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MÓDULO 1. ATENCIÓN.
FUNDAMENTOS PSICOPEDAGÓGICOS 1
MÓDULO 1. ATENCIÓN. FUNDAMENTOS PSICOPEDAGÓGICOS
INTRODUCCIÓN
Las personas estamos sometidas a una gran cantidad de estímulos ambientales

que inciden en nosotros a través de los canales sensoriales. Sin embargo, y pese a la
cantidad ingente de estímulos externos, somos capaces, en un momento dado, de
percibir con mayor o menor nitidez solamente algunos de ellos, relegando los demás a
un segundo plano.
El estudio de la atención ha surgido de campos muy diversos como la fisiología,

la psicofísica, la psicología de la percepción, etc. y finalmente ha seguido el curso
histórico de la psicología, recibiendo posteriormente diferentes tratamientos en función
del modelo psicológico imperante en cada momento.
MÓDULO 1
MÓDULO 1. ATENCIÓN. FUNDAMENTOS PSICOPEDAGÓGICOS 2
1. LA ATENCIÓN COMO PROCESO
Las primeras definiciones de la atención las encontramos en Boadbent (1958)

quien la consideró como un filtro (a modo de cuello de botella –canal- por el cual deben
pasar los estímulos que se seleccionan), al postular en su «modelo de atención selectiva
temprana» la existencia de un solo canal. Posteriormente, Treisman (1969) la denominó
«proceso selectivo atencional». La atención sería un mecanismo que hace de filtro
selectivo, permitiendo la entrada de determinados patrones estimulares a la conciencia.
Este filtro bloquearía las entradas no deseadas. Los mensajes no deseados no pasarían a
la conciencia ni serían procesados.
Otro modelo atencional propuesto es de la «multicadena» (Norman, 1968) que

proponía que la capacidad atencional de un sujeto depende de las características de las
tareas y sus exigencias. En las tareas sencillas y automáticas se podrá atender mejor a
todos los estímulos provenientes de ellas mismas. Sin embargo, en tareas más complejas
la capacidad atencional está mucho más limitada, ya que requiere unos mecanismos
cognitivos más elaborados.
En el modelo de “filtro” o “cuello de botella” propuesto por autores como

Broadbent (1958), Deutsch y Deutsch (1963) y Treisman (1969), para que no se
produzca una sobrecarga de los estímulos se produce una selección estimular, se filtran
los estímulos, atendiendo a lo que se desea en función de:
a) La motivación, es decir, lo que nos gusta, nos agrada y hacia aquello que
mostramos más sensibilidad.
b) El interés. Atendemos a lo que deseamos llevar a cabo, a aquello que nos

preocupa, hacia lo que tendemos o queremos actualizar.
c) La complejidad de los estímulos. Los estímulos visuales como un cartel,

una ilustración de un libro, o los auditivos como la música, entre otros,
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pueden presentar diferentes niveles de complejidad en su estructura física,

lo cual determina focalizar la atención en lo que cognitivamente colisiona
con la simpleza o sencillez de los estímulos habituales a los que estamos
acostumbrados a percibir, dirigiéndonos la atención hacia esos estímulos
más complejos.
d) La modalidad sensorial de recepción. Las personas que no presentan

ningún déficit sensorial mantienen una predominancia de la atención visual
frente a la percepción de estímulos por otras vías. En el caso de las
personas ciegas, la atención auditiva a los estímulos sonoros se desarrolla
especialmente (fruto de un laborioso proceso de aprendizaje personal)
debido a la necesidad de captar por esta vía los estímulos ambientales que
no pueden percibirse por el sentido de la vista.
e) El estado psicofísico. Para atender a los estímulos y obtener información

cualitativa de ellos es necesario disponer de un nivel mínimo o básico de
arousal (activación del Sistema Nervioso Autónomo). En el caso de la
fatiga, la atención sufre una importante merma en su función captadora de
estímulos.
Posner, (1994) aportó la siguiente definición: un mecanismo central de control

del procesamiento de la información que actúa de acuerdo con los objetivos del
organismo y lo hace activando o inhibiendo procesos, y se orienta hacia los sentidos, las
estructuras de conocimiento existentes en la memoria a largo plazo (MLP) o sobre los
sistemas de respuestas, tales como el motor, el verbal, el psicofisiológico o el cognitivo
(guardar en memoria, analizar, comparar, etc.).
Desde la propuesta inicial de Broadbent (1958), se han sucedido nuevas

reformulaciones conceptuales de la atención (García Sevilla, 1997) en la que se han
postulado la existencia de otros mecanismos de selección estimular de tipo semántico y
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en la actualidad no existe un consenso acerca de la definición de la atención. Se ha

definido la atención desde diferentes constructos: como aptitud mental, como
mecanismo cognitivo, como proceso cognitivo, como estado de alerta de la mente y
como un acto de la voluntad. Ello ha sido debido a que la atención está presente en el
funcionamiento psicológico general, actúa como activadora, directora, distribuidora de
la actividad del sujeto. La atención está relacionada con la percepción, con la memoria
de trabajo (MT) con las rutinas de evocación de la información almacenada en la
Memoria a Largo Plazo (MLP).
La atención es un constructo teórico que describe la relación funcional (estímulos

captados sensorialmente con respuesta inmediata del organismo) entre eventos del
contexto y la forma de responder a ellos (Barkley, 1996). Es la respuesta que el sujeto
emite ante los sucesos del contexto, tales como objetos y sus cualidades, acciones
(violentas, afectuosas, intempestivas,…) o bien sucesos en sí.
Otra de las definiciones de la atención es la aportada por García Sevilla (1997),

