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Los Procesos Cognitivos

Son los que permiten el conocimiento y la interacción con lo que nos


rodea. Comprenden la memoria, el lenguaje, la percepción, el
pensamiento y la atención (entre otros).

Las funciones cognitivas (término que habitualmente se usa de forma


indistinta) son la base de nuestro conocimiento e incluye cosas tan básicas
como la percepción y atención, y tan avanzadas como el pensamiento.
Ejemplo: Yo ahora estoy escribiendo, para eso tengo que dominar el
lenguaje, tener almacenada mucha información que voy recuperando
(memoria) y plasmar las ideas de modo coherente (pensamiento).

Atención: se puede definir como la capacidad de seleccionar y concentrarse en


los estímulos relevantes. Es decir, la atención es el proceso cognitivo que nos permite
orientarnos hacia los estímulos relevantes y procesarlos para responder en consecuencia.
Esta capacidad cognitiva es de gran importancia, pues la usamos a diario.
Afortunadamente, podemos mejorar la atención con un plan adecuado de entrenamiento
cognitivo.

Tipos de atención
La atención es un proceso complejo que participa prácticamente en todas nuestras
actividades diarias. A lo largo del tiempo se ha hecho evidente que la atención no era un
proceso unitario, sino que se podía fragmentar en diferentes “sub-procesos atencionales”.
De este modo, se han ido proponiendo diferentes modelos para explicar de la manera más
fiel posible cada uno de dichos sub-componentes. El modelo más aceptado es el Modelo
jerárquico de Sohlberg y Mateer (1987, 1989), basado en los casos clínicos de la
neuropsicología experimental. Según este modelo, la atención se descompone en:

1. Arousal: Hace referencia a nuestro nivel de activación y al nivel de alerta, a si


estamos adormilados o enérgicos.

2. Atención focalizada: Se refiere a la capacidad de centrar nuestra atención en


algún estímulo.

3. Atención sostenida: Se trata de la capacidad de atender a un estímulo o actividad


durante un largo periodo de tiempo.

4. Atención selectiva: Es la capacidad de atender a un estímulo o actividad en


concreto en presencia de otros estímulos distractores.

5. Atención alternante: Consiste en la capacidad de cambiar el foco atencional entre


dos o más estímulos.

6. Atención dividida: Se puede definir como la capacidad que tiene nuestro cerebro
para atender a diferentes estímulos o actividades al mismo tiempo
Características generales de la atención
De las definiciones precedentes puede inferirse que la atención es un proceso activo y
dinámico, no es estático, alternante y dividido, que dirige el comportamiento diario y que se
caracteriza por:

 Es un proceso interno, nadie lo puede observar.


 Tiene componentes conductuales.
 No es un proceso que se realiza siempre de igual manera, depende si el material es
nuevo o si es algo ya conocido.
 La actividad psicológica de la atención con la práctica se vuelve automática y sufre
dos transformaciones: primero, pasa de voluntario a un nivel menos consciente y
segundo, la actividad se realiza de forma directa y breve.
 Ocurre simultáneamente con otros procesos como la percepción y la memoria a
corto y largo plazo, de los cuales no es posible desprenderse.
 Como la atención debe dirigirse hacia alguna información en concreto, implica la
percepción, esta información atendida y percibida es mantenida por la memoria a
corto plazo y para la selección de la información relevante que se requiere en la
memoria a largo plazo.
 En el momento de prestar atención las personas tienen la capacidad de discriminar
qué información procesar.

4.3.5. Alteraciones atencionales Dedicaremos unas últimas líneas a las alteraciones de


la atención, que pueden estar asociadas e incluso caracterizan a algunos trastornos
mentales (esquizofrenia, paranoia, depresión, estados de ansiedad), pero también las
pueden experimentar personas sin ningún tipo de psicopatología. Para ello nos
referiremos a los componentes de la atención según los modelos clínicos:  Las
alteraciones en el arousal pueden ir desde el estado de coma hasta el hasta el
estado de vigila (ya sin disfunción). Entre ambos podemos encontrar ausencia del
reflejo de orientación (aprosexia, en su grado máximo), desorientación, somnolencia,
etc.  Cuando existen alteraciones en la atención focal, se halla disminuida la simple
capacidad para focalizar y orientarse hacia un estímulo.  Las manifestaciones de una
alteración en la atención sostenida son la fatiga y el bajo rendimiento en la tarea.
Aparece una fatiga prematura centrada en un aumento del tiempo de reacción y en
el número de errores sobre las tareas repetitivas que exigen una atención sostenida
durante cierto tiempo.  Las dificultades de atención selectiva se manifiestan
mediante trastornos de distracción. En lugar de seleccionar los estímulos adecuados se
atiende a todos los estímulos que están al alcance, y el resultado es que quien tiene
estas dificultades es incapaz de finalizar algunas tareas porque continuamente cambia
su foco de atención y no puede inhibir la información no relevante. Se utiliza el
término médico de hipoprosexia para hacer referencia a la distraibilidad o labilidad de
la atención, y es un trastorno frecuente pero poco patológico, aunque suele aparecer
en cuadros clínicos como la

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