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Expediente: 00642-2022-0-1817-SP-CO-01

Especialista: xxx
Cuaderno: Principal.
Escrito: S/N
Sumilla: Recurso de casación

A LA PRIMERA SALA CIVIL SUBESPECIALIDAD COMERCIAL DE LA


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA:

ASPILLAGA ANDERSON HERMANOS S.A. (en adelante, ‘ASPILLAGA’),


actuando a través de sus abogados; en los seguidos contra el ROYECTO
ESPECIAL DE INFRAESTRUCTURA DE TRANSPORTE NACIONAL –
PROVÍAS NACIONAL (en adelante, ‘PROVIAS’); sobre NULIDAD DE LAUDO
ARBITRAL; ante ustedes atentamente dice:

Que, el xxx, ASPILLAGA fue notificado electrónicamente con la Resolución No. 6, que
contiene la Sentencia de Vista, por la cual se declara fundado el recurso de nulidad de
laudo arbitral presentado por PROVIAS contra el Primer Punto Resolutivo del Laudo
Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de abril del 2019 basado en la causal b) del
numeral 1 del Artículo 63° del Decreto Legislativo N°1071 ( ‘Ley de Arbitraje’),
declarando inválido el Laudo Parcial Arbitral y, por tanto, nulo el laudo final.

Al respecto, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 386 y 396 del Código
Procesal Civil (‘CPC’), se interpone RECURSO DE CASACIÓN en los siguientes
términos:

I. PETITORIO.

Pretensión principal nulificante: la nulidad de la Sentencia de Vista por infracción a


los artículos 50, inciso 6)1 y artículo 1212 del CPC, ya que adolece de los siguientes
vicios:

1
Artículo 50 del CPC. – Son deberes de los Jueces en el proceso: “[…] 6. Fundamentar los autos y
sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia”
2
Artículo 121 del CPC. – “[…] Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso, en
definitiva, pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida
declarando el derecho de las partes o, excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”
(i) Una patente afectación al debido proceso como garantía constitucional
consagrado en el artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del
Perú (‘CPP’) y a la naturaleza jurisdiccional del arbitraje contenida en el
inciso 1) del mismo artículo, derivado de una interpretación errónea del
artículo 41° y 62° de la Ley de Arbitraje, al producir una extralimitación
del control post-laudo que pueden ejercer los jueces.

(ii) Motivación incongruente al pronunciarse extra petita sobre cuestiones


que no han sido debatidas por las partes (pronunciamiento extra petita)
trasgrediendo los principios de congruencia procesal, derechos de
defensa y contradicción consagrados en los artículos 139 (3) incisos (3) y
(5) de la CPP.

Pretensión subordinada revocatoria: la revocación de la Sentencia de Vista y,


reformulándola, que la Corte Suprema declare infundada la demanda en todos sus
extremos, debido a lo siguiente:

(i) Infracción normativa al interpretar incorrectamente el artículo 34° del


Decreto Legislativo N°1192 (‘Ley de Expropiación’).

(ii) Infracción normativa por vulneración a los artículos 3° inciso 4), 41° inciso 4),
59° incisos 1) y 2), 62° incisos 1) y 2) de la Ley de Arbitraje.

(iii) Infracción normativa por apartamiento injustificado a la naturaleza


jurisdiccional del arbitraje consagrada en el artículo 139° inciso 1) de la
CPP.

II. ADMISIBILIDAD DEL RECURSO.

1. El artículo 391° del CPC establece los siguientes requisitos de admisibilidad del
recurso de casación:

- El recurso de casación debe indicar separadamente cada causal invocada.


Asimismo, citar concretamente los preceptos legales que considere
erróneamente aplicados o inobservados, precisa el fundamento o los
fundamentos doctrinales y legales que sustenten su pretensión y expresa
específicamente cuál es la aplicación que pretende;

- El recurso se interpone:

a. Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada.


b. Dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia cuando corresponda.
c. Adjuntando el recibo de la tasa respectiva.

2. ASPILLAGA cumple con tales requisitos de admisibilidad. En primer lugar, en


cuanto a las causales invocadas contenidas en el artículo 388 del CPC, se detallará en
los apartados [*] y [*] las normas infringidas y cómo estas han generado que la
Sentencia de Vista resuelva erradamente declarar fundada la demanda de nulidad de
laudo arbitral. En concreto:

 La descripción clara y precisa de la infracción a los artículos 50.6° y 121°


del CPC, así como su incidencia en la decisión, se encuentra en el apartado
[*] de este escrito.
 La descripción clara y precisa de la infracción al artículo 34° de la Ley de
Expropiación [que este conforme al apartado 1.2 que pedí conversar]

3. En segundo lugar, el recurso de casación es interpuesto ante la Segunda Sala Civil


Subespecializada en lo Comercial, la misma que emitió la Resolución No. 6, que
ahora es impugnada.

4. En tercer lugar, el recurso ha sido interpuesto dentro del plazo legal concedido,
siendo que fue notificado físicamente el xxx, por lo que el plazo para interponer el
recurso de casación vencería el 20 de junio de 2023.

5. Finalmente, se adjunta el recibo de las tasas respectivas.

III. PROCEDENCIA DEL RECURSO.

A. Causales en las que se fundamenta la Casación

6. La Ley N°31591, que modificó recientemente el artículo 388° del CPC sobre causales
para interponer recurso de casación, ha establecido expresamente como causales las
siguientes:

a. Si la sentencia o auto ha sido expedido con inobservancia de algunas de las


garantías constitucionales de carácter procesal o material, o con una
indebida o errónea aplicación de dichas garantías.

b. Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas


legales de carácter procesal sancionadas con nulidad.
c. Si la sentencia o auto importa una indebida aplicación, una errónea
interpretación o una falta de aplicación de la ley o de otras normas jurídicas
necesarias para su aplicación.

d. Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta de motivación o manifiesta


ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor.

7. La Primera Pretensión Principal nulificante de esta casación se basa en una infracción


a los artículos 50, inciso 6)3 y artículo 1214 del CPC; incurriendo en las causales a), b)
y d) del artículo 388° del CPC.

8. Por su parte, la pretensión subordinada revocatoria, se basa en una incorrecta


valoración de los argumentos, indebida aplicación e interpretación de las normas de
expropiación y en una ausencia de motivación por parte del Juez Superior al no
pronunciarse sobre la totalidad de argumentos expresados por ASPILLAGA en sede
judicial, incurriendo en las causales c) y d) del artículo 388° del CPC.

B. La casación cumple con los requisitos de procedencia previstos en la Ley de


Arbitraje:

9. El presente recurso de casación, al tratarse de una Sentencia de Vista que resuelve una
demanda de nulidad de laudo arbitral, debe sujetarse a los parámetros legales
establecidos en la Ley de Arbitraje para su procedencia, como aplicación de la norma
especial.

10. En ese sentido, la Ley de Arbitraje ha dispuesto una única condición de procedencia
para cuestionar la decisión de La Corte Superior a través de un recurso de casación a
través del artículo 64° inciso 5) de la Ley de Arbitraje, al indicar que: “sólo procede
recurso de casación ante la Sala Civil de la Corte Suprema, cuando el laudo hubiera
sido anulado en forma total o parcial”5 Tal como ocurre en nuestro caso.
11. El arbitraje no permite una doble instancia o un “rexamen” de la decisión del árbitro a
través de una apelación, tal como lo prohíbe expresamente el artículo 62° de la Ley de

3
Artículo 50 del CPC. – Son deberes de los Jueces en el proceso: “[…] 6. Fundamentar los autos y sentencias,
bajo sanción de nulidad, respetando los principios de jerarquía de las normas y el de congruencia”
4
Artículo 121 del CPC. – “[…] Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso, en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida declarando el derecho de
las partes o, excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”
5
Véase también la Segunda Disposición Modificatoria de la Ley de Arbitraje: “Agréguese un último párrafo al
artículo 384 del Código Procesal Civil del Texto Único Ordenado aprobado mediante Resolución Ministerial Nº
351- 2004-JUS con la siguiente redacción: “En los casos previstos en la Ley de Arbitraje, el recurso de casación
tiene por finalidad la revisión de las resoluciones de las Cortes Superiores, para una correcta aplicación de las
causales de anulación del laudo arbitral y de las causales de reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros (*)
RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS.”
Arbitraje. Únicamente es posible interponer una demanda de nulidad de laudo arbitral
bajo causales taxativas contempladas en el artículo 63° de la Ley de Arbitraje, al
tratarse de causales que sancionan vicios procesales, pero no el fondo de la decisión en
sí misma.

12. Por esa razón, ante una decisión de la Sala Civil que declara fundada o infundada una
demanda de nulidad de laudo arbitral, la casación resulta la siguiente vía para que dicha
decisión pueda ser cuestionada por la parte que se considere afectada.

13. Incluso, aunque se pretendiera interponer un recurso de amparo, el Tribunal


Constitucional a través de la famosa sentencia “María Julia” recaía en el expediente
0142-2011-PA/TC ha sido enfático al indicar que sólo es procedente la vía
constitucional cuando no exista otra vía igualmente satisfactoria:

“[…] En tales circunstancias quien acuda al recurso de anulación de laudo debe


saber que lo que la instancia judicial decida ha de ser lo definitivo, sin que sea
posible a posteriori acudir al proceso constitucional de amparo, ya que en este
supuesto es de aplicación el inciso 3 del artículo 5° del Código Procesal
Constitucional”

14. Esta otra vía igualmente satisfactoria es el recurso de casación. Por esa razón, el
artículo 64° inciso 5) de la Ley de Arbitraje expresamente ha invocado la posibilidad
de que los Jueces Supremos revisen la decisión de un Juez superior en materia de laudo
arbitral; para permitirle a ambas partes ejercer su derecho al defensa consagrado en el
artículo 139° de la Constitución Política del Perú, siempre que se trate de una sentencia
que ha anulado parcial o totalmente el laudo arbitral (causal de procedencia).

15. Una interpretación contraria y restrictiva, puede ocasionar -peligrosamente – escenarios


de indefensión para alguna parte si no se le permite cuestionar la decisión del Juez
Superior que habría sido emitida en fragante vulneración a las garantías procesales que
nuestro ordenamiento jurídico protege y promueve.
16. Avendaño Valdés, comentando el artículo 63° de la Ley de Arbitraje, arriba al mismo
entendimiento:

“Cuando las partes recurren al arbitraje, entre otras razones, lo hacen


porque es esencialmente rápido y permite una solución pronta. Sin
embargo, al final de cuentas estarán litigando en las siguientes instancias
o etapas: la primera, el arbitraje propiamente dicho, luego el recurso de
anulación planteado ante la Corte Superior y el recurso de casación para
que sea visto el caso ante la Corte Suprema. Como he señalado, luego
cabría interponer el amparo ante el juez especializado, después la
apelación ante la Corte Superior y finalmente el recurso de agravio
constitucional para que el Tribunal Constitucional se pronuncie en última
instancia”6

17. La única condición de procedencia que impone la Ley de Arbitraje es que la Sentencia
de Vista que se pronuncie sobre la nulidad de laudo arbitral, anule de forma total o
parcial la decisión del árbitro: “sólo en esos casos, en donde exista discrepancia entre
lo resuelto por la vía privada y la vía ordinaria, podrá acudirse a la Corte Suprema de
Justicia, vía Casación”7 Lo cual cumplimos.8

18. De esta manera, al cumplirse con las condiciones establecidas en la Ley de Arbitraje
como norma especial para la procedencia de un recurso de casación sobre nulidad de
laudo arbitral, este debe ser declarado procedente. La base normativa para dicho
criterio se fundamenta en el principio de especialidad contenido en el artículo 103° de
la Constitución Política9.

