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Señor:

JUEZ 2° ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DE MONTERÍA


E.S.D.

REFERENCIA: Nulidad y Restablecimiento del Derecho


DEMANDANTE: Doris Miranda Martínez
DEMANDADO: DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA
RADICADO: 2014-00369
ASUNTO: CONTESTACIÓN DEMANDA

JORGE ALEXÁNDER CADAVID JÁLLER, mayor de edad, identificado como


aparece al pie de mi firma, abogado inscrito en ejercicio, domiciliado en Montería,
en calidad de apoderado del DEPARTMENTO DE CÓRDOBA, dentro de la
oportunidad legal, me permito dar respuesta a la demanda incoada por la parte
actora, y proponer, dentro del mismo término, las excepciones que más adelante
expondré.

I. NOMBRE DEL DEMANDADO SU DOMICILIO Y DIRECCIÓN; Y


NOMBRE DE SU APODERADO.

El demandado es el DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, entidad del orden


territorial, con domicilio en su capital Montería, representado legalmente, para
efectos procesales, por la doctora ANA CAROLINA MERCADO GAZABÓN,
mayor de edad, quien obra en calidad de Jefe de la Oficina Jurídica, nombrada
mediante decreto No. 0886 del 8 de agosto de 2012, posesionada mediante Acta
sin fecha del 8 de agosto de 2012, debidamente facultada para otorgar poder para
la representación de los intereses del DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA en virtud
de la delegación contenida en la Resolución No. 000047 del 4 de febrero de 2012,
cuyas copias acompaño, y quien para efectos procesales puede ubicarse en la
Carrera 4ª Calle 27 Esquina, 3° Piso; Palacio Naín. El apoderado, es el suscrito,
cuyo nombre y domicilio se encuentran descritos en las líneas precedentes.

II. PRONUNCIAMIENTO EXPRESO SOBRE LAS PRETENSIONES

A la primera: Se rechaza por las siguientes razones: (i) por caducidad de la


acción; (ii) por falta de los requisitos de la demanda POR INEXISTENCIA DE
ACTO FICTO O EXPRESO; (iii) por prescripción de los derechos solicitados; y (iv)
por no acreditarse los presupuestos legales para la adquisición del derecho
solicitado.

A la segunda: Me opongo por las mismas razones dadas en el punto anterior.

A la tercera: Se rechaza por falta de prosperidad de las peticiones iniciales.


A la cuarta: Se rechaza por falta de fundamento jurídico y probatorio para
demandar.

III. PRONUNCIAMIENTO EXPRESO Y CONCRETO SOBRE CADA UNO


DE LOS HECHOS DE LA DEMANDA.

Primer hecho: Prestación del servicio a la ESE SALUD. Procesalmente no me


consta, pues en el expediente no se aporta certificado laboral sobre ese aspecto,
así como tampoco acto administrativo de nombramiento y posesión del
demandante que permita inferir la certeza del hecho.

Segundo hecho: Pago directo del subsidio familiar hasta El 2008.


Procesalmente no me consta, toda vez que no se adjunta documento de pago u
otra prueba que permita establecer la veracidad de este hecho.

Tercer hecho: No pago del subsidio 2009. 2010 y enero a junio de 2011. No
me consta, si se tiene en cuenta que la demandante trabajó para la ESE SALUD
SINÚ y no para el Departamento de Córdoba. Todo ello, sin perjuicio de la
prescripción de los derechos laborales reclamados.

Cuarto hecho: Solicitud reiterada del pago de subsidio. Parcialmente cierto.


Las peticiones a que hace referencia este hicieron frente a la ESE SALUD SINÚ,
pero no frente al Departamento de Córdoba, por tanto, esas peticiones no tuvieron
la fuerza suficiente para suspender el término de prescripción. En efecto, las
peticiones de noviembre 23 de 2011 y mayo 10 de 2012 se llevaron a cabo ante la
ESE SALUD SINÚ, cuando dicha entidad había desaparecido del mundo jurídico,
pues su existencia sólo perduro hasta junio de 2011 toda vez que mediante
Resolución N° 468 de junio de 2011 se declaró disuelta y extinguida la personería
jurídica de dicha entidad. Como consecuencia de lo dicho, debió hacerse la
petición de pago al Departamento de Córdoba, si se tiene en cuenta que éste
mediante Resolución N° 1281 de 2010, adjunta al expediente, asumió el pasivo de
la ESE. Por tanto, frente al departamento no existe acto presunto ni expreso que
pueda ser demandado por falta de reclamación administrativa.

