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lenguaje; además, es culpa de la lingüística el explicitar su relación con este

AUTHIER REVUZ, J. "Heterogeneidades enuncia- exterior, y cualquiera que sean las precauciones que puedan ser tomadas
tivas", en Langages N° 73. Los planos para delimitar un campo autónomamente lingüístico, el exterior retoma
de la enunciación. Mars 1984. implícitamente, en un dominio como el de la enunciación, en el interior de la
descripción, y esto bajo la forma "natural" de la reproducción, en el análisis
de las evidencias comprobadas por los sujetos hablantes en lo que corres-
ponde a su actividad lingüística. De esta manera, yo quisiera, explícitamente,
recurrir a los abordajes que, desde el exterior de la lingüística, han dejado mal
Heterogeneidades enunciativas paradas, en forma irreversible, a las evidencias narcisísticas del sujeto como
fuente y amo de su decir, como a un exterior pertinente para el campo lin-
La "complejidad enunciativa" está de moda: distanciamiento, grados de güístico de la enunciación, para poder trabajar en ese campo sin participar de
compromiso, desniveles o desajustes enunciativos, polifonía, desdoblamiento la "operación de salvamento del sujeto" que denunciaba P. Kuentz(72) hace
o división del sujeto enunciado ... Hay cantidad de nociones que -por medio diez años3.
de cuadros teóricos diferentes 1_ dan cuenta de formas lingüísticas, discursi- Me apoyaré por un lado en los trabajos que presentan al discurso como
vas o textuales que alteran la imagen de un mensaje monódico. Testimonio producto de los interdiscursos y, llegada de otro horizonte, en la problemáti-
de esto son los numerosos trabajos que, en los últimos años, se ocupan de los ca del dialogismo de Bajtin, por otro lado también me apoyaré sobre el abor-
discursos referidos (directo, indirecto, indirecto libre), las comillas, itálicas, daje del sujeto y de su relación con el lenguaje, teoría que ha sido sostenida
citaciones, alusiones, ironía, pastiche, estereotipia, presuposiciones, precons- por Freud y por Lacan en su relectura de la obra freudiana, para exponer lo
trucciones, enunciado dividido, palabras "argumentativas" ... que yo llamo la heterogeneidad constitutiva del sujeto y de su discurso.
Sería mi deseo, en este trabajo, y a propósito de un conjunto de formas Es con relación a este exterior a la lingüística -es decir, teniéndolo en
que llamo formas de la "heterogeneidad mostrada" en tanto ellas inscriben al cuenta pero sin confundirla con él; intentando proponer la irreductibilidad y
"otro" en el hilo del discurso -discurso directo, comillas, formas de retoque o la articulación de los dos planos- con que propondré una descripción de la
de glosa, discurso indirecto libre, ironía2- interrogarme sobre el estatus de las heterogeneidad mostrada, como formas lingüísticas que presentan modos
formas enunciativas ("distancia", etc.) mencionadas más arriba, bastante diversos de negociación del sujeto hablante con la heterogeneidad constituti-
problemático a pesar o en razón de su carácter "natural", "intuitivamente va de su discurso. En el marco de este artículo, me limitaré solamente a las
hablante".

Me parece que estas nociones están, de hecho, necesariamente ancla- 3 «El locutorintencionalde la pragmática,que calcula las estrategiasen el cuadrode la
interaccióncomunicativa»(cf. Gruning(79)tiene, sobre este tema de la relación
das en el exterior de la lingüística en la medida en que este exterior produce- explícitacon el exteriorde la lingüística,un estatusa menudoambiguo:está claro
de manera naif o teórica- concepciones del sujeto y de su relación con el que esto implicaciertasconcepcionesfilosóficas,psicológicas,sociológicasdel su-
jeto y de las relacionesinterindividuales,pero como éstasvan en el sentidode las
evidenciasprobadaspor los sujetos hablantes,ellas pueden integrarsefácilmentea
las descripcioneslingüísticassin tener que ser dadas necesariamentepuesto que
1 Lingüística de la enunciación, pragmática, análisis del discurso, teoría del signo, ellas son -las eleccionesteóricasextralingüísticas-,pero con la aparienciade neu-
descripción de textos o de géneros literarios... tralidadteórica propia del buen sentido. Al contrario,toda referenciaa las teorías no
2 Yo distingo en este conjunto las formas marcadas, que señalan el lugar del otro subjetivasdel sujeto y de la palabra,necesariamenteexplicitaaquello en lo que
mediantes una marca unívoca (discurso directo, comillas, itálicas, incisos de ellas van -"provocaciones teóricas- en contra de las evidenciasnarcisísticasde los
glosa) y las formas sin marcas, en donde el "otro" debe ser reconocido sin mar- sujetos hablantes,serávisto fácilmentecomo sospechosade ahogaro de destruir el
cación unívoca (discurso indirecto libre, ironía, pastiche, imitación... ) objeto lingüísticoen lo no-lingüístico.
formas marcadas de la heterogeneidad mostrada, que se manifiestan bajo la «Solo el Adán mítico que aborda con su primera palabra a un mundo to-
forma de la denegación, un desconocimiento que lo protege de la heteroge- davía no cuestionado»? habría sido el único en pronunciar un discurso origi-
neidad constitutiva. En otro momento trataré, dentro de la misma óptica nal, sustraído a lo ya dicho por la palabra de otro. Ninguna palabra es "neu-
sobre la negociación diferente, más "riesgosa" que constituyen las formas no tra", sino inevitablemente "cargada", "ocupada", "habitada", "atravesada"
marcadas. por los discursos entre los cuales «ella ha vivido una existencia socialmente
sostenida». Lo que Bajtin designa como "saturación del lenguaje" constituye
una teoría de la producción de los sentidos y de los discursos: esta teoría
-1- propone el "medio" de los otros discursos, no como un entorno susceptible
de liberar halos connotativos alrededor de un nudo de sentido, sino más bien
Frente a la pretensión -espontánea o dirigida sobre el plano teórico- de
una especie de exterior constitutivo, aquel de lo ya dicho, del cual está hecho,
un sujeto como el ser que es la fuente autónoma de un sentido que él comu-
inevitablemente, el tejido mismo del discurso.
