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Magistrado–Ponente: JOSE RAFAEL TINOCO

En fecha 20 de septiembre de 1.999, la abogado CARMEN ELENA CRESPO


DE HERNANDEZ, inscrita en el Inpreabogado bajo el No.1.524, procediendo en el
carácter de apoderada judicial de la ciudadana MARIANA DE LOS ANGELES
HERNANDEZ CRESPO, titular de la Cédula de Identidad N° V- 10.546.784, solicitó,
ante esta Sala Político-Administrativa de la Corte Suprema Justicia, exequátur de la
sentencia dictada en fecha 25 de marzo de 1.999 por la Corte de Primera Instancia en lo
Civil, División de Relaciones Domesticas del Condado de Hamilton, Estado Ohio, de los
Estados Unidos de Norte América, que declaró disuelto el vínculo matrimonial entre la
solicitante y el ciudadano GEORGE MURRAY SISK III.

En fecha 21 septiembre de 1.999, se dio cuenta en Sala y, por auto de la misma fecha, se
ordenó remitir el expediente al Juzgado de Sustanciación.

 
En fecha 27 de septiembre de 1.999, se pasó el mencionado expediente a el
Juzgado de Sustanciación de esta Sala Político-Administrativa, dándose cuenta al Juez, el 7
de octubre del mismo año.

En fecha 19 de Octubre de 1.999, el Juzgado de Sustanciación admitió la


presente solicitud de exequátur de la sentencia Norte Americana de Divorcio y, mediante
auto de igual fecha, ordenó librar oficio a la Dirección Nacional de Identificación y
Extranjería del Ministerio de Relaciones Interiores, a fin de solicitar el movimiento
migratorio del ciudadano GEORGE MURRAY SISK III, de nacionalidad
Estadounidense.

Por escrito de fecha 21 de octubre de 1.999, recibido en fecha de 25 de


noviembre de 1.999, el Ministerio de Relaciones Interiores hace constar que el ciudadano
GEORGE MURRAY SISK III, no registró movimiento migratorio.

En fecha de 18 de enero de 2.000, compareció ante el Juzgado de


Sustanciación la abogado Carmen Elena Crespo de Hernández, a fin de solicitar la
notificación correspondiente, del ciudadano GEORGE MURRAY SISK III. Así mismo,
en esa misma fecha, la prenombrada abogado, actuando dentro de las facultades que le
confiere el poder que le otorgase su representada, sustituyó el referido poder (reservándose
el ejercicio para actuar conjunta o separadamente) en la persona del abogado Rolando
Hernández Crespo, inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 68.704.

En fecha 25 de enero de 2.000, el Juzgado de Sustanciación ordenó, tanto el


emplazamiento, mediante carteles, del ciudadano GEORGE MURRAY SISK III, así
como, la notificación del Fiscal General de la República. Practicada la notificación del
Fiscal General de la República y librados los carteles, conforme a la ley, en fecha 26 de
enero de 2.000, compareció la representante de la solicitante y solicitó los carteles de
citación del ciudadano GEORGE MURRAY SISK III.

En fecha 29 de febrero de 2.000, compareció ante el Juzgado de Sustanciación la


apoderada de la peticionante, a fin de consignar los carteles de citación del ciudadano
GEORGE MURRAY SISK III.

En fecha 22 de marzo de 2.000 compareció el apoderado de la peticionante y solicitó la


reducción de los lapsos procésales, alegando que en el presente procedimiento no existía
materia probatoria.

En fecha 22 de marzo de 2.000, compareció ante el Juzgado de Sustanciación el


apoderado de la peticionante, a fin de la designación de defensor, ante el Tribunal Supremo,
para el ciudadano GEORGE MURRAY SISK III, por cuanto habiéndose vencido el lapso
de ley, el ciudadano prenombrado no se dio por citado, por sí, ni a través de apoderado, a
los fines de dar contestación de la mencionada solicitud de exequátur.

Vista y evaluada la solicitud anterior, el Juzgado de Sustanciación, en fecha 23 del


mismo mes y año, ordenó la notificación de la abogado ZORAIDA FRONTADO DE
BRETO, Defensora ante la Corte, a los fines que dentro de los diez (10) días de despacho
siguientes a su notificación, diese contestación a la solicitud de exequátur objeto de la
presente causa.

Practicada la notificación de la Defensora en fecha 4 de abril de 2.000, ésta, en


fecha 4 de mayo del mismo año, presentó el respectivo escrito de contestación de la
solicitud de exequátur, expresando que estaban dados todos de los requisitos de ley para
que se otorgara fuerza ejecutoria en Venezuela a la Sentencia de Divorcio objeto de la
solicitud de exequátur, razón por la cual, concluye la Defensora, “no se opone al pase de la
sentencia en referencia”.

En fecha 9 de mayo de 2.000, el Juzgado de Sustanciación acordó pasar el presente


expediente a esta Sala.

