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LICENCIATURA EN PSICOPEDAGOGÍA
CICLO DE COMPLEMENTACIÓN A DISTANCIA
Cohorte 2016
ALUMNO/A:
DNI Nº: 33.168.367
DIRECCIÓN POSTAL: El Prado Eco Village – Calle la Aguadita s/n. Salta, Capital.
CORREO ELECTRÓNICO:
TELÉFONO:
COMISIÓN: “C”
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instrumentos para medición de las prácticas educativas familiares, entre otros. Pero muy
pocos estudios e investigaciones se enfocan en las competencias parentales y la
discapacidad.
En cuanto a esta línea de investigación, Contreras Fernández (2013) realizó un estudio
comparativo entre las competencias parentales de padres de hijos con y sin discapacidad
intelectual, subrayando la importancia de conocer la mayor cantidad de aspectos relativos
al estilo de educación como el punto de inicio de una intervención diseñada a la medida de
la dinámica de una familia que posee ciertas características, las cuales amerita apoyos y
orientaciones.
Dentro de esta perspectiva, pero dirigida específicamente al estudio de los estilos
parentales y el desarrollo de la autonomía personal y social de los niños y adolescentes con
discapacidad visual, auditiva y motora, Camisan (2015) refiere que existe influencia entre
los estilos de parentalidad con la autonomía e inclusión social, poniendo de relevancia la
importancia de ahondar en dicha relación.
Desde la incidencia del estilo de crianza parental en el desarrollo del niño, surge la
iniciativa de conocer cuáles son las competencias parentales presentes en las madres de
niños con discapacidad. Tal conocimiento contribuye al abordaje psicopedagógico clínico
del niño, para de esta manera poder realizar las intervenciones que se requieran en el
contexto familiar, y favorecer así el desarrollo del aprendizaje.
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Partir de una mirada integral que contempla al sujeto con discapacidad incluido dentro
de un sistema familiar, permite ampliar la mirada puesta sobre las necesidades de
rehabilitación, hacia la importancia del vínculo materno – filial.
3. Objetivos de la investigación
3. 1. Objetivo general.
Conocer las competencias parentales que predominan en las madres de hijos con
discapacidad de la cuidad de Salta.
5. Fundamentación teórica
5.1. Antecedentes (estado del arte)
La exploración de las competencias parentales por parte de la comunidad científica es
variada y extensa. Numerosas investigaciones refieren al análisis de éstas, relacionándolas
con diversas variables. Aun así, el estudio de las competencias parentales en padres con
hijos con discapacidad es más acotado, encontrando algún resultado en el rango extranjero,
y no así que en el local. A continuación, se realizará un repaso de algunas de estas
investigaciones, destacando la información relevante.
En España, Vázquez, Cruz Molina, Ramos y Artazcoz (2016) realizaron un estudio a fin
de validar un instrumento de evaluación de las habilidades parentales promovidas en una
intervención de educación parental. Los investigadores validaron un instrumento
compuesto por un cuestionario de 43 ítems y 6 dimensiones que es utilizado en el marco de
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un programa de educación parental en diferentes zonas de España. Para ello, tomaron la
muestra de 84 padres/madres que participaron en un programa de apoyo parental. Esto
permitió adaptar el instrumento, reduciéndolo a una versión de 19 ítems, pilotado por 10
familias y 12 profesionales. Los resultados de la investigación demuestran que la nueva
versión del instrumento reúne las dimensiones básicas de habilidades parentales, con un
lenguaje accesible, con propiedades psicométricas acordes.
