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Las norma está hecha y el ejecutor de semejante encargo será de acuerdo a la misma, el
SINEACE, dada a luz mediante ley nº 28740 “Ley del Sistema Nacional de Evaluación,
Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa”. La pregunta del millón en éste
artículo la plasmamos así ¿podrá ejecutar el SINEACE un proceso de acreditación tan
esperado por la población peruana, sobre todo podrá reclutar entre sus filas a copiosas
entidades y darles el reconocimiento público y temporal?. En el desarrollo del presente
trabajo a la luz de la episteme, pondremos en tela de juicio si el SINEACE podrá o no
cumplir el con tan complicada misión, no juzgaremos a la acusada por doxa, sino desde
una óptica positivista y constructiva.
Debo declarar que no es posible que una entidad viviente pueda dar origen a algo que
no posee, no es posible obtener higos de los espinos; y no lo digo con ánimo destructor
sino con afan constructivo, esperar calidad como un estandar que se cualifica en rúbricas,
es en realidad una utopia. Sin embargo empezaremos dándole el crédito a las buenas
intenciones que engloba este proceso, pero a esta altura basta con un contra ejemplo para
minar casi por completo los cimientos en los cuales se yergue éste muy discutido proceso,
y es que ¿cómo puede enrolarse en un proceso de calidad en el servivio, la institución
educativa secundaria por gestión privada comunal de Huayllapampa, situada a 45 minutos
del mismo centro de Cajamarca, cuando sus docentes ganan apenas mil soles y dependen
de autoridades municipales de comportamiento muy dudoso, que no entienden los procesos
de calidad, autoridades que no se encuentran donde están por mérito sino por mera
participación política, salvo honrosas excepciones.
Quiero reaclacar que conozco la realidad y a quienes están a cargo de las riendas de
éstas actividades en el municipio; aquí mi ojo de educador vislumbar la primera luz en este
túnel de incertidumbre y realiza una primera lectura: sin calidad arriba no hay calidad
abajo, sin líderes, que escasamente lo son los políticos, no se puede fabricar nada de
calidad. El primer objetivo del proceso de acreditación es justamente el aseguramiento de
la calidad educativa en el país y es casi imposible lograrla con la politización y politiquería
que hacen los diferentes estamentos de gobierno en nuestro país en materia de educación,
allí estan involucrados los que gobiernan desde los municipios, las UGEL, la Dirección
Regional y el Gobierno Regional; el MINEDU por supuesto con su ejército de bachilleres
puestos al descubierto durante la última gran huelga de maestros el año 2017.
Aquí nace otra realidad que merece ser atendida, no es verdad que somo iguales,
cuando no tenemos las mismas oportunidades, sin esa oportuniad la calidad para los
oprimidos de Freyre, es decir para nosotros, no es posible.
Respecto de los estándares que se menciona en la referida guía y que dice que son los
referentes a la calidad, es decir características deseables o expectativas respecto del
servivio que brinda una institución educativa que es de calidad, hay que trabajar en cada
región del país, para arribar todos juntos a una comprensión común de lo que es calidad,
porque por ejemplo no es lo mismo la etiqueta de calidad que yo le puedo otorgar a un niño
de zona rural que ha aprendido a entender con dificultad números fraccionarios, que
otorgar calidad a otro niño de la urbe que comprende perfectamente el concepto de
números fraccionarios, ambos podrían ser estudiantes de calidad en sus deteminados
contextos, pero aquí nos damos cuenta que la calidad no se define de manera común en
esos dos estudiantes.
Refiriéndonos al Comité de Calidad, este debe ser conformado por personas con
disposición al cambio y al trabajo en equipo, ser reconocido por sus cualidades
profesionales y personales, también es una creación muy subjetiva el determinar a las
mejores mentes y corazones para que asuman el papel de jueces, lamentablemente he
tenido la oportunidad de conocer la realidad de mi región muy de cerca y ese titulo de
bonachon, todavía lo ostenta por nuestro bajo nivel cultural el que franelea, el que se
emborracha con el director, el que nunca se le opone, el que deja pasar todo nomás; definir
con claridad y escoger ese comité con mucha honestidad de por medio, es una tarea casi
imposible en nuestro sistema tan quebrado.
Los planes de mejora , dentro de éste sinuoso proceso de acreditación, deben estar
respaldados por los padres de familia, y eso debe ser así, pero simplemente no lo es; en las
zonas rurales de Cajamarca, los que asisten a las reuniones son las madres de familia,
escasamente los padres y los que deciden en casi todas las cosas, són estos últimos. Nadie
puede tapar el sol con un dedo y decir que esto no es así. Y con respecto a que el personal
administrativo y de servicio intervienen en la formulación e implementación del Plan, es de
preguntarse cómo, si la gran mayoría de instituciones educativas rurales no cuentan ni
siquiera con su personal docente completo.
CONCLUSIONES
La primera conclusión a la cual arrivo es que necestamos de una vez tomar el toro por
las astas, instaurar la meritocracia arriba si deseamos imponerla abajo, si no ocurre esto,
exigir calidad es sólo un término que suena a opresión.
Contar con autoridades probas en todas las instancias, garantizaría un buen proceso
de selección y contratación de docentes, a ello sumarles un sueldo que refleje la estima que
la sociedad tiene por sus docentes es la vara mágica que empezaría abrir el camino hacia
situaciones de calidad.
Franquear nuestra condición educativa por parte del gobierno y correguir errores en
cuanto a que podemos escoger la institución educativa que queremos para nuestros hijos y
aceptar que esto a todas luces no es verdad sería un acto de valentía, porque esto
implicaría dotar de infraestructura y material a todas nuestras instituciones educativas y
ello si que democratiza la escogencia del lugar en donde los padres desamos estudien
nuestros hijos.
Definir en común que es lo que entendemos por calidad en el perú, y por calidad
educativa en particular debería conllevar a entedernos mejor y comenzar a celebrar
espectáculos de solidaridad en materia escolar, entendiendonos y comprendiéndonos los
unos con los otros.
Los padres de familia son el pilar fundamental para el proceso de acreditación, pero
sin haberlos nutrido con vitaminas para poder responder de manera responsable para ese
proceso, es apostar por el castillo de naipes, es apostar a lo seguro, y lo seguro es que no
podrá resistir mucho tiempo y todo esa estructura cimentada en ellos también caerá.
Para concluir y a la luz de las juicios sustentados, respondemos a la pregunta inicial que
nos ha convocado a escribir y diremos que el SINEACE no podrá ejecutar un proceso de
acreditación tan esperado por la población peruana, sobre todo no podrá reclutar entre
sus filas a copiosas entidades y darles el reconocimiento público y temporal, debido a los
argumentos vertidos en líneas anteriores.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Abanto Florida, M. (2019). ¿el aprendizaje es fábica de competencias? K Godel Perú, 1-4.
Cuenca, R., Carrillo, S., Carlos de los Reátegui, L., & Ortiz, G. (2017). La calidad y equidad de la
educación secundaria en el Perú. Repositorio MINEDU, 1 - 2.
Gobierno del Perú. (1993). Constitución Política del Perú. En C. Cosntituyente. Lima.