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Trabajo Práctico N°3 de Integración Cultural III – Mora Castellanos, Carrera Piano, Año: 2019

La escritura del Dios de Jorge Luis Borges es un cuento fantástico. En este género narrativo, el lector
reconoce en la historia narrada el mundo real pero de pronto irrumpen elementos de la ficción y se
desdibujan los límites entre lo real y lo imaginario.

En este cuento en particular las referencias a Pedro de Alvarado, a las pirámides y los nombres
aztecas nos sitúan en el marco histórico de la conquista de México, un hecho real, y, si bien el
personaje principal y voz del narrador que se identifica como un mago de la pirámide puede resultar
un personaje de la ficción, no se aleja mucho de las creencias religiosas de esta cultura.

A su vez el tema escogido en el cuento se puede vincular a la historia misma del autor, quien suele ser
autorreferencial en sus obras, a través de su doble ascendencia: guerrera de parte materna, e
intelectual y gran conocedora de varias culturas la vertiente de su padre.

El personaje principal del cuento un mago azteca que fue torturado y encerrado en los confines de una
bóveda al negarse a revelar el paradero de los tesoros del Imperio a los españoles. Se halla encerrado
en una celda abovedada dividida por un muro central que lo separa de un jaguar.

Sin embargo el ambiente creado por Borges es un sistema espacio-tiempo adimensional. El espacio
confinado a los límites de la celda, del que el protagonista no puede salir es uno de los elementos de
lo fantástico presente en mucho de los cuentos de Borges como la idea del laberinto. El tiempo, a su
vez, parece ser infinito, no transcurrir, en el que no se distingue el ayer del hoy: “Un día o una noche
– entre mis días y mis noches, ¿qué diferencia cabe? […]”. Durante todo este tiempo el protagonista
se deja llevar por sus cavilaciones y de pronto se siente agitado por un recuerdo en el que Dios al
crear mundo, previendo que podían ocurrir fatalidades y desventuras en el fin de los tiempos, crea
también una sentencia mágica para conjurar esos males. Ésta debiera ser perdurable en el tiempo para
subsistir generaciones y generaciones.

La palabra del Dios es ese elemento fantástico central introducido en la historia que destroza el orden
lógico de la realidad. Es una palabra que es una y todas al mismo tiempo, que está más allá del
lenguaje y que engloba todo el universo y todos los tiempos y elementos de ese universo. Es la
representación del infinito, otro tema central y clave en la lectura de los cuentos de Borges. El
problema del orden y del caos que toma la forma de laberinto del que sin un mapa no se puede salir,
pero una vez descifrado le revela la verdad protagonista, que es el mundo entero.

Otro tema que se repite en sus cuentos es el del sueño comprendido dentro de otro sueño, existen
diferentes niveles de realidad existen que pueden prolongarse infinitamente dejando al lector con la
duda de si lo que ocurre es real o imaginario.

A la vez que sus pensamientos se hacen más profundos y filosóficos logra desentrañar el enigma de la
escritura de Dios en el dibujo trazado por las manchas en la piel del jaguar y de pronto, como un acto
de revelación divina, comprende la palabra del Dios.

Finaliza el cuento con una contradicción, muy propias en el autor. Una vez que el personaje ve la
verdad absoluta, ha comprendido el mundo y el orden del cosmos, y ya sus anteriores preocupaciones
y su realidad de mortal le resultan fútiles y no pronuncia la fórmula que le permitiría librarse de todos
los males. El final del cuento deja al lector en una posición de desventaja e intriga, ya que el narrador
nunca revela la palabra del Dios dejando que muera el misterio con él en esa oscuridad.

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