19. La observancia d este principio implica que, en escenarios como este, debe primar la
norma especial (Ley de Arbitraje) sobre la norma general (CPC). Criterio abordado por
el Tribunal Constitucional, por ejemplo, a través de la Sentencia recaída en el
Expediente N°018-2003-AI/TC.10

20. De esta manera, con independencia de las causales de procedencia contempladas en el


CPC, en aplicación de las disposiciones especiales consagradas en la Ley de Arbitraje y

6
AVENDAÑO, Valdéz Juan Luis “comentarios al arículo 63° de la Ley de Arbitraje” En comentarios a la ley de
arbitraje TOMO II. Página 772.
7
GARCÍA Calderón, Gonzalo “comentarios al artículo 64° de la Ley de Arbitraje” En comentarios a la ley de
arbitraje TOMO II. Página 784.
8
Primer Punto Resolutivo de la Sentencia de Vista: “DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación de laudo
arbitral formulado por Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Nacional -Provias Nacional del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones, contra el Primer Punto Resolutivo del Laudo Parcial Arbitral de
Derecho de fecha 12 de abril del 2019 de fojas 80 al 92, basado en la causal b) del numeral 1 del Artículo 63° del
Decreto Legislativo N° 1071, en consecuencia, INVÁLIDO el Laudo Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de
abril del 2019, respecto del Primer Punto Resolutivo que declaró infundada la excepción de incompetencia, NULO
EL LAUDO FINAL”
9
Artículo 103° de la CPP: “pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas [..]”
10
Señalándose que: “una ley especial –de por si regla excepcional en el ordenamiento jurídico nacional– se
ampara en las específicas características, propiedades, exigencias o calidades de determinados asuntos no
generales en el seno de la sociedad. Las leyes especiales hacen referencia específica a lo particular, singular o
privativo de una materia. Su denominación se ampara en lo sui géneris de su contenido y en su apartamiento de
las reglas genéricas. En puridad, surgen por la necesidad de establecer regulaciones jurídicas esencialmente
distintas a aquellas que contemplan las relaciones o situaciones indiferenciadas, comunes o genéricas.
Consecuencia derivada de la regla anteriormente anotada es que la ley especial prima sobre la de carácter
general”
respetando la garantía constitucional de tutela jurisdiccional efectiva 11, el presente
recurso de casación es procedente.

C. En su defecto, la casación es procedente bajo las reglas del Código Procesal Civil.

21. En caso de que la Corte Suprema considere que el recurso de casación de


ASPILLAGA debe regirse bajo las reglas de procedencia previstas en el CPC, se
demostrará que, incluso en ese caso, dicho medio impugnatorio debe declararse
procedente.

22. El artículo 386° del CPC, recientemente modificado por la Ley 31591, establece cuatro
requisitos de procedencia para el recurso de casación:

- En la sentencia o auto se discuta una pretensión mayor a las 500 URP.


- La pretensión sea inestimable en dinero.
- El pronunciamiento de segunda instancia revoque en todo o en parte la
decisión de primera instancia.
- El pronunciamiento de segunda instancia no sea anulatorio.

23. Se cumple con cada uno de ellos. Veamos.

24. Primero, el laudo arbitral declarado nulo por la Sentencia de Vista cuestionada en
este recurso de casación declaró en favor de ASPILLAGA un monto superior a S/
459,609.15 (valor total del justiprecio para las áreas remanentes) 12. Este monto
supera con creces las 500 URP.

25. En cualquier caso, las vulneraciones a las garantías constitucionales cuestionadas en


este recurso de casación son inestables en dinero.

26. La Sentencia de Vista declaró inválido el laudo parcial y nulo el laudo final 13. Este

11
Principio protegido por el Tribunal Constitucional, por ejemplo a través de la reciente sentencia del 9 de marzo de
2023 recaída en el Expediente 00030-2021-PI/TC, donde indicó que: “el artículo 139.3 de la Constitución Política
de 1993 reconoce a toda persona el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos, una de cuyas garantías es el acceso a la justicia, que se concreta en el derecho de promover la
actividad jurisdiccional del Estado que culmine en una decisión judicial sobre lo pretendido en la causa”
12
Ello, sin considerar lo señalado en el Segundo Punto Resolutivo del Laudo Final: “Segundo. Declarar por unanimidad
FUNDADA la Primera Pretensión Subordinada a la Primera Pretensión Principal, en consecuencia, el valor de las Parcelas
‘A’ y ‘C’ deberá entenderse en S/ 2.2776; por tanto, se ordena a la DEMANDADA PROVÍAS a cancelar el monto de S/
27,168.14 por la parcela ‘A’ y S/ 17,074.40 por la parcela ‘C’, más los intereses legales que correspondan a partir de la
recepción de la solicitud del laudo y hasta la fecha del pago efectivo de dichos montos.”
13
Véase el Primer Punto Resolutivo de la Sentencia de Vista: “DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación de laudo
arbitral formulado por Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Nacional -Provias Nacional del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones, contra el Primer Punto Resolutivo del Laudo Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de abril
del 2019 de fojas 80 al 92, basado en la causal b) del numeral 1 del Artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071, en
consecuencia, INVÁLIDO el Laudo Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de abril del 2019, respecto del Primer Punto
requisito se condice, prácticamente, con el establecido en el artículo 64° inciso 5) de
la Ley de Arbitraje.

27. La Sentencia de Vista no fue anulatoria, propiamente. La Corte Superior se


pronunció declarando “fundado” una demanda de nulidad de laudo arbitral. Sin
embargo, aun cuando se interprete que su decisión es anulatoria y que este es un
impedimento para la procedencia del recurso de casación; lo cierto es que es –
precisamente - este escenario el que habilita a las partes a presentar un recurso de
casación de acuerdo con el artículo 64° de la Ley de Arbitraje: que se trate de una
decisión que anule total o parcialmente el laudo.

28. Como habrá podido notar la Corte Suprema, pueden encontrarse contradicciones
entre el artículo 64° de la Ley de Arbitraje y el artículo 386° del CPC sobre decisión
anulatoria. De manera que no resulta claro si las modificaciones al CPC han
considerado o no las disposiciones especiales de la Ley de Arbitraje.

29. De existir esta ambigüedad, de ningún modo, pueden perjudicar al litigante ni su


derecho fundamental de obtener una decisión correcta en derecho. Sobre el
particular, el Tribunal Constitucional ha señalado que, conforme al principio pro
homine, en caso de duda en la ley, se debe favorecer el acceso a los recursos
impugnatorios

“Por otro lado, debe tenerse en consideración que los jueces, al momento de
resolver un recurso, deben tener siempre presente las normas que regulan el
sistema recursivo aplicando el principio pro actione: es decir, en sentido
favorable para posibilitar el acceso a la tutela jurisdiccional […].
En este sentido, y por extensión, este Colegiado considera que la
interpretación de la resolución materia de cuestionamiento resulta acorde
con los principios pro homine y pro libertatis, según los cuales, ante
diferentes interpretaciones de un dispositivo legal, se debe optar por aquella
que conduzca a una mejor protección de los derechos fundamentales,
descartando así las que restrinjan o limiten su ejercicio.
Vale decir, el principio pro homine impone que, en lugar de asumirse la
interpretación restrictiva e impedir el derecho a la efectiva tutela
jurisdiccional, se opte por aquella que posibilite a los recurrentes el ejercicio
de dicho derecho14

30. En ese sentido, ante la ambigüedad de la norma, debe realizarse una interpretación
en favor del recurrente y, de ser el caso, inaplicar la exigencia contenida en el inciso
4) del artículo 386° del CPC.

Resolutivo que declaró infundada la excepción de incompetencia, NULO EL LAUDO FINAL”


14
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente 02061-2013-PA/TC
31. Para ello, la Corte Suprema, como máximo órgano de interpretación de la ley,
deberá realizar control de constitucionalidad difuso a fin de inaplicar para este caso
concreto el inciso 4) del artículo 386 del CPC, por vulnerar el derecho
constitucional al debido proceso y acceso a la jurisdicción, como garantías
constitucionales establecidas en el artículo 138° de la Constitución Política.

32. El control de constitucionalidad tiene su fundamento en que la Constitución goza de


una fuerza normativa que vincula tanto a los ciudadanos, y que hace exigible su
contenido, es decir, las normas establecidas en el texto constitucional deben ser
respetadas y cumplidas sin excepción. El que las reglas constitucionales sean
exigibles supone el accionar del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo para
cumplir con el programa establecido en la Constitución, pero primordialmente debe
traducirse en la existencia de garantías judiciales que permitan exigir su
cumplimiento. 15

33. En ese sentido, la existencia de órganos de control judicial de constitucionalidad es


un requisito para darle fuerza normativa a la Constitución y asegurar el resguardo y
la vigencia plena de los derechos fundamentales, toda vez que sin dichos órganos no
habría ante quién solicitar tutela urgente, ni quien pueda velar por el respeto
irrestricto de los mandatos constitucionales. Por lo tanto, en la constante labor de
defensa de los derechos fundamentales y de la supremacía jurídica de la
Constitución, los jueces tienen la importante tarea de realizar un control de
constitucionalidad sobre las normas legales a fin de invalidar o inaplicar aquellos
que transgredan la Constitución.

34. Como consecuencia de ello, la Corte Suprema, como máximo órgano de


interpretación de la ley, deberá realizar control de constitucionalidad difuso a fin de
inaplicar para este caso concreto el inciso 2, literal b, del artículo 386 del CPC, por
vulnerar el derecho constitucional al debido proceso y, específicamente, el derecho
a no ser desviado del procedimiento predeterminado por ley.

35. Ahora bien, bajo el entendido de que el control de constitucionalidad es una medida
de ultima ratio, corresponde que el juez supremo realice una labor interpretativa,
distinguiendo entre disposición y norma, para procurar conservar la
constitucionalidad de la norma.

36. En este caso, ello no sería posible con relación al inciso 4) del artículo 386° si se

15
HESSE, Konrad. Escritos Constitucionales. Madrid, CEC, 1983, pp. 59-84.
considera que la decisión de anulación de laudo es estrictamente anulatoria.
Evidentemente, tales contradicciones normativas generarían como consecuencia una
grosera afectación a la tutela jurisdiccional efectiva y debido proceso, reconocidos
en el artículo 139° de la CPP. Por lo que es necesario que prime la disposición
especial contenida en el artículo 64° de la Ley de Arbitraje y se inaplique la norma
general contenida en el inciso 4) del artículo 386° del CPC.

37. En virtud de todo lo expuesto, el recurso de casación deberá ser procedente, aun
cuando la Corte Suprema considere que dicho medio impugnatorio debe ser
evaluado bajo las reglas del CPC, y no bajo la Ley de Arbitraje.

Procedencia excepcional del recurso de casación.

38. Finalmente, en caso de que la Corte Suprema considere por cualquier circunstancia
que el presente recurso de improcedente entonces deberá considerarse lo señalado
en el artículo 387 del CPC, que establece “excepcionalmente, es procedente el
recurso de casación en casos distintos a los previstos en el artículo 386 cuando la
Corte Suprema, discrecionalmente, lo considere necesario para el desarrollo de la
doctrina jurisprudencial.”

39. Por tanto, si se demuestra que los asuntos de derecho materia de este recurso de casación
permiten desarrollar la “doctrina jurisprudencial”, entonces la Corte Suprema podrá
declarar procedente el referido medio impugnatorio.

40. En primer lugar, la exposición de motivos recaída en el “Dictamen recaído en el


proyecto de ley 154/2021-PJ”16, en virtud del cual se propuso la ley que modifica el
Código Procesal Civil del 7 de junio de 2022, emitido por la Comisión de Justicia y
Derechos Humanos, se indicó:

“De otro lado, la limitación de acceso a la Corte Suprema vía recurso de


casación no puede ser absoluta, puesto que, si ello fuera así, se estaría
impidiendo que la Corte Suprema cumpla con su objetivo de unificar la
jurisprudencia nacional; en ese sentido, teniendo como referencia la lógica
del numeral 4 del artículo 427 del Código Procesal Penal que regula la
procedencia excepcional del recurso de casación, corresponde habilitar la
posibilidad de que la Sala Civil de la Corte Suprema discrecionalmente
acepte conocer la impugnación de las resoluciones no previstas en el nuevo
16
El proyecto de ley, ab origine, proponía modificar únicamente el término “resolución impugnada” por el de “recurso”. No
obstante, a raíz de la evaluación de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, este artículo se tornó en el ahora vigente
artículo de Procedencia excepcional de Casación. Dicho cambio obedeció, principalmente, a la opinión experta de Eugenia
Ariano, quien en la Decimoctava Sesión Ordinaria de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos (celebrada el 13 de abril
de 2022) sostuvo respecto -al entonces vigente- artículo 392-A que “ese artículo debería tener la misma redacción que el
artículo 427 del Código Procesal Penal, que permite el recurso de casación extraordinario frente a resoluciones que no son
recurribles cuando haya que sentar doctrina jurisprudencial”
artículo 386 del Código Procesal Civil. Cabe precisar que esta posibilidad
siempre debe tener como fin el desarrollo de la doctrina jurisprudencial. Este
es el verdadero sentido que debió tener el vigente artículo 392-A del Código
Procesal Civil; es decir, debió permitir que la Corte Suprema interviniera en
supuestos no tasados, como podrían ser las resoluciones que no ponen fin a
la instancia, tales como, por ejemplo, las medidas cautelares, o los procesos
donde exista doble conforme, pero el conocimiento de dichas resoluciones es
siempre para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial. Sin embargo, se
tiene la impresión de que la redacción del vigente artículo 392-A está
destinado a establecer una casación de oficio o para suplir las deficiencias
de fundamentación del escrito de casación. En ese sentido, y sobre la base de
la argumentación anterior, se propone el siguiente contenido normativo para
el artículo 387, que como ya se dijo, mantiene el espíritu del vigente artículo
392-A”

41. Como se aprecia, la referencia a la “doctrina jurisprudencial” se incluyó con la finalidad


de que, aun cuando no se cumplan con los requisitos de procedencia del artículo 386°
del CPC, la Corte Suprema podría declarar procedente el recurso de casación, si este
fuera relevante para uniformizar la jurisprudencia nacional.

