Está en la página 1de 17

EN SU NOMBRE

JUZGADO PRIMERO DE LOS MUNICIPIOS MARACAIBO, JESÚS ENRIQUE


LOSSADA Y SAN FRANCISCO DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL
ESTADO ZULIA
EXP. 3826-13
202° y 154°
Cursa ante este Tribunal, formal demanda por RENDICION DE CUENTAS, incoada
por el ciudadano JAIRO JOVES HERNANDEZ., venezolano, mayor de edad,
domiciliado en el Municipio Autónomo Maracaibo del Estado Zulia, titular de la cedula
de identidad No. 3.110.145, debidamente asistido por la Abogada en ejercicio DORCA
AÑEZ NAVA, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No.
3.806, de este domicilio y luego constituida en apoderada judicial mediante poder Apud
Acta, conferido ante el Secretario de este Juzgado, en fecha 4 de marzo de 2013, en
contra del ciudadano SIMON SENKI, venezolano, mayor de edad, domiciliado en el
Municipio Autónomo Maracaibo del Estado Zulia, titular de la cedula de identidad No.
8.503.499, asistido en el acto de contestación a la demanda por los Abogados en
ejercicio y de este domicilio EMERCIO APONTE SULBARAN y ANTONIO
BERMUDEZ ROMERO, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
los Nos. 6.087 y 83.318, respectivamente y luego se constituyen en apoderados
judiciales junto con los abogados en ejercicios JUAN CARLOS BELANDRIA y EVA
FARINA GARCIA respectivamente, inscritos en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo los números 37909 y 83237 mediante mandato de representación Apud
Actas, otorgado por ante el Secretario de este Tribunal de fecha 23 de abril de 2013.
Ahora bien, se observa que en el escrito libelar como instrumento idóneo para plasmar
los hechos en que se fundamente la acción, la parte accionante, como derivación de las
características, estructura y trámites procesales correspondientes a este especial
procedimiento, solicitó al ciudadano, SIMON SENKI la Rendición de Cuentas, por la
gestión administrativa cumplida como Administrador saliente del Edificio Doña Luisa,
y en consecuencia pide al Tribunal se le ordene presente las cuentas del periodo
comprendido entre el 4 de abril de 2011, hasta el 30 de junio de 2012, y que al continuar
usurpando la función de Administrador, se extienda la cuenta, hasta el momento del
pronunciamiento judicial, así como la entrega de los libros pertenecientes al condominio
y demás bienes relacionados con dicha gestión, el dinero depositado en la cuenta No.
01160126010005099470 del Banco Occidental de Descuento y las sumas consignadas
en el Tribunal Octavo de los Municipios Maracaibo, Jesús Enrique Lossada y San
Francisco de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, marcada con el numero de
consignación 008-11 del Banco Bicentenario.
Al realizarse una lectura detallada de las actas que conforman el expediente signado
bajo la nomenclatura 3826-13, se evidencia que, al haberse practicado la citación
personal al demandado de autos, este se negó a firmar el Recibo de Citación y el
Alguacil dio cuenta al Juez de su negativa, por lo cual se dispuso que el Secretario
librara una Boleta de Notificación para comunicarle al accionado sobre la declaración
del Alguacil relativa a su citación, todo de conformidad con lo establecido en el articulo
218 del Código de Procedimiento Civil. Ahora bien, cumplido con lo anterior, el
funcionario puso constancia en autos del desarrollo de las anteriores formalidades y
discurrió el lapso de comparecencia del citado.
Así las cosas y trabada la litis por efectos de la notificación realizada por el Secretario
del Despacho en el domicilio del citado, la parte accionada presentó, escrito de
oposición a la rendición de cuentas solicitada en la demanda, hizo valer la defensa
autónoma de falta de legitimidad de la persona del actor, por no tener cualidad para
solicitar la Rendición de Cuentas, pues se agrega que el actor no es Administrador del
condominio, ni acompañó los documentos de propiedad que lo acreditan como co-
propietario del Edificio, así mismo, solicitó la suspensión del juicio en virtud de la
consignación de los Libros de Actas del Edificio Doña Luisa, pues entiende haber
rendido la cuenta de su gestión como se desprende del contenido del acta respectiva. A
este respecto el Tribunal mediante decisión de fecha 12 de junio de 2013, acordó la
suspensión del Juicio de Cuentas con vistas a las motivaciones allí expuestas, y la parte
accionada quedó intimada para la contestación de la demanda previa notificación de las
partes.
Es así que en fecha 01 de julio de 2013, la parte accionada presentó escrito de
contestación a la demanda incoada en su contra, negando la celebración de la asamblea
del Edificio Doña Luisa de fecha el 21 de agosto de 2012, en la cual resultó electo como
Administrador el ciudadano JAIRO JOVES. Así mismo, alega que el accionante actúa
en el proceso en forma personal y que además en la asamblea calificada como
inexistente, no se trató el punto referente al nombramiento del respectivo Administrador
del condominio, y por lo tanto, el accionante no posee legitimación activa, ni tiene la
aprobación de la Asamblea para solicitar la Rendición de Cuentas judicialmente, pues
entiende que la legitimación activa para solicitar las cuentas la tiene la Junta de
Condominio, debidamente autorizada por la Asamblea. También se expresa en la
contestación que no existe constancia alguna de que se haya revocado el ciudadano
SIMON SENKI del cargo de Administrador.
Luego de rendida la contestación a la demanda, en fecha 16 de julio de 2013, la parte
accionante solicita al Tribunal la declaratoria de confesión ficta del demandado por ser
extemporánea su contestación.
Por otro lado, de un minucioso examen de las actas que conforman el presente juicio, se
observa que, la parte accionante acompañó junto a su escrito libelar como medio de
prueba una Notificación Judicial realizada por el Juzgado Décimo de los Municipios
Maracaibo, Jesús Enrique Lossada y San Francisco de la Circunscripción Judicial del
Estado Zulia, el día 23 de enero de 2013, al ciudadano SIMON SENKI, y junto a la
Solicitud se produjo Convocatoria de fecha 14 de agosto de 2012, para la celebración de
una reunión extraordinaria de Condominio del edificio Doña Luisa a celebrase el día 21
de agosto de 2012. También se anexó copia simple de carta de renuncia del ciudadano
SIMON SENKI, al cargo de Administrador del Condominio y comunicación de
solicitud de pago suscrita por el accionado producto del desempeño de sus funciones
como Administrador, convocatoria de fecha 13 de septiembre de 2012, para la
realización de reunión extraordinaria, aclaratoria y acta de asamblea extraordinaria a
celebrarse el 20 de septiembre de 2012., la cual se produce en original. Así mismo,
promovió prueba testimonial evacuada durante el lapso probatorio. Por su parte la parte
accionada, promovió el respectivo Libro de Asamblea de Propietario y Condominio,
con las respectivas actas contenidas en ella.
I
Punto Previo
De la Falta de Cualidad Invocada
De la revisión detallada de las actas del expediente, especialmente del escrito de
contestación, evidencia el Juzgador que el accionado hizo valer como defensa autónoma
y diferenciada la falta de legitimidad activa del ciudadano JAIRO JOVES
HERNANDEZ, fundando su alegato en que este ciudadano no es co-propietario del
Edificio Doña Luisa, y tampoco es Administrador de la Junta de Condominio por
carecer de un mandato expreso, por lo que a su entender, carece de facultades para
llevar a cabo la intendencia de los bienes y obligaciones del habitad Condominal.
