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COMENTARIO DE GUILLERMO PÉREZ AL TEXTO

DE PAUL RICOEUR “IDENTIDAD NARRATIVA”

1
EL TIEMPO HUMANO
Refiere Ricoeur al tema fundamental del TIEMPO y a su
relación, en una primera instancia, con la subjetividad o la
persona. La idea es que el sujeto no debe concebirse, como
lo hizo una tradición (Descartes), SÓLO como algo idéntico
a sí mismo, (Yo Guillermo, sé, capto, experimento que soy
Guillermo, siempre; a no ser que sufra de alguna enfermedad
mental). Pues es preciso conciliar esa identidad con el
CAMBIO que a todas luces es evidente en la existencia de la
persona, tanto como corporeidad que es, como en su
pensamiento y valores, y en su expresión de sí mismo. Hay
pues un juego entre la identidad que permanece y el cambio,
y es necesario dar razón o ejemplo de ese juego.
Por otro lado, la idea de tiempo en Kant, está al servicio de
un esquema epistemológico para comprender los fenómenos
de la naturaleza desde sus causalidades o lógicas. Si bien en
Kant esta posibilidad se da porque todo proceso de las cosas
ocurre en el tiempo, y ese proceso de encadenamiento
depende de un tiempo interno del sujeto, dicha condición
queda muy exteriorizada, muy volcada hacia fuera, hacia el
conocimiento de la naturaleza.
Por eso se busca un tiempo que sea auténticamente interno,
de la conciencia misma del sujeto, pero que además se
compagine con el cambio que somos. Desde ahí, Ricoeur
va a proponer que son los relatos los que nos dan esa
posibilidad. Y para eso, procede en dos grandes momentos.
2
LA TRAMA, COMO FORMA DEL MOVIMIENTO DE
LA IDENTIDAD DE LOS PERSONAJES
El primer momento es más largo, y refiere a la condición
por la cual los relatos construyen una identidad de los
personajes, gracias a los sucesos ordenados por la trama, o
la disposición de los hechos1.
Ese proceso narrativo de la “obra” de arte tiene su ley
interna, es decir implica un orden que es más o menos
armónico, coherente, completo, pero ese orden que le da
“cuerpo”, depende de las tensiones, de las oposiciones, de
1
En “Compadre Mendoza”, conocemos quién es Rosalío, a lo largo de todo el relato y vemos su dilema al
final, cuando se juega entre entregar a su amigo o serle fiel, y decide entregarlo, para recibir una
recompensa. El dinero y la utilidad es lo que finalmente le importa frente a otros valores. La identidad de
Rosalío, se juega igualmente en relación con la de Dolores, el niño Felipe, y la de del general zapatista Felipe
Nieto. En la clase pasada salieron a flote esas identidades. El relato, tenía elementos visuales, como los
cuadros colgados, según conveniencia frente a las visitas; y tenía varias peripecias claves, que sirvieron para
crear los lazos entre los personajes, pero a su vez, para llevar a la traición. O sea que la trama, es el camino,
la guía para comprender con detenimiento analítico, a los personajes. Pero es HISTORIA, remite a un mundo
que es México, en la época de la Revolución mexicana, y a las traiciones que ocurrieron entre dictadores y
líderes durante eso años de 1910 a 1920 ( hasta la muerte, por traición de Emiliano Zapata), y por eso se
puede ver el filme como una ficción que da enseñanzas morales sobre la sociedad mexicana, que ocurren
focalizando al niño con la madre como los seres que reciben de cierta manera el peso de la traición y que
ejemplifican, desde el microcosmos familiar, la tragedia de la sociedad mexicana, en relación con el pasado y
con el futuro de la sociedad mexicana y del niño Felipe, que nace y crece en medio de esos años de
violencia. El relato mueve símbolos como el muñeco o la estatua precolombina que dan profundidad a los
posibles mensajes del filme. Ustedes tienen un documento histórico, enviado por mí, que puede
relacionarse con el filme para así abrir una comprensión más grande del momento, desde la narración y
desde la historiografía.
las peripecias que son el motor del cambio, o el cambio
mismo. Todo esto lo toma Ricoeur de la poética aristotélica.
Tema de la composición, de la completud, del inicio, el nudo
y el desenlace del relato2.