nica por medio de la lengua, diversos abordajes teóricos han actualizado que
toda palabra está determinada fuera de la voluntad de un sujeto, y que éste El estatus del sujeto del discurso tal como aparece a través de las nocio-
"es hablado antes que hablantes". nes de "intención" o de "orientación de un discurso sobre un objeto" no está
expuesto en forma central y sigue siendo problemático": éste es uno de los
Este "afuera" no es algo que, inevitablemente, el sujeto portador de un
puntos que obstaculizan, a pesar de hallazgos innegables, a una aproximación
sentido, encontraría y en función del cual se determinarían las formas concre-
más sistemática de las perspectivas dialógicas y "estructuralistas" en el abor-
tas de su existencia y de su discurso; es un exterior dentro del sujeto, en el
daje del discurso.
discurso, como condición constitutiva de su existencia.
1.2. Por allí vuelvo al tema de la problemática del discurso como produc-
No se trata de presentar aquí, siquiera esquemáticamente, cada una de
to de los interdiscursos tal como ha sido desarrollada en un conjunto de tra-
estas teorías en su coherencia -menos aún pretendo "articularlas": me con-
bajos consagrados al discurso y al análisis del discurso". Apoyada en las re-
tento con evocar fragmentariamente los puntos a los que remiten específi-
flexiones de Foucault y de Althusser, esta teoría postula un funcionamiento
camente aquello que yo llamo la heterogeneidad constitutiva del sujeto y de
reglado que, desde el otro lado de los interdiscursos, da cuenta de la produc-
su discurso-.
ción de los discursos, maquinaria estructural ignorada por el sujeto que, en su
1.1. El "dialogismo" del círculo Bajtin no tiene, lo sabemos, por nudo el ilusión, se cree origen de su discurso, cuando no es más que su soporte, y su
cara a cara conversacional del diálogo, sino que constituye, a través de una efecto.
reflexión multiforme, semiótica y literaria, una teoría de la dialogisación in-
«Lo propio de toda formación discursiva es el disimular en la transparen-
terna del discurso. Las palabras son siempre, inevitablemente, "las palabras
cia del sentido que allí se forma, la objetividad contradictoria de los interdis-
de otros": esta intuición atraviesa los análisis del plurilingüismo y de los jue-
cursos que determinan esta formación discursiva como tal, objetividad mate-
gos de fronteras constitutivas de los "hablantes sociales", de las formas lin-
rial que reside en el hecho de que "se habla" siempre "antes, en otro lado e
güísticas y discursivas de la hibridación, de la bivocalidad que permiten la 8
independientemente"»
representación en discursos de los discursos de otros, de los géneros litera-
rios que manifiestan una "conciencia galineana del lenguaje", risa carnavales-
ca, novela polifónica". 5 Bajtin(75), p. 100-102, 14, ed. fr.
6 Cf. Kristeva(70), «El trabajo de Bajtin nos coloca al borde de una teoría de la significa-
ción que haría necesaria una teoría del sujeto».
4 Sobre este punto, ver, dentro de la misma época, Authier-Revuz(82), p. 101-123, Y 7 Por ej. Pecheux(758) (75b), Henry(77), Marandin(79), Courtine(81) Conein y otros(81).
para una presentación de conjunto Todorov(81) a Pecheux(75), p. 147. El subrayado es mío.
La noción de preconstruido, traza de los interdiscursos en el intradiscur- to del sujeto " o de la división como efecto sobre el sujeto de su reencuentro
so -es decir, que puede ser señalada en el hilo del discurso- es, por ejemplo, con el mundo exterior (división que podría tratar de borrarse mediante un
característico de esta problemática en su oposición a la presuposición como trabajo de restauración de la unidad de la persona), como decíamos, poco
acto de lenguaje. importa, a condición de que sea conservado el carácter estructural, constitu-
tivo de fractura para el sujeto.
La actualización de los procesos reales que determinan el sentido y el
discurso es, en efecto, indisociable de una teoría de la ilusión subjetiva de la Es allí donde reside el carácter de "herida narcisística" que Freud reco-
palabra" y de un cuestionamiento de las teorías lingüísticas de la enunciación nocía en el descubrimiento del inconsciente para un sujeto que «ya no es más
en la medida en que ellas corren el riesgo de reflejar «la ilusión necesaria el amo de su casa», y todo lo que allí pasa está escondido. Lo mismo pode-
constitutiva del sujeto al contentarse con reproducir, a nivel teórico, esta mos considerar que, a través de inscripciones políticas opuestas, la anti-
ilusión de sujeto mediante la idea de un sujeto enunciador portador de elec- psiquiatría de Laing, por ejemplo, en la cual se denuncia el carácter alienante
ciones, intenciones, decisiones» 10. del entorno social, causa del "self dividido,,14 y del ego-psicológico adaptativo
que se esfuerza en edificar, un "yo fuerte" autónomo, que habiendo desalo-
1.3. En otra perspectiva la de la teoría de su objeto propio, el inconscien-
jado lo otro 15,se reúnen16 como dos hermanos-enemigos en el desconoci-
te- el psicoanálisis, tal como se explicita, apoyado en la teoría de Saussure, en
miento del inconsciente freudiano, y del sujeto descentrado que él estructu-
la lectura lacaniana de Freudll, produce la doble concepción de una palabra
ra.
fundamentalmente heterogénea y de un sujeto dividido ".
