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LOS MECANISMOS DE COHESIÓN

1. EL TEXTO Y SUS PROPIEDADES

Los textos deben cumplir tres requisitos o propiedades: adecuación, coherencia


y cohesión.

La adecuación: un texto adecuado es el que está bien construido desde


el punto de vista de la situación comunicativa.
La coherencia: un texto coherente es aquel que es percibido como una
unidad con sentido (un todo estructurado).
La cohesión: un texto cohesionado es aquel que garantiza una relación
coherente de sus partes.

No hablamos y escribimos mediante oraciones sueltas. Hablamos y escribimos


organizando y conectando enunciados que forman textos.

1. LOS MECANISMOS DE COHESIÓN

Se denomina cohesión textual a la red de relaciones entre los distintos


elementos de un texto que manifiestan lingüísticamente su coherencia.
Las unidades que forman un texto (oraciones, párrafos) no son unidades
aisladas, sino vinculadas entre sí a través de relaciones sintáctico-semánticas
que contribuyen al significado pleno del texto. Estas relaciones se manifiestan
mediante diversos procedimientos lingüísticos, llamados mecanismos de
cohesión. Aseguran la coherencia textual.

-Recurrencia o repetición: la repetición de un elemento lingüístico a lo


largo del discurso es uno de los mecanismos fundamentales que dota de unidad
al texto.

Tipos de recurrencia:

-Recurrencia fónica: la repetición intencionada de determinadas serie de


fonemas en partes distintas del texto puede ser utilizada también como
procedimiento cohesivo. El ejemplo más claro lo encontramos en la rima de la
poesía.: En el silencio sólo se escuchaban el susurro de las abejas que sonaba .
(Garcilaso de la Vega)

-Recurrencia léxica. Todo texto ordena el léxico en torno a un campo


conceptual que funciona como eje temático y que está formado por un conjunto
de palabras y de expresiones referidas a dicho campo (nuevas tecnologías,
biología, educación, economía…).
La recurrencia léxica consiste en la repetición de una misma palabra en
diferentes enunciados de un texto. Constituye uno de los elementos
fundamentales para que se cumpla el requisito de la cohesión textual.
Ejemplo: Inés se había comprado un vestido para la fiesta. Estaba convencida
de que sería el vestido más bonito de todos.

La recurrencia léxica se puede entender también como figura retórica si tiene


una finalidad claramente expresiva o poética.

Del mismo modo, es muy probable que en el texto aparezcan palabras de la


misma familia léxica (es decir, que compartan el mismo lexema, ya sean
derivadas o compuestas):

Ejemplo: No seas nunca violento. La violencia no lleva a ninguna parte.


De la cantera, los bloques de piedra salen sin debastar. Son los picapedreros
quienes los labran.

Formalmente pertenecen a la misma familia léxica, así, encontraremos: la


misma palabra flexionada o conjugada, heterónimos (palabra de contenido
semántico parecido pero que no comparte la misma raíz, por ejemplo, toro y
vaca), palabras derivadas, compuestas o parasintéticas.
Un ejemplo sería: en el artículo “Publicidad para consumir menos” una de las
palabras clave es “consumir”:, de ahí que aparezcan palabras con la misma raíz:
consume, consumidor, consumo, sobreconsumo.

-Recurrencia semántica. Además de la repetición léxica, en un texto


encontramos diversas agrupaciones del léxico según las diferentes relaciones
semánticas establecidas entre las palabras clave y otras palabras del texto. Las
relaciones más frecuentes son:

Campos semánticos y redes léxicas

En un texto encontraremos palabras pertenecientes a distintos campos


semánticos, que se relacionarán de un modo directo o indirecto con el tema del
mismo, lo cual contribuye a dar más cohesión al texto y nos permite percibir cuál
es el asunto del que trata.

Son palabras que contienen un mismo sema (unidad mínima de significado).


