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CICLO: II
GRUPO: 2
YARINACOCHA- PERÚ
2023-1
INTRODUCCIÓN
La memoria, por otro lado, nos permite adquirir, almacenar y recuperar información.
Es el proceso mediante el cual codificamos la información en nuestra mente, la
retenemos a corto o largo plazo y la recuperamos cuando la necesitamos. La
memoria de trabajo nos ayuda a mantener activamente la información relevante en
nuestra mente a corto plazo, mientras que la memoria a largo plazo nos permite
almacenar y acceder a la información de manera duradera. La motivación
desempeña un papel fundamental en nuestra disposición y perseverancia para
llevar a cabo tareas y lograr metas. Es el impulso interno o externo que nos energiza
y dirige hacia la acción. La motivación puede ser intrínseca, impulsada por el interés
y la satisfacción personal, o extrínseca, impulsada por recompensas externas o
consecuencias evitadas. Estos tres procesos cognitivos están estrechamente
vinculados. Una atención adecuada facilita la codificación y retención de la
información en la memoria, mientras que la motivación influye en nuestra capacidad
para enfocar y mantener la atención en una tarea específica.
Definición:
Según Téllez (2002), durante la infancia y la adolescencia se desarrolla la atención, se dirige
hacia estímulos relevantes y se hace más flexible. Los estudios del desarrollo durante la
niñez y la adolescencia han mostrado que las habilidades cognitivas maduran y se
vuelven más eficientes durante este periodo. La etapa comprendida entre el segundo mes
y el sexto año de vida, denominada primera infancia, se caracteriza por una mayor
elaboración de las conductas sensoriales y motoras, con un importante incremento en la
capacidad de respuesta del niño a los estímulos del medioambiente.
1- Atención:
La atención es un proceso con varios grados que evolucionan con la
ontogenia. La atención involuntaria comienza a desarrollarse en las primeras
semanas de vida; antes de esto, ya se observa el reflejo de orientación y la
capacidad orientadora. En el segundo año de vida la atención se hace más
selectiva.
A continuación, se verán cada una sus componentes que participan en dicho
proceso.
Características:
1. Orientación: se refiere a la capacidad de dirigir los recursos cognitivos a
objetos o eventos de importancia para la supervivencia del organismo. Por
ejemplo, decidir voluntariamente leer un cuento o escuchar una melodía.
2. Focalización: tiene que ver con la habilidad para centrase en unos cuantos
estímulos a la vez.
3. Concentración: se refiere a la cantidad de re- cursos de atención que se
dedican a una actividad o a un fenómeno mental específicos.
4. ciclicidad: la atención también se encuentra sujeta a los ciclos básicos de
actividad y descanso; en condiciones de libre curso, se observan variaciones
con periodos de 90 minutos, aproximadamente.
5. Intensidad: la atención puede expresarse en diferentes grados: desde lo
más cercano al desinterés hasta la concentración profunda. La intensidad de
la atención se relaciona principalmente con el grado de interés y de
significado de la información. El grado de intensidad es lo que se denomina
“grado de concentración”.
6. Estabilidad: puede observarse en el tiempo que una persona permanece
atendiendo a una información o actividad. En los niños pequeños no se
observa una capacidad para permanecer realizando una actividad de manera
ininterrumpida por espacios de más de 15 a 20 minutos. Cuando inician la
educación preescolar, la estabilidad de su atención aumenta gradualmente
hasta alcanzar periodos de más de una hora en el adulto.
Los colículos superiores
Aportan en la atención de modalidad visual, ya que son ellos los que permiten
que dicho proceso pueda moverse de un objeto a otro. Su función es
asociada con el control de los movimientos oculares y de llevar los estímulos
externos al campo visual. Al parecer, los colículos inferiores cumplen la
misma función, pero trabajan con la información auditiva.
Tipos de colículos superiores
El tálamo: Dentro de éste se encuentra una pequeña estructura llamada el
núcleo pulvinar Probablemente regula la atención selectiva, así como
también filtra la información para que después pueda ser procesada por otras
estructuras.
