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La Gestion de La Calidad Total - Implicaciones Organizativas PDF
La Gestion de La Calidad Total - Implicaciones Organizativas PDF
implicaciones organizativas
La Gestión de la Calidad Total (GCT) ha sido uno de los temas que más interés ha
suscitado en el ámbito de la Organización durante los últimos años, sobre todo a nivel
práctico.
En este contexto se enmarca el presente trabajo cuyo objetivo tiene una doble ver -
tiente. Por una parte, se pretende encontrar la relación de la GCT con los modelos or -
ganizativos más significativos y por otra, se efectúa un análisis teórico acerca de la re -
percusión que la GCT puede tener en la estructura de aquellas organizaciones en las
que se implanta.
El trabajo se estructura en tres partes. En primer lugar se examina el concepto de
GCT, después se hace la comparación con los modelos organizativos y, posterior -
mente se analiza la repercusión en la estructura organizativa a través de la influen -
cia sobre los diferentes parámetros de diseño organizativo, encontrando unas carac -
terísticas de los mismos que, a priori y a falta de contrastación empírica, deberían
darse.
1. INTRODUCCIÓN
La Gestión de la Calidad Total (GCT) ha tenido durante los últimos años una
importante repercusión en el campo de la Organización de Empresas. Desde sus ini-
cios, basados en el Control de Calidad Total proveniente del Japón, ha experimenta-
do una rápida difusión sobre todo en los Estados Unidos y posteriormente en Euro-
pa. Aunque su origen puede encontrarse en el campo de las empresas industriales
(manufactura), su aplicación se ha extendido también al sector servicios (sanidad,
educación etc.) y si bien tuvo un carácter inicial eminentemente práctico, paulatina-
mente ha ido despertando el interés del mundo académico en el ámbito de la organi-
zación.
El objetivo del presente trabajo tiene una doble vertiente. En primer lugar, se trata de
encuadrar la GCT dentro del marco de la Teoría de la Organización. En segundo lugar, y
más importante, se realiza una reflexión teórica acerca de la influencia que la GCT puede
tener en el diseño de la estructura de las organizaciones que la adoptan.
2. EL CONCEPTO DE GCT
como una innovación de la misma naturaleza que la que, en su momento, fue la cadena
de montaje. JURAN (1993 y 1994) señala que, mientras el siglo veinte ha sido el de la
productividad, el siglo veintiuno será sin duda el de la calidad. Por su parte, JENSEN
(1994) indica que la GCT es una de las fuerzas tecnológicas que subyacen en la tercera
revolución industrial. En general se está produciendo un interés creciente por el tema en-
tre los investigadores que es un fiel reflejo de la trascendencia del mismo en el funciona-
miento y resultados de nuestras organizaciones.
En primer lugar daremos una visión académica aportando algunas de las definicio-
nes más relevantes encontradas para, posteriormente, analizar los aspectos que los prácti-
cos de las empresas consideran en su aplicación plasmados en el Modelo Europeo de
Gestión de Calidad Total. Este modelo actúa como base de referencia para la obtención
del Premio Europeo a la Calidad que la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad
(EFQM) otorga a las empresas que se distinguen por su labor en pos de la aplicación de
dicho modelo de gestión.
Se trata de una adaptación al entorno europeo de los criterios del Malcolm Baldrige
National Quality Award que desde 1987 se viene concediendo a las empresas norteame-
ricanas. La difusión de estos modelos supone el reconocimiento por parte de la alta di-
rección de las empresas de que la calidad es un aspecto estratégico clave y, por tanto, un
tema central para todos los niveles de la organización (EASTON, 1993).
Así se podrían añadir bastantes definiciones semejantes pero de todas ellas se extraen
tres elementos básicos que sirven para configurar y sustentar el concepto:
Por otra parte, desde un punto de vista más pragmático, se hacía necesaria la defini-
ción de un marco que pudiera orientar a las empresas en su camino hacia la calidad total.
Por ello la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM) estableció dicho
marco de referencia en lo que se conoce como Modelo Europeo para la Gestión de la Ca-
lidad Total. Aunque cada organización es única, este modelo ofrece una estructura gene-
ral de criterios que pueden aplicarse ampliamente a cualquier organización o componen-
te de una organización.
a) Agentes
b) Resultados
Los criterios “agentes” están relacionados con la forma con la que la organización
enfoca cada uno de los subcriterios, mientras que los criterios de “resultados” tratan de lo
que ha alcanzado la organización y de lo que está alcanzando.