Luego hace Ricoeur unos comentarios sobre si en la novela
contemporánea, con su experimentación tan novedosa y
vanguardista, puede haber una ley como la que dice nuestro
autor, tomando a Aristóteles; y esto, porque pareciera que las
novelas más revolucionarias no tienen una trama tan clara, y
o los personajes son tan complejos y ricos que no se reducen
a esa trama. Y concluye que sí, que siempre tenemos por
ejemplo a un personaje, y que si no ocurre nada, o muy
poco en una novela, o si ocurre mucho, y se dan mil vueltas
en el desarrollo, no tan identificables para el esquema clásico
(introducción, nudo y desenlace), o si incluso negamos
narrativamente la identidad del personaje como en la novela
“El hombre sin atributos” de Musil, en cualquier caso,
negativamente siempre hay una referencia a la identidad,
perdida, o negada, de un personaje.
Entonces, para dar un segundo paso, Ricoeur, entra en el
tema de la lectura. El lector lee la novela o el filme, y se
identifica con los personajes, vive con ellos, ese es un tema
2
En el filme, se puede decir que la primera parte se da hasta antes de que Rosalía vaya a México City, el
desarrollo va hasta la crisis de dinero y la propuesta de Bernáldez, y el desenlace se da en la duda de Rosalío
y la muerte de Felipe nieto. Importa conectar el sentido de los tres momentos, en su integridad, en la forma
como uno remite significativamente a otro. Allí: Amistad, compadrazgo, amor, familia, dinero, lucro,
jerarquías sociales, como valores en juego;, y todo como sentido hacia la traición, y la traición como un
problema ético y político en torno al poder, la justicia, en la sociedad mexicana. Todo ese sentido se puede
seguir abriendo y explicando, por medio de la historiografía.
antiguo, y muy bello, el texto como espejo del lector,
misterioso, no necesariamente evidente, lleno de laberintos,
pero el texto como un espejo3.
Allí en esa lectura entonces podemos apreciar, realizar
acceder a nuestra temporalidad (esa que le interesa al inicio
al Ricoeur, en el juego entre la permanencia y el cambio), de
una forma enfática que une la identidad como tal, en el
cambio, en las transformaciones corporales y psicológicas
que vienen del proceso de la trama y de los personajes,
siempre con cierta forma peculiar, según el cuento o la
novela en cuestión.
3
LA IDENTIDAD DEL LECTOR ES REFIGURADA
TEMPORALMENTE POR MEDIO DE SU LECTURA DE
LOS RELATOS
Al ser la narración espejo de nosotros, porque vivimos la
trama junto con los personajes, al descubrir nosotros mundos
imaginarios que refieren a mundos reales, anécdotas,
dramas y sentidos, entonces recreamos nuestra identidad
en el tiempo del relato; y a la vez, recibimos y/o recreamos
valores morales y políticos, o humanos, aprendemos con
ellos (Ejemplo: qué significa una traición como la que vimos
en “Compadre Mendoza”. Qué relación tiene eso con la
emancipación humana), nos renovamos o reafirmamos con
3
Les recomiendo que lean el texto de Estanislao Zuleta titulado: “Sobre la lectura”. Es muy bueno.
Búsquenlo en Internet.
esos valores, o aprendemos a conocerlos como forma de la
experiencia humana que nos atañe. Y al mismo tiempo
conectamos nuestro mundo, que está en el presente,
discurriendo, y que nos alimenta culturalmente (recuerden
el texto de hermenéutica crítica: la cultura como
autoexpresión humana), con mundos anteriores, o con
mundos lejanos en el espacio, si es una novela -o un filme-
contemporáneos que nos dan un mundo que no es el nuestro.
En definitiva, nuestra identidad se enriquece y se
patentiza como una identidad que está definida por la
temporalidad. Como una identidad que se juega entre el
cambio y la permanencia. Y todo porque al leer nosotros
los relatos, nos encontramos enfáticamente con su
dinamismo, y entonces nos dan dimensiones de esa
misma permanencia en el cambio, o ese cambio en la
permanencia.
4
LA RELACIÓN ENTRE LOS RELATOS, LA CULTURA
Y LA SOCIEDAD, EN EL MEDIO DE LO SIMBÓLICO
Hay otra cuestión que es importante. La relación entre
mundos4, conectada por medio de la novela o del filme, nos
manifiesta a la cultura como forma de autoexpresión de
los hombres, y como autorreflexión (Lo dijimos con
Cassirer en texto hermenéutica crítica): la cultura,
4
Ejemplo: mi mundo de hoy en Popayán y Colombia en relación con el mundo de la pampa argentina hace
100 años (“Patagonia rebelde”), o de la revolución mexicana hace 100 años: sus dimensiones humanas,
políticas y a la vez, latinoamericanas.
expresándose en el seno de la sociedad, tiene siempre un
sentido simbólico para nosotros, explícito o implícito. Los
símbolos están en el mundo, y allí operan; son por ejemplo,
traición, moral y fidelidad del compadrazgo, valor del amor
(sublimado en el relato de la relación entre Dolores y Nieto,
y encarnado en el hijo Felipe), valor del dinero y el lucro,
lucha por la justicia, valor de la guerra en pos del poder;
todas estas son realidades simbolizadas de la vida social. Y
los tomo en particular del filme mexicano que vimos, para
hacerme comprender mejor. En general, las valoraciones y
sus expresiones simbólicas son formas que nos dan sentidos
de ser.
