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¿QUÉ ES EL SISTEMA PREVENTIVO DE DON BOSCO

EDUCADOR DE JÓVENES?

La historia del sistema preventivo de San Juan Bosco, comienza


en la historia de vida y apostolado de Juan Bosco (1815 - 1888)
en Turín, Italia. Como una novedosa propuesta educativa que
respondía a las necesidades de los jóvenes de su tiempo y de su
patria.

2. EL SISTEMA REPRESIVO

San Juan Bosco, criticaba el sistema represivo de su tiempo, destaca la distancia que existía
entre el joven sujeto de la educación y su superior entendido como el educador o profesor en
términos modernos. El castigo físico era la única manera de garantizar el orden en este tipo de
sistema y del mismo Don Bosco señalaría que éste no tiene la garantía de una formación real en
valores a largo plazo y creaba rencor en el joven, junto con el deseo de sacudir el yugo de la
autoridad y aun de tomar venganza.

Don Bosco confrontó el sistema educativo de su época, que enfatizaba la frase "la letra con
sangre entra", el sistema represivo, que conocía bien y que había sufrido ya como joven de su
tiempo. Este sistema represivo sigue siendo en la actualidad una propuesta vista como esencial
en muchas regiones del mundo, especialmente en países en vías de desarrollo, pero también en
algunas sociedades industrializadas.

Según un informe de la BBC, para el 2006 se contaban 109 naciones del mundo que habían
abolido el castigo físico dentro de la formación escolar, pero todavía existen sociedades en donde
no se concibe una educación sin ellos.

3. EL SISTEMA PREVENTIVO SEGÚN DON BOSCO

Para Don Bosco el sistema es su propia persona, su inteligencia y su corazón puestos al servicio
de los jóvenes y de su salvación. Y con él, el equipo de colaboradores que supo formar y aglutinar
a su alrededor. Por eso, el Sistema Preventivo es fundamentalmente un educador o mejor, una
comunidad educativa, que sabe encarnar sus valores y hacer camino con los jóvenes, y mediante
su testimonio, su cercanía y diálogo, sus vivencias, interpelaciones y propuestas, es para ellos
punto de referencia y modelo de identificación.

El educador cristiano y salesiano es un testigo del Evangelio en el mundo de la cultura y de la


educación; un hombre que hace pasar el mensaje cristiano por su inteligencia, su corazón y sus
obras, lo hace sentir a los otros como un valor e invita a aceptarlo en la propia vida como un
horizonte más amplio de sentido.

Esto exige a los educadores: ser personas maduras, unificadas, serenas y equilibradas;
optimistas y alegres; capaces de relación y diálogo; que amen la vida y crean en los demás con
realismo y esperanza; competentes y preparados en el campo pedagógico, cultural y
evangelizador; con iniciativa y creatividad; cristianos convencidos y coherentes que. traduzcan
su fe en actitudes, opciones y estilo de vida realmente evangélicos.

Sin educadores que tiendan a realizar en sí mismos este ideal, difícilmente se podrá realizar el
proyecto de Don Bosco.

Para ayudar a caminar hacia ese ideal presentamos los rasgos de un educador-tipo según el
corazón de Don Bosco, contrastándolos con los de un educador que ha perdido el sentido de su
vocación y se ha estancado.

El cuadro siguiente, puede ayudarnos a analizar nuestro propio proceso de renovación.


EDUCADOR ESTANDARIZADO EDUCADOR SEGUN DON BOSCO
— Miedo a conocerse y a ser conocido. — Fuerte identidad personal con una clara
idea de sí mismo, de sus valores y defectos.
— Sentimiento de inutilidad e incompetencia.
— Confianza en sí mismo y sentido de
— Busca la aprobación y depende de ella. competencia ante las situaciones.

— A la defensiva en las relaciones — Capaz de abrirse a los otros sin auto


personajes de tú a tú. defenderse.

— Miedo al cambio y al riesgo. — Capaz de riesgo.

— Angustia ante los límites y dificultades. — Capaz de escuchar y aprender de los


jóvenes.

— Asume los límites propios y de los demás


— Se atrinchera detrás de normas y leyes. con paciencia y perseverancia.

