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Hábitos de Estudio

1.1 Introducción al tema

Con esta lectura no vamos a quedar listos para tener hábitos de estudio, el
hábito de estudiar parte de una decisión personal, de un acto libre y
consiente de querer estudiar, porque entiende el estudio como un acto
virtuoso, o al menos un hecho valioso que vale la pena repetir, que es
importante incorporarlo a lo cotidiano, casi como comer, o como
proveerse de un buen vestido. Es posible que haya una inercia social en la
que se invita a que todos los miembros de la sociedad pasen por la
escuela, pero al final disfrutar de las posibilidades de una buena escuela
sólo lo puede proveer una serie de convicciones y criterios que indican que
el aprendizaje, los conocimientos son una puerta que abre la expectativas
a nuevos y mejores horizontes, a espacios que sin estudiar es imposible
llegar.

Como va a ser constante en estas cartillas es bueno conocer el origen de


las palabras, no como un acto de cultura general, que no es despreciable,
sino que la etimología nos puede enriquecer con una idea más completa
de lo que puede significar un término, de toda la fuerza que puede
conllevar. Vamos pues entonces a mirar lo que significa la palabra HABITO.

1.2 Significado de la palabra Hábito


Esta palabra viene del latín habitus que a su vez era el término con el que
en la cultura romana y latina se refería a una práctica repetida, a una
especie de ritual pero en el ámbito secular, es decir de la vida cotidiana. El
hábito está relacionado con el verbo habitare de allí proviene nuestro

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verbo en castellano habitar que no es otra cosa más que vivir en una
morada, hallarse en un espacio específico.

El hábito es pues una forma de vida, una manera de plantearse frente a la


existencia, una forma concreta de habitar un espacio físico. Uno de los
más grandes investigadores de este tema era el sociólogo Pierre Bordieu
quién construyo un concepto alrededor de este tema, utilizó la palabra
latina y la llamó habitus, él lo entendía como la manera como el mundo
social se inscribía en el cuerpo de las personas, lo social se marca en lo
corporal y en lo mental: “Esta apropiación de lo social ocurre en el marco
de un sistema de habitus que surge de la posibilidad de expansión de los
habitus a grupos sociales, al sobrepasar el nivel de los individuos y sus
acciones” 1 Esto quiere decir que hay un marco social que facilita que unos
hábitos se acepten, se toleren y se propugnen de manera pública, acudir
a la escuela puede ser uno, pero no necesariamente la aceptación
voluntaria de los valores de lo que significa la educación, de lo que quiere
decir estar en un estado permanente de aprendizaje. Por lo tanto un
hábito puede ser un hecho mecánico o definitivamente puede estar
interiorizado, al estar interiorizado, al estar consciente del mismo, al ser
aceptado de manera voluntaria, más allá de la práctica social y cultural,
puede convertirse en una virtud.

1.3 Qué es el estudio

La palabra estudio viene de la palabra studium, de género neutro, la


acepción de dicha palabra más recurrente en la cultura latina era el
esfuerzo que la mente y el entendimiento colocaban para la comprensión
de una situación, cosa o persona. También se entendía como la labor
empleada para el aprendizaje de un arte, de una labor o de una ciencia.
El Studium a su vez se relacionaba con mucha frecuencia con la palabra
cultus de donde viene culto, que era aquel personaje que se había
cultivado a sí mismo, precisamente a través de emplear el tiempo para el
aprendizaje, para el desarrollo del arte o la ciencia que se deseaba
aprender.

Desde los pensadores presocráticos siempre se entendió que el estudio,


como actitud personal, era el único método posible para acceder al

1
 JIMENEZ,  Isabel.  Ensayos  sobre  Pierre  Bordieu.  México:  Unam.  2005.  p  201  
2
 SANGUINETTI,  Juan  José.  El  conocimiento  humano:  una  perspectiva  filosófica.  Madrid:  Albatros.  2005.  P  11  

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conocimiento, entendido éste comprensión y conocimiento del mundo, a
través de la pregunta, de la reflexión, de la lectura, de la indagación, por
eso bien lo dice el profesor Juan José Sanguinetti: “El conocimiento es una
relación humana de verdad con la realidad conocida”2 Es pues una
preocupación por la existencia, el que estudia está preocupada por saber
qué es lo que ocurre en el mundo, no es un existir mecanizado que da por
obvio lo que ocurre, todo lo contrario, el que estudia pregunta por las
formas que han constituido lo dado, lo que está allí.

Podemos concluir a partir de esto que estudiar no es un momento, es un


actitud, es una especie de vocación que sin duda cuesta y que deja claro
que a estudiar siempre es un inicio, no es en ningún momento algo
terminado porque siempre hay algo nuevo por saber, pero no es el saber
por saber, sino para transformar, para jalonar el futuro. Por eso el estudio no
es un acto de solipsismo, es decir una acción en el más puro individualismo
donde sólo existe el sujeto que estudia, todo lo contrario, estudiar es una
acción social y colectiva, es un hecho grupal porque el conocimiento se
produce en pluralidad, en comunidad que desea aprender y compartir el
conocimiento. De hecho todo acto educativo es siempre plural.

