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¿Cómo desarrollar las habilidades

socioemocionales?
Rocio Ruiz

Las habilidades socioemocionales son las conductas aprendidas que llevamos a cabo
cuando nos relacionamos con personas de nuestro entorno, por medio de la expresión de
nuestros sentimientos, actitudes, derechos u opiniones

Así, una persona con habilidades socioemocionales óptimas mostrará destreza a la hora
de relacionarse y comportarse adecuadamente de acuerdo a unos objetivos determinados
ante diversas situaciones.

En este artículo, te voy a mostrar algunas de las habilidades socioemocionales más


importantes y cómo desarrollarlas, haciendo hincapié en el ámbito escolar en edades
tempranas, ya que cuanto antes se establezcan estas habilidades, la persona crecerá
más óptimamente.

Dentro de las habilidades socioemocionales existen habilidades básicas (escuchar, iniciar


una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse, etc) y habilidades
más desarrolladas (tomar iniciativas, tomar decisiones, establecer objetivos o resolver
problemas según su importancia, entre otras).

Para poder llegar a desarrollar las segundas hay que comenzar por un entrenamiento de
adquisición de las primeras.

El desarrollo de las habilidades socioemocionales en la escuela

Uno de los entornos esenciales para el desarrollo de las habilidades socioemocionales es


el educacional, ya que estas habilidades se deben empezar a trabajar en edades
tempranas.

Integración social

La educación tiene por función principal la adaptación social del individuo. Esto conlleva
fomentar su integración en la sociedad mediante la socialización, a través de la cual cada
sujeto, mediante la interacción con los demás, desarrolla diversas maneras de sentir,
pensar y actuar que resultan esenciales para la participación apropiada en la sociedad.

Actualmente, en las sociedades desarrolladas se dan continuos cambios que exigen al


individuo un reajuste continuo. Por ello, es de vital importancia desarrollar la capacidad de
adaptación del individuo y flexibilización de los sujetos para poder ir moldeándonos según
las necesidades que vayan surgiendo.

Sin embargo, en relación a la inclusión del desarrollo de habilidades socioemocionales e


inteligencia emocional en la escuela, hay que tener en cuenta que los recursos con los
que contamos en el colegio así como el tiempo que los niños pasan en él son limitados.

Desarrollar habilidades

Según los autores Lopes y Salovey, habría dos opciones en las que enfocarse para
trabajar las habilidades:

 Ajustarnos a las necesidades de una persona o un grupo concreto, a los


problemas que presentan en la escuela, en su lugar de trabajo, en sus casas
y/o en la calle.
 Centrarnos en habilidades con probabilidades de generalización a otros
dominios y que, a su vez, sean importantes para el desarrollo de otras
habilidades.
Elegir una opción u otra vendrá guiado por la demanda que se nos plantee. Los
programas de entrenamiento en habilidades emocionales pueden diseñarse de forma
estructurada o semiestructurada.

En esta última, hay más posibilidad de dejar paso a la improvisación, para poder trabajar
adecuándose a cada situación y persona en concreto.

Trabajo grupal

Mediante el trabajo en grupo de las habilidades socioemocionales, podemos abordar de


forma completa el entrenamiento en habilidades generales con ejercicios dirigidos a la
reducción de la ansiedad, la reestructuración cognitiva y la solución de los problemas
concretos que presentan cada miembro del grupo.

Según Lopes y Salovey (2001) existen diversas habilidades emocionales, como son la
capacidad de planificación y deliberación, la de control y la de evaluación del curso de la
acción, que están interrelacionadas.

Si todo entrenamiento incluyera estas habilidades, la mejora de las deficiencias en éstas


facilitaría el autoconocimiento por parte de la persona que lleve a cabo el entrenamiento,
además de mejorar su capacidad de interactuar con los demás.

Algunas de las actividades que estos autores proponen desde la edad temprana del niño
son el aprendizaje cooperativo o los grupos de discusión como metodología didáctica.
Esta metodología aporta un aprendizaje en el niño para interactuar con sus semejantes.

Además de su interés intrínseco por su relevancia en la regulación de las emociones, hay


mucha probabilidad de que estos aprendizajes se generalicen en otros contextos,
ayudando a disminuir las conductas violentas.

SEL

CASEL (Collaborative to advance Social and Emotional learning) es una organización


fundada en 1994 por Eileen Rockefeller Growald, Daniel Goleman y Timothy Shriver para
conseguir el establecimiento del aprendizaje social y emocional como una parte esencial
de la educación desde años preescolares hasta las escuelas superiores.

