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Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS    
 
INTRODUCCIÓN A LOS SALMOS 1. Los himnos. Son los Sal 8, 19, 29, 33, 46-48, 76, 84,
87, 93, 96-100, 103-106, 113, 114, 117, 122, 135, 136,
Israel, como sus vecinos de Egipto, Mesopotomia y 145-150. Su composición es bastante uniforme. Todos
Canaán, cultivó desde sus orígenes la poesía lírica en comienzan con una exhortación a la alabanza divina.
todas sus formas. Algunas piezas se hallan engastadas El cuerpo del himno detalla los motivos de esta
en los libros históricos, desde el Cántico de Moisés, Ex alabanza, los prodigios realizados por Yahvé en la
15, el Cántico del Pozo, Nm 21 17-18, el himno de naturaleza, especialmente su obra creadora, y en la
victoria de Débora, Jc 5, la elegía dedicada por David historia, particularmente la salvación concedida a su
a Saúl y Jonatán, 2 S 1, etc., hasta los elogios de pueblo. La conclusión repite la fórmula de
Judas y Simón Macabeo, 1 M 3 3-9 y 14 4-15, y más introducción o expresa una oración.
tarde los cánticos del Nuevo Testamento, el
Magnificat, el Benedictus y el Nunc dimittis. En este conjunto podemos distinguir, según su tema,
Numerosos pasajes de los libros proféticos pertenecen dos grupos de salmos. Los Cánticos de Sión, Sal 46,
a estos mismos géneros literarios. Existían antiguas 48, 76, 87, ensalzan, con una nota teñida de
colecciones de las que no quedan más que el nombre y escatología, a la ciudad santa, morada del Altísimo y
algunos vestigios, el Libro de las Guerras de Yahvé, meta de las peregrinaciones, ver Sal 84 y 122. Los
Nm 21 14, y el Libro del Justo, Jos 10 13; 2 S 1 18. Salmos del Reinado de Dios, en especial Sal 47, 93,
Pero el tesoro de la lírica religiosa de Israel ha sido 96-98, celebran, en un estilo que recuerda a los
conservado en el Salterio. profetas, el reinado universal de Yahvé. Se ha tratado
de relacionarlos con una fiesta de la entronización de
Yahvé, que suponen se celebraba anualmente en Israel,
Los nombres.
como se hacía en Babilonia con Marduc, debido a que
estos salmos emplean el vocabulario y las imágenes de
El Salterio (del griego Psalterion, propiamente nombre la subida de los reyes humanos a su trono. Pero la
del instrumento de cuerda que acompañaba a los existencia de tal fiesta en Israel es hipótesis poco
cantos, los salmos) es la colección de los ciento segura.
cincuenta salmos. Del Sal 10 al Sal 148, la numeración
de la Biblia hebrea (la que aquí seguimos) se adelanta
en una unidad a la Biblia griega y a la Vulgata, que 2. Las súplicas, o salmos de sufrimiento, o
unen los salmos 9 y 10 y los salmos 114 y 115, pero lamentaciones. A diferencia de los himnos, las súplicas
no cantan las glorias de Yahvé, sino que se dirigen a
dividen en dos el Sal 116 y el Sal 147.
él. Generalmente comienzan con una invocación, a la
que acompaña una petición de ayuda, una oración o
El Salterio se llama Tehil.lim, «Himnos», en hebreo, una expresión de confianza. En el cuerpo del salmo se
pero el nombre no encaja con exactitud más que en intenta conmover a Yahvé describiendo la triste
cierto número de salmos. En realidad, en los títulos situación de los suplicantes, con metáforas que son
que encabezan la mayoría de los salmos, el nombre de tópicos y que rara vez permiten determinar las
himno sólo se da al Sal 145. El título más frecuente es circunstancias históricas o concretas de la oración: se
mizmor, que alude a un acompañamiento musical, y habla de las aguas del abismo, de las asechanzas de la
que se traduce muy bien con nuestra palabra «salmo». muerte o del Seol, de enemigos o de bestias (perros,
A algunos de estos salmos se les llama también leones, toros) que amenazan o desgarran, de huesos
«canciones», y el mismo término, cuando va solo, sirve que se secan o se quiebran, del corazón que palpita y
de introducción a cada pieza de la colección se estremece. Hay protestas de inocencia, Sal 7, 17, 26,
«Canciones de las subidas», Sal 120-134. Otras y confesiones de pecados como el Miserere, Sal 51, y
designaciones resultan más raras y, en ocasiones, de otros salmos de penitencia. Se le recuerdan a Yahvé
difícil interpretación. sus antiguos beneficios o se le reprocha porque parece
olvidadizo o ausente, por ejemplo Sal 9-10, 22, 44.
Géneros literarios. Pero también se afirma la confianza que se tiene en él,
Sal 3, 5, 42-43, 55-57, 63, 130, etc., y, en ocasiones, el
Mejor clasificación se obtiene con el estudio de las salmo de petición no es más que una larga invocación
formas literarias, y, desde este punto de vista de confianza, Sal 4, 11, 16, 23, 62, 91, 121, 125, 131.
estilístico, se distinguen tres grandes géneros: los La súplica concluye a menudo, y en forma a veces
himnos, las súplicas y las acciones de gracias. No se abrupta, con la certeza de que la oración es atendida y
trata de una división exhaustiva, porque existen formas con una acción de gracias, por ejemplo los Sal 6, 22,
secundarias, irregulares o mixtas, y no siempre 69, 140.
corresponde a un agrupamiento de los salmos que se
pudieran hacer según sus temas o sus intenciones. Estas súplicas pueden ser colectivas o individuales.

