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Introducción:

En el presente escrito se pretende responder el interrogante “¿Sólo se aprende


en la escuela?”, como pregunta disparadora al ensayo. La base bibliográfica del
mismo es la autora Cecilia Ziperovich y se complementa con material
bibliográfico otorgado por la cátedra.

El aprendizaje es un proceso que el sujeto construye activamente en interacción


con otros y con los objetos de su entorno. Esto ocurre desde su nacimiento.

En el proceso de aprendizaje el sujeto tiene un papel activo: construye


conocimiento a través de la acción y de la interacción con otros sujetos.

Pienso en la importancia de esos aprendizajes no escolarizados, esos que se


adquieren en el seno familiar o en instituciones no formales que sirven de base
para que el sujeto pueda vivir en sociedad, el lenguaje, las normas de
convivencia, modales etc.
¿Sólo se aprende en la escuela?

El aprendizaje es un proceso que no solo se construye en el ámbito escolar.


Desde el nacimiento el ser humano es abatido por un cúmulo muy variado de
conocimientos, los cuales le serán de utilidad para una vida en sociedad y para
el desempeño áulico.

Dicho proceso no se produce del mismo modo en todos los sujetos y se requiere
poder diferenciar las formas personales de aprendizaje, las que también son
diversas dependiendo del contexto educativo en el cual es producido. A su vez
se caracteriza por ser personal y social, constitutivo de la identidad y la
subjetividad, ya que socializa pudiendo participar y compartir la cultura en las
instituciones. El proceso de aprendizaje no se adquiere igual en todos los
sujetos, esto quiere decir que cada sujeto tiene su tiempo de aprendizaje que
posiblemente no se corresponde con otros, por este motivo es necesario
diferenciar estrategias para cada sujeto de aprendizaje, ya que la adquisición de
aprendizaje es subjetiva y depende del contexto social e histórico de cada sujeto.

El aprendizaje tiene como componente principal la significación, esto quiere decir


que el hombre no aprende cualquier cosa si no le es útil para su vida, el hombre
no aprende aquello que no le es significativo a su cultura o a él mismo.

Hay factores que pueden tanto facilitar como obstaculizar el aprendizaje, y de


esta manera puede que no se produzca, aunque esté presente la intencionalidad.
Se puede enseñar y que el otro no aprenda o bien aprender más de lo que se le
presentó.

Hay factores que pueden facilitar u obstaculizar el aprendizaje. Si obstaculiza


puede que el aprendizaje no se dé aunque esté presente la intencionalidad, es
decir, la intención del sujeto para aprender. Puede que el sujeto no aprenda
determinados conocimientos o puede que sepa más de la cuenta esos
conocimientos y termine por perder interés. En este sentido debe establecerse
una distancia óptima.

Para que la enseñanza esté presente debe haber intención de la misma, hay que
querer enseñar y a su vez que algo del deseo esté presente.
La intencionalidad debe ser recíproca para quien enseña y para quien aprende:
“Hay que tener interés para enseñar, para trasmitir conocimientos y que el otro
aprenda; y de parte del otro también tiene que haber intención de aprender,
entonces algo del deseo de ambos está puesto en juego en el proceso.

Quien enseña debe tener una teoría de la mente; una hipótesis de cómo y qué
debería aprender un sujeto. La capacidad de enseñar está limitada por la
capacidad de comunicarse, el lenguaje y a escritura son formas de dicha
comunicación.

Quién enseña debe tener en cuenta que el sujeto que aprende no viene como
un papel en blanco sino que ya posee conocimientos antes construidos y que
sobre ellos se edificarán los nuevos conocimientos, por eso es necesario tener
un conocimiento previo de cuales son esos conocimientos que el sujeto ya trae,
antes de entrar a la escuela. La capacidad de enseñar está determinada por la
capacidad para comunicarse, por el lenguaje y por la escritura.

La educación es un requisito para la vida social, se transmite la cultura por


generaciones. Este fenómeno educativo es característico de los seres humanos,
quienes son los únicos capaces de enseñar y han creado las instituciones para
formalizar la misma.

El aprendizaje es una característica propia de la especie humano. Solo la


especie humana puede transferir un conocimiento de generación en generación,
solo la especie humana puede "enseñar" y solo la especie humana puede
modificar un conocimiento y adaptarlo a las necesidades que se le presenten.
Esto se formaliza en la institución escolar.

Cada sujeto tiene su singularidad cognitiva y en ciertas ocasiones la escuela


busca la homogeneidad de los alumnos, desconociendo las particularidades de
cada uno, sus diferencias, lo cual en muchos casos puede llevar al fracaso
escolar.

El sujeto adquiere conocimientos desde su nacimiento mediante la experiencia


y la interacción con los objetos y con otros sujetos. Siempre hay conocimientos
implícitos, previos, los cuales tienen que ver con la propia historia del sujeto que
aprende. Es necesario que haya transformación (reacomodación,
resignificación) de esos conocimientos previos para que se produzca lo nuevo,
para que haya novedad de conocimientos o experiencias del sujeto. Dicha
novedad tiene que cumplir la condición de no convertirse en una dificultad, es
decir tener una distancia óptima, entre lo ya aprendido y lo nuevo por aprender.
Es decir, ni muy alejado de conocimientos previos, ni tampoco muy cerca ya que
no deja espacio para la novedad.