Quinto hecho: Falta de respuesta a las peticiones. No me consta, si se tiene


en cuenta que las peticiones no se hicieron al departamento por parte de la
demandante, sino a la ESE SALUD SINÚ.

Sexto hecho: Jornada superior a las 48 horas. Procesalmente no me consta,


toda vez que no se adjunta ninguna prueba que permita establecer la veracidad de
este hecho.
Séptimo hecho: Beneficiarios con derecho al subsidio. No es un hecho sino
una afirmación subjetiva de la actora que constituye el eje central de la
litispendencia.
Octavo hecho: Salario inferior a 4 salarios mínimos. Procesalmente no me
consta, toda vez que no se adjunta documento de pago u otra prueba que permita
establecer la veracidad de este hecho.

Noveno hecho: Falta de convenio entre Comfacor y Salud Sinú. Así aparece
según la certificación aportada.

Décimo hecho: Pasivo cierto no reclamado. Es cierto según la prueba arrimada


al plenario.

Décimo primer hecho: Expedición de CDP. Es cierto, pero ello no lo hace


responsable per se.

Décimo segundo hecho. Audiencia prejudicial. Es cierto.

Décimo tercer hecho. Otorgamiento de poder. Técnicamente no es un hecho.

IV. HECHOS, FUNDAMENTOS Y RAZONES DE LA DEFENSA

El subsidio familiar es una prestación laboral a cargo de los empleadores,


mediante un sistema de recaudo y reparto a través de las cajas de compensación
familiar. Se desenvuelve dentro del contrato laboral, como una prestación
obligatoria, establecida en la ley con un componente de solidaridad orientado a
brindar protección especial a los trabajadores de más bajos ingresos, en función
de las personas que tengan a cargo.

Sobre esta prestación ha dicho la Corte Constitucional:

“Inicialmente, el subsidio estuvo centrado en el componente monetario que se


reconoce al trabajador, en razón de su carga familiar y de unos niveles de
ingreso precarios, que le impiden atender en forma satisfactoria las
necesidades más apremiantes en alimentación, vestuario, educación y
alojamiento. En esa dimensión, ha dicho la Corte, el sistema de subsidio
familiar es un mecanismo de redistribución del ingreso.

“Más adelante, se autorizó a las cajas de compensación el desarrollo de obras


de beneficio social, lo cual les permitió diversificar su actividad, de manera que,
además de la tarea de reparto del subsidio en dinero, incursionaran también en
el reconocimiento de un subsidio en servicios, a través de programas de salud,
educación, mercadeo y recreación. Así, en sus componentes centrales, el
sistema de subsidio familiar, tal como fue definido en la Ley21 de 1982,
comprende los siguientes aspectos:

“En primer lugar, el subsidio familiar es “una prestación social pagadera en


dinero, en especie y en servicios a los trabajadores de medianos y menores
ingresos, en proporción al número de personas a cargo y su objetivo
fundamental consiste en el alivio de las cargas económicas que representa el
sostenimiento de la familia, como núcleo básico de la sociedad”.

“De esa definición se desprenden tres modalidades de subsidio que son


desarrolladas en la ley: en dinero, en especie y en servicios. El subsidio en
dinero es “la cuota monetaria que se paga por cada persona a cargo que dé
derecho a la prestación”; el subsidio en especie es “el reconocimiento de
alimentos, vestidos, becas de estudio, textos escolares, drogas y demás frutos
o géneros diferentes al dinero que determine la reglamentación (...)”, y el
subsidio en servicios es “aquél que se reconoce a través de la utilización de
obras y programas sociales que organicen las Cajas de Compensación
Familiar (...)”.

