Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Especialista: xxx
Cuaderno: Principal.
Escrito: S/N
Sumilla: Recurso de casación
Que, el xxx, ASPILLAGA fue notificado electrónicamente con la Resolución No. 6, que
contiene la Sentencia de Vista, por la cual se declara fundado el recurso de nulidad de
laudo arbitral presentado por PROVIAS contra el Primer Punto Resolutivo del Laudo
Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de abril del 2019 basado en la causal b) del
numeral 1 del Artículo 63° del Decreto Legislativo N°1071 ( ‘Ley de Arbitraje’),
declarando inválido el Laudo Parcial Arbitral y, por tanto, nulo el laudo final.
Al respecto, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 386 y 396 del Código
Procesal Civil (‘CPC’), se interpone RECURSO DE CASACIÓN en los siguientes
términos:
I. PETITORIO.
1
Artículo 50 del CPC. – Son deberes de los Jueces en el proceso: “[…] 6. Fundamentar los autos y
sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia”
2
Artículo 121 del CPC. – “[…] Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso, en
definitiva, pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida
declarando el derecho de las partes o, excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”
(i) Una patente afectación al debido proceso como garantía constitucional
consagrado en el artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del
Perú (‘CPP’) y a la naturaleza jurisdiccional del arbitraje contenida en el
inciso 1) del mismo artículo, derivado de una interpretación errónea del
artículo 41° y 62° de la Ley de Arbitraje, al producir una extralimitación
del control post-laudo que pueden ejercer los jueces.
(ii) Infracción normativa por vulneración a los artículos 3° inciso 4), 41° inciso 4),
59° incisos 1) y 2), 62° incisos 1) y 2) de la Ley de Arbitraje.
1. El artículo 391° del CPC establece los siguientes requisitos de admisibilidad del
recurso de casación:
- El recurso se interpone:
4. En tercer lugar, el recurso ha sido interpuesto dentro del plazo legal concedido,
siendo que fue notificado físicamente el xxx, por lo que el plazo para interponer el
recurso de casación vencería el 20 de junio de 2023.
6. La Ley N°31591, que modificó recientemente el artículo 388° del CPC sobre causales
para interponer recurso de casación, ha establecido expresamente como causales las
siguientes:
9. El presente recurso de casación, al tratarse de una Sentencia de Vista que resuelve una
demanda de nulidad de laudo arbitral, debe sujetarse a los parámetros legales
establecidos en la Ley de Arbitraje para su procedencia, como aplicación de la norma
especial.
10. En ese sentido, la Ley de Arbitraje ha dispuesto una única condición de procedencia
para cuestionar la decisión de La Corte Superior a través de un recurso de casación a
través del artículo 64° inciso 5) de la Ley de Arbitraje, al indicar que: “sólo procede
recurso de casación ante la Sala Civil de la Corte Suprema, cuando el laudo hubiera
sido anulado en forma total o parcial”5 Tal como ocurre en nuestro caso.
11. El arbitraje no permite una doble instancia o un “rexamen” de la decisión del árbitro a
través de una apelación, tal como lo prohíbe expresamente el artículo 62° de la Ley de
3
Artículo 50 del CPC. – Son deberes de los Jueces en el proceso: “[…] 6. Fundamentar los autos y sentencias,
bajo sanción de nulidad, respetando los principios de jerarquía de las normas y el de congruencia”
4
Artículo 121 del CPC. – “[…] Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso, en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida declarando el derecho de
las partes o, excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”
5
Véase también la Segunda Disposición Modificatoria de la Ley de Arbitraje: “Agréguese un último párrafo al
artículo 384 del Código Procesal Civil del Texto Único Ordenado aprobado mediante Resolución Ministerial Nº
351- 2004-JUS con la siguiente redacción: “En los casos previstos en la Ley de Arbitraje, el recurso de casación
tiene por finalidad la revisión de las resoluciones de las Cortes Superiores, para una correcta aplicación de las
causales de anulación del laudo arbitral y de las causales de reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros (*)
RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS.”
Arbitraje. Únicamente es posible interponer una demanda de nulidad de laudo arbitral
bajo causales taxativas contempladas en el artículo 63° de la Ley de Arbitraje, al
tratarse de causales que sancionan vicios procesales, pero no el fondo de la decisión en
sí misma.
12. Por esa razón, ante una decisión de la Sala Civil que declara fundada o infundada una
demanda de nulidad de laudo arbitral, la casación resulta la siguiente vía para que dicha
decisión pueda ser cuestionada por la parte que se considere afectada.
14. Esta otra vía igualmente satisfactoria es el recurso de casación. Por esa razón, el
artículo 64° inciso 5) de la Ley de Arbitraje expresamente ha invocado la posibilidad
de que los Jueces Supremos revisen la decisión de un Juez superior en materia de laudo
arbitral; para permitirle a ambas partes ejercer su derecho al defensa consagrado en el
artículo 139° de la Constitución Política del Perú, siempre que se trate de una sentencia
que ha anulado parcial o totalmente el laudo arbitral (causal de procedencia).
17. La única condición de procedencia que impone la Ley de Arbitraje es que la Sentencia
de Vista que se pronuncie sobre la nulidad de laudo arbitral, anule de forma total o
parcial la decisión del árbitro: “sólo en esos casos, en donde exista discrepancia entre
lo resuelto por la vía privada y la vía ordinaria, podrá acudirse a la Corte Suprema de
Justicia, vía Casación”7 Lo cual cumplimos.8
18. De esta manera, al cumplirse con las condiciones establecidas en la Ley de Arbitraje
como norma especial para la procedencia de un recurso de casación sobre nulidad de
laudo arbitral, este debe ser declarado procedente. La base normativa para dicho
criterio se fundamenta en el principio de especialidad contenido en el artículo 103° de
la Constitución Política9.
