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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE OCCIDENTE

MERCADEO

CAMILO JOSE ARRECHEA ZAPATA

NOMBRE DEL PROFE

MATERIA

HABILIDADES SOCIALES

CALI VALLE DEL CAUCA

12-11-2019
DESCRIPCION DEL PROBLEMA DE INVESTIGACION

¿Cuáles son las habilidades sociales y para qué sirven?

JUSTIFICACION:

La importancia de las habilidades sociales en nuestras vidas nos permite relacionarnos


e integrarnos con los demás de manera efectiva, Son muchas las circunstancias de la
vida diaria en las que las habilidades sociales hacen la diferencia en cada uno de
nosotros.

Hay personas cuyas capacidades son bastante limitadas y, sin embargo, son grandes
triunfadores en el terreno profesional y personal. Y ocurre, también, que hay personas
que tienes unas capacidades impresionantes y son incapaces de rentabilizarlas por su
escasa habilidad social.

Por ello es de gran relevancia implementar estas habilidades en nuestras vidas debido
a que nos permitirán, un mayor desarrollo de nuestra personalidad con las personas
que nos rodean de una manera adecuada.

OBJECTIVOS GENERAL:

 Implementar los recursos personales y conseguir que lleguen a


establecer relaciones interpersonales gratificantes.

OBJECTIVOS ESPECIFICOS:

 Reconocer la importancia de las habilidades sociales en nuestras vidas.

 Aprender habilidades para relacionarse con los demás.

 Fomentar la capacidad para resolver conflictos en el día a día


MARCO TEORICO

ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES

Se pueden definir las habilidades sociales como aquellas conductas aprendidas que
ponen en juego las personas en situaciones interpersonales para obtener o mantener
reforzamiento del ambiente. Entendidas de esta manera, las habilidades sociales
pueden considerarse como vías o rutas hacia los objetivos de un individuo (Kelly, 1996).
Para la mayoría de las personas, el establecimiento de relaciones con otras personas
es un objetivo deseado, o una experiencia reforzante; por consiguiente, las relaciones
sociales pueden considerarse como eventos reforzantes para la mayor parte de la
gente. Las personas tienden a desarrollar y a manifestar principalmente aquellas
habilidades sociales que les permitan alcanzar sus objetivos en las situaciones que
suelan encontrarse con frecuencia; o a la inversa, que experimenten mayor satisfacción,
si no poseen el repertorio habilidades sociales necesarias para manejar las
interacciones conducentes a objetivos personalmente relevantes. Así pues, no
necesariamente, ha de existir correspondencia entre la capacidad de una persona de
manifestar un tipo de habilidad social y la de manejar con eficacia situaciones que
requieren otro tipo distinto; más aún, ni siquiera un tipo de habilidad social se muestra
conscientemente a través de todas las situaciones; en esto influye el sexo, la edad, el
parentesco, la situación específica (Kelly, 1996).

El fracaso de una persona al mostrar conductas socialmente competentes en una


determinada situación puede explicarse por varios aspectos:

 Falta de adquisición o aprendizaje de habilidades sociales.


 Falta de utilización de las habilidades en ciertas situaciones.
Variables situacionales pueden influir en el reforzamiento, un determinado tipo
de habilidades sociales pueden dar lugar a consecuencias diferentes (Kelly, 1996).

Kelly, citado por Sullivan, 1992; plantea que en la medida en que un individuo interactúe
satisfactoriamente con otros, recibirá cada vez más retroalimentación social más
llegará a calificar de forma positiva su propia conducta; en cambio, cuando las
relaciones con otras personas significativas se caracterizan por ansiedad,
retroalimentación negativo, la autoevaluación de la persona será, en consecuencia,
negativa, distorsionada y agresiva; por lo tanto constructor tales como la autoestima o
el auto concepto están determinados por las relaciones y el retroalimentación
interpersonal que un individuo recibe de su desarrollo (Kelly, 1996).

