y bolívar son las provincias con índices más altos de desnutrición.

Existen educadores familiares enviados por el MIES para que eduquen a las familias

sobre como nutrirse.

Desnutrición infantil en el Ecuador

ENDEMAIN 2006

En el 2006 la representación de la Organización Panamericana de la Salud en el

Ecuador y de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) presentaron la

publicación “Situación de salud Ecuador 2006”. La obra se concentra en el periodo

2001 – 2006 y describe los principales daños a la salud de la población, la respuesta del

sistema ante esa situación y particularmente los temas de salud ambiental.

El déficit o el exceso de alimentos en la dieta (desnutrición u obesidad) de los

ecuatorianos ha sido siempre una carga social desde el punto de vista epidemiológico ya

que ambos problemas se ven reflejados en condiciones morbosas que tendrán a futuro

una repercusión no solo en la mortalidad sino en la calidad de vida de las personas

(Mejía, Machuca, Prosperi, & Granda, 2006).

La correlación geográfica de los problemas de pobreza y la alta prevalencia de

desnutrición crónica en menores de 5 años en el 2006 muestra una alta coincidencia en

las provincias que tradicionalmente han concentrado asentamientos de población

indígena, sobre todo en la Sierra como es el caso de Chimborazo, Cotopaxi, Imbabura,

Bolivar y Tungurahua. En estas provincias la prevalencia de desnutrición crónica

afectaba a más de un tercio de la población menor a 5 años, siendo Chimborazo la

provincia más afectada (Mejía, Machuca, Prosperi, & Granda, 2006).

Según la misma encuesta del INEC del 2004, este valor para todo el país, en el año

2000, se estimó en 25 %, bajando anualmente a un ritmo aproximado de un punto


porcentual, hasta alcanzar en 2004 un 21 %. Mientras tanto, para el déficit ponderal

relacionado con la desnutrición global (peso para la edad), ha tenido una disminución

progresiva e irregular, pero más lenta que para la desnutrición crónica. Así, en una

década (1988 - 1998) este indicador se redujo únicamente en 2 puntos porcentuales: de

16,5 a 14,6 %. Por otro lado, entre 1999 y 2004, bajó de 13,5 % a 11,0 % (Mejía,

Machuca, Prosperi, & Granda, 2006).

La Encuesta Demográfica y de Salud Materno-Infantil, ENDEMAIN-2004, reportó en

sus resultados una prevalencia del 23 % de desnutrición crónica en menores de 5 años,

encontrándose, además, que el problema es más severo en la Región Sierra, en donde,

según datos del Banco Mundial (2006), este valor alcanza hasta un 63 %. En el mismo

estudio se concluye que la desnutrición afecta principalmente a la población más pobre

de los quintiles 1 y 2 de pobreza, ubicados en la Sierra rural y que pertenecen en su

mayoría a ciertas poblaciones indígenas (Mejía, Machuca, Prosperi, & Granda, 2006).

El déficit de micronutrientes, caracterizado como “Hambre Oculta”, encuentra su

principal manifestación en la anemia por deficiencia de hierro que continúa como un

serio problema de salud pública en Ecuador, afectando igualmente a los pre escolares

menores de 6 años, mujeres en edad fértil y embarazadas. Estudios específicos,

realizados por el MSP, reportaron una prevalencia del 58 % de menores de 6 años con

anemia por deficiencia de hierro en el país. Según la misma fuente, se encontró un 49 %

de mujeres en edad fértil (15 - 49 años) con esta condición patológica, valor que se

eleva hasta un 60 % en las mujeres embarazadas (Mejía, Machuca, Prosperi, & Granda,

2006).

El SIAN se creó sobre la base de una Política Nacional de Seguridad Alimentaria,

articulada entre los distintos programas que lo conforman, con el objeto de mejorar el

impacto social de los programas sociales de asistencia alimentaria para beneficiar las
poblaciones más vulnerables del país, ubicadas en los quintiles 1 y 2 de pobreza.

Además, se estructura como una posibilidad de contribuir a cumplir con los

compromisos del país, contemplados en los ODM, principalmente los relacionados con

la reducción del hambre y la pobreza (Mejía, Machuca, Prosperi, & Granda, 2006).

