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“Año del Bicentenario, de la consolidación de

nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas de Junín y
Ayacucho”

Universidad Nacional De Piura

DELITOS DE LAVADO DE ACTIVOS

CASUÍSTICA

Docente
Dra. Brenda Alvarado Paiva
Curso
Derecho penal III: Delitos Contra el Orden Económico

Alumna
Zapata Ordinola Yessica Karina

Piura-Perú
2024
INTRODUCCIÓN

La punición del delito de lavado de activos nos remite a sancionar todo aquel acto,
procedimiento u operación orientada a otorgar una apariencia de legitimidad a los bienes
o recursos que provienen de actividades delictivas. A nivel doctrinario y jurisprudencial
se ha establecido que este delito reviste una naturaleza pluriofensiva (la eficacia de la
administración de justicia, la transparencia del sistema financiero, la legitimidad de la
actividad económica e, incluso, en un plano sumamente mediato, la incolumidad de la
salud pública).

Para la Autonomía del delito de lavado de activos, resulta innecesario que las actividades
ilícitas que produjeron el dinero, los bienes, efectos o ganancias, se encuentren sometidas
a investigación, proceso judicial o hayan sido objeto de sentencia condenatoria, basta con
acreditar que el agente penal conocía o pudo presumir la actividad criminal antecedente.
Supeditar la investigación, juzgamiento y sanción de este delito a la identificación
específica del origen ilícito del que provienen los activos representa la negación misma
del fin político criminal que orienta la represión y lucha contra el lavado de activos. El
titular de la acción penal, en su postulación acusatoria, deberá ser claro al establecer los
presuntos orígenes maculados de los bienes, dinero o ganancias objeto de blanqueo y
dependerá de la valoración por parte del órgano jurisdiccional de la prueba sometida al
contradictorio la que permitirá verificar la responsabilidad del agente penal o, en su
defecto, dictar su absolución, para tal fin podrá dirigir su análisis indistintamente a la
prueba directa y/o indiciaria, siendo esta última la de mayor incidencia en estos casos.

En el proceso de extinción de dominio (antes pérdida de dominio) procede sobre todo


bien patrimonial que constituya objeto, instrumento, efectos o ganancias que tengan
relación o se derivan de actividades ilícitas. Se caracteriza por su naturaleza autónoma e
independiente, real y patrimonial. La carga de la prueba en esta clase de procesos es
mixta, por cuanto al Ministerio Público le corresponde probar la vinculación de los
objetos, instrumentos, efectos o ganancias con el delito o con la organización criminal; y
a la afectada se le exige que acredite el origen lícito de los bienes aportando el material
probatorio que corresponda. La expedición de sentencia absolutoria en proceso penal no
impide el séquito del proceso de extinción de dominio, ni su extensión respecto de los
sucesores del demandado. La posibilidad de que se pueda iniciar proceso de pérdida de
dominio cuando se haya absuelto al acusado no impide su realización, en tanto el carácter
de este proceso es real, no busca sancionar a las personas
DELITOS DE LAVADOS DE ACTIVOS

(Mena, 2013), en su investigación sobre “El delito de lavado de activos y su estructura


jurídica”, hace una referencia a los elementos objetivos y subjetivos del delito
remontándose al análisis histórico comprendiendo entre otros a los instrumentos
convencionales de las Naciones Unidas, donde se establecen las modalidades de la
comisión de este delito; asimismo, se refiere al esquema de análisis del delito objeto de
la presente investigación. Asimismo, se establece vínculo normativo con entidades
americanas en las cuales se precisan las modalidades.

(Fernandez De Cevallos y Torres, 2013), en su Tesis Doctoral titulada “Blanqueo de


Capitales y Principio de Lesividad”, en la Universidad de Salamanca, que señala en una
de sus conclusiones que “Para la fundamentación y determinación de los bienes jurídicos
que protege el blanqueo de capitales, debemos de partir de su naturaleza fenomenológica,
fuera de toda concepción normativa, ya que, solamente centrándonos en el plano fáctico,
es decir, centrándonos en cómo se desarrollan las conductas de blanqueo, podremos llegar
a un resultado adecuado. El equívoco reiterado de gran parte de la doctrina, de la
jurisprudencia y del legislador, recae en tratar de derivar la lesividad concreta del
blanqueo, con base en una norma jurídica, que, normalmente es efecto –en el Derecho
interno–, del cumplimiento de compromisos supranacionales, con lo cual se fuerza una
concepción «bindingniana» sobre el bien jurídico, que conduce a una determinación
errónea de la lesividad, ya que la misma no obedece a la realidad fáctica, con que se
materializan las conductas de blanqueo.”

En el año 2002, en el Perú, se promulgó la Ley N° 27765, “Ley Penal contra el Lavado
de Activos”, esta norma legal comprendió al lavado de activos como un delito
pluriofensivo, (Bramont-Arias Torres, 2003) señalaba que, nuestra opinión del bien
jurídico es que nos encontramos ante un delito pluriofensivo, donde se lesionan varios
bienes jurídicos. Si bien consideramos que el delito de Lavado de Activos es un delito
socioeconómico, por lo que en el fondo el bien jurídico principal de protección es el orden
económico, y dentro del mismo específicamente el tráfico ilícito de bienes que debe
imperar en toda sociedad, lo cual se vería afectado con la circulación de bienes ilícitos.

La jurisprudencia es uniforme respecto a la definición de bien jurídico protegido en el


delito materia de la presente investigación, tal es así que el Acuerdo Plenario N° 03-
2010, así como la reciente Sentencia Plenaria Casatoria N° 01-2017/CIJ-433,
mantienen la posición de que el delito materia de la presente investigación, tiene
naturaleza de ser pluriofensivo considerando criterios como aquello que el bien jurídico
protegido por el delito previo subyace al blanqueo de capitales, la administración de
justicia, el sistema socioeconómico y la estabilidad o seguridad de las naciones y el
sistema democrático de gobierno.

El delito de lavado de activos en Perú se encuentra regulado en el decreto legislativo No.


1106 –Decreto legislativo de lucha eficaz contra el lavado de activos y otros delitos
relacionados a la minería ilegal y crimen organizado (de abril del año 2012). En
términos generales, este delito supone la ejecución de actos dirigidos u orientados a dar
legitimidad a las ganancias que provienen de un origen ilícito. En esta nota, se analiza
algunos aspectos de las circunstancias atenuantes y agravantes previstas en el delito de
lavado de activos peruano.

1. Las circunstancias agravantes específicas en el delito de lavado de activos

Las agravantes del delito de lavado de activos previstas por nuestra legislación son las
siguientes:

A. Agravante por la condición especial del agente:

La primera agravante está referida a la condición especial del agente, la misma que se
encuentra prevista en el artículo 4, inciso 1 del Decreto Legislativo No. 1106:

Circunstancia agravante

La pena será privativa de la libertad no menor de diez ni mayor de veinte años y


trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días multa, cuando:

1. El agente utilice o se sirva de su condición de funcionario público o de agente del sector


inmobiliario, financiero, bancario o bursátil.