Considerando la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela, la cual estableció un cambio en la estructura y denominación de este
Máximo Tribunal y por cuanto la Asamblea Nacional Constituyente, mediante Decreto de
fecha 22 de diciembre de 1999, designó los Magistrados de este Supremo Tribunal de
Justicia, quienes se juramentaron el 27 del mismo mes y año y, visto que en sesión de
fecha 10 de enero de 2000 se constituyó la Sala Político-Administrativa, la cual quedó
integrada por los Magistrados CARLOS ESCARRA MALAVE, JOSE RAFAEL
TINOCO y LEVIS IGNACIO ZERPA.

En fecha 10 de mayo de 2.000, se designó como Ponente al Magistrado JOSE


RAFAEL TINOCO y se fijó para el quinto día de despacho el inicio de relación.

En fecha 23 de mayo de 2.000, se dio inicio a la relación y se fijó el acto de


informes para el primer (1º) día de Despacho siguiente, al vencimiento de quince días
calendarios ininterrumpidos, contados a partir de la fecha antes señalada.

 
En fecha 23 de mayo de 2.000 compareció la apoderada de la solicitante para solicitar el
recorte de la segunda etapa de la relación. Dándose cuenta al Juez en fecha 24 de mayo de
2.000.

En fecha 25 de mayo de 2.000, termino la relación y se dijo “VISTOS”.

En fecha 7 de junio de 2.000, la representante del Ministerio Público presentó su


opinión en relación a la presente solicitud de exequátur, expresando, en términos similares
a la Defensora, que estaban dados todos los requisitos de ley para que se otorgara fuerza
ejecutoria en Venezuela a la Sentencia de Divorcio objeto de la solicitud de exequátur, con
lo cual, a título de conclusión, opinó que en el presente caso procede el exequátur
solicitado.

Realizado el estudio del expediente, pasa esta Sala a decidir, previas las siguientes
consideraciones:

II

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Como punto previo pasa esta Sala a definir su competencia para conocer del caso de
autos.

A tal efecto esta Sala pasa a evaluar si el procedimiento que dio lugar a la sentencia
estadounidense de divorcio es o no de naturaleza contenciosa, por cuanto solo en caso
afirmativo, corresponderá a esta Sala Político Administrativa la competencia para “Declarar
la fuerza ejecutoria de las sentencias de autoridades extranjeras de acuerdo con lo
dispuesto en los tratados internacionales o en la ley”, conforme a lo estatuido en el ordinal
25 del artículo 42 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, en concordancia con
el artículo 43 eiusdem; mientras que, en caso que no sea de naturaleza contenciosa, la
competencia corresponderá al Tribunal Superior del lugar donde se quiera hacer valer la
sentencia o acto, ello de acuerdo con lo establecido en el artículo 856 del Código de
Procedimiento Civil.

Revisado el expediente y, en particular, examinado el contenido de la sentencia


de divorcio cuyo exequátur se solicita, se aprecia que el ciudadano GEORGE MURRAY
SISK III, demandó la disolución del vinculo matrimonial que le unía con la ciudadana
MARIANA DE LOS ANGELES HERNANDEZ CRESPO, observándose, en
consecuencia, que en ese caso se entabló un juicio de divorcio donde el prenombrado
ciudadano actuó como demandante y la segunda de los mencionados como demandada, y
donde se estableció como la causal que dio lugar al divorcio decretado una que se asemeja
con lo dispuesto en el ordinal 3º del artículo 185 del Código Civil venezolano; todo lo cual
es concluyente del carácter contencioso del referido procedimiento. Efecto de lo anterior,
en el caso que nos ocupa, queda plenamente avalada la competencia de esta Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, para conocer y decidir la presente
solicitud de exequátur. Así se declara.

Declarada la competencia de esta Sala, se pasa a continuación al particular análisis


del caso subjudice.

A tal efecto se observa que el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional


Privado, derogatorio de los artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil, recepta
los requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjera tengan efecto en
Venezuela, a saber:

“1.- Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o,


en general, en materia de relaciones privadas;
2.- Que tengan fuerza de forma juzgada de acuerdo con la
Ley del estado en el cual han sido pronunciadas;
3.- Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes
inmuebles situados en la república o que no se haya arrebatado a
Venezuela la Jurisdicción para conocer del negocio;
4.- Que los tribunales del estado sentenciador tengan
jurisdicción para conocer la causa de acuerdo con los principios
generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de esta
Ley;
5.- Que el demandado haya sido debidamente citado, con
tiempo suficiente para comparecer, y que se le hayan otorgado en
general, las garantías procésales que aseguren una razonable
posibilidad de defensa;
6.- Que no sean incompatibles con sentencia anterior que
tenga autoridad de cosa juzgada; y que no se encuentre pendiente,
ante los tribunales venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y
entre las mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la
sentencia extranjera.”