Este sistema está integrado principalmente por los programas de asistencia alimentaria

de los ministerios de Salud, Bienestar Social y de Educación detallados de la siguiente

manera:

1. El programa Aliméntate Ecuador, del Ministerio de Bienestar Social, que

atiende a la población infantil entre 4 y 5 años, discapacitados y adulto mayor.

2. El Programa de Alimentación Escolar (PAE) del Ministerio de Educación

y Cultura, que cubre la población escolar de 6 a 15 años.

3. El Programa Integrado de Micronutrientes (PIM), también del MSP, con los

subprogramas de suplementación con micronutrientes (hierro, ácido fólico,

vitamina A) y el Subprograma de Fortificación de Harina de Trigo con

micronutrientes.

4. El PANN - 2000, del MSP, que atiende a mujeres embarazadas y en período de

lactancia y menores de 3 años con los complementos alimentarios Mi Bebida y

Mi Papilla (Mejía, Machuca, Prosperi, & Granda, 2006).

ENSANUT 2014

En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición publicada en el 2014 se demostraron

algunos cambios en cuanto a los factores determinantes epidemiológicos que

intervienen en la desnutrición en el Ecuador. (ENSANUT, 2012) .

La desnutrición durante el período crítico de la gestación y los primeros 2 años de vida

tiene efectos adversos en el crecimiento y, además efectos desfavorables a mediano y


largo plazo en el desarrollo mental, el desempeño intelectual y en el desarrollo de las

capacidades. Los resultados de la ENSANUT-ECU muestran que en los preescolares la

prevalencia de desnutrición aguda o emaciación no se ha modificado de manera

importante, el bajo peso para la talla dejó de ser un problema generalizado de salud

pública ya en 1986. La reducción en la desnutrición global o bajo peso (bajo peso para

la edad) alcanzó ya valores que la excluyen como problema de salud pública, al pasar de

12.8% en 1986 a 6.4% en la presente encuesta, aunque persisten focos de bajo peso en

las provincias de Chimborazo (11.6%) y Santa Elena (10.3%) (ENSANUT, 2012) .

En relación con la desnutrición crónica o retardo en talla (baja talla para la edad), el

Ecuador ha mantenido una disminución modesta a lo largo de casi un cuarto de siglo, al

pasar de 40.2% en 1986 a 25.3% en 2012, es decir, 15.0 pp en el transcurso de 26 años.

La prevalencia de retardo en talla ha disminuido de manera más acelerada entre 2004 y

2012, cuando la baja talla pasa del 33.5% al 25.3% (8.2 pp en 8 años) que entre el

período previo 1986-2004, cuando pasa de 40.2% a 33.5% (6.7 pp en 18 años). Al

respecto, es importante destacar que estos avances en cuanto a la baja talla son

modestos, en especial cuando se comparan con las disminuciones experimentadas en

América del Sur en su conjunto, durante un período similar, por lo que es importante

redoblar esfuerzos que permitan acelerar la velocidad de reducción de la prevalencia de

baja talla para la edad (ENSANUT, 2012).

En conclusión, los resultados indican que la desnutrición, medida por el indicador de

retardo en talla, continúa siendo un importante problema de salud pública; pero, por otra

parte, los resultados también muestran que el sobrepeso y la obesidad han surgido como

un nuevo problema de salud pública de grandes dimensiones. En el Ecuador los datos

sobre prevalencias de sobrepeso y obesidad surgen por primera vez en la mujer


ecuatoriana en edad reproductiva, y más tarde en la población de personas adultas

mayores (ENSANUT, 2012).

Sin embargo, la presente encuesta es la primera en documentar la epidemia del

sobrepeso y la obesidad que está experimentando el Ecuador en la población de 0 a 59

años de edad (ENSANUT, 2012). La anemia es uno de los principales problemas de

salud pública a escala mundial, pues a pesar de que se han implementado múltiples

intervenciones de suplementación y fortificación de alimentos, las prevalencias no

disminuyen. Es así que, de acuerdo con los resultados observados en la

ENSANUTECU, esta problemática no se ha logrado controlar y persiste como un

problema moderado de salud pública entre los menores de 5 años, pues afecta al 25.7%

de estos niños. Sin embargo, la población escolar y la adolescente, y las mujeres en

edad fértil también presentan este problema en niveles más bajos, aunque preocupantes

(ENSANUT, 2012).