Existe un reciente interés entre los académicos por tratar de encuadrar la GCT dentro
de la “jungla” conformada por las diferentes Teorías acerca de la Organización (SPEN-
CER, 1994; DEAN y B OWEN, 1994; GUILLÉN, 1995). El impacto que dicho modelo de ges-
tión ha causado en nuestras organizaciones ha contribuído a la búsqueda de un marco
teórico que trascienda más allá de una mera aplicación de técnicas y de una serie de prin-
cipios de gestión. Con este fin se ha intentado comparar el modelo de GCT con otros
modelos teóricos de gestión.
A nivel global, Dean y Bowen, encuentran una diferencia fundamental entre la GCT
y los otros modelos organizativos existentes centrada en las audiencias a los que se diri-
gen. Así, mientras la GCT está enfocada fundamentalmente hacia los directivos y prácti-
cos, los modelos organizacionales se han dirigido hacia los académicos e investigadores.
Esto se refleja incluso en el lenguaje utilizado en las dos literaturas.
tes. Por una parte, la GCT es claramente de corte transversal, en el sentido de que aco-
mete aspectos de las diferentes funciones empresariales (marketing, diseño, operaciones
y recursos humanos), mientras la Teoría de la Organización, aún tratándose de un campo
multidisciplinar, se introduce en menor medida en dichas funciones o al menos con más
limitaciones.
Por una parte, aborda aspectos relacionados con la Escuela Clásica (organización
científica), como pueden ser los referentes a la gestión por procesos (incluyendo defini-
ciones claras y detalladas de los mismos), la utilización de herramientas estadísticas en-
focadas a la racionalización de la producción o el énfasis dado a los indicadores de resul-
tados.
Además existen en los modelos de GCT unas coordenadas básicas que entroncan
muy directamente con los supuestos fundamentales de la Escuela de Relaciones Huma-
nas al considerar a las personas como el elemento clave y activo más valioso de las orga-
nizaciones hasta el punto de considerarlas como “clientes internos” que han de ser trata-
dos como tales. Así se refleja con claridad el grado de importancia concedida a las mis-
mas. A partir de aquí, se deduce el énfasis en aspectos ligados a la participación e impli-
cación de los trabajadores, trabajo en equipo y formación entre otros.
La GCT, en tanto que comporta una “filosofía” de gestión y unas técnicas, va a tener
un impacto sobre la estructura organizativa en aquellas organizaciones en las que se im-
planta. El propósito de esta sección consiste en analizar, a nivel teórico, dicho impacto
pues vamos a tratar de responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo va a influir la adopción
de un modelo de GCT por parte de una organización sobre el diseño organizativo de la
misma?
Nos basaremos tanto en los parámetros de diseño organizativo que HENRY MINZBERG
(1991) definió como en el Modelo Europeo de Calidad Total ya mencionado.
El diseño de las organizaciones ha sido una cuestión central en el estudio de las mis-
mas y ha recibido un amplio tratamiento en la literatura del management. Ya SIMON
(1969) identificó el diseño como la tarea principal de varias disciplinas y, entre ellas,
también de la gestión de las organizaciones.
(1) Ver autoevaluación del Modelo Europeo de Gestión de Calidad Total (1995).
cuestiones relacionadas entre sí que constituyen el objeto del diseño, y el modo en que
actúan sobre estos elementos objeto de diseño es mediante la variación de unos determi-
nados parámetros que tienen la capacidad de alterar y reconvertir la estructura anterior en
otra diferente (DIEZ y otros, 1995).
Se pueden definir, por tanto, los parámetros de diseño como los elementos funda-
mentales integrantes de la organización que permiten trazar o describir la estructura de la
misma.
El cuadro siguiente recoge los cuatros grupos constituyentes del objeto del diseño
con los parámetros asociados a cada uno (MINTZBERG, 1991).
Cuadro 1
Los parámetros de diseño de las organizaciones
Una vez conocidos cuales son los parámetros de diseño organizacional se procede a
analizar la influencia que una implantación de un sistema de GCT puede tener, a priori,
en dichos parámetros.
Por tanto, parece razonable pensar que en aquellas organizaciones donde se implante
un modelo de GCT existirá una menor especialización de los puestos de trabajo encua-
drados en su estructura organizativa, tanto vertical como horizontal.
Esta cuestión puede suscitar una cierta controversia. Se produce una aparente contra-
dicción entre los tópicos asociados a la GCT como son el estímulo de la creatividad y la
implicación de los trabajadores en los procesos de trabajo y por otra parte la formaliza-
ción de dichos procesos. Tras esto subyace el ya analizado eclecticismo de la GCT. En
nuestra opinión, la formalización resulta necesaria una vez los procesos ya están estable-
cidos, mientras que la implicación de los trabajadores y la libertad necesaria para desa-
rrollar su creatividad deben estar enfocadas para el período de implantación de los nue-
vos procesos y para la mejora de los existentes.