En este caso la agravante se justifica por “la vinculación del agente con una facultad o un
deber especial, derivados de su función o profesión” (Prado, 2016, p. 303). Sin embargo,
queda claro que la sola condición de funcionario público o de agente del sector
inmobiliario, financiero, bancario o bursátil no será suficiente para la configuración de
esta agravante. Y es que además se requerirá de “una actuación abusiva (…) del acto
funcional o de las actividades propias del área de gestión inmobiliaria, financiera,
bancaria o bursátil” (Prado, 2016, p. 304). O en otras palabras de una conducta que se dé
en el ámbito de las funciones o facultades que se deriven de tal posición (García Cavero,
2013, p. 144).

Por tanto, en esta agravante se requiere que el autor del delito se aproveche o abuse de su
condición de funcionario o de agente en los sectores mencionados. Será necesario
entonces el llamado “prevalimiento” de dicha condición (Abanto, 2017, p. 197). Así pues,
por ejemplo, “en el caso de los funcionarios públicos, su posición de deber fundamenta
una imputación agravada por la infracción del deber especial de contribuir a la
configuración de un sistema económico en el que la circulación de los bienes se haga de
una forma realmente legítima” (García Cavero, 2013, p. 144).

B. Circunstancia agravante por integrar una organización criminal

La segunda circunstancia agravante prevista por el artículo 4, inciso 2, del Decreto


Legislativo No. 1106, señala lo siguiente:

Circunstancia agravante

La pena será privativa de la libertad no menor de diez ni mayor de veinte años y


trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días multa, cuando:

(…)

2. El agente cometa el delito en calidad de integrante de una organización criminal

La justificación de esta agravante está dada por la mayor peligrosidad que adquiere un
delito al valerse de una organización criminal para su comisión (Abanto, 2017, p. 197).
De tal forma que, para la aplicación de esta agravante, debe acreditarse la calidad de
integrante de una organización criminal. Dicha pertenencia “tendrá que determinarse a
través del análisis de los conceptos organización criminal, primero, y comisión del delito
en tal calidad, segundo” (Abanto, 2017, p. 197).

Según Prado (2016), en el caso específico de esta agravante, no se trataría de cualquier


organización criminal, sino de aquella que se dedique al lavado de activos (p. 305).
Asimismo, no importaría en estos casos el tipo de estructura que haya adquirido la
organización, aunque es cierto que generalmente las organizaciones dedicadas al lavado
de activos “son de estructura flexible, con una composición limitada, con alto grado de
especialización de sus integrantes y con un logrado espacio de influencia local e
internacional” (Prado, 2016, p. 305-306). Además, la agravante no indica si la
organización criminal es quien ha generado los activos, por lo que también sería aplicable
la agravante en los supuestos en que no haya sido así (García Cavero, 2013, p. 145).

C. Circunstancia agravante por la magnitud del valor de las operaciones de lavado

Por otro lado, el artículo 4, inciso 3, del Decreto Legislativo No. 1106, prevé la siguiente
agravante:

Circunstancia agravante

La pena será privativa de la libertad no menor de diez ni mayor de veinte años y


trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días multa, cuando:

(…)

3. El valor del dinero, bienes, efectos o ganancias involucrados sea superior al equivalente
a quinientas (500) unidades impositivas tributarias.

La siguiente circunstancia agravante está relacionada con la magnitud del valor de las
operaciones de lavado. Aquí la justificación está dada por el perjuicio social que adquiere
un monto elevado y superior a las 500 unidades impositivas tributarias (Abanto, 2017, p.
197).

Como puede apreciarse, la agravante utiliza a la unidad impositiva tributaria como unidad
de referencia, siendo su valor en la actualidad de cuatro mil cuatrocientos soles (S/. 4
400). De tal forma que, para aplicar la agravante, el monto de la operación de lavado debe
ser superior a los dos millones doscientos mil soles (S/. 2 200 000). En relación con la
cuantía, esta tendrá que acreditarse a través del peritaje que corresponda.

Como hemos visto, la agravante “se refiere a un monto fijo que el sujeto activo deberá
saber que proviene de un delito previo” (Abanto, 2017, p. 197). Sin embargo, no se podrá
exigir que el sujeto activo conozca con exactitud el monto de lo lavado siendo suficiente
que, “por el volumen de los activos se puede deducir que se está ante un proceso de lavado
de alto valor” (García Cavero, 2013, p. 146).

D. Circunstancia agravante por el delito precedente

La siguiente agravante se encuentra prevista en el segundo párrafo del artículo 4 del


Decreto Legislativo No. 1106, según el cual:

Circunstancia agravante

La pena será privativa de la libertad no menor de veinticinco años cuando el dinero,


bienes, efectos o ganancias provienen de la minería ilegal, tráfico ilícito de drogas,
terrorismo, secuestro, extorsión o trata de personas.

Esta agravante hace referencia al delito precedente del cual provienen los activos. En ese
sentido, se mencionan delitos específicos como los de minería ilegal, tráfico de drogas,
terrorismo, secuestro, extorsión y la trata de personas. De esta manera, esta circunstancia
agravante constituye el único supuesto en donde el delito fuente “adquiere relevancia
normativa y probatoria (…) por lo cual, igualmente, la prueba suficiente de esa relación
se convierte en una exigencia procesal ineludible para que puedan tener plena eficacia los
efectos agravantes señalados por la norma”. (Prado, 2016, p. 309). Lo anterior podría
suponer que en estos casos la autonomía del delito de lavado de activos ceda para la
aplicación de la agravante (Abanto, 2017, p. 199). Es por ello que, según Prado (2016),
por las características de la agravante, se exigirá que el sujeto actúe con dolo directo
(Prado, 2016, p. 202).

Las circunstancias atenuantes específicas en el delito de lavado de activos

Por otro lado, el decreto legislativo No. 1106 establece dos circunstancias atenuantes:

A. Circunstancia atenuante por el valor de los bienes

La primera circunstancia atenuante del delito de lavado de activos está prevista en el


tercer párrafo del artículo 4 del decreto legislativo No. 1106, que establece lo siguiente:
Circunstancia atenuante

La pena será privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años y de ochenta
a ciento diez días multa, cuando el valor del dinero, bienes, efectos o ganancias
involucrados no sea superior al equivalente a cinco (5) unidades impositivas tributarias.

La primera circunstancia atenuante se aplicará cuando el valor de los bienes lavados no


exceda las cinco (5) unidades impositivas tributarias. Es decir, que no debe ser superior a
los veintidós mil soles (S/. 22 000).

La importancia de la incorporación de esta atenuante, como lo destaca Prado Saldarriaga


(2017), devendría en la necesidad de “[…] generar una proporcionalidad punitiva
adecuada para los casos de microlavado o lavado de activos a baja escala, como los que
se realiza mediante tipologías básicas de estructuración o de cambio informal de divisas
o de aplicación en los casinos y casa de juego” (p. 216).

