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Dolor precordial

Son las molestias más o menos intensas, continuas o paroxísticas experimentadas por el paciente
en esta región. Debemos tomarle importancia ya que es el que más preocupa a los enfermos.

Dolor precordial no cardíaco: Generalmente tiene origen en la pared torácica (paniculitis,


hiperventilación, golpes de tos), en la pleura, pulmón o mediastino (traqueobronquitis,
neumonía); en el abdomen (infarto esplénico, distensión gástrica) y en el sistema nervioso (auras
de epilepsia).

Dolor precordial psicógeno: Se presentan generalmente en mujeres con estrés psíquico.


Generalmente cursan con dolor en el lado izquierdo, bloqueo respiratorio o palpitaciones.

Dolor precordial por padecimiento cardíaco: Estos pueden dividirse en los que se presentan por
afección cardíaca repentina o los que se presentan por afección primitiva.

En el caso del dolor provocado por padecimientos repentinos ponemos como ejemplo al de los
grandes esfuerzos o crisis hipertensivas del saturnismo, feocromocitoma, inyección de adrenalina,
etc. Los dolores que acompañan a la diabetes, obesidad, tromboangitis, etc; obedecen a
afectación coronaria por ateroesclerosis y trombosis de estos vasos.

En cuanto al dolor precordial por una patología cardíaca primitiva tenemos el de origen
PERICARDICO, que sólo aparece en casos de inflamaciones agudas con derrame o sin él. Es
retroesternal, de tipo opresivo y continuo y se irradia hacia el pecho o la espalda. Aumenta con la
deglución y el decúbito y se alivia con las posiciones genupectoral, plegaria mahometana y de
Blechmann.

El de origen MIOCARDICO se ve en los esfuerzos corporales excesivos (por hipoxia muscular), en la


miocarditis (en las cuales es difuso y continuo), en las extrasístoles (opresivo o punzante) o en la
distensión brusca de alguna de sus cavidades (como la aurícula en la estenosis mitral).

En la insuficiencia coronaria aguda el dolor anginoso aparece súbitamente con ocasión de un


esfuerzo físico, estrés psíquico, decúbito o vagotonía de la madrugada; posee las siguientes
características:

 Es retroesternal, brusco y opresivo.


 El enfermo se coloca la mano en garra sobre la zona dolorosa (corbata del esternón).
 Puede irradiarse al brazo izquierdo e incluso hasta el codo y los dedos.
 Se acompaña de envaramiento del brazo izquierdo, rigidez del cuello y dificultad en la
expansión del hemitórax izquierdo.
 Se presenta sudoración, reacción pilosa, hormigueo y palidez (angor pálido).
 El paciente además tiene sensación de angustia mortal.
 Ciertas veces se acompaña de shock, falla cardíaca o de síntomas digestivos como
náuseas, vómitos y contractura de la pared abdominal.
 El electrocardiograma permitirá su diagnóstico diferencial, ya que es común confundirlo
con padecimientos neurógenos o patologías digestivas (en el caso que se presenten
síntomas gastronitestinales)

Bibliografia:

Semiotecnia de Surós-Medicando

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