19. La observancia d este principio implica que, en escenarios como este, debe primar la
norma especial (Ley de Arbitraje) sobre la norma general (CPC). Criterio abordado por
el Tribunal Constitucional, por ejemplo, a través de la Sentencia recaída en el
Expediente N°018-2003-AI/TC.10
6
AVENDAÑO, Valdéz Juan Luis “comentarios al arículo 63° de la Ley de Arbitraje” En comentarios a la ley de
arbitraje TOMO II. Página 772.
7
GARCÍA Calderón, Gonzalo “comentarios al artículo 64° de la Ley de Arbitraje” En comentarios a la ley de
arbitraje TOMO II. Página 784.
8
Primer Punto Resolutivo de la Sentencia de Vista: “DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación de laudo
arbitral formulado por Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Nacional -Provias Nacional del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones, contra el Primer Punto Resolutivo del Laudo Parcial Arbitral de
Derecho de fecha 12 de abril del 2019 de fojas 80 al 92, basado en la causal b) del numeral 1 del Artículo 63° del
Decreto Legislativo N° 1071, en consecuencia, INVÁLIDO el Laudo Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de
abril del 2019, respecto del Primer Punto Resolutivo que declaró infundada la excepción de incompetencia, NULO
EL LAUDO FINAL”
9
Artículo 103° de la CPP: “pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas [..]”
10
Señalándose que: “una ley especial –de por si regla excepcional en el ordenamiento jurídico nacional– se
ampara en las específicas características, propiedades, exigencias o calidades de determinados asuntos no
generales en el seno de la sociedad. Las leyes especiales hacen referencia específica a lo particular, singular o
privativo de una materia. Su denominación se ampara en lo sui géneris de su contenido y en su apartamiento de
las reglas genéricas. En puridad, surgen por la necesidad de establecer regulaciones jurídicas esencialmente
distintas a aquellas que contemplan las relaciones o situaciones indiferenciadas, comunes o genéricas.
Consecuencia derivada de la regla anteriormente anotada es que la ley especial prima sobre la de carácter
general”
respetando la garantía constitucional de tutela jurisdiccional efectiva 11, el presente
recurso de casación es procedente.
C. En su defecto, la casación es procedente bajo las reglas del Código Procesal Civil.
22. El artículo 386° del CPC, recientemente modificado por la Ley 31591, establece cuatro
requisitos de procedencia para el recurso de casación:
24. Primero, el laudo arbitral declarado nulo por la Sentencia de Vista cuestionada en
este recurso de casación declaró en favor de ASPILLAGA un monto superior a S/
459,609.15 (valor total del justiprecio para las áreas remanentes) 12. Este monto
supera con creces las 500 URP.
26. La Sentencia de Vista declaró inválido el laudo parcial y nulo el laudo final 13. Este
11
Principio protegido por el Tribunal Constitucional, por ejemplo a través de la reciente sentencia del 9 de marzo de
2023 recaída en el Expediente 00030-2021-PI/TC, donde indicó que: “el artículo 139.3 de la Constitución Política
de 1993 reconoce a toda persona el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos, una de cuyas garantías es el acceso a la justicia, que se concreta en el derecho de promover la
actividad jurisdiccional del Estado que culmine en una decisión judicial sobre lo pretendido en la causa”
12
Ello, sin considerar lo señalado en el Segundo Punto Resolutivo del Laudo Final: “Segundo. Declarar por unanimidad
FUNDADA la Primera Pretensión Subordinada a la Primera Pretensión Principal, en consecuencia, el valor de las Parcelas
‘A’ y ‘C’ deberá entenderse en S/ 2.2776; por tanto, se ordena a la DEMANDADA PROVÍAS a cancelar el monto de S/
27,168.14 por la parcela ‘A’ y S/ 17,074.40 por la parcela ‘C’, más los intereses legales que correspondan a partir de la
recepción de la solicitud del laudo y hasta la fecha del pago efectivo de dichos montos.”
13
Véase el Primer Punto Resolutivo de la Sentencia de Vista: “DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación de laudo
arbitral formulado por Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Nacional -Provias Nacional del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones, contra el Primer Punto Resolutivo del Laudo Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de abril
del 2019 de fojas 80 al 92, basado en la causal b) del numeral 1 del Artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071, en
consecuencia, INVÁLIDO el Laudo Parcial Arbitral de Derecho de fecha 12 de abril del 2019, respecto del Primer Punto
requisito se condice, prácticamente, con el establecido en el artículo 64° inciso 5) de
la Ley de Arbitraje.
28. Como habrá podido notar la Corte Suprema, pueden encontrarse contradicciones
entre el artículo 64° de la Ley de Arbitraje y el artículo 386° del CPC sobre decisión
anulatoria. De manera que no resulta claro si las modificaciones al CPC han
considerado o no las disposiciones especiales de la Ley de Arbitraje.
“Por otro lado, debe tenerse en consideración que los jueces, al momento de
resolver un recurso, deben tener siempre presente las normas que regulan el
sistema recursivo aplicando el principio pro actione: es decir, en sentido
favorable para posibilitar el acceso a la tutela jurisdiccional […].