Abordando la comparación entre familias con hijos con discapacidad y familias con
hijos sin discapacidad, Contreras Fernández (2013) realiza una investigación comparativa
de familias teniendo en cuenta la competencia parental, en Madrid. El estudio indaga sobre
la existencia de discrepancias en el estilo parental entre ambos grupos de padres,
cuestionando si existe diferencia entre la percepción con respecto a sus padres de personas
con discapacidad y sin discapacidad, y finalmente se pregunta si la discapacidad intelectual
es un factor determinante en el estilo parental. A tal fin, se tomó una muestra intencional
de 353 personas, de las cuales 187 son padres (113 con discapacidad, 74 sin discapacidad)
y 166 hijos; y se utilizó la escala de competencia parental percibida. Los resultados
arrojaron que el grado de ajuste en la respuesta parental de los hijos sin discapacidad es
mayor en comparación al que presentan los padres de hijos con discapacidad. Además, se
demostró la influencia de la discapacidad intelectual en factores que forman parte de la
dinámica familiar, pero a su vez el estilo parental está condicionado por múltiples factores
sociodemográficos. Es decir, la discapacidad intelectual según este estudio influye pero no
determina el estilo parental.
También en España, Pérez Padilla, Lorence Lara y Menéndez Álvarez-Dardet (2010)
estudiaron el estrés y la competencia parental en madres y padres trabajadores, con el
objetivo de evaluar las dimensiones en función al contexto familiar y laboral, e indagar su
tributo al nivel de estrés relacionado a la paternidad. Se evaluó el rol ejercido por la
percepción de la competencia de ambos padres, luego de controlar ciertas características de
los contextos. La muestra estuvo conformada por 74 padres/madres en situación laboral
activa y a cargo del cuidado de un menor en edad escolar. Se administró un cuestionario
sociodemográfico, un instrumento destinado a evaluar las características del trabajo a
través de las dimensiones de dedicación y flexibilidad; y la versión española del
cuestionario Parental Sense of Competence. Los resultados de la investigación
demostraron que la dedicación al trabajo, la cantidad de hijos y la percepción de dificultad
en el cuidado de su hijo, constituyeron las variables más fuertes para explicar el estrés
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paternal. A su vez, se llegó también a la conclusión que una valoración positiva y optimista
del rol que juega el sujeto en el proceso educativo y de cuidado de sus hijos, generó la
mitigación del surgimiento del estrés parental.
En Latinoamérica, más precisamente en Perú, una investigación estudia la correlación
entre la competencia parental percibida de padres y las habilidades metalingüísticas de 5 a
6 años en una institución educativa de la cuidad de Sullana (Castañeda Cáceres, 2016) Para
ello, tomó una muestra de 111 familias. Con el objetivo de describir el desarrollo de las
habilidades metalingüísticas con las variables sociodemográficas se administró el Test de
Habilidades Metalingüística, compuesto por 102 ítems. Por otro lado, a fin de describir el
desarrollo de las competencias parentales con las variables sociodemográficas se
administró la Escala de Competencia Parental Percibida (ECPP) A partir de los resultados,
los investigadores concluyen que la capacidad paternal para la implicación en el proceso de
aprendizaje y la resolución de las tareas escolares de sus hijos, como así también el índice
de tiempo y espacio destinado para conversar con ellos, la función de enseñarles el medio
en el que viven y cómo integrarse; la formación y el ocio, la capacidad para dialogar y de
comunicarse ante las demandas y necesidades de los niños no demuestra una relación
significativa con las habilidades metalingüísticas.
En Chile, Contreras Fernández (2015) realizó un estudio con el objetivo de conocer los
aspectos de la competencia parental que pueden verse beneficiados en familias de hijos con
discapacidad intelectual, teniendo en cuenta las estrategias y acciones implementadas por
las figuras parentales frente a la discapacidad. Para ello, se tomó la Escala de Competencia
Parental Percibida (ECPP) a una muestra compuesta por 353 personas, de los cuales 187
eran padres – que se dividen en dos submuestras: 113 padres de hijos con discapacidad y
74 personas de padres de hijos sin discapacidad-, y 166 hijos – de los cuales 92
presentaban una discapacidad, y 74 no. Los resultados del estudio refieren que los hijos
con discapacidad obtienen puntuaciones promedio superiores en actividades de ocio,
integración educativa y comunicativa actividades compartidas, sobreprotección
deseabilidad social, permisividad y conflictividad. Se considera que la discapacidad
intelectual puede estar interviniendo de manera positiva en los tres primeros factores antes
mencionados, pero, sin embargo en los últimos dos factores ejerce un efecto en la
obtención de puntuaciones no beneficiosas para la familia. A su vez, se determinan
diferencias en cuanto a la cantidad de padres que trabajan, siendo mayor cantidad los
padres de hijos sin discapacidad. Por otro lado, no se pudo atribuir la exclusividad de la
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discapacidad intelectual como un factor que influencia los diferentes factores, ya que
existen variables sociodemográficas que generan influencia, y no pudieron ser controladas
en el estudio. Por último, según este estudio, los hijos con discapacidad valoran de mejor
manera a sus padres en función a su implicación en la crianza, a diferencia de los hijos sin
discapacidad. De esta manera, según la autora, podría considerarse que la discapacidad
intelectual juega de manera beneficiosa a la hora de valorar las competencias parentales.