En razón a lo antes expuesto y conforme a las defensas hechas valer en la contestación,
corresponde al Tribunal resolver en capitulo previo a la sentencia de mérito, la defensa
de Falta de Cualidad Activa invocada en los términos narrados, lo que significa que el
asunto de la cualidad tiene autonomía como punto preliminar en relación con el mérito
de la controversia, puesto que, en este caso, solo se ataca la afirmación del actor, en
cuanto a la existencia de la situación legitimante en la que dice encontrarse, y no al
derecho material controvertido en la causa. En consecuencia, debe este Operador de
Justicia, determinar si existe en el proceso vinculo entre los sujetos que obran como
actores y la pretensión, o por el contrario, existe ausencia de Legitimatio ad Causam,
que inhiba al Juez del deber proferir pronunciamiento sobre el mérito de la causa con
arreglo a los requisitos intrínsicos establecidos en el artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil.
La situación anteriormente planteada, nos lleva a la necesida de fijar criterios concretos
sobre lo que debemos entender en nuestro sistema legal, por la noción de legitimidad
procesal de las partes, tomando en cuenta que no existe en nuestro derecho una norma
que la defina. En este sentido, el Doctor Arístides Rengel Romberg en su obra Tratado
de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo II, Página 27, afirma que:
“…El proceso no debe instaurarse indiferentemente entre cualesquiera sujetos, sino
precisamente entre aquellos que se encuentran frente a la relación material o interés
jurídico controvertido en la posición subjetiva de legítimos contradictores, por afirmarse
titulares activos y pasivos de dicha relación. La regla general en esta materia puede
formularse así: La persona que se afirma titular de un interés jurídico propio, tiene
legitimación para hacerlo valer en juicio (legitimación activa), y la persona contra quien
se afirma la existencia de ese interés, en nombre propio, tiene a su vez legitimación para
sostener el juicio (legitimación pasiva)”.
Del mismo modo, el Dr. Luís Loreto Hernández, define la legitimación o cualidad,
como:
“Se trata, en suma de una cuestión de identidad lógica entre la persona a quién la ley
concede el derecho o poder jurídico o la persona contra quién se concede, y la persona
que lo hace valer y se presenta ejercitándolo como titular efectivo o contra quién se
ejercita en tal manera…”, cualidad, que se puede determinar en cada caso concreto,
según advierte el mismo autor, teniendo presente lo siguiente: “…tienen cualidad para
intentar y sostener el juicio, esto es, cualidad activa y pasiva, los sujetos que figuran
como titulares activos y pasivos de la relación jurídica material que es objeto del
proceso. Ahora bien, por la naturaleza misma de las cosas, ese criterio no puede
atenerse sino a la pura afirmación del actor, a los términos mismos de la demanda…”.
(Loreto Luís. “Ensayos Jurídicos”. Editorial Jurídica Venezolana. Caracas 1987.
Páginas 183).
En este orden de ideas, la defensa para combatir la falta de cualidad como requisito
constitutivo de la acción judicial, el autor Rafael Ángel Briceño, en su obra De La
Propiedad Horizontal, 2da Edición, Pág. 215, señala la oportunidad para invocarla:
“Ahora el demandado tiene un solo momento para hacer valer la falta de cualidad o
interés activos o pasivos, que es en la contestación al fondo de la demanda…”
Ahora bien, siendo la cualidad como lo expresa el Autor Luís Loreto, una relación de
identidad lógica entre quien demanda y aquel a quien la ley da la acción, es necesario
dentro de este análisis, indagarse como problema práctico, que criterio debe seguir el
Juzgador para esa constatación, tomando en cuenta que nos encontramos en presencia
de un asunto condominal, regido por las normas establecidas en la Ley de Propiedad
Horizontal, que deben conciliarse con lo contemplado en el vigente Código de
Procedimiento Civil.
Ahora bien, de un análisis realizado a las actas procesales, así como también partiendo
de lo aportado por la doctrina citada, se destaca que el ciudadano JAIRO JOVES
HERNANDEZ, se presenta por una parte en su escrito libelar como Administrador de la
Junta de Condominio del Edificio Doña Luisa y además invoca el carácter de Co-
propietario y dueño del apartamento 1B, del mencionado Edificio. Por lo tanto, en la
afirmación que realiza la parte accionante en su escrito de demanda, de atribuirse el
carácter de co-propietario, comporta lo que doctrinariamente se conoce como
legitimación ordinaria para defender un interés propio, que afirma le pertenece, es decir,
se afirma titular de un interés jurídico frente al demandado. Así mimo, el nombrado
ciudadano ejercitó frente al demandado una legitimación desplazada, para defender sin
proponérselo el interés de la comunidad, puesto que, de obtener una sentencia
estimativa beneficiaria al resto de los condóminos gracias a los efectos de su
intervención. En referencia a lo antes mencionado, ello se fundamenta y encuentra
sintonía a lo dicho por el autor Rafael Ángel Briceño, en su obra De La Propiedad
Horizontal, 2da Edición, Pág. 218, donde doctrinó que:
“…cada propietario está legitimado para obrar en nombre propio y por su propio interés
en los casos de lesión jurídica de su derecho como resultado de inmisiones, actos de
emulación o abuso de derecho de otros miembros de la comunidad o de terceros. En la
legitimación desplazada el copropietario, al proteger su interés, sin proponérselo está
defendiendo el de los restantes comuneros...”
Ahora bien, la legitimidad en la causa, es como lo enseña Carnelutti: “la idoneidad de
una persona para cumplir un acto jurídico eficaz en razón de una relación suya con el
bien al cual el acto se refiere”. De lo dicho se puede inferir, que la legitimación
constituye mas bien una situación jurídica de las partes en juicio, derivada de las puras
afirmaciones del actor al instaurarse la demanda, que se traduce en un vinculo eficiente
de aquél con el objeto del proceso y que conforme a la ley resulta suficiente como
condición para que el Operador de Justicia pronuncie una sentencia sobre el fondo del
asunto.
En este sentido, el Juez para arribar a una conclusión con respecto a la legitimidad
activa en la causa, debe extraer del material probatorio ofrecido por las partes durante el
debate, aquellos medios que permitan determinar, si la causa se encuentra debidamente
integrada por los legítimos contradictores, dejando claro que el resto de las pruebas
ofertadas quedaran intocadas en este punto previo relativo a la legitimidad.
En este orden de ideas, se observa que la parte accionada al momento de oponerse a la
Rendición de Cuentas promueve y consigna al Tribunal el Libro de reunión de Junta de
Condominio y de Asamblea de Propietarios, aperturado el 29 de septiembre de 1993,
por el antiguo Juzgado Primero del Distrito Maracaibo de la Circunscripción Judicial
del Estado Zulia, ahora JUZGADO PRIMERO DE LOS MUNICIPIOS MARACAIBO,
JESÚS ENRIQUE LOSSADA Y SAN FRANCISCO DE LA CIRCUNSCRIPCION
JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA. Así mismo, consigna Libro de Juntas Condominio
del Edificio Doña Luisa, aperturado en fecha 21 de marzo de 2012, por la Notaria
Pública Décima Primera de Maracaibo.
Con respecto a los Libros consignados, el Tribunal sin hacer en este capitulo
pronunciamiento sobre la validez de las Asambleas que aparecen asentadas en los
mismos, aprecia que la comunidad de co-propietarios, así como, los integrantes de las
distintas Juntas de Condominio le reconocieron al actor JAIRO JOVES, el carácter de
propietario del apartamento 1B, sin que el demandado haya ofrecido en este proceso, un
medio de prueba que desvirtúe el carácter invocado por él. En este sentido los
condóminos le han reconociendo esa condición al actor a partir del 19 de junio de 1997,
como se evidencia del Acta signada con el Número cuatro (04), asentada a partir de la
página 8 del primero de los Libros antes mencionados y así sucesivamente.
