Está en la página 1de 13

HEMATURIA

GENERALIDADES

DEFINICIÓN

La hematuria se refiere a la presencia de sangre en la orina, puede ser macroscópica o microscópica,


procedente de cualquier parte de la vía urinaria desde el glomérulo hasta el esfínter urinario
externo. Es un síntoma común de condiciones benignas y malignas. También puede ser sintomática
o asintomática, transitoria o persistente o estar asociado con otras anormalidades urinarias.

HEMATURIA MICROSCÓPICA

La hematuria microscópica es aquella que no es visible al ojo humano y solo puede visualizarse
mediante el examen microscópico del sedimento urinario. Se considera hematuria microscópica a
la presencia de más de 3 eritrocitos por campo de alta potencia en una sola muestra.

Cuando la cantidad de sangre pérdida al aparato urinario es menor de 1,5 ml por litro de orina no
hay cambios en el color o aspecto de la misma y la hematuria solo se descubre con el examen del
sedimento urinario

Generalmente la hematuria microscópica es descubierta por accidente cuando la sangre (glóbulos


rojos o hemoglobina) se encuentra en un análisis de orina o tira reactiva hecho para otros fines.

A partir de 100 eritrocitos por campo la hematuria puede hacerse visible para el ojo humano
(Hematuria Macroscópica).

HEMATURIA MACROSCÓPICA

La hematuria macroscópica también llamada hematuria bruto o gruesa, es aquella que es visible
para el ojo humano (> 100 eritrocitos por campo en el examen de sedimento urinario), se sospecha
debido a la presencia de orina de color rojo, marrón y en algunas situaciones coágulos.

Es importante saber que el cambio de color de la orina no refleja el grado de pérdida sanguínea;
cuando hay más de 1,5 ml de sangre por litro de orina esta induce un cambio de color visible.

En oportunidades la orina es de color rojo, especialmente cuando pasa corto tiempo entre la salida
de los eritrocitos de los vasos sanguíneos y la observación por el paciente.

En otras circunstancias la sangre puede coagular en el uréter correspondiente formando moldes


(coágulos) del mismo con aspecto vermicular o en forma de gusano (Hemorragia supra e
intraureteral), o aplanados, redondeados y grumosos (Hemorragia infraureteral).

En las lesiones glomerulares y túbulointersticiales, en las que no hay destrucción del parénquima
renal, se forman cilindros hemoglobínicos y eritrocitarios. En este caso la orina es de color pardo
oscuro o marrón y sin coágulos.
Cuando la pérdida hemática es de 2 a 3 ml por litro de orina, la coloración de esta es rosada, similar
al del agua de lavado de carne.

En todos los casos de hematuria macroscópica la orina se presenta turbia no permitiendo ver a
través del recipiente que la contiene.

ORIGEN DE LA HEMATURIA

La prueba de los tres vasos de Guyón permite tener una orientación del origen de la hematuria
macroscópica.

Consiste en hacer orinar al paciente y tratar de que distribuya la micción en tres vasos, con lo cual
se puede observar:

Hematuria inicial: cuando la orina del primer vaso es rojiza mientras que la del segundo y tercero
es de color amarillo ámbar (al principio sale roja y luego es de color normal). La ubicación de la
hemorragia es de patología prostática, uretral o de la parte inferior de la vejiga (cuello vesical).

Hematuria terminal o final: cuando la orina de los dos primeros vasos es normal (amarillo ámbar) y
la del tercer vaso es roja o de color pardo oscuro. El sitio de la hemorragia deriva de patología vesical
especialmente en la parte posterior o transfondo de la vejiga.

Hematuria total: cuando la orina de los tres vasos es de color rojo (toda la orina sale teñida de rojo).
La ubicación del sangrado es supravesical (riñón y parte inicial del uréter).

Si es imposible juntar la orina en los tres vasos por diversas causas, basta con observar la micción y
se podrá verificar las mismas alteraciones que en los tres vasos.