Lo que Freud postula, en efecto, es que no hay un centro para el sujeto
Siempre bajo las palabras "otras palabras" son dichas: es la estructura
fuera de la ilusión del fantasma, pero que es la función de esta instancia del
material de la lengua la que permite que, en la linealidad de una cadena se
sujeto que es el "yo", precisamente, la de ser portadora de esta ilusión nece-
haga escuchar la polifonía no intencional de todo discurso, a través de la cual
saria.
el análisis puede intentar señalar las trazas de la "puntuación del inconscien-
te". A tal posición, la de la función de desconocimiento del "yo" que, en el
imaginario del sujeto dividido, reconstruye la imagen del sujeto autónomo
Esta concepción del discurso atravesado por el inconsciente se articula
borrando la división (evidentemente inconciliable con todas las variantes de
con aquella otra de un sujeto que no es una entidad homogénea exterior al
concepciones sobre el sujeto que lo reducen a un "Yo", o lo centran sobre él)
lenguaje, sino que es el resultado de una estructura compleja, efecto del len-
remite el punto de vista según el cual «el centro es un "coup monté" para el
guaje: sujeto descentrado, dividido, cortado, tachado ... poco importa la pala-
sujeto del cual las ciencias del hombre [yen nuestro campo las teorías de la
bra que usemos a condición de que signifique que lejos de un desdoblamien-
enunciación] hacen su objeto ignorando que es imaginario» 17.

1.4. En ruptura con el Yo, fundamento de la subjetividad clásica concebí-

13 Cf. Las descripciones pre-freudianas (Janet, Breuer) de segunda personalidad ligadas


9 Aquella de "la interpelación" de los individuos como sujetos hablantes origen de sus a una "debilidad de la síntesis psicológica". (Cf. por ej. "Fractura del Yo" y"Sub-
discursos. consciente" en Laplange y Pontalis(68)).
10 M. Pécheux y C. Fuchs en Pécheuxf/S), p. 19. 14 Laing(60).
11 Referencia que no está ausente, evidentemente, en numerosos trabajos consagrados 15 Cf. Anna Freud y sobre todo H. Hartmann. Cf. Clément(72).
al discurso citados más arriba; cf. En particular Henry(77), Conein y otros(81). 16 He aquí la diferencia de su relación explícita a Freud, puesto que Laing rechaza el
12 Por razones editoriales de último momento, el desarrollo inicialmente redactado es psicoanálisis porque se apoya sobre las filosofías existenciales allí donde las teorías
reemplazado por el resumen que sigue. Para una presentación más detallada, de- del "Yo" autónomo se presentan como apoyos de las concepciones freudianas.
ntro de la misma óptica, ver Authier-Revuz(82). 17 Roudinesco(77), p. 42.
da como un interior frente a la exterioridad del mundo, el fundamento del co en sentido estricto, aquel de la lengua (la palabra, el término "X")22.
sujeto está aquí desplazado, desalojado «en un lugar múltiple fundamental-
En el caso al que me ciño aquí más particularmente, el de la connotación
mente heterónomo donde la exterioridad está en el interior del sujeto» 18.
autonímica, el fragmento mencionado es al mismo tiempo un fragmento del
Allí donde se reúnen estos conceptos del discurso, de la ideología, de lo in-
que se está haciendo uso; es el caso del elemento puesto entre comillas, en
consciente, que las teorías de la enunciación no pueden eludir sin riesgos
cursiva, o (a veces y) glosado por un incis023. Contrariamente al caso prece-
para la lingüística, reside la afirmación de que, constitutivamente, en el suje-
dente, el fragmento designado como otro está integrado al hilo del discurso,
to, en su discurso, hay otro.
sin ruptura sintáctica: de estatus complejo, el elemento mencionado se halla
inscripto dentro de la continuidad sintáctica del discurso al mismo tiempo
que, mediante marcas que, en este caso, no son redundantes, el fragmento
-2-
es reenviado al exterior de aquel.
2.1. Muy diferente es el punto de vista lingüístico de la descripción de las
Una doble designación es, entonces, operada por las formas de la hete-
formas de la "heterogeneidad mostrada" en el discurso, aquella a través de la
rogeneidad mostrada: la de hacer un lugar para un fragmento del estatuto
cual se altera la unicidad aparente del hilo del discurso, pues ellas inscriben
otro dentro de la línea de la cadena, y la de una alteridad a la que remite el
allí al otro (según las modalidades diferentes, con marcas unívocas de seña-
fragmento insertado.
lamiento o sin ellas).
2.2. La naturaleza de esta alteridad está o no especificada en el contexto
Entendemos por conjunto de formas marcadas (de las cuales voy a ocu-
del fragmento mencionado. El las formas de la autonimia presentadas más
parme en este trabajo) a un fragmento que tiene, dentro del hilo del discurso,
arriba, la alteridad está explícitamente especificada, y ella remite ya sea a
otro estatus revelador de la autonimia 19.
otro acto de enunciación, ya sea a la lengua, ambos como exteriores del dis-
En la autonimia simple, la heterogeneidad que constituye un fragmento curso en vías de ser enunciado".
mencionado, entre los elementos lingüísticos de los que está haciendo uso 20,
Esta alteridad está implícita, en cambio, cuando se usan comillas y cursi-
está acompañada de una ruptura sintáctica. El fragmento citado en el cuadro
va no glosada, es decir cuando la compresión e interpretación de estas mar-
de un fragmento referido dírecto ". o introducido por un término metalin-
cas pasa por una especificación de la alteridad a la cual se remite, en función
güístico (la palabra, el término, la expresión, la fórmula "X"), netamente deli-
de su entorno discursivo: por ej., otra lengua, variedades del lenguaje, un
mitada en el hilo del discurso, está mostrada como un objeto; es extraído del
hilo enunciativo normal y reenviado a otra parte: la de otro acto de enuncia-
ción (Z ha dicho: "X" es la expresión de A, "X",,,.) o, en un gesto metalingüísti-
22 Entreestos dos polos, reenvíode un fragmentoa un acto de enunciaciónindividual
vs. reenvíoa la lengua (La palabrade De Gaulle"La intendenciaseguirá"ha pasado
a la posteridadvs. la palabracaballotiene tres sílabas)existe de hecho un conti-
18 Clément,C. (72). nuumque nos revelael orden del discurso.
19 Remitoa Rey-Debove(78)para el estudiode las nocionesque he utilizadoen la des- 23 (1) El "sit-in"de los estudiantesse ha prolongado. (2) El sit-in de los estudiantes...