El giro del cíngulo: El giro del cíngulo de la corteza cerebral participa
incorporando un contenido emocional a la información recibida para que, de
esta manera, se pueda dar una respuesta adecuada. El lóbulo parietal:
Participa en el procesamiento y uso de los aspectos espaciales de la
atención.
Participan en la regulación de todos los procesos psicológicos. De igual
forma participan en las repuestas motrices que se dan a un estímulo, el
control voluntario de los ojos y las respuestas a estímulos novedosos,
caracterizándose por realizar el trabajo más especializado de la atención.
El cerebelo: Cumple una función reguladora del tono y los movimientos, con
importantes implicaciones en el aprendizaje de tareas motoras y no motoras,
interviniendo activamente en procesos complejos de orden cognitivo como el
lenguaje, la memoria de trabajo, el razonamiento viso espacial y la atención
selectiva, de forma que actuaría como procesador capaz de adecuar las
respuestas de diversa naturaleza a la información del ambiente,
Química de la atención: Los componentes químicos de nuestro cerebro son
la verdadera savia vital del sistema atencional y tienen mucho que ver con
aquello a lo que los alumnos prestan atención en la escuela.
Alteraciones: La atención es un proceso cognitivo que se puede alterar por
múltiples causas, entre las más comunes se encuentran las etiologías del
daño cerebral: accidentes cerebrovasculares, traumatismos
craneoencefálicos, deterioro cognitivo, entre otros.
Hipoprosexia: La persona afectada intenta concentrar su atención en algo
pero no lo logra más allá de unos segundos o minutos, principalmente debido
a que de manera involuntaria se orienta y focaliza en otros pensamientos y
sensaciones. Si reintenta concentrarse no hay cambio alguno en el resultado.
MEMORIA
Definición:
2- Memoria
La función principal de la memoria es proporcionar a los seres humanos los
conocimientos necesarios para comprender el mundo en el que viven. La
memoria conserva y reelabora los recuerdos en función del presente y
actualiza nuestras ideas, planes y habilidades en un mundo cambiante. La
memoria humana se puede investigar desde el punto de vista
neuropsicológico (estructuras cerebrales asociadas a la memoria), o desde
el psicológico (memoria como estructura o proceso mental). Desde este
segundo punto de vista, podríamos considerar a las personas como
procesadores de información, que, de una forma análoga al ordenador,
codifican, conservan y recuperan la información.
Procesos básicos de la memoria
La memoria tiene tres funciones básicas: recoge nueva información, organiza
la información para que tenga un significado y la recupera cuando necesita
recordar algo. El recuerdo de rostros, datos, hechos o conocimientos consta
de tres etapas: codificación, almacenamiento y recuperación.
PRINCIPIOS GENERALES:
DISTORSIONES DE LA MEMORIA
1- . Tiempo. La memoria se debilita con el paso de los años, porque las nuevas
experiencias difuminan nuestros recuerdos.
2- Distracción. Los fallos de la memoria por distracción —olvidar una cita,
perder el móvil o las llaves de casa se producen porque estamos
preocupados en otros asuntos y no atendemos a lo que debemos recordar.
3- Bloqueo. Es una búsqueda de información frustrada. A veces, no
recordamos el nombre de un conocido cuando nos encontramos con él en la
calle.
4- Atribución errónea. Consiste en asignar un recuerdo a una fuente
equivocada, por ejemplo, confundir la fantasía con la realidad o recordar
cosas que no han pasado. ¿Un juez puede distinguir los recuerdos
verdaderos o falsos de los testigos en un juicio?
5- Sugestibilidad. Es la tendencia de un individuo a incorporar información
engañosa que procede de fuentes externas otras personas, imágenes,
medios de comunicación a sus recuerdos personales (formar memorias
falsas). Los sistemas dictatoriales, como saben que la memoria es
sugestionable, logran confesiones falsas de los prisioneros políticos por
crímenes que no han cometido. Franz Kafka analizó esta cuestión en su obra
El proceso (Madrid, Alianza, 2006).