“En la medida en que se trata de una prestación que se origina en el contrato


de trabajo, la ley dispone que todos los empleadores, tanto del sector privado
como del público, tienen la obligación de efectuar aportes para el subsidio
familiar en el porcentaje legalmente establecido sobre la nómina mensual de
salarios. El acceso a los beneficios, sin embargo, es diferenciado, puesto que
el sistema opera como mecanismo de solidaridad, tanto entre trabajadores de
distintos niveles salariales, como entre diferentes empleadores, que tiene como
beneficiarios directos a los trabajadores de más bajos ingresos.”

“Así, en la actualidad, de acuerdo con la ley, tienen derecho al subsidio familiar


en dinero los trabajadores cuya remuneración mensual no sobrepase los
cuatro salarios mínimos legales mensuales vigentes, y que sumados sus
ingresos con los de su cónyuge o compañero (a) no sobrepasen seis salarios
mínimos. Así mismo, la ley también estableció la lista de personas a cargo de
los beneficiarios que dan derecho a subsidio familiar en dinero, entre quienes
se incluyen los hijos hasta los 18 años (incluidos los hijastros), los hermanos
hasta 18 años, que sean huérfanos, convivan y dependan económicamente del
trabajador y demuestren escolaridad y los padres mayores de 60 años, que
dependan económicamente del trabajador. Dispone la ley que son
beneficiarios del subsidio familiar en especie y en servicios los trabajadores
cuya remuneración mensual, fija o variable, no sobrepase los 4 salarios
mínimos legales mensuales, incluyendo el (la) cónyuge del trabajador.”

“Como se puede apreciar, en sus lineamientos centrales, el sistema de


subsidio estaba estructurado como un régimen de protección para los
trabajadores bajo dependencia laboral y con niveles de remuneración bajos.”

“Sobre ese esquema inicial, en diferentes etapas, se han introducido


importantes reformas, entre ellas la derivada de la Ley 100 de 1993 que le
asignó a las cajas de compensación un papel activo en la gestión del régimen
subsidiado de salud, o la que amplió el papel de las cajas en la gestión del
subsidio familiar de vivienda. La transformación más importante del sistema se
produjo con la expedición de las leyes 633 de 2000 y 789de 2002,
que ampliaron el marco de acción de las cajas, vinculándolas, más allá de la
administración de una prestación social de carácter laboral, al concepto global
de la protección social, abriéndolo a la prestación de servicios para no afiliados
y desempleados.

“Cabe observar que la Ley 789 de 2002, definió un sistema de protección


social, del cual el subsidio familiar resulta ser solo uno de sus componentes, y
que comprende, además, el establecimiento de un subsidio temporal de
empleo administrado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social como
mecanismo contra-cíclico y de fortalecimiento del mercado laboral dirigido a las
pequeñas y medianas empresas, que generen puestos de trabajo a jefes
cabeza de hogar desempleados; la previsión conforme a la cual las Cajas de
Compensación Familiar administrarán un fondo para apoyar al empleo y para
la protección al desempleado, entre cuyos cometidos está la realización de
operaciones de crédito para la microempresa y la pequeña y mediana
empresa, con objeto de promover la creación de empleo adicional; el
establecimiento de un subsidio temporal al desempleo, como mecanismo de
intervención para eventos críticos que presenten los ciclos económicos, o la
creación de unos derechos, que se atenderán con cargo a los recursos propios
de las cajas, para atender a desempleados con vinculación anterior al sistema,
así como para los que no la hayan tenido.

“Sobre ese particular, la Corte, en la Sentencia C-834 de 2007 expresó que el


concepto de “protección social” contenido en la Ley 789 de 2002, es distinto
del “seguridad social”, por cuanto, aquél es un conjunto de políticas públicas
orientadas a disminuir la vulnerabilidad y a mejorar la calidad de vida de los
colombianos, especialmente de los más desprotegidos, para obtener como
mínimo los derechos a la salud, la pensión y al trabajo, al paso que, la
seguridad social es, tanto un servicio público, como un derecho irrenunciable
de toda persona, que adquiere el carácter de fundamental por conexidad,
cuando resulten afectados derechos tales como la salud, la vida digna y la
integridad física y moral, entre otros.