Para ellos, el SEL (Social and Emotional learning) es el proceso de desarrollo necesario y
fundamental para las competencias sociales y emocionales en los niños.
El entrenamiento en habilidades sociales y emocionales resulta más efectivo cuando se
integra como un objetivo más trabajándose a largo plazo desde edades tempranas en la
primera infancia del sujeto.

Competencias más importantes que deben ser objeto de trabajo para el desarrollo
de habilidades socioemocionales

Autoconocimiento ó self-awareness

Este concepto se refiere a conocer qué es lo que estamos sintiendo en cada momento,
realizando evaluaciones realistas en relación a nuestras propias habilidades y
reconociendo nuestras fortalezas, limitaciones y tener conexión con nuestros propios
sentimientos. De este modo, seremos realistas a la hora de marcarnos los objetivos.

Conciencia social ó social – awareness

Es el entendimiento de que los demás también están sintiendo y ser capaz de adoptar sus
diferentes perspectivas, llegando a interactuar positivamente con diversos grupos. Es
saber que no estamos solos y que, igual que tenemos derechos, también tenemos
deberes.

Esta competencia engloba el aprender a identificar y comprender los pensamientos y


sentimientos de los demás y comprender que gracias a la diversidad es posible la
complementariedad en la sociedad. 

Autogestión ó self-management

Identificar nuestras emociones y utilizarlas como factores facilitadores de las actividades


que pretendemos realizar y no que actúen como interferencia. Aprender a ser conscientes
de la necesidad de demorar las recompensas para conseguir determinadas metas y
desarrollar la perseverancia para tolerar la frustración y las dificultades.

En esta competencia es importante el aprendizaje de la gestión de las emociones, así


como fijar objetivos a corto y a largo plazo y trabajar para su consecución.

Toma de decisiones responsable

Para esta competencia es primordial enseñar al niño a evaluar de forma precisa los
riesgos. Saber tomar decisiones teniendo en cuenta todos los factores relevantes, así
como valorando las posibles consecuencias de las actuaciones alternativas, asumiendo la
responsabilidad de cada acción y respetando al otro.
En ocasiones, tomar decisiones no es tarea fácil ya que dudar sobre la opción más
adecuada puede producirnos sentimientos de angustia.

En el desarrollo del aprendizaje de esta competencia seguiremos los siguientes pasos:

1. Análisis de las opciones: para este análisis, tenemos que tener en cuenta
nuestros sentimientos, nuestros principios y valores en los que creemos (toda
decisión debe estar en concordancia con nuestros valores), la información de la
que disponemos en relación al tema, Asumir la responsabilidad de las
consecuencias.
2. Respetar a los demás: entender que los demás merecen ser tratados
amablemente y con respeto.
3. Reflexionar y comunicar con firmeza y claridad la decisión.

En contra de los pasos a seguir para una buena toma de decisiones, a continuación, voy a
detallar algunas acciones que no debemos realizar a la hora de tomar una decisión:

 Evitar y aplazar la decisión al último momento.


 Delegar a otros la responsabilidad de decisión.
 Permitir que el destino o el azar decida por nosotros.
 Dejarse dominar por la sensación de miedo y decidir por el temor al rechazo o
desaprobación.
 Tomar la primera decisión que se nos pase por la cabeza sin tener en cuenta
las consecuencias.

Habilidades en las relaciones personales ó relationships skills

Hacer uso de las emociones para llevar a cabo relaciones efectivas, saludables y
reforzantes que tengan su base en la cooperación. Resistencia a las presiones sociales
inapropiadas. Negociar soluciones ante los conflictos y aprender a solicitar ayuda cuando
se necesita.

Para ello, se enseñará al niño el empleo de habilidades verbales y no verbales para la


comunicación con otros y a construir relaciones saludables con otras personas y/o grupos.
En esta competencia también es importante enseñar el tema de la negociación para
conseguir resolver conflictos en los que ambas partes salgan beneficiadas.

Además, se hará énfasis en el aprendizaje de la negativa. Esto es algo en lo que hay


bastante déficit en la sociedad actualmente. Se debe enseñar al niño a comunicar que ha
deseado no llevar a cabo una decisión sin que piense que es algo malo. 
Una buena comunicación se compone de una escucha activa en la que manifestamos
conductas en las que mostramos de forma clara que estamos mostrando interés en lo que
nos transmite la otra persona. Las señales de escucha marcan el ritmo de la
conversación.

Ejercicios para el desarrollo de habilidades socioemocionales

Escribir un diario emocional

Es un ejercicio muy útil consiste en trabajar todas las habilidades. En él se añadirán las
vivencias que se le presentan en el día a día y las emociones que le suscitan malestar
emocional (diario emocional).