6- Propensión. Refleja la influencia de nuestros conocimientos y creencias
actuales sobre el modo de recordar el pasado. A veces, elaboramos nuestros
recuerdos para que encajen en nuestras creencias y necesidades actuales.
George Orwell describe este proceso en su novela 1984.
7- Persistencia. Consiste en recordar sucesos del pasado que preferiríamos
desterrar de nuestra mente, porque están ligados a nuestra vida emocional.
Así, recordamos experiencias difíciles de olvidar, como la muerte de un ser
querido, el rechazo de un amante o un fracaso en los estudios.
ALTERACIONES DE LA MEMORIA
Las alteraciones de la memoria se concretan en los procesos de memoria a
largo plazo y son calificados como amnesia. Otros son fallos graves y
permanentes como las amnesias, hipermnesias y paramnesias.
MOTIVACIÓN
Definición:
La Motivación tiene que ver con las razones que subyacen a una conducta. Tales
razones, como señala Wong (2000), pueden ser analizadas al menos en dos
niveles: por una parte, preguntando por qué un individuo exhibe ciertas
manifestaciones conductuales; por otra parte, preguntando cómo se llevan a cabo
tales manifestaciones conductuales. La explicación de la conducta en términos de
los mecanismos motivacionales referidos al porqué tiene que ver con la causa
última, mientras que la explicación en términos referidos al cómo tiene que ver con
la causa próxima. Es un aspecto de interés, ya que el porqué de una conducta, esto
es, la motivación, ha de tener connotaciones funcionales y adaptativas: tiene que
haber buenas razones para la ocurrencia de esa conducta del modo en el que se
produce y en las situaciones en las que ocurre (Alcock, 1998).
4- Motivación:
Durante la etapa precientífica, la Motivación se reducía a la actividad
voluntaria, mientras que, en la etapa científica, hablar de Motivación implica
referirse a instintos, tendencias e impulsos, que proporcionan la energía
necesaria; pero, además, hay también claras referencias a las actividades
cognitivas, que dirigen la conducta hacia determinadas metas. Por tanto, el
concepto de Motivación en la actualidad debe considerar la coordinación del
sujeto para activar y dirigir sus conductas hacia metas. Madsen (1980)
FUENTES DE LA MOTIVACIÓN:
-Fuentes internas: se refiere a los efectos que ha ido ejerciendo el proceso
de la Evolución sobre la especie humana. La selección natural puede haber
favorecido la existencia y mantenimiento de ciertos motivos básicos que se
encuentran íntimamente relacionados con la supervivencia; tal es el caso de
la conducta de evitación activa o de alejamiento ante la presencia de algunos
animales, como las serpientes. (weisfeld-1993
Fuentes ambientales: se refieren a los distintos estímulos que, desde fuera
del individuo, ejercen su influencia sobre éste. Son los incentivos,
considerados como estímulos que motivan la conducta. La cantidad de
incentivo, la cualidad específica del mismo, así como la lejanía temporal -
también la lejanía o distancia psicológica, utilizando la terminología. Lewin
(1936).
CARACTERÍSTICAS DE LA MOTIVACIÓN
Activación: La activación es una de las características que con mayor
facilidad puede ser observada cuando un organismo lleva a cabo una
conducta. La conducta abierta o manifiesta es una de las propiedades que
mejor define a la activación. Es decir, en la medida en la que un organismo
está llevando a cabo una conducta, parece lógico pensar que un cierto nivel
de motivación existe en dicho sujeto. Por el contrario, y al menos
aparentemente, si no existe conducta observable, se podría pensar que no
existe motivación, o que el nivel de motivación existente es insuficiente para
provocar la conducta. Sin embargo, éste es un razonamiento equívoco, pues,
si bien es cierto que la presencia de una conducta observable denota la
existencia de un adecuado nivel de motivación, la ausencia de una conducta
observable no significa la ausencia de motivación. A partir de los trabajos de
Lacey (1967), en los que se cuestionó seriamente el concepto de activación
como proceso unitario, defendido por Lindsley (1951, 1957), Malmo (1959),
Duffy (1962).