La prevalencia de anemia comienza a disminuir bruscamente a partir del año de edad, y

que las tasas de deficiencia de hierro se incrementan a partir del mismo punto. Esto

podría ser un reflejo del programa de suplementación masiva, con micronutrientes en

polvo (hierro, zinc, vitamina A y C), impulsado por el Ministerio de Salud Pública y el

Ministerio de Inclusión Económica y Social, cuya población objetivo son los menores

de 2 años, pues, conforme estos niños y niñas reciben una suplementación con hierro,

junto con la alimentación complementaria, los niveles de hierro en la sangre van

incrementándose, sin que alcancen los niveles óptimos acordes para la edad. Esta

situación pone de manifiesto que los programas de suplementación con micronutrientes

que implementa el Ministerio de Salud, en lo que respecta a embarazadas y a niños, y

que también comprometen al Ministerio de Inclusión Económica y Social, deben ser

evaluados para determinar las causas de su inefectividad (ENSANUT, 2012).


En el Ecuador la talla baja para la edad o desnutrición crónica (25.2%) continúa siendo

un importante problema de salud pública en los niños y niñas de 0 a 60 meses, mientras

que la emaciación (bajo peso para la talla) o desnutrición aguda (2.3%), y el bajo peso

para la edad o desnutrición global (6.4%) ya no constituyen un problema de gran

magnitud en el ámbito nacional. Del mismo cuadro se desprende que en los primeros 5

meses de vida el porcentaje de retraso en crecimiento lineal es bajo (9.5%). A los 6

meses este porcentaje aumenta dramáticamente (19.9%), con un pico en los 12 a 23

meses de edad (32.6%), a partir del cual comienza a descender. Es evidente que esto

muestra un proceso de retardo en talla que ocurre en la infancia temprana (antes de los

24 meses de edad) y el resultado son niños con baja talla para la edad. La baja talla no

se recupera posteriormente, como puede apreciarse al estudiar las estaturas de niños/as

en edad escolar, mujeres y hombres adultos (ENSANUT, 2012).

En el mismo cuadro se observa que la prevalencia de emaciación es más alta durante los

primeros 5 meses de vida (5.8%), a partir de los cuales comienza a disminuir

progresivamente; entre los 48 y 60 meses disminuye a 0.9%. El bajo peso presenta la

misma tendencia que el retardo en talla. Así, mientras que en los primeros 5 meses la

prevalencia es de 5.5%, al año llega a un pico de 8.0%, a partir del cual comienza a

decrecer gradualmente (ENSANUT, 2012).

Del mismo cuadro se desprende que el retardo en el crecimiento lineal, la emaciación y

el bajo peso son más prevalentes en los niños que en las niñas. De esta manera, el

retardo en talla es 25.8% en los niños y 24.6% en las niñas. Respecto a la emaciación, el

bajo peso está presente en 2.9% de los niños y en 1.8% en las niñas. En relación con el

bajo peso, la diferencia en la prevalencia es 1.5 puntos porcentuales: 7.1% en los niños

y 5.6% en las niñas (ENSANUT, 2012).


Una vez desagregada esta información por etnia, se observa que persiste la desigualdad

en la carga de la desnutrición, con prevalencias elevadas para la población indígena.

Los indígenas son uno de los grupos con las condiciones de vida más pobres en el

Ecuador, y esto se ve reflejado en la alta prevalencia de retardo en talla,

aproximadamente dos veces más alta (42.3%), comparado con los afroecuatorianos

(17.7%), montubios (21.3%), y con los mestizos, blancos u otros (24.1%). La

prevalencia del retraso en el crecimiento lineal de la población indígena se considera

muy alta, y, por lo tanto, requiere seguimiento y una atención especial a la hora de

implementar políticas con enfoque diferencial (ENSANUT, 2012).

