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Fín ilícito: Intención de dañar

Habrá fin ilícito cuando respetándose aparentemente la forma del acto jurídico, se
evidencia la intención de conseguir un efecto prohibido por la ley, como celebrar un
contrato para hacer daño, lo que en el presente caso debe resolverse en el proceso penal
instaurado y aún no sentenciado.

CAS. Nº 2248-99 TACNA

Lima, 25 de febrero del 2000.

La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República; Vista la causa


N° 2248-99; en Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley
emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

El Banco Wiese Limitado recurre en casación de la sentencia de vista de fojas 652, del 10
de agosto de 1999, que confirma la sentencia de fojas 580, del 29 de enero del mismo
año, que declara fundada en parte la demanda y fundada la nulidad de la Escritura Pública
de Hipoteca y el contrato contenido en ella de fecha 22 de abril de 1993, declara fundada
la nulidad de la Escritura Pública de Ampliación de Hipoteca y el contrato de contiene del
27 de octubre de 1993, y fundada la nulidad de las inscripciones registrales de ambas
hipotecas, por la causal de fin ilícito, e infundado el pago de daños y perjuicios, con lo
demás que contiene.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

Por resolución de esta Sala Casatoria del 7 de octubre último se declaró procedente el
recurso, por la causal de interpretación errónea de los artículos 140 inciso 3° y 219 inciso
4° del Código Civil, pues se pretende declarar la nulidad de un contrato de mutuo con
garantía hipotecaria y su ampliatoria, que sustentan un préstamo de U.S.$. 90.000,00;
apelando a la causal de fin ilícito, considerando como tal el fin interno y no expresado
que animaba a la solicitante del crédito y al Banco, descuidando el análisis del fin
explícito del acto jurídico, que es el que corresponde escudriñar y al que alude la norma
invocada, y estableciendo como fin un supuesto propósito que aun de ser cierto, tampoco
es ilícito, y por tanto no invalida el acto celebrado; que la sentencia recurrida se sustenta
en copias certificadas de un proceso penal, aún no concluido, y pretende dejar sin efecto
dos actos jurídicos sobre la base de cuestionar el uso que hizo la deudora del dinero
mutuado, como si ello revistiera de ilicitud el acto jurídico; que doctrinariamente es
aceptado que el fin lícito responda a una necesidad jurídicamente apreciable, encaminado
a un propósito que el Derecho juzgue razonable; que el fin al que se refieren las normas
en cuestión es el que corresponde al acto en su conjunto, aquel exteriorizado y no la
finalidad que cada una de las partes se representa en su fuero interno, sobre el interés que
persigue al celebrar el negocio; que el Banco tuvo como fin realizar operaciones de
intermediación financiera, la deudora obtener capita, y el acto jurídico el de otorgar un
préstamo con garantía hipotecaria, ninguno de los cuales es ilícito y, que sea distinto del
querido por los actores que no intervinieron en dicho acto no lo hace ilícito, pues la titular
del crédito podía hacer lo que quisiera con el monto mutuado, sin responsabilidad para el
Banco; y el fin de adquirir vehículos no aparece explícito en las escrituras.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, la sentencia de vista, si bien confirma la apelada no recoge sus


fundamentos, sino que tiene sus propias consideraciones en las que establece como
cuestión fáctica: a) que doña María de los Angeles Carazas La Rosa, con el poder
conferido por los accionantes para financiar préstamos de dinero ante una entidad
bancaria, puesto que iba a comprar vehículos al crédito, hipotecó los inmuebles de éstos
mediante las Escrituras Públicas de fojas 26 y 38, pero como se dice en la cláusula
primera (se entiende del contrato de hipoteca), para obtener una inyección de capital para
el cumplimiento de su objeto social, sino para cubrir las deudas que ésta tenía con el
Banco por tener lía de descuento en letras y otras obligaciones, y resultaba ser una
persona insolvente que luego de estafar a una serie de personas desapareció, (motivo
tercero); b) Que si bien los contratos de hipoteca aparentemente son normales; se tiene
del proceso penal que obra en copias, que la finalidad no era financiar ninguna inyección
de capital para la empresa de María de los Angeles Carazas y que ésta cumpla con sus
poderdantes, son que era reprobable pues conforme a los antecedentes tenía innumerables
protestos registrados en la Cámara de Comercio de Ilo, y lo que el Banco buscaba era
cubrir los sobregiros de dicha procesada y se cancelen todas las letras en descuento según
disposición de la gerencia como aparece del documento de fojas 206 del acompañado
emitido y firmado por los funcionarios del Banco, para lo cual no se pidió información
crediticia, puesto que era conocida su insolvencia ante otras instituciones bancarias, de
allí que se aceptó tasaciones sobrevaluadas, (motivo cuarto); c) Que las hipotecas sólo
estaban destinadas a asegurar que María de los Angeles Carazas, a costa de los incautos
actores, pueda alguna vez cubrir sus deudas ante el Banco y éste a su vez, que sus deudas
se cancelen y se garanticen debidamente ya que la insolvencia era manifiesta y conocida
por los funcionarios de la institución, lo que se corrobora con el peritaje del proceso penal
de fojas 271.