“Sin perjuicio de los desarrollos jurisprudenciales y doctrinarios sobre la


fundamentalidad y la justiciabilidad de los llamados derechos económicos,
sociales y culturales, DESC, lo cierto es que, como se ha sostenido por la
Corte, tales derechos “(…)pese a su vinculación con la dignidad humana, la
vida, la igualdad y la libertad, no son de aplicación inmediata, pues
necesariamente requieren de la activa intervención del legislador con miras a
la definición de las políticas públicas y de su adecuada instrumentación
organizativa y presupuestal. Los derechos individuales de prestación, que
surgen de la ejecución legal del mandato de procura existencial que se deriva
del Estado social, se concretan y estructuran en los términos de la ley.

“(…)

“De este modo se tiene que, salvo en aquellos casos en los que, de acuerdo
con la jurisprudencia constitucional, los DESC dan lugar a prestaciones
inmediatas con base en la Constitución, los mismos son de configuración legal
y desarrollo progresivo. Esto es, le corresponde a la ley definir las condiciones
de exigibilidad de los mismos, las prestaciones a las que dan lugar, la
estructura organizativa necesaria para ponerlos en acto y las fuentes de
financiación para hacerlos efectivos. El carácter progresivo, a su vez, implica la
necesidad de ampliar, tanto la cobertura, en cuanto se garantice el acceso a
más personas, con pretensiones de universalidad -esto es la cobertura de
todos aquellos que se encuentren en condición de necesidad-, como la
cantidad y calidad de los servicios.

“(…)

“Dentro de ese marco, la Corte ha destacado que el subsidio familiar es una


prestación social cuya finalidad es aliviar las cargas económicas que
representa el sostenimiento de la familia de los trabajadores de menores o
medianos ingresos y que, si bien el Constituyente tuvo en cuenta que el
cubrimiento de la seguridad social a toda la población, y no sólo a los
trabajadores activos, es un objetivo indispensable e insustituible en un Estado
Social de Derecho (CP arts. 1º y 2º),no puede perderse de vista que, por su
contenido prestacional, y dada la limitación de los recursos disponibles, se
confió al Legislador la tarea de ampliar progresivamente la cobertura de los
servicios de seguridad social, con la participación de los particulares, a todos
los habitantes (CP art. 48). Puntualizó la Corte que “(…) es al Legislador a
quien corresponde constitucionalmente la apreciación de las condiciones en
que los servicios de seguridad social deben ser prestados de manera que se
cumpla con el objetivo trazado en la Constitución.”

“(…)

“En efecto, como se ha visto, el subsidio, originalmente se concebía


exclusivamente en el campo de la relación laboral, y de manera progresiva se
ha ido cambiando esa orientación para incluir servicios más amplios, como
salud, vivienda, crédito o recreación, que tienen como destinatarios, no
únicamente a los trabajadores afiliados de menores ingresos, sino que se
proyectan hacia la población de más bajos recursos considerada en su
conjunto.
“(…)

“En efecto, el subsidio familiar está concebido como un sistema que establece
un carga a los empleadores en función del número y el nivel de ingreso de sus
empleados, y a partir de la cual se financia una serie de servicios para los
trabajadores, entre ellos, un subsidio monetario por personas a cargo, que se
aplica sólo a los empleados de más bajos ingresos.

“(…)

“Para desvirtuar esas apreciaciones y declarar la exequibilidad de la


disposición entonces demandada, la Corte señaló, entre otras cosas:

“Dentro de los variados servicios que las Cajas de Compensación


prestan a sus afiliados deben mencionar los programas y servicios de
salud, nutrición, vivienda, crédito de fomento, recreación y mercadeo
(L.21 de 1982, art. 62). De otra parte, el subsidio familiar es una
prestación social a cargo de los empleadores que se paga a los
trabajadores de menores y medianos ingresos, en dinero, especie y
servicios (L. 21 de 1988, art.1º), por conducto de las Cajas de
Compensación Familiar, con arreglo a lo ordenado por la ley (L.21 de
1982, art. 15). Es claro que unos son los servicios que prestan las Cajas
de Compensación Familiar en calidad de entidades que desarrollan
diversos programas para la prestación de la seguridad social y otra la
actividad que cumplen en calidad de entidades pagadoras del subsidio
dinerario. Este auxilio especial es una obligación impuesta por la ley a
los empleadores, que no debe ser cancelada en forma directa por el
patrono sino mediante la destinación de parte del valor de la nómina a
las Cajas de Compensación Familiar para que éstas realicen el
desembolso respectivo.
“(…)

“Ello supone la obligatoriedad de la afiliación y la diferenciación entre quienes


tienen altos ingresos, que no acceden al subsidio y quienes se ubican en la
escala inferior del ingreso, y serían acreedores al beneficio monetario, así
como el establecimiento de un sistema solidario de transferencia entre unos y
otros. Al paso que el sistema actual tiene en su base una obligación del
empleador, que surge del hecho de la actividad productiva, a partir de la cual
se le impone una obligación que tiene un componente redistributivo, su
aplicación, en condiciones semejantes, a los trabajadores independientes,
implicaría la necesidad de imponerles un gravamen y una carga de solidaridad
que, en principio, podría resultar excesiva y cuyo establecimiento, en todo
caso, correspondería al legislador.
“La necesidad de la obligatoriedad de la afiliación como condición de
sostenibilidad del sistema, surge de la consideración de que un esquema de
afiliación voluntaria supone un sesgo, porque, en principio sólo se afiliarían
quienes tuvieran la expectativa de acceder al subsidio, esto es, los
trabajadores de más bajos ingresos con personas cargo que den lugar al
subsidio monetario1.

Fluye de lo dicho, que la obligación de pagar el subsidio familiar no está en cabeza


directa del empleador sino de la caja de compensación respectiva, por ende, el
departamento no puede responder por esa prestación de manera directa.

Es bueno resaltar, además, que la ley 789 de 2002 en su artículo 3° configura el


régimen del subsidio familiar en dinero y al respecto señala que serán
beneficiarios “los trabajadores cuya remuneración mensual fija o variable no
sobrepase los cuatro (4) salarios mínimos legales mensuales vigentes, smlmv,
siempre y cuando laboren 96 horas al mes; y que sumados sus ingresos con los
de su cónyuge o compañero(a) permanente no sobrepasen seis (6) salarios
mínimos legales mensuales vigentes, smlmv”.

Y es la misma ley mencionada que consigna quedaran derechos al subsidio


familiar en dinero a cargo de los trabajadores beneficiarios que a continuación se
enumeran:

1. Los hijos que no sobrepasen la edad de 18 años, legítimos,


naturales, adoptivos y los hijastros. Después de los años se les
deberá acreditar la escolaridad en establecimiento docente
debidamente aprobado.

2. Los hermanos que no sobrepasen la edad de 18 años, huérfanos de


padres, que convivan y dependan económicamente del trabajador y
que cumplan con el certificado de escolaridad del numeral 1.

3. Los padres del trabajador beneficiario mayores de 60 años, siempre


y cuando ninguno de los dos reciba salario, renta o pensión alguna.

4. Los padres, los hermanos huérfanos de padres y los hijos, que sean
inválidos o de capacidad física disminuida que les impida trabajar,
causaran doble cuota del subsidio familiar, sin limitación en razón de
su edad. El trabajador beneficiario deberá demostrar que las
personas se encuentran a su cargo y conviven con él.

5. Podrán cobrar simultáneamente el subsidio familiar por los mismos


hijos el padre y la madre, cuya remuneraciones sumadas no excedan
de cuatro (4) salarios mínimos legales mensuales vigentes, smlmv.