B. Circunstancia atenuante por actos de colaboración eficaz

La segunda circunstancia atenuante del delito de lavado de activos también se encuentra


prevista en el tercer párrafo del artículo 4 del decreto legislativo No. 1106, que indica lo
siguiente:

Circunstancia atenuante

La pena será privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años y de


ochenta a ciento diez días multa (…) a quien proporcione a las autoridades información
eficaz para evitar la consumación del delito, identificar y capturar a sus autores o
partícipes, así como detectar o incautar los activos objeto de los actos descritos en los
artículos 1, 2 y 3 del presente decreto legislativo.

La segunda circunstancia atenuante prevista para el delito de lavado de activos se refiere


a aquellos casos en donde el sujeto activo proporciona información eficaz que permita
alguna de tres finalidades: i) evitar la consumación del delito; ii) identificar y capturar a
autores o partícipes y iii) detectar o incautar los activos. De tal forma que con esta
atenuante se busca que el agente pueda proporcionar ciertos datos, de manera libre y
voluntaria (García Cavero, 2013, p. 142) que contribuyan con la eficacia del sistema de
control del lavado de activos (Prado, 2016, p. 310).

El primer supuesto de esta circunstancia atenuante refiere que la información otorgada


debe servir para evitar la consumación del delito. En tal sentido, la eficacia de la
información brindada “se deberá medir como una idoneidad (para evitar la consumación)
y no como un resultado (que evite la consumación)” (Abanto, 2017, p. 204). Se requerirá
entonces de la acreditación de la idoneidad de la información, aunque posteriormente
aquella no hubiera cumplido con su objetivo (Abanto, 2017, p. 204). Esta situación
permitiría distinguirla del supuesto de desistimiento antes mencionado.

El segundo supuesto indica que la información brindada debe ser eficaz para identificar
y capturar a los autores y partícipes del delito de lavado. Con lo cual, la atenuante no se
aplicará en los casos en donde la información solo haya permitido identificar, pero no
capturar a autores o partícipes, ni cuando estos últimos se encuentren debidamente
identificados, pero no capturados (García Cavero, 2013, p. 143). Finalmente tenemos el
supuesto en el cual se proporciona información eficaz para detectar o incautar los activos.
Lo importante en tales casos es que, efectivamente, las medidas contra los bienes
(detección o incautación) se hayan presentado en la realidad como consecuencia de la
información brindada.

MODALIDADES DE COMISIÓN DEL DELITO DE LAVADO DE ACTIVOS

El Decreto Legislativo N° 1106, en función a las modalidades de comisión del delito del
lavado de activos, presenta una estructura como señalaremos para efectos de la presente
investigación, como delitos independientes:

ACTOS DE CONVERSIÓN, TRANSFERENCIA, OCULTAMIENTO Y/O


TENENCIA

a) Actos de conversión
La norma legal vigente, tantas veces transcrita en distintos documentos, precisa lo
siguiente: “El que convierte o transfiere dinero, bienes, efectos o ganancias cuyo
origen ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de evitar la identificación
de su origen, su incautación o decomiso, será reprimido con pena privativa de la
libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y con ciento veinte a
trescientos cincuenta días multa.”
En este acto, conviene definir brevemente algunos términos pertinentes y
urgentes:
- Dinero: Se refiere al dinero en efectivo.
- Bienes: Activos (muebles e inmuebles) de cualquier tipo.
- Efectos: Aquellos productos cuya obtención proviene de una actividad ilícita
previamente cometida.
- Ganancias: La utilidad obtenida a raíz de las actividades ilícitas.

Debe entenderse por actos de conversión, literalmente, “volver una cosa en otra”,
las operaciones de colocación de del capital ilícito en el sector financiero
indistintamente si se efectúa en el país o el extranjero o desde el extranjero,
iniciando así el proceso del lavado.
b) Actos de transferencia
Se entiende a las operaciones de transmisión de los activos a terceros, no es
relevante si es onerosa o gratuita, se trata simplemente de establecer el
desplazamiento físico de los bienes, sólo basta el cambio de titularidad, en suma,
es la intercalación de los activos con el objetivo de confundir su origen ilegal,
estos actos pueden ser las inversiones, ventas, mutuos, pignoración, permutas y
otras formas. Se trata, de un delito instantáneo en el que podrían materializarse
sucesivos actos con un mismo resultado criminal configurando un delito
continuado, o varios actos independientes lo que podría configurar el concurso
real homogéneo.
En este delito se admite pluralidad de sujetos activos.
Respecto de la tipicidad subjetiva exige el dolo directo o eventual.
Requiere un elemento subjetivo especial, que es la tendencia interna trascendente
que se representa como un objetivo: evitar la identificación del origen o la
ubicación, o sustraerlo a medidas cautelares reales. Es decir, en este ámbito,
constituye un delito de peligro.
c) Actos de ocultamiento y tenencia
La norma legal vigente, modificado por el Decreto Legislativo N° 1249,
contempla: “El que adquiere, utiliza, posee, guarda, administra, custodia, recibe,
oculta o mantiene en su poder dinero, bienes, efectos o ganancias, cuyo origen
ilícito conoce o debía presumir, será reprimido con pena privativa de la libertad
no menor de ocho ni mayor de quince años y con ciento veinte a trescientos
cincuenta días multa.”
En estas modalidades delictivas, de ocultamiento y tenencia de activos
provenientes de fuente ilícita, se reprimen operaciones de integración de los
activos lavados en la economía legal, tales como incremento o nuevas inversiones
financieras, por ejemplo, mediante constitución de nuevas empresas Off shore,
depósitos bancarios, compra de bienes y metales, posesión de los bienes o
usufructo de los bienes inmuebles adquiridos con activos lavados, entre otros
actos.

DELITOS PRECEDENTES DE LAVADO DE ACTIVOS POR SENTENCIA


CONDENATORIA

El delito de Lavado de Activos en sus inicios se encontraba tipificado en el Código Penal


de 1991 y estaba orientado a sancionar a todo aquel que blanqueaba los activos
provenientes del tráfico ilícito de drogas. Luego, pasó a ser regulado en 2002 a través de
la Ley N.° 27765 que, empleando una fórmula mixta, establecía la persecución de los
activos lavados provenientes de diversos delitos –lista taxativa– y una cláusula abierta “u
otros que generen ganancias ilegales” (artículo 6, segundo párrafo), fórmula que en
términos similares se mantiene en la legislación vigente, Decreto Legislativo N° 1106
(artículo 10, segundo párrafo).

En tal sentido, para determinar los delitos precedentes, se tiene en cuenta el Decreto
Legislativo N.° 635, el Código Penal y las Leyes Penales Especiales, tales como el
Decreto Legislativo N.° 813, Ley Penal Tributaria, la Ley N.° 28008, Ley de los Delitos
Aduaneros y el Decreto Ley N.° 25475, que establece la penalidad para los delitos de
terrorismo y los procedimientos para la investigación, la instrucción y el juicio.

ACTIVOS DECOMISADOS

El decomiso, regulado en el artículo 102 del Código Penal, se d ispone en la sentencia


dictada por la autoridad jurisdiccional y supone la privación definitiva de los bienes
vinculados con el delito y su traslado a la esfera de la titularidad del Estado.