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LOS SALMOS
a) Súplicas colectivas, así Sal 12, 44, 60, 74, 79, 80, los males padecidos y la oración atendida, expresan su
83, 85, 106, 123, 129, 137. Su contenido puede ser un agradecimiento y exhortan a los fieles a alabar con
desastre nacional, derrota o destrucción, o una ellos a Yahvé. Esta última parte sirve frecuentemente
necesidad común; en estos casos, se pide la salvación y de ocasión para introducir temas didácticos. La
la restauración del pueblo. Los Sal 74 y 137, por lo estructuraliteraria de los salmos de acción de gracias
menos, como asimismo la colección de Lamentaciones es afín a la de los himnos.
atribuidas por la tradición a Jeremías, reflejan las
consecuencias de la ruina de Jerusalén del año 587; el 4. Géneros irregulares y géneros mixtos. La frontera
Sal 85 expresa los sentimientos de los repatriados. El entre los géneros anteriormente descritos es imprecisa
Sal 106 es una confesión general de los pecados de la y éstos frecuentemente aparecen mezclados. Hay, por
nación. ejemplo, lamentaciones que siguen a una oración
confiada, Sal 27, 31, o que preceden a un canto de
b) Súplicas individuales, así Sal 3, 5-7, 13, 17, 22, 25, acción de gracias, Sal 28, 57. El Sal 89 comienza con
26, 28, 31, 35, 38, 42-43, 51, 54-57, 59, 63, 64, 69-71, un himno, prosigue con un oráculo y termina con una
77, 86, 102, 120, 130, 140-143. Estas plegarias son lamentación. El largo Sal 119 es un himno a la Ley,
particularmente numerosas, y el contenido de las pero es también una lamentación individual y expone
mismas es muy variado: además de los peligros de una doctrina de Sabiduría. Esto se debe a que son
muerte, las persecuciones, el destierro y la vejez, los muchos los elementos, extraños en sí mismos a la
males cuya liberación piden son, en especial, la lírica, que se han introducido en el Salterio. Acabamos
enfermedad, la calumnia y el pecado. No quedan de aludir a los temas de Sabiduría, y más arriba
suficientemente definidos los enemigos, «los dijimos que se los encuentra en algunos salmos de
malhechores», aquellos de quienes se quejan o contra acción de gracias. Ocupan a veces tanta extensión, que
los cuales se enojan. No parece tratarse, como algunos se suele hablar, con cierta impropiedad, de Salmos
han creído, de los echadores de suertes cuyos didácticos. En realidad, los Sal 1, 112 y 127 son meras
maleficios se pretendería combatir con estos salmos. composiciones sapienciales. Pero algunos otros
No son tales poemas, como se afirmaba en otro tiempo, conservan ciertas características de los géneros
la expresión en singular del «yo» colectivo. Ni siquiera líricos: el Sal 25 entronca con las lamentaciones, los
es posible, como recientemente se ha propuesto, poner Sal 32, 37, 73, con las acciones de gracias, etc.
todos ellos en boca de un rey que hablara en nombre
de su pueblo. Esas oraciones son, por una parte, Otros salmos han recogido oráculos o no son más que
demasiado individuales por el tono y, por otra, oráculos amplificados, así, Sal 2, 50, 75, 81, 82, 85,
demasiado desprovistas de alusiones a la persona y a 95, 110. Han sido interpretados recientemente como
la condición regias para que tales teorías sean verdaderos oráculos pronunciados por sacerdotes o
probables. Es verdad, sin duda, que algunas de ellas profetas durante las ceremonias del Templo. Otra
han sido adaptadas y utilizadas como lamentaciones opinión insiste en no ver en ellos más que el empleo del
nacionales, así, Sal 22, 28, 59, 69, 71, 102; verdad, estilo profético, sin conexión real con el culto.
asimismo, que hay salmos reales, de los que Cuestión debatida. Pero hay que reconocer, por una
volveremos a hablar; verdad, finalmente, que esas parte, que las relaciones entre el Salterio y la
oraciones llegaron a entrar en su totalidad en el uso literatura profética no sólo se dan en los oráculos, sino
común (esto es lo que significa su inclusión en el que se extienden a otros muchos temas, como las
Salterio), pero no es menos verdad que fueron teofanías, las imágenes de la copa, del fuego, del
compuestas por tal o cual individuo, en una necesidad crisol, etc., y que, por otra parte, hay vínculos
particular. Son gritos del alma y expresiones de una fe innegables que hacen que el Salterio dependa del culto
personal. Porque no son nunca puras lamentaciones, del Templo; volveremos sobre esto.
sino confiadas súplicas a Dios en la tribulación.
Salmos reales.
3. Las acciones de gracias. Ya se ha visto que las
súplicas podían concluir con un agradecimiento a
Hay cierto número de cantos «reales» entreverados en
Yahvé por haber escuchado la oración. Este
el Salterio y que pertenecen a diversos géneros
agradecimiento puede convertirse en lo esencial del
literarios. Hay oráculos en favor del rey, Sal 2 y 110,
poema en los salmos de acción de gracias, que no son
oraciones por el rey, Sal 20, 61, 72, una acción de
muy numerosos, así Sal 18, 21, 30, 33, 34, 40, 65-68,
gracias por el rey, Sal 21, oraciones del rey, Sal 18,
92, 116, 118, 124, 129, 138, 144. Rara vez son
28, 63, 101, un canto real de procesión, Sal 132, un
colectivos. El pueblo da en ellos las gracias por la
himno real, Sal 144, incluso un epitalamio para una
liberación de un peligro, por la abundancia de las
boda de príncipes, Sal 45. Se trata de poemas antiguos,
cosechas, por los beneficios concedidos al rey. Más a
que datan de la época monárquica y reflejan el
menudo son individuales: los particulares, tras evocar

