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Epilepsia

La epilepsia no constituye un trastorno único, sino que es un conjunto de


diferentes tipos de convulsiones y síndromes que se originan por diversos
mecanismos, y cuyo denominador común es la descarga, súbita, excesiva y
sincrónica, de las neuronas cerebrales.

Puede producir diversos fenómenos con una duración limitada pero repetidos
si no se tratan, como pérdida de la conciencia, movimientos anormales,
conductas atípicas o extrañas, o alteraciones perceptivas.

Las convulsiones se controlan completamente con la medicación en cerca


del 70-80% de los pacientes. Se estima que aproximadamente el 10-15% de
los pacientes requieren más de un fármaco, y quizás en el 10% no se logre el
control completo de las convulsiones.
Fármacos utilizados para el tratamiento de la epilepsia

Carbamazepina Tegretol

Diazepam Valium

Etosuccimida Zarontin

Felbamato Felbatol

Fenobarbital Luminal

Fenitana Dilantin

Fosfenitoina Cerebyx

Gabapentina Neurontin

Lacosamida Vimpat
Lamotrigina Lamictal

Levetiracetam Keppra

Lorazepam Ativan

Oxcarbazepina Trileptal

Primidona Mysoline

Rufinamida Banzel

Tiagabina Gabitril

Topiramato Topamax

Valcapato

Vigabatrina Sabril

Zonisamida Zonegran

Clasificación de la epilepsia
Epilepsia idiopática
Cuando no se descubre ninguna causa anatómica específica de las
convulsiones, como traumatismos o neoplasias, puede emitirse el
diagnóstico de epilepsia idiopática o criptógena (primaria).

Epilepsia sintomática
Los pacientes reciben tratamiento crónico con fármacos anticonvulsivos o
estimulación del nervio vago.
Cuando ocurren dos o más convulsiones, el paciente puede recibir el
diagnóstico de epilepsia sintomática (secundaria).
El tratamiento crónico con fármacos anticonvulsivos, la estimulación del
nervio vago y la cirugía son medidas adecuadas que pueden utilizarse solas
o combinadas.
Clasificación de las convulsiones
Es importante clasificar correctamente las convulsiones para decidir el
tratamiento apropiado. Las convulsiones se han dividido según el lugar de
origen, la etiología, la correlación electrofisiológica y la presentación clínica.

Convulsiones parciales
Simples
• Se producen a partir de un grupo de neuronas hiperactivas con
actividad eléctrica anormal, limitadas a un solo foco del cerebro.
• La descarga eléctrica no se propaga y el paciente no pierde la
conciencia.
Complejas
En este tipo de crisis se producen alucinaciones sensoriales complejas,
distorsión mental y pérdida de la conciencia.

Convulsiones generalizadas
 Tónico-clónicas: originan una pérdida de la conciencia seguida de
fases tónicas (contracción continua) y clónicas (contracción y
relajación rápidas).
 Ausencias: pérdida breve, súbita y autolimitada de la conciencia.
 Mioclónicas: episodios breves de contracciones musculares que
pueden repetirse durante varios minutos.
 Convulsiones febriles: son tónico-clónicas generalizadas, de breve
duración, y no se asocian necesariamente a un diagnóstico de
epilepsia.
 Estado epiléptico: se repiten dos o más convulsiones sin recuperación

plena de la conciencia entre ellas.


Farmacología básica de los anticonvulsivos
Aspectos químicos
Hasta 1990 se disponía de 16 fármacos anticonvulsivos y 13 de ellos se
pueden clasificar en cinco grupos químicos muy similares:

Barbitúricos Hindatoinas Oxazolidinedionas Succinimidas Acetilureas

Esos grupos tienen en común una estructura similar de anillo heterocíclico


con una variedad de sustituyentes.
Cambios muy pequeños en la estructura pueden alterar de manera
espectacular el mecanismo de acción y las propiedades clínicas del
compuesto. Los fármacos restantes de este grupo más antiguo
(carbamazepina, ácido valproico y benzodiazepinas, son diferentes desde el

punto de vista estructural, al igual que los nuevos compuestos


comercializados desde 1990.
Farmacocinética
Estos compuestos son poco solubles, pero su absorción suele ser buena; del
80 al 100% de la dosis llega a la circulación. Se eliminan principalmente a
través de mecanismos hepáticos. Muchos anticonvulsivos se consideran de
acción media a prolongada. Algunos tienen vidas medias mayores de 12
horas.
Fármacos usados e epilepsias focales

Lamotrigina

Suprime la descarga rápida y sostenida de las neuronas e inactiva los


conductos del Na+ y disminuye la secresion de glutamato en la sinapsis.

Es eficaz como monoterapia para las crisis parciales.

También es efectivo contra crisis de ausencia y convulsiones mioclónicas en


niños y en casos de trastorno bipolar.

Semivida (24-35 h) disminuye por la acción de los fármacos inductores


enzimáticos (p.

ej., carbamazepina y fenitoína), y aumenta en más de un 50% con la adición


de valproato.

Las dosis deben reducirse cuando se añade valproato al tratamiento, a menos


que la adición de este último sea en pequeñas dosis para reforzar la
concentración sérica de lamotrigina.

Sus efectos adversos incluyen mareo, cefalea, diplopía, náusea, somnolencia


y exantema.

Levetiracetam
se une en forma selectiva a la proteína de la vesícula sináptica SV2A. No se
conoce la función de dicha molécula, pero es posible que el levetiracetam
modifique la emisión sináptica de glutamato y GABA a través de una acción
sobre la función de las vesículas.

Tratamiento adyuvante de crisis parciales en adultos y niños, para


convulsiones tónico-clónicas generalizadas primarias y para las
convulsiones mioclónicas de la epilepsia mioclónica juvenil.

Se absorbe bien por vía oral, y se excreta por la orina, en su mayor parte sin
modificar (66%).

La dosis máxima es de 1.500 mg dos veces al día. Terapia concomitante para


adultos (≥18 años) y adolescentes (de 12 a 17 años) con un peso de 50 Kg. o
superior La dosis terapéutica inicial es de 500 mg dos veces al día.

Los efectos adversos más comunes consisten en mareos, trastornos del


sueño, cefalea y astenia.

Topiramato

Bloquea los canales de sodio dependientes de voltaje, reduce las corrientes


de calcio de alto voltaje, es inhibidor de la anhidrasa carbónica y puede
actuar en los sitios de glutamato.

• Fármaco monoterapéutico eficaz contra las crisis parciales y las


tónico-clónicas generalizadas.

• El medicamento también está aprobado para el síndrome de Lennox-


Gastaut y puede ser efectivo en espasmos infantiles e incluso en crisis
de ausencia.

• También está aprobado para el tratamiento de la migraña.


Para la monoterapia con topiramato en adultos es de 100 mg/día a 200 mg/día
dividida en 2 tomas. La dosis diaria máxima recomendada es de 500 mg/día
dividida en 2 tomas.

Los efectos adversos consisten en somnolencia, adelgazamiento y


parestesias; se ha descrito una mayor incidencia de cálculos renales en
comparación con la población no tratada con este fármaco.

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