Su reconocimiento nos permite descubrir las relaciones entre diferentes partes
del texto al establecer referencias al campo conceptual.
Cada texto se construye empleando términos de una o varias redes léxicas en
torno a los núcleos temáticos o isotopías sobre los que trata. Así en un texto
sobre baloncesto (isotopía) aparecerán palabras como canasta, balón, encestar,
árbitro, lanzar, pívot, falta personal…
Sinonimia conceptual y contextual

Decimos que dos términos son sinónimos cuando en un determinado


contexto son intercambiables sin que varíe el significado del enunciado.
Ejemplo: Agustín empezó / comenzó la lectura del poema.
Algunos sinónimos son intercambiables en todos los contextos y, por tanto, son
términos que tienen exactamente el mismo significado (sinonimia conceptual).
Pero en el léxico común los sinónimos estrictos o conceptuales son
extremadamente raros: lo normal es que dos términos sinónimos tengan algunas
acepciones comunes y otras diferentes y, por eso, no se puedan intercambiar en
todos los contextos.
La palabra maestro, por ejemplo, se puede sustituir por profesor en El maestro
me sacó a la pizarra (El profesor me sacó a la pizarra), pero no en Velázquez fue
un maestro en el uso del color (*Velázquez fue un profesor en el uso del color).
En ese caso decimos que “maestro” y “profesor” son sinónimos contextuales
(porque no son intercambiables en todos los casos).
En los textos es muy frecuente sustituir una palabra que ya ha aparecido antes
por un sinónimo o por una expresión sinónima para evitar su repetición.
Ejemplo: Oí las risotadas de los otros chavales. Sus carcajadas sonaban en
mis oídos como latigazos.
Había algunas estatuas en el jardín. Eran esculturas modernas

A través de todos estos procedimientos sinonímicos se logra la variatio retórica


(es decir, se evita repetir constantemente las mismas palabras).
Por ejemplo: Rafa Nadal consiguió ayer su tercer Grand Slam. El tenista
mallorquín patrocinado por Nike [perífrasis o giro] recibió el premio con
emoción. Parece que nada se le resiste esta temporada a la raqueta nacional
[metonimia]. Cuando llegó al aeropuerto su afición llevaba esperándole horas.
Ninguno quería perderse la oportunidad de darle la enhorabuena en persona al
cañón de las pistas de tenis [metáfora].

Los procedimientos en este sentido pueden ser variados: se sustituye un nombre


común por uno propio (o viceversa) o se utilizan diferentes recursos, como la
metáfora, la metonimia o la perífrasis.

Antonimia

La antonimia es la relación que se establece entre aquellas palabras del texto


que tienen significados opuestos. Sirve para dar cohesión al texto porque
normalmente contrapone un término con otro que ha aparecido antes,
estableciendo entre ellos una relación de contraste.
Ejemplos: Los listos se las arreglan y los tontos sucumben.

Hiperonimia e hiponimia

Se dice que un término A es hiperónimo de otro término B cuando A nombra el


género o la clase a la que pertenece lo nombrado por B. Por ejemplo, flor es
hiperónimo de rosa, y mueble es hiperónimo de mesa. Y, a la inversa, decimos
que un término A es hipónimo de otro término B cuando A nombra un tipo de B.
Así, rosa, margarita, tulipán... (cohipónimos entre sí) son hipónimos de flor; igual
que mesa, armario, librería... son hipónimos de mueble.
La sustitución de una palabra por su hiperónimo o por su hipónimo es un
mecanismo frecuente para evitar repeticiones en el texto y contribuye a la
coherencia y cohesión que debe existir entre los elementos del mismo.
Ejemplos: El león se escapó de la jaula. La fiera estaba hambrienta.
Llevaba unas rosas en la mano. Dejó las flores en un jarrón y se acercó.
Este calzado me aprieta. Voy a tener que cambiar de zapatos.

El paralelismo sintáctico

La repetición de la misma construcción sintáctica en partes distintas del


texto permite también establecer conexiones de significado entre dichas partes.
En ocasiones, el paralelismo revela la estructura del contenido. Es muy frecuento
en los textos líricos:
Y la carne que tienta con sus frescos racimos.
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos. ... (Rubén Darío)

-Mecanismos de sustitución: La deixis

La “deixis” (término procedente del griego que significa “mostrar”,


“señalar”) es el empleo de ciertos determinantes, pronombres y adverbios (los
llamados deícticos) para aludir a realidades (personas, cosas) ya mencionadas
en el enunciado o texto, o sobreentendidas en la situación comunicativa. La
deixis puede ser personal (si la indicación es de personas: algunos, ella, lo
nuestro…), temporal (si es de tiempo: antes, más tarde…) y espacial (si es de
lugar: aquí, allá…)

La deixis textual funciona a través de dos mecanismos distintos: la anáfora y la


catáfora. Ambos se utilizan en el discurso para hacer referencia a algún elemento
presente en el mismo.