Sullivan, Adler y Hormey; describen las consecuencias de los aspectos des adaptativos
o deficitarios del funcionamiento social del individuo, cada teórico considera la conducta
interpersonal actual como sintomática de un trastorno evolutivo más básico, que
normalmente tiene sus raíces en la ausencia de relaciones padre-hijo; pero, es posible
concebir el ajuste psicológico de otra manera: el buen funcionamiento social sería un
prerrequisito para el ajuste, más que su consecuencia; como ya se ha apuntado, las
habilidades sociales son estrategias que emplea la gente para obtener consecuencias
reforzantes del ambiente. Los reforzadores son absolutos y objetivos, que una persona
considera muy deseables, para otra pueden tener poca importancia (Kelly, 1996).

En la medida que el repertorio interpersonal de un consultante permita la consecución


de los objetivos que él considera reforzantes, es probable que ese individuo evalúe en
términos positivos; por tanto, la autoevaluación favorable constituye una consecuencia
del repertorio de habilidades sociales que permite la consecución de objetivos
significativos para la persona. Además, a medida que las habilidades sociales se
practican y son reforzadas en determinadas situaciones dirigidas al objetivo, es más
probable que se manifiesten y que el repertorio del consultante se vaya haciendo más
elaborado. Por el contrario, si un consultante no ha conseguido adquirir el repertorio de
habilidades sociales necesarias para alcanzar objetivos personalmente significativos, lo
más probable es un patrón mucho más perjudicial; como consecuencia de una falta de
habilidades inicial, un consultante puede ser reiteradamente incapaz de lograr los
objetivos que anhela, e incluso puede ocurrir que los intentos de contacto social sean
castigados (Kelly, 1996).

Bajo condiciones de fracaso repetido, es probable que los pacientes desarrollen


autoevaluaciones negativas y comiencen a etiquetarse cognoscitivamente como
socialmente torpes, faltos de éxito, poco deseables o poco atractivos; por tanto, los
déficits iniciales de habilidades por parte de los individuos constituyen un antecedente
de fracaso para alcanzar objetivos personales reforzantes, lo cual, a su vez, da lugar a
una autoevaluación negativa persistente. El resultado final más probable es la evitación
de situaciones, el aislamiento social o la renuncia a estos objetivos deseados, pero
inalcanzables. Desafortunadamente este patrón de déficit inicial de habilidades puede
perpetuar una falta de habilidades en el futuro. Al evitar situaciones que requieran
competencia social que las adolece, no es probable que el individuo esté en disposición
de aprender habilidades apropiadas (Kelly, 1996).

El objetivo del entrenamiento en habilidades sociales es incrementar directamente la


competencia conductual de los individuos, con el fin de conseguir resultados
satisfactorios en aquellos tipos de situaciones sociales en que sus habilidades actuales
son inadecuadas; por tanto, el blanco de la intervención es la conducta propiamente
dicha más que los factores tempranos que se postula contribuyeron a los déficits (Kelly,
1996).

A los enfoques de tratamiento conductual se les ha criticado por algunos clínicos sobre
la base de ser mecanicistas y controladores; sin embargo, el entrenamiento conductual
de habilidades sociales admite explícitamente y requiere de la capacidad de cambio de
los consultantes como consecuencia de sus experiencias de aprendizaje, quizá más
que cualquier otro método de tratamiento (Kelly, 1996).

El entrenamiento en habilidades sociales supone que, independientemente de que un


consultante no haya aprendido a manejar con éxito ciertas interacciones personales,
puede aprender competencias deseadas y si se aplican sistemáticamente los principios
del aprendizaje para incrementarlas. El individuo asume un papel activo y en el
entrenamiento emplea los mismos principios de aprendizaje con los cuales aprendió en
un ambiente natural. Tras manifestar habilidades más adecuadas y recibir
reforzamiento del ambiente, la mayor confianza del individuo le permitirá exponerse a
otras interacciones sociales diferentes, lo cual aumenta las oportunidades de
aprendizaje natural de otras competencias adicionales (Kelly, 1996).

-Las 10 Habilidades Sociales que nos ayudaran en nuestro día a día.

1. Escucha activa:
Hay una gran diferencia entre escuchar y oír. Saber escuchar es muy importante en la
comunicación con otras personas y, aunque no siempre nos demos cuenta, en
ocasiones pasamos más tiempo pendientes de lo que nosotros pensamos y de lo que
nosotros decimos en vez de escuchar activamente al otro.