HEMATURIA SINTOMÁTICA

La hematuria sintomática es aquella que presenta síntomas acompañantes como: fiebre, piuria,
dolor abdominal o pélvico, etc. y se encuentra en relación con enfermedades sistémicas.

FALSA HEMATURA

Una situación importante a diferenciar de la hematuria es la seudohematuria o falsa hematuria,


producida por sustancias pigmentadas exógenas o endógenas, que colorean la orina de colores
rojizos o pardos. Esta diferenciación se lleva a cabo mediante el estudio microscópico del sedimento
urinario que demostrará la presencia de hematíes en la orina o de pigmentos.

Se debe tener consideración en mujeres en etapas de menstruación y postparto debido a que


pueden dar resultados falsos positivos, por este motivo se debe obtener la muestra de orina para el
análisis cuando la hemorragia ha cesado.

Las principales causas de falsa hematuria son:


Causas de Falsa Hematuria
ALIMENTOS
o Remolacha
o Setas
o Moras
FÁRMACOS
o Laxantes con fenolftaleína
o Anticoagulantes inandiónicos
o Ibuprofeno
o Citostáticos (adriamicina)
o L-dopa y metildopa
o Fenotiacinas
o Nitrofurantoína
o Rifampicina
o Sulfamidas
o Antipalúdicos
o Metronidazol
o Azatioprina
PIGMENTOS ENDÓGENOS
o Mioglobina
o Hemogobina
o Porfirinas
o Bilirrubina
o Uratos

URETRORRAGIA

Otra situación a diferenciar de la hematuria es la uretrorragia que es la salida de sangre pura, sin
mezclarse con la orina, a través del meato uretral. La sangre procede de un lugar distal al esfínter
estriado y por lo tanto es independiente de la micción. Se ve en la litiasis urinaria al expulsarse un
cálculo vesical, traumatismos de la uretra, tumores uretrales, uretritis.

CAUSAS FRECUENTES DE HEMATURA

La hematuria es uno de los principales motivos de consulta urológica de urgencias y es un signo que
obliga a una evaluación urológica completa del paciente. Existen más de 100 causas que pueden
producir hematuria en mayor o menor grado (benignas o malignas) y siempre debe ser considerada
de origen tumoral hasta que no se demuestre lo contrario. A continuación se presentan las
principales causas de hematuria:
Causas frecuentes de Hematuria
1. Nefropatías médicas
2. Tumores
3. Litiasis urinaria
4. Infecciones urinarias
5. Procesos quísticos
6. Traumatismos urológicos
7. Fármacos y/o radiaciones
8. Trastornos metabólicos
9. Discrasias sanguíneas
10. Procesos vasculorrenales
11. Hematuria de estrés
12. Hematuria ex vacuo

Hematuria por nefropatías médicas o glomerulopatías

Suelen ser poco frecuentes. Durante la fase aguda de la glomerulopatía suele ser macroscópica pero
en fases de remisión suele quedar una microhematuria persistente.

Hay que sospechar hematuria de origen glomerular cuando se acompañe de proteinuria mayor de
1g/24 hs y cuando la hematuria en el sedimento se acompañe de la presencia de cilindros hemáticos,
datos de alteración de la función renal, edemas, HTA, etc.

La hematuria de origen glomerular presenta hematíes deformados por su paso a través de los
glomérulos y túbulos renales. La dismorfia eritrocitaria distingue la hematuria nefrológica de la
urológica en un 85% de los casos. Las nefropatías pueden ser primarias y secundarias a
enfermedades sistémicas. La causa más frecuente hematuria de origen glomerular es la nefropatía
por IgA.

Hematuria por litiasis urinaria

Son más o menos frecuentes, se caracteriza por sus episodios alternantes de orinas claras y
hematúricas. Los pacientes relatan al médico que amanecen con orinas claras debido al reposo
nocturno y al final del día presentan hematuria. Esto se debe al roce que ejercen los cálculos sobre
el urotelio. Desde el punto de vista clínico la hematuria puede acompañarse de un dolor lumbar
cólico en el caso de las litiasis renoureterales. En ocasiones, los cálculos localizados en cavidades
renales, sobre todo cálices, pueden manifestarse como hematuria sin dolor.