42. En segundo lugar, cabe señalar lo que se entiende por doctrina jurisprudencial en nuestro
ordenamiento jurídico. Así, tenemos que, “jurisprudencia y doctrina jurisprudencial no
se confunden con el precedente vinculante” 17 la anterior definición nos permite
distinguir el propósito de la doctrina jurisprudencial, consistente en direccionar las
decisiones judiciales en aras de la protección de la seguridad jurídica.

43. Por ello, se concluye que “la doctrina jurisprudencial no es más que un auxilio
interpretativo cuando el juez de grado inferior o el que la produjo se siente persuadido
de la corrección de tal interpretación para la resolución del caso en concreto” 18

44. El propósito de la excepcionalidad de procedencia de este recurso radica en la necesidad


de seguir un mismo curso jurisprudencial, así también lo considera autorizada doctrina
en la materia cuando refiere que “el recurso de casación excepcional debe admitirse a
efectos de salvaguardar las funciones de la casación, que no son otras que la
protección de la norma, la uniformidad de la jurisprudencia y la justicia del caso
concreto”19

45. En virtud de lo expuesto, se entenderá por doctrina jurisprudencial todo tema

17
DELGADO SUÁREZ, Christian. Ars distinguendi: jurisprudencia, doctrina jurisprudencial y
precedente. Sobre los grados de vinculación del precedente vinculante. En: IUS 360, 2016, Lima.
18
GRÁNDEZ, Pedro. Las peculiaridades del precedente constitucional en el Perú. En: Estudios del
precedente constitucional. Lima: Palestra, 2007, p. 94.
19
ORÉ GUARDIA, Arsenio. Derecho Procesal Penal Peruano, Análisis y comentarios al Código Procesal
Penal. Tomo III. Gaceta Jurídica: Lima, 2016, p 443. (
jurídicamente trascendental para fortalecer la uniformización de la jurisprudencia
nacional. Por tanto, sin perjuicio de que fluirá de los fundamentos de derecho de esta
casación la relevancia para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial, ASPILLAGA
explicará a continuación los aspectos específicos que urgen ser revisados por el máximo
intérprete de la ley:

 Es pacífico afirmar que la naturaleza que el ordenamiento jurídico peruano


otorga al arbitraje es, llana y plenamente, jurisdicción de acuerdo con el
artículo 139 inciso 1) de la CPP. Hoy en día, esto es incuestionable.

 La propia explicación de motivos de la Ley de Arbitraje lo explica en ese


sentido, al indicar que se busca: “consolidar el carácter inevitable del
arbitraje. Para ello se reforzó su carácter autónomo, tanto de la jurisdicción
ordinaria, como de las reglas procesales comunes, protegiéndolo de
intervenciones judiciales innecesarias y reconociéndolo como una institución
que tiene sus propios principios y reglas. Para ello se fortaleció la
competencia de los árbitros”20

 Por esas razones y a fin de proteger la autonomía del arbitraje y su naturaleza


jurisdiccional, la Ley de Arbitraje dispone a través de su artículo 59° que el
laudo arbitral es “definitivo, inapelable y de obligatorio cumplimiento desde
su notificación a las partes”.

 Lógicamente, esta definición no hace ninguna distinción entre laudo o


decisión de jurisdicción y laudo final. Aplica en ambos escenarios porque en
uno u otro caso, sea que se trate de cuestiones procesales o de derecho,
finalmente se resuelven cuestiones sometidas – por voluntad de las partes –
ante un Tribunal de Arbitraje.

 Para limitar cualquier intervención o control judicial durante el desarrollo de


un arbitraje, el artículo 62° de la ley de arbitraje ha señalado expresamente –
bajo el entendimiento de que el laudo arbitral (parcial o final) es inapelable –
solamente se podrán cuestionar en vía de nulidad de laudo y bajo causales
expresamente establecidas en la Ley. Incluso, prohíbe expresamente cualquier
pronunciamiento o cuestionamiento al criterio de los árbitros por parte de las
autoridades judiciales.21

20
BULLARD, Gonzales Alfredo y SOTO Coaquila, Carlos “comentarios a la ley de arbitraje” haciendo referencia expresa a la
exposición de motivos de la Ley de Arbitraje. 2010. Página 22.
21
Véase artículo 62° de la Ley de Arbitraje: “Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso
constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.”
 Lo anterior, promueve la seguridad jurídica de este mecanismo. Las partes
recurren al arbitraje precisamente porque se trata de un procedimiento célere,
definitivo e inapelable, además de otros atractivos como la confidencialidad
en el procedimiento, entre otros.

 Este entendimiento ha sido recogido por el Tribunal Constitucional 22 y la


Corte Suprema23 en reiterados pronunciamientos, incluso al señalar que: “los
árbitros ejercen también una verdadera jurisdicción con la misma fuerza que
los jueces ordinarios”24

 Sin embargo, a pesar de que existe “uniformidad” para entender que el


“fondo” o la “decisión” de un árbitro es inapelable y definitiva, la sentencia
cuestionada en este recurso de casación ha adoptado una interpretación – por
decir lo menos – errónea, contradictoria con la propia Ley de Arbitraje y con
la Constitución Política, sobre el tratamiento que reciben por parte de los
Jueces Superiores las decisiones de los árbitros sobre su jurisdicción a través
de laudos parciales o decisiones “preliminares”.

 Como se desarrollará a profundidad más adelante, la Corte Superior afirma


que:

- El artículo 62° de la Ley de Arbitraje prohíbe a los jueces examinar la


decisión “de fondo” del laudo arbitral. No existe duda al respecto.

- El Artículo 41° de la Ley de Arbitraje señala, en resumen, que, si un


árbitro resuelve una excepción como cuestión previa, esta podrá ser
cuestionada a través de recurso de anulación.

- En tanto la decisión de jurisdicción no sería un pronunciamiento sobre el


fondo propiamente, entonces no está dentro de las limitaciones de los
jueces señalada en el artículo 62° de la Ley de Arbitraje y, por lo tanto,
pueden analizar tal decisión, como si de una apelación se tratara. 25

 Señores Jueces Supremos, lo grave de esta interpretación es que, además de


22
Véase la sentencia 6167-2005-PHC/TC, fundamento 14: "este Tribunal reconoce la jurisdicción del arbitraje y su plena y
absoluta competencia para conocer y resolver las controversias sometidas al fuero arbitral, sobre materias de carácter disponible
(. . .j, con independencia jurisdiccional y, por tanto, sin intervención de ninguna autoridad, administrativa o judicial ordinaria "
23
Véase también, por ejemplo la Casación N° 3526-2015 Arequipa, fundamento tercero: “través de este recurso, se fija los
alcances de este mecanismo, distinguiéndolo nítidamente del recurso de apelación. La norma es categórica al establecer que
dentro de la estrategia procesal, las partes que tengan por intención que el laudo no se aplique pueden solicitar, sobre la base
de alguna de las causales taxativas que la propia Ley de Arbitraje ha fijado, el que quede sin valor un laudo arbitral, sin
embargo, el que se acepte o no la anulación del laudo y, por ende, su inaplicabilidad, no será una cuestión de fondo”
24
CASACIÓN 2267-2017, página 12
25
Véase fundamento 3.8.1 de la sentencia de vista: “dado que al no ser esta, una que resuelve el fondo de la controversia, el
órgano de control judicial no está sujeto a limitación para desplegar su propio criterio jurisdiccional; es decir en estos escenarios,
la Corte Superior podrá revisar la validez de las premisas arribadas por el Tribunal Arbitral, como si de un recurso apelación se
tratara”
ser contradictoria con la misma Ley de Arbitraje que dispone que las
decisiones de los árbitros son definitivas e inapelables, también desconoce su
carácter jurisdiccional consagrado en el artículo 139° de la Constitución
Política y se aparta – sin motivación alguna - de las decisiones vinculantes
emitidas por esta Sala Suprema y por el propio Tribunal Constitucional.

 Esta interpretación es carente de cualquier sentido jurídico y su aplicación es,


por decir lo menos, grave. En ningún extremo de la Ley de Arbitraje se
dispone un tratamiento diferente a las decisiones de jurisdicción o
preliminares o finales.

 Ambos tipos de decisiones importan un análisis, criterio y juicio del Árbitro


que implican en sí misma una decisión sobre “fondo” aunque de cuestiones
procesales se trate. La intención del legislador al indicar expresamente
“fondo de la controversia” evidentemente, no pretendía excluir decisiones
procesales tan transcendentales como aquellas sobre las cuales el árbitro
decide sobre su propia jurisdicción.

 De ser ese el caso, entonces no tendrían sentido los principios de competence-


competence, pro arbitri o no interferencia judicial, pues serían únicamente
“provisionales” hasta que termine el procedimiento arbitral. De ser ese el
caso, no tendrían entonces realmente la categoría de “principio”.

 Tampoco tendría sentido la prohibición contemplada en el artículo 62° de la


Ley de Arbitraje pues, podría caerse en el absurdo de que, al final del día, las
decisiones “de fondo de la controversia” sean inexigibles si un Juez analizara
la competencia del árbitro que emitió dicha decisión “como si de una
apelación se tratara”.

 Esta peligrosa y equivocada interpretación normativa tomada por algunos


Jueces Superiores (pues no es una cuestión unánime como veremos más
adelante), acarrea la fuerte necesidad de un pronunciamiento inmediato por
parte de los Jueces Supremos a fin de uniformizar esta cuestión y prohibir
expresamente a las Salas Civiles a emitir pronunciamientos en ese sentido.
Más bien, orientándolos a uniformizar su criterio y otorgar seguridad jurídica
a los recurrentes. Lo cual, lamentablemente, hoy en día no existe.

 No cabe duda de que, muy a parte del cumplimiento o no de las condiciones


de procedencia y admisibilidad para el recurso de casación; lo cierto es que la
situación cuestionada en este caso resulta – a todas luces - jurídicamente
trascendental para fortalecer la uniformización de la jurisprudencia nacional.
IV. BREVE SÍNTESIS DE LA CONTROVERSIA.

[*] Pendiente

V. ARGUMENTOS DE LA SENTENCIA DE VISTA.

[*] Pendiente

VI. FUNDAMENTOS DE LA PRETENSIÓN NULIFICANTE.

V.1. La Sentencia de Vista vulnera el derecho al debido proceso de los recurrentes e


infringe el artículo 62° del Decreto Legislativo 1071.

46. Como se advirtió anteriormente, la interpretación normativa ofrecida por la Corte


Superior a los artículos 41° y 62° de la Ley de Arbitraje, además de ser errónea, le
atribuyen herramientas que constitucionalmente no son posibles y carecen de todo
sentido.

47. Lamentablemente, a pesar de que la Ley de Arbitraje establece con toda claridad la
prohibición a los jueces de analizar el fondo de la controversia, pero también,
calificar sus interpretaciones, criterios, entre otros, la Corte Superior ha decidido, en
los hechos, hacerlo. Veamos:

“El artículo 41° del Decreto Legislativo N° 1071 señala: " (...) 4. Salvo pacto
en contrario, el tribunal arbitral decidirá estas excepciones u objeciones con
carácter previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su decisión
relativas al fondo de la controversia. Si el tribunal arbitral desestima la
excepción u objeción, sea como cuestión previa o sea en el laudo por el que
se resuelva definitivamente la controversia, su decisión sólo podrá ser
impugnada mediante recurso de anulación contra dicho laudo. 5. (…)".

