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INSTITUTO SUPERIOR SISE

Asignatura:
BIOQUÍMICA HUMANA
EXAMEN GENERAL DE ORINA (EGO)
Los análisis de orina pueden proporcionar una información amplia, variada y útil del
riñón de un individuo y de las enfermedades sistémicas que pueden afectar este órgano
excretor. Por medio de este análisis, es posible elucidar tanto desórdenes estructurales
(anatómicos) como desórdenes funcionales (fisiológicos) del riñón y del tracto urinario
inferior, sus causas, y su pronóstico.
El análisis de orina proporciona la detección de anormalidades químicas y morfológicas
presentes en la orina. Se basa en un procedimiento que se compone de dos partes: 1) un
análisis macroscópico, en el cual se determinan las características fisicoquímicas
(apariencia, gravedad específica y la medición de los constituyentes químicos por medio
de la tira como proteínas, glucosa, cetonas, pH), y 2) un examen microscópico del
sedimento, en campo claro o contraste de fases, para verificar hematuria, piuria,
cilindruria, cristaluria, y otros signos.

MUESTRA CLÍNICA
La orina debe ser colectada en un recipiente limpio, estéril, que tenga un cierre seguro
para prevenir posibles derramamientos, evaporación o contaminación. Estos recipientes
deben rotularse con el nombre del paciente, fecha y hora de recolección.
Para que los datos del uroanálisis sean precisos, es esencial que la orina sea examinada
dentro de las dos horas siguientes a su recolección o preservada de alguna manera,
usualmente por refrigeración (2° a 8 ° C). Se pueden usar fijadores o preservativos.
Para cuantificar diversos aspectos de la función renal, frecuentemente se emplean
análisis de orina recolectada durante un determinado período de tiempo.
La primera orina de la mañana es usualmente la mejor para el análisis porque es la orina
más concentrada. Las muestras deben estar libres de secreciones vaginales u otra clase
de partículas extrañas. Este procedimiento puede modificarse si no es necesario el
examen bacteriológico de la muestra. La recolección del chorro medio sin el lavado
previo y sin usar un envase estéril, proporciona una muestra satisfactoria para el examen
de rutina.

EXAMEN FÍSICO DE LA ORINA


Volumen.
El volumen urinario está influenciado por la ingesta de líquidos; por los solutos
excretados, principalmente, sodio y urea; por la pérdida de fluidos en la transpiración y
la respiración; y por el estado de los sistemas cardiovascular y renal. Normalmente un
adulto excreta de 750 a 2000 mL en 24 horas. Aunque el volumen de orina de un
espécimen recolectado al azar no tiene importancia clínica, el volumen del espécimen
recibido debe ser anotado para efectos de documentación y estandarización
Olor.
Una orina normal fresca no tiene mal olor. Un olor desagradable, puede indicar que el
espécimen es demasiado viejo para obtener un análisis preciso. Un olor fétido en un
espécimen recolectado desde hace más de dos horas (y no preservado o refrigerado)
indica que el espécimen es inadecuado. El olor puede también dar señales de ciertas
anormalidades de la orina. Un olor parecido al amoniaco, es sugestivo de presencia de
bacterias degradadoras de la urea, un olor a frutas indica la presencia de acetona
(cetonas), un olor dulce es sugestivo de la presencia de glucosa u otros azúcares, un olor
fétido es sugestivo de pus o inflamación.
Apariencia (color y turbidez).
El color de la orina esta determinado, en gran medida, por su grado de concentración.
Las orinas normales varían ampliamente de colores, desde incoloras hasta amarillo
oscuro. La orina roja es, tal vez, la coloración de mayor importancia clínica. Este color
puede ser producido por hemoglobina urinaria o mioglobina, eritrocitos intactos,
eritrocitos hemolisados, o hemoglobina libre (hemólisis). En la glomerulonefritis aguda
el color característico de la orina es pardo rojizo. Normalmente una orina fresca es clara.
Cuando la orina se deja reposar, se precipitan cristales amorfos, generalmente uratos,
produciendo turbidez. La turbidez de la orina debe ser registrada y explicada mediante
la evaluación microscópica.
Gravedad específica.
La gravedad específica de la orina es una medida parcial de la capacidad del riñón para
concentrar orina. Su rango normal es de 1.003 a 1.035 g/mL. Los valores iguales o
superiores a 1.020 indican una buena función renal y la excreción de una cantidad
aumentada de solutos disueltos excretados por los riñones. Valores de densidad
específica iguales o superiores a 1.035 indican la presencia de solutos extraños, lo cual
debe ser investigado.