1
Sentencia C-440 de 2011.
Consonante con lo dicho, respecto de la legislación vigente sobre la materia, la
Corte Constitucional ha destacado como características fundamentales del
subsidio familiar las siguientes:

- Es una prestación social, porque su finalidad no es la de retribuir


directamente al trabajador –como si lo hace el salario- sino la de
subvencionar las cargas económicas del trabajador beneficiario.
- Se paga en dinero, servicio y especie ya sea mediante una cuota
monetaria, el reconocimiento de géneros distintos al dinero o mediante la
utilización de obras o programas sociales que organicen las cajas de
compensación familiar, respectivamente.
- Se paga a los trabajadores activos y también a los pensionados salvo en lo
relacionado en subsidio en dinero al cual estos últimos no tienen derecho
por mandato de ley.
- Se provee a partir de los recursos aportados por los empleadores a las
cajas de compensación familiar. (ver Sentencia C-629 de 2011).

Tienesé de lo dicho, que las pruebas aportadas no demuestran las condiciones


mínimas para la concesión de esta prestación, y que por no tratarse de
trabajadores activos no tienen a ella.

V. PRUEBAS Y ANEXOS:

a) Documental

1. Poder para actuar con el cual acredito la personería.


2. Copia auténtica de la certificación del cargo ocupado por mi mandante.
3. Copia auténtica del acta de posesión de mi poderdante.
4. Copia autenticada de la resolución de nombramiento de mí representada.
5. Copia autenticada de la Resolución 00047 de 10 de septiembre de 2012, que
delega en la Asesora Jurídica la facultad de otorgar poder.
6. Resolución N° 468 de 2011 que declaró extinguida la ESE SALUD SINÚ.

VI. EXCEPCIONES

1. Previas

1.1. Inepta demanda por falta de los requisitos legales.

En los hechos de la demanda se dice que en varias oportunidades se solicitó el


pago del subsidio familiar (hecho 4), y que a esas peticiones no se les dio
respuesta (hecho 5).
En el acápite de pruebas se adjuntas las peticiones del 23 de Noviembre de 2011,
10 de Mayo de 2012, 3 de Septiembre de 2012, 13 de Mayo de 2013.

Siendo ello así, debió demandarse todos los actos fictos que dice el actor se
produjo como consecuencia de la negativa de la respuesta a los derechos de
petición incoados para el pago de la prestación demandada.

Así las cosas, la demanda no llena los requisitos legales para su aptitud procesal.

Respecto del departamento, carece de los requisitos formales la demanda pues no


existe acto presunto ni expreso que pueda demandarse, pues la parte accionante
no hizo reclamación frente al ente territorial, por ende, nunca se pudo pronunciar.

1.2. Caducidad de la acción.

Basada en la siguiente plataforma fáctica: se demanda el acto ficto que se


configuro por el silencio administrativo producto de la petición del 23 de Noviembre
de 2011; la solicitud de conciliación se hizo en el 2014, es decir, 3 años después,
por lo que tal solicitud no tuvo la virtud de interrumpir la caducidad ni la
prescripción que más adelante se propondrá.

1.3. Falta de Competencia por Falta de Agotamiento de la Reclamacion


Administrativa.

De tiempo atrás, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral ha


venido acogiendo la tesis que la reclamación administrativa constituye un factor
de competencia para los jueces. Así ha razonado la Corte:
“En cuanto a la naturaleza jurídico-procesal de la exigencia del
agotamiento de la vía gubernativa en el procedimiento laboral, si
bien para explicar la misma se han construido varias tesis, tales como
la de asimilarla a un requisito de la demanda, o de considerarla un
presupuesto de la acción, o de calificarla como un factor de competencia,
lo cierto es que la jurisprudencia de la Sala Laboral siempre que se ha
ocupado del tema se ha inclinado por esta última, esto es, que la misma
constituye un factor de competencia para el juez laboral, pues mientras
este procedimiento preprocesal no se lleve a cabo el Juez del Trabajo no
puede aprehender el conocimiento del conflicto planteado; además, esta
calificación dada a la vía gubernativa encuentra sustento también en
que el artículo 6° del C. de P.L. fi gura dentro de las normas de
dicho estatuto procesal que regulan el fenómeno de la competencia en
materia laboral.