Por otra parte, aparece dentro de los medios de prueba incorporados con el Libelo de
demanda, convocatoria para una asamblea a efectuarse el día 20 de septiembre de 2012,
del cual emerge el carácter de Administrador que se atribuye el actor JAIRO JOVES
HERNANDEZ, cuya legalidad habrá de examinarse cuando se resuelva el fondo de la
litis. Los instrumentos analizados llevan al sentenciador a considerar, que el accionante
al atribuirse el carácter de co-propietario del Edificio Doña Luisa, ostenta legitimidad
individual para hacer valer los derechos que postula en el presente juicio (legitimación
ordinaria), y no tiene desde esta perspectiva la menor relevancia inquirir la efectiva
existencia del derecho que se alega, lo que significa, que la parte puede perfectamente
satisfacer la condición de legitimatio ad causam sin que, en realidad, exista el derecho,
es decir, la relación jurídica material.
Por otro lado al invocar el actor el carácter de Administrador del Condominio, y
reiterando una vez mas, que la legitimación en la causa se soporta en la afirmación que
hace el accionante sobre la existencia del derecho material que afirma le pertenece o
representa, se encuentra dentro de esta perspectiva, legitimado activamente para pedir la
Rendición de Cuentas a la que se contrae en el Libelo de la demanda, en el sentido
procurar la subordinación de un interés de otro a un interés propio, pues invocó ser el
órgano representativo de la Junta de Co-propietarios del Edificio Doña Luisa. En
resumen, si el derecho postulado existe o no, como lo sostiene el autor Brasileño José
Carlos Barbosa Moreira (Temas de Directo Procesual. Sao Paulo.Saraiva. 1977, pp.199
y sig.):
“…solo la pretensión de una parte legítima es la que puede, eventualmente, ser repelida
en el mérito, es decir, juzgada improcedente.”
En atención a lo anterior expuesto, en el instrumento analizado se aprecia objetivamente
sin hacer apreciación alguna sobre la validez de esta asamblea, que, quien se afirma
Administrador para accionar en nombre del Condominio, tiene la legitimidad activa que
invoca para postular derechos pertenecientes a la comunidad de co-propietarios del
Edificio Doña Luisa, y puede esperar así, una sentencia de mérito que apruebe o niegue
la petición de Rendir la Cuenta y demás pedimentos formulados al Juez en el Libelo de
la demanda, para que reconozca la consecuencia jurídica solicitada
Por lo antes expuesto y conforme a las motivaciones que anteceden, este Jurisdicente
declara improcedente la defensa autónoma y diferenciada de falta de cualidad activa
hecha valer por la parte demandada en escrito de oposición, y en consecuencia se pasa a
resolver el fondo del asunto, por gozar de legitimidad en la causa el ciudadano JAIRO
JOVES HERNANDEZ, en los términos analizados, por lo tanto, debe mantenerse su
participación en el juicio al estar en una posición legitimante . ASI SE DECIDE.
-II-
De la Confesión Ficta
Consta de actas que el día 16 de julio de 2013, la representación judicial del demandante
mediante escrito consignado en un (1) folio útil ante la Secretaria de este Juzgado,
solicita del Tribunal declare la Confesión Ficta de la parte accionada, bajo el argumento
de que la contestación fue presentada al Juzgado en forma extemporánea, es decir, fuera
del lapso de emplazamiento y en este sentido argumentó lo siguiente:
“(…)se observa que las partes se notificaron el día catorce (14) y dieciocho (18) del mes
de junio de 2013 y que, de acuerdo a lo establecido en la sentencia antes anotada el
lapso para la reanudación de este proceso comienza a contarse a partir del día
diecinueve (19) de junio de este año 2013 y que de acuerdo a lo establecido en el
artículo 197 del C.P.C, que fija la forma de computar los términos o lapsos procesales,
los diez (10) días procesales a los cuales se refiere esta sentencia, terminan el día cuatro
(4) de julio de este año 2013 y el lapso de contestación de esta demanda comienza a
contarse el día ocho (8) de julio de 2013 y termina el 12 de julio del mismo año.
Asombrosamente, la parte demandada contestó a la demanda el día primero (1) de julio
de 2013; cuando, esta causa no se había reanudado, por lo que el juicio se encontraba
paralizado; como consecuencia de ello, esta contestación es extemporánea, no legal
(estaba paralizada la causa) y ni siquiera se ratificó en el lapso de contestación de la
demanda, que fija la Ley y también fijado en la sentencia. (…)”

Ahora bien, con motivo de la decisión proferida por el Tribunal en fecha 12 de junio de
2013, en la cual se pronunció sobre la oposición del accionado a Rendir las Cuentas
solicitadas, se ordenó la suspensión del juicio de cuentas y por efecto de aquella
decisión, el accionado por aplicación del articulo 673 de la Ley adjetiva, quedó gravado
con la obligación de rendir contestación a la demanda, lo cual tendría lugar dentro de los
cinco (5) días siguientes a cualquier hora de las indicadas en la tablilla del Tribunal y el
proceso continuaría a través de los tramites del procedimiento ordinario. Sin embargo,
este Operador de Justicia en el mencionado fallo fijó un término de diez (10) días para
su reanudación previa notificación de las partes, en virtud de haberlo proferido aquella
decisión fuera del lapso establecido por la ley.
Conforme a lo narrado para solicitar la parte actora, la declaratoria de confesión ficta,
expresa que el sujeto pasivo de la relación procesal, presento su escrito para resistirse a
la pretensión, dentro del lapso de suspensión de la causa, es decir, fuera del término
legal fijado para esta actuación.
Nuestra ley adjetiva en su artículo 14, consagra una disposición especial para los casos
en los cuales se paraliza el proceso, y le atribuye al Juez ordinario poderes de actuación
objetivamente funcionales que debe ejercer como Director del proceso, para conducirlo
hasta la decisión definitiva (ex art. 12 C.P.C.). Para ejercer este poder de remoción o
corrección de los obstáculos inhibidores de la continuación del proceso, el Juez debe de
fijar un término para su reanudación, que en ningún caso podrá ser menor de diez (10)
días, contados a partir de la última de las notificaciones de las partes o sus apoderados.
Así mismo, se debe puntualizar que los motivos que producen la paralización del juicio
son aquellos que se encuentran contemplados expresamente en la Ley, y estas causales
vienen a representar una excepción, al principio general de que “las partes se encuentran
a derecho” en el proceso desde su citación, motivo por el cual dichas causales son de
aplicación restrictiva, lo que conlleva a que los Jueces deben manejar este incidente
procesal con absoluto cuidado, a los fines de evitar la vulneración del sagrado derecho a
la .defensa y al debido proceso de las partes. En consecuencia, la situación planteada
como causal de paralización, conllevó a que el Juez ordenara la notificación de los
litigantes, y vino por tanto, esa instrucción a representar un requisito indispensable para
que tuviera lugar la contestación a la demanda en el término de Ley.
No obstante lo anterior, debe precisarse en esta oportunidad con vista al debate
suscitado entre las partes, si en efecto la contestación fue presentada oportunamente o
por el contrario, debe catalogarse como extemporánea por anticipada, como lo infiere la
parte actora.
En razón a lo anterior, es preciso hacer algunas consideraciones sobre la figura de la
confesión ficta en materia procesal civil. Así, el Tratadista y Proyectista de nuestro
Código Procedimiento Civil, Arístides Rengel Romberg; en su Obra Tratado de
Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo III, pag 131, doctrinó al efecto lo siguiente:
“la falta de contestación de la demanda en nuestro derecho, da lugar a la confesión ficta,
esto es, la presunción de confesión que recae sobre los hechos narrados en la demanda,
pero no sobre el derecho o las consecuencias jurídicas que conforme a la ley deben
aplicarse a los hechos establecidos.”