Escuchar de forma activa no es solamente prestar atención a las palabras que salen de
la boca del otro interlocutor, sino que consiste en ser plenamente consciente de las
emociones y el lenguaje no verbal que la otra persona intenta comunicar.

La escucha activa es realmente importante a la hora de comunicarnos de manera


efectiva con otras personas. (Juan Armando Corbin,2016)

2. Asertividad:
El asertividad es una habilidad social muy importante por muchos motivos. La persona
asertiva expresa su opinión de manera apropiada y defiende su punto de vista, siempre
respetando la opinión de los demás. Así pues, el asertividad es clave para comunicarse
de manera eficiente con otros individuos, pero también para nuestro propio bienestar
emocional. (Juan Armando Corbin,2016)

3. Validación emocional:
La validación emocional es el entendimiento y expresión de la aceptación de la
experiencia emocional de la otra persona, y mejora las relaciones interpersonales
puesto que el otro interlocutor se siente comprendido y reconocido. Cuando alguien
siente que está siendo entendido emocionalmente, su confianza hacia la otra persona
aumenta y es capaz de abrirse, es decir, verbalizar lo que piensa y siente. Es
imprescindible para crear una buena relación con otros individuos. (Juan Armando
Corbin,2016)

4. Empatía:
La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o
incluso lo que puede estar pensando. Por tanto, es necesaria para poder tener
relaciones interpersonales con otros individuos y para saber cómo comportarse frente
a los demás. La empatía, además, es clave para adaptarse a las situaciones sociales
(Juan Armando Corbin,2016)
.
5. Capacidad de negociación:
Cuando compartimos el día a día con personas es necesario tener una buena
capacidad de negociación. Ya sea con los compañeros de trabajo o con la pareja, saber
negociar es una competencia necesaria pues puede evitarnos muchos conflictos.
Además, el conflicto puede surgir cualquier relación, y aprender a manejarlo y a
negociar es una manera sana y esencial para hacer que las relaciones funcionen (Juan
Armando Corbin,2016)
.

6. Respeto:
Las personas están más dispuestas a relacionarse con nosotros si mostramos respeto
hacia sus creencias, valores e ideas. Además de respetar su forma de pensar, el
respeto se puede expresar con un contacto visual que indique sinceridad, para que la
personas se sienta tenida en consideración. La falta de respeto es una de las actitudes
que más odiamos y que, en algunos casos, cuesta dejar atrás. (Juan Armando
Corbin,2016)

7. Credibilidad:
Mostrarse como una persona creíble es necesario para ganar confianza con los demás
y, además, persuadir a una audiencia. Igual que con el respeto, la credibilidad hace que
las personas se muestren tal y como son y estén más receptivas. Siempre hay que ser
coherente con lo que se dice y hace. (Juan Armando Corbin,2016)

8. Compasión:
Nadie es perfecto y, por tanto, todos podemos equivocarnos. A veces somos muy duros
con los demás, pese a que no hayan hecho algo con mala fe. Ser compasivo es clave
para tratar con otros individuos, y la aceptación y el perdón ayudan a mejorar nuestro
bienestar. (Juan Armando Corbin,2016)

9. Paciencia
Ser paciente es una de las grandes virtudes que podemos poseer, especialmente
cuando nos referimos al entorno social. Si no dominamos esta habilidad, cualquier cosa
puede molestarnos y convertirse en un gran problema. La paciencia ayuda a estar
relajado y a evitar estar más tenso de lo necesario. Antes de estallar en un ataque de
ira, mejor tomarse unos segundos para recapacitar. (Juan Armando Corbin,2016)

10. Saber expresarse


Saber expresarse es clave cuando nos relacionamos con los demás. Respecto al
lenguaje verbal, es necesario ser claro y hacer llegar a los demás el mensaje que
queremos. Esto parece fácil, pero no siempre ocurre así. Utilizar ejemplos concretos,
tener una buena capacidad de improvisación, vocalizar correctamente o considerar los
tiempos son estrategias útiles. (Juan Armando Corbin,2016)

METODOLOGIA

Modelo de adquisición de habilidades según la teoría del aprendizaje social.