quien la define como “El mecanismo implicado directamente en la activación y el
funcionamiento de los procesos y/u operaciones de selección, distribución y
mantenimiento de la actividad psicológica” (p. 14) y es considerada como controladora
de todos los procesos cognitivos. En esta misma línea es definida la atención por García
Ogueta (1999): La atención consiste en una distribución de valores de activación sobre
esquemas y acciones actúa como un mecanismo cognitivo mediante el cual se ejercería
un control voluntario sobre la actividad perceptiva, cognitiva y comportamental cuando
ésta no pudiera llevarse a cabo de manera automática. De acuerdo con lo expresado por
esta autora, la atención interviene sobre el comportamiento orientándolo hacia los
requisitos de la tarea. En determinadas tareas será necesario disponer de atención
focalizada, en otras de atención dividida y, en otras, de atención mantenida y
concentrada.
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La atención se entiende como capacidad y como tal presenta un componente

predisposicional y un componente de aprendizaje. A través del aprendizaje de
estrategias atencionales y su ejercitación aumenta la capacidad de atender
selectivamente, de saber distribuirla y persistir, de disponer de atención dicótica y de
alcanzar determinados niveles de competencia en todas sus modalidades.
El término atención es sinónimo de «alerta» y de «activación». Desde el punto de

vista fisiológico, el estado de alerta se define como un incremento en la sensibilidad y
en la tensión muscular, el estado de alerta sería el grado máximo de activación y el
estado de sueño sería el polo opuesto.
Desde la perspectiva de la psicología estructuralista, la atención se ha asociado

con la conciencia; la atención en este sentido sería un proceso por el que los elementos
de la conciencia se hacen más claros y nítidos en un momento determinado.
Los procesos de atención y las conductas de atención no siempre son sinónimos

(López y García, 1997), ya que la expresión motora o conductual puede ser la de prestar
atención a los estímulos, p.ej. el alumno mira al profesor con evidentes rasgos de seguir
y escuchar su discurso verbal mientras que, realmente sus procesos atencionales están
en otra parte. Está prestando atención cognitivamente a otros estímulos (pensamientos o
incluso estímulos externos) distintos de los que conductualmente parece que atienda.
Desde el punto de vista del procesamiento de la información, la atención se

concibe como una capacidad de pensamiento, activándose su carácter selectivo cuando
se satura o sobrecarga su capacidad para procesar los datos estimulares. El
procesamiento de la información requiere lentitud, secuencialidad y esfuerzo para la
realización de tareas novedosas (Orjales y Polaino-Lorente, 1992).
Los autores de corte constructivista relacionan la atención con los conocimientos

previos y con otros procesos cognitivos. Los subprocesos de atención pueden ser
entendidos como parte de un conjunto más amplio de procesos (incluyendo la retención
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y el aprendizaje) relacionados con el funcionamiento cognitivo de los niños con

dificultades generales de aprendizaje (Dockrell y McShane, 1997).
Pistoia et al., (2004) postulan la existencia de unos componentes comunes entre la

amplia gama de definiciones que los diversos teóricos del tema han aportado. Estos son:
• Arousal (estado de alerta atencional). Este nivel de activación prepara

psicológicamente al sujeto a percibir los estímulos del ambiente.
• Respuesta de orientación (voluntaria o involuntaria). Permite sostener la
vigilancia para procesar la información eficientemente.
• Atención selectiva. Es un componente atencional que implica la inhibición de
estímulos irrelevantes para la finalidad deseada.
• Atención adaptativa. Posibilita los cambios adaptativos de la función de
atención de acuerdo con las características del entorno.
El proceso atencional implica una focalización-concentración de la propia

actividad cognoscitiva en un estímulo o tarea y, a su vez, la inhibición simultánea de los
demás estímulos (Barca y Santorum, 1997). Ello es debido a que la cantidad de
información que llega a nuestros receptores sensitivos (auditivos y visuales,
fundamentalmente) es ingente y desborda las posibilidades sensoriales de poderlas
captar y posteriormente procesar y codificar. Es, pues, necesario postular la existencia
de un filtro o mecanismo que permita atender solamente a aquello a lo que se desea, en
función de variables como la motivación (“quiero hacer eso”), el interés (“me gusta
hacer eso”), la complejidad de los estímulos, la modalidad sensorial de recepción, el
estado psicofísico (descanso versus fatiga, alerta versus inhibición), etc.
Para que el alumno atienda a las demandas de la tarea debe mantenerse un estado
psicofisiológico de alerta o vigilancia. Algunos estímulos exteriores tienen propiedades
suficientes para elicitar la atención, y ello es debido a unas cualidades o variables que
son distintas de los que poseen los demás estímulos (un anuncio, un dibujo, un ruido,
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etc.). Estas cualidades provocan una atención involuntaria. Tal es el caso, cuando la
tarea o los estímulos a los que se ha de atender son novedosos, tienen un tamaño
inusual, presentan movimiento o interactividad, tienen contraste, etc. Aunque todas
estas variables pueden producir habituación cuando se produce una saciación perceptiva
ante los estímulos. Sin embargo, en el contexto de aprendizaje del aula la atención
voluntaria es fundamental en el proceso motivacional del aprendizaje, en la que el
alumno responde conscientemente ante los estímulos, y es él el que determina a qué
atiende y cómo debe hacerlo, aunque en la mayoría de las veces y en los casos de
alumnos desatentos, es el propio profesor quien, didácticamente debe dirigir o
redireccionar la atención (dispersa, no mantenida o inexistente) de su alumno o
alumnos.
Como mecanismo atencional es selectivo porque presenta la capacidad de

centrarse en un solo estímulo. Es distributivo porque permite atender a varios estímulos
a la vez (aunque se produzca una disminución de la eficacia atencional) y, es
mantenido porque permite sostener y prolongar la atención a los estímulos durante
periodos amplios de tiempo.
Todos estos aspectos no son innatos en la persona, sino que se desarrollan en

mayor o menor medida en función del historial de aprendizaje y de las diferencias
individuales. Puede mejorarse con la práctica.
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2. BASES NEUROANATÓMICAS DE LA ATENCIÓN
Cuando atendemos a los estímulos en nuestro cerebro se activan diferentes áreas.