En este sentido, y por extensión, este Colegiado considera que la
interpretación de la resolución materia de cuestionamiento resulta acorde
con los principios pro homine y pro libertatis, según los cuales, ante
diferentes interpretaciones de un dispositivo legal, se debe optar por aquella
que conduzca a una mejor protección de los derechos fundamentales,
descartando así las que restrinjan o limiten su ejercicio.
Vale decir, el principio pro homine impone que, en lugar de asumirse la
interpretación restrictiva e impedir el derecho a la efectiva tutela
jurisdiccional, se opte por aquella que posibilite a los recurrentes el ejercicio
de dicho derecho14
30. En ese sentido, ante la ambigüedad de la norma, debe realizarse una interpretación
en favor del recurrente y, de ser el caso, inaplicar la exigencia contenida en el inciso
4) del artículo 386° del CPC.
35. Ahora bien, bajo el entendido de que el control de constitucionalidad es una medida
de ultima ratio, corresponde que el juez supremo realice una labor interpretativa,
distinguiendo entre disposición y norma, para procurar conservar la
constitucionalidad de la norma.
36. En este caso, ello no sería posible con relación al inciso 4) del artículo 386° si se
15
HESSE, Konrad. Escritos Constitucionales. Madrid, CEC, 1983, pp. 59-84.
considera que la decisión de anulación de laudo es estrictamente anulatoria.
Evidentemente, tales contradicciones normativas generarían como consecuencia una
grosera afectación a la tutela jurisdiccional efectiva y debido proceso, reconocidos
en el artículo 139° de la CPP. Por lo que es necesario que prime la disposición
especial contenida en el artículo 64° de la Ley de Arbitraje y se inaplique la norma
general contenida en el inciso 4) del artículo 386° del CPC.
37. En virtud de todo lo expuesto, el recurso de casación deberá ser procedente, aun
cuando la Corte Suprema considere que dicho medio impugnatorio debe ser
evaluado bajo las reglas del CPC, y no bajo la Ley de Arbitraje.
38. Finalmente, en caso de que la Corte Suprema considere por cualquier circunstancia
que el presente recurso de improcedente entonces deberá considerarse lo señalado
en el artículo 387 del CPC, que establece “excepcionalmente, es procedente el
recurso de casación en casos distintos a los previstos en el artículo 386 cuando la
Corte Suprema, discrecionalmente, lo considere necesario para el desarrollo de la
doctrina jurisprudencial.”
39. Por tanto, si se demuestra que los asuntos de derecho materia de este recurso de casación
permiten desarrollar la “doctrina jurisprudencial”, entonces la Corte Suprema podrá
declarar procedente el referido medio impugnatorio.
42. En segundo lugar, cabe señalar lo que se entiende por doctrina jurisprudencial en nuestro
ordenamiento jurídico. Así, tenemos que, “jurisprudencia y doctrina jurisprudencial no
se confunden con el precedente vinculante” 17 la anterior definición nos permite
distinguir el propósito de la doctrina jurisprudencial, consistente en direccionar las
decisiones judiciales en aras de la protección de la seguridad jurídica.
43. Por ello, se concluye que “la doctrina jurisprudencial no es más que un auxilio
interpretativo cuando el juez de grado inferior o el que la produjo se siente persuadido
de la corrección de tal interpretación para la resolución del caso en concreto” 18
17
DELGADO SUÁREZ, Christian. Ars distinguendi: jurisprudencia, doctrina jurisprudencial y
precedente. Sobre los grados de vinculación del precedente vinculante. En: IUS 360, 2016, Lima.
18
GRÁNDEZ, Pedro. Las peculiaridades del precedente constitucional en el Perú. En: Estudios del
precedente constitucional. Lima: Palestra, 2007, p. 94.
19
ORÉ GUARDIA, Arsenio. Derecho Procesal Penal Peruano, Análisis y comentarios al Código Procesal
Penal. Tomo III. Gaceta Jurídica: Lima, 2016, p 443. (
jurídicamente trascendental para fortalecer la uniformización de la jurisprudencia
nacional. Por tanto, sin perjuicio de que fluirá de los fundamentos de derecho de esta
casación la relevancia para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial, ASPILLAGA
explicará a continuación los aspectos específicos que urgen ser revisados por el máximo
intérprete de la ley:
20
BULLARD, Gonzales Alfredo y SOTO Coaquila, Carlos “comentarios a la ley de arbitraje” haciendo referencia expresa a la
exposición de motivos de la Ley de Arbitraje. 2010. Página 22.
21
Véase artículo 62° de la Ley de Arbitraje: “Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso
constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.”
Lo anterior, promueve la seguridad jurídica de este mecanismo. Las partes
recurren al arbitraje precisamente porque se trata de un procedimiento célere,
definitivo e inapelable, además de otros atractivos como la confidencialidad
en el procedimiento, entre otros.
[*] Pendiente
[*] Pendiente
47. Lamentablemente, a pesar de que la Ley de Arbitraje establece con toda claridad la
prohibición a los jueces de analizar el fondo de la controversia, pero también,
calificar sus interpretaciones, criterios, entre otros, la Corte Superior ha decidido, en
los hechos, hacerlo. Veamos:
“El artículo 41° del Decreto Legislativo N° 1071 señala: " (...) 4. Salvo pacto
en contrario, el tribunal arbitral decidirá estas excepciones u objeciones con
carácter previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su decisión
relativas al fondo de la controversia. Si el tribunal arbitral desestima la
excepción u objeción, sea como cuestión previa o sea en el laudo por el que
se resuelva definitivamente la controversia, su decisión sólo podrá ser
impugnada mediante recurso de anulación contra dicho laudo. 5. (…)".