Del citado artículo, se aprecia que el Legislador, hace una clara diferencia
de las decisiones que podrán emitirse al interior de un proceso arbitral; por
un lado están las que resuelven el fondo de la controversia; y por el otro, las
que puedan recaer sobre aspectos preliminares, accesorios o incidentales,
“cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia”, y que por
tanto en estricto no resuelven ésta, aun cuando puedan ser condicionantes de
la posibilidad del pronunciamiento arbitral sobre dicha controversia de
fondo.

Tener en cuenta las prenotadas diferencias, constituye un aspecto


trascendente para poder resolver el presente extremo el recurso de anulación
15
del laudo parcial, que nos ocupa; ello en virtud del principio de
irrevisabilidad del arbitraje, recogido por la doctrina arbitral y también en el
artículo 62.2° del Decreto Legislativo N° 1071.

En atención a la línea argumentativa antes expuesta, se concluye, que no


todo pronunciamiento arbitral se encuentra protegido con ese blindaje
normativo, como lo serían las decisiones que resuelven las excepciones
relativas a la incompetencia “y cualquiera otra que tenga por objeto impedir
la continuación de las actuaciones arbitrales”, dado que al no ser esta, una
que resuelve el fondo de la controversia, el órgano de control judicial no está
sujeto a limitación para desplegar su propio criterio jurisdiccional; es decir
en estos escenarios, la Corte Superior podrá revisar la validez de las
premisas arribadas por el Tribunal Arbitral, como si de un recurso apelación
se tratara. Este criterio ha venido siendo asumido por los pronunciamientos
emitidos por ambas Salas Comerciales de Lima, en las causas Nros. 126-
2014; 465- 2018; 696-2018; 495-2019; y, 553-2022, entre otras”

48. Dicho criterio, desde luego, no sigue ningún mecanismo de interpretación normativa.
Para darle sentido a las disposiciones y a la finalidad de Ley de Arbitraje es
importante centrarnos en lo siguiente:

(i) El artículo 59° de la Ley de Arbitraje establece que el laudo arbitral es


“definitivo, inapelable y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las
partes”.

(ii) la Ley de Arbitraje no diferencia entre Laudo final o Laudo parcial/decisión


previa o preliminar. En definitiva, en uno u otro caso, sea que se trate de
cuestiones procesales o de derecho, finalmente se resuelven cuestiones sometidas
– por voluntad de las partes – ante un Tribunal de Arbitraje.

(iii) Ambos tipos de decisiones importan un análisis, criterio y juicio del Árbitro que
implican en sí misma una decisión sobre “fondo” aunque de cuestiones
procesales se trate. La intención del legislador al indicar expresamente “fondo de
la controversia” evidentemente, no pretendía excluir decisiones procesales tan
transcendentales como aquellas sobre las cuales el árbitro decide sobre su propia
jurisdicción.

(iv) Para limitar cualquier intervención o control judicial durante el desarrollo de un


arbitraje, el artículo 62° de la ley de arbitraje ha señalado expresamente – bajo el
entendimiento de que el laudo arbitral (parcial o final) es inapelable – solamente se
podrán cuestionar en vía de nulidad de laudo y bajo causales expresamente
establecidas en la Ley.
16
(v) De tomarse como válida la interpretación de la Corte Superior, entonces no
tendrían sentido los principios de competence-competence, pro arbitri o no
interferencia judicial, pues serían únicamente “provisionales” hasta que termine el
procedimiento arbitral. De ser ese el caso, no tendrían entonces realmente la
categoría de “principio”.

(vi) Tampoco tendría sentido la prohibición contemplada en el artículo 62° de la Ley de


Arbitraje pues, podría caerse en el absurdo de que, al final del día, las decisiones
“de fondo de la controversia” sean inexigibles si un Juez analizara la competencia
del árbitro que emitió dicha decisión “como si de una apelación se tratara”.

49. Tomando estos puntos centrales y, al tratarse de una materia relacionada con la
interpretación de una disposición normativa (Ley de Arbitraje) para atribuirle un
posible significado, nos dice Ezquiaga,26 que, quien realiza la labor interpretativa
normativa (a lo cual renunció la Sala Superior), debe emplear, entre otros, un control
sistémico y funcional.

50. En la interpretación sistémica, “el intérprete debe atribuir a una norma, cuyo
significado sea dudoso, un sentido congruente con las prescripciones que establecen
otras normas del sistema. Por lo tanto, al juez corresponde justificar el vínculo
sistémico que existe entre la norma a la que atribuye significado y las del sistema
que la circundan”.27

51. Adicionalmente, con relación a la interpretación finalista o teleológica de la norma,


esta “supone la búsqueda del sentido de la norma, que va más allá del simple texto;
exige encontrar la finalidad propuesta con su creación; hallar el propósito
perseguido por la misma”28. Nótese que esto tiene como fundamento que el marco
normativo es armónico. Solo de esta manera el sistema puede funcionar
adecuadamente. Es decir, este, en principio, no debería contradecirse.

52. En tal sentido, corresponde verificar, como primer paso, la manera en que el
ordenamiento jurídico, además de establecer la prohibición para pronunciarse sobre el

26
EZQUIAGA GANUZAS, Francisco. Argumentación e interpretación: la motivación de las decisiones
judiciales. Lima: Editora Jurídica Grijley, p. 219
27
ACHONDO PAREDES, Víctor. “Métodos de interpretación jurídica”. En: Quid Iuris, Año 6. Volumen 16, p.
42
28
RUBIO CORREA, Marcial. La interpretación de la Constitución según el Tribunal Constitucional. Lima:
Fondo editorial de la PUCP, 2005, p. 87.
17
fondo de la controversia, señala también que los criterios de los árbitros, no pueden
ser materia de análisis del Poder Judicial.

53. El primer eslabón de dicho análisis es una interpretación sistemática de la Ley de


Arbitraje, la exposición de motivos de esta es clara al señalar el sentido del artículo
62.2 de la Ley de Arbitraje:

“El artículo 62° establece que contra el laudo sólo podrá interponerse el
recurso de anulación conforme a causales taxativas; prohibiendo
expresamente que por esta vía pueda discutirse el fondo de la
controversia, el contenido de la decisión o calificarse los criterios,
motivaciones o interpretaciones de los árbitros”

54. ¿Qué dijo la Sala Superior sobre la segunda parte del artículo 62°? Absolutamente
nada. Prefirió centrarse únicamente en el término “fondo de la controversia”, para
atribuirse una facultad que nuestro ordenamiento jurídico no le otorga.

55. Pasando a la interpretación funcional de la norma, considerando que la ratio legis del
Decreto Legislativo 1071, es viabilizar la consolidación del arbitraje como institución
autónoma, e independiente del poder judicial. ¿Cuál sería el sentido, entonces, de que
nuestro legislador le hubiera otorgado preponderancia a los jueces, para analizar
cuestiones jurisdiccionales arbitrales? Sencillamente ninguna.

56. En ese sentido, de acuerdo con la intensión que reviste este artículo, resulta una
vulneración pretender que se valoren las interpretaciones de los árbitros, aun cuando
estás reposan en excepciones u objeciones planteadas en el proceso.

57. Está interpretación no es arbitraria, como señala Alfredo Bullard 29, parte de la
comisión encargada de la elaboración del Decreto Legislativo 1071:

“Este artículo fue intencionalmente redundante y describió lo que no se


puede hacer usando varias expresiones verbales que parecen
sinónimos en muchos casos, para dejar muy claro que no se quiere
ninguna revisión bajo responsabilidad. La Corte de Anulación no
puede (i) pronunciarse sobre el fondo, (ii) pronunciarse sobre el
contenido, (iii) calificar los criterios, (iv) calificar las motivaciones y
(v) calificar las interpretaciones. Siempre he creído que diferenciar
defecto de motivación de un argumento de fondo es artificial y así lo
muestra la jurisprudencia que en eso no es consistente. Cuando
califican la logicidad del laudo, el uso de una prueba o la
interpretación de una norma bajo la excusa de defectos de motivación,
29
Alfredo Bullard, “Algunas consideraciones sobre el laudo arbitral y el recurso de anulación”. En: Advocatus
No.32, p. 203
18
en el fondo están disfraz ando la revisión de fondo de otra cosa. Pero
las partes pactaron que el fondo lo resuelven los árbitros. No es lógico
que, cerrada esa puerta por el convenio arbitral, se meta la revisión
judicial por la ventana”

58. Considerando lo anterior, si la Sala se pronunciase sobre los criterios utilizados por
los árbitros para calificar una excepción, aun cuando sea un aspecto formal, estaría
contraviniendo la prohibición contenida en el artículo 62.2 de la Ley de Arbitraje,
pues esa es una facultad que le otorgaron las partes UNICAMENTE a los árbitros.

59. Está opinión es compartida por Jose Carlos Taboada, quien menciona 30:

“La finalidad del control de la motivación no busca cuestionar o


confrontar la posición que realiza el árbitro, sino que busca controlar
que las partes del proceso conozcan los motivos por los cuales se fundó
o no su pretensión. Por ello, los jueces cometen un error al cuestionar
la aplicación de la ley e incluso indicar cómo es que debió resolver el
tribunal arbitral pues ello incide en el fondo de la controversia. Como
dice un viejo dicho: Zapatero a sus zapatos. Los árbitros deben
preocuparse con emitir un laudo arbitral conforme al estado de la
cuestión normativa que sea aplicable al contrato y los jueces deben
verificar que ello exista, pero no cuestionar el sentido del mismo”

60. Conforme lo señala el autor, es un error por parte de la Sala pretender tan siquiera
pronunciarse sobre excepciones u objeciones, pues por más que sean cuestiones
formales, implican la evaluación de los criterios que llevaron a los árbitros a tomar
esa decisión, además implica que la Sala establezca como debió resolver el árbitro
(cuestión que como señala el autor, es lo que pretende evitar este artículo).

61. Por su fuera poco, el criterio de la Sala dista de anteriores pronunciamientos del poder
judicial. Por citar algunos:

(i) En el Exp. No. 308-2018 de fecha 03 de noviembre de 2020, la Sala Comercial


de la Corte Superior de Lima de Perú dejo muy en claro que no se podrían
evaluar pruebas vía anulación de laudo (como se pretende en este proceso de
forma encubierta, pues se busca una valoración de las órdenes de compra). En
esta resolución se mencionó lo siguiente:

“NOVENO.- Las alegaciones efectuadas por la Entidad en su recurso de


anulación en relación a este extremo del laudo en realidad buscan
30
Jose Taboada, “Cuidado! No todo lo que brilla es oro. La debida motivación en los laudos arbitrales y el recurso
de anulación en sede judicial. En: Derecho & Sociedad 48. 341
19
persuadir a este Colegiado y motivar que asuma un criterio acerca de la
procedencia de la valoración de los alegatos (medio probatorio) efectuado
por el Árbitro Único y con ello establecer cuál es la etapa pertinente en que
un medio probatorio (deba ser introducido al proceso arbitral y qué
alegaciones de las partes, dependiendo del momento en que formulen,
deberán ser tomados en cuenta y en base a ello, descalificar el ejercicio
valorativo por el Árbitro Único, de los medios probatorios y de las
alegaciones o afirmaciones efectuada por las partes.

Sin embargo, esto implicaría franca contravención de la prohibición


contenida en el artículo 62 inciso 2) de la Ley de Arbitraje, pues este
Colegiado estaría descalificando el criterio valorativo del Árbitro Único
asumiendo la preeminencia de una valoración propia y diferente sobre la
validez, eficacia y sentido de los medios probatorios implicados, no
obstante que ello es atribución privativa, exclusiva y excluyente del Árbitro
Único o Tribunal Arbitral (…)”

(ii) De forma aún más explícita, el Exp. 000487-2021 señala:

“DÉCIMO TERCERO.- En ese sentido, la valoración de los medios


probatorios aportados por las partes integra la dimensión
jurisdiccional de la competencia decisoria del Tribunal Arbitral o la
Árbitro Único, pues sólo a ésta corresponde atribuir o extraer un
determinado elemento de convicción de un medio probatorio, y todo
cuestionamiento de ello importará en realidad uno del fondo de lo
resuelto, por vía de un aducido error in iudicando por falta de
sindéresis en el laudo. Pero ello no es permitido en sede de control
judicial, conforme al principio de no revisabilidad del laudo que consagra
el artículo 62.2 de la Ley de Arbitraje, motivo por el cual la denuncia
efectuada en este extremo del recurso de anulación formulado por el
Consorcio también debe ser desestimado”.