Desde la perspectiva neuroanatómica, la atención está constituida por redes de áreas
neurales que desarrollan operaciones específicas en el procesamiento de la información.
La atención tiene su localización anatómica en un conjunto de redes de áreas específicas
(Áreas V2 y V4 –núcleo pulvinar del tálamo) conectadas entre sí.
La identificación de las bases neuroanatómicas de la atención se ha podido

realizar, al igual que las de otros procesos psicológicos, mediante el empleo de las
técnicas de resonancia magnética y Tomografía Computarizada por Emisión de
Positrones (PET –en inglés- o TCEP) en tareas de atención. Se le administra al sujeto
una sustancia radioactiva denominada desoxiglucosa que, una vez en la corriente
sanguínea emite luminiscencia en las áreas cerebrales en las que se activa la actividad,
en este caso, la atención, pudiéndose captar y amplificar mediante las técnicas
mencionadas.
Existen diversos modelos neuroanatómicos explicativos del funcionamiento

atencional, (Heilman-Mesulam, 1987; Posner, 1995; Pribram y McGuiness, 1975),
aunque básicamente todos coinciden en lo sustancial y solo difieren en la utilización de
diferente nomenclatura para los mecanismos atencionales.
La estructura neuroanatómica de la atención es la siguiente:
A. RED ATENCIONAL ANTERIOR
Es la encargada de detectar y seleccionar los objetivos a los que dirigir la

atención. Controla la memoria de trabajo y actúa sobre las características estimulares
como el color, la forma el movimiento o el significado. Esta red es la que se activa en
las tareas denominadas “Stroop” que consisten en decir de qué color es la palabra que se
presenta como estímulo, escrita en un color distinto al de su denominación. Por
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ejemplo: azul (escrito con tinta roja), verde (escrito entinta negra), amarillo (escrito con
tinta verde) y todas las combinaciones posibles. La respuesta impulsiva que el sujeto
tiende a dar ante la pregunta ¿De qué color es esta palabra? es la lectura de la propia
palabra, cuando en realidad no es así. Esta vigilancia o inhibición de la respuesta para
ofrecer la correcta es controlada por esta red atencional anterior.
Su ubicación neuroanatómica radica en las áreas frontales del cerebro, en el giro

cingular, en los ganglios basales y en el área motora, las cuales están implicadas en la
selectividad atencional y en el control de la acción, en la iniciación y la inhibición de
respuesta (García-Ogueta, 1999).
B. RED ATENCIONAL DE VIGILANCIA
Es la responsable de la disponibilidad del organismo para responder. Mantiene el

estado de alerta. Esta red está relacionada con los aspectos intensivos de la atención:
vigilancia, alerta y atención sostenida. Su ubicación está en el locus coeruleus
estrechamente dependiente del sistema reticular ascendente. El locus coeruleus proyecta
norepinefrina en el lóbulo frontal derecho y ello permite aumentar el estado de alerta.
C. RED ATENCIONAL POSTERIOR
Está relacionada y vinculada con la orientación viso-espacial. Permite la

orientación de los órganos sensoriales hacia la fuente estimular (atención focalizada).
Esta red controla también la atención interna hacia los contenidos de la memoria. Se
encuentra localizada en las áreas del tálamo del núcleo pulvinar, reticular y colículos
superiores del cerebro medio.
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Cada una de estas áreas cerebrales podría estar implicada en un mecanismo

distinto que posibilita la selectividad atencional de tipo visual: el enfoque de la atención
(pulvinar), el movimiento de la atención de una zona a otra del espacio visual (colículo)
y el desenganche de la atención (parietal posterior) de un objeto o zona. También son
relevantes en esta red, los lóbulos temporales inferiores implicados en el reconocimiento
de objetos y atributos (García-Ogueta, 1999).
Las tres redes están conectadas entre sí e interactúan conjuntamente,

diferenciándose en la especialización atencional.
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Gráfico 1. Bases neuroanatómicas de la atención. (Adaptación de Carter, 2001).
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2.1.Características evolutivas de la atención
Los niños poseen conocimientos acerca de la atención. Tienen algunas

concepciones sobre lo que es, sobre las tareas que requieren el atender y sobre las
estrategias que se pueden emplear para estar atento. Miller (1990) (citado por Mayor et
al., 1993; p. 124) señala algunas notas idiosincráticas sobre qué piensan los niños sobre
la atención; algunas de ellas son:
1) Saben que los niños prestan menos atención que las personas adultas (las personas
adultas tienen más experiencias y conocimientos).
2) A los cuatro años los niños ajustan su forma de hablar frente a niños de 2 años,
empleando las expresiones: «Oye, Juan, escucha, mira...».
3) Entre los 4 y los 5 años ya distinguen variables de los estímulos que dificultan o
facilitan la búsqueda de un objeto (semejanza en forma y color) aunque no lo verbalizan
adecuadamente.
4) A los 5 años saben que nombrar los objetos y mirarlos «por orden» sirve para atender
a los estímulos relevantes.
5) A partir de los 5 años saben que es más fácil atender si les interesa lo que hacen.
6) A partir de los 7 años se dan cuenta de la importancia de no pensar en otros objetos