Del citado artículo, se aprecia que el Legislador, hace una clara diferencia
de las decisiones que podrán emitirse al interior de un proceso arbitral; por
un lado están las que resuelven el fondo de la controversia; y por el otro, las
que puedan recaer sobre aspectos preliminares, accesorios o incidentales,
“cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia”, y que por
tanto en estricto no resuelven ésta, aun cuando puedan ser condicionantes de
la posibilidad del pronunciamiento arbitral sobre dicha controversia de
fondo.
48. Dicho criterio, desde luego, no sigue ningún mecanismo de interpretación normativa.
Para darle sentido a las disposiciones y a la finalidad de Ley de Arbitraje es
importante centrarnos en lo siguiente:
(iii) Ambos tipos de decisiones importan un análisis, criterio y juicio del Árbitro que
implican en sí misma una decisión sobre “fondo” aunque de cuestiones
procesales se trate. La intención del legislador al indicar expresamente “fondo de
la controversia” evidentemente, no pretendía excluir decisiones procesales tan
transcendentales como aquellas sobre las cuales el árbitro decide sobre su propia
jurisdicción.
49. Tomando estos puntos centrales y, al tratarse de una materia relacionada con la
interpretación de una disposición normativa (Ley de Arbitraje) para atribuirle un
posible significado, nos dice Ezquiaga,26 que, quien realiza la labor interpretativa
normativa (a lo cual renunció la Sala Superior), debe emplear, entre otros, un control
sistémico y funcional.
50. En la interpretación sistémica, “el intérprete debe atribuir a una norma, cuyo
significado sea dudoso, un sentido congruente con las prescripciones que establecen
otras normas del sistema. Por lo tanto, al juez corresponde justificar el vínculo
sistémico que existe entre la norma a la que atribuye significado y las del sistema
que la circundan”.27
52. En tal sentido, corresponde verificar, como primer paso, la manera en que el
ordenamiento jurídico, además de establecer la prohibición para pronunciarse sobre el
26
EZQUIAGA GANUZAS, Francisco. Argumentación e interpretación: la motivación de las decisiones
judiciales. Lima: Editora Jurídica Grijley, p. 219
27
ACHONDO PAREDES, Víctor. “Métodos de interpretación jurídica”. En: Quid Iuris, Año 6. Volumen 16, p.
42
28
RUBIO CORREA, Marcial. La interpretación de la Constitución según el Tribunal Constitucional. Lima:
Fondo editorial de la PUCP, 2005, p. 87.
17
fondo de la controversia, señala también que los criterios de los árbitros, no pueden
ser materia de análisis del Poder Judicial.
“El artículo 62° establece que contra el laudo sólo podrá interponerse el
recurso de anulación conforme a causales taxativas; prohibiendo
expresamente que por esta vía pueda discutirse el fondo de la
controversia, el contenido de la decisión o calificarse los criterios,
motivaciones o interpretaciones de los árbitros”
54. ¿Qué dijo la Sala Superior sobre la segunda parte del artículo 62°? Absolutamente
nada. Prefirió centrarse únicamente en el término “fondo de la controversia”, para
atribuirse una facultad que nuestro ordenamiento jurídico no le otorga.
55. Pasando a la interpretación funcional de la norma, considerando que la ratio legis del
Decreto Legislativo 1071, es viabilizar la consolidación del arbitraje como institución
autónoma, e independiente del poder judicial. ¿Cuál sería el sentido, entonces, de que
nuestro legislador le hubiera otorgado preponderancia a los jueces, para analizar
cuestiones jurisdiccionales arbitrales? Sencillamente ninguna.
56. En ese sentido, de acuerdo con la intensión que reviste este artículo, resulta una
vulneración pretender que se valoren las interpretaciones de los árbitros, aun cuando
estás reposan en excepciones u objeciones planteadas en el proceso.
57. Está interpretación no es arbitraria, como señala Alfredo Bullard 29, parte de la
comisión encargada de la elaboración del Decreto Legislativo 1071:
58. Considerando lo anterior, si la Sala se pronunciase sobre los criterios utilizados por
los árbitros para calificar una excepción, aun cuando sea un aspecto formal, estaría
contraviniendo la prohibición contenida en el artículo 62.2 de la Ley de Arbitraje,
pues esa es una facultad que le otorgaron las partes UNICAMENTE a los árbitros.
59. Está opinión es compartida por Jose Carlos Taboada, quien menciona 30:
60. Conforme lo señala el autor, es un error por parte de la Sala pretender tan siquiera
pronunciarse sobre excepciones u objeciones, pues por más que sean cuestiones
formales, implican la evaluación de los criterios que llevaron a los árbitros a tomar
esa decisión, además implica que la Sala establezca como debió resolver el árbitro
(cuestión que como señala el autor, es lo que pretende evitar este artículo).
