INTRODUCCIÓN

Con el paso del tiempo, se hace indispensable tratar las habilidades sociales como
un eje fundamental para el sostenimiento o el bienestar del ser humano. Caballo
(2007) explica que los seres humanos son animales sociables, por ende, la mayor
parte del tiempo se verá influenciada por la interacción con el entorno que lo
rodea, ya sea desde un ámbito individual o la cohesión a los grupos previamente
establecidos.

La relación existente entre lo que puede considerarse una vida feliz con las
habilidades sociales es amplia, la felicidad puede ser evidenciada en el nivel de
las relaciones sociales de una persona, si estas son nulas, con seguridad existirá
frustración en el individuo y por ende su vida en términos generales no será feliz.

Basados en lo anterior, Fordyce (1980) parafraseado por Caballo (2007) postula

una serie de elementos que las personas tendrían que desarrollar para conseguir
alcanzar dicha satisfacción, entre estos elementos se encuentran los siguientes;
Ser más activo y mantenerse ocupado, pasar más tiempo en actividades sociales,
desarrollar una personalidad sociable y extrovertida y por último mantener las
relaciones íntimas.

Estos elementos confluyen todos hacia una misma dirección, es decir, tienden a
estar enfocados en las habilidades sociales, por lo tanto, para lograr un nivel de
satisfacción alto en la vida, es necesario tener dichas habilidades plenamente
desarrolladas, desde las esferas que las componen, como la relación del individuo
con el medio ambiente, otra persona o una situación determinada.

Son varios los elementos que componen una buena formación en las habilidades
sociales y se hace pertinente empezar a conocerlos con el fin de poder trabajar
puntualmente en lo que se debe mejorar para obtener una vida personal y social
amena.
 JUSTIFICACIÓN

La permanencia de los estudiantes en una institución ya sea de educación media

o superior, está influenciada por diversos factores, algunos pueden estar
direccionados a mantener con cierto nivel de satisfacción a los estudiantes, otros
más complejos, se enfocan en identificar más a fondo, a nivel de pensamientos,
emociones y sentimientos, que puede causar una posible conducta negativa en el
estudiante.

En la ETITC, se pueden evidenciar de los dos tipos de factores, especialmente en

el horario nocturno, que se dedica a la educación superior, pues institucionalmente
se brindan las herramientas para que el nivel de felicidad de los estudiantes no
descienda, sin embargo, se han encontrado falencias en el desarrollo de
actividades o protocolos que permitan desarrollar las habilidades sociales de los
estudiantes.

Esto se evidencia en los talleres realizados por bienestar universitario y las

intervenciones psicológicas individuales. La mayoría de estudiantes refiere
problemas para entablar una conversación y mantenerla, otros buscan mejorar las
relaciones interpersonales e íntimas.

Se hace indispensable, comenzar con realizar un acercamiento optimo referente al

tema de habilidades sociales en la institución, trabajando desde las dimensiones
que presenten más auge e importancia para los estudiantes, agregando elementos
como la expresión de emociones, el lenguaje corporal, entre otros.
 OBJETIVOS

Objetivo General: Desarrollar habilidades sociales en los estudiantes de la ETITC

mediante el uso de herramientas y metodologías didácticas.

Objetivos específicos:

- Identificar las dimensiones relevantes de las habilidades sociales para los

estudiantes.
- Informar a los estudiantes la importancia de las habilidades sociales.
- Aplicar los conocimientos adquiridos por medio de actividades lúdicas.
- Evaluar el impacto de la propuesta en la comunidad educativa.
 Marco teórico

El entrenamiento de habilidades sociales adquirió importancia en los últimos años,

incluso, no sólo se hace indispensable en áreas como la psicología, pues, sus
elementos tienen otros campos de aplicación con resultados positivos. Existen
diversas problemáticas que se pueden derivar del déficit de dichas habilidades
sociales. En reiteradas ocasiones, se menciona que las personas somos seres
sociables por naturaleza, necesitamos de la interacción con el medio ambiente,
otro ser y todo lo que desprenda una situación en específico, con las variables que
este trae consigo, como tiempo y espacio.