Cabe precisar que, además del decomiso penal, desde el 2 de febrero de 2019 se aplica en
el país el proceso autónomo de extinción de dominio (Decreto Legislativo N.° 1373,
Decreto Legislativo sobre extinción de dominio, y su reglamento, Decreto Supremo N.°
07-2019-JUS), que es el proceso para recuperar los activos ilícitos generados por
cualquier delito, entre ellos, el Lavado de Activos. En tal sentido, y teniendo en cuenta
que el proceso penal sólo debe centrarse en la responsabilidad penal del acusado, se espera
que en los próximos años los activos ilícitos recuperados mediante sentencias
condenatorias de Lavado de Activos no sean representativos.

SECTORES DE LA ECONOMÍA, OPERACIONES Y TIPOLOGÍAS

Resulta importante señalar que la identificación de un sector de la economía no debe


llevar a estigmatizar a las empresas o personas naturales que actúan en él, toda vez que
su identificación solo significa que ha sido utilizado o afectado por el accionar del lavador
y no que esté involucrado en el acto de LA sancionado. Cabe mencionar que un solo caso
puede involucrar a más de un sector de la economía, una operación y/o tipología para
lavar activos.

Sectores de la economía y operaciones utilizados para lavar activos

Los sectores de la economía más utilizados por los criminales para lavar sus activos
ilícitos son: el sector vehicular, mediante la compraventa de vehículos, el sector
inmobiliario, mediante la compraventa de inmuebles; el sector bancario nacional; y el
sector notarial, mediante operaciones relacionadas a personas jurídicas, es decir,
constituciones, aumentos de capital y préstamos.

Le siguen los sectores de cajas de ahorro y crédito y las ETF afectados, bancario
internacional y minero (compraventa de oro ilegal); y, las financieras y el sector marítimo,
fluvial y lacustre afectados. Finalmente, aparecen los sectores de seguros; COOPAC; los
proveedores de servicios de activos virtuales (PSAV) y el sector aeronáutico, los PSAV,
a través de la compra con dinero de origen ilícito de activos virtuales y su posterior
transferencia; el sector marítimo, fluvial y lacustre, mediante la compra de una
embarcación y un bote; y, el sector aeronáutico, con la compra de aeronaves.

En el caso del sector financiero, las operaciones a las que recurren los criminales con
mayor frecuencia para lavar sus activos son: depósitos en cuentas de ahorro,
transferencias procedentes del exterior, depósitos en cuentas corrientes, transferencias en
el exterior y transferencias hacia el exterior.
Tipologías de lavado de activos

En el presente acápite se detallan los métodos o procedimientos utilizados por los


criminales para lavar activos en los sectores financiero y real.

Uso de testaferros para evitar la identificación del lavador es el mecanismo que se utiliza
con mayor frecuencia para ocultar el origen de los activos ilícitos, seguido por el uso de
personas jurídicas y el empleo de transferencias simuladas y/o fraudulentas, el uso de
empresas – persona natural con negocio, el uso indebido de facturas o guías de remisión,
y el uso de cuentas de terceros y el uso de empresas offshore.

Es preciso señalar que en el presente informe se identifican como nuevas tipologías de


LA el uso de activos virtuales, el uso de contratos de obras públicas simulados, el uso
indebido de facturas o guías de remisión, el uso de placas vehiculares adulteradas o el uso
de instalaciones para el almacenamiento de bienes robados; y, al igual que en el informe
anterior, el uso de testaferros, uso de personas jurídicas y transferencias simuladas y/o
fraudulentas, se mantienen como los tres mecanismos más utilizados para lavar activos.

Es necesario precisar que la identificación del uso indebido de guías de remisión como
una tipología de LA, “Análisis Situacional de la Minería Ilegal en el Perú”, del
Lineamiento Sectorial de Lucha contra la Minería Ilegal. En dicho punto, se indica que
las guías de remisión desempeñan un importante rol dentro de la cadena de valor de la
minería ilegal en el país, específicamente en relación al lavado del oro. Pueden existir dos
hipótesis relacionadas a este hecho. Por un lado, se evidenciaría el funcionamiento de un
mercado negro en el que ciertos grupos de mineros informales alquilan estas guías.
Mientras que, por otro lado, organizaciones criminales se valdrían de estos grupos de
mineros para acceder a dichas guías y usarlas sistemáticamente en el transporte y
comercialización del mineral de origen ilegal (Mininter, 2023).

INDICIOS IDENTIFICADOS

Como parte de la determinación de responsabilidad los jueces han identificado diversos


hechos, situaciones o circunstancias como indicios de LA. El desbalance o incremento
patrimonial injustificado o inusual en persona natural aparece como el principal indicio
de LA, seguido por la vinculación o conexión con actividades delictivas y la vinculación
o conexión con personas o grupos relacionados con actividades delictivas. Asimismo,
aparecen la falta de capacidad económica y la inexistencia o falta de acreditación de
actividades y/o negocios lícitos. Luego, con mucho menor frecuencia, se encuentra el
desbalance o incremento patrimonial injustificado o inusual en persona jurídica y los
viajes frecuentes al extranjero.

EL TRANSPORTE DE DINERO EN EFECTIVO DE ORIGEN ILÍCITO

El transporte interno y transfronterizo del dinero en efectivo de origen ilícito hasta el 19


de abril de 2012, se encontraba tipificado como una modalidad de tipo penal de
ocultamiento y tenencia, conforme al artículo 2 de la Ley N.° 27765 (2002), A partir del
20 de abril de 2012, está tipificado como un tipo penal específico en el artículo 3 del
Decreto Legislativo N.° 1106, e incluye también al transporte de instrumentos financieros
negociables emitidos “al portador” de origen ilícito.

FISCALÍA SUPERIOR NACIONAL ESPECIALIZADA CONTRA LA


CRIMINALIDAD ORGANIZADA

En el Perú, mediante la Resolución N° 842-2013-MP-FN, se creó la “Fiscalía Superior


Nacional Especializada Contra la Criminalidad Organizada”, dotando de competencia
exclusiva para el conocimiento de casos complejos, entre otros, de lavado de activos. En
Moquegua, mediante Resolución de la Fiscalía de la Nación N° 737- 2015-MP-FN, de
fecha 04 de marzo de 2015, se designa al Primer Despacho Especializado de la Fiscalía
Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, para
conocer los casos de Lavado de Activos. Y en Segunda Instancia, la Segunda Fiscalía
Superior Penal de Moquegua. Es decir, no existe un despacho especializado con
exclusividad para casos de Lavado de Activos.

El delito de lado de activos no se encuentra regulado en nuestro Código Penal, sino en


una norma aparte denominada Decreto Legislativo de lucha eficaz contra el lavado de
activos y otros delitos relacionadas a la minería ilegal y al crimen organizado, Decreto
Legislativo 1106.

En esta norma se sancionan tres modalidades para la realización del delito de lavado de
activos:
• La primera modalidad: sanciona todos los actos
de conversión y transferencia de bienes o ganancias realizados por el
investigado para evitar la identificación de su origen ilícito, su incautación o
su decomiso.

• La segunda modalidad: contempla todos los actos


de ocultamiento y tenencia sancionando a quien adquiere utiliza, guarda,
administra, custodia, oculta o mantiene en su poder dinero, bienes o ganancias
ilícitas.