El Dr. Frank Petit Da Costa, al analizar en su Obra la Oralidad Civil, el artículo 362 de
la ley adjetiva relativo a la confesión ficta, explica lo siguiente:
“…ocurre cuando el demandado no contesta a la demanda, no solo por el hecho de su
omisión de comparecencia, sino cuando, compareciendo en el lapso de emplazamiento,
no efectúa ningún alegato o se limita a decir que no conoce los hechos por los que se le
está demandando; o cuando alega cuestiones previas o defensas perentorias, sin rechazar
el fondo de la demanda y las cuestiones previas y/o defensas perentorias son declaradas
sin lugar.” (pág.302)
Conforme se desprende de las actas del expediente, la parte accionada dio contestación
a la demanda el día primero (1) de julio del 2013. En este sentido, cabe precisar que la
última de las partes se dio por notificada de la orden de reanudación emitida ex oficio
por el Tribunal, el día dieciocho (18) de junio del mismo año, por tanto, se tiene que el
día diecinueve (19) de junio fue el primer día del lapso de suspensión fijado por el
Tribunal (ex art. 14 C.P.C.). Sin embargo, la parte actora al hacer el computo del lapo
de suspensión, infiere que el mismo discurrió a partir del día diecinueve (19) de junio de
2013, hasta el día cuatro (4) de julio del mismo año, evidenciándose así que la actora
computó el lapso de suspensión por días de despacho, lo que es conforme con la
doctrina del mas Alto Tribunal de Justicia en Sala Civil, con ponencia del Magistrado
Antonio Ramírez Jiménez que reitera la doctrina en la cual:
“para que se cumpla cabalmente el derecho a la defensa y al debido proceso, éste deba
ser realizado exclusivamente cuando el tribunal despache, en virtud de que sólo así las
partes pueden tener acceso al expediente o al juez para ejercer oportunamente -
entiéndase de forma eficaz- su derecho a la defensa, indudablemente que los términos o
lapsos procesales para la realización de tales actos se computarán en función de aquellos
días en que el tribunal acuerde despachar” (30-04-2002 Exp 2002-000047) .
Adicionalmente es menester e indispensable para este Tribunal, para garantizar los
derechos de las partes en este proceso consagrados tanto en nuestra Carta Magna, como
en la Ley adjetiva, puntualizar el significado y alcance del derecho a la Defensa,
consagrado en el artículo 49 de la Constitución de la Republica Bolivariana de
Venezuela, el cual expresamente se contempla en su primera parte:
“La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de
la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos
por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los
medios adecuados para ejercer su defensa…”
Es por ello, que teniendo el derecho de defensa y el acceso a la justicia una entidad de
rango Constitucional, el proceso judicial debe ofrecer las garantías mínimas para hacer
efectivo estos derechos ciudadanos, lo que en definitiva se logra con un sistema
reforzado de formas procesales que haga posible su realización y eficacia en el marco de
procedimientos administrativos o judiciales, mediante el ejercicio de acciones concretas,
la oposición de excepciones, la presentación de medios probatorios favorables y la
certeza de una actividad decisoria imparcial.
En síntesis, la parte actora solicita al Tribunal se declare la Confesión del accionado,
precisando que el escrito de contestación fue presentado extemporáneamente, es decir,
cuando la causa se encontraba en “estado de paralización’’. Al realizar el Juez, el
computo del lapso de suspensión, tomando como día ad quo, el diecinueve (19) de junio
de 2013 y el ad quem lo fue el día cuatro (4) de julio del mismo año, es decir, que el
lapso de paralización discurrió entre los días 19, 20, 21, 25, 26, 27 de junio y 01, 02, 03
y 04 de julio del mismo año (lapso de suspensión de la causa), lo que significa que el
lapso legal para realizar la contestación de la demanda, comenzaría a correr a partir del
próximo día de despacho siguiente, es decir, del día ocho (08) de julio de 2013. En
atención a lo antes expuesto y con apoyo al computo verificado en los términos
precedentemente expuestos, se infiere que al haberse realizado el acto de contestación a
la demanda el día primero (1) de julio del 2013, la causa para ese momento, se
encontraba dentro del lapso que debía discurrir para su reanudación, es decir, no se
encontraba en el lapso hábil de Ley para que se rindiera la contestación.
Las circunstancias fácticas descritas, llevan al Juez a tener que considerar si tal modo de
proceder debe sancionarse con la declaratoria de confesión, o por el contrario, desechar
en el caso de autos la sanción solicitada por la parte actora, lo que amerita consultar la
doctrina imperante en la actualidad y al mismo tiempo la doctrina que al respecto tiene
el Alto Tribunal de Justicia. En este sentido la Sala Político Administrativa, mediante
Sentencia N° 00173, del 14 de febrero de 2008, con ponencia del Magistrado DR.
LEVIS IGNACIO ZERPA, dejo sentado el criterio acuñado para situaciones análogas,
en que la parte demandada presente su Contestación en forma anticipada, expresando
que:
“… se advierte que el escrito de contestación de la parte demandada fue presentado
anticipadamente, el 4 de noviembre de 2003, sin embargo, esta Sala no puede sancionar
la excesiva diligencia de la parte demandada, pues ello implicaría sacrificar la justicia
por la omisión de una formalidad no esencial, contrario al postulado previsto en el
articulo 257 de nuestra Carta Magna, por lo que el escrito de contestación presentado
por la representación de la Universidad Nacional… se tiene por tempestivo. Así se
decide…”.
En este mismo orden de ideas, es indispensable para este Operador de Justicia, dejar
establecido lo expresado en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, los cuales en su contenido dejan establecido lo siguiente:
“Articulo 26: Libre acceso a la Justicia: Toda persona tiene derecho de acceso a los
órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso
los colectivos y difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la
decisión correspondiente.
El estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independientes, responsables, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas,
sin formalismos o reposiciones inútiles.”
“Articulo 257: Justicia y Garantías Procesales: El proceso constituye un instrumento
fundamental para la realización de la justicia, las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los tramites y adoptaran un procedimiento
breve, oral y publico. No se sacrificara la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales. (Subrayado por el Tribunal”
Por lo tanto, este Juzgador con vista a los razonamientos antes expuestos y con apoyo a
lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que impone
al Operador de Justicia una interpretación antiformalista de las reglas procesales que no
resulten esenciales para la validez del juicio, así como también el criterio de nuestro
Alto Tribunal de Justicia parcialmente transcrito, que comparte este Juzgador, e
igualmente en aras de una justicia que obliga a interpretar y aplicar las normas
procesales con arreglo a la tutela judicial efectiva y a facilitar su ejercicio, se entiende
que el derecho a la defensa en las condiciones temporales ejercido por el accionado en
el proceso, no debe sancionársele su excesiva diligencia para rendir contestación a la
demanda en los términos reseñados y como derivación de ello, la solicitud de confesión
no es procedente en derecho. ASÍ SE DECIDE.
-III-
Consideraciones Para Decidir
Resueltos los incidentes anteriores corresponde decidir el mérito de la causa, sin
embargo, se observa que en el caso planteado se tiene la figura o fenómeno conocido
con el nombre de litis consorcio activo, ante la concurrencia al proceso de dos (2)
sujetos procesales que voluntariamente se agrupan en la posición de actores, para que
los problemas vinculados a una misma cuestión jurídica o relación sustancial común, se
resuelva de manera uniforme en este juicio, pero manteniendo individualmente cada uno
de ellos pretensiones propias, autónomas e independientes. Sobre el particular, cabe
señalar que cada colitigante activo en la causa conserva como se estudio, su propia
legitimación, gracias a que dentro del régimen de la propiedad horizontal, cada
condómino se encuentra autorizado por la ley para actuar por su propia cuenta y
promover el juicio de Rendición de Cuentas o cualquier otro, cuando sus derechos se
vean afectados. Así lo señala el autor Rafael Angel Briceño, en su obra De La
Propiedad Horizontal, 2da Edición, ampliada y corregida, Pag. 293, en la cual, deja
sentado el siguiente criterio:
“…Paralelamente en la propiedad horizontal, cada propietario del dominio singular y
colectivo, es decir, cada propietario está legitimado para deducir en juicio, por sí solo y
en nombre propio, el derecho sustancial atinente a la usurpación o menoscabo de su
derecho por otro condueño o un tercero. Esa es nuestra opinión.”