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LOS SALMOS    
 
lenguaje y el ceremonial de la corte. Aludían sin duda Los Salmos y el culto.
a un rey de su época y los Sal 2, 72, 110 pudieron ser
salmos de entronización. Se dice del rey que es hijo El Salterio es la colección de cantos religiosos de
adoptivo de Yahvé, que su reino no tendrá fin, que su Israel. Sabemos, por otra parte, que entre el personal
poder se extenderá hasta los confines de la tierra; hará del Templo figuraban los cantores y, si bien éstos no
que triunfen la paz y la justicia, será el salvador de su son mencionados explícitamente hasta después del
pueblo. Estas expresiones pueden parecer Destierro, es cierto que existieron desde el principio.
extravagantes, pero no exceden a lo que los pueblos Las fiestas de Yahvé se celebraban con danzas y coros,
vecinos decían de su soberano y de lo que Israel ver Jc 21 19-21; 2 S 6 5.16. Según Am 5 23, los
esperaba del suyo. sacrificios se acompañaban con cánticos y, puesto que
el palacio real tenía sus cantores en tiempo de David,
Pero, en Israel, el rey recibe la unción, que le 2 S 19 26, y de Ezequías, según los Anales de
convierte en vasallo de Yahvé y lugarteniente suyo en Senaquerib, el Templo de Salomón debió de tener los
la tierra. Es el Ungido de Yahvé, en hebreo el suyos, como todos los grandes santuarios orientales.
«Mesías», y esta relación religiosa establecida con De hecho, hay salmos que se atribuyen a Asaf, a los
Dios particulariza la concepción israelita y la hijos de Coré, a Hemán y a Etán (o Yedutún), todos
diferencia de las de Egipto o Mesopotamia, a pesar del ellos cantores del Templo preexílico según los libros
empleo de una fraseología común. El «mesianismo de las Crónicas. La tradición que atribuye a David
real», que aparece con la profecía de Natán, 2 S 7, se muchos de los Salmos hace también remontarse a él la
expresa en los comentarios que de él ofrecen los Sal 89 organización del culto, incluso los cantores, 1 Cro 25,
y 132 y especialmente los Sal 2, 72, 110. Mantenían en y se une a los viejos textos que le presentan danzando y
el pueblo la esperanza en las promesas hechas a la cantando ante Yahvé, 2 S 6 5.16.
dinastía de David. Si por mesianismo se entiende la
espera de un rey futuro, de un último rey que traerá la Muchos de los salmos llevan indicaciones musicales o
salvación definitiva y que establecerá el reinado de litúrgicas. Algunos se remiten, en su texto, a un rito
Yahvé en la tierra, ninguno de estos salmos es que se realiza simultáneamente, Sal 20, 26, 27, 66, 81,
propiamente «mesiánico». Pero algunos de estos 107, 116, 134, 135. Es evidente que éstos y otros
antiguos cantos reales, que siguieron utilizándose salmos, 48, 65, 95, 96, 118, se recitaban en el recinto
después de la caída de la monarquía y fueron del Templo. Las «Canciones de las Subidas», Sal 120-
incorporados al Salterio, posiblemente con retoques y 134, como el Sal 84, eran cantos de peregrinación al
adiciones, alimentaron la esperanza de un Mesías santuario. Estos ejemplos, elegidos entre los más
individual, descendiente de David. Esta esperanza claros, bastan para demostrar que muchos salmos, e
seguía viva entre los judíos en vísperas del comienzo incluso salmos individuales, fueron compuestos para el
de nuestra era, y los cristianos vieron su realización en servicio del Templo. Otros, si bien no tuvieron al
Cristo (Cristo en griego, como Mesías en hebreo, principio tal destino, fueron al menos adaptados al
significa Ungido). El Sal 110 será el texto del Salterio mismo mediante la adición de bendiciones, por
que más a menudo se citará en el Nuevo Testamento. ejemplo, Sal 125, 128, 129.
El mismo canto nupcial del Sal 45 terminó por
expresar la unión del Mesías con el nuevo Israel, en la
Son, pues, innegables tanto la relación de los salmos
línea de las alegorías matrimoniales de los profetas, y
con el culto como el carácter litúrgico del Salterio
Hb 1 8 lo aplica a Cristo. En la misma perspectiva, el
tomado en conjunto. Pero, en general, carecemos de
Nuevo Testamento y la tradición cristiana aplican a
datos para concretar la ceremonia o la fiesta en el
Cristo otros salmos que no eran salmos reales, pero
curso de las cuales se utilizaba un salmo determinado.
que expresaban por anticipado el estado y los
El título hebreo del Sal 92 lo destina al día del sábado;
sentimientos del Mesías, el Justo por excelencia, por
los títulos griegos de los Sal 24, 48, 93, 94 los
ejemplo, los Sal 16 y 22, y algunos pasajes de
distribuyen en otros días de la semana. El Sal 30 se
numerosos salmos, en particular de los Sal 8, 35, 40, utilizaba en la fiesta de la Dedicación, según el hebreo,
41, 68, 69, 97, 102, 118, 119. Asimismo, los salmos del y el Sal 29 se cantaba en la fiesta de las Tiendas, según
reinado de Yahvé han sido relacionados con el reinado
el griego. Quizá no sean primitivas estas indicaciones,
de Cristo. Y aun cuando estas aplicaciones sobrepasan
pero al igual que las detalladas asignaciones que se
el sentido literal, son legítimas, porque todas las
hicieron en la época judía, testifican que el Salterio fue
esperanzas que animan el Salterio sólo se realizan
el Cantoral del Templo y de la Sinagoga, antes de
plenamente con la venida del Hijo de Dios al mundo.
convertirse en el de la Iglesia cristiana.

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LOS SALMOS
Autores y fechas. crítica, que había retrasado hasta la vuelta del
Destierro, y a veces hasta muy tarde, todos los Salmos,
Los títulos atribuyen 73 salmos a David, 12 a Asaf, 11 adopta ahora puntos de vista más prudentes. Un
a los hijos de Coré y salmos aislados a Hemán, Etán (o número bastante nutrido de salmos se remontaría a la
Yedutún), Moisés y Salomón; 35 salmos quedan sin época monárquica, especialmente los salmos «reales»,
atribución. Los títulos de la versión griega no pero su contenido es demasiado general para
coinciden siempre con el hebreo y atribuyen 82 salmos aventurar algo más que hipótesis acerca de su fecha.
a David. La versión siríaca difiere aún más. Por el contrario, los salmos del Reinado de Yahvé,
cargados de reminiscencias de otros salmos y de la
segunda parte de Isaías, fueron compuestos durante el
Estos títulos quizá no pretendían designar a los
Destierro; y también, evidentemente, los salmos que,
autores de los salmos. La fórmula hebrea solamente
como el 137, hablan de la ruina de Jerusalén y de la
establece una cierta relación del salmo con el
personaje nombrado, sea por razón de la conveniencia deportación. El Sal 126 canta la Vuelta. El periodo que
del tema, sea porque este salmo pertenecía a una siguió parece haber sido fecundo en composiciones
sálmicas: es el momento de la expansión del culto en el
colección puesta bajo su nombre. Los «salmos de los
Templo restaurado, donde los cantores ganan en
hijos de Coré» pertenecían al repertorio de esta
dignidad y son equiparados a los levitas, donde
familia de cantores, así como los numerosos «del
igualmente los sabios adoptan el género sálmico para
maestro de coro», Sal 4, 5, 6, 8, etc., eran piezas que
difundir sus enseñanzas, como lo hará Ben Sirá.
ejecutaba la capilla del Templo. Había asimismo una
¿Habrá que descender hasta una época posterior a la
colección de Asaf y otra davídica. Pero bien pronto se
persa y reconocer salmos macabeicos? El problema se
llegó a ver, en esas etiquetas de procedencia,
plantea especialmente para los Sal 44, 74, 79, 83, pero
indicaciones de autor, y algunos salmos «de David»
los argumentos propuestos no bastan para dar como
recibieron un subtítulo que precisaba la circunstancia
de la vida del rey en la que se compuso el poema, Sal probable una fecha tan tardía.
3, 7, 18, 34, 51, 52, 54, etc. Finalmente, la tradición ha
visto en David no sólo al autor de todos los salmos que Formación del Salterio.
llevan su nombre, sino de todo el Salterio.
El Salterio que poseemos constituye el término de esta
Estas exageradas interpretaciones no deben llevarnos larga actividad. Existieron en un principio colecciones
a desechar el testimonio, antiguo e importante, que parciales. El Sal 72 (que el título atribuye, por lo
ofrecen los títulos de los salmos. Es razonable admitir demás, a Salomón) concluye con la nota: «Fin de las
que las colecciones de Asaf y de los hijos de Coré oraciones de David», aun cuando haya delante del
fueran compuestas por cantores del Templo. De forma mismo salmos no davídicos, y otros, davídicos, detrás
parecida, la colección davídica debe vincularse de de él. Existen en realidad dos grupos davídicos, los Sal
algún modo al gran rey. Teniendo en cuenta lo que los 3-41y 51-72, atribuidos individualmente a David,
libros históricos refieren de su genio musical, 1 S 16 excepto el último (Salomón) y tres salmos anónimos.
16-18; ver Am 6 5, y poético, 2 S 1 19-27; 3 33-34, de Otras colecciones análogas debieron de existir al
su gusto por el culto, 2 S 6 5.15-16, se ha de reconocer principio separadamente: el salterio de Asaf, Sal 50 y
que en el Salterio puede haber alguna pieza que tiene a 73-83, el de los hijos de Coré, Sal 42-49 y 84, 85, 87,
David por autor. De hecho, el Sal 18 reproduce, en 88, el de las Subidas, Sal 120-134, el del Hal.lel, Sal
una recensión distinta, un poema atribuido a David 105-107, 111-118; 135, 136, 146-150. La coexistencia
por 2 S 22. Sin duda, no todos los Salmos de la de varias colecciones se demuestra por los salmos que
colección davídica le pertenecen; pero esa colección se repiten con algunas variantes, por ejemplo, Sal 14 y
no ha podido formarse más que a partir de un núcleo 53; 40 14-18 y 70; 57 8-12 más 60 7-14 y 108.
auténtico. Sólo que es difícil precisar más. Hemos visto
que los títulos dados por el hebreo no eran argumento La labor de los coleccionistas se refleja también en el
definitivo, y los escritores del Nuevo Testamento, al uso de los nombres divinos: «Yahvé» se emplea casi
citar tal o cual salmo bajo el nombre de David, se exclusivamente en los Sal 1-41 (primer grupo
atienen a la opinión de su tiempo. Con todo, no davídico), «Elohim» le sustituye en los Sal 42-89 (que
debemos rechazar esos testimonios sin razones serias, abarcan el segundo grupo davídico, una parte de los
y siempre deberemos reservar a David, «el suave salmos de los hijos de Coré y el salterio de Asaf), y
salmista de Israel», 2 S 23 1, un papel en los orígenes todo el resto, 90-150 es «yahvista», con excepción del
de la lírica religiosa del pueblo elegido. Sal 108, que combina los dos salmos «elohistas» 57 y
60. Este segundo conjunto «yahvista», en el que
El impulso dado en su tiempo continuó después, y el muchos de los salmos son anónimos, en el que
Salterio resume varios siglos de actividad poética. La abundan las repeticiones y los préstamos, parece ser el