Hematuria en infecciones urinarias

En casos de ITU no específicas, la sintomatología principal del proceso la constituyen el síndrome


miccional, dolor lumbar, fiebre, piuria; quedando en segundo plano la hematuria. En casos de
tuberculosis urinaria la hematuria puede ser la primera y única manifestación clínica, aunque esto
no es frecuente ya que lo habitual es que se manifieste junto a la sintomatología típica: síndrome
miccional, piuria estéril, pH ácido, proteinuria, dolor lumbar, etc.

Otras patologías inflamatorio-infecciosas pueden producir hematuria en mayor o menor cuantía


cmo esquistosomiasis urinaria y cistopatías (cistitis intersticial, cistitis eosinófilica, cistitis
enfisematosa.)

Hematuria de los procesos quísticos

La hematuria en casos de quistes renales, riñones poliquísticos e hidronefrosis suelen ser poco
frecuentes. Su aparición sugiere la presencia de litiasis, infecciones o tumores que complican estos
procesos.

Hematuria en traumatismos urológicos

La hematuria es el signo estrella de toda afección traumática urológica alcanzando el máximo interés
en los traumatismos renales. Es muy importante tener en cuenta que la intensidad de la hematuria
no está en relación con la intensidad del traumatismo.

La ausencia de hematuria no excluye una afectación renal, ya que ésta falta en un número
importante de traumatismos renales, sobre todo los graves (hemorragia retroperitoneal, afectación
del pedículo, etc.).

El estudio urológico debe ser exhaustivo ante todo traumatismo abdominal o pélvico que provoque
hematuria, emplastamiento lumbar o perineal y alteraciones hemodinámicas.

Hematuria por administración de fármacos o radiaciones

Determinados fármacos pueden producir hematuria:

- Anticoagulantes, fundamentalmente en casos de sobredosis. El 82% de los pacientes en


tratamiento con anticoagulantes que presentan hematuria macroscópica tienen una patología
urológica subyacente de interés.

- Ciclofosfamida, produce cistitis hemorrágica.

- Anfotericina B.

- AINE, produce necrosis papilar

Las radiaciones pueden producir cistitis rádicas en las que son muy frecuentes las hematurias.

Hematuria por alteraciones metabólicas

Ante una microhematuria aislada en pacientes jóvenes no diagnosticada, debe efectuarse un


estudio metabólico para descartar hipercalciuria e hiperuricosuria.

Hematuria por discrasias sanguíneas


Existen diversos trastornos hemorrágicos que producen alteraciones del mecanismo de la
coagulación como en la hemofilia, púrpuras trombocitopénicas, leucemias agudas y crónicas,
anemia de células falciformes. Puede existir hematuria sin causa nefrourológica, por lo que se
justifica que en todo paciente con hematuria debe solicitarse un hemograma y un estudio de
coagulación.

Hematurias de origen vascular

- Embolia o trombosis de la arteria renal (infarto renal):


Se debe sospechar la existencia de un embolismo o trombosis de la arteria renal en pacientes
con historia de valvulopatías o endocarditis; pacientes sometidos a manipulaciones de los vasos
renales (cirugía, arteriografía) que pueden movilizar o romper hematomas; pacientes
diagnosticados de aneurisma aórtico (que puede convertirse en un determinado momento en
un aneurisma disecante que comprometa el hilio renal); pacientes que presentan hematuria
asociada a proteinuria, con dolor lumbar súbito y agudo

- Trombosis de la vena renal:


Es frecuente en niños, secundaria a deshidratación. Es rara en el adulto, puede aparecer en
procesos tumorales o en síndrome nefrótico.

- Fístulas arteriovenosas renales:


Las manifestaciones clínicas dependen del tamaño y la localización de la fístula. La arteriografía
renal selectiva es la prueba diagnóstica. El tratamiento de elección consiste en la embolización
supraselectiva.