Se observa que entre las más perjudicadas por el retraso en el crecimiento lineal se

encuentran las provincias de Chimborazo (48.8%) y Bolívar (40.8%), y en orden de

gravedad siguen Santa Elena, Tungurahua, y Cañar, con prevalencias de 37.3%, 35.2%

y 35.1%, respectivamente. Llama la atención que Santa Elena, siendo una provincia de

la Costa, se encuentre entre las provincias con la mayor prevalencia de retardo en talla,

ya que históricamente las prevalencias más elevadas se han presentado en las provincias

de la Sierra ecuatoriana (ENSANUT, 2012).

Las provincias menos afectadas por el retraso en el crecimiento lineal son Galápagos,

Santo Domingo de los Tsáchilas y El Oro, con prevalencias de 10.6%, 16.3% y 16.0%,

respectivamente. Como se dijo anteriormente, Galápagos es la única provincia del país

donde se puede considerar que la prevalencia de retardo en talla es baja (ENSANUT,

2012).
SITUACION ACTUAL (2017) DE LA DESNUTRICION INFANTIL

(AGUDA Y CRONICA) EN EL ECUADOR

DEFINICIONES OPERACIONALES

Desnutrición aguda: Un niño con desnutrición aguda se caracteriza por un peso

muy bajo para la estatura, puede estar acompañado por un grado de emaciación o

delgadez, este tipo de desnutrición debe detectarse, reportarse y manejarse

oportunamente debido a que en un corto tiempo el niño puede pasar a un grado severo

de desnutrición aguda y complicarse con enfermedades infecciosas, siendo la principal

causa de fallecimientos de niños en desnutrición. (MSP, 2018a)

Desnutrición aguda moderada: Todo paciente menor a cinco años cuyo puntaje

Z del indicador P/T de acuerdo a los patrones de crecimiento infantil de OMS (Anexo 4

y 15) está entre -2 y -3 DE y puede presentarse acompañado de delgadez o emaciación

moderada debido a la pérdida reciente de peso. (MSP, 2018a)

Desnutrición aguda severa: todo paciente menor a 5 años cuyo puntaje Z del

indicador P/T de acuerdo a los patrones de crecimiento infantil de OMS está por debajo

de -3DE, también puede acompañarse de edemas bilaterales, emaciación grave y otros

signos clínicos como la falta de apetito. (MSP, 2018a)

Siendo la edad crítica, para manejo de la desnutrición, para evitar que se cronifiquen los

menores de 2años, se realizará la vigilancia y análisis más profundos en este grupo de

riesgo. En la Semana 05 del 2018, se han notificado 207 casos de desnutrición aguda, de

los cuales, el 76,81% (159) casos corresponden a desnutrición aguda moderada y el

23,19% (48) casos corresponden a desnutrición aguda severa, como se aprecia en el

cuadro N.1 y Mapa N.1, donde se grafica la distribución de casos a nivel nacional.

(MSP, 2018a)
En relación a los grupos etarios:

a) Para desnutrición aguda moderada.- El grupo más afectado es el de 1 a 2

años con el 51,57% (82 casos) notificados; mostrando un impacto igualitario con

respecto a la afectación en el sexo. (MSP, 2018a)

b) Para desnutrición aguda severa: el grupo más afectado es el de 0 a 11 meses,

con el 54,17% (26 casos) donde el 65,38% (17casos), corresponde al sexo femenino a la

SE05/2018. (Ver gráfico 2) (MSP, 2018a)

Hasta la semana epidemiológica 45 del 2018 se tiene un total de 3.086 casos de niños

con desnutrición aguda, 679 casos provienen de Guayas, 380 de Pichincha, 318 de

Manabí, 295 de Esmeraldas. (Ver gráfico 3 y mapa 2) (MSP, 2018b)

En el Plan toda una vida impulsado por el presidente Lenin Moreno desde inicios de su

mandato en Mayo del 2017, se lanzó un programa con el que pretende impulsar el

desarrollo integral de los niños en sus primeros 1.000 días de vida y disminuir en al

menos 10 puntos porcentuales la desnutrición infantil crónica entre los infantes de hasta