• La tercera modalidad: contempla todos los actos


de transporte o traslado sancionando a quienes transportan, trasladan, hacen
ingresar o hacen salir del país, consigo o por cualquier otro medio, dinero en
efectivo o instrumentos financieros negociables emitidos al portador, para
evitar la identificación de su origen, incautación o decomiso.
AUTONOMÍA DEL DELITO DE LAVADO DE ACTIVOS

CASACIÓN N.° 1723-2018 PUNO

Hechos del caso

- El doce de septiembre de dos mil once, aproximadamente a las 16:10 horas,


personal policial del DEPANDRO-PNP-Puno, tras haber tomado conocimiento
que una persona de sexo masculino transportaría dinero en efectivo y/o paquetes
adheridos al cuerpo, desde la frontera de Desaguadero hacia la ciudad de Puno,
realizó un operativo policial en la carretera Panamericana, a la altura del puesto
de control de Aduanas Ojherani-Puno. Así, a las 16:15 horas se intervino al
encausado Inocencio Quispe Serrano quien era pasajero del vehículo de placa de
rodaje A5E-958 de la Empresa Samy Tours, a quien se le practicó un registro
superficial y se le detectaron unos paquetes adheridos al cuerpo, por lo cual fue
trasladado a la DEPANDRO-PNP-Puno, a fin de continuar con las diligencias
preliminares.

- En la dependencia policial se encontró al encausado una media nylon de color


negro, al interior de la cual se hallaron ocho paquetes de dinero (soles), en billetes
de diversa denominación adheridos al cuerpo, por la cantidad total de S/ 79 930,00
(setenta y nueve mil novecientos treinta soles); asimismo, se encontró un celular
con el abonado número 950-982-771 marca Motorola, con su respectivo chip y
batería; luego se procedió a realizar el examen de adherencia de alcaloide de
cocaína con resultado negativo.

- El intervenido Inocencio Quispe Serrano manifestó que dicho dinero se lo entregó


la encausada Emiliana Nereyda Chambilla Chipana por encargo de la encausada
Nora Chambilla Chipana quien sería su familia; sin embargo, no es a Nora
Chambilla Chipana a quien se atribuye la propiedad de dicho dinero, sino que
Emiliana Nereyda Chambilla Chipana manifestó que el dinero es de propiedad de
su esposo Francisco Gregorio Sarmiento Sarmiento y suyo, el cual fue obtenido
en calidad de préstamo del ScotiaBank en abril de dos mil once en la ciudad de
Puno. Respecto al motivo por el cual dicho dinero se encontraba en Desaguadero,
argumentó que lo trabajaba en su puesto de cambio de moneda en esa ciudad.
- Además, se tiene que Emiliana Nereyda Chambilla Chipana y su esposo Francisco
Gregorio Sarmiento Sarmiento, registran la propiedad del inmueble del jirón
Cañete N.° 122, Barrio Porteño, de la ciudad de Puno, además el vehículo marca
Toyota Corolla de placa de rodaje AU-3473; mientras que Nora Chambilla
Chipana y su esposo Fidel Yoni Juli Sarmiento registran como bienes un vehículo
camioneta rural, marca Mitsubishi modelo Pajero, año 1998, con placa de rodaje
B5U-451 y un vehículo camioneta rural, marca Toyota, modelo Hiace, año 1983,
cuyos orígenes no han sido establecidos.
- Es pertinente precisar que la encausada Nora Chambilla Chipana indicó que envió
a Inocencio Quispe Serrano a recoger el dinero incautado de parte de su hermana
Nereyda pues este sería utilizado para la adquisición de un vehículo en la ciudad
Lima, a través de su esposo Fidel Juli Sarmiento, transportista de la empresa Samy
Tours S.A.

RESPECTO A LA AUTONOMÍA DEL LAVADO DE ACTIVOS

La Corte Suprema, mediante Recurso de Casación N° 1723-2018/Puno, ha establecido la


correcta interpretación de la autonomía del delito de lavado de activos, en virtud a lo
establecido en el artículo 6° del Decreto Legislativo N° 986.

En efecto, la Sala Penal Transitoria ha señalado que, la punición del delito de lavado de
activos remite a sancionar todo aquel acto, procedimiento u operación orientada a otorgar
una apariencia de legitimidad a los bienes o recursos que provienen de actividades
delictivas. Asimismo, la Sala precisa que este delito reviste una naturaleza pluriofensiva,
toda vez que compromete varios intereses jurídicamente relevantes como la eficacia de la
administración de justicia, la transparencia del sistema financiero, la legitimidad de la
actividad económica e, incluso, la incolumidad de la salud pública.

En cuanto a la autonomía de este delito, el Tribunal Supremo ha indicado que, según el


artículo 6° del D. L. N° 986 – norma vigente al momento de los hechos – resulta
innecesario que las actividades ilícitas que produjeron el dinero, los bienes, efectos o
ganancias, se encuentren sometidas a investigación, proceso judicial o hayan sido objeto
de sentencia condenatoria, siendo suficiente acreditar que el agente conocía o pudo
presumir la actividad criminal antecedente. En ese sentido, señala que, supeditar la
investigación, juzgamiento y sanción de este delito a la identificación específica del
origen ilícito del que provienen los activos representa la negación misma del fin político
criminal que orienta la represión y lucha contra el lavado de activos. Sin perjuicio de ello,
la Sala precisa que lo anterior no implica aceptar la remisión gaseosa al origen del activo
maculado bajo el argumento genérico de negocios ilícitos, sin sustento ni respaldo en
elemento de prueba alguna.

Esta jurisprudencia es relevante, pues interpreta el artículo 6° d el D.L. N° 986, en cuanto


a la autonomía del tipo penal de lavado de activos.

La Corte Suprema señala: “La norma penal es expresa en cuanto a la autonomía del delito
de lavado de activos. Resulta innecesario que las actividades ilícitas que produjeron el
dinero, los bienes, efectos o ganancias, se encuentren sometidas a investigación, proceso
judicial o hayan sido objeto de sentencia condenatoria (artículo 6 del Decreto Legislativo
N.° 986), basta con acreditar que el agente penal conocía o pudo presumir la actividad
criminal antecedente. Supeditar la investigación, juzgamiento y sanción de este delito a
la identificación específica del origen ilícito del que provienen los activos representa la
negación misma del fin político criminal que orienta la represión y lucha contra el lavado
de activos. El tipo penal de lavado de activos no sanciona un acto generador de activos y
el posterior proceso de lavado de esos activos; lo único que castiga es el acto de lavado”

No obstante, se advierte que el titular de la acción penal, al sustentar el recurso de ciernes,


se remitió a lo regulado en el artículo 10 del Decreto Legislativo N.° 1106, que prevé la
autonomía del delito de lavado de activos respecto del delito previo generador de las
ganancias ilícitas. Apartado normativo que, conforme con el desarrollo jurisprudencial,
reviste una naturaleza meramente declarativa y de reconocimiento a dicho carácter
autónomo del delito, a partir de la consignación de una sumilla ideográfica con tal
referencia, la cual no resulta novedosa sino que se colige desde la regulación primigenia
de esta conducta, conforme puede verse en la Ley 27765 del veintisiete de junio de dos
mil dos, y su modificatoria, Decreto Legislativo N.° 986 del veintidós de julio de dos mil
siete, normas que, en su artículo 6, precisaron dicho carácter del delito en análisis.
ANALISIS DEL CASO: APLICACIÓN DE TEORIA DEL DELITO

ACCION O CONDUCTA
El titular de la acción penal, en su postulación acusatoria, deberá ser claro al
establecer los presuntos orígenes maculados de los bienes, dinero o ganancias
objeto de blanqueo y dependerá de la valoración por parte del órgano
jurisdiccional de la prueba sometida al contradictorio la que permitirá verificar la
responsabilidad del agente penal o, en su defecto, dictar su absolución, para tal fin
podrá dirigir su análisis indistintamente a la prueba directa y/o indiciaria, siendo
esta última la de mayor incidencia en estos casos.

