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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
JUZGADO DÉCIMO SEXTO DE MUNICIPIO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE
MEDIDAS DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS. Caracas, nueve (9) de diciembre de Dos Mil Diecinueve (2019)
209° y 160°

Asunto: AP31-S-2018-001415

PARTE SOLICITANTE: RENATA TARQUIMI PALUMBI, venezolana, mayor de edad, de este


domicilio y titular de la cédula de identidad Nro. V-5.537.253

APODERADOS JUDICIALES : LUIS ARMANDO GARCIA SAN JUAN, LUIS MIGUEL GARCIA
GONZALEZ y MARY GARRIDO MARTINEZ, inscritos en el inpreabogado bajo los números 10.851,
158.358 y 35.361, respectivamente.

SOLICITUD DE INTERDICCION CIVIL: De la ciudadana LUCIA LOLA LILIAN de PROSPERIS, de


nacionalidad britanica, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nro.E-52.713

ANTECEDENTES

Se inicio el presente procedimiento mediante libelo presentado por ante la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos (U.R.D.D), de los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil , del
Transito y Bancario del Área Metropolitana de Caracas, en fecha18 de abril de 2017, con motivo de la
solicitud de interdiccion civil de la ciudadana LUCIA LOLA LILIAN de PROSPERIS, correspondiéndole el
conocimiento al Juzgado Duodécimo de Primera Instancia, en lo Civil, Mercantil, del Transito y Bancario del
Área Metropolitana de Caracas.
En fecha 11 de mayo del 2017, se admitió la presente solicitud, ordenándose abrir el proceso de interdiccion, y
se fijo oportunidad para entrevistar a la entredicha, en esa misma fecha se libro oficio al Director de
Medicatura Forense, del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalistas CICPC),
En fecha 15 de mayo de 2017, rindieron declaracion amigos de la solicitante, quienes manifestaron no tener
impedimento alguno para rendir declaracion.
En fecha 26 de mayo de 2017, se libró oficio dirigido al Jefe del Servicio Nacional de Medicina y Ciencia
Forenses (SENAMECF), mediante el cual se designó, médicos Psiquiatras, para practicar evaluación a la
entredicha.
En fecha 09 de junio de 2017, se negó medida cautelar solicitada.
En fecha 07 de julio de 2017, el Tribunal se traslado a fin de llevar a cabo la entrevista con la ciudadana
LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS, dejándose constancia que luego de hacer los toques de Ley, nadie
atendio, por lo que el Tribunal concedio un lapso de 30 minutos, para ver si comparecía persona alguna, y no
siendo posible dicha entrevista, el Tribunal dejo constancia y regreso a su sede.
En fecha 21 de julio de 2017, se recibió diligencia de la ciudadana LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS,
asistida por el abogado ALEJANDRO RODOLFO YEMES, inscrito en el inpreabogado bajo el Nro. 37.117,
mediante el cual se dio por citada y se opuso al procedimiento.
En fecha 25 de julio, el tribunal se traslado en una nueva oportunidad, dejándose constancia que luego de hacer
los toques de Ley, nadie atendió, por lo que se le concedió 45 minutos, para dar oportunidad a que
compareciera personal alguna, se constato la presencia de una vecina llamada ROSA GONZALEZ, titular de la
cédula de identidad Nro. V-4.138.444, quien afirmo ser vecina, manifestando que la entredicha no puede
valerse por si misma, ni atender citaciones, ni darse por notificada, suscribiendo dicha acta.
En fecha 25 de julio de 2017, compareció la ciudadana LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS, debidamente
asistida de abogado y consigno poder conferido al abogado ALEJANDRO YEMES, y en esa misma fecha
procedió a dar contestación a la demanda
En fecha 31 de julio de 2017, el abogado ALEJANDRO YEMES, y en fecha 01 de agosto de 2017, se remitió
el presente expediente a la URDD de los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del Transito y
Bancario del Área Metropolitana de Caracas, y luego de la distribución de Ley le correspondió el conocimiento
al Juzgado Décimo de Primera Instancia.
En fecha 29 de septiembre de 2017, los apoderados judiciales de la parte actora, consignaron escrito de
solicitud de medida imprescindible .
En fecha 29 de noviembre los apoderados judiciales de la parte actora, ratificaron solicitud de inspección