Desde la teoría del aprendizaje socia, las habilidades sociales, se entienden como
conductas aprendidas. Se postula que el desarrollo de la conducta, incluido el estilo
interpersonal de un individuo, puede describirse, explicarse y predecirse con precisión
Partiendo de los principios de la teoría del aprendizaje; si se es capaz de especificar la
historia de aprendizaje de un individuo, también se comprenderá su forma de manejar
las situaciones, entre las que se encuentras aquellas que requieren respuestas
socialmente eficientes. La teoría de aprendizaje social aplicada al desarrollo de
habilidades, se basa en principios de condicionamiento instrumental u operante. El
enfoque operante, por su parte, enfatiza la importancia de antecedentes ambientales y
sus consecuencias en el desarrollo y mantenimiento de la conducta (Kelly, 1996).

Existen una serie de factores que gobiernan la forma en que la historia de reforzamiento
personal moldea el desarrollo natural de habilidades sociales; por otro lado, existe el
valor subjetivo de los hechos que pueden servir de reforzadores. En muchos casos
existen una elevada carencia de responsabilidad hacia situaciones interpersonales, que
la mayoría de las personas encuentran reforzantes y se dirigen más bien a formas
primarias de reforzamiento (Kelly, 1996).

Otro mecanismo que afecta el aprendizaje directo de habilidades tiene que ver con la
especificidad de las cuales se produce el reforzamiento; son muy pocas las conductas
sociales consistentemente reforzadas a través de las situaciones. Se han encontrado
también que las nuevas conductas se establecen con más eficacia bajo contingencias
de reforzamiento consistentes (Reynolds, citado por Kelly, 1992).

Otra fuente de aprendizaje de habilidades, consiste en la observación de cómo otra


persona maneja la situación. Existen algunas circunstancias que disminuyen las que
tienen más probabilidad de ocurrir, el aprendizaje por observación de modelos, así
como aquellos que hacen más probable que el observador emita una nueva conducta
vista en el modelo; estas son:

 Edad del modelo.


 Sexo del modelo.
 Amabilidad del modelo.
 Similitud percibida por el observador.
 Consecuencias observadas de la conducta social del modelo.
 La historia particular de aprendizaje del observador respecto a las situaciones
parecidas a las que observa el modelo.

En este punto se tiene en cuenta tanto modelos vivos, como presentaciones de modelos
reales mediante imágenes. En algunas situaciones el modelado deja de ocurrir, cuando
existe aislamiento, hijos únicos o los mayores de la fila, aislamiento de compañeros.
Los individuos tienen menor oportunidad de enfrentar situaciones específicas y
especialmente si nunca ha observado modelos eficaces (Kelly, 1996).
Un mecanismo importante para el ajuste y refinamiento de habilidades es la
retroalimentación; es la información por medio de la cual la otra persona comunica su
reacción ante la conducta emitida por la persona. Este puede alterar la conducta social
de los individuos, incluso sin darse cuenta, de forma positiva o negativa. Para ejercer
su máximo efecto, la retroalimentación se asocia con elementos específicos de la
conducta y se comunica verbalmente y directamente al individuo; con la información
aportada a través de la retroalimentación, el receptor estará mejor capacitado para
cambiar y aumentar su influencia sobre los demás (Kelly, 1996).

CONCLUSION

El proceso de socialización se lleva en primer lugar por la familia, quien inicia el proceso
para la formación de habilidades sociales, lo continua la escuela quien enfatiza y obliga
a desarrollar la habilidad más complejas y específicas, simultáneamente a este actúa
el propio desarrollo o etapas de la vida de un individuo, lo cual le va proporcionado
ciertas exigencias, donde ocupa un lugar importante las relaciones que se establecen
con el grupo de amigos.

Implementar estas habilidades en nuestras vidas se nos es de gran ayuda en nuestra


formación tanto a nivel personal como profesional ya que nos permitirá relacionarnos y
saber expresarnos en el momento adecuado y con las palabras apropiadas.
BIBLIOGRAFIA

 https://psicologiaymente.com/social/habilidades-sociales-exito-vida

 http://hdl.handle.net/10637/3141

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