Phillips (1978) citado por Caballo (2007), plantea que existen diversos trastornos
que tienen íntima relación con las habilidades sociales, siendo este último una
herramienta efectiva para la curación de la persona. Los problemas de pareja, la
ansiedad social, la depresión, la esquizofrenia y la delincuencia, son conductas
que se encuentran relacionadas con la parte social de la persona, incluso, si se
hace un sondeo de los motivos de consulta de los pacientes, sin mucha sorpresa
se podrá evidenciar que en su mayoría están relacionados con las habilidades
sociales.

Es clara la importancia de las habilidades sociales para el desarrollo óptimo de

cualquier individuo y su entorno, por ende, también se hace necesario hacer un
proceso informativo que permita a las personas entender el comportamiento social
propio y también la forma de comportarse de otra persona. Además de lograr
entender dicha conducta, es posible lograr un cambio para mejorar el proceso de
interacción del individuo.

La habilidad social, aunque suele parecer un término ambiguo, posee

componentes que lo suelen hacer complejo, estos se dividen en tres grupos, el
componente conductual, el fisiológico y el cognitivo. Con frecuencia los estudios
realizados estaban enfocados explícitamente a explicar la conducta de los
individuos, por lo tanto, existen numerosos trabajos que atienden el
comportamiento como eje central.

El componente comportamental, tiene en su entorno otro tipo de características

que desglosan aún más el término de habilidad social, puesto que se ha
demostrado que influye de forma directa, los elementos no verbales, los
paralingüísticos y en los estudios más recientes se agregan los elementos
verbales.
Por otro lado, tenemos los componentes cognitivos, estos también poseen
características fundamentales para un buen desarrollo de las habilidades sociales,
la motivación por ejemplo, infiere directamente en lo que una persona esté
dispuesta a realizar para acercarse a un público numeroso a dictar una
conferencia, si la persona no se siente motivada con la actividad muy difícilmente
arrojará buenos resultados, y por ende, se genera una cadena de asuntos
negativos para la persona. Por el contrario, si existe una motivación amplia, el
cuerpo se convierte en un instrumento de comunicación con fuerza. Los elementos
cognitivos no tienen la cantidad de estudios que poseen los comportamentales, sin
embargo, su importancia es similar, desde allí, la habilidad social se fundamenta
para poder afirmar que estamos ante un término complejo pero necesario para la
vida amena del individuo.

Por último, se encuentran los elementos fisiológicos, son los últimos en entrar a
los componentes de las habilidades sociales, por ende no tienen muchos estudios,
sin embargo, se resalta porque de allí se puede potenciar o disminuir las
herramientas de una persona para poder desarrollar las habilidades sociales.

Se debe tener en cuenta que no existe una manera correcta de comportarse

universalmente, sino que hay una serie de enfoques diferentes que pueden variar
de acuerdo con el individuo y sus costumbres. Por ende, es común encontrar
estudios o en un contexto no controlado que dos personas ante una misma
situación se comporten de distintas formas. De esta premisa se desprende la
diferencia entre persona socialmente hábil y la que no es socialmente hábil. Es
pertinente realizar la acotación, pues desde allí se plantean las características que
se deben desarrollar y también las que se deben mantener.

Siguiendo con el ejemplo anterior, es frecuente encontrar que las personas ante
situaciones diferentes se comporten de forma similar. Existen numerosos eventos
para explicar las diferencias, y sin embargo, no se puede aún determinar cuál
persona es la que tiene mejores condiciones para comunicarse con su entorno.