TIPICIDAD
Los hechos descritos fueron calificados por el titular de la acción penal como
delito de lavado de activos en su modalidad actos de conversión y transferencia;
y alternativamente en su modalidad de actos de ocultamiento y tenencia.
ESTRUCTURA
DEL TIPO ELEMENTOS TÍPICOS HECHOS DEL CASO
PENAL
Delito de lavado de activos
en su modalidad actos de
ACCIÓN TÍPICA conversión y transferencia;
y alternativamente en su
modalidad de actos de
TIPO ocultamiento y tenencia.
OBJETIVO BIEN JURIDICO Orden socioeconómico
PROTEGIDO
Inocencio Quispe Serrano
ACTIVO
SUJETOS PASIVO El Estado

JURÍDICO El origen ilícito del dinero


OBJETO incautado.
MATERIAL La suma de dinero y
actividades criminales
relacionadas con la minería
ilegal.
VERBO Convertir, Conductas que recaen
RECTOR transferir, siempre sobre bienes
adquirir, utilizar, (dinero, títulos valores,
guardar, custodiar, efectos o ganancias) de
recibir, ocultar, origen delictivo.
administrar o
transportar
Cuyo fin es justamente el
TIPO de dificultar la
SUBJETIVO DOLO identificación de dicho
origen maculado.

EL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO

El proceso de extinción de dominio (antes pérdida de dominio) procede sobre todo bien
patrimonial que constituya objeto, instrumento, efectos o ganancias que tengan relación
o se derivan de actividades ilícitas. Se caracteriza por su naturaleza autónoma e
independiente, real y patrimonial. La carga de la prueba en esta clase de procesos es
mixta, por cuanto al Ministerio Público le corresponde probar la vinculación de los
objetos, instrumentos, efectos o ganancias con el delito o con la organización criminal; y
a la afectada se le exige que acredite el origen lícito de los bienes aportando el material
probatorio que corresponda. La expedición de sentencia absolutoria en proceso penal no
impide el séquito del proceso de extinción de dominio, ni su extensión respecto de los
sucesores del demandado.

Ahora bien, según Ricardo Rivera Ardilla la Extinción de Dominio es autónoma


e independiente, porque la acción tiene derecho y causales propias, rasgos y
procedimientos exclusivos; bajo la justificación de la defensa del origen lícito de
la propiedad, por lo que su carácter no tiene vinculación con el proceso penal,
civil, administrativo, arbitral, o cualquier otro. Igualmente, es real, debido a que
su objeto son bienes o derechos con valoración económica, concretos,
determinados e identificados, y no conductas o personas. Y finalmente, es
patrimonial, en atención a que procede respecto de bienes con estimación
económica corporales o incorporales, muebles o inmuebles, tangibles o
intangibles.

EL PROCESO DE PÉRDIDA DE DOMINIO Y SU ÁMBITO DE APLICACIÓN

Como institución, la pérdida o extinción de dominio fue incorporada en nuestro


ordenamiento legal, con la dación del Decreto Legislativo N° 992, publicado el veintidós
de julio de dos mil siete en el diario oficial El Peruano. La expedición de este cuerpo
normativo tuvo el objetivo de obtener mecanismos para la lucha contra la delincuencia
organizada y la generación de desincentivos en la obtención de ganancias ilícitas. La
legitimidad constitucional de la institución se sustenta en que la propiedad o el dominio
obtenido al margen de la ley no cae dentro del ámbito de la inviolabilidad de la propiedad,
constitucionalmente protegible. No se trata de una institución puramente penal, pues su
activación no descansa necesariamente en la afectación de las ganancias ilícitas (penales)
propiamente dichas. Es más, en la extinción de dominio se ataca el patrimonio obtenido
ilícitamente y no a la persona que lo obtuvo. Por ello, tiene igualmente una naturaleza
civil. Este decreto legislativo fue modificado por Ley N° 29212, del dieciocho de abril de
dos mil ocho; y luego, el diecinueve abril dos mil doce, fue derogado por la única
disposición derogatoria del Decreto Legislativo N.° 1104. Actualmente, se encuentra
vigente el Decreto Legislativo N.° 1373, cuerpo legal que regula el proceso de extinción
de dominio y que derogó al Decreto Legislativo N° 1104.

LA NATURALEZA DEL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO

Quizás el principal problema alrededor de la naturaleza del proceso de Extinción de


Dominio consista en lograr su propia autonomía como una nueva especialidad dentro del
derecho procesal; ya que al tratarse en lo sustancial de un tema con efectos civiles y
procesalmente con una tramitación sujeta a reglas penales, pueden surgir confusiones al
momento de su aplicación jurisprudencial. Por lo general, los jueces de formación penal
son reacios a aceptar que la extinción tiene el propósito de perseguir propiedades y no
imputados; en tanto los jueces con experiencia en materia civil tienen dificultades en
aplicar las reglas en medidas cautelares y litigación oral de índole penal; lo que genera
discrepancias en cuanto a la interpretación de las instituciones jurídicas propias de la
extinción de dominio. Así, la autonomía de la extinción de dominio debe generar una
doctrina que consolide sus propias prácticas procesales, bajo el propósito de proteger la
propiedad legítimamente adquirida y desarrollar, simultáneamente, lineamientos respecto
de los límites de persecución civil del patrimonio obtenido de forma ilícita, lo que
depende en general de la actividad que desarrollen los jueces, fiscales y defensores
públicos o privados especializados en esta materia.

De acuerdo al Fundamento Jurídico 18 de la Casación Nº 1408-2017 PUNO se considera


al Proceso de Pérdida de Dominio (ahora Extinción de Dominio) como un mecanismo
procesal especial independiente del proceso penal, con naturaleza jurisdiccional, de
carácter real y de contenido patrimonial; pues procede sobre cualquier derecho real,
principal o accesorio, independientemente de quien lo tenga en su poder o lo haya
adquirido. En este sentido, los artículos 2.3 del Título Preliminar y 3 del Decreto
Legislativo Nº 1373 han reconocido que el Proceso de Extinción de Dominio tiene las
siguientes características: a) Autónomo e independiente; b) Real; y, c) Patrimonial.