Segundo.- Que, el concepto de fin ilícito, en la doctrina peruana, comprende tanto lo


legal como lo moral, y queda a criterio del juez apreciar esta última, en el marco de las
denominadas "buenas costumbres", como sostiene León Barandiarán al comentar el
artículo 1123 inciso 2° del Código Civil de 1936, (Comentarios al Código Civil Peruano,
Derecho de Obligación, Tomo Uno Acto Jurídico, Lima 1938, página 187), casos en los
cuales el Ordenamiento Jurídico no podría, sin contradecirse a sí mismo, asegurar al acto
su propia validez y eficacia; ya que se trata de impedir que un contrato otorgue vida a
determinadas relaciones opuestas a las normas fundamentales del Estado.

Tercero.- Que, desarrollando este concepto, regido en el artículo 219 inciso 4° del
Código Civil como causal de nulidad absoluta, hay que convenir que es ilícito todo
aquello contrario a las normas legales imperativas (ius cogens) especialmente aquellas
que tipifican un ilícito penal; y que para determinar si se produce ese fin será necesario
examinar la causa del contrato, el motivo común a las partes contratantes, las condiciones
que lo delimitan y su objeto.

Cuarto.- Será igualmente ilícito el acto jurídico contra "bonas mores", pues las buenas
costumbres, dentro del Derecho Civil se refieren a una vasta gama de conductas que se
califican como inmorales, lo que en todo caso corresponderá calificar al Juez.

Quinto.- La causa de un acto jurídico es el motivo que mueve o la razón que inclina a
hacer alguna cosa; en el Derecho Civil es el fin esencial o más próximo que los
contratantes se proponen al contratar; es el motivo personal, (Ver la voz Causa en el
Diccionario de Derecho Usual de Cabanellas).

Sexto.- Que, el concepto de causa, en el Derecho Civil Peruano, encuentra su antecedente


en el Código de 1852, que recogió al aforismos: "no hay obligación sin causa", siguió en
el artículo 1084 del Código Civil de 1936, en el sentido de móvil decisivo de la voluntad
de obligarse, siempre y cuando se haya manifestado, mas no ha sido recogido por el
vigente Código, que no se pronuncia sobre la causa, como elemento del acto jurídico, lo
que en todo caso nos lleva a concluir que ésta tiene que ser objetiva, expresada y evidente
como propósito concreto.

Sétimo.- El motivo es particular, para tener trascendencia jurídica deberá ser común a las
partes, y expresarse, tal es el caso de los motivos humanitarios previstos en el artículo 6
del Código Civil.

Octavo.- Las condiciones son aquellas estipulaciones que no trascienden a la validez del
negocio.

Noveno.- El objeto en los contratos se refiere a todas las cosas, prestaciones y servicios
que no están fuera del comercio de los hombres y que sean posibles, pues objeto de todo
contrato debe ser una cosa determinada en cuanto a su especie, o determinable, sin
necesidad de un nuevo contrato; así, está prohibido contratar sobre el derecho de suceder
en los bienes de una persona que no ha muerto (artículos 1405 y 678 del Código Civil).

Décimo.- El fin, es el resultado que las partes aspiran a tener con el acto que celebran, y
será ilícito si se celebra un contrato para hacer daño, como sostiene Marcial Rubio, (La
Invalidez del Acto Jurídico, Para Leer el Código Civil , Volumen Noveno, Pontificia
Universidad Católica, página 55).

Undécimo.- La conclusión de este análisis no puede ser otro que habrá fin ilícito, cuando
respetándose aparentemente la forma del acto jurídico, se evidencia la intención de
conseguir un efecto prohibido por la ley, lo que en este ceso debe resolverse en el proceso
penal instaurado y aún no sentenciado.

Duodécimo.- Que, en consecuencia, esta Sala no puede emitir pronunciamiento de fondo,


tanto porque hay una situación jurídica que debe definirse previamente, como porque será
necesario apreciar el proceso penal concluido, lo que compete a los jueces de mérito; por
estos fundamentos, con lo expuesto en el Dictamen Fiscal: declararon FUNDADO el
Recurso de Casación de fojas 785, en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas
652 su fecha 10 de agosto del año próximo pasado y MANDARON se expida nuevo
pronunciamiento teniendo a la vista el proceso penal sentenciado seguido contra María de
los Angeles Carazas y otros por delito de estafa en agravio de los actores;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano;
en los seguidos por Pedro Chambilla Torres y otros con el Banco Wiese Limitado
Sucursal Tacna y otros, sobre nulidad de contrato y otros; son costas ni costos y los
devolvieron.

SS. SÁNCHEZ PALACIOS; ROMAN, ECHEVARRIA, DEZA, CACERES.

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