Después de analizar los parámetros ligados al diseño del puesto de trabajo correspon-
de hacer lo mismo con el diseño de la superestructura, entendiendo por tal la forma en
que estos puestos de trabajo individuales conforman la organización. Existen dos pará-
metros determinantes para ello, por un lado la agrupación de puestos y unidades y, por
otro el tamaño o dimensión de cada unidad.
El modelo de GCT no entra directamente a valorar cómo deben agruparse los puestos
y unidades ni hace recomendaciones directas acerca del tipo de estructura organizativa
más adecuado (funcional, matricial etc.). Tampoco otros autores que han tratado de deli-
mitar el concepto de GCT a través de un determinado número de variable hacen mención
expresa de esta cuestión (ENGELKEMAYER, 1991; SARAPH y otros, 1989).
Por otra parte, también se concede una gran importancia a los indicadores de resulta-
dos, elementos básicos para el desarrollo de la planificación y control. Los cuatro últi-
mos criterios del Modelo Europeo van en este sentido. El criterio n.º 6 trata de medir qué
consigue la organización respecto a la satisfacción de los clientes externos, el n.º 7 para
Todo esto aporta una idea clara de cómo la GCT considera clave el establecimiento
de planes formalizados en todos los ámbitos y la utilización masiva de indicadores de re-
sultados para poder establecer el control de lo planificado y la evolución de los logros en
la carrera de la mejora continua. El conocido como ciclo de Deming o ciclo PDCA
(plan-do-control-act), es un claro exponente de todo esto, utilizado masivamente en las
empresas japonesas por el precursor del movimiento de la calidad total (Deming, 1986).
En cuanto a los dispositivos de enlace, MINTZBERG los clasifica en cuatro tipos funda-
mentales: puestos de enlace, grupos de trabajo y comités permanentes, directivos inte-
gradores y estructura matricial. Todos ellos han sido desarrollados por las organizaciones
con el fin de estimular los contactos entre sus miembros. La GCT claramente apuesta por
el trabajo en equipo y la utilización por tanto de grupos de trabajo y comités permanen-
tes como círculos de calidad o grupos de mejora (ver criterios n.º 3 y n.º 8 del Modelo
Europeo). También, tal como se ha indicado con anterioridad, la gestión por procesos
preconizada por la GCT puede implicar el establecimiento de estructuras matriciales.
Sobre esta cuestión es palpable, a la vista del modelo y en base a los artículos de los
diferentes expertos, la apuesta de la GCT por una amplia descentralización en la toma de
decisiones dentro de las organizaciones, pudiendo llegar a veces a extralimitarse en di-
cho afán descentralizador.
WRUCK & JENSEN (1994) hacen referencia a esta cuestión. En primer lugar, indican la
necesidad de que las organizaciones adquieran un grado de descentralización tal, que
permitan colocar los derechos de decisión allá donde se encuentre el conocimiento espe-
cífico relevante, incluso en los más bajos niveles de las mismas exponiendo ejemplos de
los beneficios derivados de esta forma de descentralización. Además reconocen los es-
fuerzos de la GCT en este sentido propugnando, por ejemplo, la creación de grupos de
trabajo cuando el conocimiento específico está disperso entre los individuos e incluso
ayudando a crear dicho conocimiento específico relevante cuando no existe. Sin embar-
go advierten que una descentralización indiscriminada puede destruir valor con facilidad.
Para ellos la descentralización es un enfoque eficiente para crear valor cuando los indivi-
duos de los niveles más bajos poseen (o pueden crear) el conocimiento específico rele-
vante a un bajo costo y pueden ser motivados a utilizar sus derechos de decisión para
contribuir a lograr los objetivos de la organización.
Cuadro 2
Efecto de la GCT en los parámetros de diseño organizacional
5. CONCLUSIÓN
La Gestión de la Calidad Total (GCT) con sus ideas extraídas de las fórmulas de ges-
tión japonesas, ha sido uno de los fenómenos que más interés ha despertado en nuestras
empresas en los últimos tiempos. Muchas de ellas están acometiendo, bien total o par-
cialmente, aspectos de dicho modelo de gestión con el fin de mejorar o al menos mante-
ner su posición competitiva.
Dentro de las múltiples acepciones acerca de la GCT se han encontrado tres elemen-
tos que se antojan fundamentales para caracterizarla. Estos son la satisfacción de los
clientes externos e internos, el uso efectivo de herramientas para ayudar a los procesos
de decisión y la implicación de los trabajadores de todos los niveles de la organización
en las tareas de gestión.
Al analizar la relación con los modelos clásicos o teorías organizativas se aprecia que
la GCT no se identifica con ninguno de ellos. Asume aspectos tanto de la Escuela Clási-
ca (organización científica) como de la de Relaciones Humanas como de la Contingente
dándole un carácter claramente ecléctico.
6. BIBLIOGRAFÍA