que haya presentes en la habitación o en los ruidos del entorno.
7) A los 7 años ya se dan cuenta de que hay que mirar selectivamente a los objetos
relevantes e intentar ignorar los irrelevantes. Todo ello ayuda a la atención.
8) Los niños conocen las diferencias individuales en la situación escolar. Saben que
unos niños atienden más que otros.
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9) Reconocen que se atiende mejor si miran al profesor que si miran a otros niños, si no
hablan, si están interesados en lo que se dice y no enredan.
10) A medida que aumenta la edad los alumnos mencionan factores psicológicos (falta
de interés, etc.) como causa de problemas de atención.
11) La mayoría de los niños entre 6 y 10 años saben que no siempre prestan atención y
son capaces de identificar las causas: otros niños u objetos irrelevantes que les distraen,
se aburren, están haciendo otra cosa a la vez, hay ruido, etc.
12) Hasta los 9 o los 10 años no se produce una verdadera automatización en el empleo
de las estrategias anteriores.
Desde el punto de vista educativo, debe reseñarse la existencia de trastornos de la

atención, considerándose como «normales» dentro de la fase del desarrollo en niños
pequeños o como un déficit cuando los alumnos son ya mayores (Short y Weissberg-
Benchell, 1989). Estos trastornos afectan a distintos cuadros clínicos como la
esquizofrenia, la depresión, etc., y, en el ámbito educativo, los trastornos de la atención
constituyen la base de muchos de los problemas escolares en el aprendizaje de la
lectoescritura, del cálculo, etc.
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3. COMPONENTES DE LA ATENCIÓN
Para que la Atención desarrolle sus funciones de manera eficiente es necesario

que se cumplan una serie de requisitos o conductas visuales (también en otras
modalidades sensoriales). Cuando su funcionamiento es adecuado se percibe y se
interpretan los estímulos de una manera más objetiva, Cuando fallan algunas de estas
conductas se produce lo que habitualmente se entiende por falta de atención, pérdida de
información, despiste, etc., dando lugar a problemas y dificultades en el aprendizaje.
3.1. Componentes visuales de la atención
Enfoque
Es la tendencia a «estrechar» el campo de atención hacia determinados aspectos, hasta

acomodar la visión (o la audición) y centrarla en el estímulo o estímulos que se desean
percibir.
Rastreo
El rastreo es la atención sucesiva a todo el campo estimular, deteniéndose en cada uno

de los aspectos del mismo durante breve tiempo.
Amplitud
La atención tiene una función de amplitud o selectiva, referida a la focalización, es

decir, dirigir la atención hacia determinados estímulos prescindiendo de otros que
también podrían ser objeto de atención pero que voluntariamente son excluidos del
interés atencional.
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Oscilación
Otro componente de la atención es el cambio que se realiza de un estímulo a otro, es

decir, poder atender a varios estímulos a la vez o realizar alternancias atencionales a
cada uno de ellos. Ello da lugar a la atención distribuida.
Intensidad
Es la capacidad de mantener la atención alerta, en actitud expectante y vigilante. Exige

un determinado arousal o activación para estar pendiente de los estímulos a los que se
desea prestar atención.
Estado de vigilia
Llamado también estado de alerta (arousal). Es el nivel de conciencia necesario para

mantener el estado de vigilia.
Span atencional
Número de estímulos (serie de golpes rítmicos, de dígitos, de posiciones de cubos en un

tablero) que uno es capaz de repetir.
Atención de desplazamiento
Es la realizada entre los hemicampos visuales. (Regulada por el sistema atencional

posterior).
Atención serial
Necesaria para realizar tareas de búsqueda y cancelación de un estímulo repetido entre

otros que actúan de distractores.
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Atención de preparación
Consiste en prepararse para la tarea cognitiva, movilizando o anticipando los esquemas

o respuestas previsibles, más apropiadas a la tarea a realizar. Facilita una tarea prevista.
Atención de respuesta inhibida
Denominada también Mecanismo de control de interferencias (Etchepareborda, 2000).

Esta atención permite inhibir una característica del estímulo que se presenta con doble
entrada de procesamiento (Tareas STROOP) para poder responder adecuadamente a una
de ellas.
3.2. Modalidades sensoriales de la atención
a) En función de la percepción sensorial:
Los tipos de atención son aquellos en los que la modalidad perceptiva (tacto, gusto,
olfato, vista y oído) determina el origen y la naturaleza de los estímulos hacia los que el
sujeto debe dirigirse para su procesamiento. En el ámbito educativo tienen especial
importancia la atención visual, la atención auditiva y, en el caso de las personas ciegas,
la atención táctil.
Atención visual
Atender a los estímulos de carácter visual que son percibidos, tanto en lo referido a
objetos y personas como a sus representaciones gráficas: dibujos, textos, esquemas,
objetos, etc.
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Atención auditiva
Referida al canal sensorial de la audición por el cual se perciben los estímulo sonoros.
Atender a los estímulos que llegan al cerebro por vía acústica. En el contexto escolar la
estimulación sonora habitual en actividades para el aprendizaje hace referencia a:
explicaciones del profesor, recepción de instrucciones, escucha del interlocutor,
audición de canciones, cuentos, etc.
Atención táctil
Es la que se dirige a la aprehensión de los objetos a través del tacto. Constituye la base
del aprendizaje háptico en las personas privadas de visión. Tocar en movimiento con la
finalidad de captar las características del objeto que se manipula intencionalmente para
identificar sus características físicas de rugosidad, temperatura, volumen, etc.
Atención olfativa y gustativa
Las modalidades olfativa y gustativa están dirigidas a diferenciar estímulos de

naturaleza química que se perciben mediante los sentidos del olfato y del gusto. Esta
atención está escasamente desarrollada desde la perspectiva educativa, habida cuenta
que la gran mayoría de estímulos (en torno al 80%) suelen ser de carácter visual,
aunque, por otra parte, forman parte de numerosas actividades didácticas de desarrollo
sensorial en el la Educación Infantil.
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b) En función de la persistencia y voluntad
Atención concentrada
Es el direccionamiento auditivo o visual (recepción sensorial) hacia un determinado

