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ANÁLISIS DE ORINA
La orina se elabora en los riñones. Cada riñón es un órgano altamente selectivo que
conserva el ambiente interno del cuerpo al excretar o retener distintas sustancias de acuerdo
con las necesidades específicas del individuo. La principal unidad funcional del riñón es la
nefrona. Existen alrededor de 1 millón de nefronas por cada riñón, cada una formada por dos
partes principales: el glomérulo, que básicamente es un sistema de filtración, y los túbulos, a
través de los cuales pasa el líquido filtrado.
A través de los riñones circula una gran cantidad de sangre: 25% de la sangre de lado
izquierdo del corazón a traviesa los riñones. El producto final de más de 1000L de sangre
circulante que pasa a través de los riñones es de 1L de orina.
Las pruebas urinarias son uno de los indicadores más útiles de salud o enfermedad.
Este análisis tiene 2 propósitos: el primero es detectar anormalidades en las que el riñón
funciona normalmente, pero excreta cantidades anormales de productos metabólicos
específicos para determinada enfermedad; el segundo propósito, es detectar alteraciones que
modifican el funcionamiento de los riñones o del aparato urinario. Los riñones enfermos no
funcionan normalmente, para regular el volumen y la composición de los líquidos del
organismo ni para mantener la homeostasia. El examen general de orina es muy útil para
diagnosticar nefrosis (degeneración del riñón sin inflamación): nefritis (inflamación del riñón),
pielonefritis (infección bacteriana); o glomerulonefritis (sin infección) y cistitis (inflamación
vesical).
Examen físico
1. Turbidez:
Valores normales: la orina reciente debe ser transparente o ligeramente turbia.
Valores patológicos: Una orina turbia señala anormalidades como pus, eritrocitos
o bacterias.
Interferencias: Por otro lado, la orina turbia no siempre es anormal, debido a que
los cambios en pH urinario producen precipitación de los componentes urinarios
normales dentro de la vejiga. (orinas aleatorias). Después de ingerir alimentos, los
uratos (orina ácida) y los fosfatos (orina alcalina) producen turbidez en una orina
normal.
Técnica: observación
2. Color: el color de la orina es básicamente el resultado del urocromo (pigmento
proveniente de la dieta o formado por el metabolismo biliar). El tono del color de
la orina muchas veces está relacionado con la concentración o la densidad
específica de la orina
Valores normales: el color normal es amarillo pálido o ámbar
Valores patológicos:
Orina casi incolora: ingestión excesiva de líquidos, nefritis intersticial crónica,
diabetes no tratada, diabetes insípida, ingestión de alcohol, diuréticos,
nerviosismo.
Orina naranja: deshidratación, orina concentrada, sudoración excesiva, fiebre,
algunos medicamentos.
Marrón amarillento o amarillo verdoso: bilirrubina. La presencia de espuma
amarilla o verde después de la micción se debe al pigmento biliar biliverdina.
También se puede producir el color verde por infección por pseudomona.
Orina roja o marrón oscuro: hemoglobinuria, por la presencia de sangre,
uroporfirinas, hemoglobina o mioglobina.
Orina rojo vino: es el resultado de porfirinas, o una mezcla de metahemoglobina
con oxihemoglobina.
Orina marrón a negro: se debe a grandes cantidades de hemoglobina
Orina negra: producida por alcaptonuria, enfermedad del metabolismo de la
tirosina.
Orina color humo: eritrocitos.
Orina lechosa: grasa, cistinuria, pus, abundantes leucocitos, o fosfatos.
Interferencias: Existen muchos factores que cambian el color normal de la orina y
que no son patológicos, como por ejemplo, el reposo de la orina (30`después de la
micción) debido a la oxidación del urobilinógeno a urobilina; alimentos como la
remolacha; fármacos, como laxantes, complejo vitamínico B, sulfonamidas, entre
muchos otros.
Técnica: observación
3. Olor: la orina normalmente tiene un olor característico no desagradable debido a
la presencia de ácido volátiles.
Valores patológicos:
Olor dulce: acetona por la diabetes no controlada o tratada.
Fetidez: infecciones bacterianas.
Olor a arce o azúcar quemada: en los lactantes con enfermedad hereditaria del
metabolismo de los aminoácidos.
Azufre: por cistinuria y homocistinuria
Olor a cerveza (levadura): enfermedad de Oasthouse
Olor a mohoo ratón: fenilcetonuria
Olor a col o pescado: en tirosimemia
Interferencias: algunos alimentos, orina en reposo.
Técnica: oler
4. Reacción (pH): el símbolo pH expresa a la orina como dilución ácida o solución de
base, y mide la concentración de iones de hidrogeno libres H+ en la orina: el punto
neutro en la escala de pH es 7. Entre menor es el pH mayor acidez, y a mayor pH,
mayor es la alcalinidad. El pH indica la capacidad de los túbulos renales para
mantener una concentración normal de iones de hidrógeno en el plasma y el
líquido extracelular.