judicial y una vez acordada se proceda a nombrar un cerrajero de ser necesario y en esa misma fecha se fijo
oportunidad para que el tribunal se traslade y constituya en la dirección señalada.
En fecha 30 de noviembre de 2017, se llevo a cabo la inspección judicial solicitada y estando en el sitio se
entrevistaron con un ciudadano que dijo ser y llamarse GIUSEPPE PELADINO BOCHICCHIO en su carácter
de presidente de la junta de condominio manifestó que no tenia 3 meses que no veía a la señora LUCIA,
igualmente se entrevisto a la ciudadana MARISELA JUSTO PANTOJA, en su carácter de vecina del piso 2
del edificio y manisfesto que hacia 2 meses no veía a la LUCIA.
En fecha 1 de diciembre de 2017, se recibió escrito del abogado ALEJANDRO YEMES, en su carácter de
apoderado de la parte demandada y consignó escrito de rechazo a la inspección judicial y entre otros alegatos
informo que la ciudadana LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS,se encontraba fuera del país y a tales
efectos consignó copias de los boletos aéreos con destino a Colombia
En fecha 30 de enero de 2019, el Juzgado Décimo de Primera Instancia se declaro incompetente para conocer
la presente causa y declino su competencia a los Juzgados de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
En fecha 7 de febrero de 2018, apelo de la declaratoria de incompetencia del Juzgado Décimo de Primera
Instancia y ejerció recurso de regulación de competencia y en fecha 8 de febrero de 2017, se oyó la apelación
en un solo efecto devolutivo y ordeno remitir las copias respectivas a la Unidad de Recepción y Distribución
de los Juzgados Superiores y remitió mediante oficio el expediente a la Unidad de Recepción y Distribución
de Documentos de los Juzgados de Municipio Ordinarios y Ejecutores de Medidas.
En fecha 28 de febrero de 2018, en virtud de la distribución realizada, le correspondió el conocimiento de la
presente causa al Juzgado Séptimo de Municipio, Ordinario y Ejecutor de Medidas, quien en fecha 13 de
marzo de 2018 procedió a inhibirse de seguir conociendo de la presente solicitud y ordeno remitir el presente
expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos de los Juzgados de Municipio Ordinario y
Ejecutores de Medidas para su debida distribución.
En fecha 21 de marzo de 2018, previa distribución realizada le correspondió el conocimiento al Juzgado
Décimo Sexto de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas.
En fecha 28 de mayo de 2018, se procedió a realizar todos los requisitos para llevar a cabo la interdiccion
solicitada y posterior designación del tutor y consejo de tutela a que haya lugar.
En fecha 18 de junio de 2018,siendo la oportunidad fijada para entrevistar a la entredicha, se trasladaron hasta
la residencia junto con los médicos psiquiatras designados, siendo infructuoso por cuanto nadie acudió al
llamado de Ley, por lo que el Tribunal volvió a su sede.
En fecha o1 de agosto de 2018, compareció la abogada VILMA CIFUENTES BARRIOS, Fiscal Provisorio de
la Fiscalía Nonagésima Novena del Ministerio Publico y manifestó mantenerse atenta a la legalidad del
procedimiento y observo que no se han realizado las evaluaciones pertinentes de los expertos, por lo que una
vez realizadas las evaluaciones, queda a decisión del Juez,
En fecha 17 de diciembre de 2018, se recibió oficio proveniente del SAIME, contentivo de los movimientos
migratorios de la ciudadana LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS, mediante el cual se observa que la
mencionada ciudadana salio del país con destino a Bogota, en fecha 30 de julio de 2017.
En fecha 20 de febrero de 2019, se declaro a la ciudadana RENATA TARQUINI PALUMBI, por lo
tanto deberá abstenerse a tomar parte en el mismo así como sus apoderados y que en lo sucesivo el presente
procedimiento continuara a iniciativa del Juez
En fecha 20 de junio de 2019, se declaro terminado el presente proceso en virtud de que la ciudadana
LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS reside en Barranquilla.
En fecha 27 de noviembre de 2019, los apoderados judiciales de la parte actora solicitaron la nulidad de
todo lo actuado y la reposición de la causa al estado del pronunciamiento de la reconvención y en esa misma
fecha apelo del auto que da por terminado el presente juicio.