Una vez que finaliza el periodo de entrenamiento en habilidades generales, se dedica


tiempo al análisis de las diversas situaciones problemáticas que estos individuos hayan
anotado en su diario y se lleva a cabo un abordaje en grupo.

Ejercicio para desarrollar la asertividad

Un buen ejercicio para aprender a desarrollar la asertividad es escribir en un cuaderno 5


cosas que apruebes de tu imagen física y 5 cosas de tu forma de ser que te agraden. Si
uno mismo no es capaz de encontrarlas, se puede preguntar a amigos o familiares.

Finalmente, se trata de revisar las listas y pensar que, si esa persona conociera a alguien
con esas características, seguramente estaría encantado de conocerle.

Ejercicio para desarrollar la toma de decisiones efectiva

Este ejercicio consiste en escribir en un papel algunas ideas sobre las formas en que las
personas toman decisiones. A continuación, se reflexiona sobre los riesgos, ventajas y
desventajas y posibles consecuencias de cada una de las formas que se han señalado
anteriormente.

Ejercicio para una buena comunicación social

Como he comentado anteriormente en el apartado de la comunicación, una persona


realiza una buena escucha activa cuando es capaz de prestar atención de una forma
intencionada, con empatía sabiendo ponerse en el lugar del otro.

Para realizar este ejercicio, necesitaremos a dos personas. Uno contará una historia
relativamente importante para él y el otro escuchará, aunque poniendo muchos
impedimentos a la comunicación: dará consejos sin que se los pida el que habla,
conversará con alguien más mientras el otro le sigue hablando, le interrumpirá y cambiará
de tema, se reirá sin venir a cuento, etc.

En una nueva escena, uno comienza a contar un problema que le importe resolver y la
persona que escucha lo hará formulando preguntas aclaratorias, le hace saber que le
entiende, le mira a la cara y asiente con la cabeza.

Ante estas dos situaciones tan diferentes, ¿cuál resulta más positiva?, ¿en qué situación
hemos puesto en marcha habilidades de comunicación y escucha activa? Con este
ejercicio, se pretende hacer ver al individuo la importancia de la comunicación efectiva.

Técnica del sándwich

Se considera una de las técnicas más eficaces para mejorar las habilidades sociales. Ésta
consiste en comenzar la comunicación centrándonos en un aspecto positivo para, a
continuación, seguir con un aspecto que se podría mejorar y para finalizar acabar con
unas palabras alentadoras para el cambio como pueden ser: sé que estás poniendo
mucho esfuerzo en cambiar tu actitud y se nota porque has mejorado al respecto.

Mensajes del “yo”

Los mensajes centrados en el yo se deben utilizar para dar nuestra opinión o expresar
nuestras creencias sobre un tema a la otra persona.

Los usaremos en vez de hacer generalizaciones, ya que lo que para uno mismo es de una
determinada manera, no tiene que ser igual para el otro porque cada punto de vista es
subjetivo. “Yo pienso que ….”, “ Yo creo que …”, “ En mi opinión…”.

Cuando llevamos a cabo estos aprendizajes de competencias en las primeras edades,


crecemos siendo personas social y emocionalmente competentes, con autoconciencia y
actitudes positivas tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás.

Por lo que cuanto antes se trabajen las habilidades socioemocionales, antes se


desarrollarán y beneficiarán en la vida de cada individuo. 

Así, conoceremos nuestros puntos fuertes y creceremos optimistas respecto a nuestro


futuro. Podremos manejar nuestras emociones y alcanzar nuestros objetivos y metas y
resolver problemas de forma efectiva y responsable.
Referencias

1. Zins, J.E., Elias, M.J., Greenberg, M. T y Weissberg, R.P (2000). Promoting


social and emotional competence in children. En K. Minke y G. Bear (Eds.),
Preventing school problems.promoting that work (pp. 71-100). Bethesda:
National Association of School Psychologists.
2. CASEL (a) (Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning).
(2007). Benefits of SEL: SEL and Academics. Recuperado el 15 de marzo
2007.
3. Durlak, Joseph; Weissberg, Roger; CASEL. (2007). The Impact of After-School
Programs that Promote Personal and Social Skills. Chicago, IL, EEUU.
Recuperado el 20 de mayo 2007.
4. Lickona, Thomas. (1992). Educating for Character: How Our Schools can Teach
Respect and Responsibility. Batan Books, New York, USA.
5. Zins, Joseph; Weissberg, Roger; Wang, Margaret; Walberg, Herbert. (Eds).
(2004). Building Academic Success on Social and Emotional Learning: What
Does the Research Say? Teachers College Press, Columbia University, New
York, USA.
6. Saarni, C. (2008). The interface of emotional development with social context.
In M. Lewis, J. Haviland-Jones & L. Feldman Barrett (Eds.), The Handbook of
Emotions (3rd ed., pp. 332-347). New York: Guilford Press. 
7. Shields, A., Dickstein, S., Seifer, R., Guisti, L.,Magee K.D., & Spritz, B. (2001).
Emotional competence and early school adjustment: A study of preschoolers at
risk. Early Education and Development, 12, 73-96.