Pero entonces, ahora esos símbolos son tomados por la obra
de arte, para ser ordenados según un “cuento”, una narración,
y dejar entonces una enseñanza, a través de ese cuento. Esos
símbolos entran ahora, por medio de la obra de arte, en
una dimensión reflexiva, y posiblemente crítica, por medio
de la narración. Y entonces, con la obra de arte y nuestra
lectura de ella, los podemos discernir y analizar en función
de un trabajo crítico sobre la cultura y la sociedad, y sobre
nosotros mismos, en el seno de esa sociedad, la mexicana,
pero también en medio de una reflexión sobre el poder, la
traición, la justicia o la injusticia, como dimensiones
humanas. Allí converge el trabajo estético con el trabajo
filosófico, e interdisciplinario.
El proceso de la lectura es en sí mismo, simbólico, es decir,
uno lee, y al hacerlo involucra su cultura, su ideología, lo
social, sus valores que provienen del mundo donde vivimos
y de la educación que recibimos; pero junto con ello,
podemos reflexionar críticamente, interdisciplinariamente,
filosóficamente, sobre ello, para comprender algo más sobre
el ser humano, sobre nosotros mismos, y sobre las
sociedades latinoamericanas5.
CONCLUSIÓN
Al realizar mi lectura, lo que traigo es, de un lado la propia
recreación de mi yo como ser temporal, de mi yo que
accede a la historia y la reconoce en su desarrollo, (este
proceso es muy rico, y se hunde incluso en mi inconsciente);
y por eso, de otro lado lo que se sucede en mí,
reflexivamente, es una realidad anterior a mí, (digamos,
parcialmente la historia de una sociedad, en la forma
novelada), realidad social y humana que yo pongo a circular
o a mover en mi conciencia como una forma de mi ser. Y
entonces todo este proceso me abre la posibilidad de seguir
comprendiendo al mundo, al ser humano, y a mí mismo,
gracias al ejercicio de la historiografía y la filosofía.
Por eso, diremos que no hay una separación total entre sujeto
y objeto (en la relación entre yo y la cultura, entre nosotros y
la sociedad), sino una aproximación en la que el sujeto

5
Alguien decía, no recuerdo quien, que al terminar de leer una obra de arte narrativa, uno ya no es el
mismo que era cuando inició la lectura.
lector, se realiza continuamente como ser temporal; pero a la
vez, ese movimiento se refiere a un mundo –objeto- al cual
él pertenece, a la comedia humana misma en su devenir.
(Los géneros literarios o fílmicos cumplen allí un gran papel)
El comprender la obra de arte puede tener consecuencias
prácticas para mi obrar. Puede tener un sentido práctico para
mi vida, o para mi diálogo con otros, y mi vida en
comunidad. Al final, entonces se postula la necesidad de
interpretar reflexivamente el texto desde su ley interna para
abrirlo a en nuestras ocurrencias y necesidades vitales y
axiológicas (círculo hermenéutico), que se dan en cierto
momento de mi vida, y para compartirlo con otros, como
forma de una crítica hacia un horizonte posible de
verdades dialogadas, que tienen una función de trascender
y de ser formativas en mí y en los otros con los que
comparto (Remito a mi texto sobre crítica hermenéutica de la
cultura). Hay pues un sentido ético en la lectura, desde mi
movimiento como ser personal y desde mi inserción personal
en el mundo temporal, a través de la reflexión que ejerzo
sobre los textos literarios y novelescos.
Desde lo manifestado hasta aquí en este texto, vendría a
cuento un tema político de formación de una conciencia
crítica; pero también, como sugiere al final de su texto
Ricoeur, la cuestión de los relatos como pura ideología y
manipulación, o como elementos de un sentido liberador.
Tema grande de los medios de masas actuales. Por lo tanto,
digo yo, hay que adelantar siempre una crítica de las
ideologías, como filósofos, historiadores y como críticos
literarios o de cine.

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