estímulo o tipo de estímulos, ignorando el resto de elementos del campo estimular. La
atención concentrada exige una focalización sobre una determinada parcela del objeto
que se está percibiendo.
Atención selectiva o focal
Es una atención perceptiva regulada, necesaria para analizar los elementos

constitutivos de cada estímulo, lo cual supone también eliminar otras opciones o
elementos a los que no se presta atención.
La atención selectiva es la que permite atender diferencialmente a los estímulos que se

desean (los que son relevantes); supone que intencionalmente se dirige hacia un
determinado elemento del campo visual (o auditivo) que se selecciona para su
procesamiento, y se eliminan otros a los que también se podría atender, pero que
causarían distorsión (irrelevantes) si fuesen objeto de focalización. Cuando el profesor
le indica al alumno que se concentre en la tarea que debe realizar le está transmitiendo
el mensaje de que focaliza su atención en los estímulos que forman parte de la actividad
propuesta y obvie, ignore aquellos otros estímulos que le podrían impedir en buen
desarrollo de la actividad. La atención selectiva es, uno de los más importantes recursos
del sistema cognitivo humano
Se pueden distinguir dos subtipos: la atención dividida (dual o compartida) y la

atención focalizada. En la atención dividida el mecanismo atencional se ha de repartir
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entre dos fuentes de estimulación. Se realiza el procesamiento en paralelo a la vez que

se realiza una tarea (leer un texto) (tareas en las que se necesita: teclear, tapping (golpes
sucesivos digitales). Se trata de atender a dos tareas con mayor o menor grado de
similitud pero de diferente foco estimular. Por ejemplo, escuchar y escribir, mirar un
dibujo y escuchar las indicaciones del profesor. Este tipo de atención exige cambiar con
rapidez de foco atencional y de la actividad que exija cada fuente estimular: escuchar y
leer, escuchar y escribir, comprender y calcular, etc. El mantenimiento de la distribución
se realiza en función de las demandas de la tarea, en unos casos el alumno debe estar
atendiendo a dos Fuentes estimulares simultáneamente y en otras debe prestar atención
a una y a continuación en otra. Esta modalidad atencional exige una gran flexibilidad y
oscilación.
La atención dividida es suscitada como consecuencia de una demanda de atención

múltiple, debido a una estimulación simultánea o a tareas de tiempo compartido. Sin
embargo, la atención focalizada es suscitada cuando el procesamiento de diferentes
fuentes o tipos de estimulación, obligan al niño a la selección prioritaria de un estímulo
sobre otros.
Atención voluntaria
Denominada de este modo porque interviene la voluntad del sujeto de dirigir su

atención intencionalmente hacia el estímulo. Hace referencia al grado de control que
realiza el sujeto sobre el mecanismo atencional para dirigirlo a la fuente de
estimulación.
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La atención voluntaria exige:
a) Aprovechar al máximo los recursos de concentración.
b) Suprimir las distracciones.
c) Dirigir la atención hacia los objetivos deseados.
d) Inhibir respuestas inapropiadas.
Atención involuntaria
Es la que se realiza de modo reflejo, sin intención de controlar el mecanismo atencional.

Las características del estímulo captan la atención. Cuando se dice que el alumno se ha
distraído con respecto a la tarea atencional primaria hacemos referencia que ha
cambiado su foco atencional y, probablemente, haya sido elicitado dicho cambio de
modo reflejo por las características de otro estímulo (sonoro, visual, etc.).
Atención sostenida
Llamada también atención concentrada o vigilancia. Nos permite sostener la atención

para realizar una tarea durante un tiempo determinado(mantenimiento de la atención)
(persistencia).Es la que permite mantener el foco atencional alerta durante el tiempo
necesario para la realización de la tareas: actividades escolares de leer, escribir,
relacionar, deducir, etc. y que, por lo general suelen ser prolongados y, en el caso de que
las actividades sean rutinarias o monótonas le exigen mayor esfuerzo al alumno al tener
que controlar voluntariamente su mecanismo atencional. En los casos de los alumnos
con TDAH si la actividad es innovadora, su rendimiento inicial es bueno, es decir, tiene
lugar una atención sostenida durante cierto tramo de tiempo, pero irá decreciendo a
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medida que se le haga aburrida y aumentará la probabilidad de que abandone su

ejecución (Orjales, 1998).
La atención sostenida se evalúa a través de test de ejecución continua (CPT). Se

producen fluctuaciones o cambios en la intensidad de la atención. Al final se produce
una merma o deterioro de la calidad atencional (decremento) de la tarea.
Atención manifiesta
Está referida a los indicadores observables de carácter conductual, tales como dirección
de la mirada y actitud general de escucha/atención.
Atención encubierta
Es aquella en la que no existen signos externos evidentes o indicadores de alerta, sin

embargo internamente sí se está produciendo un control del mecanismo atencional.
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CUADRO 1. Características estimulares de los objetos para captar la atención.
VARIABLE CARACTERÍSTICAS
Tamaño Grande (el mayor tamaño entre un

conjunto de ellos)
Ubicación Situado en la parte superior-

izquierda del plano gráfico
Color Mayor captación del color frente al

blanco y negro
Intensidad Los de mayor intensidad. Por

ejemplo, estímulos auditivos.
Movimientos Los estímulos que más movimiento

tienen frente a los estáticos.
Complejidad Los objetos más complejos captan

más la atención que los sencillos.
Relevancia En función de lo considerado como

valioso personalmente
Novedad Capta más la atención un estímulo

novedoso frente a los que son
habituales, tópicos o conocidos.
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Todas estas características de los estímulos captan la atención moduladas por

factores motivacionales del sujeto, intereses y expectativas, el grado de receptividad,
grado de estrés, fatiga psicofísica, de activación o arousal, por la experiencia y
conocimientos previos disponibles
Gráfico 2. Modalidades sensoriales de la atención. Resumen.
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3.3. Manifestaciones de la atención
La atención como proceso psicológico tiene lugar en el cerebro, el cual establece

los mecanismos de proyección interna y externa, produciéndose las respuestas
manifiestas y observables de acuerdo con las tres dimensiones de la conducta:
• Manifestaciones conductuales
Por la que el sujeto orienta sus órganos de los sentidos hacia la fuente estimular. Se
realizan los correspondientes ajustes corporales, tales como movimientos oculares,
elevación o giro de la cabeza para orientar el oído, etc. También para mirar y ver los
objetos se producen focalizaciones, rastreos oculares (movimientos sacádicos) con el
propósito de leer, de escribir, de observar y captar los detalles y características del
objeto visual percibido.
Estas manifestaciones conductuales constituyen las respuestas motoras de la atención.