- Angiomas renales:
El riñón es el segundo órgano más afectado después del hígado por tumores vasculares. La
hematuria no es constante, aunque en ocasiones es masiva y persistente.

Hematuria de estrés. Hematuria postesfuerzo

En un 20% de deportistas tras un gran esfuerzo se detecta hematuria con proteinuria. Es benigna y
transitoria, pero se debe realizar un estudio urológico completo para descartar otras causas.

Hematuria ex vacuo

Se debe a la descompresión brusca de la vejiga después de una distensión severa y mantenida (globo
vesical). En una retención urinaria que precisa sondaje debemos evacuar lentamente la vejiga para
evitar una hematuria.

CÁNCER UROGENITAL COMO CAUSA DE HEMATURIA

La hematuria es motivo de consulta de aproximadamente el 30% de los tumores renales, del 60%
de los pieloureterales y del 84% de los vesicales.
La triada clásica del cáncer urogenital consistente en hematuria, dolor lumbar y masa abdominal o
pélvica. Sin embargo, esta asociación se presenta sólo entre un 9-16%. La hematuria aparece entre
un 40-60% y es el síntoma más frecuente.

Suele ser un síntoma tardío y aparece cuando el tumor ha evolucionado. Generalmente es una
hematuria total, espontánea, de intensidad variable y suele cursar sin dolor. La rotura de los vasos
neoformados y la invasión pielocalicial del tumor ocasionan la aparición de hematuria.

HEMATURIA Y CÁNCER DE LA VÍA EXCRETORA ALTA

La hematuria es generalmente el síntoma inicial y principal de los tumores del tracto urinario
superior (80%), friables y de gran vascularización. Suelen ser precoces e intensas, con coágulos que
pueden provocar dolor renoureteral. Hasta en un 30% de los casos se acompaña de obstrucción de
la vía urinaria por coágulos o por el propio tumor llegando a producir anulación funcional renal. Se
asocian con dolor en el flanco (20-40%) de los casos y una masa lumbar (10-20%)

HEMATURIA Y CÁNCER DE VEJIGA Y URETRA

El cáncer de vejiga es el séptimo cáncer más comúnmente diagnosticado en la población masculina


en todo el mundo, mientras que el de uretra es menos del 1%. La hematuria macroscópica es
prácticamente siempre el síntoma con el que debutan los tumores de vejiga y uretra.

La hematuria generalmente es asintomática, total, espontánea, sin relación con el tamaño del tumor
y de intensidad muy variable pero generalmente abundante y con coágulos que pueden llegar a
producir retenciones urinarias.

En ocasiones puede ser anemizante y provocar repercusiones hemodinámicas. La combinación de


hematuria y síntomas irritativos es más típica de los tumores sólidos. Inicialmente predomina el
síndrome miccional y más tarde la hematuria se hace frecuente e intensa. En la fase terminal
aparecen orinas turbias con esfacelos y estranguria.

HEMATURIA Y PATOLOGÍA PROSTÁTICA

HBP

La presencia de episodios de hematuria en la evolución de una hiperplasia benigna de próstata no


es una complicación rara. Generalmente se trata de una hematuria inicial y poco abundante en
pacientes de edad avanzada, acompañándose de clínica de dificultad miccional.

En ocasiones puede presentarse como una hematuria total y con coágulos sobre todo si se asocia a
infección urinaria o litiasis vesical. Esta hematuria suele deberse a la congestión vascular de la
próstata con dilatación de las venas del cuello vesical.

La presencia de una hematuria en un paciente con HBP obliga a realizar un diagnóstico diferencial
con otras patologías, así como a descartar la coexistencia de alguna de ellas.
Cáncer de próstata

La hematuria se produce en estadios avanzados, por la invasión de la uretra o cuello vesical. Es una
hematuria de inicio asociada a un síndrome prostático atípico, con dolores óseos.