cripción de las formas del discursoreferidoy de las palabrasmantenidasa distancia (3) El "sit-in"de los estudiantes,como se dice ahora.... (4) El sit-in de los estudian-
entrecomilladas(Authier(78)-(81)). tes, como se dice ahora;... El incisopuedeglosar una menciónya marcada (3), o
20 Retomo aquí la oposición mención/uso clásicadentro de la tradición lógica;la matriz conferir por ella mismael estatusmencionadoa un fragmento(4); en este caso, los
instrumentaldel sujeto sobre la lenguaque está supuestapor estos términosy que eventualesproblemasde incidenciasintáctico-semánticadel inciso presentanpro-
va en contra de los puntosde vista desarrolladosen 1. es la de referir a nivel de la blemasde delimitacióndel fragmentomencionado.
representaciónque el sujetoda de su actividadenunciativa. 24 Las formas autonímicassin explicaciónpor un término metalingüísticose pueden
21 Por oposiciónal discursoindirectoque es un modo homogeneizantede restituciónde encontrarde esta manera:"caballo"tiene tres sílabas;y pueden crear en la oralidad
otro acto de enunciación. ciertasambigüedadesdel tipo: dime "porque"/dime por qué.
discurso diferente, enemigo, etc.25 casos, en lugar de que el sentido parezca dado por sí mismo, otro sentido
es constituido en una palabra en referencia con uno o con otros sentidos
Frente a esto, veo con un interés muy particular, dentro de la misma es-
producidos en otra parte del interdiscurso o en el de la misma lengua.
tructura de la connotación autonímica, a las innumerables formas -en el sen-
- otra palabra, potencial o explícita en las figuras de la reserva (X, en fin, X si
tido exacto del conjunto infinito de expresiones- de la glosa, los retoques, los
se quiere; X, si puede decirse, en cierta forma, pongámosle ...), de la duda y
comentarios que transportan sobre un fragmento de la cadena (señalado o
de la rectificación (X, o mejor Y; X, debiera haber dicho Y; X, como yo digo;
no por las comillas o la cursiva26) aquello que ellas especifican: los paráme-
X, iba a decir Y), de la confirmación (X, es el momento de decirlo; X, es jus-
tros, ángulos, puntos de vista, en relación con los cuales un discurso ubica
tamente X lo que quiero decir), variante inversa de las precedentes.
explícitamente una alteridad en relación a sí mismo.
- otro diferente del interlocutor, diferente del locutor a título de no compren-
De esta manera, estas formas son designadas como "de otro lado" con der o admitir lo que éste dice (Ej.: si ves lo que quiero decir; perdóname
relación al discurso, formas que vienen a interferir en el hilo de este discurso este término, si tú quieres ...), operaciones estas que implícitamente admi-
bajo la forma de un punto de heterogeneidad. Ejemplos: ten un sentido que viene de otra parte (de la parte del interlocutor) y que
- otra lengua27 constituyen una especie de rodaje en el funcionamiento "normal" de la
- otro registro discursivo, familiar, pedante, joven, grosero, etc.28 comunicación.
- otro discurso técnico, feminista, marxista, jacobino, integrista, etc.29, que
2.4.1. La doble designación de un "fragmento otro" y de la alteridad a la
puede ser caracterizado como el discurso de los otros, discurso inusual si
cual él remite constituye, por diferencia, una doble afirmación del yo, de uno
se quiere, de algunos otros, de otro en partícular".
mismo.
- otra modalidad de sentido para una palabra, recurriendo explícitamente a
otro lugar de otro discurso específlco ", o bien a aquel de la lengua como A nivel del hilo del discurso, el localizar un punto de heterogeneidad es
lugar de la polisemia, la homonimia, la metáfora, etc., descartadas o por el circunscribirla, es decir, establecer por diferencia, para el resto de la cadena,
contrario llamadas para constituir el sentido de una palabra ". En los dos la homogeneidad o la unicidad de la lengua, del discurso, del sentido, etc.
Cuerpo extranjero delimitado, el fragmento marcado recibe notoriamente a
través de las glosas de corrección, la reserva, la duda ... un carácter de particu-
25 Cf. El estudiodel valor de las palabrasentrecomilladasen Authier(81).
26 Sobreestas formas de glosa, cf. Authier-Revuz(82),p. 92-96. laridad accidental, de defecto local. Al mismo tiempo, el enviarlo a otro lugar,
27 Ej.: "Al dente",como dicen los italianos. a un exterior explícitamente especificado o dado a especificar, determina
28 Ej.: Por retomaruna expresiónde la joven generación,"esto está bomba".
automáticamente por diferencia un interior, el del discurso. Es decir, la de-
29 La "dialéctica"puede ser pedante.
30 Ej.: Lo que se llama "las ciencias humanas".O: "Es que esto no quiere decir esto otro
signación de un exterior específico es, a través de cada marca de distancia,
(como se dice ahora)..." O: "Lo que hay que hacer, me disculpopor esta expresión una operación de identidad para el discurso. De esta manera la zona de "con-
que puede parecercomo estereotipada,es trabajar un concepto". O: "Deshojar tacto" entre el/los exteriores y el interior que dibujan las marcas de distan-
margaritas,como decía mi abuela".