MOTIVACIÓN PARA DECIDIR

Siendo la oportunidad procesal correspondiente a los fines de emitir pronunciamiento respecto al mérito
de la presente controversia, analiza lo manifestado por la parte actora, quien invocó que la presente es una
solicitud interpuesta por la ciudadana RENATA TARQUIN para que sea declarada la interdiccion civil de la
ciudadana LUCIA LOLA LILIAN DE PROSPERIS, quien por conducta observada hace meses pudiera estar
padeciendo alguna clase de demencia senil que le ha hecho incurrir en una conducta errada y persistente y
solicitó sean practicados todos los exámenes respectivos y sea entrevistada a fin de que sea declarada la
interdiccion civil, que tiene como finalidad una razón social humanitaria que determine la necesidad de regular
la situación actual de la persona que se pretende declarar entredicho, por otro lado mediante escrito suscrito por
la presunta entredicha debidamente asistida por el abogado ALEJANDRO R. YEMES se opuso a la iniciación
del presente proceso en su contra y que el tribunal se abstenga de proveer lo solicitado.

Ahora bien, el procedimiento de interdiccion civil, es un juicio especial fundado en una cognición
sumaria, que comienza con una etapa mediante la cual, se declara entredicha a una persona si su estado
habitual es de defecto intelectual, lo cual le impide valerse por sí mismo y, por lo tanto, no es capaz de
defender sus derechos e intereses, es decir, no puede encargarse de sus bienes, ni de su cuido personal tales
como la salud, higiene y alimentación, por lo que se hace necesario le sean tutelados esos intereses y derechos.

Ante estas alertas, de inicio le es nombrado un tutor interino que suple la capacidad de ejercicio del
presunto entredicho, siendo un procedimiento de orden público, al tener como fin la protección de la persona
que se pretende sea declarada “entredicha”, pues, el Estado es garante del bienestar de sus ciudadanos y, como
tal, es su deber insoslayable la función que debe cumplir para asegurarle la protección de sus intereses, sean
estos personales, colectivos o difusos.

Por ello, el legislador al redactar y aprobar el texto sustantivo, impuso la carga de promover la
interdicción por motivos de defecto intelectual, a los familiares de la persona presuntamente notada de
demencia, y elevó esa responsabilidad familiar al Estado, a través de sus funcionarios, como el Síndico
Procurador Municipal de la localidad y el juez competente; este último teniendo facultades oficiosas, a fin de
proteger y tutelar los derechos de los ciudadanos, quienes por su condición, se encuentran en situación de
minusvalía.

Corresponde promover la declaración de interdiccion al cónyuge, a cualquier pariente del incapaz y a


cualquier persona a quien le interese, e incluso, el Juez puede promoverla de oficio

El procedimiento de interdicción es un juicio especial fundado en una cognición sumaria, el cual


comienza con una etapa de ejecución, en cuyo inicio es nombrado un tutor interino que suple la capacidad de
ejercicio del presunto entredicho, siendo siempre necesaria la intervención del Ministerio Público. El presunto
incapaz podrá comparecer en el proceso, con su propia defensa, en caso de oposición al nombramiento del
tutor, es decir, puede tener su propia defensa y representación.
El juez oirá a los parientes más próximos del presunto entredicho, examinará a éste por sí mismo, oirá
el dictamen de un facultativo, y sin perjuicio de las pruebas que puedan haber practicado a instancia de parte,
podrá dictar, de oficio, cuantas estime pertinentes. Asimismo, el juez, en cualquier estado del procedimiento,
podrá, a instancia de parte o de oficio, adoptar las medidas que estime necesarias para la apropiada protección
del presunto entredicho.

En el caso que hoy nos ocupa, se admitió el presente procedimiento, en cumplimiento a lo establecido
en el artículo 733 supra citado, mediante auto de fecha 11 de mayo de 2017 y, en consecuencia, ordenó entre
otras oficiar a la Dirección de Evaluación y Diagnóstico Mental Forense del Cuerpo de Investigaciones
adscrito al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística, a fin de que fuesen designados una
terna de profesionales de la psiquiatría para escoger dos de ellos a efectos de practicar la evaluación prevista en
el referido artículo, se notificó al Fiscal del Ministerio Publico y se fijo oportunidad para la entrevista con la
entredicha.