“Entonces, dado que la exigencia del artículo 6° del C. de P.L es un factor


de competencia, y por ende un presupuesto procesal, la misma debe
encontrarse satisfecha en el momento de la admisión de la demanda.
Por tanto, cuando se presenta una demanda contra alguna de las
entidades públicas o sociales señaladas en la norma precitada es deber
ineludible del juez laboral constatar, antes de pronunciarse sobre la
admisión de tal escrito introductorio, que se haya agotado el
procedimiento gubernativo o reglamentario previsto en dicho precepto,
obligación procesal que el dispensador de justicia debe cumplir con
sumo cuidado y acuciosidad, ya que está de por medio nada menos
que establecer si tiene competencia o no para conocer del pleito que
se pone bajo su consideración, así como el cumplimiento de los
imperativos que le imponen los artículos 37 del C.P.C., modificado por
el D.E. 2282 de 1989, art. 1°, num. 13 y 38 ibídem, en relación con el
deber de precaver los vicios de procedimiento, rechazar cualquier
solicitud que sea notoriamente improcedente y evitar providencias
inhibitorias. Y si se percata que no aparece demostrado el cumplimiento
de esa etapa prejudicial, es su obligación rechazar de plano la demanda,
por falta de competencia, tal y como lo prevé el artículo 85 del C. de P.L.,
modificado por el D. E. 2282/89, art. 1°, num. 37, norma aplicable al
procedimiento laboral en virtud del principio de integración analógica
consagrado en el artículo 145 del C. de P.L., toda vez que en este
ordenamiento procesal no hay disposición que regule lo atinente a las
consecuencias de la falta del presupuesto procesal de la competencia
al examinarse la viabilidad o no de la demanda.

“Pero puede suceder que el Juez Laboral admita la demanda sin advertir
la falta de cumplimiento por parte del accionante de la exigencia
contemplada en el pluricitado artículo 6° del C. de P.L. En este caso es
deber procesal de la parte demandada, así como un elemental ejercicio
de la lealtad que se deben los sujetos procesales entre sí y que éstos le
deben al Juez, alertar a éste sobre la omisión del agotamiento del
procedimiento gubernativo, pero no de cualquier manera, sino mediante
la proposición de los medios de defensa que en su favor consagra la ley
adjetiva del trabajo en su artículo 32, cuales son las excepciones previas
o dilatorias respectivas, que para el caso concreto que se examina se
contrae a la de falta de competencia, por no agotamiento previo de la vía
gubernativa, de conformidad con lo previsto en el numeral 2° del
artículo 97 del C.de P.C., modifi cado por el D.E. 2282 de 1989, art. 1°,
num.46, disposición a la cual fuerza remitirnos por mandato del artículo
145 del Código de Procedimiento Laboral. O también puede formularse
la excepción dilatoria de no agotamiento del procedimiento gubernativo o
reglamentario, que como ya ha tenido oportunidad la Corte de
expresarlo, “... bien puede entenderse que constituye una excepción en
el proceso laboral, propia y autónoma” (Sentencia de Julio 21 de 1981.
Rad. N° 7619).
“(…)

“Ahora, si la entidad demandada no utiliza en tiempo procesal


oportuno las excepciones atrás indicadas para corregir o enmendar el
vicio de procedimiento de la falta de competencia del Juez Laboral,
surgido como consecuencia de haberse admitido por este funcionario
judicial la demanda sin avistar el incumplimiento del requerimiento
consagrado en el art. 6° del Estatuto Procesal Laboral, lo que, como
ya se vio, constituye no sólo una carga procesal para aquélla sino un
deber y una obligación en virtud del principio de lealtad procesal, la
anomalía procedimental proveniente de tal falta de competencia
quedará saneada a la luz de lo preceptuado en el numeral 5., del
artículo 144 del C. de P.C., modificado por el D.E. 2282 de 1989, art.
1°, num. 84, norma que dispone que “La nulidad se considerara
saneada... Cuando la falta de competencia distinta de la funcional no se
haya alegado como excepción previa. Saneada esta nulidad, el Juez
seguirá conociendo del proceso.”