31 Ej.: "Una contradicción,en el sentido materialistadel término". O: "El destino, en el
cia en un discurso son profundamente reveladoras del mismo. Esto sucede
sentidode los griegos". O: "Los lugaresrománticos,en el sentido que se les da en parte por los puntos en los cuales el discurso ha elegido colocar explícita-
ahora...". Aquí, la especificaciónpor otro discurso,"materialista","griego"..., parece mente los bordes, fronteras, marcaciones -es decir, de qué otro modo hay
dejaratrás el riesgode atracciónde la palabra,en el campo de fuerzasde los inter-
que defenderse, a qué otro hay que recurrir para constituirse--, por otra parte
discursospor medio de otro "alterdiscurso",discursológico para la contradicción,
discursogriego para el destino. el tipo de relación al otro que allí se juega, relación acá también, explicitada
32 Ej.: todas las "X, en sentidopropio","X, metafóricamentehablando",etc. (Ej.: "La
lenguajuega, como se dice con un conjunto...", o bien: "llenode duplicidad,en los
dos sentidosdel término";o bien: "dosjóvenes mujeresencerradas-sin metáfora- feliz acontecimientosi ustedesme permitenesta expresión:la aparicióneste año de
por el patronatode la seda";o bien: "señalamosesta noche un acontecimiento,un un conjuntode trabajos...")
por las glosas, o bien interpretable en función del contexto: hay diferencia- No se trata de asimilar la una a la otra, ni de imaginar un procedimiento
ciones que revelan un marivaudage [N. de la T.: el término viene de Marivaux de relación simple, de imagen, de traducción, de proyección de la una en la
y se refiere a un estilo muy elegante y refinado] cómplice de un discurso con otra; esta posibilidad de correspondencia directa está prohibida -a más de
su/s exterior/es. Habla del esfuerzo de un discurso, teórico por ej., para que ello supondría una transparencia del decir en sus condiciones reales de
arrancarse o diferenciarse del tejido de los discursos preexistentes entre los existencia- a causa del carácter irreductible que ambas heterogeneidades
que está inserto y entre los cuales él se realiza; habla de una toma de posición manifiestan.
y de una confrontación polémica, de una "lucha por la vida" puesto que lo
A una heterogeneidad radical, en exterioridad interna al sujeto y al dis-
que se juega en las zonas de contacto no pertenece al orden de la discusión
curso y, como tal no localizable y no representable en un discurso que ella
violenta sino del derecho a la existencia para uno de los dos solamente, caso
constituye, esa del Otro del discurso -en la que juegan el interdiscurso y el
extremo de la solidaridad de un discurso con su otro ".
inconsciente-, se opone la representación, en el discurso, de las diferencia-
En suma, las distinciones operadas por las formas marcadas de la hete- ciones, disyunciones, fronteras interior / exterior a través de las que el uno -
rogeneidad mostrada revelan una relación de un uno con otro, que se inscri- sujeto, discurso- se delimita en la pluralidad de los otros y, al mismo tiempo,
be en lo comparable, lo conmensurable, la pluralidad. afirma la figura de un enunciador exterior a su discurso.

2.4.2. Al mismo tiempo que ellas presenta un exterior con relación al Frente al "se habla" de la heterogeneidad constitutiva responde, a través
cual se constituye el discurso, estas formas postulan otra exterioridad: aque- de los "como dice el otro" y de los "si yo puedo decir" de la heterogeneidad
lla del enunciador capaz de colocarse en todo momento a distancia de su mostrada, un "yo sé lo que yo digo" es decir, yo sé quién habla, yo o un otro, y
lengua, de su discurso, es decir, de ocupar frente a ellos, tomados localmente yo sé cómo yo hablo, cómo yo utilizo las palabras.
como objetos, una posición exterior de observador. Es muy cierto que toda
Puesto que toda operación de relación simple de estos dos planos com-
marca de distancia remite a esta figura de enunciador, pero esta figura está
porta inevitablemente una asimilación reduccionista de uno al otro", no se
particularmente presente en las glosas de rectificación, reserva ..., que la es-
debe, por lo tanto, sobre la base de sus caracteres irreductibles, admitir el
pecifican como juez, comentarista ... de su propio decir.
encerrarse en la descripción de uno de los planos, pues se corre el riesgo de
hacer de éste, explícitamente o no, la realidad enunciativa, rechazando direc-
tamente el otro plano o, más prudentemente, postulando la independencia y
-3-
la autonomía de los dos planos, es decir la no pertenencia de uno en su rela-
3.1. La heterogeneidad constitutiva de los discursos y la heterogeneidad ción con el otro. Me parece que esto es justamente lo que parecieran hacer,
mostrada en el discurso representan dos órdenes diferentes de la realidad: la
de los procesos reales de constitución de un discurso y la de los procesos -no
34 Esto es, en mi opinión,lo que hace E. Fouquier(81)en su estudiosobre las formas de
menos reales- de la representación, en un discurso, de su constitución. la distancia,desde el momentoen que él hace una relación"de homología"entre el
"comportamientodiscursivo"de distanciamientoy la división del sujeto. A pesarde
las referenciashechasa Freudy a Lacan,esta operaciónde correspondenciaes in-
compatiblecon la concepciónpsicoanalíticade un sujetodescentrado,efectodel
33 El discurso Faurisson(cf. "En defensade la memoria",La VieilleTaupe, estudiadopor lenguaje;esta teoría, por el contrario,puedeen efecto concordarcon las concep-
G. Authier-Revuzy L. Romeu,artículo a apareceren Mots, N" 8, 1984)que trata en- ciones-opuestas- de un sujeto reducidoa "yo" (cf. 1., más arriba), escindido,alie-
teramentesobre la denunciaciónen el discurso"mítico"(el entrecomilladoes mío) nado,aprisionadoen losjuegos de mala fe y del teatro, de Laing,Sartre,Goffman,
sobre las "cámarasde gas" (entrecomilladode Faurisson)en un caso sorprendente que utiliza la lenguaen el marcode sus relacionescon otro. De esta manera,esta
a este respecto. No puedo en este artículopor razonesde espacioanalizartextos puestaen relaciónreencuentrapor otro camino,al locutor"pleno"de la pragmáticay
que presentanestos diversostipos de relacionescon el otro; cf. Los elementoses- una psicologíade la enunciación,sorda a la heterogeneidadconstituidadel incons-
quemáticosen Authier(81). cientey del ordendel discurso.