Sin embargo, pese a que son necesarias para captar los estímulos, por sí mismas no
garantizan que realmente se esté prestando atención (voluntaria y concentrada) al
estímulo, ya que el sujeto puede simular atender mediante indicadores motores de
atención y, por otra parte, mantener una atención cognitiva “alejada” o diferente de lo
que externamente se está observando.
• Manifestaciones cognitivas
Están constituidas por el correlato de procesos mentales que tienen lugar cuando se
atiende a los estímulos. Se realizan las funciones de analizar, comparar, deducir, etc.
Son procesos complejos y exigen un nivel atencional elevado y, sobre todo, una gran
claridad de conciencia.
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• Manifestaciones psicofisiológicas
Constituidas por la actividad cortical y la actividad del Sistema Nervioso. Para atender
es necesario que se produzca una activación fisiológica (arousal). La consecuencia de
esta activación es la dilatación de las pupilas, la disminución de la tasa cardiaca.
El grado de activación es diferencial en función de la actividad que el sujeto esté

realizando. Así, el arousal es muy bajo cuando se está durmiendo, es muy alto cuando
la tarea requiere un gran esfuerzo. Se rinde mejor cuando el arousal es moderado.
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4. DIFICULTADES EN LA ATENCIÓN
Todos los procesos, mecanismos y operaciones cognitivas humanas tienen gran

dependencia del desarrollo evolutivo, pero sobre todo la atención (Servera y Galván,
2001). La diferencia de capacidades atencionales en función de la edad es un hecho
contrastado, siendo muy variable la cantidad de información visual a la que pueden
prestar atención, el tiempo que puede permanecer en ella o la intensidad de la misma
los niños de 5 años, 7 años o 12 años, por ejemplo. Tal y como indican Servera y
Galván (2001), cuantos más pequeños son existe:
a) Una menor capacidad atencional para la información relevante.
b) Mayor probabilidad de distraerse.

c) Un menor autocontrol de la atención.
d) Una menor capacidad de atención sostenida.

e) Una atención más fluctuante ante los estímulos
Los trastornos de la atención pueden explicarse desde diversas teorías. Barkley

(1991) y Etchepareborda (2000) postulan que se produce una afectación de la atención
selectiva, y produciéndose dos subtipos atencionales:
a) Trastorno de la atención, impulsividad y desinhibición.

b) Reacciones lentas y estado de confusión y/o inatención de los
eventos que le afectan (no tienen impulsividad ni desinhibición).
La coincidencia de ambos grupos se establece en los siguientes síntomas:
- Dificultades para terminar las tareas.
- Dificultades para concentrarse
- Desatención.
- Incapacidad para seguir tareas dirigidas.
MÓDULO 1
- Deterioro del aprendizaje escolar.
Existen dificultades leves en la atención que deterioran el rendimiento escolar y

que pueden ser abordadas desde la perspectiva psicopedagógica, realizando una
adecuada evaluación observacional y mediante la aplicación de tareas y programas
específicamente dirigidos a paliar estos déficits que, en muchos casos, son inhabilidades
o carencias atencionales sin poseer la entidad de trastorno.
a) Amplitud
Está referida al campo perceptivo que se abarca con el órgano sensorial. En el

caso de la visión cuando el foco es ancho se produciría una excesiva visión periférica.
Se produce un ensanchamiento del campo visual y no se perciben adecuadamente los
elementos o componentes del estímulo (tarea gráfica) que lo integran. Un ejemplo de
ello lo constituyen las páginas saturadas de carga gráfica (excesivo texto, excesivas
ilustraciones o mezcla de ambos) en las que el alumno “se pierde” y no logra focalizar
adecuadamente. Se produce una percepción gestáltica, global, muy general y se tiene
dificultad para centrar la atención en determinadas partes de la tarea.
Por el contrario, otra alteración de la amplitud, es el foco estrecho. Se presta una

menor atención al campo visual o periferia, estrechándose la percepción en aspectos
muy concretos de la tarea a realizar.
b) Lentitud de desplazamiento
Cuando la atención visual se realiza a un ritmo muy lentificado. El rastreo se

realiza laboriosamente. Es una falta de flexibilidad atencional y es muy habitual en
niños menores de 7 años, produciéndose focalizaciones de mayor duración de lo
MÓDULO 1
necesario y cambio de foco (movimiento de rastreo, sáccada o cambio hacia el siguiente

foco) muy lentos.
c) Déficits de concentración
Se entiende como concentración la capacidad del sujeto para focalizar o fijar su

atención en un campo estimular (Matthysse, 1979). La capacidad de concentración
puede disminuir por muy diversos factores, puede producirse una baja concentración en
la atención (hipoconcentración) por un bajo arousal. Esto suele ocurrir cuando se dan
las siguientes condiciones:
• Tareas repetitivas y rutinarias.