Dirección:
La direccionalidad de la conducta puede que no sea relevante cuando el
sujeto en cuestión sólo tiene una alternativa de respuesta. En estos casos, la
respuesta es bastante evidente y clara. Pero, cuando las posibilidades de
elección le permiten decidir qué conducta, y hacia dónde orientará dicha
conducta, la característica de la dirección adquiere una importante
consideración, aunque, por supuesto, la conducta se torna más difícil para el
sujeto, dependiendo del valor funcional que cada una de las posibles
alternativas tengan para dicho sujeto. Es por este motivo por el que Beck
(2000) ha criticado la activación -particularmente la persistencia- como
componente importante en motivación, mientras que la dirección puede ser
considerada como el índice más apropiado para el estudio de las conductas
motivadas.
En Psicología de la Motivación se suele utilizar lo que se denomina “Test de
Preferencia”, para determinar cuál de las distintas alternativas que el sujeto
puede elegir es la que más le motiva. Por ejemplo, en un experimento ya
clásico (Young y Greene, 1953), utilizando ratas como sujetos de
experimentación, se preparan diversos recipientes con agua, aunque cada
recipiente con una diferente saturación de azúcar. De este modo, se puede
averiguar cuál de las distintas posibilidades o alternativas motiva más al
sujeto. Concretamente, en este caso, se pudo observar que las soluciones
más saturadas motivaban más a las ratas. El hecho de la preferencia enlaza
con lo que señala Beck (2000) al abordar el estudio de la Motivación;
concretamente, dice el autor, sería pertinente establecer una diferencia
básica entre, por una parte, la preferencia de una conducta centrada en la
satisfacción de necesidades, esto es, centrada en la regulación elemental
biológica del organismo, y, por otra parte, la preferencia de una conducta
centrada en la consecución de metas que no implican la satisfacción de
necesidades biológicas, ni se encuentran relacionadas con la homeostasis
de dicho organismo.
EL PROCESO DE MOTIVACIÓN
A grandes rasgos, la secuencia que proponen Kuhl (1986) y Deckers (2001)
considera tres momentos: elección del objetivo, dinamismo conductual y
finalización o control sobre la acción realizada
Elección del objetivo, que se convierte en meta, el individuo decide
qué motivo satisfará, y qué meta intentará conseguir para satisfacer
dicho motivo. Esto es, existe una circunstancia previa o incentivo que
activa un motivo, junto con la potencial energía necesaria para
ejecutar una conducta. La elección de un motivo depende de la
intensidad del mismo, de lo atractivo que resulte el incentivo, de la
probabilidad subjetiva de éxito y de la estimación del esfuerzo
necesario para conseguir el objetivo
Dinamismo conductual, se refiere a las actividades que lleva a cabo
un individuo para intentar conseguir la meta elegida. Es decir, a partir
del motivo y del incentivo seleccionado para satisfacer ese motivo, el
individuo decide qué actividades le permitirán conseguir la meta,
llevando a cabo la conducta instrumental apropiada para ese fin.
Finalización y al control sobre la acción realizada, se refiere al
análisis del resultado conseguido con las distintas acciones o
conductas instrumentales que el individuo ha llevado a cabo. Es decir,
el individuo constata si, mediante las conductas que llevó a cabo, ha
conseguido satisfacer o no el motivo que eligió. Tanto si se ha
conseguido la meta, como si se fracasó, el individuo realiza los
pertinentes procesos de atribución causal, que le permitirán en el
futuro decidir si vuelve a utilizar las presentes conductas o tiene que
introducir algún tipo de modificación. Si el resultado ha sido la
consecución de la meta, el individuo llevará a cabo la correspondiente
conducta con sumatoria, con la cual pone fin al proceso motivacional.