de manera general, la pragmática, por un lado, y los abordajes teóricos de la a aquel que habla en su palabrae ", las formas marcadas de la heterogenei-
heterogeneidad constitutiva del discurso, por el otro. Es indispensable, creo, dad mostrada refuerzan, confirman, aseguran ese "(o" por medio de una
reconocer que estos dos órdenes de la realidad son irreductibles pero articu- especificación de identidad dándole cuerpo a su discurso -en la forma, el
labies y hasta necesariamente solldarios ". contorno, los bordes, los límites que ellas dibujan- y dándole, también, una
figura al sujeto enunciador -por medio de la actividad metalingüística que
3.2.1. La paradoja del término "heterogeneidad constitutiva" indica que
ponen en escena-.
aquello con lo cual el sujeto y el discurso están hechos amenaza en todo mo-
mento con deshacerlo. Dicho de otro modo: que aquello en lo cual se consti- 3.2.2. Lo que caracteriza a las formas marcadas de la heterogeneidad
tuye es también lo que, heterogéneo, se le escapa. mostrada, como formas del desconocimiento de la heterogeneidad constitu-
tiva, es el hecho de que ellas operan sobre el modelo de la denegación. Por
Para el sujeto dividido, el rol, indispensable, del Yo, es el de una instan-
una especie de compromiso precario que reconoce lo heterogéneo dándole
cia que, en el imaginario, está abocada a reconstruir la imagen de un sujeto
un lugar pero, para negar mejor su omnipresencia, le manifiesta la realidad
autónomo, anulado, en el desconocimiento, el descentra miento real.
en el mismo lugar en el que ellas trabajan para recubrirla.
Las formas marcadas de la heterogeneidad mostrada representan una
La presencia del Otro emerge fuerte, en efecto, en su discurso, en los
negociación con las formas centrífugas de desintegración, de la heterogenei-
puntos en donde su insistencia llega a destrozar la continuidad, la homoge-
dad constitutiva: ellas construyen, en el desconocimiento y la negación de
neidad, a hacer vacilar la matriz del sujeto. Pero retornando a lo que es el
aquellas, una representación de la enunciación que, por ser ilusoria, es una
peso permanente del otro lo designa como local de otro. Convirtiendo la
protección necesaria para que un discurso pueda ser sostenido ".
amenaza del Otro -no decible- en el juego reparador del "narcisismo de las
De esta manera, esta representación de la enunciación es igualmente péquelas diferencias" dichas, ellas operan a la manera de un reaseguro, un
"constitutiva", en otro sentido: más allá de un "to" que se coloca en sujeto de refuerzo de la matriz del sujeto, de la autonomía del discurso, en los mismos
su discurso, «por medio de este acto individual de apropiación que introduce lugares en los que ellas se escapan.

El lapsus no es la única forma de emergencia tangible del Otro en el dis-


curso: las formas marcadas de la heterogeneidad mostrada son igualmente
35 Se nota, a nivel del vocabulario utilizado para dar cuenta de uno y otro plano, el una de ellas, pero bajo las especies desviadas de la matriz dicha: esto es, en
hallazgo de palabras pertinentes en sus artificios: la división del sujeto psicoanalí-
tico vs. la división del sujeto hablante en las figuras del enunciador, locutor ... , la conflicto solidario con la heterogeneidad constitutiva estas formas son, en la
heterogeneidad que constituye un discurso en el sentido en que su tejido está que concierne a aquellas, a la vez un síntoma y una defensa. Allí donde el
hecho vs. la heterogeneidad mostrada que constituye un discurso en el cual en lapsus, emergencia bruta, hace "agujero" en el discurso, ellas dan la imagen
virtud de su relación con un exterior, esta heterogeneidad le asigna una forma
propia; la polifonía de todo discurso que no puede no "alinearse sobre los muchos
de un agujero, de una rotura subrayada por la sutura que la anula.
discursos portadores de una división" vs. los "efectos" de polifonía que permiten
Al conjunto de fracturas, junturas que juegan como costuras escondidas
ciertas formas de la heterogeneidad mostrada. Si es indispensable no confundir-
las, este parentesco que no es fortuito puede ser entendido como el signo de la bajo la unidad aparente de un discurso y a las cuales el análisis -análisis del
solidaridad que, de hecho, existe entre los dos planos de una relación de determi- discurso, descripción de textos literarios y poéticos, psicoanálisis- puede, en
nación asimétrica.
parte, considerar como trazas del interdiscurso o como juego de los signifi-
36 Es necesario precisa que si esas formas de representación se prestan fácilmente a
las astucias, cálculos, estrategias retorcidas de la comedia interactiva, estos jue- cantes, las formas de la heterogeneidad mostrada oponen la retórica de la
gos de máscaras ante la mirada del otro no deben encubrir que fundamentalmen- falla mostrada, de la "costura aparente".
te el artificio, el trompe-Ioeil es, ante todo, para el sujeto, una estrategia protectora
para él y su discurso, tomadas ante la amenaza íntima e indefinible de la hetero- 37
geneidad constitutiva.
