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1om, un adolescente de 13 años, vino para una evaluación por su evitación generalizada de

involucrarse con otras personas, en particular con sus compañeros varones; su comportamiento
inhibido en eventos deportivos; su relación callada, de escasa respuesta con los miembros de su
familia; y su preocupación constante porque se le criticara su vestimenta. Tom explicó que no iba a
intentar encestar en el juego de basquetbol porque los demás pensarían que estaba presumiendo
y se burlarían de él si fallara un tiro, ya que se esperaba que él jugara muy bien. 101n se
presentaba como emocionalmente restringido, pero era capaz de reconocer que su actividad
evitativa y su preocupación por ser percibido como no perteneciente al grupo resultaban
dolorosas para él. Su madre también tenía un historial de temor, evitación y soledad social;
mientras que su padre, absorto por el trabajo, no estaba física ni emocionalmente disponible para
1om. La falta de conciencia de Tom acerca de su mundo interno de pensamienros y sentimientos,
lo dejaban con una sensación de estar a la deriva en su manera de interactuar con los demás;
deseaba desesperadamente ser aceptado y exitoso, pero estaba convencido de que se expondría a
fracasar. Tom estuvo de acuerdo en que su vida no tenía que continuar así y aceptó buscar
tratanüento. Una valoración psicológica breve, usando la Prueba de manchas de tinta de
Rorschach, el Test de Apercepción Temática y la Achenbach Child Bd1avior Checklist (CBCL), indicó
una consistencia en las características de personalidad que contribuyeron a un diagnóstico de
trastorno de personalidad por evitación. La CBCL, que mide la percepción de los padres acerca de
su hijo, reveló leves quejas somáticas, y tendencias a retraerse y a permanecer callado. El Índice
de Ansiedad/Depresión estaba en el nivel de patología limítrofe e incluía síntomas como
sentimientos de minusvalía, timidez, ansiedad e inadecuación. El perfil del Rorscbach fue positivo
en el Índice de Déficit de Afrontamiento, el cual se asocia con ineptitud crónica y respuestas
ineficaces ante situaciones interpersonales. Las respuestas de la Prueba de Rorschach de Tom eran
típicas de un adolescente que vive al m.argen del mundo social, que observa pero no participa. Las
señales de aislamiento de Tom, sus distorsiones de la realidad, sus representaciones del sí mismo
y de las otras personas, inrn.aduras y basadas en la fantasía, y su incapacidad para
cornprómeterse con los demás de manera emocional (ya fuera de manera agresiva o cooperativa),
fueron consistentes con las implicaciones esperadas de un trastorno de personalidad por
evitación. Las señales características cognitivas del trastorno están ejemplificadas en la severa
reducción que mostraba con respecto a sus percepciones, al convertirlas en formulaciones
simplistas en blanco y negro. También evidenció una tendencia a explorar su mundo de manera
apresurada y riesgosa, y a sacar conclusiones que posiblemente serían poco exactas e inesperadas
para los demás. Su vulnerabilidad para interpretar erróneamente sus experiencias resultaba
significativa.

Trastorno de la pcnonalidad pm evicación e J 03

Tom podía fácilmente formarse una idea equivocada del m.undo, de tal manera que se
conformara con sus expectativas previas y reforzara la necesidad de responder del mis1no n1.odo
evitativo de siempre. Después de compartir con Tom los resultados de las pruebas, decidió que le
gustaría trabajar en los temas señalados. Se dio cuenta que necesitaba asumir más riesgos y no le
debían importar tanto las opiniones de los demás. Acordó regresar en unos cuantos 1neses si no
progresaba. No es de sorprender que el asunto de iniciar tratamiento sea, en sí misn10, un
obstáculo para niños y adolescentes con1.o Tom, cuyo trastorno de personalidad por evitación,
irónicamente, los aleja de la misma situación que potencialmente podría ayudarles.

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