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LOS SALMOS    
 
más reciente del Salterio, hipótesis que no prejuzga la LIBRO DE LOS SALMOS
fecha de cada salmo en particular.
SALMO 1
Finalmente, el Salterio se dividió, sin duda a imitación Los dos caminos
1
del Pentateuco, en cinco libros que fueron separados Feliz quien no sigue consejos de malvados
por breves doxologías: 41 14; 72 18-20; 89 52; 106 48. ni anda mezclado con pecadores
El Sal 150 sirve de larga doxología final, mientras que ni en grupos de necios toma asiento,
2
el Sal 1 es una especie de prólogo antepuesto al sino que se recrea en la ley de Yahvé,
conjunto. susurrando su ley día y noche.
3
Será como árbol plantado entre acequias,
Esta forma canónica del Salterio sólo muy tarde se da su fruto en sazón, su fronda no se agosta.
impuso de forma definitiva y tuvo competidores. El Todo cuanto emprende prospera:
4
Salterio griego cuenta con 151 salmos; la antigua pero no será así con los malvados.
versión siríaca, con 155. Los descubrimientos del mar Serán como tamo impulsado por el viento.
5
Muerto han restituido el original hebreo del Sal 151 No se sostendrán los malvados en el juicio,
del griego, en realidad dos salmos combinados, y los ni los pecadores en la reunión de los justos.
6
dos últimos salmos siríacos, y han dado a conocer tres Pues Yahvé conoce el camino de los justos,
nuevas composiciones poéticas, incluidas en pero el camino de los malvados se extravía.
manuscritos del Salterio, en el que, por lo demás, los
salmos no vienen siempre en el orden canónico. Así SALMO 2
pues, el Salterio siguió siendo una colección abierta El drama mesiánico
1
hasta los comienzos de nuestra era, al menos en ¿Por qué se amotinan las naciones
algunos ambientes. y los pueblos conspiran en vano?
2
Los reyes de la tierra se sublevan,
los príncipes a una se alían
Valor espiritual.
en contra de Yahvé y su Ungido:
3
«Rompamos sus cadenas,
Es tan evidente la riqueza religiosa de los salmos que sacudámonos sus riendas».
no son necesarias muchas palabras. Ellos fueron la 4
El que habita en el cielo se ríe,
oración del Antiguo Testamento, en la que el mismo Yahvé se burla de ellos.
Dios inspiró los sentimientos que sus hijos deben 5
Después les habla irritado,
albergar con respecto a él y las palabras de que deben los espanta lleno de cólera:
servirse al dirigirse a él. Los recitaron Jesús y la 6
«Yo mismo he consagrado a mi rey,
Virgen, los Apóstoles y los primeros mártires. La en Sión, mi monte santo».
Iglesia cristiana ha hecho de ellos, sin cambiarlos, su 7
Haré público el decreto de Yahvé:
oración oficial. Sin cambios, esos gritos de alabanza, Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
de súplica o de acción de gracias, arrancados a los hoy te he engendrado.
salmitas en las circunstancias de su época y de su 8
Si me lo pides, te daré en herencia las naciones,
experiencia personal, tienen un eco universal, porque en propiedad la inmensidad de la tierra;
expresan la actitud que todo hombre debe adoptar ante 9
los machacarás con cetro de hierro,
Dios. Sin cambios en las palabras, pero con un los pulverizarás como vasija de barro».
enriquecimiento considerable del sentido: en la Nueva 10
Por eso, reyes, pensadlo bien,
Alianza, el fiel alaba y agradece a Dios que le ha aprended la lección, gobernantes de la tierra.
revelado el secreto de su vida íntima, que le ha 11
Servid a Yahvé con temor,
rescatado con la sangre de su Hijo, que le ha infundido 12
temblando besad sus pies;
su Espíritu, y, en la recitación litúrgica, cada salmo no sea que se irrite y os perdáis,
concluye con la doxología trinitaria del Gloria al pues su cólera se inflama en un instante.
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Las viejas ¡Dichoso quien se acoge a él!
súplicas se hacen más ardientes una vez que la Cena,
la Cruz y la Resurrección han enseñado al hombre el SALMO 3
amor infinito de Dios, la universalidad y la gravedad Clamor matinal del justo perseguido
del pecado, la gloria prometida a los justos. Las 1
Salmo. De David. Cuando huía de su hijo
esperanzas cantadas por los salmistas se realizan; el Abasalón.
Mesías ha venido y reina, y todas las naciones son 2
Yahvé, ¡cuántos son mis adversarios,
llamadas para que lo alaben. cuántos los que se alzan contra mí!
3
¡Cuántos los que dicen de mí:Pausa.