5 años. (SPUTNIK, 2018)

La intención es reducir de 23,9 a 14% la desnutrición crónica para 2021, año en que

concluye la administración de Moreno, y aumentar de 42 a 65% la participación de

infantes menores de cinco años en programas de desarrollo infantil. (SPUTNIK, 2018)

Se trabajará bajo cuatro pilares principales: salud, nutrición, aprendizaje temprano, y

seguridad y protección, pero no solo con los niños y niñas, sino también con las mujeres

embarazadas, para evitar problemas desde la concepción. Inicialmente actuarán en los

territorios donde existe mayor desnutrición y empezarán "por Guaranda (centro), Colta

(centro), Morona (sureste) y Penipe (centro). (SPUTNIK, 2018)


En Ecuador cada año nacen 330.000 niños vivos y la desnutrición tiene un complejo

entramado de causas y factores asociados, como la falta de ingresos, la educación de las

madres y padres, así como la vinculación con el sistema de salud, según datos del

Instituto de Estadísticas y Censos. (SPUTNIK, 2018)

Asimismo, la prevalencia de desnutrición crónica es casi el doble en niños indígenas,

con 42%, mientras que en niños mestizos llega a 21%. (SPUTNIK, 2018)

Las provincias con mayor tasa de desnutrición infantil en Ecuador son Chimborazo

(centro), con 48,8%, Bolívar (centro), con 40%, Santa Elena (oeste), con 37%, y

Tungurahua (centro) y Cañar (sur), con 35%. (SPUTNIK, 2018)

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación la prevalencia de la desnutrición en Ecuador en el: (Ver anexo 7)

 2012 con 8,3 % (FAO, s/f)

 2013 con 8,2 % (FAO, s/f)

 2014 con 8,2% (FAO, s/f)

 2015 con 8% (FAO, s/f)

 2016 con 7,8% (FAO, s/f)

Desnutrición crónica: La desnutrición crónica se ve reflejada en el crecimiento

alcanzado en longitud o talla para la edad del niño en una visita determinada. El retardo

en el crecimiento de los niños conocido como desnutrición crónica, (longitud o talla

baja) se debe a un prolongado aporte insuficiente de nutrientes o enfermedades

infecciosas recurrentes. (OMS, 2008)

Longitud o Talla: Es la medida que refleja la estatura o altura de las personas.

Para todos los indicadores que incluyen longitud o talla, longitud acostada debe ser
usada para niños menores de 24 meses y talla parada, para niños de 24 meses y

mayores. El indicador de desnutrición crónica se mide en centímetros (cm). (OMS,

2007)

En Ecuador 1 de cada 4 menores de 5 años sufre desnutrición crónica. En la última

década la cifra de desnutrición no ha variado sustancialmente (INEC,2016).

Desde el 2004, año en que se aplicó la Encuesta Demográfica y de Salud Materna e

Infantil (ENDEMAIN), el índice pasó de 28,9% a 25,3% al 2012. Por último, al 2013-

2014, de la sexta ronda de la ECV, el índice baja al 23,9%. (Ver anexo 9)

En el área rural la desnutrición crónica asciende al 31,9%, en comparación con el 19,7%

del área urbana. Esto coincide con una gran diversidad de estudios que explican la

relación existente con el entorno, en el que el área rural presenta mayores necesidades

básicas insatisfechas. Según datos de la misma EVC 2013-2014, la pobreza por

necesidades básicas insatisfechas asciende al 59,9% en el área rural, superando en 35,5

puntos porcentuales a esta misma situación en el área urbana. (Ver anexo 10)

La mayoría de provincias del país superan el promedio nacional del índice de

desnutrición crónica, siendo aquellas de la Sierra Centro y de la Amazonía las que

presentan mayores índices. Las provincias de la Costa, en general, están por debajo del

promedio nacional, con excepción de Santa Elena, que se ubica entre las más

problemáticas, con el 41%. En Santa Elena, así como en Morona Santiago, Chimborazo

y Bolívar, este índice es preocupante. Como se podrá ver más adelante, esto responde

en gran medida a los factores que inciden en la desnutrición crónica, como la pobreza,

el acceso a servicios básicos y las condiciones de la vivienda. Sin embargo, sucede

también que estas provincias presentan características particulares que agravan la

situación, principalmente relacionadas a prácticas culturales. (Ver anexo 11)