Valores normales: el promedio es aproximadamente 6 a 8
Valores patológicos: orina ácida menor a 6 se produce en diabetes no controlada,
acidosis diabética, enfisema pulmonar, diarrea, inanición, deshidratación,
problemas respiratorios que se acompañan con retención de CO2 y acidosis. Orina
alcalina mayor a 8, se produce en infecciones urinarias, acidosis tubular renal,
insuficiencia renal crónica, problemas respiratorios que se acompañan con
hiperventilación
Interferencias: el reposo prolongado de la orina la alcaliniza, debido a que las
bacterias degradan la urea y producen amoniaco (base).
Técnica: medición con tiras reactivas. Estas producen un espectro de cambios de
color que van desde el naranja a azul verdoso para identificar el pH de 5 a 9. La tira
se moja en la muestra de orina y se cambia el cambio de coloración con la tabla
que viene en el contenedor de las tiras, donde se correlaciona la coloración con el
pH.
5. Densidad: constituye una medida de la capacidad que tiene el riñón para
concentrar la orina. En esta prueba se compara el peso de la orina contra el peso
del agua destilada, que tiene una densidad específica de 1000. Debido a que la
orina es una solución de sales, minerales y compuestos disueltos en agua, su
densidad específica evidentemente es mayor a 1000. La diferencia relativa entre la
densidad e del agua destilada y la de la orina, refleja el grado de concentración de
la orina.
Valores normales: los límites de la densidad específica de la orina dependen de la
hidratación y varían con el volumen urinario y la carga de sólidos que debe
excretarse en situaciones habituales. Cuando se limita o aumenta la ingestión de
líquidos, la densidad permite medir la función de concentración y la función de
dilución que cumplen los riñones. La pérdida de estas funciones es indicador de
disfunción renal.
Volumen e hidratación normal: 1003 a 1035
Orina concentrada: 1025 – 1030
Orina diluida: 1001 a 1010
Lactantes menores a 2 años: 1001 a 1018
Interferencias: temperatura (orinas frías producen cifras elevadas falsas); residuos
en los contenedores de la muestra de orina.
Técnica: mediante tiras reactivas (más frecuente); mediante un urinómetro
(menos preciso).
Examen Químico:
hematìes
Entre las causas externas al riñón, se observan: carcinoma uroepitelial, tuberculosis urogenital,
enfermedades de la próstata, entre otras.
lleucocitos
3. EPITELIO: es frecuente en la orina y su valor diagnóstico es muy reducido. Se distingue:
a. Epitelio plano: son células grandes de aspecto irregular con núcleo pequeño y
redondo. A veces sus bordes muestran un pliegue parcial. Proviene de los
genitales externos o de la porción inferior de la uretra. Se reporta: escasas,
moderadas o abundantes
b. Epitelio de transición o de la vía urinaria descendente: son redondas y más
pequeñas que las del epitelio plano. Este uroepitelio se origina desde la pelvis
renal, uréter y vejiga hasta la uretra. Se reportan: escasas, moderadas o
abundantes. Su presencia en números abundantes puede indicar una
inflamación de la vía urinaria descendente. En caso de apreciar anomalías
nucleares, es necesario descartar procesos malignos.
c. Epitelio renal tubular: son células algo más grandes que los leucocitos y
muestran también cierta granulación y no siempre se reconoce el núcleo. No
deben estar en la orina.
4. CILINDROS: los cilindros se forman en la luz de los túbulos del riñón. Se originan por el
espesamiento de las proteínas o su precipitación. Son estructuras longitudinales que
se corresponden con la luz de los túbulos y que contienen elementos diferentes. La
observación de cilindros anchos constituyen un signo pronóstico desfavorable y se
denominan cilindros de insuficiencia renal. Se reportan el número por campo.
Cilindros hialinos: se componen únicamente de de glucoproteínas de
Tamm-Horsfall, una proteína de alto peo molecular, que hasta ahora
solo se ha detectado en el sedimento urinario. Como están formados
por proteínas tienen un índice de refracción muy bajo y deben ser
buscados con luz de baja intensidad, son incoloros, homogéneos y
transparentes y por lo general tienen extremos redondeados.
Aparecen aislados o en agrupaciones en enfermedades como víricas
generalizadas, como el citomegalovirus, sarampión o hepatitis vírica
grave. También en lesiones tóxicas o rechazo a trasplante.
Cilindros eritrocitarios: se componen de eritrocitos hinchados más o
menos densos que se adhieren a una sustancia fundamental hialina.
Color rojo-amarillo o pardo. Su observación en el sedimento, indican
que la hematuria es de origen renal, frecuentemente en
glomerulonefritis aguda ocrónica.