• Escaso interés del sujeto hacia la tarea.
• Escasa motivación.
• Cansancio.
• Efectos secundarios de tratamientos farmacológicos (p.ej.
antihistamínicos).
• Elementos distractores.
• Excesiva estimulación.
• Familiaridad de la situación que se atiende.
d) Distraibilidad
Es la incapacidad para ignorar la información relevante, es decir, los distractores.

La conducta atencional del sujeto se orienta hacia estímulos irrelevantes del entorno,
produciéndose oscilaciones de la atención (atender a un estímulo versus dejar de
atender). La consecuencia de ello es la dificultad manifiesta para realizar
MÓDULO 1
adecuadamente y en el tiempo la tarea prevista. Se le ha denominado también a esta

alteración Atención dispersa.
e) Falta de intensidad
Cuando los estímulos que se presentan no son muy intensos y no llegan al umbral
para poder captar la atención del sujeto. Es el caso de un alumno cuando está estudiando
y lee rutinariamente, o las ilustraciones monocromáticas y escasamente atractivas no le
“llaman la atención”. El texto monótono gráficamente o la irrelevancia cromática no
elicitan la respuesta de atender en el alumno. Se produce cuando el umbral del foco
atencional es excesivamente alto.
f) Indiferencia atencional
Esta alteración se produce cuando el sujeto apenas muestra interés, mantiene una
atención dispersa. En este caso, no se pretende atender, no se ponen en funcionamiento
los mecanismos atencionales para captar los estímulos y, en consecuencia, no se realiza
la tarea y no se logra el aprendizaje previsto.
g) Hipercuriosidad atencional
Cuando existe un elevado interés por atender a todos los estímulos que estén
presentes en el campo perceptivo. El sujeto atiende a todo lo que está a su alcance, tanto
sean estímulos deseables desde el punto de vista de la tarea de aprendizaje como a los
estímulos distractores que no guardan ninguna relación con la actividad establecida. En
este caso también se podría hacer mención a una atención dispersa entre los estímulos
adecuados y los distractores.
MÓDULO 1
h) Escasos recursos atencionales
Es una carencia de capacidad. El sujeto no dispone de los suficientes recursos en

su mecanismo atencional para lograr una atención de calidad. Los déficits o carencias
habría que ubicarlos en las redes atencionales (anterior, vigilancia y posterior).
i) Déficits en los mecanismos electivos
Se producen fallos en los mecanismos de distribución. No se organizan

adecuadamente y se produce una distribución atencional irregular. Ejemplo de ello es el
alumno que dedica mucho tiempo a contemplar las ilustraciones y escaso a la lectura del
texto que lo acompaña, o, quien solamente presta atención a la lectura del texto y poco o
menos a la realización de las actividades específicas del tema que está estudiando.
j) Fatigabilidad
Se produce un cansancio prematuro en la actividad, se pierde la concentración

muy pronto a pesar de que no existan estímulos distractores. En algunas ocasiones esta
fatiga puede ser debida a los efectos secundarios producidos por la ingesta de fármacos
en un tratamiento médico.
k) Impersistencia
Cuando solamente se atiende adecuadamente los primeros minutos. Es una

tendencia repetida para no mantener la atención durante mucho tiempo. No se produce
MÓDULO 1
fatiga, sino que la dificultad consiste en prolongar la atención concentrada establecida

en los primeros momentos de la tarea.
l) Disfunciones de la vigilancia
Estas disfunciones lo pueden ser por déficit o por exceso. En el primero de los
casos la receptividad del sujeto hacia los estímulos es baja. Necesita del control externo
para dirigirle la atención o monitorizarle. El caso ejemplificador lo encontramos en las
“llamadas de atención” que habitualmente realiza el profesor hacia determinados
alumnos que necesitan que se les indique que deben estar atentos a la actividad o tarea
prevista. En el caso de exceso de alerta o vigilancia (nivel de receptividad al medio), se
le denomina hipervigilancia, y consiste en atender a todos los estímulos ambientales
que sean importantes o de interés para el sujeto. Ello implica, en el caso de la atención
auditiva, disponer de suficientes recursos atencionales para la denominada “escucha
dicótica”, por la que se puede prestar atención a dos conversaciones a la vez pudiendo
obtener al menos, información básica de ambas.
m) Alteraciones en la intensidad
La atención puede tener fluctuaciones caracterizadas por períodos cortos y

transitorios. Un ejemplo de ello es el alumno que se mantiene atento hacia una tarea
pero que ocasionalmente se distrae durante unos instantes, reingresando de nuevo en su
tarea habitual. Estos cambios se denominan fásicos. También pueden producirse
pérdidas de concentración con períodos de tiempo, largos y permanentes. Se denominan
cambios tónicos. Esta alteración en manifiesta cuando, después de la pérdida de la
atención, resulta muy laborioso lograr concentrarse de nuevo en la tarea en la que, con
anterioridad a la pérdida de concentración, se estaba realizando adecuadamente.
MÓDULO 1
n) Las ausencias mentales
Se definen las ausencias mentales como la máxima concentración en un estímulo

o situación, y consiguientemente como ausencia o falta de conciencia para todo aquello
que no esté relacionado con lo que estamos atendiendo, es lo que comúnmente se llama
«estar absorto».
La ausencia mental tiene dos características definitorias:
• Un problema de umbral. El sujeto con ausencia mental tiene un umbral alto

para todos los estímulos, salvo para aquellos que se relacionan con lo que
le absorbe, es decir, lo que atiende.
• Umbral diferencial. Cuando una persona está concentrada en una tarea, el
resto de la situación ambiental es ignorada, a no ser que algunos estímulos
sobresalgan o destaquen de una manera inesperada, no familiar, de forma
que obliguen a prestarles atención.
o) Las lagunas temporales
Se refieren al problema de que, durante un espacio temporal determinado, la