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LOS SALMOS
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«que no espere salvación en Dios»! Pero yo, por lo mucho que nos quieres,
4
Pero tú, Yahvé, mi escudo protector, me atrevo a entrar en tu Casa,
mi orgullo, el que levanta mi frente. a postrarme ante tu santo Templo,
5
Invoco a gritos a Yahvé, Pausa. lleno de respeto hacia ti.
9
y me responde desde su monte santo. Guíame, Yahvé, con tu justicia,
6
Me acuesto y me duermo, responde así a mis adversarios,
me despierto: Yahvé me sostiene. allana tu camino a mi paso.
7 10
No temo a esas gentes que a millares Que no hay firmeza en sus palabras,
se apostan en torno contra mí. por dentro están llenos de malicia;
8
¡Levántate, Yahvé! ¡Sálvame, Dios mío! sepulcro abierto es su garganta,
Tú golpeas el rostro de mi enemigo, su lengua habla con halagos.
11
tú rompes los dientes de los malvados. Trátalos, oh Dios, como culpables,
9
En Yahvé está la salvación,Pausa. haz que fracasen sus planes;
baje sobre tu pueblo tu bendición. expúlsalos, que están llenos de crímenes,
que se han rebelado contra ti.
12
SALMO 4 Se alegrarán los que se acogen a ti,
Oración vespertina gritarán alborozados por siempre;
1
Del maestro de coro. Para instrumentos de tú los protegerás, en ti disfrutarán
cuerda. Salmo. De David. los que aman tu nombre.
2 13
Respóndeme cuando te llamo, Tú bendices al inocente, Yahvé,
Dios testigo de mi inocencia; lo rodea como escudo tu favor.
tú, que en el apuro me abres salidas,
tenme piedad y escucha mi oración. SALMO 6
3
¿Hasta dónde, hombres, insultaréis a mi Plegaria en la tribulación
1
gloria,Pausa. Del maestro de coro. Para instrumentos de
amaréis la vanidad y andaréis tras la mentira? cuerda. En octava. Salmo. De David.
4 2
Sabed que Yahvé me distingue con su amor, Yahvé, no me corrijas con tu cólera,
Yahvé me escucha cuando le llamo. no me castigues con tu furor.
5 3
Temblad y no pequéis,Pausa. Piedad, Yahvé, que estoy baldado,
reflexionad en el lecho y callad. cura, Yahvé, mis huesos sin fuerza.
6 4
Ofreced sacrificios justos y confiad en Yahvé. Me encuentro del todo abatido.
7
Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?». Y tú, Yahvé, ¿hasta cuándo?
5
¡Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro! Vuélvete, Yahvé, restablece mi vida,
8
Yahvé, me has dado más alegría interior ponme a salvo por tu misericordia.
6
que cuando ellos abundan en trigo y en mosto. Que después de morir nadie te recuerda,
9
En paz me acuesto y en seguida me duermo, y en el Seol ¿quién te alabará?
7
pues tú solo, Yahvé, me haces vivir tranquilo. Estoy extenuado de gemir,
baño mi lecho cada noche,
SALMO 5 inundo de lágrimas mi cama;
8
Oración de la mañana mis ojos se consumen de rabia.
1
Del maestro de coro. Para flautas. Salmo. De La insolencia define a mis opresores,
9
David. ¡apartaos de mí, malhechores!
2
Escucha mi palabra, Yahvé, Que Yahvé ha escuchado mi llanto;
10
repara en mi plegaria, Yahvé ha escuchado mi súplica,
3
atento a mis gritos de auxilio, Yahvé acepta mi oración.
11
rey mío y Dios mío. ¡Queden corridos, confusos mis enemigos,
4
¡A ti te suplico, Yahvé! retrocedan de inmediato, cubiertos de vergüenza!
Por la mañana escuchas mi voz,
por la mañana me preparo para ti SALMO 7
y quedo a la espera. Oración del justo perseguido
5 1
No eres un Dios que ame el mal, Lamentación. De David. La que cantó a Yahvé a
ni es tu huésped el malvado; propósito del benjaminita Cus.
6 2
no resiste el arrogante tu presencia, Yahvé, Dios mío, a ti me acojo,
detestas a todos los malhechores, sálvame de mis perseguidores, líbrame;
7 3
acabas con los mentirosos; que no me destrocen como un león
al asesino y al hipócrita y me desgarren sin nadie que me libre.
4
los aborrece Yahvé. Yahvé, Dios mío, si algo de eso hice,

6   IPB-SCA
7  
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS    
 
9
si hay en mis manos injusticia, las aves del cielo, los peces del mar
5
si a mi bienhechor con mal he respondido, que circulan por las sendas de los mares.
10
si he perdonado al opresor injusto, ¡Yahvé, Señor nuestro,
6
¡que el enemigo me persiga y me alcance, qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!
que me estrelle vivo contra el sueloPausa.
y esparza mis entrañas por el polvo! SALMO 9-10
7
Levántate, Señor, lleno de cólera, Dios humilla a los impíos y salva a los
álzate contra la ira de mis opresores, humildes
1
despierta ya, Dios mío, Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo.
tú que el juicio convocas. De David.
8
Que te rodee una asamblea de naciones, Álef.
2
y tú desde lo alto la presides. Te doy gracias, Yahvé, de todo corazón,
9
(Yahvé, juez de los pueblos.) voy a proclamar todas tus maravillas;
3
Júzgame, Señor, según mi justicia, quiero alegrarme y gozar en ti,
conforme a mi integridad. tañer para tu nombre, Altísimo.
10
Que cese la maldad de los malvados, Bet.
4
afianza al inocente, Mis enemigos retroceden,
tú que escrutas corazones y entrañas, flaquean, se desvanecen ante ti,
5
tú, Dios justo. pues defendiste mi causa y mi juicio,
11
Mi escudo está en Dios, sentado en tu sede como justo juez.
salvador de los que viven rectamente. Guímel.
12 6
Dios es juez justo, tardo a la cólera, Expulsaste a los paganos, destruiste al
pero un Dios que castiga cada día. malvado,
13
Si no se convierte el hombre, borraste su nombre para siempre jamás;
7
afila su espada, se acabó el enemigo, como ruina perpetua,
tensa y asesta su arco, asolaste sus ciudades, se apagó su recuerdo.
14
le prepara armas letales, He.
8
tizones serán sus flechas. Pero Yahvé se sienta para siempre,
15
Vedle en su preñez de iniquidad; establece para el juicio su trono;
9
malicia concibió, fracaso pare. él juzga al orbe con justicia,
16
Cavó una fosa, cavó bien hondo, sentencia a los pueblos con rectitud.
mas cayó en el hoyo que él abrió; Vau.
17 10
se vuelva contra él su maldad, ¡Sea Yahvé baluarte del oprimido,
su violencia recaiga en su cabeza. baluarte en tiempos de angustia!
18 11
Doy gracias a Yahvé por su justicia, Confíen en ti los que conocen tu nombre,
tañeré para el nombre del Altísimo. pues no abandonas a los que te buscan, Yahvé.
Zain.
12
SALMO 8 Cantad para Yahvé, que habita en Sión,
Poder del nombre divino publicad entre los pueblos sus hazañas;
1 13
Del maestro de coro. Según la... de Gat. Salmo. pide cuentas del crimen, y se acuerda de ellos,
De David. no desoye el grito angustiado de los desdichados.
2
¡Yahvé, Señor nuestro, Jet.
14
qué glorioso es tu nombre en toda la tierra! Piedad de mí, Yahvé, mira mi aflicción,
Tú que asientas tu majestad sobre los cielos, tú que me recobras de las puertas de la muerte,
3 15
por boca de chiquillos, de niños de pecho, para que proclame todas tus proezas
cimentas un baluarte frente a tus adversarios, a las puertas de Sión, gozoso de tu triunfo.
para acabar con enemigos y rebeldes. Tet.
4 16
Cuando veo tu cielo, hechura de tus dedos, Se hundieron los paganos en la fosa que
la luna y las estrellas que pusiste, hicieron,
5
¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, en la red que ocultaron quedó su pie prendido.
17
el hijo de Adán para que de él te cuides? Yahvé se ha dado a conocer, ha hecho
6
Apenas inferior a un dios lo hiciste, justicia,Sordina.
coronándolo de gloria y esplendor; Pausa.
7
señor lo hiciste de las obras de tus manos, ha enredado al malvado en las obras de sus
todo lo pusiste bajo sus pies: manos.
8
ovejas y bueyes, juntos, Yod.
18
y hasta las bestias del campo, ¡Vuelvan los malvados al Seol,