El sujeto que está en el aula posee un lugar institucional, debe querer aprender
(ganas e interés) y se requiere también de una motivación interna.

´Es un proceso subjetivo y personal que se constituye en una historia singular y


también en el entramado de determinaciones que originan en distintos contextos
como el histórico, político, económico, social, cultural e institucional. ´
(Ziperovich, (2010), p.64)

El aprendizaje es un proceso complejo y se requiere de diversas dimensiones


para poder abordarlo en su totalidad.

• Dimensión subjetiva

• Dimensión sociocultural

• Dimensión cognitiva

• Dimensión de la acción en el aprendizaje

• Dimensión del sujeto en el proceso de conocimiento del objeto (Definir


todas las dimensiones)

El aprendizaje es un proceso que se construye durante toda la vida. Desde el


nacimiento hasta la edad adulta y en esta el sujeto sigue construyendo
conocimientos.

Hay al menos dos tipos de conocimientos: Uno es el científico y el otro es el


cotidiano o social. El conocimiento científico, generalmente, se aprende en la
escuela, pero la escuela trasmite solo una parte de ese conocimiento, solo
trasmite sus resultados, entonces es un conocimiento acabado, fijo y definitivo,
es decir sin posibilidad de cambio ni de critica alguna. Este conocimiento en la
instancia de aprendizaje carece de significación, por ello los medios para
adquirirlo son la repetición y la memorización.

El conocimiento cotidiano, es con el que el sujeto está en contacto durante toda


su vida, durante todo el día, durante toda su formación como sujeto. Este tipo de
aprendizaje tiene un significado claro porque sirve para resolver problemas
concretos, problemas cotidianos. Es el aprendizaje implícito (tiene que ver con
el conocimiento que aprendemos de manera espontánea, conocimiento que
nadie enseña pero que se sabe, conocimiento cotidiano y ocurre en situación de
enseñanza no formal). Es el aprendizaje explicito (supone un esfuerzo, un trabajo
para el sujeto y en muchas ocasiones requiere la mediación de otro que ya tiene
ese conocimiento).

Ambos aprendizajes deben articularse, es decir construir el conocimiento escolar


a partir del conocimiento espontáneo. Poder tomar eso que trae el niño, esa
inquietud, problema o duda e intentar que el conocimiento tenga un lugar
importante que pueda servir para resolver eso que se trae, poder incorporar
conocimientos científicos, escolares a la vida cotidiana.
Conclusión:

Desde los diversos autores abordados el aprendizaje es un proceso que lleva


toda la vida del sujeto, el mismo puede producirse en diversos ámbitos.

El aprendizaje escolar es el formal, el institucional, pero el sujeto está en


interacción y acción con otros y con los conocimientos constantemente, no sólo
en la escuela, lo cual hace que esté en constante construcción de nuevos
aprendizajes y de todo tipo. Por lo que afirmo que no sólo en la escuela se
aprende.

El aprendizaje es social y favorece la interacción y cooperación entre los sujetos


que aprenden.

Considero que deberían repensarse los modos de enseñanza, para favorecer el


proceso cognitivo de cada sujeto. Poder pensar y repensar desde diversas
disciplinas abocadas a la educación lo que sería factible para que un sujeto
pueda apropiarse de los conocimientos y de esta manera construir su proceso
de aprendizaje.

Poder apropiarse de esos conocimientos cotidianos, a priori que ellos poseen y


que sean de base para nuevos conocimientos, con una distancia óptima.

No puede pensarse en un proceso de enseñanza para cada sujeto particular, ya


que no sería posible debido a la cantidad de aprendices en el aula. Entonces es
necesario tener en cuenta las dimensiones de cada sujeto, sus tiempos y su
historia para que el aprendizaje sea efectivo y significativo para todos los sujetos.
Bibliografía:

Delval, J. (2000). Aprender en la vida y en la escuela. Capítulos I, II y VI. Madrid,


Morata.

Elichiry, N (2009). Reflexiones e interrogantes acerca del aprendizaje humano.


En: Escuela y aprendizajes. Trabajos de psicología educacional. Buenos Aires,
Manantial.

Ziperovich, C. (2010) El aprendizaje como un proceso complejo (capítulo 3). En:


Aprendizajes. Aportes para pensar pedagógicamente su complejidad. Editorial
Brujas. Córdoba.
Temporetti, Félix (2009) ¿Teorías del aprendizaje? Seminario sobre Teorías del
Aprendizaje. Maestrías en Didácticas específicas y Docencia Universitaria.
Facultad de Humanidades y Ciencias. UNL.

Castorina, J.A. (1995). La significación social de las teorías del aprendizaje. En:
La disyuntiva de enseñar o esperar que el niño aprenda. Rosario, Homo Sapiens.

Pozo, J.I. (2016) Aprender con ciencia (cap.4). En: Aprender en tiempos
revueltos. Madrid, Alianza

Pozo. J. I. (1998). El sistema de aprendizaje. Cap. 4. Aprendices y maestros.


Madrid, Alianza.

Anijovich, R. et al. (2009). Transitar la formación pedagógica. Cap. 5. Buenos


Aires, Ed. Paidós.

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