Por último, destaca la explicación de los resultados a través de la presencia de las madres
en el hogar, como variable influyente.
Balbín Miranda y Najar Cruz (2014), también en Perú, desarrollaron un estudio
descriptivo correlacional, a través del cual indagaron sobre la relación entre las
competencias parentales y el nivel de aprendizaje en estudiantes de 5to a 6to grado de
primaria. Se administró la Escala de Competencia Parental Percibida (ECPP) versión hijos
a 157 alumnos – 71 alumnos de 5to de primaria y 86 alumnos de 6to-. Los resultados de
esta investigación demuestran que la competencia parental se vincula de manera directa
con el índice de aprendizaje de los alumnos de 5to y 6to de primaria de la institución
educativa elegida. En general, no existe relación significativa entre las competencias
parentales y el nivel de aprendizaje en los estudiantes de ambos niveles de primaria, con
excepción de las dimensiones de implicación parental y deseabilidad social con el nivel de
aprendizaje de niños de 6to. En Argentina, Vargas Rubilar (2018) realizó un trabajo de
adaptación de la Escala de Competencia Parental Percibida (ECPP), versión padres, a una
población de padres argentinos. Para ello, se utilizó una muestra de 552 padres de niños de
4to y 5to grado residentes de la provincia de Córdoba. La secuencia metodológica implicó
la adaptación lingüística de algunos reactivos de la escala original, la administración de la
prueba y el estudio psicométrico. Los resultados de la investigación instrumental revelan
que el instrumento es fiable para evaluar la percepción que los padres poseen sobre sus
competencias parentales, presentando adecuadas propiedades psicométricas para ser
utilizada en padres argentinos.
Por otro lado, Febbraio (2015) indagó sobre la evaluación psicológica de las fallas en
las competencias parentales en padres maltratadores argentinos. Con esta finalidad, analizó
a partir de nueve competencias parentales, si la falla en tales funciones se vincula con el
maltrato de padres hacia hijos, en una muestra de 62 casos de padres y madres
judicializados. A estos sujetos se le administró cuatro técnicas proyectivas para su
evaluación: entrevista semidirigida, Test de las Dos Personas, Test de la Familia Kinética y
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el Cuestionario Desiderativo. Cada test contaba con un indicador adaptativo por
competencia, de tal manera que su ausencia sería suficientemente relevante para de esta
manera ser relacionado con conductas de maltrato. Los resultados del estudio arrojan que
existe una prevalencia de fallas en las capacidades parentales, dado que se observó
prevalencias medias y medias bajas de los indicadores adaptativos en ocho de nueve
competencias parentales.
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Baumrind (1967, 1971, citado en Torio, 2008) desarrolla un postulado teórico sólido en
cuanto a estilos parentales se refiere, que fue tenido en cuenta por numerosos autores
dedicados a la temática. Siguiendo sus aportes, pueden identificarse tres estilos educativos
parentales (Torio, 2008): autoritario, permisivo y autoritativo.
Por su parte, MacCoby y Martin (1983) ampliaron la tipología de Baumrind,
proponiendo cuatro estilos parentales conformados a través de la combinación de las
dimensiones de control y apoyo, incorporando el estilo negligente.