61. Por su fuera poco, el criterio de la Sala dista de anteriores pronunciamientos del poder
judicial. Por citar algunos:
62. Incluso, algunas de las propias sentencias sobre las cuales la Corte Superior pretende
sostener su errónea y antojadiza interpretación a la Ley de Arbitraje son contradictorias
con la posición que ha adoptado. En el fundamento 3.8.1 de la Sentencia de Vista, la
20
Corte Superior señaló:
“[…] la Corte Superior podrá revisar la validez de las premisas arribadas por el
Tribunal Arbitral, como si de un recurso apelación se tratara. Este criterio ha
venido siendo asumido por los pronunciamientos emitidos por ambas Salas
Comerciales de Lima, en las causas Nros. 126-2014; 465- 2018; 696-2018; 495-
2019; y, 553-2022, entre otras.” [Énfasis agregado]
63. De un análisis integral a dichos pronunciamientos, se puede notar que no todas las
sentencias mencionadas por la Corte Superior reafirman su posición: por el contrario,
implican – en el fondo - un análisis distinto al propuesto y refuerzan más bien la
interpretación propuesta en este Recurso de Casación. Veamos.
- Por esa razón, la Segunda Sala reafirmó en dicha sentencia – en armonía con
nuestra posición – que únicamente podrá verificar si la decisión de
jurisdicción adolece de algún vicio de motivación o cualquier otra cuestión
procedimental siempre que esté contenida en una causal de anulación de laudo
de conformidad con el artículo 63° de la Ley de Arbitraje. A todas luces, este
razonamiento es totalmente distinto al propuesto ahora por la Primera Sala Civil
31
Fundamento 4, página 12
32
Fundamento 6, página 13
21
que resolvió la sentencia materia de esta casación33. Veamos:
“El Decreto Legislativo N° 1071 recoge en el Artículo 63° las causales por
las cuales puede ser anulado un Laudo Arbitral, las que al ser taxativas
deben ser interpretadas de manera restrictiva […]34
“no es factible que se pretenda en esta sede judicial una nueva valoración de
los medios de prueba que se ha efectuado en sede arbitral, no solo porque esta
tarea le compete al Tribunal Arbitral Único para resolver la controversia, sino
porque de hacerse se afecta la regla de prohibición prevista en el artículo 62.2
de la Ley de Arbitraje, en la medida que la revaloración probatoria solicitada
se vincula a la fundamentación fáctica del caso, es decir a las razones y
criterios de motivación, aspecto que no puede ser objeto del recurso de
anulación”37
33
Referente a: “la Corte Superior podrá revisar la validez de las premisas arribadas por el Tribunal Arbitral,
como si de un recurso apelación se tratara” Fundamento 3.8.1 de la Sentencia de Vista.
34
Fundamento 4, página 12
35
Fundamento 6, página 13
36
Fundamento 16, página 21.
37
Página 15.
22
Tribunal Constitucional38 y la Corte Suprema39 en reiterados pronunciamientos, incluso al
señalar que: “los árbitros ejercen también una verdadera jurisdicción con la misma
fuerza que los jueces ordinarios”40
65. Sin embargo, sorpresivamente, la Corte Superior ha adoptado un análisis errado de la Ley
de Arbitraje y apartado no sólo de los lineamientos establecidos por la Corte Suprema y
el Tribunal Constitucional, sino de las propias disposiciones de la Constitución Política
(artículo 139° inciso 1) que otorgan al Arbitraje la naturaleza de verdadera jurisdicción.
66. Ha sido precisamente esta visión distorsionada del control “post-laudo” ofrecido por la
Corte Superior lo que ha generado una severa vulneración al debido proceso como
garantía constitucional reconocida en el artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política
en perjuicio de ASPILLAGA, al interferir en el criterio adoptado por el Tribunal Arbitral
para invalidar el laudo parcial y, finalmente, declarar nulo el laudo final.
67. De esta manera, la Corte Superior ha incurrido en una patente infracción a los artículos
50, inciso 6)41 y artículo 12142 del CPC; incurriendo en las causales a), b) y d) del
artículo 388° del CPC43, como causales para el recurso de casación.
V.2. La Sentencia de Vista también ha vulnerado el artículo 121° del CPC los artículos
139 (3) incisos (3) y (5) del CPP
69. No cabe duda de que el incumplimiento de tales garantías se subsume en causales del
recurso de casación, de conformidad con los numerales a) b) y d) del vigente artículo 388°
del CPC,44 que conllevan necesariamente la nulidad de la Sentencia de Vista.
70. De acuerdo con el artículo 139° de la Constitución Política, el debido proceso y el deber de
motivación son principios de observancia obligatoria para todo órgano jurisdiccional. Es
indiscutible que no se puede – ni debe - emitir una decisión judicial en fragante vulneración
a dichas garantías constitucionales, las cuales encuentran su génesis en la tutela
jurisdiccional efectiva.
72. En un sentido extensivo, la tutela judicial efectiva permite también que lo que ha sido
decidido judicialmente mediante una sentencia, resulte eficazmente cumplido. En otras
palabras, con la tutela judicial efectiva no solo se persigue asegurar la participación o
acceso del justiciable a los diversos mecanismos (procesos) que habilita el ordenamiento
dentro de los supuestos establecidos para cada tipo de pretensión, sino que se busca
garantizar que, tras el resultado obtenido, pueda verse este último materializado con una
mínima y sensata dosis de eficacia.