Linehan (1984) señala que se pueden identificar criterios para medir el grado de
ciertas habilidades sociales:

- Eficacia para alcanzar objetivos de la respuesta: Está enfocada en

determinar que es relevante para la persona en relación a su objetivo
principal en cualquier situación, teniendo en cuenta el espacio, el tiempo y
los actores.
- Eficacia en la relación: Se plantea si es más importante el objetivo o la
relación con el actor en cuestión.
- Eficacia en el respeto a uno mismo: Debe primar el bien personal.
Con el fin de ahondar en las dimensiones relevantes para desarrollar, se
desglosa la información pertinente para la misma, las dimensiones son:

Expresión de emociones: Esta dimensión parte de ser una de las más

relevantes, pues la emoción se experimenta generalmente cuando algo
inesperado ocurre y las emociones pasan a tener el control de nuestras
acciones. Por lo tanto, es importante identificar emociones primarias (Enfado,
alegría, tristeza, miedo, etc.) y las secundarias, (Pena, ternura, ironía y
sorpresa) con el fin de mantener un equilibrio ameno para el individuo.

Aceptar cumplidos: Lo que se propone es que la persona no evite los

cumplidos por ideas irracionales que posea de sí misma, pues se suele
rechazar un halago por el simple hecho de no creer merecerlo. El componente,
está enfocado en buscar en la alternativa del cumplido una ayuda para la
mejora del auto concepto.

Disculparse: El orgullo, es precursor de una relación social sin frutos, pues

cuando se comete una falta, se tiende a atribuir la responsabilidad a los
demás, por lo tanto, para que las relaciones interpersonales fluyan de una
manera adecuada, es necesario ceder en las situaciones que lo amerite y
ofrecer una disculpa.

Afrontamiento de las críticas: Es menester del ser humano tomar las criticas
como algo negativo y destructivo, en ocasiones suelen ser comunicadas de
esa manera, sin embargo, el afrontamiento sólo depende de las herramientas
que utilice la persona para continuar y mejorar constantemente, no permitir que
una crítica intervenga en el sentir del individuo, es sin duda una dimensión para
mejorar las relaciones con los demás.

Rechazar peticiones: Punto clave para la mejora continua de cualquier

individuo, está dimensión plantea que no siempre será posible ayudar en
alguna tarea a otra persona, es importante tener la convicción para decir “no”
cuando es debido y así se evitarán emociones negativas y el estrés, puesto
que no se trata sólo de cumplir con la petición, también está en juego el
concepto que el otro individuo pueda acotar por una falta que se pudo evitar.

Iniciar y mantener conversaciones: El ítem plantea en su amplia gama de

características, que mediante la comunicación verbal y no verbal y todos los
elementos que subyacen de allí, se puede lograr mejorar considerablemente
las habilidades sociales, el mérito de mantener una conversación, sin duda
alguna es un logro enorme para quien está mejorando sus relaciones
interpersonales
Hablar en público: Esta dimensión, es tal vez una de las que más se trabaja, la
ansiedad y el estrés que genera este evento es un factor clave en la aparición
de dificultades para el desarrollo de las habilidades sociales, por consiguiente,
es indispensable trabajar desde esta perspectiva que si bien no es muy
frecuente es una de las que más cuesta desarrollar.

Defensa de los propios derechos: Este componente también posee cierto

grado de dificultad, por todos los factores externos que influyen en dicho
proceso de defensa, sin embargo, se hace pertinente poder luchar por lo que
es considerado injusto o una ofensa a nuestros derechos, en la medida que se
construyan estos cimientos, será mucho más certera el desarrollo de las
habilidades sociales.

Expresión de opiniones: El pensamiento frecuente, es pensar que las opiniones

propias no tienen validez, por esta razón se decide guardarlas. Aunque no se
esté de acuerdo con una charla o una discusión en auge, es pertinente hacer
uso de la expresión, aunque esta indisponga aún más el ambiente. Cuando las
personas conocen el punto de vista propio, dentro de los límites del respeto,
crecerá la calidad de las relaciones interpersonales y también la mejora
continua de la persona.