Como indica Deckers (2001)
Ocurrencia o aparición del estímulo. Se requiere la presencia de un
estímulo que sea capaz de desencadenar el proceso motivacional.
Ese estímulo puede ser externo o interno. Cuando el estímulo
desencadenante es externo, nos referimos a algún objetivo que se
convierte en meta porque el individuo se siente atraído por alguna de
las características de ese objetivo. Hablamos, en este caso, de deseo
o de necesidad. Cuando el estímulo desencadenante es interno, nos
referimos a una situación de carencia -real o no- en alguno de los
componentes importantes del organismo.
Percepción del estímulo. Es un aspecto importante, ya que la
ausencia de la percepción -consciente o no consciente- impide el inicio
del proceso motivacional. La no existencia de percepción consciente
suprime la posibilidad de que un individuo note la existencia del
estímulo y se sienta motivado para llevar a cabo una acción apropiada.
La no existencia de percepción no consciente -asumida también la
ausencia de percepción consciente- mantiene al organismo en un
estado quiescente, sin ningún tipo de manifestación de cambios y
signos que harían que el individuo se sintiese atraído o motivado por
algún tipo de objetivos.
Evaluación y valoración. Hacen referencia a dos aspectos
fundamentales en el proceso motivacional. Cada vez que se detecta
la existencia de un estímulo, o de una necesidad, el individuo tiene
que decidir qué hacer. En el proceso de tomar la decisión, así como
en el de la eventual elección del objetivo que se convertirá en meta
para ese individuo, se produce mucha actividad cognitiva,
caracterizada por la evaluación de la expectativa de conseguir un
eventual objetivo, y por la valoración asociada a las connotaciones
que ese objetivo posee para el individuo.
Decisión y elección de la meta. El valor del objetivo y la expectativa
de conseguirlo son los factores relevantes para entender cuál de los
eventuales objetivos disponibles se convierte en la meta que tratará
de alcanzar un individuo. No obstante, para entender plenamente
cómo estos dos factores influyen sobre la motivación y la conducta
asociada a ella, es necesario considerar una interacción triádica entre
la necesidad o deseo, el valor y la expectativa. Al estilo de lo que
propusiera Hull (1943, 1951, 1952), dicha interacción tiene
características multiplicativas, por lo que, cuando alguna de las tres
variables -factores- es cero (0), la conducta motivada no ocurrirá. Así
pues, asumiendo que ninguna de las tres variables es cero, son
variadas las posibilidades que podemos encontrar
Conducta motivada. Una vez el individuo ha decidido cuál de los
objetivos es el que intentará conseguir, decide también cuál de las
posibles conductas disponibles en su bagaje de estrategias, recursos
y habilidades es la más pertinente, teniendo en cuenta la situación, las
circunstancias y el momento en el que ese individuo se encuentra.
Dicha conducta tiene que ser considerada como una especie de
instrumento con el que el individuo intentará conseguir el objetivo
(ahora meta) que se ha propuesto conseguir. Como decíamos, se trata
de la opción que, al menos en esos momentos, puede ser considerada
como la más apropiada o la menos mala, siempre desde el punto de
vista del individuo que lleva a cabo la acción.
Control del resultado. A medida que se van desarrollando las
conductas instrumentales el individuo va cotejando si la incongruencia
entre la situación actual y la situación que espera obtener va
disminuyendo. Si es así, esto es, si constata que se va aproximando
al objetivo, persiste en su actividad para reducir al máximo la
incongruencia. Evidentemente, en la decisión que tome el individuo
acerca de persistir en el empeño de conseguir esa meta influye de
forma apreciable el grado de atracción de la meta que se persigue. El
término atracción no sólo posee connotaciones de gratificación
afectiva positiva, pues también los aspectos relacionados con la
cognición se encuentran implicados.
CONCLUSIÓN