Evidenciando esta sentenciadora que hasta ahora no se ha dado cumplimiento a ninguno de los
requisitos exigidos para llevar a cabo la fase sumaria de la interdicion civil, si esta fuera procedente, existiendo
indicios que podrían llevar a establecer que la presunta entredicha, no se encuentra capacitada para valerse
por sí misma, y en razón de sus intereses y bienestar, siendo que el procedimiento de interdicción es de orden
público, y que está dirigido a beneficiar a la persona a quien se le ha promovido, este Juzgado puntualiza que
lo previsto en el segundo aparte del artículo 734 del Código de Procedimiento Civil, referido a que “…
Además, en cualquier estado del proceso el juez podrá admitir y aún acordar de oficio la evacuación de
cualquiera otra prueba, cuando considere que puede contribuir a precisar la verdadera condición del indiciado
de demencia…”, si bien se puede entender como una potestad que tiene el juez de aplicarlo a su libre arbitrio
en el sentido de traer alguna prueba al proceso, también lo es el hecho que los jueces tienen la obligación de
valerse de todos los medios para llegar a la verdad, que es el fin último y principal del proceso, de modo que
no debe limitarse a aplicar la ley literalmente y de manera aislada, debe hacer un análisis detallado,
estableciendo los hechos que rodean las circunstancias, más aún cuando se trata de la protección de los
derechos de las personas que se encuentran en minusvalía.

De la revisión exhaustiva que se hiciera a las actas que integran el presente expediente se observa que
desde el 07 de julio de 2017, se han realizado los tramites tendientes para poder entrevistar a la entredicha, y la
practica de los exámenes médicos forenses, para que los expertos determine el estado real de la presunta
entredicha, asimismo es de hacer saber que según los escritos presentados ante la URDD, la presunta
entredicha compareció siendo asistida de abogado, para luego otorgar un poder, lo que conlleva a esta
sentenciadora como directora del proceso organizar la integridad fisica y patrimonial de aquellos sujetos que
fueran señalados de afectados por una causa de interdiccion.

Ahora bien. llama poderosamente la atención de esta juzgadora las actas procesales de los operadores
de justicia que han intervenido en la presente causa, que solo se han limitado a verificar hechos que no son
controvertidos, siendo que lo que realmente es relevante es agotar la naturaleza jurídica de este juicio lo cual es
cumplir con los requisitos establecidos en l articulo 733 del código de procedimiento civil, y que hasta la
presente fecha no se ha dado cumplimiento, por el contrario en fecha 21 de junio de 2019, se procedió a darlo
por terminado y su archivo definitivo. En consecuencia y tomando en consideración que el presente
procedimiento seguirá a iniciativa del Juez, que si esta legitimado para su prosecución de conformidad con lo
establecido en el articulo 395 del Código de Procedimiento Civil, establece que:

Es por esa razon, que las formas procesales son los modos en los cuales deben realizarse los actos que
componen el proceso, de tal suerte, que siendo el sistema procesal civil venezolano un sistema regulado por
formas procesales, tal y como fue previsto por el legislador patrio en el artículo 7° del Código de
Procedimiento Civil, las formas en nuestro ordenamiento jurídico son inevitables y necesarias, y por ello es
forzoso realizar los actos siguiendo las reglas previamente establecidas en la Ley, ya que de no ser así, la
actividad desarrollada por las partes no es atendible para garantizar el principio de la legalidad de las formas y
consecuencialmente preservar las garantías y derechos constitucionales del debido proceso y la defensa, los
cuales son inviolables en todo estado y grado del proceso.

Por esto, tal y como lo sostiene el maestro Eduardo Couture en la publicación titulada Fundamentos del
Derecho Procesal Civil, editorial B de F, Montevideo-Buenos Aires, 4ª edición, pp. 304 y 305), la nulidad de
los actos procesales responde a que, en la tramitación o decisión de las causas, el órgano jurisdiccional se
aparta del conjunto de formas necesarias que establece la ley para la realización de los actos en el proceso. Es
decir, que la nulidad procesal responde a las formas y no al contenido mismo del derecho, por lo que es un
error en los medios que otorga la ley para la obtención de los fines de bien y de justicia.