LOS PRESUPUESTOS DE LA EXTINCIÓN DE DOMINIO

El artículo 1 del Título Preliminar del Decreto Legislativo Nº 1373 estipula que procede
la extinción de dominio sobre todo bien patrimonial que constituya objeto, instrumento,
efectos o ganancias que tengan relación o que se derivan de actividades ilícitas contra la
administración pública, el medioambiente, tráfico ilícito de drogas, terrorismo, secuestro,
extorsión, trata de personas, lavado de activos, contrabando, defraudación aduanera,
defraudación tributaria, minería ilegal y otras con capacidad de generar dinero, bienes,
efectos o ganancias de origen ilícito o actividades vinculadas a la criminalidad
organizada. Dentro de este contexto, los presupuestos de procedencia del proceso de
extinción de dominio establecidos legalmente, al amparo del artículo 7 del mismo Decreto
Legislativo Nº 1373, son los siguientes:

a. Cuando se trate de bienes que constituyen objeto, instrumento, efectos o


ganancias de la comisión de actividades ilícitas, salvo que por ley deban ser
destruidos o no sean susceptibles de valoración patrimonial.
b. Cuando se trate de bienes que constituyan un incremento patrimonial no
justificado de persona natural o jurídica, por no existir elementos que
razonablemente permitan considerar que provienen de actividades ilícitas.
c. Cuando se trata de bienes de procedencia lícita que han sido utilizados o
destinados para ocultar, encubrir, incorporar bienes de ilícita procedencia o que
se confundan, mezclen o resulten indiferenciables con bienes de origen ilícito.
d. Cuando se trate de bienes declarados en abandono o no reclamados y se tenga
información suficiente respecto a que los mismos guardan relación directa o
indirecta con una actividad ilícita.
e. Cuando los bienes o recursos de que se trate provengan de la enajenación o
permuta de otros que tengan su origen directo o indirecto en actividades ilícitas o
constituyan objeto, instrumento, efectos o ganancias de las mismas.
f. Cuando se trate de bienes y recursos que han sido afectados dentro de un proceso
penal y que el origen de tales bienes, su utilización o destino ilícito no hayan sido
objeto de investigación o habiéndolo sido no se hubiere tomado sobre ellos una
decisión definitiva por cualquier causa.
g. Cuando se trate de bienes objeto de sucesión por causa de muerte y los mismos
se encuentren dentro de cualquiera de los presupuestos anteriores.

Estos criterios legales de alguna forma se encuentran preliminarmente recogidos en el


Fundamento Jurídico 20 de la Casación Nº 1408-2017 PUNO, cuando advierte que el
proceso de pérdida de dominio (ahora extinción de dominio) se puede efectuar, aun
cuando se haya extinguido la acción penal por el delito del cual se derivan los objetos,
instrumentos, efectos o ganancias, incluso en contra de los sucesores que los tengan en su
poder, y de ser el caso, sentencias absolutorias. En este extremo la Casación N° 1408-
2017-PUNO merece desglosarse en tres puntos medulares: en primer lugar, la distinción
entre objetos, instrumentos y efectos o garantías del delito; en segundo lugar, la
posibilidad de continuar el proceso de extinción de dominio contra los sucesores; y, en
tercer lugar, la subsistencia del proceso de extinción de dominio inclusive después de las
sentencias absolutorias en materia penal. Sobre el primer tema se tiene en principio el
Acuerdo Plenario N° 5-2010/CJ-116 del 16 de noviembre del 2010, y más adelante los
artículos 3.7 y 3.9 del Título Preliminar del Decreto Legislativo N° 1373 con mayor
profundidad, han fijado que los bienes que constituyen objeto de actividades ilícitas son
todos aquellos sobre los que recayeron, recaen o recaerán actividades ilícitas; en tanto los
bienes que constituyen instrumento de actividades ilícitas son los que fueron, son o serán
utilizados como medios, de cualquier forma, en su totalidad o en parte, para la comisión
de actividades ilícitas; mientras que los efectos o ganancias de actividades ilícitas son los
bienes resultado directo o indirecto de la comisión de actividades ilícitas. La distinción
resulta siempre ciertamente difícil cuando se trata de aplicar dichas definiciones a nivel
de los casos concretos; por lo que queda a la jurisprudencia esclarecer la clasificación de
bienes materia de la extinción de dominio, sobre todo, cuando se trate de bienes, objetos
o instrumentos que en su cadena de formalización legal atraviesan por diferentes estadios
hasta su reconocimiento formal en el sistema jurídico. En segundo lugar, la posibilidad
de continuar el proceso de extinción de dominio contra los sucesores, ya tiene merecido
reconocimiento en el artículo 7 del mismo Decreto Legislativo Nº 1373, cuando se
prolonga la procedencia de la extinción de dominio a los bienes objeto de sucesión por
causa de muerte, lo que ratifica su naturaleza patrimonial; pues este proceso no está
encaminado a perseguir a las personas como en el proceso penal, sino al patrimonio
ilícitamente adquirido. Finalmente, en tercer lugar, la extinción de dominio sobrevive a
las sentencias absolutorias en materia penal, en base precisamente al mismo Principio de
Autonomía descrito en el artículo 2.3 del Título Preliminar del Decreto Legislativo 1373,
cuando se indica que el proceso de extinción de dominio es independiente y autónomo
del proceso penal, civil u otro de naturaleza jurisdiccional o arbitral; por lo que lo que no
depende de los pronunciamientos que se produzcan en otros procesos sean que se
encuentren en trámite o tengan la calidad de la cosa juzgada, y cuando no medie decisión
en el asunto específico de extinción de dominio.

LA CARGA DE LA PRUEBA EN EL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO

Sobre el particular, el artículo 2.9 del Título Preliminar del Decreto Legislativo Nº 1373
sobre Extinción de Dominio ratifica que el Ministerio Público tiene la carga de la prueba
para la admisión a trámite de la demanda de extinción de dominio y ofrecer las pruebas o
indicios concurrentes o razonables del origen o destino ilícito del bien, y admitida a
trámite la demanda, al requerido le corresponde demostrar el origen o destino lícito del
mismo. En consecuencia, se trata efectivamente de una carga mixta de la prueba y no
dinámica, al estar obligados tanto demandante como demandado a acreditar determinados
hechos respecto del origen del bien materia de debate.
De forma más detallada, en el caso del Ministerio Público al tratarse de un razonamiento
puramente indiciario deberá necesariamente recurrirse al artículo 158.3 del Código
Procesal Penal sobre Prueba Indiciaria, donde se exige que el indicio esté probado; la
inferencia se encuentre basada en reglas de la lógica, la ciencia y la experiencia; y si se
trata de indicios concurrentes que sean plurales, concordantes y convergentes y no se
presenten contraindicios consistentes.