— Comunica a los demás confianza y


entusiasmo.

— Crea barreras, poniéndose a la defensiva — Capaz de crear comunión y superar


ante lo nuevo, diferente o desconocido; tiende distancias.
a grupos cerrados u homogéneos.
— Capaz de integrar progresivamente a los
— Tiende al dogmatismo-autoritarismo, o por alejados.
el contrario a dejarlo pasar todo acríticamente
(permisivismo). — Sabe entrar en un auténtico diálogo que
reconoce las diferencias, pero se abre al inter-
cambio.

— Usa la autoridad como refugio de su — Su autoridad consiste en su capacidad de


inseguridad; por eso es dura, lejana, convencer, de arrastrar, de comunicar su
extremista (o todo o nada). riqueza interior. Es, pues, cercana, casi no se
nota.
— Capta las situaciones superficialmente: — Tiene un fino sentido de observación que
cae en fáciles clasificaciones echando las le hace captar las situaciones con gran
culpas a los demás. realismo, y, a la vez, descubrir caminos
positivos de intervención.
— Ante las dificultades cree que no se puede
hacer nada. — Tiene un compromiso real, concreto,
duradero, sin irse por las ramas.
— Activista, sin un proyecto concreto y
exigente. — Con una acción planificada, compartida,
reflexionada.
— Le cuesta mucho trabajar en equipo.
— Suscita colaboradores.
— Ni cambia él ni es capaz de conducir al otro
a un cambio en profundidad. — Conduce al joven a un cambio en
profundidad, a un descubrimiento más
profundo de sí mismo y a una entrega más
radical a su vocación.
Los principales fundamentos pedagógicos de la Enseñanza Salesiana o de
Don Bosco, son la práctica y la experiencia.
San Juan Bosco, era práctico, convivía con los jóvenes, los ayudaba, se
entretenía con ellos en vez de escribir algo sobre su sistema.

El origen de la "preventividad" de San Juan Bosco parece ser que se


remonta a sus años de niño, en los que su madre le inculcó valores
profundos de espiritualidad, trabajo y unidad. Cuando Don Bosco fue
sacerdote se animó salir a la ciudad de Turín para acercarse a los jóvenes
y conocer sus condiciones de vida, los jóvenes eran golpeados fuertemente
por la desocupación o por el abuso de su mano de obra, además de todo
el entorno social que aquello atraía: delincuencia, abandono, hambre y
pérdida de fe.

El proyecto educativo nace con la idea de superar todo este problema social, para Don Bosco
dicho proyecto puede resumirse en tres puntos importantes:

1. Necesidad de escuela y trabajo para desarrollar sus potencialidades.


2. Necesidad de ser jóvenes, es decir de gozar de un clima de familia en el que puedan
sentirse acogidos, importantes, protegidos, amados, gozar de su tiempo y de una
oportunidad de juego y diversión.
3. Necesidad de encontrarse con Dios, para descubrir su propia dignidad de Hijos de Dios
y el sentido mismo de su vida.

El concepto base del Sistema Educativo de Don Bosco radica en lo Preventivo, entendido como
el "arte de educar en positivo" proponiendo el bien en vivencias adecuadas y envolventes,
capaces de atraer por su nobleza y hermosura el arte de "hacer que los jóvenes crezcan desde
dentro", apoyándose en su libertad interior, venciendo condicionamientos y formalismos
exteriores; el "arte de ganar el corazón de los jóvenes" de modo que caminen con alegría y
satisfacción hacia el bien, corrigiendo desviaciones y preparando el mañana por medio de una
sólida formación de su carácter.

Don Bosco en su trabajo con los jóvenes estaba convencido de que cualquier joven por
marginado que sea, tiene energías de bien, que si se las cultiva lo ha de llevar a la fe y
honradez. El sistema se basa en la formación de "Buenos Cristianos" y de "Honestos
Ciudadanos”.

El Sistema Preventivo apoya su eficacia educativa en dos pilares fundamentales:

1. La importancia de la Educación.
2. La necesidad de Fe.

El santo fundador de los Salesianos cree en los jóvenes, los respeta como personas, le
proporciona un ambiente adecuado rico en valores humanos, se apoya en sus aptitudes
interiores, en su capacidad de pensar, en el amor, en su raciocinio, y lo prepara para el trabajo y
la sociedad.