Visto el contenido de la norma antes transcrita -rectora de la materia- y examinadas


como han sido las actas procésales que componen el presente expediente, esta Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, estatuye que en el presente expediente
han quedado acreditados plenamente todos los extremos estatuidos en el artículo 53 de la
Ley de Derecho Internacional Privado, así como, adicionalmente, queda de manifiesto que
la sentencia analizada no contraría preceptos del orden público venezolano.

En efecto, evaluada la sentencia objeto de la presente solicitud de exequátur, se


observa, en primer lugar, que al versar la misma sobre la disolución de un vinculo conyugal
(sentencia de divorcio), constituye en consecuencia materia de naturaleza civil,
cumpliéndose de tal modo el primer requisito del artículo mencionado; en segundo término,
la sentencia evaluada tiene fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la legislación
estadounidense, es decir, tiene plena firmeza, tal como se evidencia de la copia de la
sentencia, debidamente traducida por interprete público, certificada y legalizada, por lo que
la misma cumple con el extremo segundo del artículo 53 ejusdem; en tercer lugar, del
contenido de la sentencia no se evidencia que hayan estado en contención derechos reales
respecto a bienes inmuebles situados en la República Bolivariana de Venezuela, ni que con
la misma se le haya arrebatado a Venezuela la Jurisdicción para conocer del negocio
jurídico, por cuanto el fallo fue dictado por la Corte de Primera Instancia en lo Civil,
División de Relaciones Domesticas del Condado de Hamilton, Estado Ohio, de los Estados
Unidos de Norte América, lugar de domicilio dela demandante, no estando por lo demás
acreditado en autos que al tiempo que fue intentada la demanda de divorcio, el domicilio
conyugal haya estado situado en Venezuela, cumpliéndose cabalmente, de este modo, el
requisito tercero del artículo mencionado; en cuarto lugar, se cumplió, así mismo, con los
extremos del numeral cuarto del mencionado artículo, según se desprende de la propia
sentencia, de su legalización y de los principios generales de jurisdicción consagrados en el
Capítulo IX de la Ley de Derecho Internacional Privado; en quinto lugar, del contenido del
escrito de solicitud de exequátur se evidencia que fueron debidamente atendidos, tanto el
requisito de citación de la demandada, así como las garantías procésales de su defensa,
cumpliéndose así lo establecido en el numeral quinto del artículo 53 ejusdem; , en sexto
lugar, de autos no se desprende que la sentencia, objeto de la presente solicitud de
exequátur, sea incompatible con sentencia de data anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada, ni que se encuentre pendiente en los tribunales de la República Bolivariana de
Venezuela, algún juicio que verse sobre el mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado
previamente a que se hubiese dictado la sentencia extranjera que nos ocupa, extremo este
exigido en el numeral sexto del artículo 53 eiusdem, y, por ultimo, la sentencia objeto de la
presente solicitud de exequátur no contraría el orden público venezolano, debido que la
causal por la cual se declaró el divorcio se inscribe en la señalada en el numeral 3º del
artículo 185 del Código Civil venezolano, es decir, fue dictada en fundamento a la
“incompatibilidad” entre las partes para hacer vida en común.

A fuerza de las consideraciones antes expresadas, esta Sala Político


Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia reafirma, que en el caso subiudice, se ha
dado fiel cumplimiento a cada uno de los requisitos establecidos en el artículo 53 de la Ley
de Derecho Internacional Privado, no siendo, por lo demás, la sentencia evaluada
disconforme con los preceptos del orden público venezolano, por lo que procede la
declaratoria de fuerza ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, de la de la
sentencia dictada en fecha en fecha 25 de marzo de 1.999 por la Corte de Primera Instancia
en lo Civil, División de Relaciones Domesticas del Condado de Hamilton, Estado Ohio, de
los Estados Unidos de Norte América, que declaró disuelto el vínculo matrimonial entre la
solicitante y el ciudadano GEORGE MURRAY SISK III. Así se declara.

III

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas esta Sala Política- Administrativa


del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia, en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, declara PROCEDENTE la solicitud de Exequátur de la Sentencia de
divorcio dictada en fecha 25 de marzo de 1.999 por la Corte de Primera Instancia en lo
Civil, División de Relaciones Domesticas del Condado de Hamilton, Estado Ohio, de los
Estados Unidos de Norte América, que declaró disuelto el vínculo matrimonial entre la
solicitante MARIANA DE LOS ANGELES HERNANDEZ CRESPO y el ciudadano
GEORGE MURRAY SISK III.

 
Publíquese, regístrese y notifíquese. Archívese el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político-Administrativa


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 04 días del mes de julio de dos mil
(2000). Años 190º de la Independencia y 141º de la Federación.

El Presidente,

CARLOS ESCARRA MALAVE

El Vicepresidente, ponente,

JOSE RAFAEL TINOCO

Magistrado,

LEVIS IGNACIO ZERPA

La Secretaria,

ANAIS MEJIA CALZADILLA

Exp.16.455

JRT/jomp/jeop.

Sent. 01561
 

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