 ·Denominamos anáfora al fenómeno por el que una palabra remite a un


elemento anterior del discurso, al cual representa.
Ejemplo: Tenemos un nuevo compañero. Es una alegría para todos y
vamos a recibirlo con un aplauso.
Este es el aula de segundo y aquí recibirás casi todas tus clases. Puedes
preguntarme todas las dudas que tengas.

 La catáfora si el deíctico se refiere a algo que va a aparecer más


adelante, la referencia es catafórica.
Ejemplo: Me dijo lo siguiente: que renunciaba.
A la inauguración acudieron todos: los alcaldes , ministros, consejeros..
Aunque se lo repetí, María no me hizo caso

La finalidad de estas sustituciones es evitar la repetición.


-La elipsis

Llamamos elipsis a la supresión de palabras, sintagmas u oraciones del


enunciado sin que se altere su sentido.
Por lo general, la elipsis se deduce lógicamente de la información precedente
que indica que se ha omitido algo.
Al tener que recurrir al contexto próximo, la elisión es también un mecanismo
lingüístico que permite relacionar unos enunciados con otros.

Ejemplo: La profesora llega al instituto. Deja el bolso en la sala y entra al aula.


Podemos distinguir distintos tipos de elipsis en función del elemento que se
omita:
 Elipsis nominal: Te fumaste veinte cigarrillos rubios. -Me fumé diez.
 Elipsis verbal (de formas personales o no personales): ¿Vas a pasear? -
No, a estudiar. / ¿Quieres tomar otro café? -No, no quiero.
 Elipsis comparativa: Tu casa tiene el mismo estilo que la mía.

La elipsis permite evitar la repetición de determinados elementos ya sabidos y,


por tanto, otorga mayor fluidez al ritmo de los textos.

2. PROCEDIMIENTOS DE COHESIÓN TEXTUAL

Los marcadores discursivos o textuales (también llamados conectores)


son conjunciones, adverbios, locuciones conjuntivas o incluso sintagmas o
expresiones lexicalizadas que sirven para establecer relaciones lógicas entre las
oraciones de un párrafo, o entre los párrafos de un texto. Suelen ocupar las
posiciones más importantes del texto (inicio de párrafo o en medio de ella) y nos
permiten percibir el texto como algo coherente y unitario.

El significado que expresan esos elementos (de adición, de contraposición,


de sucesión temporal, de consecuencia…) establece relaciones diversas con
otras oraciones y enunciados, y contribuye, por tanto, a la cohesión textual.

Marcadores más habituales

 Aditivos. Expresan suma de ideas.


Noción de suma: y, además, también, asimismo, también, por añadidura,
igualmente.
Matiz intensificativo: encima, es más, más aún.
Grado máximo: incluso, hasta, para colmo.

 Opositivos. Expresan diferentes relaciones de contraste entre


enunciados
Concesión: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier modo,
al mismo tiempo.
Restricción: pero, sin embargo, no obstante, en cierto modo, en cierta medida
hasta cierto punto, si bien, por otra parte.
Exclusión: por el contrario, en cambio.

 Causativos-Consecutivos. Expresan relaciones de causa o


consecuencia entre los enunciados
Consecutivos: por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así
pues, por consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo que sigue, por esta razón,
entonces, entonces
resulta que, de manera que
Causales: porque, pues, puesto que.

 Comparativos. Subrayan algún tipo de semejanza entre los enunciados.


Del mismo modo, igualmente, análogamente, de modo similar.
 Reformulativos. Indican que un enunciado posterior reproduce total o
parcialmente, bajo otra forma, lo expresado en uno o más enunciados
anteriores.
Explicación: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras.
Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una
palabra, en otras palabras, dicho de otro modo, en breve, en síntesis.
Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo,
particularmente, específicamente, incidentalmente, para ilustrar.
Corrección: mejor dicho, o sea, bueno.

 Ordenadores. Señalan las diferentes partes del texto


Comienzo de discurso: bueno, bien (en registro coloquial): ante todo, para
comenzar, primeramente (en registro formal)
Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, por último,
terminando, para resumir.
Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación,
acto seguido, después.
Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.
Temporales: después (de), después (que), luego, desde (que), desde
(entonces), a partir de.... antes de, antes que, hasta que, en cuanto, al principio,
en el comienzo, a continuación, inmediatamente, temporalmente, actualmente,
finalmente, por último, cuando, etc
Espaciales : al lado, arriba, abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo.

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