73. Esta garantía constitucional, incluye al debido proceso como parte de los derechos que
protege. El Tribunal Constitucional a través de las sentencias recaídas en los expedientes
2192-2002-HC/TC, 2169-2002-HC/TC y 3392-2004-HC/TC ha indicado que el debido
proceso incluye la observancia de los derechos fundamentales esenciales del procesado,
principios y reglas exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos
74. Así, para el Tribunal Constitucional, el derecho al debido proceso tiene dos expresiones:
una formal y otra sustantiva; respecto al carácter formal, los principios y reglas que lo
44
La Ley N°31591, que modificó recientemente el artículo 388° sobre causales para interponer recurso de casación, ha
establecido expresamente como causales las siguientes: a) Si la sentencia o auto ha sido expedido con inobservancia
de algunas de las garantías constitucionales de carácter procesal o material, o con una indebida o errónea aplicación de
dichas garantías. b) Si la sentencia o auto incurre o deriva de una inobservancia de las normas legales de carácter
procesal sancionadas con nulidad. d) Si la sentencia o auto ha sido expedido con falta de motivación o manifiesta
ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor
45
Sentencia del Tribunal Constitucional recaida en el EXP. N.° 763-2005-PA/TC, antecedentes.
24
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas tales como las que establecen el
juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la motivación, entre
otros.
75. En lo que respecta al carácter sustantivo, se relaciona con los estándares de justicia como
son la razonabilidad y la proporcionalidad que toda decisión debe suponer, sea arbitral o
judicial.
77. Considerando lo anterior, el debido proceso en sí mismo también protege otra serie de
derechos o elementos que se desprenden de él. Sin caer en una lista restrictiva, se puede
mencionar el derecho a la defensa, derecho a la contradicción y, esencialmente, el
derecho a una sentencia motivada.
78. Este último implica un deber de los órganos jurisdiccionales y un derecho de los
justiciables, que se integra como un elemento del debido proceso. La motivación de las
resoluciones judiciales (o arbitrales) permite a los justiciables conocer las causas por las
cuales la pretensión que se esgrimió fue restringida o denegada y esto, en buena cuenta,
hace viable que quien se sienta agraviado por tal decisión pueda impugnarla. 46
79. De ese modo, la exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas, conforme al
inciso 5 del artículo 139 de la CPP, garantiza que los jueces y árbitros expresen el
proceso mental (razonamiento empleado) que los ha llevado a decidir una controversia,
asegurando que el ejercicio de la potestad de impartir justicia se realice con sujeción a la
Constitución y a la ley.
46
CASTILLO ALVA, José Luis, Manuel LUJAN TUPEZ, y Roger ZAVALETA RODRÍGUEZ. Razonamiento judicial, interpretación,
argumentación y motivación de las resoluciones judiciales. Lima: Ara Editores, 2006, p. 371.
47
Sentencia recaída en el Expediente N° 4348-2005-PA/TC, de fecha 21 de julio de 2005.
25
absoluto, una determinada extensión de la motivación, sino fundamentalmente que exista:
81. Así pues, este principio se encuentra plasmado en el numeral 5) del artículo 139° del
CPP48 y en el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
82. Ahora bien, una sentencia motivada implica, además, una sentencia “congruente” o
en respeto del principio de congruencia procesal. Es pacífico afirmar que una
sentencia que no cumpla con dicho principio (congruencia procesal) será,
necesariamente, una sentencia que afecte la garantía de motivación y el derecho al
debido proceso.
48
“La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con
mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan”
49
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp N°03943-2006-PA/TC
50
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. N°712-2018 PA.
51
Ibidem.
26
86. Esto quiere decir -en lo relevante para el presente caso- que la congruencia no sólo
debe observarse en la parte resolutiva de la decisión judicial, sino también en la parte
considerativa (que no se altere el debate procesal entre las partes, generando
indefensión).
87. Así, pues, los fallos que alteran el debate entre las partes incumplen el principio de
congruencia, en virtud del cual el juez no puede darle a una parte más de lo que esta
pide:
88. El proceder de los órganos que incumplen este principio, se podría considerar un
supuesto de incongruencia omisiva, que consiste en “desviar la decisión del marco
del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la
tutela judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia”.53 A mayor
abundamiento, la materialización de dicho principio de congruencia procesal ha sido
delimitado por nuestros órganos jurisdiccionales. Al respecto, la Corte Suprema de
Justicia, ha indicado que:
“En virtud del principio de congruencia procesal, el Juez debe dictar sus resoluciones de
acuerdo con el sentido y alcances de las peticiones formuladas por las partes, y a
los hechos alegados en la etapa postulatoria, toda vez que la infracción a este
principio determina la emisión de sentencias incongruentes como: a) la sentencia
ultra petita, cuando se resuelve más allá del petitorio; b) la sentencia extra petita,
cuando el Juez se pronuncia sobre petitorio o hechos no alegados; c) la sentencia
cifra petita, en el caso que se omite total pronunciamiento sobre las pretensiones
(postulatoria o impugnatoria) formuladas; y, d) la sentencia infra petita, cuando
el juzgados no se pronuncia sobre todos los petitorios o todos los hechos
relevantes del litigio, omisiones y defectos que infringen el derecho al debido
proceso”.54
89. De lo señalado anteriormente, se forma el aforismo procesal “ne eat judex ultra
petita partium”, que se traduce en “el juez no puede dar a las partes más de lo que
52
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al proceso civil. Bogotá: Temis, 1996, p. 91.
53
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente 00712-2018-PA/TC.
54
Casación N° 1794-2013, Ucayali, de fecha 19 de noviembre de 2013.
27
piden”. El término es utilizado frecuentemente como “extra petita”, que se positiviza
en el denominado principio de congruencia procesal.