IPB-SCA 7  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
17
todos los paganos que de Dios se olvidan! El deseo de los humildes tú escuchas, Yahvé,
Kaf. confortas su corazón, les prestas atención,
19 18
No quedará olvidado el pobre para siempre, para hacer justicia al huérfano, al vejado.
la esperanza de los desdichados nunca se ¡Cese ya en su terror el hombre salido de la tierra!
frustrará.
20
¡Levántate, Yahvé, no triunfe el hombre, SALMO 11 (10)
sean juzgados los paganos en tu presencia! Confianza del justo
21 1
Llénalos, Yahvé, de terror,Pausa. Del maestro de coro. De David.
sepan los paganos que sólo son hombres. En Yahvé me cobijo; ¿cómo, pues, me decís:
Lámed. «Huye, pájaro, a tu monte,
1 2
10 ¿Por qué, Yahvé, te quedas lejos, que los malvados tensan su arco,
te escondes en las horas de la angustia? ajustan a la cuerda su saeta,
2
El orgullo del malvado acosa al desdichado, para disparar en la sombra contra los honrados?
3
queda preso en la trampa que le ha urdido. Si están en ruinas los cimientos,
(Mem). ¿qué puede hacer el justo?».
3 4
Sí, de su ambición se jacta el malvado, Yahvé en su santo Templo,
el codicioso que bendice desprecia a Yahvé; Yahvé en su trono celeste;
(Nun). sus ojos ven el mundo,
4
el malvado dice altanero: sus pupilas examinan a los hombres.
5
«¡No hay Dios!», es todo lo que piensa. Yahvé examina al justo y al malvado,
5
En toda ocasión triunfan sus empresas, odia al que ama la violencia.
6
tus decisiones le traen sin cuidado, ¡Lluevan sobre el malvado brasas y azufre,
desprecia a todos sus rivales. y un viento abrasador como porción de su copa!
6 7
Dice para sí: «Jamás vacilaré»; Pues Yahvé es justo y ama la justicia,
7
como en desgracia no se ve, maldice. los rectos contemplarán su rostro.
(Sámek).
(Pe). SALMO 12 (11)
Su boca rebosa fraude y doblez, Contra el mundo mentiroso
1
oculta su lengua maldad y perfidia; Del maestro de coro. En octava. Salmo. De
8
se aposta al acecho entre las cañas, David.
2
y asesina al inocente a escondidas. ¡Sálvanos, Yahvé, que escasean los fieles,
(Ain). que desaparece la lealtad entre los hombres!
3
Todo ojos, espía al desvalido, Falsedades se dicen entre sí,
9
acecha escondido como león en su guarida, con labios melosos y doblez de corazón.
4
acecha para atrapar al desdichado, Acabe Yahvé con los labios melosos,
atrapa al desdichado atrayéndolo a su red. con la lengua que profiere bravatas,
5
(Sade). los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
10
Espía, se agazapa, se encoge, nuestros labios nos defienden, ¿quién será
el desvalido cae en su poder; nuestro amo?».
11 6
dice para sí: «Dios se ha olvidado, Por la opresión del humilde, por el gemido del
oculta su rostro, no ha de ver jamás». pobre,
Qof. me voy a levantar, dice Yahvé,
12
¡Álzate, Yahvé, extiende tu mano! a poner a salvo a quien lo ansía.
7
¡Nunca te olvides de los desdichados! Las palabras de Yahvé son palabras limpias,
13
¿Por qué desprecia el malvado a Dios, plata pura a ras de tierra, siete veces purgada.
8
diciendo para sí: «No vendrás a indagar»? Tú, Yahvé, nos guardarás,
Reš. nos librarás de esa gente para siempre;
14 9
Has visto la pena y la tristeza, los malvados que nos rodean se irán,
las miras y las tomas en tu mano: colmo de vileza entre los hombres.
el desvalido en ti se abandona,
tú eres el auxilio del huérfano. SALMO 13 (12)
Šin. Clamor confiado
15 1
¡Quiebra el brazo del malvado, Del maestro de coro. Salmo. De David.
2
persigue su impiedad sin dejar rastro! ¿Hasta cuándo, Yahvé? ¿Me olvidarás para
16
¡Yahvé es rey por siempre, por los siglos; siempre?
han sido barridos los paganos de su tierra! ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
3
Tau. ¿Hasta cuándo andaré angustiado,

