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Quijote”- Resumen
Por:
Claudia Huertas | 508225
Angie Vallejo |508212
Héctor Gordillo | 508606
Juan David Vargas | 508450
Preseminario
Mayo 4 – 2018
En el año 2011 publicaría “Los Asesinos del Emperador”; obra la cual lograría
llegar como finalista a los premios de la Crítica Literaria Valenciana.
En 2012 Santiago publica “La Noche en que Frankestein Leyó el Quijote”. Obra la
cual nos lleva a un viaje a través de diversas historias y anécdotas ocultas y
olvidadas de muchos de los grandes éxitos literarios de la historia. En 2014
publicaría “La Sangre de los Libros”, libro que tendría la misma finalidad que la
obra publicada en 2012.
- “Circo Máximo” (2013) y “La Legión Perdida” (2016), terminando así la trilogía
sobre Trajano.
Premios:
Resumen
¿Quién inventó el orden alfabético?
Siglo III a. C. El gran imperio de Alejandro Magno se descompone en diferentes
estados, y Tolomeo, general veterano, es el encargado de gobernar al legendario
Egipto; y es él mismo quien funda un nuevo edificio en Alejandría, una biblioteca.
Pero el tiempo se le acabaría, y sería su hijo, Tolomeo II, rey faraón de Egipto,
quien continuaría con la consolidación de la mayor biblioteca que el mundo
conociera en ese entonces. También ordenaría la construcción de una gran torre
con fuego en su cima, la cual serviría como guía de los barcos, lo cuales llegaban
atestados de todo tipo de mercancías, especialmente cestos enormes, llenos de
rollos de papiro.
A la gran llegada de los rollos se formaría un gran caos, todo al no tener un orden
adecuado para guardar los textos en la biblioteca, pero entonces, Tolomeo II
encargaría a Zenodoto para que diera solución al gran desorden. A Zenodoto
entonces se le ocurriría la idea de agrupar los textos por grupos, los que
comenzaban por una letra iban juntos y así sucesivamente. La gran idea se le
había ocurrido recordando su glosario de palabras arcaicas en las obras de
Homero. Y así, nacería el orden alfabético.
El autor secreto
Santiago en este capítulo nos sitúa en alguna ciudad de España, en el año del
Señor de 1553. Todo para presentarnos y describirnos una posible historia, la cual
daría lugar a las grandes pericias que se dieron para la no extinción de la gran
novela picaresca, “El Lazarillo de Tormes”, un gran sobreviviente a los años de la
Inquisición. Y, aunque Santiago en un momento nos revela que el no conocimiento
del autor de esta obra ha sido una gran derrota para la literatura, finalmente
recalca, que, “el anonimato eterno de aquel escritor, es, en realidad, una de las
grandes victorias de la literatura universal”.
La insistencia de uno de los investigadores, Calvin Hoffman, llegó a tal punto, que,
en 1987, año de su muere, se conoció que había dejado una millonaria
recompensa en su testamento, para quien fuera capaz de demostrar lo que él no
pudo en vida.
La prisión
En la cárcel pública de Sevilla, del año 1597, entraba un nuevo recluso. No era ni
más ni menos que don Miguel de Cervantes Saavedra. Sería aquella calurosa
prisión sevillana, a pesar de todas las penurias, en donde don Miguel escribiría las
primeras palabras de su legendario libro, “El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha”.
El Ave María de Schubert y la novela histórica
Sir Walter Scott fue un hombre que tuvo una infancia muy difícil, la cual se vio
marcada por el padecimiento de polio, como consecuencia sufriendo una cojera
que nunca desaparecería. Walter encontraría consuelo en las historias que le eran
contadas por parte de su tía Jenny; historias de la Escocia medieval.
Si bien fue injusto el trato recibido por el infravalorado Maquet, eran los editores
quienes peleaban por más obras de una ya consolidado Dumas, autor de aquellos,
que sólo por un nombre, es un éxito entre los lectores.
Tiempo después se daría la separación entre Maquet y Dumas, y, si bien las obras
de Maquet no tuvieron éxito, la de Dumas tampoco lo harían, su mejor época ya
había pasado; dejando así el pensamiento de que quizá, aquella colaboración
entre los dos autores, generaba obras extraordinarias, tales como “Los tres
mosqueteros” y “El conde de Montecristo”.
El discurso
Valladolid, mayo de 1885. En una gran casa, Gaspar Núñez de Arce y Pedro
Antonio de Alarcón intentaban convencer a José Zorrilla para que aceptara
ingresar a la Real Academia Española; pero un orgulloso Zorrilla tenía aun
presente el enfado de que en un pasado hubieran preferido a José Joaquín de
Mora por delante de él, y era él quien rechazaba a la Real Academia.