“Artículo 50.- Deberes: Son deberes de los Jueces en el proceso:(…) 6. Fundamentar los
autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los Principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia”.
91. Pues bien, en este caso, sorpresivamente la Sala Superior ha agregado un fundamento
que no ha sido sustentando, solicitado y ni siquiera alegado en sede arbitral ni en sede
judicial por ninguna de las dos partes, referente al: “cumplimiento o no del
procedimiento de solicitud de expropiación total de inmueble”. Veamos los
siguientes extractos de la Sentencia de Vista que involucran este novedoso
argumento:
III) El numeral 20.3 del TUO del D. Leg. 1192 señala: “(…). 20.3. El Sujeto Pasivo
cuenta con un plazo de diez días hábiles, para comunicar su aceptación a la
55
Artículo VII. El Juez debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado
por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes. (El subrayado es nuestro).
28
oferta de Adquisición efectuada por el Sujeto Activo. (…)”
IV) También corresponde acotar lo dispuesto por el numeral 34.2 del TUO del D. Leg.
1192: “34.2 En ningún caso se admite el cuestionamiento en sede arbitral o
judicial de la norma que aprueba la ejecución de la Expropiación a favor del
Sujeto Activo, bajo responsabilidad.” - De la interpretación de las normas
acotadas, se evidencia que expresamente a fin que se considere la expropiación
total y no parcial, incluyendo las áreas remanentes inutilizadas, el sujeto pasivo
del proceso de expropiación debe formalmente solicitar la expropiación total del
inmueble, siendo que esta solicitud debe ser presentada hasta el momento de la
aceptación de la oferta de adquisición, tramitándose en expediente separado,
según el procedimiento regulado en el artículo 20 precedentemente acotado.
3.8.3. De la demanda arbitral (fojas 41, repetida a fojas 217 y a que se refiere en los
puntos controvertidos, la segunda pretensión consiste en: “Que el Tribunal
Arbitral ordene la expropiación total de las áreas del predio identificadas como
remanentes inutilizables para las demandantes y delimitadas en el informe técnico
de la verificadora catastral Rocío M. Méndez Allcca.” De los fundamentos
fácticos se lee: Que el sujeto pasivo (los demandantes en el presente proceso)
frente a las Cartas de Intención de Provias Nacional, considerando la oferta por
debajo de los valores del mercado, presenta su oposición y rechazan las ofertas
económicas del sujeto activo, solicitando el inicio del proceso expropiatorio de
las áreas efectivamente afectadas por el proyecto.
92. Lo anterior, debe analizarse juntamente con el numeral 3.8.5 de la Sentencia de Vista
que señala:
29
- Estas omisiones no son superadas aún con lo señalado en la resolución que resuelve el
recurso post-laudo presentado contra el laudo parcial, porque igualmente no
analiza, explica ni justifica los argumentos reiterativos de Provias y concluye
nuevamente: que las pretensiones se encuentran recogidas en los literales a y b)
del artículo 34.1 y que el Tribunal tiene plena competencia”.
95. Mediante la demanda arbitral56, los recurrentes formularon como pretensiones, entre
otras, que el Tribunal Arbitral ordene la expropiación total de las áreas del Predio
identificadas como remanentes inutilizables:
97. Como se advierte, PROVIAS no alegó que la solicitud de expropiación total durante el
trámite del procedimiento de expropiación fuera un requisito para iniciar el arbitraje. De
igual modo, tampoco alegó que este hubiera sido incumplido.
57
Memorial de Contestación de Demanda Arbitral, página 4. Haciendo referencia al artículo 34° Artículo 34.- Causales de
cuestionamiento en vía arbitral o judicial “34.1 Son causales de cuestionamiento en vía arbitral o judicial, únicamente: a.
Revisión del valor de Tasación del bien inmueble objeto de Expropiación. b. La solicitud de Expropiación total del inmueble, en
los casos que el Sujeto Activo realice una Expropiación parcial, solo cuando el remanente del bien inmueble que no es afectado
por el acto expropiatorio sufre una real desvalorización o resultare inútil para los fines a que estaba destinado con
anterioridad a la Expropiación parcial. c. Las duplicidades de partidas a que se refiere el artículo 29 de este Decreto, siempre
que la controversia no se relacione con la impugnación de actos administrativos. Los arbitrajes iniciados bajo esta causal se
tramitarán entre las partes involucradas en la duplicidad de partidas y sólo serán de conocimiento del Sujeto Activo en su
etapa inicial, a fin de verificar el cumplimiento de la regla de procedencia prevista en el último párrafo del artículo 35 de este
Decreto Legislativo. 34.2 En ningún caso se admite el cuestionamiento en sede arbitral o judicial de la norma que aprueba la
ejecución de la expropaiación”
58
Memorial de Contestación de Demanda Arbitral, página 5.
59
Memorial de Contestación de Demanda Arbitral, página 5.
31
98. A través de Laudo Parcial (Orden Procesal N°08 de fecha 12 de abril de 2019) el Tribunal
Arbitral se pronunció sobre esta excepción de incompetencia señalando, con suma
claridad que:
Sin embargo, qué duda cabe de que los árbitros ostenten la competencia para
emitir la condena de pago del monto diferencial del justiprecio. De hecho,
PROVIAS NACIONAL reconoce esta posibilidad, pues no ha cuestionado que los
demandantes hayan sometido a arbitraje este extremo, a pesar de no desprenderse
de la literalidad de la norma citada.