Competencias parentales
Las competencias parentales según Barudy y Dantagnan (2010) se refiere a la manera
semántica de mencionar a las capacidades que poseen los padres para cuidar, proteger y
educar a sus hijos, brindándoles un desarrollo saludable.
Por su parte, Bayot Mestre y Hernández Viadel (2008) definen las competencias
parentales como la capacidad autopercibida de los progenitores en función al
afrontamiento de la tarea de educar a sus hijos en forma satisfactoria y eficaz.
Rodrigo, Martín, Cabrera y Máiquez (2009) identifican ciertas características de las
competencias parentales:
Es multidimensional, dado que pone en juego el funcionamiento integral de los
aspectos cognitivos, afectivos y comportamentales.
Es bidireccional, en tanto es útil tanto para proveer el ajuste del sujeto y
socialmente dentro del contexto, como para evaluar aquello que los contextos
brindan a los sujetos a lo largo de su desarrollo.
Es dinámica, en la medida que se modifica en tanto el sujeto se enfrenta a
nuevos desafíos y conflictos evolutivos que debe resolver, como también a las
expectativas que la sociedad le impone cumplir.
Es contextual, dado que las tareas evolutivas se ponen en práctica en contextos
vitales, y estos contextos brindan oportunidades de nuevos aprendizajes y
praxias.
Se puede observar la complejidad conceptual de las competencias, dado que constituyen
el resultado del acuerdo de tres dimensiones, esto es: la atmósfera en términos educativos
que los padres fueron creando para el desarrollo de las tareas cotidianas, la singularidad del
hijo y los factores psicosociales, económicos y culturales que condicionan a la familia
(White, 2005)
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Azar y Weinzerl (2005) definieron algunas de las capacidades que son requeridas para
desempeñar el rol de la paternidad, salvando que éstas no son distintas a las que requiere el
ser humano para funcionar de manera óptima en las relaciones interpersonales generales.
Agruparon en cinco áreas las distintas competencias parentales, a saber:
Educativas, como por ejemplo la conducción del niño, su cuidado físico, la
provisión de seguridad, expresión emocional.
Sociocognitivas, por ejemplo las expectativas acordes a las capacidades
infantiles, el estilo de atribución positivo, autoeficacia.
Autocontrol, en tanto implica por ejemplo el control de los impulsos, la
percepción precisa, las habilidades de autocontrol, la asertividad.
Manejo del estrés, como por ejemplo el autocuidado, relajación, la capacidad
para divertirse, el mantenimiento del soporte social, la capacidad para afrontar,
la planificación.
Sociales, en tanto implica la resolución de situaciones problemáticas
interpersonales, la empatía, el reconocimiento de las emociones.
Rodrigo y otros (2009) estructuraron las competencias que son necesarias para la
crianza en cinco categorías de habilidades:
1. Habilidades educativas: calidez y afecto y reconocimiento de los logros; control
y supervisión del comportamiento; estimulación y apoyo al aprendizaje; actitud
ética ante la vida y educación en valores; adaptabilidad a la singularidad del
niño; autoeficacia parental y locus de control interno.
2. Habilidades de agencia parental: refieren a aquellas que demuestran el modo en
que los padres se perciben y viven su rol, por ejemplo: acuerdo en la pareja,
percepción ajustada del rol y reconocimiento de la importancia de los padres en
el bienestar del niño.
3. Habilidades de autonomía personal y búsqueda de apoyo social: implicación en
la tarea de educar; responsabilidad ante su bienestar; visión positiva del niño y
de su familia; búsqueda de ayuda para complementar el rol parental; identificar y
utilizar los recursos necesarios; búsqueda de ayuda de personas significativa
frente a situaciones problemáticas y confianza y colaboración con profesionales
que ofrecen apoyo.
4. Habilidades para la vida social: control de impulsos; asertividad; autoestima;
habilidades sociales; estrategias de afrontamiento ante situaciones de estrés;
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resolución de conflictos interpersonales; capacidad para responder a múltiples
tareas; planificación y proyecto de vida y visión óptima y positiva de la vida.