(iii) En el mismo tenor, el Exp. 181-2018-0 menciona:

“SÉTIMO.- Por consiguiente, cuando del recurso de anulación se


advierta un cuestionamiento al razonamiento intrínseco del Tribunal
Arbitral, respecto del fondo de la controversia analizada, dicho
recurso (demanda) será declarado infundado, pues no existe espacio en
este proceso judicial de anulación de laudo para pronunciarse sobre el
fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión, así como
para revisar los criterios o motivaciones del árbitro expuestos en el
laudo arbitral, conforme a lo prescrito por el artículo 62, inciso 2,
del Decreto Legislativo N° 1071. Por cuya razón, corresponde revisar los
fundamentos de la demanda interpuesta por FONDEPES y si éstas
realmente evidencian una vulneración al derecho de motivación o, en
realidad, pretenden un pronunciamiento sobre el fondo de lo decidido en
el arbitraje”.

62. Incluso, algunas de las propias sentencias sobre las cuales la Corte Superior pretende
sostener su errónea y antojadiza interpretación a la Ley de Arbitraje son contradictorias
con la posición que ha adoptado. En el fundamento 3.8.1 de la Sentencia de Vista, la

20
Corte Superior señaló:

“[…] la Corte Superior podrá revisar la validez de las premisas arribadas por el
Tribunal Arbitral, como si de un recurso apelación se tratara. Este criterio ha
venido siendo asumido por los pronunciamientos emitidos por ambas Salas
Comerciales de Lima, en las causas Nros. 126-2014; 465- 2018; 696-2018; 495-
2019; y, 553-2022, entre otras.” [Énfasis agregado]

63. De un análisis integral a dichos pronunciamientos, se puede notar que no todas las
sentencias mencionadas por la Corte Superior reafirman su posición: por el contrario,
implican – en el fondo - un análisis distinto al propuesto y refuerzan más bien la
interpretación propuesta en este Recurso de Casación. Veamos.

 Sentencia recaída en el Expediente N°00126-2014-0 emitida por la Segunda Sala


Civil con Subespecialidad en lo Comercial; en la que se analiza una demanda de
anulación de laudo arbitral de jurisdicción que declaró infundada una excepción
por incompetencia.

- La Segunda Sala Civil con Subespecialidad en lo Comercial señaló que las


causales de anulación de laudo previstas en el artículo 63° son “taxativas y
deben interpretarse de manera restrictiva”. 31

- Tratándose de una demanda de nulidad de laudo sobre la decisión de


jurisdicción/competencia del árbitro – como en nuestro caso – la Segunda
Sala fue enfática en señalar que, en vía de nulidad de laudo arbitral no
corresponde realizar “una reevaluación de la actividad probatoria realizada
por los Árbitros, correspondiendo por el contrario sólo determinar la
existencia o no de las causales previstas en el Artículo 63° del Decreto
Legislativo N° 1071”.32

- Por esa razón, la Segunda Sala reafirmó en dicha sentencia – en armonía con
nuestra posición – que únicamente podrá verificar si la decisión de
jurisdicción adolece de algún vicio de motivación o cualquier otra cuestión
procedimental siempre que esté contenida en una causal de anulación de laudo
de conformidad con el artículo 63° de la Ley de Arbitraje. A todas luces, este
razonamiento es totalmente distinto al propuesto ahora por la Primera Sala Civil

31
Fundamento 4, página 12
32
Fundamento 6, página 13
21
que resolvió la sentencia materia de esta casación33. Veamos:

“El Decreto Legislativo N° 1071 recoge en el Artículo 63° las causales por
las cuales puede ser anulado un Laudo Arbitral, las que al ser taxativas
deben ser interpretadas de manera restrictiva […]34

las partes llevaron la solución de un conflicto a sede arbitral con


resultado negativo para una de ellas, se encuentra expedita la
oportunidad de acudir al órgano jurisdiccional en vía de acción de
Anulación de Laudo Arbitral. Se reitera que en este proceso no
corresponde emitir pronunciamientos sobre el tema de fondo, ni efectuar
una reevaluación de la actividad probatoria realizada por los Árbitros,
correspondiendo por el contrario sólo determinar la existencia o no de las
causales previstas en el Artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071.
[…]35

se aprecia que el Árbitro Único hizo una interpretación del denominado


“Contrato de Resolución y otros” y del “Acuerdo” ciñéndose a las
estipulaciones pactados en los 22 precitados documentos; y de manera
clara, inteligible y ordenada (con explicación tanto fáctica como jurídica),
detalla paso a paso las razones que le sirvieron de sustento para asumir la
competencia del proceso arbitral y declarar Infundada la Excepción de
Incompetencia”36

 Sentencia recaída en el expediente 00696-2018-0-1817-SP-CO-01 emitida por la


Primera Sala Civil Subespecialidad Comercial; en la que se analiza un pedido de
nulidad de laudo arbitral que resolvió desestimar una excepción por caducidad, la
Primera Sala – contradictoriamente a lo señalado en la sentencia materia de esta
casación, pese a tratarse de la misma Sala – indicó que:

“no es factible que se pretenda en esta sede judicial una nueva valoración de
los medios de prueba que se ha efectuado en sede arbitral, no solo porque esta
tarea le compete al Tribunal Arbitral Único para resolver la controversia, sino
porque de hacerse se afecta la regla de prohibición prevista en el artículo 62.2
de la Ley de Arbitraje, en la medida que la revaloración probatoria solicitada
se vincula a la fundamentación fáctica del caso, es decir a las razones y
criterios de motivación, aspecto que no puede ser objeto del recurso de
anulación”37

64. Precisamente, esta interpretación a la Ley de Arbitraje no es novedosa. De hecho, es


históricamente – desde la emisión del Decreto Legislativo N°1071 - recogido por el

33
Referente a: “la Corte Superior podrá revisar la validez de las premisas arribadas por el Tribunal Arbitral,
como si de un recurso apelación se tratara” Fundamento 3.8.1 de la Sentencia de Vista.
34
Fundamento 4, página 12
35
Fundamento 6, página 13
36
Fundamento 16, página 21.
37
Página 15.
22
Tribunal Constitucional38 y la Corte Suprema39 en reiterados pronunciamientos, incluso al
señalar que: “los árbitros ejercen también una verdadera jurisdicción con la misma
fuerza que los jueces ordinarios”40

65. Sin embargo, sorpresivamente, la Corte Superior ha adoptado un análisis errado de la Ley
de Arbitraje y apartado no sólo de los lineamientos establecidos por la Corte Suprema y
el Tribunal Constitucional, sino de las propias disposiciones de la Constitución Política
(artículo 139° inciso 1) que otorgan al Arbitraje la naturaleza de verdadera jurisdicción.

66. Ha sido precisamente esta visión distorsionada del control “post-laudo” ofrecido por la
Corte Superior lo que ha generado una severa vulneración al debido proceso como
garantía constitucional reconocida en el artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política
en perjuicio de ASPILLAGA, al interferir en el criterio adoptado por el Tribunal Arbitral
para invalidar el laudo parcial y, finalmente, declarar nulo el laudo final.

67. De esta manera, la Corte Superior ha incurrido en una patente infracción a los artículos
50, inciso 6)41 y artículo 12142 del CPC; incurriendo en las causales a), b) y d) del
artículo 388° del CPC43, como causales para el recurso de casación.

V.2. La Sentencia de Vista también ha vulnerado el artículo 121° del CPC los artículos
139 (3) incisos (3) y (5) del CPP

A. La Sala Superior ha emitido un pronunciamiento extra petita.

68. La Sala Superior no solamente ha incurrido en una infracción normativa al interpretar y


aplicar de forma incorrecta la Ley de Arbitraje, extralimitando el control judicial sobre los
laudos tal como se ha demostrado en la sección anterior; sino que también ha vulnerado el
derecho al debido proceso y ha incumplido el deber de motivación de las sentencias,
38
Véase la sentencia 6167-2005-PHC/TC, fundamento 14: "este Tribunal reconoce la jurisdicción del arbitraje y su plena y
absoluta competencia para conocer y resolver las controversias sometidas al fuero arbitral, sobre materias de carácter disponible
(. . .j, con independencia jurisdiccional y, por tanto, sin intervención de ninguna autoridad, administrativa o judicial ordinaria "
39
Véase también, por ejemplo la Casación N° 3526-2015 Arequipa, fundamento tercero: “través de este recurso, se fija los
alcances de este mecanismo, distinguiéndolo nítidamente del recurso de apelación. La norma es categórica al establecer que
dentro de la estrategia procesal, las partes que tengan por intención que el laudo no se aplique pueden solicitar, sobre la base
de alguna de las causales taxativas que la propia Ley de Arbitraje ha fijado, el que quede sin valor un laudo arbitral, sin
embargo, el que se acepte o no la anulación del laudo y, por ende, su inaplicabilidad, no será una cuestión de fondo”
40
CASACIÓN 2267-2017, página 12
41
Artículo 50 del CPC. – Son deberes de los Jueces en el proceso: “[…] 6. Fundamentar los autos y sentencias, bajo sanción de
nulidad, respetando los principios de jerarquía de las normas y el de congruencia”
42
Artículo 121 del CPC. – “[…] Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso, en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida declarando el derecho de las partes o,
excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”
43
La Ley N°31591, que modificó recientemente el artículo 388° sobre causales para interponer recurso de casación, ha
establecido expresamente como causales las siguientes: a) Si la sentencia o auto ha sido expedido con inobservancia de algunas
de las garantías constitucionales de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea aplicación de dichas garantías. b)
Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas legales de carácter procesal sancionadas con nulidad.
d) Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta de motivación o manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio
resulte de su propio tenor
23
consagradas en el artículo 138° de la Constitución Política.

69. No cabe duda de que el incumplimiento de tales garantías se subsume en causales del
recurso de casación, de conformidad con los numerales a) b) y d) del vigente artículo 388°
del CPC,44 que conllevan necesariamente la nulidad de la Sentencia de Vista.

70. De acuerdo con el artículo 139° de la Constitución Política, el debido proceso y el deber de
motivación son principios de observancia obligatoria para todo órgano jurisdiccional. Es
indiscutible que no se puede – ni debe - emitir una decisión judicial en fragante vulneración
a dichas garantías constitucionales, las cuales encuentran su génesis en la tutela
jurisdiccional efectiva.

71. El Tribunal Constitucional ha señalado que, la tutela judicial efectiva es un derecho


constitucional de naturaleza procesal en virtud del cual toda persona o sujeto justiciable
puede acceder a los órganos jurisdiccionales, independientemente del tipo de pretensión
formulada y de la eventual legimidad que pueda, o no, acompañarle a su petitorio. 45

72. En un sentido extensivo, la tutela judicial efectiva permite también que lo que ha sido
decidido judicialmente mediante una sentencia, resulte eficazmente cumplido. En otras
palabras, con la tutela judicial efectiva no solo se persigue asegurar la participación o
acceso del justiciable a los diversos mecanismos (procesos) que habilita el ordenamiento
dentro de los supuestos establecidos para cada tipo de pretensión, sino que se busca
garantizar que, tras el resultado obtenido, pueda verse este último materializado con una
mínima y sensata dosis de eficacia.

73. Esta garantía constitucional, incluye al debido proceso como parte de los derechos que
protege. El Tribunal Constitucional a través de las sentencias recaídas en los expedientes
2192-2002-HC/TC, 2169-2002-HC/TC y 3392-2004-HC/TC ha indicado que el debido
proceso incluye la observancia de los derechos fundamentales esenciales del procesado,
principios y reglas exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos

74. Así, para el Tribunal Constitucional, el derecho al debido proceso tiene dos expresiones:
una formal y otra sustantiva; respecto al carácter formal, los principios y reglas que lo

44
La Ley N°31591, que modificó recientemente el artículo 388° sobre causales para interponer recurso de casación, ha
establecido expresamente como causales las siguientes: a) Si la sentencia o auto ha sido expedido con inobservancia
de algunas de las garantías constitucionales de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea aplicación de
dichas garantías. b) Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas legales de carácter
procesal sancionadas con nulidad. d) Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta de motivación o manifiesta
ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor
45
Sentencia del Tribunal Constitucional recaida en el EXP. N.° 763-2005-PA/TC, antecedentes.
24
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas tales como las que establecen el
juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la motivación, entre
otros.