Por otro lado, en la obra ya señalada, pag. 234, se enfatiza que la acción la puede ejercer
perfectamente el co-propietario en nombre propio, por lo que resulta oportuno introducir
al presente fallo el asertivo criterio doctrinario del mencionado autor, quien en su obra
de forma sencilla explica:
“También podrá ser demandante uno o varios propietarios (art. 6 ejusdem). En este caso
la acción se configura como un acto jurídico ejecutado en nombre y en interés propios,
sin menoscabo de la gestión económica o de intereses asumida por el (subrayado por el
tribunal) o los comuneros demandantes respecto de los restantes condueños, en lo
relativo a la comunidad.”
En este orden de ideas, los derechos que poseen los propietarios son indisolubles, ya
sean estos individuales o colectivos, siendo irrenunciables por estos, y al encontrarse
bajo la amenaza de algún menoscabo en sus derechos, pueden perfectamente acudir ante
los órganos judiciales para que les sean garantizados y protegidos, cuya defensa no
puede estar condicionada a ninguna formalidad o requisito previo.
Es por ello, que el ciudadano JAIRO JOVES HERNANDEZ, parte accionante en el
presente juicio, además de presentarse en el escrito de demanda con el carácter de
Administrador de la Junta de Condominio del Edificio Doña Luisa, igualmente, hace
valer su condición de propietario del apartamento 1B, del mencionado inmueble, lo cual
nos lleva a determinar, que acciona en el proceso con un doble carácter, es decir, que
obró a titulo personal y en nombre propio, y también en descargo de sus condóminos, lo
que significa que para evitar la proliferación de controversias separadas con el riesgo de
que se dicten sentencias contradictorias, concurrió con el doble carácter señalado a este
proceso, para conformar un litis consorcio activo facultativo, para que se resuelva en un
solo juicio los problemas vinculados a una misma cuestión jurídica, pero sin que ello,
implique que mantengan identidad de derechos, toda vez que han concurrido al juicio
con pretensiones propias.
La consecuencia que se deriva de lo analizado, es de considerar que el accionante
JAIRO JOVES HERNANDEZ, se encuentra facultado para pedir la Rendición de
Cuentas al ciudadano SIMON SENKI del Edificio Doña Luisa, entre las fechas del 04
de abril de 2011, hasta el día 30 de junio de 2012, y esperar una decisión expresa,
positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas
opuestas. (Articulo 243, 5° del Código de Procedimiento Civil).
En este orden de ideas, estima oportuno el Juzgador traer a colación y dejar establecida
la responsabilidad que le atribuye la Ley de Propiedad Horizontal al Administrador el
ámbito condominal, y así lo contempla el articulo 19 en forma expresa: “En todo caso,
la responsabilidad del administrador se rige por las normas del mandato.” y a su vez
esta norma nos remite a las disposiones del Código Civil Venezolano, que contemplan
las obligaciones del mandatario, las cuales son del tenor siguiente:
“Artículo 1.692: El mandatario está obligado a ejecutar el mandato con la diligencia de
un buen padre de familia.”
“Artículo 1.693.- El mandatario responde no sólo del dolo, sino también de la culpa en
la ejecución del mandato.
La responsabilidad en caso de culpa es menor cuando el mandato es gratuito que en
caso contrario.”
“Artículo 1.694.- Todo mandatario está obligado a dar cuenta de sus operaciones, y a
abonar al mandante cuanto haya recibido en virtud del mandato, aun cuando lo recibido
no se debiera al mandante.”
Así, del contenido de las normas transcritas, resulta evidente que el Administrador esta
obligado a responder efectivamente de las resultas de su gestión, y debe presentar
garantías que sean suficientes para determinar y precisar las labores realizadas dentro de
su mandato, independientemente de que el articulo 1694 del Código Civil , constituye
una norma de carácter general para todo Administrador, que contempla la obligación de
rendirla en ocasión de administrar recursos en el ámbito de la propiedad horizontal,
donde se aplica un sistema de facturación, cobranza, método de pago y un plazo para su
exigencia. Se entiende que los cortes de cuenta no deben llevarse de forma anual, sino
que, ameritan de un ciclo facturativo en periodos mensuales, por lo que al rendir la
cuenta por año, amerita que aparezcan dentro de la misma requisiciones en los términos
señalados, y con fundamento a lo antes expuesto, es necesario invocar en este sentido, el
contendido del artículo 19 de la Ley de Propiedad Horizontal, en su segundo aparte, El
cual señala:
“En todo caso, la responsabilidad del administrador se rige por las normas del
mandato…”
En este orden de ideas, es necesario dejar determinado que, con el escrito de
contestación a la demanda, la parte accionada consigna los Libros de Actas de la Junta
de Condominio del Edificio Doña Luisa, y con apoyo a ellos argumenta que en
asamblea de propietarios hizo la presentación de las cuentas solicitadas por la parte
actora y entiende que no se encuentra obligado a su presentación, lo que significa, que
el Juez debe examinar el contexto de lo ocurrido para determinar, si el actor acreditó de
modo auténtico la obligación que tiene el demandado de rendir cuentas, y si este es el
legitimado pasivo en atención a la condición de Administrador que se le atribuye en el
juicio. Así las cosas, de un detenido examen realizado a los Libros ofrecidos, los
mismos se encuentran sellados por la autoridad judicial de la jurisdicción donde se
encuentra el inmueble, lo que amerita su examen para corroborar, si la defensa hecha
valer debe admitirse como valida dentro de este proceso, por haberse cumplido
eficazmente con el deber de rendir la cuenta solicitada en este juicio. Aprecia el Juez a
este respecto, el Acta identificada con el numero 45, de fecha 28 de junio de 2012
promovida por el accionado. Sobre el particular, cabe señalar que el acto en referencia,
en criterio del Juez, no cumple con los requisitos formales que debe contener la
presentación de Cuentas, puesto que, solo realizan una breve mención, en la cual
expresan: “Tomo la palabra el administrador Simón Senki y presento las cuentas del año
2011 y 2012 de ingresos y egresos.”, siendo evidente la carencia e insuficiencia de ese
acto en cuanto a los requisitos formales que debe reunir la rendición de cuentas en el
ámbito condominal. Así mismo, carece de la debida fundamentación en cuanto al modo
de rendir las cuentas por la gestión cumplida por el accionado en el término indicado.
Por el contrario, el ciudadano SIMON SENKI con ese modo de proceder, no dejó
constancia de las actividades cumplidas, lo que lleva a determinar que se trata de un
modo de proceder exiguo, impreciso y por tanto, carente de significación jurídica y no
tiene la entidad o alcance que debe tener el acto formal de Rendición de Cuenta, por lo
tanto, es clara y determinante a este respecto la doctrina nacional, en la voz del Autor
patrio Abdón Sánchez Noguera, en su obra Manual de Procedimientos Especiales
Contenciosos, Ediciones Paredes, Caracas 2013, Pág. 332, quien alude a los requisitos
esenciales, de los cuales debe estar investido el acto de rendición de cuenta, según el
articulo 676 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto a lo relativo a la exhibición
de los documentos que deben producirse al momento de rendir las cuentas, en donde
dejo establecido el siguiente criterio:
“El señalamiento de tales requisitos guarda relación con el contenido de la relación;
pues si de lo que se trata es que el administrado sea informado de cuanto ocurrió y
cuanto realizo el demandado con sus bienes, inversiones, renta, frutos, intereses, etc., tal
información no puede ser vaga, abstracta o somera. Deberá ser una relación inteligible y
al detalle, operación por operación, con señalamiento de cuanto se pago y cuanto se
recibió (Subrayado por el Tribunal). Pero no bastara con la presentación de una simple
relación, por muy detallada, clara y precisa que ella sea; se hace necesario, además, que
junto con la relación presente prueba de dicha relación, que deberá estar contenida en
los libros, instrumentos, comprobantes y papeles correspondientes a la cuenta que se
presenta.”