8   IPB-SCA
9  
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS    
 
con el corazón en un puño día y noche? SALMO 16 (15)
¿Hasta cuándo me someterá el enemigo? Yahvé, la parte de mi herencia
4 1
¡Mira, respóndeme, Yahvé Dios mío! A media voz. De David.
Da luz a mis ojos, no me duerma en la muerte, Guárdame, oh Dios, que en ti me refugio.
5 2
no diga mi enemigo: «¡Le he podido!», Digo a Yahvé: «Tú eres mi Señor,
no se alegre mi adversario al verme vacilar. mi bien, nada hay fuera de ti».
6 3
Pues yo confío en tu amor, Pero ellos dicen a los santos de la tierra:
en tu salvación goza mi corazón. «¡Magníficos, todo mi gozo en ellos!».
4
¡A Yahvé cantaré por el bien que me ha hecho, Sus ídolos abundan, tras ellos van corriendo.
tañeré en honor de Yahvé, el Altísimo! Pero no les haré libaciones de sangre,
ni mis labios pronunciarán sus nombres.
5
SALMO 14 (13) Yahvé es la parte de mi herencia y de mi copa,
El hombre sin Dios tú aseguras mi suerte:
1 6
Del maestro de coro. De David. me ha tocado un lote precioso,
Dice el necio en su interior: me encanta mi heredad.
7
«¡No existe Dios!» Bendigo a Yahvé, que me aconseja;
Corrompidos están, da asco su conducta, aun de noche me instruye la conciencia;
8
no hay quien haga el bien. tengo siempre presente a Yahvé,
2
Se asoma Yahvé desde los cielos con él a mi derecha no vacilo.
9
hacia los hijos de Adán, Por eso se me alegra el corazón,
por ver si hay algún sensato, sienten regocijo mis entrañas,
alguien que busque a Dios. todo mi cuerpo descansa tranquilo;
3 10
Todos están descarriados, pues no me abandonarás al Seol,
todos a una pervertidos. no dejarás a tu amigo ver la fosa.
11
No hay quien haga el bien, Me enseñarás el camino de la vida,
ni uno siquiera. me hartarás de gozo en tu presencia,
4
¿No aprenderán los malhechores de dicha perpetua a tu derecha.
que devoran a mi pueblo como pan
y no invocan a Yahvé? SALMO 17 (16)
5
Allí se han puesto a temblar, Clamor del inocente
1
pues Dios está por el justo: Oración. De David.
6
el designio del pobre os confunde Escucha, Yahvé, mi causa,
porque Yahvé es su refugio. hazme caso cuando grito,
7
¡Ojalá venga de Sión la salvación de Israel! presta oído a mi plegaria,
Cuando cambie Yahvé la suerte de su pueblo, que no hay doblez en mis labios.
2
Jacob exultará, Israel se alegrará. De ti saldrá mi sentencia,
pues tus ojos ven lo recto.
3
SALMO 15 (14) Si sondeas mi corazón y de noche me
El huésped de Yahvé examinas,
1
Salmo. De David. si me pruebas al crisol, no hallarás en mí malicia;
4
Yahvé, ¿quién vivirá en tu tienda?, mi boca no claudica al modo de los hombres.
¿quién habitará en tu monte santo? Siguiendo tu palabra he respetado
2 5
El de conducta íntegra las sendas trazadas, ajustando mis pasos;
que actúa con rectitud, por tus veredas no vacilan mis pies.
6
que es sincero cuando piensa Te invoco, oh Dios, pues tú me respondes,
3
y no calumnia con su lengua; inclina a mí tu oído, escucha mis palabras,
7
que no daña a conocidos Haz gala de tu amor,
ni agravia a su vecino; tú salvas de los prepotentes
4
que mira con desprecio al réprobo al que se acoge a tu diestra.
8
y honra a los que temen a Yahvé; Guárdame como a la niña de tus ojos,
que jura en su perjuicio y no retracta; protégeme a la sombra de tus alas
5 9
que no presta a usura su dinero de esos malvados que me acosan,
ni acepta soborno contra el inocente. enemigos que me cercan con saña.
10
Quien obra así jamás vacilará. Han cerrado sus entrañas,
hablan llenos de arrogancia,
11
avanzan contra mí, me cercan,
me miran fijo para derribarme.

IPB-SCA 9  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
12 17
Son como león ávido de presa, Lanzó su mano de lo alto y me agarró
como cachorro agazapado en su guarida. para sacarme de las aguas caudalosas;
13 18
¡Álzate, Yahvé, enfréntate, derríbalo; me libró de un enemigo poderoso,
líbrame con tu espada del malvado, de adversarios más fuertes que yo.
14 19
de los mortales, con tu mano, Yahvé, Me aguardaban el día de mi ruina,
de los mortales cuyo lote es este mundo! mas Yahvé fue un apoyo para mí;
20
¡Llénales el vientre de tus reservas, me sacó a campo abierto,
que se sacien sus hijos me quería y me salvó.
21
y dejen las sobras a sus pequeños! Mi rectitud recompensa Yahvé,
15
Pero yo, rehabilitado, veré tu rostro, retribuye la pureza de mis manos,
22
al despertar te contemplaré hasta que quiera. pues guardé los caminos de Yahvé
y no me rebelé contra mi Dios.
23
SALMO 18 (17) Pues tengo presentes sus normas,
Te Deum real sus preceptos no aparto de mi lado;
1 24
Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé, he sido irreprochable con él,
David, que dirigió a Yahvé las palabras de este y de incurrir en culpa me he guardado.
25
cántico el día en que Yahvé lo libró de todos sus Yahvé retribuye mi rectitud,
2
enemigos y de las manos de Saúl. Dijo: la pureza de mis manos que él conoce.
26
Te quiero, Yahvé, mi fortaleza Con el leal te muestras leal,
(mi salvador, que me salva de la violencia). intachable con el hombre sin tacha;
3 27
Yahvé, mi roca y mi baluarte, con el puro eres puro,
mi libertador y mi Dios; y sagaz con el ladino;
28
la roca en que me amparo, tú que salvas a la gente humilde
mi escudo y mi fuerza salvadora, y abates los ojos altaneros.
29
mi ciudadela y mi refugio. Tú, Yahvé, eres mi lámpara,
4
Invoco a Yahvé, digno de alabanza, mi Dios que alumbra mis tinieblas;
30
y me veo libre de mis enemigos. con tu ayuda yo fuerzo el cerco,
5
Las olas de la muerte me envolvían, con mi Dios asalto la muralla.
31
me espantaban los torrentes destructores, Dios es íntegro en su proceder,
6
los lazos del Seol me rodeaban, la palabra de Yahvé acrisolada,
me aguardaban los cepos de la muerte. escudo de quienes se acogen a él.
7 32
En mi angustia grité a Yahvé, Pues ¿quién es Dios fuera de Yahvé?
pedí socorro a mi Dios; ¿Quién Roca, sino sólo nuestro Dios?
33
desde su templo escuchó mi voz, El Dios que me ciñe de fuerza
resonó mi socorro en sus oídos. y hace mi conducta irreprochable,
8 34
La tierra rugió, retembló, que hace mis pies como de cierva
temblaron las bases de los montes y en las alturas me sostiene en pie,
35
(vacilaron bajo su furor). que adiestra mis manos para la lucha
9
De su nariz salía una humareda, y mis brazos para tensar el arco.
36
de su boca un fuego abrasador Tú me das tu escudo victorioso,
(y lanzaba carbones encendidos). (tu diestra me sostiene),
10
Inclinó los cielos y bajó, multiplicas tus cuidados conmigo,
37
con espeso nublado a sus pies; al andar ensanchas mis pasos,
11
volaba a lomos de un querubín, mis tobillos no se tuercen.
38
sostenido por las alas del viento. Persigo a mis enemigos, les doy caza,
12
Se puso como tienda un cerco de tinieblas, no vuelvo hasta que acabo con ellos;
39
de aguas oscuras y espesos nubarrones; los machaco, no pueden levantarse,
13
el brillo de su presencia despedía sucumben debajo de mis pies.
40
granizo y ascuas de fuego. Me ciñes de valor para el combate,
14
Tronó Yahvé desde el cielo, sometes bajo mi pie a mis agresores,
41
lanzó el Altísimo su voz; pones en fuga a mis enemigos,
15
disparó sus saetas y los dispersó, exterminas a los que me odian.
42
la cantidad de rayos los desbarató. Piden auxilio y nadie los salva,
16
El fondo del mar quedó a la vista, a Yahvé, y no les responde.
43
los cimientos del orbe aparecieron, Los reduzco como polvo al viento,
a causa de tu bramido, Yahvé, los piso como barro de las calles.
44
al resollar el aliento de tu nariz. Me libras de los pleitos de mi pueblo,