VALORACIÓN DIAGNÓSTICA

Anamnesis

Las características clínicas que acompañan a una hematuria pueden orientarnos acerca de la causa
y localización de la misma, por lo que es indispensable una buena anamnesis y exploración física en
los enfermos con hematuria.

La anamnesis sobre el uso de fármacos analgésicos (necrosis papilar), anticoagulantes y


ciclofosfamidas (cistitis hemorrágica), anticonceptivos (síndrome hematuria-dolor en flanco) y
antibióticos (nefritis intersticial) puede ser de utilidad diagnóstica.

En casos de tendencia hemorrágica habrá que descartar la existencia de trastornos de la


coagulación.

La clínica acompañante a una hematuria debe ser tenida en cuenta. En casos de dificultad miccional
y polaquiuria habrá que pensar en patología prostática. Cuando aparece dolor cólico renoureteral
será orientativo de la presencia de litiasis urinaria. La asociación con síndrome miccional, fiebre,
piuria será sugestivo de ITU.

Si la hematuria es asintomática, intensa, caprichosa y con coágulos será sugestivo de la existencia


de un proceso tumoral.

Existen nueve parámetros que brindan una ayuda diagnóstica al médico durante la anamnesis.

1. Características de la hematuria: Se debe preguntar al paciente sobre el color, la presencia de


coágulos, posibilidad de micción, presencia de dolor y sus características.
2. Síntomas sistémicos acompañantes: La clínica acompañante puede orientar al médico en la
causa de la hematuria, es importante preguntar si el paciente ha presentado fiebre, artralgia,
dolor abdominal, arritmias cardíacas y pérdida de peso.
3. Diatesis hemorrágica: La presencia de hematomas y equimosis en el paciente pueden orientar
a un trastorno de la coagulación.
4. Factores de riesgo de malignidad: Dentro de la
Anamnesis del paciente con hematuria
anamnesis es importante identificar los Factores 1. Características de la hematuria
de Riesgo de Malignidad de Hematuria  Color y presencia de coágulos
establecidos por la American Urological  Posibilidad de micción
 Dolor, localización, características
Association (AUA):
2. Sintomatología sistémica acompañante
 Edad mayor de 35 años  Fiebre
 Género masculino  Artralgias
 Dolor abdominal
 Historia de Tabaquismo
 Pérdida de peso, arritmias cardíacas
 Historia de exposición a químicos o colorantes 3. Diatesis hemorrágica
(ciclofosmadia, aminas, Benceno)  Equimosis
 Historia de abuso de analgésicos  Hematomas
4. Factores de riesgo de cáncer urológico
 Historia de Irradiación Pélvica  Edad mayor de 40 años
 Síntomas miccionales irritativos (Urgencia,  Tabaco
frecuencia, disuria)  Abuso de analgésicos
 Irradiación pélvica, ciclofosfamidas
 Enfermedad urológica previa
 Exposición a colorantes o tintes
 Antecedentes de infección crónica del tracto  Síntomas miccionales irritativos
urinario  Urolopatía previa
 Infección crónica del tracto urinario
5. Relación con el ejercicio
5. Relación con el ejercicio: Se debe preguntar al 6. Relación con la menstruación
paciente si práctica algún deporte de contacto 7. Sintomatología genitourinaria
como fútbol o boxeo (causa traumática) u otros  Dolor flanco
 Frecuencia, urgencia, disuria
que exigen gran resistencia como atletismo,
 Disconfort vaginal o peneano
natación, fútbol, etc.  Actividad sexual
6. Relación con la menstruación: En caso de que  Catéteres urinarios
exista una hematuria microscópica y se trate de 8. Medicación
9. Historia familiar
una mujer en su período de menstruación, se debe repetir el examen del sedimento de orina
posterior a que la hemorragia finalice.
7. Sintomalogía Genitoruinaria: En el interrogatorio debe constar la presencia de dolor en los
flancos; la frecuencia urinaria y trastornos como disuria, nicturia, polaquiuria; actividad sexual,
presencia reciente de catéteres vesicales.
8. Medicamentos: No se debe olvidar preguntar al paciente si toma algún tipo de medicación.
9. Historia Familiar: Preguntar al paciente sobre familiares con antecedentes de poliquistosis o
coagulopatías.