75. En lo que respecta al carácter sustantivo, se relaciona con los estándares de justicia como
son la razonabilidad y la proporcionalidad que toda decisión debe suponer, sea arbitral o
judicial.

76. En el mismo sentido, resulta ilustrativo mencionar la sentencia del Tribunal


Constitucional recaída en el expediente 0061-2002-AA/TC de fecha 21 de octubre de
2002, foja 4, que define al debido proceso como «aquel derecho que tiene toda persona
de invocar al interior de un proceso jurisdiccional el respeto de un conjunto de
principios procesales para que una causa pueda ventilarse y resolverse con auténtica
justicia. El debido proceso implica el respeto de todo proceso de los derechos y
garantías mínimas con que debe contar todo justiciable, para que una causa pueda
tramitarse y resolverse en justicia».

77. Considerando lo anterior, el debido proceso en sí mismo también protege otra serie de
derechos o elementos que se desprenden de él. Sin caer en una lista restrictiva, se puede
mencionar el derecho a la defensa, derecho a la contradicción y, esencialmente, el
derecho a una sentencia motivada.

78. Este último implica un deber de los órganos jurisdiccionales y un derecho de los
justiciables, que se integra como un elemento del debido proceso. La motivación de las
resoluciones judiciales (o arbitrales) permite a los justiciables conocer las causas por las
cuales la pretensión que se esgrimió fue restringida o denegada y esto, en buena cuenta,
hace viable que quien se sienta agraviado por tal decisión pueda impugnarla. 46

79. De ese modo, la exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas, conforme al
inciso 5 del artículo 139 de la CPP, garantiza que los jueces y árbitros expresen el
proceso mental (razonamiento empleado) que los ha llevado a decidir una controversia,
asegurando que el ejercicio de la potestad de impartir justicia se realice con sujeción a la
Constitución y a la ley.

80. Según el Tribunal Constitucional, el derecho a la motivación de las resoluciones


judiciales implica la exigencia de que el órgano jurisdiccional sustente de manera lógica y
adecuada los fallos que emita en el marco de un proceso. 47 Ello tampoco supone, en

46
CASTILLO ALVA, José Luis, Manuel LUJAN TUPEZ, y Roger ZAVALETA RODRÍGUEZ. Razonamiento judicial, interpretación,
argumentación y motivación de las resoluciones judiciales. Lima: Ara Editores, 2006, p. 371.
47
Sentencia recaída en el Expediente N° 4348-2005-PA/TC, de fecha 21 de julio de 2005.
25
absoluto, una determinada extensión de la motivación, sino fundamentalmente que exista:

(i) Fundamentación jurídica, lo que supone que se exprese no solo la norma


aplicable al caso, sino que también se explique y justifique por qué el hecho
investigado se encuentra enmarcado en los supuestos que la norma prevé.
(ii) Congruencia entre lo pedido y lo resuelto.
(iii) Que por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada,
aun cuando esta sea sucinta o se establezca el supuesto de motivación por
remisión.

81. Así pues, este principio se encuentra plasmado en el numeral 5) del artículo 139° del
CPP48 y en el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.

82. Ahora bien, una sentencia motivada implica, además, una sentencia “congruente” o
en respeto del principio de congruencia procesal. Es pacífico afirmar que una
sentencia que no cumpla con dicho principio (congruencia procesal) será,
necesariamente, una sentencia que afecte la garantía de motivación y el derecho al
debido proceso.

83. Al respecto, el Tribunal Constitucional, en la Sentencia No. 3244-2010-HC, ha


señalado que “(…) toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente
y congruente, constituirá una decisión arbitraria y, en consecuencia, será
inconstitucional.”

84. El mismo órgano jurisdiccional, recoge las siguientes hipótesis de vulneración al


deber de motivación: (i) Inexistencia de motivación o motivación aparente; (ii) Falta
de motivación interna del razonamiento; (iii) Deficiencias en la motivación externa;
(iv) La motivación insuficiente; y, (v) La motivación sustancialmente incongruente.49

85. El derecho (y principio) de congruencia determina que no exista “desviaciones que


supongan modificación o alteración del debate procesal” 50; y, consecuentemente,
que no se dejen “incontestadas las pretensiones o el desviar la decisión del debate
judicial generando indefensión”51.

48
“La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con
mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan”
49
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp N°03943-2006-PA/TC
50
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. N°712-2018 PA.
51
Ibidem.
26
86. Esto quiere decir -en lo relevante para el presente caso- que la congruencia no sólo
debe observarse en la parte resolutiva de la decisión judicial, sino también en la parte
considerativa (que no se altere el debate procesal entre las partes, generando
indefensión).

87. Así, pues, los fallos que alteran el debate entre las partes incumplen el principio de
congruencia, en virtud del cual el juez no puede darle a una parte más de lo que esta
pide:

“Siendo el juez la persona encargada de declarar el derecho que corresponda al caso


concreto, y pese a que las normas que regulan el trámite que lo conducirá a
producir dicha declaración son de naturaleza pública, el derecho que declara –
nos referimos al contenido de su declaración– es de naturaleza privada, en
consecuencia, le pertenece a las partes. Por tal razón, el juez civil no tiene la
facultad para afectar la declaración de voluntad del pretensor (demandante) y
concederle más de lo que este ha pretendido en su demanda”.52

88. El proceder de los órganos que incumplen este principio, se podría considerar un
supuesto de incongruencia omisiva, que consiste en “desviar la decisión del marco
del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la
tutela judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia”.53 A mayor
abundamiento, la materialización de dicho principio de congruencia procesal ha sido
delimitado por nuestros órganos jurisdiccionales. Al respecto, la Corte Suprema de
Justicia, ha indicado que:

“En virtud del principio de congruencia procesal, el Juez debe dictar sus resoluciones de
acuerdo con el sentido y alcances de las peticiones formuladas por las partes, y a
los hechos alegados en la etapa postulatoria, toda vez que la infracción a este
principio determina la emisión de sentencias incongruentes como: a) la sentencia
ultra petita, cuando se resuelve más allá del petitorio; b) la sentencia extra petita,
cuando el Juez se pronuncia sobre petitorio o hechos no alegados; c) la sentencia
cifra petita, en el caso que se omite total pronunciamiento sobre las pretensiones
(postulatoria o impugnatoria) formuladas; y, d) la sentencia infra petita, cuando
el juzgados no se pronuncia sobre todos los petitorios o todos los hechos
relevantes del litigio, omisiones y defectos que infringen el derecho al debido
proceso”.54

89. De lo señalado anteriormente, se forma el aforismo procesal “ne eat judex ultra
petita partium”, que se traduce en “el juez no puede dar a las partes más de lo que

52
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al proceso civil. Bogotá: Temis, 1996, p. 91.
53
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente 00712-2018-PA/TC.
54
Casación N° 1794-2013, Ucayali, de fecha 19 de noviembre de 2013.
27
piden”. El término es utilizado frecuentemente como “extra petita”, que se positiviza
en el denominado principio de congruencia procesal.

90. En el particular ordenamiento jurídico peruano, el principio de congruencia procesal


ha sido recogido en el artículo VII del Código Procesal Civil, 55 así como en su
artículo 50°, como uno de los deberes del juez, señalando lo siguiente:

“Artículo 50.- Deberes: Son deberes de los Jueces en el proceso:(…) 6. Fundamentar los
autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los Principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia”.

91. Pues bien, en este caso, sorpresivamente la Sala Superior ha agregado un fundamento
que no ha sido sustentando, solicitado y ni siquiera alegado en sede arbitral ni en sede
judicial por ninguna de las dos partes, referente al: “cumplimiento o no del
procedimiento de solicitud de expropiación total de inmueble”. Veamos los
siguientes extractos de la Sentencia de Vista que involucran este novedoso
argumento:

“3.8.2. En atención a lo precedentemente anotado, lo precisado en el Considerando 3.5


de la presente resolución, los vicios de motivación aparente que se invocan y se
han mencionado en el Considerando 2.1 también de la presente resolución
(Segundo Vicio de motivación) debemos someter a revisión lo expresado en el
laudo Parcial en relación a la Excepción de Incompetencia ejercitada por
PROVIAS respecto a la segunda pretensión arbitral en la que se peticiona que
tribunal arbitral determine si corresponde o no ordenar la expropiación total de
las áreas del predio identificadas como remanentes inutilizables y a su vez se
determine el valor del justiprecio por metro cuadrado de las áreas identificadas
como remanentes inutilizables, más los intereses legales correspondientes, para lo
cual nos remitiremos al siguiente marco normativo:

(…) II) El artículo 11 de la norma acotada, dispone: “Artículo 11.- Adquisición o


Expropiación total El Sujeto Pasivo podrá solicitar la Adquisición o Expropiación
total, cuando el remanente del bien inmueble que no es afectado sufre una
desvalorización significativa o resultare inútil para los fines a que estaba
destinado con anterioridad a la Adquisición o Expropiación parcial. La solicitud
de adquisición del área remanente deberá ser presentada hasta el momento de la
aceptación de la oferta de adquisición, tramitándose en expedientes separados,
siguiéndose el procedimiento regulado en el Título III del presente Decreto
Legislativo.”

III) El numeral 20.3 del TUO del D. Leg. 1192 señala: “(…). 20.3. El Sujeto Pasivo
cuenta con un plazo de diez días hábiles, para comunicar su aceptación a la
55
Artículo VII. El Juez debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado
por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes. (El subrayado es nuestro).
28
oferta de Adquisición efectuada por el Sujeto Activo. (…)”

IV) También corresponde acotar lo dispuesto por el numeral 34.2 del TUO del D. Leg.
1192: “34.2 En ningún caso se admite el cuestionamiento en sede arbitral o
judicial de la norma que aprueba la ejecución de la Expropiación a favor del
Sujeto Activo, bajo responsabilidad.” - De la interpretación de las normas
acotadas, se evidencia que expresamente a fin que se considere la expropiación
total y no parcial, incluyendo las áreas remanentes inutilizadas, el sujeto pasivo
del proceso de expropiación debe formalmente solicitar la expropiación total del
inmueble, siendo que esta solicitud debe ser presentada hasta el momento de la
aceptación de la oferta de adquisición, tramitándose en expediente separado,
según el procedimiento regulado en el artículo 20 precedentemente acotado.

3.8.3. De la demanda arbitral (fojas 41, repetida a fojas 217 y a que se refiere en los
puntos controvertidos, la segunda pretensión consiste en: “Que el Tribunal
Arbitral ordene la expropiación total de las áreas del predio identificadas como
remanentes inutilizables para las demandantes y delimitadas en el informe técnico
de la verificadora catastral Rocío M. Méndez Allcca.” De los fundamentos
fácticos se lee: Que el sujeto pasivo (los demandantes en el presente proceso)
frente a las Cartas de Intención de Provias Nacional, considerando la oferta por
debajo de los valores del mercado, presenta su oposición y rechazan las ofertas
económicas del sujeto activo, solicitando el inicio del proceso expropiatorio de
las áreas efectivamente afectadas por el proyecto.

Al no existir acuerdo en las comunicaciones, el sujeto pasivo manifestó su intención de


iniciar un arbitraje [,,,]” [Énfasis agregado]

92. Lo anterior, debe analizarse juntamente con el numeral 3.8.5 de la Sentencia de Vista
que señala:

“De lo que se colige que el Tribunal no responde el fundamento central de PROVIAS, en


el sentido que la segunda pretensión no sería de su competencia, porque
tangencialmente responde que “expresamente no se ha solicitado la nulidad de la
Rresolución Ministerial N° 157-2017-MTC/01.02 del 20 de marzo del 2017. “
- Sin embargo, bajo ese ropaje no expresa o explica porque considera que la citada
pretensión se ajusta a lo preceptuado en el inciso b del numeral 34.1 del artículo
34 de la Ley de Expropiación, si tenemos en cuenta las normas arbitrales antes
acotadas en el considerando 3.8.1 de la presente decisión y que por tanto, sí la
pretensión propuesta estaría dentro de sus facultades otorgadas por el Decreto
Legislativo 1192 y Decreto Legislativo 1330.
- No analiza y explica porque es amparable o no, el argumento de PROVIAS, por el cual
sostiene que la Resolución Ministerial N° 157-2017-MTC/01.02 sólo declara la
expropiación de los predios A y C y que con la segunda pretensión es una
modificación de los términos de la citada resolución ministerial.
- No expresa porque no es sostenible el argumento de PROVIAS, en el sentido que con la
segunda pretensión el Tribunal arbitral asumiría una competencia que no
corresponde según la proscripción establecida en el artículo 34.2 del Decreto
Legislativo 1192.