La pedagogía de Don Bosco le hace atento a todo lo que es positivo en una persona y que puede
servir para su liberación según el concepto de Dios.

Algunos elementos descritos por Don Bosco de su sistema preventivo son los siguientes:

1. El adulto-educador-formador debe ser una persona de vocación por el oficio educativo y


no practicar esto como un mero oficio.
2. El joven nunca debe estar solo, sino sentirse siempre acompañado. La asistencia
salesiana no es vigilancia o guardia de chicos, sino una presencia formativa y constructiva.
3. Las actividades lúdicas, recreativas, deportivas, artísticas, son esenciales en la formación
del joven. En este sentido Don Bosco cita a Felipe Neri: "Haced lo que queráis, a mí me
basta que no cometáis pecado", que traducido en términos modernos implica la educación
en la libertad responsable del joven y en el apoyo a sus talentos.
4. Don Bosco insistía en la elección de "buenas compañías", así como la selección de
buenas lecturas y otras cosas.

"Procure el educador hacerse amar de los alumnos si quiere hacerse temer". Todo niño,
incluso el más rebelde, violento o indisciplinado, tiene siempre una esperanza y se le debe de
crear espacio para cambiar, no por medio de la represión y los castigos físicos, sino del diálogo
y el sentimiento de formar parte de una gran familia educativa.

No extraña que la Iglesia lo haya reconocido como "padre y maestro" de la juventud. Es el único
caso en la historia de la educación, en el que la Iglesia ha canonizado a un santo educador y a
uno de sus alumnos de tan solo 15 años: Santo Domingo Savio.

Por otra parte, Don Bosco insiste en que los alumnos deben conocer muy bien los reglamentos
y comprenderlos como parte de su caminar formativo. La norma no debe ser una sorpresa para
el joven.

Educar es ayudar a desarrollar cuanto de positivo hay en el interior de cada persona.

La Relación Educativa

D. Bosco intuyó desde muy joven que para ganarse el corazón de los jóvenes era necesario
acercarse a ellos, interesarse por sus cosas, "amar lo que ellos aman", para ello se esforzó en
convertir sus colegios, casas las llamaba él, en una familia, donde se fomentan relaciones de
familiaridad y confianza, donde hay también una autoridad que actúa desde la razón y el diálogo.

En un ambiente así, no extraña que casi al final de su vida escribiera: "Hace cerca de 40 años
que trabajo con la juventud y no recuerdo haber impuesto castigo de ninguna clase, y con la
ayuda de Dios he conseguido no sólo el que los alumnos cumplieran con su deber, sino que
hicieran sencillamente lo que yo deseaba, y esto de aquellos mismos niños que no daban
ninguna esperanza de feliz éxito."

Siempre creyó más en el premio que en el castigo; así escribió: es premio o castigo todo lo que
se hacer pasar por tal: "la alabanza cuando se obra bien y la corrección en los descuidos,
constituyen de por sí premio o castigo".

Había aprendido en la escuela de San Francisco de Sales, el Santo de la bondad (de él tomamos
el nombre de salesianos) que "se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de
vinagre". D. Bosco creó un nuevo tipo de sacerdote y educador, viviendo en medio de los
jóvenes, estando con ellos en la clase y en el patio, participando de sus preocupaciones y sus
alegrías.

"El Sistema Preventivo sea nuestra característica propia... En las clases que se oiga la palabra
"dulzura". "caridad" y "paciencia"... La dulzura en el hablar, en el obrar, en el avisar lo gana todo
y a todos".

Tal vez en a la actualidad alguien al leer el sistema de San Juan Bosco, tenga la impresión que
esto es un cuento de hadas o estará pensando: aquellos eran otros tiempos. Alguien se podrá
preguntar: ¿Sigue siendo válido este Sistema Preventivo, como método educativo, en la
actualidad, con los fuertes cambios habidos en la sociedad, en la familia, en la educación...?

La respuesta es sí, incorporándole los nuevos avances de la Ciencias de la Educación: la


Psicología y la Pedagogía.

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