1.4 Qué son lo Habitos de Estudio

Ya que hemos explicado qué es un hábito y qué es el estudio ahora


corresponde pensar en los hábitos de estudio. Vale más decir qué
significado profundo tienen estos dos términos. Fundamentalmente los
hábitos de estudio son la disposición personal al estudio, es la comprensión
de que estudiar es un estilo de vida, como insinuaba en subtítulo anterior,
no es la dedicación de unas horas para preparar unas horas una actividad
evaluativa, es una actitud que potencia una aptitud.

Los hábitos de estudio son la manera más poderosa para ir construyendo


una senda de poderosos éxitos académico, esto va mucho más allá que
un acto de memorización de datos o la simple puesta en ejercicio de la
inteligencia, es la incorporación del estudio a la vida común y corriente. El
triunfo en la educación siempre será fruto de un ritmo de trabajo que debe
producir unos frutos debido al ritmo que se le coloca a esa labor. Es posible
que en no pocas ocasiones no veamos los frutos de manera inmediata
porque hay proyectos cuya cosecha está dada para el largo plazo,

2
 SANGUINETTI,  Juan  José.  El  conocimiento  humano:  una  perspectiva  filosófica.  Madrid:  Albatros.  2005.  P  11  

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aunque sin duda muchos elementos tendrán que verse de manera
inmediata

Venimos de unas prácticas de estudio que muy posiblemente son débiles,


es decir entendemos el estudio como una obligación que nos duele,
algunos ven los textos como un enemigo al cual hay que enfrentarse, o en
el mejor de los casos sólo preparamos la actividad evaluativa que
corresponde. Cunde la improvisación, los estudiantes se quedan sólo con
lo que el profesor dice, no se varía en las fuentes de consulta. Si se le
preguntara a los estudiantes, especialmente en la secundaria, qué es lo
que más disfrutan del colegio dirían muchas cosas (los compañeros, la
recreación, los paseos, las actividades deportivas etc.) pero muy
probablemente dejarían de último o ni siquiera mencionarían el estudio.
Sin embargo no podemos ser pesimistas, ya traemos unos hábitos, hay unas
relaciones con el estudio, de lo que se trata es de mejorarlas o de
modificarlas, es posible transformar los comportamientos para ponerlos en
tono positivo. Esto depende del nivel de autonomía, de capacidad de
construcción de los propios criterios, en la medida en que se asume la
propia norma hay capacidad de cambiar el comportamiento en relación
con el estudio.

Claro está que el paso de la educación secundaria a la universidad exige


no sólo unos reacomodamientos frente a los hábitos de estudio sino frente
a la vida misma. La Universidad, se supone nos exige mucho más de
aquello a lo que veníamos acostumbrados, tal conciencia nos exige revisar
no sólo los usos del tiempo sino preparar nuestra mente a nuevas palabras
y a nuevos estilos. De allí que cuando invocábamos el tema de la
autonomía no se hacía a modo caprichoso, porque la universidad exige,
pero la respuesta a esa exigencia depende de cada quien, las didácticas
nuevas que propone la universidad piden apertura de mente para saber
que otro es la forma, pero el ser humano es quizá el ser vivo con mayor
capacidad de adaptación, pero no se trata de una violencia gratuita, de
un cambio por el cambio, el que estudia se adapta por el deseo de una
existencia mejor.

Pero la exigencia no es sólo de la universidad hacia el estudiante, es


también del estudiante hacia sí mismo, el estudiante está llamado a revisar
de manera periódica sobre su propio proceso, empieza a verificar por
diferentes medios (no sólo por el de las evaluaciones que propone la
universidad) en qué estado se encuentra su aprendizaje. Cómo va su
trasegar por el camino del estudio. La autoevaluación es un método

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concreto y positivo de hábitos de estudio, siempre y cuando se haga
periódicamente.

Hemos empezado una experiencia radical como es la universidad, más


radical estudios universitarios por medio virtual, eso exige de los estudiantes
una alta capacidad para organizar el tiempo, exige que esté tomando
notas de lo que se dice, de hallar técnicas personales y colectivas para
estudiar. Esto necesariamente es un entrenamiento, es decir no se
consigue de una vez por todas, hay que insistir y procurar, hay que
aprender a seleccionar la información que es importante y desechar
aquella que no es valiosa. Sólo unos hábitos de estudio consolidados
pueden facilitar desarrollos académicos significativos y que redundarán en
estudiantes que no sólo se acomodan al modelo sino que le sacan todo el
provecho personal al hecho de estudiar.