5. Habilidades de organización doméstica: administración eficiente de la economía
doméstica; mantenimiento de la limpieza y orden de la casa; higiene y control de
salud; preparación regular de comidas saludables y arreglos y mantenimiento de
la vivienda.
Siguiendo los aportes de Contreras Fernández (2013), se puede indicar que la
competencia parental es un término extenso que incluye aquello necesario para que padres
y madres asuman la tarea difícil de criar, cuidar y educar a sus niños.
Familia y discapacidad
La familia, desde la perspectiva sistémica es concebida como una totalidad, y no como
la adición de individualidades de las personas que la conforman. Su dinámica se sostiene
en mecanismos que le son propios pero también distintos a los que manifiestan un
miembro aislado. Este sistema social natural puede comprenderse desde su estructura, su
ciclo vital y desde los fenómenos y patrones que se dan en la interacción que se entrelazan
en su interior (Hernández, 2007)
Siguiendo los aportes de Manjarres Carrizalez (2012), en el funcionamiento de la
familia como un sistema, si una de las partes se ve afectada o alternada – esto es, un
miembro – se genera un efecto inmediato en las demás partes, como así también en la
estructura familiar.
Aprehendiendo la familia desde esta perspectiva, puede comprenderse entonces que el
nacimiento de un hijo con discapacidad produce una crisis imprevista, un desajuste que les
exige a los padres una acomodación inmediata. El equilibrio del sistema se ve
descompensado, y el sistema relacional interno, como externo se ve alterado (Vallejo
Martínez, 2011) En esta línea, Schorn (2003) plantea que esta experiencia afecta no sólo a
los padres, sino también a los hermanos, debido a que instala la necesidad de reasignar
roles, expectativas y la dinámica.
Diversos estudios desarrollan las fases por las que atraviesan los padres en la aceptación
del diagnóstico de su hijo, sirviendo de referencia como proceso de afrontamiento ante la
discapacidad (Cuxart y Fina, 2011; Paniagua, 2002):
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Shock: ante lo imprevisto del diagnóstico, los padres sufren desconcierto y
parálisis, predominando los pensamientos negativos. Esto interfiere en la
compresión de lo informado.
Negación: los padres emprenden la búsqueda de otras opiniones, destacando
aquellas más esperanzadoras. Una vez aceptado el diagnóstico pueden ingresan a
una fase de desesperanza.
Depresión: los padres asumen un estado de tristeza.
Reacción: nacen sentimientos y emociones que orientan hacia la adaptación.
Adaptación o Realidad: los padres logran superar la fase depresiva, buscando
caminos para enfrentar el problema. La calma emocional que experimentan les
provee una visión más real y práctica sobre cómo actuar y hacia dónde acudir.
El nivel de intensidad, el orden y el tiempo de cada fase estarán sujetos a las
características parentales y de la familia extensa. Además, cabe destacar que se trata de un
ciclo que inicia nuevamente en función del momento evolutivo en que se encuentre la
familia y el hijo (Durán Estrada, 2011)
Por otro lado, Núñez (2003) establece que el enfrentamiento de la familia a esta crisis
implica tanto una oportunidad para crecer, madurar y fortalecerse, como así también el
peligro de desviaciones vinculares entre sus miembros. Aún así, la acomodación y
reorganización no implica la plena conformidad de la discapacidad, ya que, si bien puede
existir una aceptación del hijo tal cual es, la disconformidad en cuanto a las limitaciones
funcionales se mantiene (Paniagua, 2002)
Dentro de la díada parental, Vallejo Martínez (2011) realiza una distinción en los roles
que desempeñan padres y madres frente a la llegada de un hijo con discapacidad. Así, es
frecuente reconocer que gran parte de la responsabilidad es delegada y afrontada por las
madres. La escasa participación del padre produce la falta de límites claros en la relación
materno-filial, incrementando los factores de riesgo para la complicación del duelo, como
también la estructuración psíquica del niño.