persona no sabe ni está segura de lo que ha hecho. Dichas lagunas se dan
frecuentemente en situaciones o tareas que son muy familiares y que han sido
rutinizadas, de tal modo, que se puede realizar una secuencia esquemática y
jerarquizada de hechos sin que sea necesario un procesamiento consciente de las
mismas. Precisamente, es esa ausencia de procesamiento consciente lo que muchas
veces provoca en el sujeto la laguna temporal, una falta de conciencia de lo que se ha
realizado en un período determinado de tiempo.
MÓDULO 1
p) Deficiencias en los mecanismos selectivos
Los mecanismos selectivos son los que permiten al sujeto atender en cada
momento a los estímulos pertinentes para la tarea o situación en la que está actuando.
Tales mecanismos selectivos pueden alterarse por:
• Estimulación excesiva.
• Estados de fatiga.
Como consecuencia de ello, provocan deficiencias en el sistema de filtrado, de tal

modo, que los sujetos son incapaces de discriminar los aspectos o estímulos de una
situación que son importantes o relevantes de los que no lo son y, se produce una
sobrecarga de la capacidad de procesamiento. Cuando nuestros receptores están
sobrecargados, el Sistema Nervioso Central es incapaz de procesar toda la estimulación.
MÓDULO 1
Gráfico 3. Atención y Motivación.
MÓDULO 1
MÓDULO 1

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MÓDULO 1. ATENCIÓN.

MÓDULO 1. ATENCIÓN. FUNDAMENTOS PSICOPEDAGÓGICOS

Las personas estamos sometidas a una gran cantidad de estímulos ambientales

El estudio de la atención ha surgido de campos muy diversos como la fisiología,

1. LA ATENCIÓN COMO PROCESO

Las primeras definiciones de la atención las encontramos en Boadbent (1958)

Otro modelo atencional propuesto es de la «multicadena» (Norman, 1968) que

En el modelo de “filtro” o “cuello de botella” propuesto por autores como

b) El interés. Atendemos a lo que deseamos llevar a cabo, a aquello que nos

c) La complejidad de los estímulos. Los estímulos visuales como un cartel,

pueden presentar diferentes niveles de complejidad en su estructura física,

d) La modalidad sensorial de recepción. Las personas que no presentan

e) El estado psicofísico. Para atender a los estímulos y obtener información

Posner, (1994) aportó la siguiente definición: un mecanismo central de control

Desde la propuesta inicial de Broadbent (1958), se han sucedido nuevas

en la actualidad no existe un consenso acerca de la definición de la atención. Se ha

La atención es un constructo teórico que describe la relación funcional (estímulos

Otra de las definiciones de la atención es la aportada por García Sevilla (1997),

La atención se entiende como capacidad y como tal presenta un componente

El término atención es sinónimo de «alerta» y de «activación». Desde el punto de

Desde la perspectiva de la psicología estructuralista, la atención se ha asociado

Los procesos de atención y las conductas de atención no siempre son sinónimos

Desde el punto de vista del procesamiento de la información, la atención se

Los autores de corte constructivista relacionan la atención con los conocimientos

y el aprendizaje) relacionados con el funcionamiento cognitivo de los niños con

Pistoia et al., (2004) postulan la existencia de unos componentes comunes entre la

• Arousal (estado de alerta atencional). Este nivel de activación prepara

El proceso atencional implica una focalización-concentración de la propia

Como mecanismo atencional es selectivo porque presenta la capacidad de

Todos estos aspectos no son innatos en la persona, sino que se desarrollan en

2. BASES NEUROANATÓMICAS DE LA ATENCIÓN

Cuando atendemos a los estímulos en nuestro cerebro se activan diferentes áreas.

La identificación de las bases neuroanatómicas de la atención se ha podido

Existen diversos modelos neuroanatómicos explicativos del funcionamiento

La estructura neuroanatómica de la atención es la siguiente:

A. RED ATENCIONAL ANTERIOR

Es la encargada de detectar y seleccionar los objetivos a los que dirigir la

Su ubicación neuroanatómica radica en las áreas frontales del cerebro, en el giro

B. RED ATENCIONAL DE VIGILANCIA

Es la responsable de la disponibilidad del organismo para responder. Mantiene el

C. RED ATENCIONAL POSTERIOR

Está relacionada y vinculada con la orientación viso-espacial. Permite la

Cada una de estas áreas cerebrales podría estar implicada en un mecanismo

Las tres redes están conectadas entre sí e interactúan conjuntamente,

Gráfico 1. Bases neuroanatómicas de la atención. (Adaptación de Carter, 2001).

2.1.Características evolutivas de la atención

Los niños poseen conocimientos acerca de la atención. Tienen algunas

6) A partir de los 7 años se dan cuenta de la importancia de no pensar en otros objetos

Desde el punto de vista educativo, debe reseñarse la existencia de trastornos de la

Para que la Atención desarrolle sus funciones de manera eficiente es necesario

3.1. Componentes visuales de la atención

Es la tendencia a «estrechar» el campo de atención hacia determinados aspectos, hasta

El rastreo es la atención sucesiva a todo el campo estimular, deteniéndose en cada uno

La atención tiene una función de amplitud o selectiva, referida a la focalización, es

Otro componente de la atención es el cambio que se realiza de un estímulo a otro, es

Es la capacidad de mantener la atención alerta, en actitud expectante y vigilante. Exige

Llamado también estado de alerta (arousal). Es el nivel de conciencia necesario para

Número de estímulos (serie de golpes rítmicos, de dígitos, de posiciones de cubos en un

Es la realizada entre los hemicampos visuales. (Regulada por el sistema atencional

Necesaria para realizar tareas de búsqueda y cancelación de un estímulo repetido entre

Consiste en prepararse para la tarea cognitiva, movilizando o anticipando los esquemas

Atención de respuesta inhibida

Denominada también Mecanismo de control de interferencias (Etchepareborda, 2000).