Vamos a proponer a continuación una serie de tácticas que bien pueden


redundar en un buen ejercicio del estudio, aunque siempre es bueno
recordar que estas estrategias no son más que lineamientos, es necesario
que cada uno asuma tales elementos como un método que da frutos
certeros, el paso que hay que dar es poner eso práctica.

1.5 Técnicas concretas para adquirir hábitos


de estudio

Es importante la planeación para saber con qué tiempo se dispone, el rigor


de dicha planificación debe ser casi del mismo tono que la organización
de un plan laboral. En la medida en que más se planea el tiempo rinde
más y es posible tener tiempo libre.

· Es importante estructurar las horas que se van a utilizar, hay que tenerlas
en cuenta previamente. Es importante la dedicación diaria. No
necesariamente hay que estudiar dentro de la plataforma virtual, pero sí
podemos llevar con nosotros y tener en cuenta notas, acotaciones que
hayamos obtenido en otro momento. Sí por algún motivo no pudimos
dedicar tiempo al estudio un día, debemos recuperarlo al día siguiente o
en otro momento.

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· Es de alta recomendación utilizar un calendario, si bien es cierto que en la
plataforma virtual cada asignatura tiene un calendario es importante que
cada uno pueda crear un calendario personal en donde se dé cuenta de
los tiempos de evaluaciones, pero también de preparaciones de
actividades evaluativas, también es bueno dar cuenta de los tiempos de
descanso, esos mismos preparan para el estudio.

· Es necesario determinar el mejor espacio y el mejor tiempo del día para


estudiar. Hay que evitar por todos los medios las distracciones, tanto
externas como internas, algunos aparatos como la Televisión o el radio
terminan estorbando en este proceso. Que sea un lugar con buena
ventilación, con buena iluminación. En conclusión, que en la medida de las
posibilidades sea cómodo y sobre todo donde reine el orden. Decía
Agustín de Hipona: “Guarda el orden y el orden te guardará a ti”

· Es importante revisar las propias anotaciones, los comentarios de las


teleclase se pueden convertir en apuntes de clase, los temas conexos al
visto de se pueden dejar en esas mismas notas. Es recomendable tener un
cuaderno de apuntes por cada asignatura. Escribir las conclusiones a las
que llego a partir de la teleclase o de la lectura analizada.

· Hallar vías efectivas de comunicación con los compañeros con los cuales
se habrá elaborar el trabajo colaborativo. El intercambio de información
permanente sobre actividades o sobre la percepción de actividades
resulta bastante positivo.

- Los trabajos y talleres o tareas que son muy largas se pueden subdividir
en pequeñas tareas de las cuales se va saliendo paso a paso, es decir, los
trabajos se pueden ir resolviendo por puntos, por partes que pueden evitar
el agobio ante tanto volumen de trabajo, esto depende de una buena
distribución del tiempo.

· Cuando hayas obtenido un triunfo reconoce tu esfuerzo, haz un ejercicio


interior en el cual te felicitas sin caer en el autoelogio fácil o también
compártelo con las personas con las cuales te une el afecto. Reconocer
esos pequeños logros es como subir peldaños que llevan a un nivel mejor.

· Revisa siempre el material de cada asignatura, mira que funcionen bien


los links . Examina previamente las lecturas y material audiovisual, lee las
introducciones, mira detenidamente los video-resúmenes, formula y escribe
las preguntas del caso, identifica los temas centrales, los temas que se
articulan a la lectura, es importante saber cuáles son las competencias a

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adquirir o a desarrollar. Estos elementos ya condensan otro tipo de
información no menos importante pero que a veces no se explicita.

· Es importante leer mucho, pero que aquello que se lee se comprenda, no


sobra tener un diccionario o tener abierta la página web de la Real
Academia Española (www.rae.es) La comprensión es superior a memoria.
Al final es positivo elaborarle preguntas al texto.

· Si bien se había insinuado esto en momentos anteriores no sobra hacerle


hincapié, la toma de notas es un elemento fundamental a la hora de
aprender, recoger las ideas principales, aprender a hacer esquemas de
resúmenes y después compararlas al final. Estas notas son como una
prueba de lo que vamos comprendiendo.

- La organización de las ideas corre por cuenta de cada quien, no son


para que los demás las entiendan, es para que cada uno las entienda,
debe tener sentido para aquel que las está escribiendo, esto al final
redundará en una fácil recordación de los puntos importantes y
significativos de aquel que las escribió.

· Es importante pasar el contenido de lo que otros dijeron a las propias


palabras, esa es una manera concreta con la que es posible verificar el
aprendizaje, compartir con los compañeros de estudio dicho saber lo hace
aún más provechoso.

Los hábitos que se han compartido no son la panacea de los hábitos de


estudio, es posible que haya más elementos para desarrollar, pero lo cierto
es que un hábito se crea en la medida de la práctica, en la medida de la
repetición consciente, y eso es siempre una decisión personal y voluntaria
de aquel que quiere estudiar

Juan Carlos López H

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