3.2.3. Las diversas formas de la heterogeneidad mostrada en su relación el locutor sea sujeto», «desinteresándose de esas representaciones de senti-
con la heterogeneidad constitutiva tocan al cuerpo del discurso y a la identi- do por X o por y»38.
dad del sujeto. Defendidos, protegidos por la denegación, por las formas
De lado de la pragmática, el tomar en cuenta la realidad del interdiscur-
marcadas, ambos (cuerpo del discurso e identidad del sujeto) están expuestos
so y del inconsciente que atraviesan la lengua no resolvería la descripción
en el riesgo de un juego incierto por las formas no marcadas, yen ausencia de
lingüística de las formas de la representación. Esto no la invalida sino en
toda heterogeneidad mostrada son dejados a la intemperie, abandonados a
cuanto a que, según una tendencia muy general, esta descripción tiende a
la heterogeneidad constitutiva.
darse para el total de la realidad enunciativa, que reproduce en su teoría de la
En efecto, las formas no marcadas de la heterogeneidad mostrada - enuncíacíón " el gesto negador del locutor en lo que hace a ese Otro que lo
discurso indirecto libre, ironía ... por una parte, juegos de palabras ... por la atraviesa. La forma en que o. Ducrot se previene contra ese escollo mediante
otra- representan por el continuum, la incertidumbre que allí caracteriza a las un sistema de defensas teóricas que giran alrededor de la autonomía de su
marcas del otro, una forma diferente de negociación con la heterogeneidad objeto -llevado a un punto límite en el cual el concepto de enunciación «no
constitutiva. Formas, por cierto, más riesgosas, porque juegan con la dilu- implica ni siquiera la hipótesis de que el enunciado es producido por un suje-
ción, la disolución del otro en el uno, hecho del cual éste puede salir enfáti- to hablante»4o-, me parece que desemboca", por la "representación de la
camente confirmado pero también puede perderse. enunciación" estrictamente encerrada en ella misma aquí propuesta, sobre
una especie de "fuera de lugar" -teatral- habitado por los "seres de palabra"
Así, estas formas se trasladan sin ruptura al discurso que, un poco más
que, fuera de toda atadura explícita con el sujeto hablante y su realidad de
cerca de la heterogeneidad constitutiva, renuncia frente a ellas, a toda pro-
ser de palabra, aparecen como "suspendidos", "desanclados",
tección, tienta el imposible de "hacer hablar a éste", en la vertiginosa borra-
dura del enunciador atravesado por el "ca parle" del interdiscurso o de signi- El reconocer y tener el cuenta a ese Otro que se le escapa, no es, para la
ficantes que lo dibujan, absolutos míticos, como el Libro "enteramente reco- lingüística de la enunciación, zozobrar voluntariamente ni ahogarse sino des-
piado" de Flaubert cuyo Diccionario de ideas recibidas y Bouvart y Pécuchet centrarse fuera de un lugar ilusorio y/o darse un anclaje real pero fuera de sí
. 42
estaban hechos de elementos y esbozos, y el Libro "que se hace solo", "sin misma.
voz del autor", producido por un álgebra del significante, de Mallarmé, cuyo
Por el contrario, en el marco de las teorías no subjetivas de la palabra, el
Golpe de dados era una aproximación.
tomar en cuanta las formas marcadas de la heterogeneidad mostrada repre-
3.3. De esta manera, en el campo de la enunciación, juegan de manera sentaría un avance hacia la descripción de las formas prácticas, en lengua y
solidaria dos planos distintos -pero no separados- de las condiciones reales discurso, según las cuales funciona la ilusión del sujeto.
de existencia de un discurso y de la representación que él le da.
El principio según el cual "la inaserción precede y domina la aserción" ha
La circunscripción del campo que describe a uno de esos dos planos es podido funcionar en 105 trabajos de análisis del discurso como garantía teóri-
evidentemente legítima. Pero proponer ese plano como un todo autónomo,
cerrado a ese exterior pertinente que constituye el otro plano es de origen, 38 Ducrot(77), p. 202-203.
yo creo que inevitable, de engaño y de mutilación para el terreno elegido. 39 Gf. Grunig(79).
40 Ducrot(80), p. 33-34.
Es decir: yo no pienso que sea necesario encerrarse en la alternativa 41 Independientemente de los problemas, las interpretaciones propuestas me parecen,
mediante la cual o. Ducrot concluye su discusión con P. Henry: ya sea la de en ciertos casos, solucionar lo que hace a la asepsia de la descripción cara a cara
de lo extralingüístico.
interesarse en la manera en la que un locutor puede «representarse un senti- 42 Gf. las reflexiones de G. Fuchs(81) sobre "el rol del sujeto" en las teorías de la enun-
do de sus palabras», ya sea tomando por «una ilusión la eventualidad de que ciación", subrayan la "paradoja" que hay en "abrir' a la lingüística sobre la enun-
ciación para encerrarla enseguida sobre ella misma, p. 50-52.
ca al desinterés por las formas concretas de la aserción. Así lo remarca Culio- En las glosas o comentarios metadiscursivos, el enunciador comen-
li43: ta al mismo tiempo que usa las palabras, en la reflexividad de un decir
«A medida que enunciamos, construimos un espacio enunciativo, que se vuelve explícitamente sobre sí mismo.
es decir que somos, al mismo tiempo, los que ponemos las reglas 1. Las glosas que fijan el sentido de una palabra:
de juego (...). Me parece que, muy a menudo, los especialistas del Entre las glosas, Authier describe aquellas que tienen como objeto
análisis del discurso prestan poca atención, justamente, a esta ma- fijar el sentido de una palabra, en un esfuerzo del enunciador por su-
terialidad de la actividad enunciativa.» primir "otros sentido" que surgen en un punto de su decir. Al hacerlo,
el enunciador diferencia su discurso de otros discursos donde esa pala-
Ahora bien, aquí también, esta evaluación de uno de los planos no ocu-
bra sí puede ser interpretada con los sentidos que él rechaza.
rre sin incidir sobre la descripción del otro: las formas de la heterogeneidad
Estas glosas adoptan formas diversas:
mostrada, que traducen la ilusión de un sujeto en su palabra, manifiestan a) Glosas de forma negativa: X, no en el sentido de q.