Exploración física

La exploración física debe ser completa, tanto a nivel urológico como general. Se debe inclurir
inspección de genitales externos descartando cuerpos extraños o litiasis en la uretra, condilomas,
sangrado vaginal o carúncula. En la palpación del escroto y su contenido se debe descartar edemas,
petequias o angiomas. La puñopercusión positiva puede orientar a pielonefritis, litiasis, tuberculosis,
infarto renal. Se debe buscar masas abdominales (hidronefrosis, poliquistosis, pionefrosis,
carcinoma renal) e hipogástricas (globo vesical).
Es importante medir la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, así como realizar una auscultación
cardiopulmonar para detectar irregularidades del ritmo cardiaco (sospecha de procesos
embolígenos renales) y valorar el estado hemodinámico del paciente.

El tacto rectal es una exploración obligada en todo paciente con hematuria para descartar procesos
inflamatorios o neoplásicos prostáticos.

Exámenes complementarios

Estudios de laboratorio

• Análisis elemental de orina: la presencia de cilindros hemáticos, proteinuria intensa y hematíes


dismórficos indican un origen parenquimatoso renal de la hematuria. Una eosinofilia (más del 5%
de los leucocitos de la orina) orienta hacia nefropatía tubulointersticial. La piuria y la bacteriuria son
indicativos de infección urinaria. Cuando aparece piuria sin bacteriuria (piuria estéril) y hematuria
el diagnóstico más probable es de tuberculosis renal.

• Hemograma y coagulación: una hematuria anemizante o que provoca inestabilidad hemodinámica


requiere ingreso hospitalario. La existencia de policitemia a veces está relacionada con el
hipernefroma. También se debe descartar trombopenias o trastornos de la coagulación que
expliquen la causa de la hematuria

• Bioquímica general: para evaluar la función renal.

• Cultivo de orina: valora la existencia de infección urinaria, el agente causal y su sensibilidad a


antibióticos mediante el antibiograma.

• Citología de orina: indicada cuando se sospecha de tumor de urotelio. Las muestras de orina para
citología del tracto urinario superior se pueden obtener mediante cateterismo ureteral selectivo.

Pruebas radiológicas

• Radiografía de tórax y simple de aparato urinario: permite valorar la presencia de masas


pulmonares (TBC o metástasis), masas abdominales, ocupación de retroperitoneo, aumento de
tamaño de las siluetas renales e imágenes radiopacas en el trayecto renoureteral o vesical.

• Ecografía urológica: es una técnica de gran rentabilidad diagnóstica con ausencia de efectos
secundarios, otorga información sobre la presencia de litiasis, tumores y obstrucción. La ecografía-
doppler es útil para el diagnóstico de patología vascular renal como causa de hematuria.

• Urografía intravenosa: es fundamental en el estudio de las hematurias, permite el estudio


morfofuncional del aparato urinario. Analiza la función y morfología renal bilateral, así como la
existencia de masas renales, presencia y localización de litiasis, defectos de replección en las vías
urinarias, dilatación de la vía excretora, presencia de divertículos vesicales e impronta prostática
vesical.
• TAC con contraste: aporta gran información tanto del aspecto morfológico como funcional de la
vía urinaria.

• Pielografía anterógrada y retrógrada: son métodos invasivos que precisan del abordaje
percutáneo en el caso de la pielografía anterógrada y del abordaje endourológico en el caso de la
pielografía retrógrada. Da información de la vía excretora en caso de sospecha de litiasis radiolú-
cidas y tumores.

• RMN: está indicada en el estudio de masas y abscesos renales

• Arteriografía renal: aporta información en el estudio de tumores, infartos renales o fístulas


arteriovenosas.