EXAMEN QUÍMICO DE LA ORINA


pH Urinario.
El rango de pH urinario es 4.7 a 7.8.. El pH es importante para el manejo clínico de las
piedras o cristales.
Proteínas.
Las personas sanas pueden tener una excreción diaria de proteínas de 100 mg/día, una
fracción muy pequeña del contenido de proteínas plasmáticas. La mayoría de la proteína
en la orina es albúmina que pasa la membrana glomerular, pero también pueden estar
presentes proteínas de peso molecular pequeño como las globulinas. Una vez filtradas
las proteínas son casi completamente reabsorbidas en el túbulo proximal. La proteinuria,
por lo tanto, puede ser el resultado tanto de un incremento en la filtración como de una
disminución en la reabsorción (función tubular).
Azúcares.
El ensayo de la tira reactiva es un excelente análisis específico para glucosa.
Cetonas.
Los ensayos realizados por medio de tiras reactivas emplean la reacción de nitroprusiato
de sodio que detecta acetona y ácido acetoacético pero no beta hidroxibutírico, el cuerpo
cetónico primario. Es importante saber que el reactivo de nitroprusiato de sodio
reacciona principalmente con el ácido acetoacético.
Sangre y mioglobina.
Una orina roja indica usualmente la presencia de eritrocitos, hemoglobina o mioglobina.
La hematuria, a menudo, representa una combinación de eritrocitos intactos (más de 5
por campo de alto poder), eritrocitos fragmentados y hemoglobina libre. La hematuria
gruesa o macroscópica implica hemorragia o sangrado fresco, lo que en un medio de
orina ácida, da como resultado una apariencia de roja a parda, turbia, o ahumada
Bilirrubina.
Orinas espumosas, de color amarillo a pardo, u oscuras son sugestivas de la presencia de
bilirrubina conjugada. La orina normal no contiene bilirrubina. Los pacientes ictéricos
con enfermedad hepatocelular como hepatitis o enfermedad obstructiva como cirrosis
biliar pueden tener bilirrubina conjugada en la orina.
Urobilinógeno.
El urobilinógeno es un compuesto coloreado, resultado de la reducción de la bilirrubina
por acción de las bacterias en el intestino. Las orinas normales contienen pequeñas
cantidades de urobilinógeno. El urobilinógeno se encuentra disminuido en niños
deficientes en bacterias intestinales; en pacientes después de la administración de
antibióticos que reducen la flora intestinal, y en pacientes con enfermedades
obstructivas hepáticas. Se encuentra un aumento del urobilinógeno en pacientes con
anemias hemolíticas (aumento de formación de bilirrubina) y disfunción hepática.
Nitritos.
El ensayo de nitritos es empleado en los laboratorios de uroanálisis para detectar
bacteriuria. El ensayo de nitritos debe ser realizado en especímenes recolectados en la
primera orina de la mañana o en una muestra de orina que haya sido recolectada
después de 4 horas o más, a partir de la última evacuación de la vejiga, con el fin de
permitir que durante este tiempo los microorganismos metabolicen el nitrato dentro de
la vejiga.
Leucocitos
La presencia de leucocitos (piuria) es un indicador de inflamación clínicamente
importante.
Melanina.
Las orinas normales no contienen melanina. La melanina se encuentra en orinas de
pacientes con melanoma maligno. Los pacientes con esta neoplasia maligna excretan
precursores incoloros de melanina (melanógenos), los cuales al ser expuestos al aire se
polimerizan formando un pigmento oscuro de melanina.

EXAMEN MICROSCÓPICO DE ORINA


Una identificación microscópica precisa del sedimento urinario es importante para el
reconocimiento temprano de infecciones, procesos inflamatorios, y neoplasias que
pueden afectar el tracto urinario.
Cristales.
Usualmente los cristales no están presentes en orinas frescas recién obtenidas y en
general, la formación de los cristales es considerada como un artefacto del sistema de
recolección. Los cristales se forman cuando varios constituyentes químicos llegan a
saturarse o sufren un cambio en su solubilidad, cuando la orina es almacenada a
temperaturas más bajas. Los tipos de cristales urinarios dependen del pH de la orina
fresca.
Bacterias.
La orina de individuos normales es estéril y no contiene bacterias. Algunas bacterias
pueden estar presentes por contaminación durante la recolección o por almacenamiento
prolongado. La presencia de 105 bacterias/ml o más sugiere una infección de tracto
urinario.
Hongos.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) producidas por hongos son comunes en
pacientes diabéticos, en aquellos que toman medicamentos desde el nacimiento, o en
aquellos que han recibido terapia intensiva con antibióticos o terapia inmunosupresora.
Parásitos.
La presencia de parásitos en la orina indica contaminación fecal o vaginal. La
Trichomona vaginalis, un flagelado, es el parásito que más comúnmente se observa en
la orina. La incidencia de este tipo de parásito en mujeres es muy alta pudiendo producir
vaginitis severa. En el hombre, el parásito causa una uretritis asintomática. Debido a la
motilidad de este organismo oval, la microscopía de campo claro es empleada como la
forma más sencilla y rápida de identificación.
Eritrocitos.
Una orina normal, examinada con objetivo de alto aumento, no debe contener más de
unos cuantos eritrocitos. Estas células aparecen en la orina después de lesiones
vasculares o trastornos del riñón o del tracto urinario inferior. La presencia de eritrocitos
acompañada de cilindros hemáticos o eritrocitos dismórficos es sugestiva de sangrado
del parénquima renal o del glomérulo. La detección urinaria de eritrocitos dismórficos,
especialmente acantocitos, es un marcador morfológico importante de sangrado
glomerular o tubular. Su cuantificación ayuda en el diagnóstico y manejo del paciente.
Leucocitos.
La velocidad de excreción normal de eritrocitos en la orina es de 1 leucocito por cada 3
campos con objetivo de alto aumento, 3000 células/mL, o más de 200,000 células/hora.
Un elevado número de leucocitos (piuria) está asociado a numerosos procesos
inflamatorios e infecciosos del tracto urinario. La mayoría de los leucocitos vistos por
microscopía de campo claro son neutrófilos segmentados.
Células del epitelio tubular renal.
En el nefrón están alineados varios tipos de células del epitelio tubular renal y las
células enfermas o viejas están constantemente siendo arrojadas a la orina. Aunque ellas
representan la exfoliación renal real, la presencia de más de dos células del epitelio
tubular renal por campo de alto aumento indican daño o lesión activa de los túbulos
renales.
Dos muestra de orina de paciente que tenga diabetes
Una muestra de una embaraza
Una muestra de Niño
Dos muestras de alguien aparentemente sano

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