En tal sentido, debe referirse lo previsto en el artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, que
establece lo siguiente:

Artículo 206: Los Jueces procurarán la estabilidad de los juicios, evitando o corrigiendo las faltas que
puedan anular cualquier acto procesal. Esta nulidad no se declarará sino en los casos determinados por la ley o
cuando haya dejado de cumplirse en el acto alguna formalidad esencial a su validez. En ningún caso se
declarará la nulidad si el acto ha alcanzado el fin al cual estaba destinado.

Al respecto se desprende que la reposición de la causa, se trata de una institución procesal creada con el
fin de corregir los errores o los vicios del procedimiento que de alguna forma menoscaben el derecho de las
partes, en virtud de transgresiones en la normativa tendientes a indicar los trámites procedimentales. Muchos
han sido los criterios sostenidos y reiterados por el Máximo Tribunal de la República, al señalar que la
reposición de la causa debe tener como pilar fundamental la corrección de vicios procesales de las partes o del
Tribunal que perturben el orden público y causen perjuicio a las partes, siempre y cuando dichos vicios “no
puedan subsanarse de otra manera”. Así las cosas, es criterio reiterado de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, que el juez es el encargado de velar por el cumplimiento del proceso en todas sus
instancias, y en el caso Ana Mercedes Alvarado Herrera, sentencia Nº 1107 del 22-06-01, expresó lo siguiente:
“(…) En efecto, observa la Sala que el juez, como encargado de regular las actuaciones procesales, tiene como
obligación la observancia y cumplimiento de la noción del debido proceso, entendido como aquel proceso que
reúna las garantías indispensables para que exista tutela judicial efectiva. Esta noción le prohíbe al Juez,
subvertir el orden procesal, es decir separarse del procedimiento establecido expresamente en la ley.

Así, sobre la subversión del proceso, esta Sala, comparte lo establecido por la Sala de Casación Civil
del Tribunal Supremo de Justicia, en el fallo del 15 de noviembre de 2000 (Caso: Inversiones Caraqueñas
S.A.), en el cual, como una de las obligaciones del Juez, señaló: ‘...en la sustanciación de los procesos debe
tener presente la noción doctrinaria del ‘debido proceso’, en base al principio de que el procedimiento está
establecido estrictamente en la ley y no puede ser alterado o subvertido por el juez ni las partes, ya que de no
acatarse, se subvierte el orden lógico procesal, y, por consiguiente se quebranta la citada noción doctrinaria, así
como también el principio del orden consecutivo legal con etapas de preclusión por el cual se rige el proceso
civil venezolano. Por ello, se le advierte, sobre la ilegalidad de su actuación al quebrantar normas legales que
interesan el orden público y al debido proceso”.