Cilindros leucocitarios: se componen de leucocitos hinchados o de
leucocitos que se adhieren a cilindros con una sustancia fundamental
diferente, tienen contorno nítido y relativamente rectilíneo. Su
observación demuestra que la inflamación es de origen renal casi
siempre a causa de pielonefritis (infección renal aguda o crónica).
Cilindros granulosos: suelen ser más anchos y grandes que los hialinos.
Estos pueden aparecer en enfermedades agudas y crónicas del riñón.
También pueden aparecer en personas sanas poco después de un
ejercicio intenso.
Cilindros de células epiteliales: se componen del epitelio tubular
descamado. Se pueden confundir con los cilindros leucocitarios.
Indican alteración del parénquima renal.
Cilindros céreos: poseen un índice de refracción elevado y son de color
amarillo, o marrón, se pueden observar incoloros. Son anchos, cortos y
homogéneos. Se observan en insuficiencia renal crónica.
Cilindros grasos: son cilindros que incorporaron gotitas de grasa libre o
cuerpos ovales grasos. Se observan cuando existe degeneración grasa
del epitelio tubular, como en la enfermedad tubular degenerativa.
hifas
8. PARÁSITOS: ocasionalmente se pueden encontrar parásitos en la orina, bien sea por
que se encuentran en el tracto urinario o por contaminación con heces fecales. La
Trichomona vaginalis es el parásito que más a menudo se observa en la orina. Es un
organismo redondo u ovalado que cuenta con 4 flagelos en uno de los polos,
generalmente móviles y tiene aproximadamente el tamaño de un leucocito grande.
Solo debe informarse cuando se observa la movilidad. Las tricomonas se encuentran
en la orina de pacientes con tricomoniasis vaginal. El Schistosoma haematobium es
otro parásito que se puede encontrar en la orina. Sus huevos miden 115-170 x 40-70
mm por lo que son mucho mas grandes que los demás elementos del sedimento.
Presentan superficie lisa y una forma ovoide, se caracterizan por la presencia de un
aguijón en el extremo, mientras que el S. mansoni , el agente de la esquistosomiasis
intestinal, posee un aguijón lateral . la esquistosomiasis tiene especial interés para los
nefrólogos, ya que no solo provoca insuficiencia renal crónica a partir de una uropatìa
obstructiva, sino también puede causar glomerulonefritis por inmunocomplejos.
9. CRISTALES: son elementos inorgánicos que se forman por la cristalización de
sustancias orgánicas contenidas en la orina. Pueden adoptar diferentes formas que
dependen del compuesto químico y del pH de la orina. Puede indicar cálculos renales.
Se reportan en número por campo. Los más frecuentes observados en el sedimento
son:
a. Cristales de ácido úrico: son de por sí incoloros, pero adoptan un color
amarillo o rojo pardo con los colorantes de la orina. En la orina ácida pueden
mostrar múltiples formas, cuadros, romboides, rosetas, barriles, bastones. Son
frecuentes en orinas muy concentradas como ocurre en la fiebre. El ácido
úrico cristaliza en la orina ácida después d cierto tiempo.
b. Oxalato de calcio: son incoloros y birrefringentes y se observan en orina ácida
o débilmente alcalina. Tienen una forma característica de sobre de carta,
aunque a veces adopta la forma de reloj de arena. Estos cristales se producen
con gran frecuencia después de la ingesta de alimentos ricos en oxalatos
(legumbres, mandarinas). El aumento de su aparición se observa en oxalosis
primaria.
c. Uratos: se encuentran en forma amorfa en la orina ácida, mientras que los
fosfatos (con una morfología idéntica) se observan en la orina alcalina. Cuando
se eliminan en grandes cantidades, los uratos se reconocen
macroscópicamente como un precipitado rojo pardo. Estos se disuelven
fácilmente calentando la orina.
d. Fosfatos: se encuentran en orinas alcalinas. Se pueden observar fosfatos
triples (amónico-magnésico), fosfatos amorfos, fosfatos de calcio. Los cristales
de fosfato triple son prismas incoloros de 3 a 6 caras y con frecuencia tienen
extremos oblicuos. Son solubles en ácido acético. A menudo se asocian
fosfatos amorfos como consecuencia de fermentación amoniacal, como ocurre
en casos de bacteriuria marcada (cistitis aguda).
e. Cristales de carbonato de calcio: forman granos incoloros o gris blanquecinos.
Aparecen en orinas alcalinas o ligeramente ácidas.
f. Cristales de colesterol: forman cuadrados incoloros de tamaño variable que
muestran ángulos característicos y conservados. Son muy raros. Se disuelven
en éter o cloroformo.
g. Cristales de leucina y tirosina: se desarrollan en orinas ácidas y forman esferas
de color amarillo pardo, con una ligera estriación radial. La tirosina se cristaliza
en orina ácida en forma de agujas brillantes incoloras y muy finas. Suelen
aparecer juntos en enfermedades graves del parénquima hepático, en
pacientes en estado de coma. Su presencia es siempre patológica.