Es por ello, que en los términos establecidos en la Ley Adjetiva y en la doctrina
nacional, nos lleva a inferir en el caso bajo examen y por la naturaleza del vinculo
jurídico que le une al accionado con sus condóminos, no quedo este exonerado de dar
cuentas de sus operaciones, por lo tanto, se encuentra obligado a dar cuentas incluyendo
las constancias, ya sean de facturas, cobranzas, plazos, pagos y cortes de cuentas, tal
como lo expresa el autor Omar Magbani Sánchez, en su obra Manual Práctico Para
Condominios, Pág. 595 y 596, en las cuales dejo establecido el siguiente criterio:
“Debemos observar objetivamente, el Administrador debe presentar cuentas mensuales
para demostrar los resultados económicos de su mandato. Los intervalos o ciclos
necesarios para desarrollar cada fase del periodo administrativo son de treinta (30) días
continuos. Es decir, como cada mes el Administrador en ocasión de ejercer su profesión
y cumplir con el contrato entre las partes, a esos efectos, facturas, cobra y paga,
entonces, por lógica, cada mes existe un resultado de tal fase en la Administración del
edificio, en la cual, el Administrador debe rendirle cuentas a su mandante de las
operaciones realizadas en esa gestión.”
En este mismo orden de ideas, nuestro ordenamiento jurídico establece la manera
idónea, veraz y precisa de presentar las Cuentas en términos claros, el cual se encuentra
en el artículo 676 del Código de Procedimiento Civil, En donde expresamente establece:
“En todo caso la cuenta debe presentarse en términos claros y precisos, año por año, con
sus cargos y abonos cronológicos, de modo que pueda examinárselas fácilmente, y con
todos los libros, instrumentos, comprobantes y papeles pertenecientes a ella”
Ahora bien, por aplicación y cumpliendo con los mandatos del artículo 1.694 del
Código Civil, el cual expresa: “Todo mandatario está obligado a dar cuenta de sus
operaciones” y en concordancia con el 676 el cual establece: “Manera de presentar las
cuentas”, resulta evidente la exigibilidad de la gestión del Administrador en su labor en
el condominio Doña Luisa. Por otro lado, el articulo 20 Literal (f) de la Ley de
Propiedad Horizontal, establece lo concerniente a la gestión del administrador, el cual
contiene: “Llevar la contabilidad de los ingresos y gastos que afectan el inmueble y a su
administración, en forma ordenada y con la especificación necesaria, así como
conservar los comprobantes respectivos, los cuales deberán ponerse a disposición de los
propietarios para su examen durante días y horas fijadas con conocimiento de ellos;”.
En consecuencia, se destaca que el co-propietario del Edificio mencionado, ciudadano
JAIRO JOVES HERNANDEZ, se encuentra en plena potestad de exigir judicialmente,
actuando en nombre e interés propio la Rendición de Cuentas solicitada por ante este
Tribunal y se afirma su facultad en cuanto a la exigibilidad de su derecho a requerir al
ciudadano SIMON SENKI los resultados de las cuentas llevadas durante su gestión,
siendo esto un acto que propugna a mantener el equilibrio y armonía en el ámbito
condominal, que permita a todos los co-propietarios de las unidades de viviendas o
locales del Edificio usar y disfrutar de sus propiedades y nunca puede ser visto como un
acto contrario al espíritu de la Ley, en cuanto a mantener abiertas las cuentas de la
gestión cumplida por el Administrador, y tampoco debe ser visto como un
requerimiento que afecte a este, quien debe mas bien por su propia voluntad Rendir las
Cuentas, bien al universo de co-propietarios o a cualquiera de ellos que lo soliciten. Así
mismo, este Juzgador ordena que la parte accionada SIMON SENKI presente con el
debido rigor, las Cuentas entre los días del 04 de abril de 2011 hasta el día 30 de junio
de 2012, y de todo cuanto haya recibido y pagado en nombre del condomio como
expresamente se solicita en el Libelo de demanda, por tener la parte accionante derecho
para requerir del ciudadano antes mencionado, dicha cuenta, así mismo, JAIRO JOVES
HERNANDEZ, parte actora, tiene derecho para constatar y analizar las resultas de la
gestión del accionado, garantizándose de este modo, el derecho que tienen los co-
propietarios y cumpliendo así la obligación del mandatario en su deber de Rendir las
Cuentas solicitadas en este juicio, estando ambos a derecho con este modo de proceder,
y así conocerá el accionante del estado verdadero de las cuentas llevadas y verificar si
se han obtenido o no los resultados conforme al trabajo desplegado durante la gestión,
de este modo, estableciendo que en dicha Rendición ordenada deberá presentarse los
activos y pasivos de la comunidad horizontal, así como todos los instrumentos emitidos
durante la gestión, y para esos efectos deberá seguirse las reglas fijadas por la Ley
Adjetiva en el articulo 678. ASI SE DECIDE.
Desde otro ángulo y partiendo de lo anteriormente establecido, en lo que respecta a que
la causa esta conformada por un litis consorcio activo facultativo, a través del cual, se
propugna la pretensión contenida en la demanda, en donde previamente se dio respuesta
al pedimento del demandante JAIRO JOVES HERNANDEZ, en su carácter de
condómino, debe ahora el Juzgador descender al análisis en cuanto a la posibilidad de
que el demandado rinda sus cuentas frente al conjunto de condóminos que integran el
Edificio Doña Luisa, para lo cual se deberá realizar un examen pormenorizado de los
distintos eventos surgidos dentro del proceso, con vista a los alegatos planteados por el
demandado en su contestación, al igual que deberá el Juez analizar y valorar el cúmulo
de pruebas cursantes en los autos, a los fines de fijar sus efectos.
Es por ello, que debe el Sentenciador determinar un hecho objetivo que emana de las
actas procesales, en cuanto a la dualidad observada en lo que respecta al verdadero
Administrador del condominio del Edificio Doña Luisa, tomando en cuenta que la parte
actora consigna junto a su demanda un Acta de Asamblea Extraordinaria de Propietarios
del inmueble en cuestión, de fecha 20 de septiembre de 2012. Esta Asamblea está
acompañada de una convocatoria privada suscrita por el ciudadano JAIRO JOVES
HERNANDEZ, para hacer saber a los co-propietarios del mencionado edificio sobre la
convocación a la misma, y para esos efectos se atribuye el carácter de Administrador de
la Junta de Condominio. Consta igualmente, del contenido de ese instrumento, que los
asistentes ratificaron el carácter de Administrador de la Junta de Condominio del
convocante, y como punto único a tratar, se discutió lo relativo a la entrega formal y
definitiva de la gestión del Administrador saliente SIMON SENKI, con la debida
autorización para que el nuevo Administrador del Edificio solicite judicialmente las
cuentas al Administrador saliente y demás pedimentos contenidos en el Libelo.
Por otro lado, es preciso en este fallo que el Juez examine el contenido, alcance y
efectos que se generan del acta de notificación realizada por el JUZGADO DECIMO
DE LOS MUNICIPIOS MARACAIBO, JESUS ENRIQUE LOSSADA Y SAN
FRANCISCO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, de
fecha 23 de enero de 2013, practicada a iniciativa del ciudadano JAIRO JOVES
HERNANDEZ, quien invoca el carácter de Administrador, en la cual se le notifica al
ciudadano SIMON SENKI, la obligación de entregar como “Administrador saliente” los
libros de actas y contabilidad, papelería, impresora, llaves, artículos de limpieza y
demás implementos del condominio, para así poder establecerse como Administrador
entrante, en la cual, se dejo constancia que el notificado manifestó al Tribunal
encargado de cumplir dicha diligencia: “que no entregara nada por cuanto la asamblea
celebrada no es legal, ya que no hubo quórum y la asamblea no fue publicada en la
prensa su convocatoria”.