29
- Estas omisiones no son superadas aún con lo señalado en la resolución que resuelve el
recurso post-laudo presentado contra el laudo parcial, porque igualmente no
analiza, explica ni justifica los argumentos reiterativos de Provias y concluye
nuevamente: que las pretensiones se encuentran recogidas en los literales a y b)
del artículo 34.1 y que el Tribunal tiene plena competencia”.

93. Evidentemente, esta conclusión equivocada, nace de lo señalado en el numeral 3.8.1


de la Sentencia de Vista:

“[…] no todo pronunciamiento arbitral se encuentra protegido con ese blindaje


normativo, como lo serían las decisiones que resuelven las excepciones relativas a
la incompetencia “y cualquiera otra que tenga por objeto impedir la continuación
de las actuaciones arbitrales”, dado que al no ser esta, una que resuelve el fondo
de la controversia, el órgano de control judicial no está sujeto a limitación para
desplegar su propio criterio jurisdiccional; es decir en estos escenarios, la Corte
Superior podrá revisar la validez de las premisas arribadas por el Tribunal
Arbitral, como si de un recurso apelación se tratara”

94. De lo anteriormente expuesto, se desprende que la Sala Superior ha incorporado en su


análisis la supuesta verificación del cumplimiento del procedimiento previo para
solicitar la expropiación total. Sin embargo, este asunto nunca ha sido sometido al
debate procesal.

95. Mediante la demanda arbitral56, los recurrentes formularon como pretensiones, entre
otras, que el Tribunal Arbitral ordene la expropiación total de las áreas del Predio
identificadas como remanentes inutilizables:

“Segunda Pretensión Principal: Que el Tribunal Arbitral ordene la


expropiación total de las áreas del Predio identificadas como remanentes
inutilizables para las Demandantes y delimitadas en el informe técnico de la
verificadora catastral Rocío M. Méndez Allcca.

Primera Pretensión Condicionada a la Segunda Pretensión Principal: Que,


el Tribunal Arbitral determine que el valor del justiprecio de las áreas
identificadas como remanentes inutilizables para las Demandantes y
delimitadas en el informe técnico de la verificadora catastral Rocío M.
Méndez Allcca, asciende, como mínimo, a US$ 0.85 por metro cuadrado,
conforme a lo señalado en la pericia elaborada por Tinsa Consultores
Inmobiliarios.

Primera Pretensión Accesoria a la Primera Pretensión Condicionada a la


Segunda Pretensión Principal: Que, el Tribunal Arbitral ordene a
PROVÍAS el pago a favor de las Demandantes del justiprecio por las áreas
identificadas como remanentes inutilizables para las Demandantes y
delimitadas en el infonne técnico de la verificadora catastral Rocío M.
Méndez Allcca, ascendente, como mínimo, a US$ 55,364.76 y S/341,390.00,
56
Anexo X – demanda arbitral de fecha 25 de julio de 2018.
30
más los intereses legales que conespondan.

Primera Pretensión Subordinada a la Primera Pretensión Condicionada a


la Segunda Pretensión Principal: Que, en caso se declare infundada la
Primera Pretensión Condicional a la Segunda Pretensión Principal, el
Tribunal Arbitral detennine el valor del justiprecio por metro cuadrado de
las áreas identificadas como remanentes inutilizables para las
Demandantes, y delimitadas en el informe técnico de la verificadora
catastral Rocío M. Méndez Allcca, y ordene su pago más los intereses
legales correspondientes”

96. Mediante la contestación de demanda arbitral, PROVIAS formuló una excepción de


incompetencia afirmando que el Tribunal Arbitral no es competente para resolver la
segunda pretensión de la demanda, de acuerdo con el artículo 34° numeral 34 de la
Ley de expropiación, en tanto:

“Toda pretensión de un arbitraje derivado de un proceso expropiatorio


debe basarse exclusiva y excluyentemente en cuestionar el valor de tasación
efectuada por el sujeto activo57 […] el sujeto pasivo solicita el
reconocimiento de intereses legales. Conforme es de verse del artículo 34°
numeral 34.1 del Decreto Legislativo 1192° sólo en sede arbitral se puede
ver el valor de la tasación del inmueble objeto de expropiación por lo que
carece de competencia el Tribunal Arbitral de pronunciarse sobre lo
solicitado.58

Por otro lado, cuestiona la Resolución Ministerial N°157-2017-MTC/01.02


de fecha 20.03.2017 indicando que la ejecución de la expropiación ha
considerado A y C y están excluyendo D y E SIN EXPRESAR RAZÓN
ALGUNA. Conforme es de verse del artículo 34 numeral 34.2 del Decreto
Legislativo N°1192°: en ningún caso se admite cuestionamiento en sede
arbitral o judicial de la norma que aprueba la ejecución de la expropiación
bajo responsabilidad. Por lo que carece de competencia el Tribunal
Arbitral”59

97. Como se advierte, PROVIAS no alegó que la solicitud de expropiación total durante el
trámite del procedimiento de expropiación fuera un requisito para iniciar el arbitraje. De
igual modo, tampoco alegó que este hubiera sido incumplido.
57
Memorial de Contestación de Demanda Arbitral, página 4. Haciendo referencia al artículo 34° Artículo 34.- Causales de
cuestionamiento en vía arbitral o judicial “34.1 Son causales de cuestionamiento en vía arbitral o judicial, únicamente: a.
Revisión del valor de Tasación del bien inmueble objeto de Expropiación. b. La solicitud de Expropiación total del inmueble, en
los casos que el Sujeto Activo realice una Expropiación parcial, solo cuando el remanente del bien inmueble que no es afectado
por el acto expropiatorio sufre una real desvalorización o resultare inútil para los fines a que estaba destinado con
anterioridad a la Expropiación parcial. c. Las duplicidades de partidas a que se refiere el artículo 29 de este Decreto, siempre
que la controversia no se relacione con la impugnación de actos administrativos. Los arbitrajes iniciados bajo esta causal se
tramitarán entre las partes involucradas en la duplicidad de partidas y sólo serán de conocimiento del Sujeto Activo en su
etapa inicial, a fin de verificar el cumplimiento de la regla de procedencia prevista en el último párrafo del artículo 35 de este
Decreto Legislativo. 34.2 En ningún caso se admite el cuestionamiento en sede arbitral o judicial de la norma que aprueba la
ejecución de la expropaiación”
58
Memorial de Contestación de Demanda Arbitral, página 5.
59
Memorial de Contestación de Demanda Arbitral, página 5.
31
98. A través de Laudo Parcial (Orden Procesal N°08 de fecha 12 de abril de 2019) el Tribunal
Arbitral se pronunció sobre esta excepción de incompetencia señalando, con suma
claridad que:

“SEGUNDO: Respecto de la excepción de incompetencia y tomando en


consideración el debate entre las partes que se resumió a partir de los numerales
3.3.1 y 3.4.1, este Tribunal Arbitral considera lo siguiente. Conforme al artículo
34.1", literal a), del Decreto Legislativo N” 1192, los árbitros tienen competencia
para pronunciarse sobre el valor de la tasación del bien inmueble expropiado.

TERCERO: Cuando el Tribunal Arbitral se pronuncie sobre este tema podría, a


grandes rasgos, confirmar el valor de la tasación determinada inicialmente por el
Estado o, reconocer el valor de la tasación determinada por el demandante,
reconociendo a su vez la existencia razonable de un monto diferencial entre este
último valor y el primero. Como se aprecia, la norma bajo análisis no contempla
de manera expresa que el Tribunal Arbitral pueda condenar al Estado al pago de
dicho monto diferencial, que se desprende como consecuencia de la revisión del
valor de la tasación referida.

Sin embargo, qué duda cabe de que los árbitros ostenten la competencia para
emitir la condena de pago del monto diferencial del justiprecio. De hecho,
PROVIAS NACIONAL reconoce esta posibilidad, pues no ha cuestionado que los
demandantes hayan sometido a arbitraje este extremo, a pesar de no desprenderse
de la literalidad de la norma citada.

CUARTO: Negar, pues, que tal competencia exista porque la norma bajo
comentario no la contempla en su texto generaría serias inconsistencias en
nuestro ordenamiento jurídico.

Por mencionar algunas, ¿Cuál sería la finalidad de revisar el valor de tasación y


la utilidad de obtener un reconocimiento jurisdiccional de un mayor valor de la
tasación, si el sujeto beneficiado no tuviese la posibilidad de exigir a través del
Órgano Jurisdiccional su pago? La inconsistencia descrita representaría, pues,
una afectación al derecho de tutela jurisdiccional efectiva, reconocida en el
artículo 139”, inciso 3, de la Constitución Política del Perú de 1993?. QUINTO:
Situación similar a la descrita es la que sucede con el caso de los intereses
legales. La norma bajo comentario no contempla expresamente que el Tribunal
Arbitral pueda pronunciarse sobre el pago de intereses legales. En este caso,
PROVÍAS NACIONAL se basa en la literalidad de la norma para justificar la
excepción de incompetencia sobre el reclamo de intereses legales formulado por
los demandantes. Al respecto, los árbitros no concuerdan con este análisis. Los
intereses legales reclamados representan un concepto relacionado y accesorio al
monto diferencial que pueda derivarse de un eventual reconocimiento del valor de
tasación demandado. Si este Tribunal Arbitral confirmase el valor de la tasación
determinada inicialmente por el Estado, desestimando el valor de la tasación
presentada por los demandantes en este arbitraje, entonces no habría ningún
monto diferencial por reconocer ni tampoco interés legal alguno derivado. Siendo
que los árbitros pueden pronunciarse sobre el pago del justiprecio diferencial que
resulte del mayor valor de tasación reconocido, entonces, por accesoriedad,
pueden también pronunciarse sobre el pago de los intereses legales derivados.
Por lo demás, el Decreto Legislativo N* 1192 no prohíbe expresamente a los
árbitros pronunciarse sobre esta cuestión.

32
SEXTO: Ahora bien, PROVIAS NACIONAL sostiene que el Tribunal Arbitral
también carece de competencia para pronunciarse sobre la Resolución
Ministerial N* 157-2017-MTC/01.02 de fecha 20 de marzo de 2017, la cual fue
cuestionada por los demandantes. De la revisión de autos se aprecia que los
demandantes no han formulado como pretensión de su demanda alguna mediante
la cual cuestionen la validez o eficacia de dicha resolución ministerial. En
consecuencia, ¡al no existir un pedido expreso dirigido al Tribunal Arbitral! para
evaluar e injerir sobre la existencia, contenido o eficacia de la Resolución
Ministerial N* 157- 2017-MTC/01.02, carece de sentido evaluar si los árbitros
gozan de competencia para resolver al respecto”

99. Posteriormente, a través de solicitudes post laudo parcial PROVIAS solicitó


interpretación de laudo arbitral, fundamentalmente por lo siguiente:

“nuestra excepción de incompetencia del Tribunal Arbitral estuvo sustentada


tanto en el numeral 34. 1 y 34. 2 del articulo 34 del del Decreto Legislativo N°
1192; sin embargo, el Tribunal Arbitral se ha declarado competente para ver
todas las pretensiones del demandante de los predios denominados zonas PAS-
TC06-LAOBA-004- A, PAS- TC06- LAOBA-004-C, PAS- TC06- LAOBA-004- D y
PAS- TC06-LAOBA- 004-E de su propiedad. […]

el Tribunal Arbitral no ha interpretado ni mucho menos ha integrado el numeral


34.2 del articulo 34 del Decreto Legislativo N° 1192, por cuanto establece que no
se admite cuestionamiento en la via arbitral la Resolución Ministerial que aprobó
la expropiación, bajo responsabilidad. 18. Es preciso señalar que, mediante
Resolución Ministerial N° 157- 2017- MTC/01. 02, se aprobó la ejecución de la
expropiación de las áreas de los inmuebles afectados por la ejecución de la obra:
Autopista del Sol Trujillo-Chiclayo- Piura— Sullana) y los valores de las
Tasaciones del mismo, conforme se detalla en el Anexo que forma parte
integrante de la citada Resolución.