CUARTO: Negar, pues, que tal competencia exista porque la norma bajo
comentario no la contempla en su texto generaría serias inconsistencias en
nuestro ordenamiento jurídico.
32
SEXTO: Ahora bien, PROVIAS NACIONAL sostiene que el Tribunal Arbitral
también carece de competencia para pronunciarse sobre la Resolución
Ministerial N* 157-2017-MTC/01.02 de fecha 20 de marzo de 2017, la cual fue
cuestionada por los demandantes. De la revisión de autos se aprecia que los
demandantes no han formulado como pretensión de su demanda alguna mediante
la cual cuestionen la validez o eficacia de dicha resolución ministerial. En
consecuencia, ¡al no existir un pedido expreso dirigido al Tribunal Arbitral! para
evaluar e injerir sobre la existencia, contenido o eficacia de la Resolución
Ministerial N* 157- 2017-MTC/01.02, carece de sentido evaluar si los árbitros
gozan de competencia para resolver al respecto”
16. Es claro entonces que lo que pretende PROVIAS, en realidad, es una modificación
de la decisión del Tribunal, porque PROVIAS no comparte la decisión
contenida en el Laudo Parcial y pretende ahora que el Tribunal modifique la
60
Pedidos post-laudo parcial de fecha 7 de mayo de 2019 presentado por PROVIAS, página 4.
33
forma en que correctamente aplicó e interpretó la referida norma. Por lo
tanto, el pedido de integración es improcedente […]
19. Este es un caso distinto. Las Demandantes han propuesto expresamente como
segunda pretensión que se ordene a PROVIAS expropiar la totalidad del
predio, incluyendo los remanentes inutilizables, debidamente delimitados. Esta
pretensión y su sustento, se encuentran expresamente recogidos en el artículo
34.1 del Decreto Legislativo 1192
20. Por tanto, las Demandantes insisten en que dicha pretensión no importa un
cuestionamiento de la Resolución Ministerial 157-2017-MTC/01.02 en los
términos restringidos por la norma, sino un pedido expresamente permitido
por la misma, como se verifica en la cita apenas expuesta.
101. A través de la Orden Procesal N°13 el Tribunal Arbitral se pronunció sobre estos
pedidos Post-Laudo indicando que:
102. Finalmente, en sede judicial, tampoco se alegó en ninguna ocasión algún problema,
cuestionamiento, error o advertencia relacionado con el procedimiento previo para
solicitar la expropiación total. De forma concreta y en línea con los cuestionamientos
señalados en sus solicitudes post – laudo, en la demanda de anulación de laudo
presentada por PROVIAS el 12 de diciembre de 2022, se cuestionó lo siguiente 63:
26. Se debe entender que el arbitraje sobre la revisión del valor de tasación es un
arbitraje especial y solamente faculta al tribunal arbitral a revisar el valor de
tasación, por lo que toda pretensión debe cuestionar el valor de tasación ya sea en
el valor del terreno o perjuicio económico, pero no puede tener otras pretensiones
que no sea el cuestionamiento de valor de tasación, por lo que ante dicha
situación la Entidad junto a la contestación de demanda, dedujo excepción de
incompetencia sobre dicho extremo.[…]”64
62
Orden Procesal N°13 de fecha 13 de febrero de 2021, página 5.
63
Ver escrito de demanda de anulación de laudo presentada por PROVIAS el 12 de diciembre de 2022.
64
Demanda de nulidad de laudo arbitral de fecha 12 de diciembre de 2022, página 14-16.
35
103. Como se advierte, el debate procesal relativo a la excepción de incompetencia estuvo
circunscrito a la verificación de si la segunda pretensión de la demanda arbitral
implicaba un cuestionamiento a la norma que aprobó la expropiación o si se trataba
de una pretensión procedente bajo el artículo 34 de la Ley de Expropiaciones. Nunca
se cuestionó -y, por tanto, nunca se discutió- el cumplimiento del supuesto
procedimiento previo (solicitud de expropiación total ante PROVIAS).
104. De este modo, la Sala Superior, al referirse al supuesto requisito del artículo 11 de la
Ley de Expropiaciones, ha incorporado una alegación que nunca fue advertida por las
partes. Ello se traduce en una patente afectación al principio de congruencia procesal
al emitir una decisión bajo fundamentos extra petita.
106. Además, no sólo implica una vulneración al principio de congruencia Procesal, sino
que también ha impedido que las partes puedan contradecir este extremo y ejercer su
derecho de defensa, lo cual también es una patente afectación al debido proceso de
acuerdo con las garantías constitucionales recogidas en el artículo 139° de la CPC.
No es posible que se emita una decisión y se recorte el derecho de ambas partes de
poder presentar descargos o, simple y sencillamente, defenderse.
107. Por lo tanto, la vulneración al principio de congruencia, como vulneración del deber
de motivación de las sentencias y vulneración al debido proceso de los recurrentes
determina la nulidad de la Sentencia de Vista.
36
[*] Pendiente Sonia.
VII.1. Infracción normativa respecto del artículo 63.1.b de la Ley de Arbitraje: la Sala
ha aplicado de forma incorrecta el deber de motivación del Laudo.
[*] Aquí explicamos por qué no existen vicios de motivación en el laudo parcial.
B.
I. AGRAVIOS
37
POR TANTO:
Solicitamos declarar PROCEDENTE el recurso de casación y, en su oportunidad, declararlo
FUNDADO.
38