La complejidad de las prácticas culturales en el tema de la desnutrición crónica puede

evidenciarse al ubicar los índices en los distintos grupos étnicos del Ecuador. Como se

puede (Ver gráfico 8), los niños y niñas autoidentificados como indígenas superan los

índices de los otros grupos étnicos, alcanzando el 48% de desnutrición. Los altos índices

en Morona Santiago y en Chimborazo estarían relacionados con este indicador, ya que

son provincias con alta presencia indígena. Sin embargo, conociendo la relación de esta

problemática con la pobreza, es necesario mencionar que los grupos indígenas presentan

los más altos índices de pobreza. La pobreza por consumo en los niños y niñas

indígenas, según la ECV 2013- 2014, alcanza el 65%. (Ver anexo 12)

En cuanto a la situación nutricional de los niños y niñas que asisten a servicios de

desarrollo infantil integral, preocupa en particular el alto porcentaje en los centros

públicos de atención diurna. Estos centros, que están dirigidos a población en situación

de pobreza y vulnerabilidad, prestan servicio de alimentación, con el objetivo de aportar

a la ingesta nutricional de este grupo. El índice en estos servicios asciende al 37,5%, por

encima de todos los demás niños y niñas, inclusive de aquellos que no asisten a ninguno

de estos servicios. (Ver anexo 13) (ECV 2013- 2014)

Análisis multinivel de los factores que inciden en la desnutrición crónica en

el Ecuador

Para analizar la incidencia de los factores determinantes en la desnutrición crónica en el

caso del Ecuador, a partir de la información de la Encuesta de Condiciones de Vida,

Sexta Ronda, 2013-2014, se han considerado dos escenarios. El primero consiste en el

análisis a nivel nacional y el segundo a nivel provincial, multinivel, para identificar si

los datos se comportan de manera diferente según la provincia de residencia de los

niños y niñas.
En primer lugar, procede interpretar los factores que inciden en la desnutrición crónica,

sin considerar los contextos de las provincias de residencia, a modo de variables

explicativas de la problemática. En este caso, se interpreta los efectos fijos para

determinar cómo las variables se comportan a través de todas las provincias. Como se

puede ver en el cuadro 1, se calculó la razón de ventajas, llamados Odds ratio, sobre las

probabilidades de incremento o disminución de la desnutrición crónica según las

características de los niños y niñas. (Ver anexo 14) (ECV 2013- 2014)

En el Ecuador y el mundo es innegable que a cada minuto que pasas se incrementan las

tasas de personas con una muy mala alimentación, con lo cual se incrementan las tasas

de hambre, estas están impulsadas por los conflictos y los cambios climáticos. Tras

haber disminuido durante más de una década, esta vuelve a emerger, ya que en el 2016

afecto a 815 millones de personas, al mismo tiempo múltiples formas de desnutrición

amenazan la vida de las personas.


ESTRATEGIAS INNOVADORAS QUE CONTRIBUYAN A LA DISMINUCIÓN

DESNUTRICIÓN INFANTIL EN EL PAÍS.

1. Se pretende alertar sobre la desnutrición, contar con datos

actualizados en tiempo real y mejorar las estrategias de atención

Los niños, niñas y embarazadas desnutridos tendrán una mejor atención ya que serán

beneficiados mediante un sistema de monitoreo, utilizando la telefonía móvil, que

permitirá la respuesta oportuna a las distintas problemáticas.

Cuando los pacientes acudan a los servicios de salud, el personal sanitario que hace los

controles de los mismos, entrega la leche fortificada y capacitación a las familias en

cómo mejorar la alimentación de sus niños y niñas, a su vez transmitirá los datos

necesarios por mensaje de texto de telefonía móvil. De esta forma se podrá monitorear

en tiempo real la evolución del paciente y dar respuestas más rápidas y efectivas en caso

de que no mejore según lo esperado.

