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JURISPRUDENCIA PARA CITAR EN DISPOSICIONES

PECULADO
R.N.N°525-2015–Ayacucho, del 17-03-2017, f. j. 5. Segunda Sala Penal Transitoria
Corte Suprema de Justicia.
FUNDAMENTE QUINTO “Para la comisión de dicho ilícito penal el sujeto activo debe
apropiarse o utilizar, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo. Siguiendo la doctrina
jurisprudencial de las Salas Permanente y Transitoria de la Corte Suprema, establecida en
el Acuerdo Plenario número cuatro-dos mil cinco/CJ-ciento dieciséis, de fecha treinta de
setiembre de dos mil cinco, se afirma que, para la configuración típica del delito de
peculado, es necesario identificar los siguientes elementos materiales: a) existencia de
una relación funcional entre el sujeto activo y los caudales y efectos; b) la percepción
administración o custodia; c) la apropiación o utilización; d) el destinatario, para sí o para
otro; e) caudales y efectos. Por otro lado, el principio de responsabilidad penal,
consagrado en el artículo séptimo del Título Preliminar del Código Penal, establece que
toda forma de responsabilidad objetiva esta prohibida, en consecuencia para determinar
que una persona es jurídico penalmente responsable de la comisión de un delito, no solo
se debe tener en cuenta el resultado sino, es necesario que su concreta intervención se
encuentre acreditada”.
FUNDAMENTE DUODÉCIMO “El tipo penal de peculado, no requiere que se produzca
para consumarse un provecho económico o utilidad para el sujeto activo o tercero, aunque
podría interpretarse que la incorporación de los efectos o caudales sea una modalidad de
provecho. Si bien es cierto, este provecho no resulta requerible como componente del tipo
penal, si resulta ser un dato objetivo –subjetivo que lo acompaña tanto para los intraneus
como para los extraneus. Constatar la existencia de provecho para el agente público,
constituye en el proceso de las etapas del delito, una fase de agotamiento, que a efectos
de tipificar el delito resulta irrelevante; en ese sentido, la negativa del acusado en cuanto
a la comisión del delito, así como los agravios contenidos en su recurso impugnatorio,
solo constituyen simples argumentos de defensa dirigidos a evadir su responsabilidad”.

R.N.N°1489-2015–Del Santa, del 13-09-2016, f. j. 3 -4. Sala Penal Permanente de la


Corte Suprema de Justicia.
“El derecho a la presunción de inocencia se configura en tanto que la regla de juicio y
desde la perspectiva constitucional, como el derecho a no ser condenado sin pruebas de
cargo válidos, lo que implica que exista una mínima actividad probatoria, realizada con
las garantías necesarias, referida a todos los elementos esenciales del delito y que de la
misma quepa inferir razonablemente los hechos y la participación del acusado en ellos,
conforme lo recalca la doctrina consolidada de esta Suprema Instancia, mediante el
Acuerdo Plenario N°2-2005/CJ-116.”
Respecto al delito de peculado doloso, debe precisarse que este prevé sanción al
funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, para sí o para otro, caudales o
efectos cuya percepción, administración o custodia le están confiados por razón de su
cargo. Para atribuir la responsabilidad a una persona por el delito de peculado nuestro
ordenamiento no solo exige que el sujeto activo tenga la condición de funcionario público,
sino, además, que ostente un vínculo funcional con los caudales o fondos del estado; es
decir: “La consumación se realiza instantáneamente al producirse la apropiación de los
caudales o efectos por parte del sujeto activo, vale decir, cuando este incorpora parte de
su patrimonio público a su patrimonio personal, o en su segunda modalidad, a través de
la utilización o uso del caudal o del efecto. Cuando el destino de los caudales o efectos
va dirigido a tercero, la consumación no está definida por el momento en que este recibe
o se beneficia con los bienes, pues para que se produzca este momento ya previamente el
funcionario o servidor público debió de haberse apoderado de los caudales o efectos y por
lo mismo consumar el delito”. (Rojas Vargas, Fidel. “Delitos contra la Administración
Publica”, Cit, pp. 343-344).

R.N.N°1211-2016– Apurímac, del 06-07-2017, f. j. 3 -4. Sala Penal Permanente de la


Corte Suprema de Justicia.
“El fundamento jurídico sexto del Acuerdo Plenario número cuatro –dos mil cinco/CJ-
ciento dieciséis, del treinta de septiembre de dos mil cinco, se estableció, como doctrina
legal que el delito de peculado es un delito pluriofensivo, en el cual su bien jurídico se
desdobla en dos objetos especificos: “a) garantizar el principio de no lesividad de los
intereses patrimoniales de la administración pública y b) evitar el abuso de poder del que
se halla facultado el funcionario o servidor público que quebranta lo deberes funcionales
de lealtad y probidad”. Asimismo, de la estructura típica del delito de peculado no se
advierte la exigencia de un determinado perjuicio para su configuración.
Consecuentemente, en el presente caso, la inexistencia de perjuicio económico, que se
habría materializado en la culminación de la obra, no justifica la irresponsabilidad penal
del procesado por el delito de peculado”.