Dentro de la dinámica que informa la propiedad horizontal, debemos puntualizar que
este sistema se inspira en razones de interés general, para ofrecer en primer termino a un
número creciente de personas para que accedan a este tipo de propiedad y que en su
desarrollo, se debe garantizar la paz de los condóminos gracias al comportamiento de
las personas adscritas a ese sistema, cuyos objetivos se logran por la observancia de las
reglas legales y convencionales, así como, de los usos y costumbre provenientes de
racionales niveles de cultura, donde debe privar por encima el interés colectivo sobre el
interés individual, a los fines de esperar de ese ordenamiento legal la formación y
consolidación de un derecho subjetivo, que se conoce como “expectativa de derecho”.
En consecuencia, esta dinámica social, lleva al Juzgador a determinar, que la confesión
hecha por parte del notificado constituye una prueba de confesión espontánea y
compleja, pues, además de reconocer la existencia de la Asamblea a la que alude la
parte actora, se negó a entregar lo solicitado, y al hacer mención de: “que no entregara
nada por cuanto la asamblea celebrada …”. La consecuencia que se deriva de lo
anterior, nos lleva a determinar que con su manifestación reconoció la existencia de la
Asamblea efectuada, el día 20 de septiembre de 2012, donde se ratificó a JAIRO
JOVES HERNANDEZ, como nuevo Administrador del condominio, al punto de haber
expresado que la Asamblea carecía de legalidad, ya que no hubo quórum y no fue
publicada en la prensa.
En este mismo orden de ideas, debemos agregar sobre los documentos analizados,
contentivos de los acuerdos adoptados en Asamblea de accionista, que los mismos no
fueron impugnados ante el Tribunal competente, conforme al mecanismo establecido en
el artículo 25 de la Ley de Propiedad Horizontal, es decir, dentro de los treinta días (30
días) siguientes a la fecha de la celebración o desde el momento que afectado tuvo
conocimiento de la misma, como lo exige la norma comentada, en el sentido de haber
ejercido ante el Juez competente, la impugnación de los acuerdos de la mayoría de los
condóminos. En consecuencia, el efecto que se deriva la inacción del demandado para
obtener la anulación de los acuerdos asamblearíos, es el de darle valor y existencia a la
Asamblea, y no puede bajo ninguna circunstancia suspenderse la ejecución de los
acuerdos allí adoptados, por lo que ha de entenderse a los efectos de este juicio que el
condominio designó un nuevo Administrador en los términos narrados en la demanda.
En este mismo sentido, conviene igualmente añadir que conforme a lo expuesto en el
Libelo, para la fecha de la celebración de la Asamblea, resultó imposible asentarla en el
Libro de Actas del condominio, ya que estos se encontraban en poder del ciudadano
SIMON SENKI, así como también, los bienes pertenecientes a la gestión del
Administración, de suerte que, al haberse consignado durante el juicio los Libros de
Actas, le dan certeza a la afirmación libelada en cuanto a la imposibilidad de haber
asentado el contenido de las deliberaciones en sus Libros, lo que vino a representar un
verdadero estado de desconcierto dentro de la gestión condominal, lo que es contrario a
la convivencia pacifica de la vida en comunidad y justificó plenamente la forma en la
cual se levantó el Acta de Asamblea consignada en este juicio.
Por otro lado, en cuanto a la prueba testifícal promovida y evacuada por iniciativa de la
parte accionante, rindieron declaración los ciudadanos ELISABEL HERNANDEZ
CEPEDA, titular de la cédula de identidad No. V-3.369.117 e IVAN DARIO PARRA
FUENMAYOR, titular de la cédula de identidad No. V-1.697.225 y de este domicilio.
Los mencionados ciudadanos rindieron declaración en el proceso conforme al
interrogatorio formulado por el promovente, y de otro lado, se observa que la parte
contraria una vez concluido el interrogatorio, ejerció su derecho de repreguntar a los
testigos. En relación a la prueba testifical, cabe recordar que durante la etapa de
evacuación de pruebas, la representación judicial del accionado, manifestó su
inconformidad (por vía de apelación), al auto de trámite dictado por este Tribunal en
fecha 30 de septiembre de 2013, a través del cual fijo nueva oportunidad para que
rindieran declaración los testigos promovidos por la parte actora, en virtud de su
incomparecencia al acto fijado al efecto. En este sentido, para la prueba testifical en
nuestro sistema procesal, existen dos (2) opciones para oponerse a esta; la primera en su
oportunidad inicial, cuando existan razones de ilegalidad manifiesta, y otra diferida
sobre su pertinencia y legalidad, que emerge de la declaración, recurso del cual, no hizo
uso la parte accionada en el presente juicio. En el caso de autos, se observa que, el Juez
admitió incontinente las prueba testifícal de la parte actora, como lo reproduce el auto
de admisión del 18 de septiembre de 2013, y una vez recibida la declaración, el Juez al
momento de fallar el mérito de la causa, así no medie oposición, de oficio deberá
examinar las condiciones de inadmisibilidad de la prueba, partiendo del examen de sus
dichos. En este sentido, se encuentra en el deber de ejercer el control de la legalidad de
la prueba testimonial, si observa que la misma se ha evacuado en franca violación a la
Ley. De este modo, es necesario para este Juzgador aplicar en el caso de autos lo
establecido en el artículo 478 del Código de Procedimiento Civil, que a la letra
establece:
“No puede tampoco testificar el magistrado en la causa que este conociendo; el abogado
o apoderado de la parte a quien represente; el vendedor, en causas de evicción, sobre la
cosa vendida; los socios en asuntos que pertenezcan a la compañía. El heredero
presunto, el donatario, el que tenga interés, aunque sea indirecto, en las resultas de un
pleito (subrayado por el Tribunal)…”
En este mismo orden de ideas, una antigua decisión dictada por la extinta Corte
Suprema de Justicia del 14 de noviembre de 1974, publicada en la obra Repertorio
Forense núm. 2.969, Pag. 3, dejo establecido la siguiente doctrina:
“Lo que se arguye en realidad no es que la prueba carezca de validez por una falta
ateniente a su promoción o a su evacuación, sino que las declaraciones de los testigos
no debieron ser acogidas por el sentenciador, en un caso, por ser el testigo inhábil a
causa de su interés, y en el otro, por ser testigos referenciales”
Por lo expuesto, es preciso para este Juzgador dejar determinado que los testigos
evacuados por la parte actora en el presente juicio, se encuentran inmersos en un estado
de inhabilitación para rendir testimonio, ya que ELISABEL HERNANDEZ CEPEDA e
IVAN DARIO PARRA FUENMAYOR, se atribuyen el carácter de propietarios del
Edificio Doña Luisa, y por tanto, sen encuentran inmersos en una de las causales de
inhabilidad establecida en el Código de Procedimiento Civil, en el trascrito articulo 478,
como lo es la de tener un interés indirecto en la presente causa, al presentarse como
condóminos, es por ello, que este Juzgador no puede valorar sus testimonios, debido a la
circunstancia analizada, por lo tanto, se desechan las testifícales ofrecidas por los
ciudadanos ELISABEL HERNANDEZ CEPEDA e IVAN DARIO PARRA
FUENMAYOR, por la inadmisibilidad sobrevenida de este medio de prueba. ASI SE
DECIDE.