Marcin (1993) describe el frecuente proceso solitario de búsqueda de soluciones,
respaldada en el mejor de los casos por el padre. Éste, demuestra con frecuencia una
actitud distante hacia el niño, ya que la impotencia y la confusión acerca de la discapacidad
lo dirigen al pensamiento, inconsciente o no, de que su hijo precisa de la presencia de su
madre, siendo él prescindible. Asume la responsabilidad de saldar los gastos que generan
la atención y el mantenimiento de la familia.
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Finalmente, Pérez (2001) establece que las intervenciones terapéuticas en un niño con
discapacidad tienen que tener en cuenta las ideas, comportamientos y las prácticas
educativas de los padres, ya que generan un notable impacto en su crecimiento.
6. Metodología
6.2. Muestra
La muestra de la presente investigación estará compuesta por madres de hijos con
discapacidad, cuya edad se encuentren entre los 6 y los 12 años; y madres de hijos sin
discapacidad dentro de la misma franja etaria, de la ciudad de Salta. La muestra será de un
tamaño aproximado de 60 sujetos, conformada por 30 madres de hijos con discapacidad y
30 madres de hijos sin discapacidad.
Se trata de una muestra no probabilística, seleccionada de manera intencional. Las
unidades de observación están compuestas por madres de hijos con y sin discapacidad, y la
unidad de análisis serán los estilos parentales.
Para formar parte de la muestra, se tendrán en cuenta los siguientes criterios de
inclusión:
Madre de hijo con discapacidad.
Madre de hijo sin discapacidad.
Edad del hijo entre los 6 y 12 años.
Disponibilidad para participar voluntariamente, informando su consentimiento
de manera escrita.
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6.3. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
Evaluación de la competencia parental
Para medir las competencias parentales percibidas se utilizará la adaptación argentina de
la Escala de Competencia Parental Percibida (Bayot Mestre y Hernández Viadel, 2008)
realizada por Vargas Rubilar (2018)
La ECPP valora la percepción de los padres en función a sus competencias parentales
para el cuidado y atención de sus hijos. Inicialmente, recoge información básica de los
sujetos que conforman la muestra (edad, lugar de residencia, estado civil, cantidad de hijos,
entre otros) La escala está conformada por 22 ítems a través de los cuales se miden cinco
dimensiones, esto es: implicación escolar, dedicación personal, ocio compartido,
asesoramiento u orientación, asunción del rol de ser padres. Estos ítems consisten en frases
vinculadas al rol de padre/madre/pareja. La escala ofrece cuatro opciones de respuesta:
nunca, a veces, casi siempre, siempre. El estudio de la escala versión original determinó
una consistencia apropiada con alfas de Cronbach de .86. (Vargas Rubilar, 2018)
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Pasos Descripción de Actividades Tiempo en meses
1 2 3 4 5 6
1 Búsqueda bibliográfica. x
2 Administración de pruebas x
3 Elaboración del marco teórico. x
4 Análisis e interpretación de los datos x
5 Elaboración del Informe Final x
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8. Referencias bibliográficas
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Parentales en contextos de riesgo psicosocial. Intervención piscosocial, 18 (2), 113-
120.
Richaud de Minzi, M. (2005) Estilos parentales y estrategias de afrontamiento en niños.
Revista Latinoamericana de Psicología, 37 (1), 47-58.
Rodrigo, M., Máiquez, M., Martín, J. y Byrne, S. (2008) Preservación familiar: un
enfoque positivo para la intervención con familias. Madrid: Pirámide.
Rodrigo, M. J., Cabrera Casimiro, E., Martín Quintana y Máiquez Chávez, M.L. (2009)
Las competencias parentales en contextos de riesgo psicosocial. Intervención
psicosocial, 18 (2), 113-120.
Schorn, M. (2003) La capacidad en la discapacidad. sordera, discapacidad intelectual,
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Torío López, S., Peña Calvo, J.V. y Rodríguez Menéndez, M del C. (2008). Estilos
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Educativa, (20), 151-178.