El mal clima los obliga a resguardarse bajo techo. Lord Byron propone un
concurso, el de crear una historia de terror. A Mary le apasionó la idea, y tras el
regreso del sol, es la única que se toma en serio el concurso; así que, quedándose
en aquella casa día y noche, crea la maravillosa novela titulada “Frankenstein o el
moderno Prometeo”. Libro que escribió inmersa en los paisajes montañosos
suizos, y en la lectura que su esposo, experto declamador, realizaba en las
noches. Aquel libro era “Don Quijote de la Mancha”. Shelley haría varios guiños
hacia la obra de Cervantes en su obra, y tal fue la pasión de Mary por la historia
del querido hidalgo, que terminaría por enamorarse de la literatura mediterránea;
tanto que terminaría por estudiar y aprender español, todo para leer la obra de
Cervantes en tu idioma original.
Primeras impresiones
En 1797, el editor Thomas Cadell Jr. se dispone a leer una novela que había
pospuesto varias veces, llevaba el título de “Primeras Impresiones”, la autora era
una mujer, lo cual lo hacía dudar acerca de su publicación. Su padre había editado
a David Hume y a Edward Gibbon, y publicado obras de Adam Smith y Tobias
Smollet, pero Thomas Cadell Sr. estaba cansado de autoras y sus novelas
románticas, únicamente se interesaba en las obras de Hannah More, y había
trasladado ese pensamiento a su hijo, haciendo que finalmente la obra de la joven
Jane Austen no fuera publicada.
Veintiséis días
En 1866 Fiódor Mijáilovich Dostoievski lo pierde todo, como consecuencia de su
ludopatía. Extrañamente su vida personal es un desastre, pero en lo literario las
cosas van por buen camino; continúa publicando periódicamente su obra “Crimen
y castigo”. A pesar de esto, las ganancias no le alcanzan para cubrir sus grandes
deudas, así que Dostoievski, como única salida, debe aceptar un avieso contrato
al editor Stellovski, en el cual deberá escribir una nueva novela en veintiséis días,
además de cumplir con su publicación de “Crimen y castigo”, todo a cambio de
tres mil rublos, los cuales cubrirían sus deudas; pero, de no conseguirlo, tendría
que pagar una multa, y peor aún, perdería todos los derechos sobre sus obras ya
publicadas.
Al fin sus deudas estaban cubiertas, y Dostoievski eufórico, regresó a casa para
proponerle matrimonio a Anna, quien se había enamorado de Dostoievski en el
proceso de su trabajo. Dostoievski se llevó a Anna por Europa, pero
lamentablemente recaería en su antiguo vicio.
Hija de la lluvia
En el amanecer del 24 de febrero de 1836, en el Hostal de los Reyes Católicos, en
Santiago de Compostela, una mujer golpea en la puerta principal, trae una criatura
en sus brazos. Aquella niña sería bautizada en un clandestino evento, esto debido
a que su padre era un sacerdote y su madre una hidalga de familia venida a
menos. Se le puso el nombre de María Rosalía Rita. La tía de la criatura se haría
cargo de ella, y muchos años más tarde, aquella niña se convertiría en una de las
grandes autoras de la literatura española, Rosalía de Castro.
Con su éxito logrado, Charles fue invitado a realizar algunas lecturas de sus más
famosas obras, todo con fines benéficos, y Charles, al haber sufrido tanto de niño,
no dudó en aceptar. Fue así que, para sorpresa de todos, estas lecturas fueron de
éxito rotundo. La gente en masas pagaba para oír a Charles narrar sus obras. Así
que, Santiago Posteguillo, nos manifiesta que, si Charles Dickens viviese, no
temería a la piratería, ya que la gente pagaría por oírle en vivo.
Pero no todo quedó ahí, Sherlock era demasiado conocido y querido para morir.
Así que su editor fue el primero en hacérselo saber, y rogándole a Arthur,
imploraba el regreso de Holmes. Y no sólo él, miles de seguidores le enviaban
centenares de cartas para que deshiciera aquella terrible muerte, a tal punto que,
en frente del domicilio de Doyle, se atestaban decenas de fanáticos, mostrando su
tristeza por la muerte de su más querido personaje literario.
La trinchera
Raymond Chandler se había enlistado en las tropas canadienses para así
participar en la Gran Guerra; la famosa “guerra de las trincheras”, y es que fue
gracias a una trinchera que Raymond sobrevivió. Luego de que se comenzara la
detonación de cañones, para intentar sacarlos de su lugar de protección, los
compañeros de Raymond cedieron al pánico, saliendo y siendo abatido por
cientos de balas disparadas desde implacables ametralladoras. Raymond
sobrevivió, y con él, grandes obras de la novela negra que tanto aportaron a la
literatura.