Procedimientos endourológicos

• Cistoscopia: no es un método inicial de exploración, sin embargo es útil en el diagnóstico de tumor


vesical o uretral, cistitis, cuerpos extraños, litiasis vesical, alteraciones vasculares y en ocasiones
informa del meato ureteral del que procede la hematuria (hematuria unilateral). Se realiza
cistoscopia diagnóstica cuando existen dudas diagnósticas después de realizar exploraciones
radiológicas no invasivas. En caso de sospecha de tumor de vías, puede realizarse cateterismo
ureteral selectivo para recogida de orina y análisis citológico o realización de ureteropielografía
retrógrada.

• Ureteroscopia diagnóstica: es una técnica invasiva indicada cuando se sospecha la presencia de


tumor de vías, porque no se logra el diagnóstico con métodos menos agresivos.

Otras exploraciones

• Biopsias: Las biopsias más frecuentemente utilizadas en el diagnóstico de la hematuria son la


biopsia renal, biopsia de próstata y biopsia endoscópica de la vejiga. Se utilizan cuando existe una
lesión en el parénquima.

ALGORTIMO DIAGNÓSTICO DE LAS HEMATURIAS


TRATAMIENTO

El tratamiento de la hematuria depende de la causa que la ha provocado. Es importante valorar la


intensidad del sangrado. Ante una hematuria fluida, sin coágulos y sin repercusión hemodinámica
no es necesaria la realización de instrumentaciones especiales ni de cuidados específicos en su
tratamiento. Debe aconsejarse al paciente forzar la diuresis mediante una ingesta abundante de
líquidos. Si la hematuria es intensa, franca y con coágulos es precisa una valoración y actuación
urológica urgente.

En casos de hematuria anemizante y con repercusión hemodinámica es preciso una correcta


reposición de la volemia y corrección de los trastornos de la coagulación que puedan existir.

La retención de grandes coágulos en la vejiga originan una “vejiga coagulada”, con distensión de las
paredes vesicales que impiden la retracción de los vasos sangrantes, alterando los mecanismos de
la hemostasia y condicionando la persistencia de la hemorragia.

Esto obliga a realizar una evacuación vesical completa, que en principio se puede realizar con una
sonda uretrovesical semirrígida de 3 vías de grueso calibre (números 22-24 French), aunque a veces
es preciso utilizar el cistoscopio y los evacuadores. En este caso se realiza una revisión endoscópica
de la vejiga para conocer la causa del sangrado. Posteriormente se coloca un lavado endovesical
continuo con suero fisiológico frío. Con estas medidas se logra el control en la mayoría de las
hematurias.

Si no se controla y persiste la inestabilidad hemodinámica, tendremos que plantearnos otras


medidas más radicales como RTU hemostática (en la hematuria de origen vesical), instilación vesical
de sustancias (aluminio al 1%, nitrato de plata al 1-2%, prostaglandina E2 o F2 alfa, formalina al 1-
4%), embolización o ligadura de las arterias hipogástricas, y la derivación urinaria con o sin
cistectomía asociada.

Si la hematuria anemizante procede del aparato urinario superior habrá que plantearse un
tratamiento agresivo como embolización de la arteria renal, o incluso la nefrectomía total si la
hematuria no se logra controlar con métodos menos invasivos.
ALGORITMO TERAPÉUTICO DE HEMATURIA

Bibliografía:

1. Asociación Española de Urología. Urgencias Urológicas. Hematuria.


2. American Urology Association. Guidelines. Hematuria. 2016. www.aunet.org
3. European Association of Urology. Oncology guidelines: Bladder Cancer, Upper Urinary
Tract Urothelial Cell Carcinoma, Prostate Cancer, Primary Urethral Carcinoma. 2017.
www.uroweb.org
4. Kurtz M, Feldman A, C Cho K. Etiology and evaluation of hematuria in adults. UptoDate
2017.
5. National Institute for Health and Care Excellence. Suspected cancer: recognition and
referral. Urological cancers. 2015.

También podría gustarte