En este orden de ideas, considera este Tribunal pertinente transcribir en forma parcial la Sentencia Nº
99-018 dictada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado
Carlos Oberto Vélez, la cual es del tenor siguiente: “(…) establecido lo anterior, la sala extremando sus
deberes y en atención a los principios de economía y celeridad procesal, se permite reiterar doctrina aplicada
en un caso similar, según sentencia de fecha 25 mayo de 1995, que dice: “el artículo 212 del código de
procedimiento civil, en el cual se fundamenta la sentencia de reposición según se evidencia del párrafo de la
misma, arriba inserto, se expresa así: “no podrá decretarse ni la nulidad de un acto aislado de procedimiento, ni
la de los actos consecutivos a un acto írrito, sino a instancia de parte, salvo que se trate de quebrantamiento de
leyes de orden público lo que no podrá subsanarse ni aún con el consentimiento expreso de las partes; o cuando
a la parte contra quien obre la falta no se la hubiere citado válidamente para el juicio o para su continuación, o
no hubiere concurrido al proceso, después de haber sido citada de modo que ella pudiere pedir la nulidad”
(subrayados de la sala). (…) (…) cuando en el artículo 212 del código de procedimiento civil se habla de
“leyes de orden público” se hace uso de la figura retórica denominada sinécdoque, pues se toma ese todo que
se define con la idea abstracta de “orden público” para caracterizar una simple norma, si se entiende la
expresión “orden público” como conjunto orgánico de principio y valores ordenadores de íntegro sistemas de
normas de derecho positivo, tal como debe entendérselo, no existiría en verdad ningún obstáculo en armonizar
la concreta norma (o ley) del ordenamiento procesal destinada a aplicar en la específica situación del principio
de la economía procesal, como lo es la que ordena sustanciar por el procedimiento breve de los juicios
derivados de una venta con reserva de dominio, con esa otra situación en que ese mismo principio de la
economía procesal exige no repetir, con la consiguiente pérdida de tiempo y de dinero, actos procesales que
resultan absolutamente inútiles para realizar en su plenitud el derecho constitucional al debido proceso que
garantiza el artículo 68 de la constitución, en materia de orden público procesal es ello lo que resume el
principio rector en materia de reposición contenido en el artículo 206 del código de procedimiento civil, que
dice: “los jueces procurarán la estabilidad de los juicios, evitando o corrigiendo las fallas que puedan anular
cualquier acto procesal. Esta nulidad no se declarará sino en los casos determinados por la ley, o cuando haya
dejado de cumplirse en el acto alguna formalidad esencial a su validez. En ningún caso se declarará la nulidad
si el acto ha alcanzado el fin al cual estaba destinado” (subrayado de la sala). Alcanzar un acto (o una serie de
actos encadenados entre sí hasta configurar un proceso) su finalidad, no es satisfacer la utilidad que algunas de
las partes esperaba obtener del mismo, sino obtener la certeza bajo una perspectiva objetiva de que se ha
alcanzado y realizado la finalidad a que estaba destinado por el ordenamiento jurídico. En consecuencia,
cuando la recurrida repone este proceso en su integridad, por no habérselo seguido conforme al procedimiento
del juicio breve, sino conforme al procedimiento ordinario, no obstante no haber instado ninguna de las partes
tal reposición, y hacer valer así el “orden publico procesal”, la recurrida entiende actuar en cumplimiento del
deber de garantizar el derecho de defensa que le impone el artículo 15 eiusdem. Ahora bien, esta sala coincide
con la recurrente en que no hay violación de normas adjetivas de orden público cuando un procedimiento
que… ha debido, iniciarse, sustanciarse y decidirse por los trámites del juicio breve, haya sido en efecto
iniciado, sustanciado y decidido por el procedimiento ordinario previsto en el código de procedimiento civil
consentido por la permanente presencia y actuación de ambas partes, ya que ningún perjuicio se causa a las
partes por haberse tramitado con respeto de las formas legales sustanciales que garantizan el derecho de
defensa en el procedimiento ordinario lo que hubiera debido tramitarse como procedimiento breve, pues la
reducción de términos y oportunidades para hacer valer recursos procesales que establece este último
procedimiento en aras de una mayor celeridad no agrega nada al debido proceso que en ambos procedimientos
ha cuidado garantizar el ordenamiento legal, por lo que ninguna utilidad no sólo para las partes, sino tampoco
para realizar tal finalidad de garantizar mediante formas sustanciales de procedimiento el derecho de defensa
conforme al artículo 68 de la constitución se cumpla con la reposición ordenada. En sentencia de fecha 12 de
diciembre de 1956 gaceta forense, nº 14, segunda etapa, pág. 185 dijo esta misma sala: “las faltas cometidas en
la sustanciación de los procesos no dan lugar a la reposición sino cuando son de tal naturaleza que causen
nulidad de lo actuado, o vayan contra el orden o interés publico, o lesione derechos de los litigantes y siempre
que no puedan subsanarse de otra manera. En varias ocasiones esta corte ha declarado que la reposición debe
perseguir una finalidad útil, que no proceden las reposiciones teóricas, innecesarias”.

Expresado lo anterior debe señalar quien aquí sentencia que efectivamente en la presente causa existe
una violación al debido proceso y mas específicamente al no dar cumplimiento a las formalidades establecidas
para la interdiccion Civil Y así se establece. Así las cosas, al haber una alteración de los trámites esenciales del
procedimiento se quebranta el concepto de orden público y se violentan derechos y garantías de orden
constitucional, cuya finalidad tiende a hacer triunfar el interés general de la Sociedad y del Estado sobre los
intereses particulares del individuo, por lo que su violación acarrea la nulidad de las actuaciones procesales
viciadas, todo ello en pro del mantenimiento de la seguridad jurídica y de la igualdad entre las partes. Y así se
establece.