2. Impulsar el funcionamiento de centros de promoción y

vigilancia comunal en cada barrio rural para el cuidado de las

personas en general, con enfoque a niños de cada comunidad.

Se plantea la organización y creación de espacios en cada comunidad rural del país,

destinados a informar, orientar y educar a madres, padres abarcando temas como la

alimentación saludable, lactancia materna, alimentación complementaria, lavado de

manos, suplementación de nutrientes, así también, colaborar con un alimento saludable

a cada persona que acuda al centro comunitario, manteniendo a su vez una vigilancia

sobre todo a niñas y niños para el control de crecimiento y desarrollo e inmunizaciones;

y a ser espacios de concertación para el análisis de la información y toma de decisiones

concretas con los padres de familia sobre la nutrición y salud de la niña y el niño. Para
el efecto, se debe capacitar a las municipalidades en reuniones y talleres sobre la

implementación de políticas públicas, intervenciones sanitarias, el uso de planes que

permitan la mejora municipal y proyectos de inversión pública social simplificados.

3.Para fortalecer la agricultura familiar el gobierno de Lula da Silva creó en

2003 el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), una acción orientada a

viabilizar la comercialización de productos provenientes de ese sector que tiene una

importante incidencia en la realización del derecho humano a la alimentación de los

agricultores más pobres. A través de este programa se proveen fondos a cooperativas y

asociaciones para que acumulen reservas de alimentos que les permitan almacenarlos

para venderlos después de las cosechas, cuando la oferta escasee y el precio de mercado

sea más favorable.

4. Una parte muy importante de los fondos que el Programa de Adquisición de

Alimentos PAA provee a los gobiernos locales se destina a la compra de alimentos

para las escuelas, ya que en virtud de la nueva Ley Nacional de Alimentación Escolar

al menos 30% de los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación que el

gobierno federal transfiere a los municipios para alimentación en las escuelas deben ser

utilizados para comprar alimentos de la agricultura familiar.

5. Bancarizar la población pobre: en un año 45’000.000 de brasileros tenían

cuentas bancarias activas, y esto ayudó a hacer viable la segunda estrategia: no dejarles

a intermediarios la administración ni la entrega de estos recursos públicos. En Brasil las

personas que reciben beneficios del gobierno no tienen contacto con intermediarios.

Reciben una tarjeta magnética con la que puede ir al banco y sacar el dinero. En

promedio son 80 dólares en manos de una madre de familia, esto ayuda directamente a

combatir la desnutrición de la familia.


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https://www.semana.com/mundo/articulo/asi-saco-gobierno-lula-da-silva-28-millones-
brasileros-pobreza/244371-3
ANEXOS

Anexo 1. Prevalencias comparativas de desnutrición y exceso de peso en menores de 5


años, entre las encuestas nacionales DANS, Endemain y Ensanut.

Anexo 2. Comparación de las estimaciones de prevalencia de retardo en talla,


emaciación y bajo peso, sobrepeso y obesidad entre DANS, ENDEMAIN y ENSANUT.
Anexo 3. Desnutrición aguda por provincias, semana 05/ 2018.

Anexo 4. Desnutrición aguda por grupos etarios y sexo, semana 05/2018.


Anexo 5. Desnutrición aguda por provincias, semana 45/ 2018.

Anexo 6. Prevalencia de desnutrición (% de la población) 2012-2016


Anexo 7. Incidencia de desnutrición crónica según el área de Residencia

Anexo 8. Incidencia de desnutrición crónica según auto identificación étnica.


Anexo 9. Incidencia de desnutrición crónica según pobreza.

Anexo 10. Incidencia de desnutrición crónica según asistencia a servicios de desarrollo


infantil integral.
Anexo 11.. Odds ratio de los factores determinantes en la desnutrición crónica.

Anexo 12. Desnutrición aguda por provincias, semana 05/ 2018.


Anexo 13. Desnutrición aguda por provincias, semana 45/ 2018.

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