¿Y por qué las habilidades socioemocionales?


Guest Author 15 abril 2015

En años recientes, las habilidades socioemocionales (HSE) se han convertido en un


verdadero tema de interés para el sector educativo: desde capacidades que son
imprescindibles para el mercado laboral, hasta actitudes que blindan contra el
desarrollo de conductas de riesgo. Lo cierto es que a dichas habilidades se les han
encontrado más beneficios que al propio nopal.

La gran pregunta para todo sistema educativo y, por ende, para todo país, es si
realmente conviene –y cuándo y cómo– invertir en ellas, sobre todo en un contexto de
reforma educativa como el que viven actualmente varios países de América Latina. Las
HSE son aquellas herramientas de vida que, según Aprendizaje Académico, Social y
Emocional (CASEL – por sus siglas en inglés), nos permiten identificar y regular
nuestras emociones, entender las de los demás, mostrar empatía, desarrollar y
mantener relaciones positivas, establecer metas positivas y tomar decisiones
responsables.

Considerando que cualquier proceso de aprendizaje, interacción social e incluso


producción, se ve influenciado por el manejo de emociones, una comunicación asertiva
o la capacidad para resolver conflictos, estas habilidades pueden hacer una gran
diferencia para el porvenir personal, académico y laboral de niños y jóvenes y, cómo
no, la productividad y el desarrollo de un país. En particular, para la población
adolescente, las HSE contribuyen a prevenir conductas de riesgo tales como
adicciones, violencia o embarazo temprano.

Por ello, es tan necesario e importante que los sistemas educativos las incorporen en
sus métodos de enseñanza y las promuevan, no sólo desde una edad temprana, sino
incluso durante la adolescencia , sobre todo cuando hay una exposición elevada a
factores sociales de riesgo. En el caso de México, por ejemplo, la evidencia muestra
que algunas de las competencias que el mercado laboral considera más importantes y
escasas son el trabajo en equipo, la comunicación y el liderazgo. Pero, si bien las HSE
son cada vez más atractivas para el ámbito laboral, lo cierto es que no sólo son
complementarias sino también una condición necesaria para el desarrollo cognitivo y
personal, tal y como lo muestra la evidencia internacional .
Sin duda, una estrategia para promover el desarrollo de las HSE en la escuela es
modificar y energizar el marco curricular. Sin embargo, este proceso suele tomar
tiempo. Otra posibilidad es fortalecer las capacidades de la escuela para desarrollar
estas habilidades en los estudiantes o, en otras palabras, comenzar por trabajar
directamente con docentes, e incluso directores de plantel, para que desarrollen
actividades y ejercicios en esta materia, en el aula y la escuela. Un ejemplo de
intervención a gran escala para desarrollar las HSE en adolescentes, de escuelas
públicas, en zonas urbanas y rurales, es el Programa Construye T.

Construye T opera actualmente en 2.500 escuelas públicas de México, de nivel


bachillerato,  con una matrícula total de más de 2 millones de estudiantes, y
básicamente consiste en capacitar a docentes y directivos en tres dimensiones, a
saber: Conoce T que abarca las habilidades que tienen que ver con la autoestima y el
autoconocimiento; Relaciona T que desarrolla habilidades para comunicarnos y
llevarnos mejor con los demás; y Elige T que fomenta la toma responsable de
decisiones en los jóvenes.

Cada vez más, la evidencia permitirá conocer cómo este tipo de intervenciones
innovadoras contribuyen a promover una educación integral de calidad, acompañar a
los jóvenes en su proceso de desarrollo personal, empoderar a maestros y directivos y,
de esta forma, fortalecer las relaciones entre los miembros de una comunidad escolar.

*Paula Villaseñor es especialista en políticas públicas en educación. Trabaja en la


Subsecretaría de Educación Media Superior, en la Secretaría de Educación Pública de
México. Es economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México ( ITAM) y
maestra en administración pública y desarrollo económico (MPA/ID) por la Escuela
Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard (HKS). Las opiniones plasmadas
en este artículo de blog son únicamente de la autora.

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