“(…)

“Nada justifica que luego de un proceso contra una entidad oficial,


donde esta ha sido convocada oportunamente a través de la
notificación de rigor y por ende ha tenido todas las oportunidades para
ejercer cabalmente su derecho de defensa, se declare la nulidad de
todo lo actuado ad portas de la emisión del fallo llamado a resolver de
fondo el litigio iniciado, aduciendo como argumento que no se cumplió
el procedimiento gubernativo tantas veces mencionado, cuando la parte
demandada contando con el mecanismo procesal idóneo para remediar
ese defecto, como son las excepciones previas pertinentes, ya
señaladas en el curso de esta providencia, no hizo uso del mismo;
mucho menos sentido tiene que se plantee una decisión de esta
naturaleza en la segunda instancia o a través del recurso extraordinario
de casación. Un pronunciamiento de esta índole reñiría frontalmente
con los principios de economía procesal, de saneamiento de las
nulidades por incompetencia y de prevalencia del derecho sustancial
sobre el formal, instituciones estas que constituyen soporte esencial para
los propósitos del derecho procesal laboral: hacer efectiva la
concepción social y tutelar del derecho laboral sustancial.

“De otro lado, como el fi n último del agotamiento de la vía gubernativa es que
la administración pública tenga la oportunidad de decidir de manera directa y
autónoma si resulta procedente o no el reconocimiento de los derechos
reclamados por el peticionario y de esta forma enmendar cualquier error
que hubiera podido cometer sobre el particular, precaviendo a través del
instrumento de la autocomposición un eventual pleito judicial, choca contra la
lógica de lo razonable que habiendo tenido aquélla oportunidad de llevar a
cabo ese cometido durante todo el curso del proceso, aun cuando ningún
interés haya demostrado en este sentido, quizás porque no encuentra viable
lo solicitado, la consecuencia o el efecto inmediato del incumplimiento de la
exigencia del artículo 6° del C.de P. L. sea la nulidad de todo lo actuado. Ello
resulta sumamente inconveniente, no sólo para las partes, sino para la propia
administración de justicia, toda vez que luego de todo un derroche de
jurisdicción, tiempo y gastos no se logró resolver de manera rápida y eficaz el
conflicto2.
La Corte constitucional también apoyó esta tesis en las sentencias T-260 de junio
1° de 1994 y C-792 de 2006, al sostener que la reclamación administrativa es
indispensable porque “constituye un factor de competencia”.

2. De fondo

2.1. Falta de fundamentos jurídico y fáctico para pedir

Esto, por cuanto la normatividad en la cual se fundamenta la demanda, no tiene


aplicación en este asunto.

2.2. Falta de legitimación en la causa por pasiva.

Ello porque según la Sentencia C-440 de 2011, la obligación de pagar el subsidio


familiar no está en cabeza directa del empleador, sino de la caja de compensación
respectiva, por ende, el departamento no puede responder por esa prestación de
manera directa.

2.3. Prescripción

Los derechos solicitados provienen del 2009 y 2010, por ende, se encuentran
prescritos del discurrir del tiempo, razón por la cual solicito al señor juez se sirva
dar por probada esta excepción.

2.4. Falta de los requisitos legales para acceder al subsidio.

Esto por cuanto no se dan los presupuestos legales para acceder al subsidio
familiar de conformidad con la 789 de 2003 y ley 21 de 1982, tal como se dejó
sentado en las razones de la defensa.

2.5. La genérica.

2
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral, Sentencia 12221 de octubre 13 de 1999.
En el evento de encontrar probada, el señor juez, de conformidad al acervo
probatorio arrimado al expediente una de las excepciones que puedan declararse
de oficio, solicito que así lo disponga en la sentencia, acorde con el artículo 180 de
CPACA.

VI. NOTIFICACIONES:

Las partes, en las direcciones indicadas en el libelo introductorio de demanda. El


suscrito en la Secretaría de su despacho o en su defecto en la carrera 2° numero
31 – 29, oficina 303, Ed. Garcés, de esta ciudad.

Cordialmente,

JORGE A. CADAVID JÁLLER


C.C.N° 71.670.871
T.P.N° 60378 C S DE LA J.

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