De otro lado en materia de extinción de dominio, al estar el requerido obligado a


demostrar el origen o destino lícito del bien, se tiene que de tratarse de un tercero de buena
fe, no le basta con acreditar la Buena Fe Simple, que es la conciencia recta y honesta de
que está obrando de acuerdo a la moral y ética de la sociedad sin mayor exigencia a una
especial conducta acorde a la situación; sino una Buena Fe Cualificada o exenta de culpa,
que obliga al tercero que pretenda hacer valer derechos en extinción de dominio, a ser
reconocido como tercero de buena fe que debió haber obrado con prudencia y diligencia.
(Salazar, 2018: 51).

Y si bien es cierto, la composición mixta de la carga tiene su justificación en el


artículo 2.4 del Título Preliminar del Decreto Legislativo N° 1373 y el artículo
5.2 del Decreto Supremo N° 007-2019-JUS, cuando se promociona la protección
única y exclusiva a la propiedad u otros derechos patrimoniales obtenidos
mediante justo título o compatibles con el ordenamiento jurídico, salvo el derecho
de tercero de buena fe. Sin embargo, la elaboración de la diferencia entre Buena
Fe Simple y Buena Fe Cualificada genera una mayor carga probatoria a la parte
afectada disminuyendo el estándar de prueba exigible al Ministerio Público; en
virtud a que la acreditación del origen de los bienes imprime la necesidad de
explicar un nivel de prudencia y diligencia más elevado que el común, y que
deberá aplicarse sabiamente en cada caso concreto, sobre todo, en atención a las
cuestiones antropológicas y culturales que rodean al momento de adquisición de
alguna clase de bien. En este sentido, es probable que la extinción de dominio en
cuanto a la carga de la prueba permita insinuar el cuestionamiento a su
constitucionalidad en cuanto herramienta de lucha contra la criminalidad
organizada, y el peso probatorio adicional conferido al demandado tienda
necesariamente a colisionar con el principio de igualdad procesal entre las partes,
lo que puede determinar la reformulación de nuestra concepción clásica sobre las
presunciones legales propias de la Buena Fe Registral o la Presunción de
Legalidad de los actos jurídicos.

En el Fundamento Jurídico 19 de la de la Casación Nº 1408-2017 PUNO se tiene


determina que la carga de la prueba es mixta en extinción de dominio; ya que al Ministerio
Público le corresponde probar la vinculación de los objetos, instrumentos, efectos o
ganancias con el delito o con la organización criminal; y a la afectada se le exige que
acredite el origen lícito de los bienes aportando el material probatorio que corresponda.

EL PROCESO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO

CASACIÓN Nª 1408-2017-PUNO

Hechos del caso

- El representante de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Puno,


mediante requerimiento acusatorio (foja 1) del cuaderno de debate, formuló
acusación en contra de Leonardo Callalli Warthon, por la presunta comisión del
delito de lavado de activosactos de conversión y transferencia, previsto en el
artículo 1 del Decreto Legislativo N.° 1106, en agravio del Estado; contra
Leonardo Callalli Béjar y María Rodríguez Warton, por la presunta comisión del
delito de lavado de activos-actos de ocultamiento y tenencia, previsto en el
artículo 2 del Decreto Legislativo N.° 1106, en agravio del Estado; y contra Nayda
Suárez Sánchez e Ysaura Loayza Pacheco, por la presunta comisión del delito de
lavado de activos-actos de transporte y traslado, previsto en el artículo 3 del
Decreto Legislativo N.° 1106, en agravio del Estado.
- Realizada la audiencia de control de requerimiento de acusación, conforme al acta
respectiva (foja 46), se emitió auto de enjuiciamiento del quince de septiembre de
dos mil catorce (foja 50).

Los hechos de la Casación Nº 1408-2017 PUNO tienen origen en la investigación


seguida en contra de Leonardo Callalli Warthon y otros por el delito de minería
ilegal y lavado de activos vinculado a la minería ilegal; por cuanto se habría
determinado un incremento inusual en el capital de la empresa de su propiedad
“Los Poderosos Minera Aurífera E.I.R.L.”. Por su parte, los demás imputados
fueron comprendidos en la investigación por la entrega de dinero para la
adquisición de maquinaria pesada en Bolivia, el otorgamiento de préstamos sin
explicación aparente a favor de la empresa y el transporte de dinero a favor de
referida persona jurídica, cuya procedencia ilícita debían presumir.
Los temas relevantes que aparecen en la Casación Nº 1408-2017 PUNO sobre
pérdida de dominio son: la determinación de su naturaleza, los presupuestos de
procedencia, la carga de la prueba y las diferencias entre el proceso de pérdida de
dominio (ahora extinción de dominio) y el proceso penal; todos los que son
analizados ahora a la luz del Decreto Legislativo Nº 1373 del 4 de agosto del 2018
sobre Extinción de Dominio y su respectivo Reglamento, Decreto Supremo Nº
007-2019-JUS del 1 de febrero de 2019, actualmente vigentes.

Actualmente la decisión de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema


contenida en la Casación Nº 1408-2017 PUNO del 30 de mayo del 2019
constituye el antecedente jurisprudencial más importante en materia de Pérdida
de Dominio a nivel nacional; ya que en primer lugar, declaró la nulidad de la
sentencia de primera instancia que absolvió a Leonardo Callalli Warthon y otros
por el delito de Lavado de Activos previsto en los artículos 1, 2 y 3 del Decreto
Legislativo Nº 1106; y en segundo lugar, materializó la posibilidad de iniciar
procesos pérdida de dominio (ahora extinción de dominio) incluso con sentencias
absolutorias.

ANALISIS DEL CASO: APLICACIÓN DE TEORIA DEL DELITO

ACCION O CONDUCTA
Por el delito de minería ilegal y lavado de activos vinculado a la minería ilegal;
por cuanto se habría determinado un incremento inusual en el capital de la
empresa de su propiedad «Los poderosos minera aurífera E.I.R.L.». Por su parte,
los demás imputados fueron comprendidos en la investigación por la entrega de
dinero para la adquisición de maquinaria pesada en Bolivia, el otorgamiento de
préstamos sin explicación aparente a favor de la empresa y el transporte de dinero
a favor de referida persona jurídica, cuya procedencia ilícita debían presumir.
ESTRUCTURA
DEL TIPO ELEMENTOS TÍPICOS HECHOS DEL CASO
PENAL
Por el delito de minería ilegal
ACCIÓN TÍPICA y lavado de activos vinculado
a la minería ilegal.
BIEN JURIDICO La defensa del origen lícito de
PROTEGIDO la propiedad.
TIPO Leonardo Callalli Warthon y
OBJETIVO SUJETOS ACTIVO otros.
PASIVO El Estado

El proceso de extinción de
OBJETO JURÍDICO dominio (antes pérdida de
dominio).
MATERIAL Incremento inusual de capital,
sobre todo, bien patrimonial
que constituya objeto,
instrumento, efectos o
ganancias que tengan relación
o se derivan de actividades
ilícitas
VERBO Convertir, Conductas que recaen
RECTOR transferir, siempre sobre bienes (dinero,
adquirir, utilizar, títulos valores, efectos o
guardar, custodiar, ganancias) de origen
recibir, ocultar, delictivo.
administrar o
transportar
Cuyo fin es justamente el de
TIPO DOLO dificultar la identificación de
SUBJETIVO dicho origen maculado.

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