De la misma forma, vale destacar que los Jueces en ejercicio de las facultades conferidas por la
Constitución y la Ley deben procurar la estabilidad de los juicios, corrigiendo las fallas que puedan haberse
originado durante un proceso.

En tal sentido consagra el artículo 49 de la Carta Magna, el derecho a la defensa como derecho
inviolable y el derecho de toda persona a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas garantías y
dentro del plazo razonable. La garantía del debido proceso, no es sólo una garantía constitucional, es un
derecho fundamental de la persona humana, consagrado por la mayoría de los Instrumentos Internacionales de
Derechos Humanos, tanto de rango universal como regional; así mismo, la CONVENCIÓN AMERICANA
SOBRE DERECHOS HUMANOS, suscrita en San José de Costa Rica, el 18 de Julio de 1978 y ratificada por
Venezuela el 14 de Julio de 1977, en su artículo 8, establece el derecho que tiene toda persona a ser oída con
debidas garantías en un plazo razonable por un tribunal competente, el derecho a defenderse personalmente o
ser asistido por un defensor de su elección; y siendo que el artículo 19 de la Constitución Bolivariana de la
República Bolivariana de Venezuela, establece: “El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio
de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente
de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público, de
conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la
República y con las leyes que los desarrollen” En la citada norma de rango constitucional, se establece la
obligación de los órganos de Poder Público de respetar y garantizar los derechos humanos, siendo el Poder
Judicial, una de las ramas del Poder Público, corresponde al Juez, ser garante de que en el proceso se respeten
los derechos fundamentales de la persona humana, no sólo evitando que se comentan violaciones a los
derechos fundamentales, sino también tomando los correctivos de rigor.

Ahora bien, en el caso de marras, tal y como fuera previamente establecido el vicio del proceso radica
en el cumplimiento de los requisitos establecidos para la declaratoria de la interdiccion civil vulnerandose el
debido proceso, o mas específicamente -no se ha entrevistado a la presunta entredicha ni se la han realizado los
exámenes respectivos tendientes a verificar su estado de salud mental, atentando esto con la responsabilidad,
idoneidad y celeridad que debe garantizar el Estado cuando imparte justicia, se imponen ante cualquier forma
procesal en uso de las atribuciones que le confieren los artículos 11 y 15 del Código de Procedimiento Civil y a
los fines de salvaguardar el debido proceso, de evitar un perjuicio a la parte demandada, en aplicación
inmediata y directa de los derechos, principios y garantías consagrados en la Constitución, considera
imprescindible reponer la causa al estado de ……………..----------, debiendo declararse nulas todas las
actuaciones a partir -------------------------------. Y así deberá expresamente establecerse en la parte dispositiva
del presente fallo.

DISPOSITIVA
Con fuerza en los fundamentos de hecho y de derecho anteriormente expuestos, este Juzgado Decimo Sexto de
Municipio Ordinario y Ejecutor de Medida la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, en
resguardo al derecho de defensa, del debido proceso y la igualdad de las partes, principios éstos procésales que
deben ser norte y guía de cada proceso jurisdiccional y que son de Rango Constitucional, declara: PRIMERO:
LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA al estado --------------------------. SEGUNDO: NULAS todas las
actuaciones a partir de---------------------------.

Dada la especial naturaleza de la presente decisión no hay condenatoria en costas.

PUBLÍQUESE, NOTIFÍQUESE, REGÍSTRESE Y DÉJESE COPIA.

Dada, Firmada y Sellada en el Salón de Despacho del Juzgado Decimo Sexto de Municipio Ordinario y
Ejecutor de Medida la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,En Caracas, a los doce (12)
días del mes de diciembre del año dos mil diecinueve (2019). Años 210° de la Independencia y 160°º de la
Federación.-

En esta misma fecha, siendo las …….. pm, previo el cumplimiento de las formalidades de Ley, se publicó y
registró la anterior sentencia, dejándose en la Unidad de Archivo la copia certificada a la cual hace referencia
el artículo 248 de Código de Procedimiento Civil.

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