Asimismo, en el Anexo de la citada Resolución se señala solamente los predios


con códigos: PAS-TC06-LAOBA-004- A y PAS- TC06- LAOBA-004- C, que
fueron expropiados, ir más allá será cuestionar la Resolución Ministerial. 20. Del
mismo modo, el arbitraje sobre la revisión del valor de tasación es un arbitraje
especial y solamente faculta al Tribunal Arbitral a revisar el valor de tasación,
por lo que toda pretensión debe cuestionar el valor de tasación ya sea en el valor
de terreno o perjuicio económico; pero no puede tener otras pretensiones que no
sea el cuestionamiento de valor de tasación por lo que solicitamos al Tribunal
Arbitral interpretar e integrar los dispositivos legales al laudo parcial, para ir
más allá del cuestionamiento del valor y la mayor área solicitada sino ha sido
estas expropiadas” 60

100. Por su parte, ASPILLAGA absolviendo tales cuestionamientos, señaló lo siguiente:

16. Es claro entonces que lo que pretende PROVIAS, en realidad, es una modificación
de la decisión del Tribunal, porque PROVIAS no comparte la decisión
contenida en el Laudo Parcial y pretende ahora que el Tribunal modifique la
60
Pedidos post-laudo parcial de fecha 7 de mayo de 2019 presentado por PROVIAS, página 4.
33
forma en que correctamente aplicó e interpretó la referida norma. Por lo
tanto, el pedido de integración es improcedente […]

19. Este es un caso distinto. Las Demandantes han propuesto expresamente como
segunda pretensión que se ordene a PROVIAS expropiar la totalidad del
predio, incluyendo los remanentes inutilizables, debidamente delimitados. Esta
pretensión y su sustento, se encuentran expresamente recogidos en el artículo
34.1 del Decreto Legislativo 1192

20. Por tanto, las Demandantes insisten en que dicha pretensión no importa un
cuestionamiento de la Resolución Ministerial 157-2017-MTC/01.02 en los
términos restringidos por la norma, sino un pedido expresamente permitido
por la misma, como se verifica en la cita apenas expuesta.

24. El razonamiento de los árbitros es muy claro y sencillo: las Demandantes no


cuestionan la Resolución Ministerial 157-2017-MTC/01.02, mucho menos su
validez o eficacia, lo que solicitan es que se ordene a PROVIAS expropiar los
predios PAS-TC06- LAOBA-004-D y PAS-TC06-LAOBA-004-E, supuesto
expresamente previsto en la norma que regula el convenio arbitral. 25. Por lo
tanto, no nos encontramos ante el supuesto previsto en el artículo 34.2 del
Decreto Legislativo 1192. Este es el motivo -debidamente sustentado- para
desestimar la excepción de PROVIAS en este extremo. Por tanto, no es exigible
a los árbitros ampliar el sustento de su decisión. De igual modo, al Tribunal
Arbitral no le es exigible “explicar” cuál es la norma que les permite
pronunciarse sobre el pedido de las Demandantes, cuando PROVIAS no ha
propuesto cuestionamientos adicionales sobre este asunto. 26. En efecto, el
único cuestionamiento de PROVIAS para sustentar la incompetencia del
Tribunal sobre el pedido de expropiación de las Demandantes es la aplicación
del artículo 34.2 del Decreto Legislativo 1192. Al no resultar este aplicable y
al no existir cuestionamientos adicionales a la competencia del Tribunal
Arbitral, la competencia del Tribunal Arbitral ha quedado confirmada”61

101. A través de la Orden Procesal N°13 el Tribunal Arbitral se pronunció sobre estos
pedidos Post-Laudo indicando que:

“las pretensiones de LOS DEMANDANTES se encuentran recogidas en los


literales a) y b) del artículo 34.1, para lo cual el Decreto Legislativo N° 1192
ha atribuido competencia plena tanto al fuero arbitral como el judicial:
“Artículo 34.- Causales de cuestionamiento en vía arbitral o judicial: 34.1 Son
causales de cuestionamiento en vía arbitral o judicial, únicamente: a. Revisión
del valor de Tasación del bien inmueble objeto de Expropiación. b. La
solicitud de Expropiación total del inmueble, en los casos que el Sujeto Activo
realice una Expropiación parcial, solo cuando el remanente del bien inmueble
que no es afectado por el acto expropiatorio sufre una real desvalorización o
resultare inútil para los fines a que estaba destinado con anterioridad a la
Expropiación parcial”. Cabe señalar que no fue materia de análisis en el
Laudo Parcial si las pretensiones de LOS DEMANDANTES merecen ser
amparadas o no sobre el fondo. Dicha evaluación y pronunciamiento arbitral
será objeto del Laudo Final. 9. Finalmente, el Colegiado advierte que, en el
fondo, PROVIAS busca que los árbitros reevalúen la justificación que
61
Absolución a los pedidos post-laudo parcial, de fecha 3 de diciembre de 2020 presentado por ASPILLAGA,
página 7-10.
34
brindaron para desestimar su excepción de incompetencia y, en consecuencia,
contrariamente a lo resuelto en el Laudo Parcial, se declaren incompetentes
para pronunciarse sobre la expropiación de los predios con códigos PAS-
TC06-LAOBA-004-D y PAS-TC06-LAOBA-004-E.”62

102. Finalmente, en sede judicial, tampoco se alegó en ninguna ocasión algún problema,
cuestionamiento, error o advertencia relacionado con el procedimiento previo para
solicitar la expropiación total. De forma concreta y en línea con los cuestionamientos
señalados en sus solicitudes post – laudo, en la demanda de anulación de laudo
presentada por PROVIAS el 12 de diciembre de 2022, se cuestionó lo siguiente 63:

“El pronunciamiento del tribunal arbitral sobre una excepción, como lo es la


excepción de incompetencia presentada, no constituye fondo de la controversia;
por lo que, la Sala Superior podrá ingresar a verificar las motivaciones,
interpretaciones, etc., expuestas por el tribunal arbitral, encontrándose facultada
a expresar y desplegar su propio criterio sobre la excepción de incompetencia
formulada por nuestra parte. […]

24. En tal orden de ideas, teniendo en consideración lo dispuesto en el artículo


112 del Decreto Legislativo 1192, referente a la adquisición o expropiación total
de un predio, al realizar el análisis de las áreas que los demandantes arbitrales
consideraron remanentes inutilizables, se constató que dichas áreas por sus
dimensiones no sufren desvalorización, muy por el contrario, debido a que cuenta
con acceso directo a la carretera Panamericana Norte (Autopista del Sol), su
precio por m2 de terreno se elevará; además, sigue siendo útil para los fines que
estaba destinado. Por lo tanto, el tribunal, frente a la segunda pretensión
principal, cuestionada por la Entidad mediante excepción de incompetencia, y
desestimada en el laudo parcial, no ha explicado ¿cuál es el fundamento técnico
para que el tribunal afirme que el ancho de 7 metros en promedio de los predios
remanentes no es apta para la actividad agrícola? Y No solo no ha explicado ello,
sino que además se ha pronunciado sobre parcelas que no eran materias
arbitrales. 25. El grave problema que identificamos desde un inicio y que aqueja
la correcta actuación en el arbitraje sub examine es que el tribunal haya emitido
pronunciamiento respecto de los predios remanentes D y E, siendo estos elementos
sujetos a materia no susceptibles de arbitraje de conformidad con el Decreto
Legislativo N° 1192. En principio, y para sustentar nuestra postura, tenemos que
mediante resolución ministerial N° 157-2017- MTC/01.02 se aprobó la ejecución
de la expropiación de las áreas de los inmuebles afectados denominados A y C por
la ejecución de la obra: Autopista del Sol TrujilloChiclayo. Las parcelas D y E no
fueron aprobadas con resolución ministerial para una expropiación, por lo que,
como dijimos, estamos ante una materia no arbitrable. […]

26. Se debe entender que el arbitraje sobre la revisión del valor de tasación es un
arbitraje especial y solamente faculta al tribunal arbitral a revisar el valor de
tasación, por lo que toda pretensión debe cuestionar el valor de tasación ya sea en
el valor del terreno o perjuicio económico, pero no puede tener otras pretensiones
que no sea el cuestionamiento de valor de tasación, por lo que ante dicha
situación la Entidad junto a la contestación de demanda, dedujo excepción de
incompetencia sobre dicho extremo.[…]”64

62
Orden Procesal N°13 de fecha 13 de febrero de 2021, página 5.
63
Ver escrito de demanda de anulación de laudo presentada por PROVIAS el 12 de diciembre de 2022.
64
Demanda de nulidad de laudo arbitral de fecha 12 de diciembre de 2022, página 14-16.
35
103. Como se advierte, el debate procesal relativo a la excepción de incompetencia estuvo
circunscrito a la verificación de si la segunda pretensión de la demanda arbitral
implicaba un cuestionamiento a la norma que aprobó la expropiación o si se trataba
de una pretensión procedente bajo el artículo 34 de la Ley de Expropiaciones. Nunca
se cuestionó -y, por tanto, nunca se discutió- el cumplimiento del supuesto
procedimiento previo (solicitud de expropiación total ante PROVIAS).

104. De este modo, la Sala Superior, al referirse al supuesto requisito del artículo 11 de la
Ley de Expropiaciones, ha incorporado una alegación que nunca fue advertida por las
partes. Ello se traduce en una patente afectación al principio de congruencia procesal
al emitir una decisión bajo fundamentos extra petita.

105. En ese sentido, al tratarse de un pronunciamiento extra petita (en la sección


considerativa de la sentencia), la Corte Suprema ha sido enfático en rechazar estas
conductas y anular sentencias que contengan este vicio en la motivación y debido
proceso; criterio utilizado por ejemplo, a través de decisión de Corte Suprema de
Justicia - Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de 03/03/2016
(Expediente: 001328-2014); Decisión de Corte Suprema de Justicia - Sala Civil
Transitoria de 26/01/2014 (Expediente: 001455-2013) Decisión de Corte Suprema de
Justicia - Sala Civil Transitoria de 14/12/2014 (Expediente: 000017-2014) o Decisión
de Corte Suprema de Justicia - Sala Civil Transitoria de 19/07/2019 (Expediente:
004992-2017), entre otras.

106. Además, no sólo implica una vulneración al principio de congruencia Procesal, sino
que también ha impedido que las partes puedan contradecir este extremo y ejercer su
derecho de defensa, lo cual también es una patente afectación al debido proceso de
acuerdo con las garantías constitucionales recogidas en el artículo 139° de la CPC.
No es posible que se emita una decisión y se recorte el derecho de ambas partes de
poder presentar descargos o, simple y sencillamente, defenderse.

107. Por lo tanto, la vulneración al principio de congruencia, como vulneración del deber
de motivación de las sentencias y vulneración al debido proceso de los recurrentes
determina la nulidad de la Sentencia de Vista.

B. Sin perjuicio de lo anterior, en subsidio, la Sala Superior no ha analizado los medios


probatorios que acreditan que los recurrentes solicitaron la expropiación total.

36
[*] Pendiente Sonia.

VII. FUNDAMENTOS DE LA PRETENSIÓN REVOCATORIA

VII.1. Infracción normativa respecto del artículo 63.1.b de la Ley de Arbitraje: la Sala
ha aplicado de forma incorrecta el deber de motivación del Laudo.

[*] Aquí explicamos por qué no existen vicios de motivación en el laudo parcial.

VII.2. Como consecuencia de la nulidad de la Sentencia de Vista, corresponde que la


Sala Suprema se pronuncie sobre los demás extremos de la demanda de anulación
de laudo.

[*] Expliquemos el resto de los fundamentos de la demanda de anulación de PROVIAS.

A. Sobre el primer vicio de anulación formulado por PROVIAS.

[*] - Primero explicamos en qué consiste el vicio alegado.


- Luego explicamos que es improcedente.
- Luego explicamos que es infundado

B.

I. AGRAVIOS

37
POR TANTO:
Solicitamos declarar PROCEDENTE el recurso de casación y, en su oportunidad, declararlo
FUNDADO.

PRIMER OTROSÍ DECIMOS: Se adjuntan los siguientes documentos en calidad de anexos:

ANEXO A: Sentencia de Primera Instancia y su cédula de notificación.

ANEXO B: Sentencia de Vista y su cédula de notificación.

ANEXO C: Escrito de apelación de Telefónica contra la Sentencia de Primera Instancia.

SEGUNDO OTROSÍ DECIMOS: Se adjunta el arancel judicial correspondiente y cédulas de


notificación en cantidad suficiente.

Lima, 25 de noviembre de 2022

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