Por otro lado, se debe considerar el alegato de la parte accionada en cuanto a su
denuncia de que la Asamblea de propietarios del 20 de septiembre de 2012, no cumplió
con los requisitos establecidos en la Ley para su validez, es decir, no se produjo la
convocación por medio de la prensa. Sobre este incidente es necesario dejar establecido
que la Asamblea en cuestión, al no cumplir con esa formalidad, queda en principio
afectada de un vicio relativo subsanable, como lo reconoce la doctrina nacional en la
voz del autor Rafael Ángel Briceño, en su obra De La Propiedad Horizontal, 2da
Edición, ampliada y corregida, Pág. 161, dejando establecido que:
“…el vicio que acarrea la inexistencia de la asamblea es la falta de convocación. Este es
el primer requisito formal de publicidad encaminado hacia el objetivo de lograr que los
propietarios tomen conocimiento de la oportunidad, forma y términos en que se
efectuará la reunión. Es un elemento esencial de la asamblea, pues en él va implícito el
derecho primario de participar en la vigilancia, control y gobierno de la comunidad de
intereses.”
En el presente juicio, se observa que se realizó la convocatoria a los propietarios del
Edificio, para la celebración de la asamblea del 20 de septiembre de 2012, en forma
privada, obviándose su convocación por la prensa, pues no existe en los autos
constancia de que la misma haya sido publicada por ese medio, como lo exige la Ley de
Propiedad Horizontal, en su articulo 24 infinne. Sin embargo, no consta en actas que
algún condómino, hubiese ejercido los recursos que establece la misma Ley para anular
los efectos de esa Asamblea así realizada, cunado consideren que la convocatoria no se
realizó bajo los parámetros y especifidades estipulados normativamente, lo que amerita
el ejercicio de la acción de nulidad a la que se contare el artículo 25 de la ley especial, y
el efecto que se genera en ausencia de esa demanda, es el de considerar como validos y
eficaces los acuerdos adoptados en esa Asamblea de copropietarios objeto de análisis.
En otro orden de ideas, es preciso destacar, en este sentido, el criterio del autor Omar
Magbani Sánchez en su obra Manual Practico Para Condominios, Pág. 178, donde deja
establecido lo referente a los efectos vinculantes que emergen de las Asambleas
realizadas cuando han alcanzado firmeza en cuanto a sus acuerdos, aduciendo que:
“…Es la cualidad del acto de la Asamblea para surtir los efectos legales propios, según
su naturaleza y la voluntad constitutiva, es decir, ello da sencillamente legalidad al acto
deliberatorio, produce firmeza y subsistencia jurídica, índole de legalidad en la forma y
eficacia en el fondo del asunto; sintetizando, la legalidad de sus decisiones…”
En este sentido es necesario puntualizar que la Ley otorga jerarquía máxima a las
decisiones de las Asambleas de Copropietarios, la cual gestiona y alimenta el mandato
ha desarrollar por los otros entes condomínales, por ello, consideramos de interés
procesal trae a colación el criterio del autor ya señalado, en su obra y Pág. 280, en
donde dejo establecido lo siguiente:
“…los otros mandatarios mencionados por la ley carecen de autonomía en cuanto al
proceso de toma de decisiones y su discrecionalidad se encuentra muy limitada en ese
aspecto, debiendo restringirse a desarrollar o ejecutar, dentro del ámbito de sus
facultades, las decisiones aprobadas por el cuerpo parlamentario.”
“Mencione: el Artículo 18 de la Ley de Propiedad Horizontal otorga a la Institución
Asamblearia jerarquía absoluta en el proceso de toma de decisiones, por cuanto la
menciona en el primer lugar de su enumeración, pero tal razonamiento no puede ser
aplicado a los otros entes nombrados, los cuales deben, necesariamente, realizar su labor
mancomunadamente. Podemos afirmar: la labor desarrollada por estos mandatarios –el
Administrador y la Junta de Condominio- pese a que sus funciones están íntimamente
relacionadas son complementarias entre sí, de tal manera, mal pudiera interpretarse:
alguno de ellos ejerce autoridad sobre el otro.”
En síntesis, la consecuencia que se deriva de lo analizado y tomando especial
consideración lo establecido en la Ley de Propiedad Horizontal y la doctrina, lleva a
este Juzgador a comprobar la validez del acta de Asamblea presentada en juicio,
celebrada el día 20 de septiembre de 2012 y por lo tanto, no queda duda alguna para
quien decide que siendo la Asamblea de Propietarios el órgano con mayor jerarquía para
la toma de decisiones, se debe tener como valida la designación del ciudadano JAIRO
JOVES HERNANDEZ, como Administrador del Condominio Doña Luisa, así como
también, el acta levantada por la Asamblea constituida, predominando así la voluntad de
las partes referente a la defensa e intereses de las cosas comunes, generadas en el ámbito
condominal, lo que produce como consecuencia que el ciudadano SIMON SENKI, se
encuentra obligado a Rendir las Cuentas solicitadas por el Administrador del Edificio
Doña Luisa, así como también la entrega de los Libros pertenecientes al condominio,
libros de actas y contabilidad, papelería, impresora, llaves, artículos de limpieza y
demás implementos del condominio solicitados en el Libelo de demanda, siendo
aplicables igualmente en este sentido las mismas fundamentaciones que tomo cuenta el
Juez para ordenar que el accionado le Rindiera las Cuentas de la gestión del condómino,
al demandante JAIRO JOVES HERNANDEZ, propietario del apartamento 1B del
mencionado Edificio, en los términos y modalidades establecidos en el articulo 678 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil. ASI SE DECIDE.
DECISIÓN
Por los fundamentos antes expuestos este JUZGADO PRIMERO DE LOS
MUNICIPIOS MARACAIBO, JESÚS ENRIQUE LOSSADA Y SAN FRANCISCO
DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, Administrando
Justicia en Nombre de la República Bolivariana de Venezuela, y por Autoridad de la
Ley, declara:
PRIMERO: SIN LUGAR la defensa previa al fondo de falta de Legitimidad activa
invocada por la parte accionada, ciudadano SIMON SENKI.
SEGUNDO: CON LUGAR la Rendición de Cuentas, solicitada por el ciudadano
JAIRO JOVES HERNANDEZ, parte demandante, al accionado SIMON SENKI, parte
demandada, entre las fechas de 04 de abril de 2011, hasta el 30 de junio de 2012 y hasta
la presente fecha, en los términos determinados en este fallo.
TERCERO: CON LUGAR la solicitud del ciudadano JAIRO JOVES HERNANDEZ,
con el carácter de Administrador del Condominio del Edificio Doña Luisa, y se ordena
al ciudadano SIMON SENKI, como Administrador saliente del mencionado inmueble,
rendir la cuenta solicitada y la entrega de los libros pertenecientes al Condominio del
Edificio Doña Luisa, libros de actas y contabilidad, papelería, impresora, llaves,
artículos de limpieza y demás implementos del condominio solicitados en el Libelo de
demanda, todo ello de conformidad con el articulo 678 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
CUARTO: SE CONDENA en Costas y Costos Procesales a la parte accionada
ciudadano SIMON SENKI, por resultar vencido totalmente en el presente juicio, ello de
conformidad con el artículo 274 del Código de Procedimiento Civil.
PUBLÍQUESE, REGÍSTRESE Y NOTIFIQUESE. Déjese copia certificada por
Secretaría de conformidad con lo dispuesto en el artículo 274 del Código de
Procedimiento Civil. Dada, sellada y firmada en la Sala de Despacho del JUZGADO
PRIMERO DE LOS MUNICIPIOS MARACAIBO, JESÚS ENRIQUE LOSSADA Y
SAN FRANCISCO DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA,
en Maracaibo, a los seis (06) días del mes de marzo de 2014.- AÑOS: 202° de la
Independencia y 154º de la Federación.-
EL JUEZ.

DR. FERNANDO ATENCIO BARBOZA


EL SECRETARIO.

Mgsc. ALANDE BARBOZA CASTILLO

En la misma fecha, siendo las doce y treinta minutos de la tarde (12:30 p.m.), se dictó y
publicó el fallo que antecede. Sentencia Nº 045-2014.
EL SECRETARIO

También podría gustarte