RECURSO NULIDAD N.° 791-2017/JUNÍN de fecha 22 de agosto de 2018.


PONENTE: CESAR SAN MARTIN CASTRO
Suficiencia probatoria para condenar
Asunto: La determinación de responsabilidades funcionales en el Informe de Verificación
de Denuncias elaborado por la Oficina Regional de Control Huancayo de la Contraloría
General de la República, las declaraciones testimoniales y de los Informes, Memorandos
y Reportes respectivos, se acredita que la necesidad de verificar la conformidad legal de
las cartas fianzas previo al pago correspondiente, fue de conocimiento de los encausados,
quienes además visaron el contrato con Consorcio Junín, y pese a ello concretaron el pago
indebido al indicado Consorcio. Tal situación refleja un concierto punible, pues de otro
modo no se explica que un dato esencial, y de necesario conocimiento por altos
funcionarios regionales, como es el hecho de una Cooperativa no podía emitir cartas
fianza y se pase por alto. El dolo (desde una perspectiva de atribución según sus
competencias y simples máximas de experiencia) es patente. Además, las dos cartas
fianzas tenían inconsistencias entre sí: los nombres no correspondían, los sellos no eran
los mismos y las firmas eran distintas.
R.N.N°885-2016–Callao, del 12-07-2017, f. j. 3 - 4. Sala Penal Permanente Corte
Suprema de Justicia.
Asunto: Los enunciados indicios que a criterio de la Sala Superior sustentarían la
responsabilidad penal de los encausados se ven desvirtuados al realizar un análisis
integral de los elementos probatorios recabados durante el proceso, por lo que, conforme
faculta el articulo trescientos uno del Código de Procedimientos Penales corresponde la
absolución de los encausados.
Respecto del delito de colusión, las características fundamentales que definen su
naturaleza jurídica, y funcionalidad procesal1, son los siguientes:

a. Es un delito especial propio, esto es, el círculo de autores es restringido. Solo pueden
ser sujetos activos del mismo los funcionarios públicos que actúen en razón de su cargo
o por comisión especial. El tipo legal exige una relación funcional especifica; el
funcionario ha de tener facultades para intervenir, por cuenta del estado, en los contratos,
suministros, licitaciones, concurso de precios, subasta o cualquier otra operación
semejante y ha de utilizar ese nexo funcional para delinquir.

b. La colusión es un delito de participación necesaria, concretamente de encuentro, que


requiere la intervención de un particular o extraneus. Esto implica que el agente publico
el intraneus, se ponga ilícitamente de acuerdo con las partes implicadas en un contrato o
acto, los interesados, que se quiere celebrar o que se ha celebrado en perjuicio de los
intereses de la Administración Publica, ambos sujetos apuntan a una misma finalidad
típica. El carácter fraudulento del acuerdo colusorio reside, pues, en la privatización de la
actividad funcional que realiza el funcionario público que, como tal, debe tender a
representar y cautelar los intereses de la Administración Publica y no, por el contrario,
beneficiar a particulares.
RECURSO NULIDAD N.° 1019-2017/UCAYALI
PONENTE: CÉSAR SAN MARTÍN CASTRO

Reparación civil
Asunto:
La presente sentencia impugnada reiteró ese monto de reparación civil –como no podía
ser de otra forma–; monto que en su oportunidad no fue impugnado por quien
correspondía: la Procuraduría Pública del Estado. La reparación civil es única cuando se
trata de un mismo hecho punible que causa un daño resarcible. La ley impone el pago
solidario entre los autores, partícipes y los terceros civilmente obligados. No es de recibo
fijar un monto de reparación civil para cada interviniente en el hecho, quienes al ser varios
responden a ese único monto solidariamente. El que la condena se dicte en sentencias
distintas no justifica un monto de reparación civil propio, distinto del anterior. La
pasividad de la agraviada frente a la fijación de la reparación civil cuando ésta se fijó, no
autoriza a que en una sentencia posterior se pueda variar esa cantidad única, pues
importaría una vulneración de la seguridad jurídica y del principio de igualdad de trato.

R.N.N°1224-2017– Cuzco, del 04-04-2018, f. j. 3 -4. Primera Sala Penal Transitoria de


la Corte Suprema de Justicia.

1
Recurso de Nulidad N°2925-2010 –Lima, Fundamento Jurídico Noveno.
La presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo en el proceso penal
Asunto: Tanto la presunción de inocencia como la favorabilidad por duda (in dubio pro
reo), inciden en la valoración probatoria del juez ordinario. En el primer caso, bajo una
perspectiva objetiva, supone que a falta de pruebas aquella no ha quedado desvirtuada,
manteniéndose incólume; y, en el segundo caso, bajo una perspectiva subjetiva, supone
que la actuación probatoria no ha ido suficiente para despejar la duda respecto a la
responsabilidad atribuida.

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