Valencia, Y. y Casadiego, D. (2016) Estilos educativos parentales, comportamientos
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en institución educativa Municipio de Chaparral, Tolima. Universidad de La
Sabana, Bogotá. Recuperado de
https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/27928/Yeiny
%20Carolina%20Valencia%20%28Tesis%29.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Vallejo, J. D. (2011) Duelo de los padres ante el nacimiento de un hijo con discapacidad.
Latreia, 14 (2) Recuperado de
https://www.researchgate.net/publication/26583051_Duelo_de_los_padres_ante_el
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Vázquez, N., Cruz Molina, M., Ramos, P. y Artazcoz, L. (2016) Validación de un
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Educació, 9 (2), 30-47.
White, A. (2005) Dynamics of family developments. The theory of family development.
Nueva York: Gilford.
Yuni, J y Urbano, C. Técnicas para investigar 2. Recursos metodológicos para la
preparación de proyectos de investigación. Córdoba: Editorial Brujas.
18
19
ANEXOS
NOMBRE y APELLIDO:
SEXO: BARRIO:
OCUPACIÓN:
Nivel de estudios: (colocar una x donde corresponda, es decir en el nivel educativo al que llego)
Número de hijos/as y edad de los mismos: (ordene de mayor a menor indique F= femenino M= masculino)
N° Edad Sexo N° Edad Sexo
1 5
2 6
3 7
4 8
INSTRUCCIONES:
A continuación va a encontrar una serie de frases relacionadas con la función de ser padre/madre. Lea cada una
de ellas detenidamente y conteste según su grado de acuerdo con cada frase, empleando para ello una escala de
4 puntos.
- Si no le ocurre Nunca o muy rara vez anote …………1
- Si le ocurre A VECES o de vez en cuando anote ……….2
- Si le ocurre CASI SIEMPRE anote ……………………………..3
- Si le ocurre SIEMPRE anote ……………………………………..4
Es importante que el cuestionario se rellene en función de lo que usted piense como padre/madre a la hora de afrontar
las situaciones que más adelante se enumeran: 20
HOJA DE RESPUESTA
1 2 3 4
NUNCA A VECES CASI SIEMPRE SIEMPRE
1 2 3 4
(1) Felicito a mis hijos/as cada vez que hacen algo bien.
(2) Apoyo en casa las reglas, normas y expectativas de conducta de la
escuela
(3) En casa intento y /o promuevo que cada uno exprese sus opiniones.
(4) Consulto con el/la maestro/a el desempeño de mis hijos/as en
el colegio.
(5) Conozco los deberes y tareas que les dan en el colegio a mis
hijos.
(6) Concurro a lugares donde hay más niños/as para favorecer que
mis hijos/as se relacionen.
(7) Veo con mis hijos/as, ciertos programas de TV. y los comento
con ellos después.
(8) Me preocupo por incluir a mis hijos/as en actividades
extraescolares.
(9) Colaboro en las tareas del hogar.
(10) Ayudo a mis hijos/as a establecer una rutina diaria en cuanto a
hábitos de higiene.
(11) Me mantengo en contacto-comunicación- frecuente con la
escuela para estar al tanto de programas de ayuda disponibles
para las familias.
(12) Guardo de forma organizada la documentación (datos
médicos, escolares, fotos,
documentación legal, etc.) referida a mis hijos
(13) Estoy dispuesto/a a escuchar y comprender lo que me dice el
personal de la escuela.
(14) Respondo a las encuestas escolares que buscan averiguar los
intereses, aptitudes y habilidades de mis hijos/as.
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(15) Planteo junto con el/la maestro/a las metas y objetivos de mi
hijo/a
(16) Mis hijos/as tienen un horario fijo para levantarse y acostarse.
(17) Durante el día, dedico un tiempo para hablar con a mis
hijos/as
(18) Ayudo a mis hijos a que se organicen diariamente en relación
al estudio
(19) Hago pequeños paseos con la familia a plazas, parques, cine,
museos, zoológico, etc.
(20) Tengo suficiente tiempo para atender a mis hijos/as.
(21) Asisto a las reuniones de padres y madres convocadas por la
escuela.
(22) Sé muy bien los cambios que implican en mi vida y en la de mi
pareja la llegada de los hijos/as.
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