también, ya lo hemos visto, la falla, la brecha en la matriz, por el gesto mismo Este tipo de glosa elimina la amenaza del sentido q y apoya la
que intenta colmarla. Es decir que la ilusión no es ese artificio perfecto pro- construcción de un sentido p para X:
ducido por un determinismo sin falla, completamente ignorado por el sujeto. Es esa moral que está naciendo. Es un estilo, no en el sentido
Concepto que las teorías de "la interpelación ideológica" han producido, hace que lo entiende Bourdieu, sino una auto-estilización, que se
tiempo, en los trabajos consagrados al díscurso'". impone (Entrevista con un sociólogo autor de un libro sobre
maratonistas, Libération, 14-3-87, p. 35)
Así, la atención a las formas concretas de la representación de la enun- b) Glosas de forma doble: X en el sentido de p y no en el sen-
ciación que son, entre otras, las formas de la heterogeneidad mostrada, pue- tido de q.
de contribuir, en el cuadro del análisis del discurso, a mantener la distinción Especifican tanto el sentido positivo como el sentido negativo
entre el Yo pleno y el sujeto que le acecha y puede evitar el señalar la matriz, deX:
como ilusión del sujeto, para recolocarla en el nivel de los mecanismos pro- Es la idea de personalidad concebida como un ciclo de com-
ductores de esta ilusión. portamiento orientado por un "medio" (en el sentido biológi-
co visto anteriormente y no en el sentido sociológico de un
Traducción: Diana Battaglia simple ambiente) (B. Ogilvie, Lacan. La formation du concept
du sujet, p. 73)
e) Glosas que especifican solo positivamente el sentido de X: X,
en el sentido de p.
Son las glosas más usadas, que describen meta-
enunciativamente el sentido de una unidad léxica mediante:
C.l. Una paráfrasis: Los inmigrantes se sienten tan a gusto en
Marsella que los incidentes racistas, es decir, los insultos
Las glosas o comentarios metadiscursivos* de los magrebíes a losfranceses se multiplican (National
Hebdo N° 73)
C.2. El sintagma "en el sentido de ..." (y sus variantes): En el
Curso de lingüística general encontramos, así, lo que de-
43 Mesa redonda en Conei y otros. be ser reconocido como una contradicción, en el sentido
44 Cf. por ej. Pecheux(75) y la evolución muy marcada sobre este punto, por ej. en Hen- materialista del término (P. Henry, Les mauvals outil, p.
ry(77), el apéndice crítico a la edición crítica de Pecheux(75) ("Lenguaje semánti-
co e ideología, Mac Millan, p. 211-220 Y Conei y otros(81)). 4)
Según Authier, en estos casos la oposición entre p y q no se inscribe La remisión a otro discurso se manifiesta en variadas formas:
en el funcionamiento discursivo que determina el sentido de las pala- con palabras de ..., para usar un término de ..., según la
bras aquí y ahora en el discurso. Se trata del juego descripto por Bajtin fórmula de ..., lo que ... llama X, etc.
como dialogismo fundamental de todo discurso, consecuencia del d) Otra palabra: esta otra palabra puede estar implícita o explíci-
hecho de que se construye en el medio de 10 ya dicho y, específicamen- ta en las formas que expresan reserva (X, si así se puede decir;
te, de lo ya dicho que, "sedimentado" en cada palabra, hace de ella un X, si se quiere, etc.), duda o rectificación (X, o mejor Y; X o ca-
lugar compartido donde se confrontan discursos diferentes, que dan si diría Y; etc.) y confirmación (X es lo que se debe decir; X, es
distinto sentido a una palabra. La apelación explícita a un cierto exte- esto lo que quiero decir; etc.).
rior discursivo para fijar el sentido de X se presenta como un movi- e) Otro discurso, el del interlocutor: aparece en los casos en que
miento de defensa contra otro exterior discursivo percibido con la capa- el locutor considera que el interlocutor puede no comprender
cidad de imponer a X un sentido diferente del buscado por el locutor. o admitir sus palabras (Si Ud. entiende lo que quiero decir; Si
me permite la expresión; Perdóneme el término ...). En estos
Por ejemplo, la glosa que fija el sentido de "racista" en C.l. es testi-
casos, se plantea la existencia de otro sentido o de otra palabra
monio de un momento en las relaciones de fuerzas ideológico-políticas:
atribuida por el locutor al discurso del interlocutor.
la presencia del discurso de Le Pen (cuya postura sostiene que no hay
"otro racismo en Francia que no sea el racismo antifrancés") funda la
posibilidad de la definición dada de racista. Sin embargo, la necesidad
de fijar con esa orientación el sentido de esa palabra muestra al mismo
tiempo su carácter marginal respecto del sentido consensuado en la
comunidad.
"En el sentido materialista del término" de C.2. funciona como una
defensa ante un exterior discursivo, el discurso epistemológico domi-
nante, que llevaría a interpretar la palabra contradicción en el sentido
de la lógica.
* Adaptación de Authier-Revuz, J. (1998): "O
2. Las glosas que ubican explícitamente otras formas de alte-
enunciador glosador de suas palavras:
ridad en la cadena hablada:
explicitacáo e interpretacáo", Palauras incertas.
Estas glosas caracterizan a ciertas formas como "extranjeras" en re-
As niio-coincidéncias do dizer. Campinas,
lación con el discurso que las incluye, señalando un punto de heteroge-
UNICAMP.
neidad que puede manifestarse en múltiples planos:
(Traducción de A. V.)
a) Otra lengua: Los fideos están al dente, como dicen los italia-
nos.
b) Otro registro discursivo (familiar, formal, grosero, etc.): Para
usar una expresión grosera, es un quilombo.
e) Otro discurso (puede ser el de un grupo, feminista, marxista,
tecnocrático, etc., o el de alguien en particular): El socialismo
real, como decian los del Partido Comunista ...; La está corte-
jando, como dice mi abuela.

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