La Gestapo y la literatura
Junio de 1924. Max Brod había prometido, en el lecho de muerte de su gran amigo
Franz Kafka, quemar todos sus escritos. Max era un mar de dudas, a pesar de la
promesa, no era capaz de hacerlo. Se sentó, y comenzó a leer una por una; eran
obras maestras, no podía permitir que se perdiera tal calidad, así que no sólo
decidió no quemar los escritos, sino que también los publicó, hecho que cambiaría
la historia de la literatura universal. Sin embargo, estos no eran todos los textos
creados por Kafka, por otro lado, estaba Dora Diamant, amiga de Franz, la cual
había conocido en el sanatorio de Kierling años antes. Dora tampoco quería
deshacerse de los escritos, aunque sabía que eran buscados por el nuevo
régimen nazi. Desgraciadamente, Dora fue detenida por la Gestapo en 1933, y
lamentaría profundamente el no haber publicado los escritos antes. Dora huiría a
Rusia, pero no correría con suerte, ya que fue víctima de las purgas del régimen
de Stalin.
¿Qué pasó con los escritos de Kafka? Bueno, nunca fueron encontrados, y hasta
el día de hoy siguen siendo buscados.
Las obras se vendían muy bien, y todo se veía bien para Tolkien; hasta que, en
1965, la editorial Ace Books de Estados Unidos decidiría lanzar la trilogía, pero sin
pagar derechos de autor a Tolkien, un hecho increíblemente bajo. La editorial se
amparaba diciendo que el presidente de aquel entonces, Eisenhower, al estar más
atento de la Guerra Fría, no había estampado su firma en un tratado internacional
que exigía el reconocimiento de los derechos de autor de toda obra, este tratado
era el Convenio de Berna. Sin embargo, Tolkien no iba a rendirse tan fácilmente, y
con la paciencia y precisión que caracterizaba al protagonista de su primera
novela, Tolkien, que había recibido una gran cantidad de cartas desde Estados
Unidos, comenzaría a responder una por una, y así comentarle su situación a
cada uno de sus lectores. Finalmente, el escándalo y presión social fue de tal
magnitud, que la editorial contactó con J. R. R. Tolkien, para acordar la cantidad
de dinero a recibir por las publicaciones de su obra.
El último vuelo
El presidente estadounidense, era de nuevo protagonista en otra historia de la
literatura universal. Eisenhower había recibido una carta de un veterano piloto
francés, en la cual le imploraba ser admitido en un convoy para incorporarse como
piloto en una misión de reconocimiento en el Mediterráneo. Eisenhower, aceptó
sin dudarlo, a pesar de que el solicitante tenía varias limitaciones físicas, fruto de
numerosos accidentes aéreos en el pasado. Antes de partir, Antoine de Saint-
Exupéry entregó una última obra, muy diferente a las ya publicadas.
Tras la muerte del piloto francés, su obra sería publicada, logrando en poco tiempo
un notable éxito. Y es que el libro, titulado “El principito” era enigmático, podía
interpretarse según la persona, gustando así entre niños y adultos. Para Santiago,
el libro es una historia de difícil clasificación, “es la obra de alguien que había visto
la muerte de cerca muchas veces en su vida”.
La novela perdida
En 1989, el bisnieto de Julio Verne encontraría un vetusto escrito en la antigua
casa de su bisabuelo. Aquel texto era una de las primeras obras del escritor
francés, texto que había sido rechazado por el editor de Verne en un pasado. Sin
embargo, nuestro protagonista daría a conocer al público la obra, ochenta y cuatro
años después de la muerte de su bisabuelo. Aquella obra era una impactante
novela que describía el mundo en pleno Siglo XX, pero se acercaba más a una
descripción demoledoramente detallada del mundo en el Siglo XXI.
Escritores asesinos
Santiago nos narra el cómo conoció a la escritora Anne Perry, experta en la novela
victoriana, novela sobre la Gran Guerra y novela negra. Pero esta magnífica
escritora tenía un pasado oscuro. Cuando adolescente, antes de cambiarse el
nombre a Anne Perry, Juliet Hulme, asesinaría brutalmente a la madre de su mejor
amiga, la cual también participó en el atroz crimen. Juliet pasaría cinco años en
prisión, al salir cambiaría su identidad y se volvería escritora. Y es que ella no ha
sido la única escritora en tener un pasado manchado de sangre. Otros ejemplos
son los de William Burroughs y Henry Abbott. William, que, en estado de
embriaguez, asesinaría a su esposa, intentando jugar a Guillermo Tell; y Henry,
que no controlaba sus instintos, ocasionando que asesinará en repetidas
ocasiones. O incluso el de la increíble historia de Vlado Taneski, que escribía para
el periódico novela negra, en donde comenzó a narrar algunos asesinatos a
prostitutas que habían sucedido en la región; pronto se descubriría que Taneski
era el autor de dichos crímenes.
Nadie hubiera imaginado que, gracias a una pequeña niña, se decidiera el éxito de
una de las mejores obras de fantasía que tanto han hecho imaginar a niños y
adultos, una obra que tanto ha entregado a una generación “marcada” por magia
de la historia del niño mago.
Bibliografía:
• https://www.escritores.org/biografias/17662-posteguillo-santiago-
• http://www.lecturalia.com/autor/3709/santiago-posteguillo