10   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 11  
LOS SALMOS  
 
me pones al frente de naciones; no sea que me domine;
pueblos desconocidos me sirven; entonces seré irreprochable,
45
los extranjeros me adulan, libre de delito grave.
15
todo oídos, me obedecen, Acepta con agrado mis palabras,
46
los extranjeros se acobardan, el susurro de mi corazón,
dejan temblando sus refugios. sin tregua ante ti, Yahvé,
47
¡Viva Yahvé, bendita sea mi Roca, Roca mía, mi redentor.
sea ensalzado mi Dios salvador,
48
el Dios que me concede la venganza SALMO 20 (19)
y abate los pueblos a mis plantas! Oración por el rey
49 1
Tú me libras de mis enemigos, Del maestro de coro. Salmo. De David.
2
me exaltas sobre mis agresores, ¡Yahvé te responda el día de la angustia,
me salvas del hombre violento. protéjate el nombre del Dios de Jacob!
50 3
Por eso te alabaré entre las naciones, Te envíe socorro desde su santuario,
en tu honor, Yahvé, cantaré. sea tu apoyo desde Sión.
51 4
Él ennoblece las victorias de su rey Tenga en cuenta todas tus ofrendas,
y muestra su amor a su ungido, encuentre sabroso tu holocausto;
5
a David y su linaje para siempre. colme todos tus deseos,
cumpla todos tus proyectos.
6
SALMO 19 (18) ¡Nosotros aclamaremos tu victoria,
Yahvé, sol de justicia celebraremos alegres el nombre de nuestro Dios!
1
Del maestro de coro. Salmo. De David. ¡Yahvé responderá a todas tus súplicas!
2 7
Los cielos cuentan la gloria de Dios, Reconozco ahora que Yahvé
el firmamento anuncia la obra de sus manos; dará la salvación a su ungido;
3
el día al día comunica el mensaje, le responderá desde su santo cielo
la noche a la noche le pasa la noticia. con proezas victoriosas de su diestra.
4 8
Sin hablar y sin palabras, Unos con los carros, otros con los caballos,
y sin voz que pueda oírse, pero nosotros invocamos a Yahvé, nuestro Dios;
5 9
por toda la tierra resuena su proclama, ellos se doblegan y caen,
por los confines del orbe sus palabras. nosotros seguimos en pie.
10
En lo alto, para el sol, plantó una tienda, ¡Oh Yahvé, salva al rey,
6
y él, como esposo que sale de su alcoba, respóndenos cuando te llamemos!
se recrea, como atleta, corriendo su carrera.
7
Tiene su salida en un extremo del cielo, SALMO 21 (20)
y su órbita alcanza al otro extremo, Liturgia de coronación
1
sin que haya nada que escape a su ardor. Del maestro de coro. Salmo. De David.
8 2
La ley de Yahvé es perfecta, Yahvé, el rey celebra tu fuerza,
hace revivir; le colma de alegría tu victoria.
3
el dictamen de Yahvé es veraz, Le has concedido el deseo de su corazón,
instruye al ingenuo. no has rechazado el anhelo de sus labios.
9 4
Los preceptos de Yahvé son rectos, Te adelantaste con buenos augurios,
alegría interior; coronaste su cabeza de oro fino;
5
el mandato de Yahvé es límpido, vida pidió y se la otorgaste,
ilumina los ojos. largo curso de días para siempre.
10 6
El temor de Yahvé es puro, Gran prestigio le da tu victoria,
estable por siempre; lo rodeas de honor y majestad;
7
los juicios del Señor veraces, lo conviertes en eterna bendición,
justos todos ellos, lo llenas de alegría en tu presencia.
11 8
apetecibles más que el oro, Porque el rey confía en Yahvé,
que el oro más fino; por gracia del Altísimo no vacilará.
9
más dulces que la miel, Que tu mano alcance a tus enemigos,
más que el jugo de panales. que tu diestra alcance a los que te odian.
12 10
Por eso tu siervo se empapa en ellos, Conviértelos en horno encendido,
guardarlos trae gran ganancia. el día que aparezca tu rostro.
13
Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros? Yahvé los tragará en su cólera,
De las faltas ocultas límpiame. el fuego los devorará.
14 11
Guarda a tu siervo también del orgullo, Borrarás de la tierra su fruto,

IPB-SCA 11  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
22
su semilla de en medio de los hombres. sálvame de las fauces del león,
12
Aunque intenten hacerte daño, mi pobre ser de los cuernos del búfalo.
23
aunque tramen un plan, nada podrán. Contaré tu fama a mis hermanos,
13
Que tú les harás retroceder, reunido en asamblea te alabaré:
24
asestando tu arco contra ellos. «Los que estáis por Yahvé, alabadlo,
14
¡Levántate, Yahvé, lleno de fuerza, estirpe de Jacob, respetadlo,
cantaremos, celebraremos tu poder! temedlo, estirpe de Israel.
25
Que no desprecia ni le da asco
SALMO 22 (21) la desgracia del desgraciado;
Sufrimiento y esperanza del justo no le oculta su rostro,
1
Del maestro de coro. Sobre «la cierva de la le escucha cuando pide auxilio».
26
aurora». Salmo. De David. Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea,
2
¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has cumpliré mis votos ante sus fieles.
27
abandonado? Los pobres comerán, hartos quedarán,
Estás lejos de mi queja, de mis gritos y gemidos. los que buscan a Yahvé lo alabarán:
3
Clamo de día, Dios mío, y no respondes, «¡Viva por siempre vuestro corazón!».
28
también de noche, sin ahorrar palabras. Se acordarán, volverán a Yahvé
4
¡Pero tú eres el Santo, entronizado todos los confines de la tierra;
en medio de la alabanza de Israel! se postrarán en su presencia
5
En ti confiaron nuestros padres, todas las familias de los pueblos.
29
confiaron y tú los liberaste; Porque de Yahvé es el reino,
6
a ti clamaron y se vieron libres, es quien gobierna a los pueblos.
30
en ti confiaron sin tener que arrepentirse. Ante él se postrarán los que duermen en la
7
Yo en cambio soy gusano, no hombre, tierra,
soy afrenta del vulgo, asco del pueblo; ante él se humillarán los que bajan al polvo.
8
todos cuantos me ven de mí se mofan, Y para aquel que ya no viva
31
tuercen los labios y menean la cabeza: su descendencia le servirá:
9 32
«Se confió a Yahvé, ¡pues que lo libre, hablará del Señor a la edad venidera,
que lo salve si tanto lo quiere!». contará su justicia al pueblo por nacer:
10
Fuiste tú quien del vientre me sacó, «Así actuó el Señor».
a salvo me tuviste en los pechos de mi madre;
11
a ti me confiaron al salir del seno, SALMO 23 (22)
desde el vientre materno tú eres mi Dios. El Buen Pastor
12 1
¡No te alejes de mí, que la angustia está cerca, Salmo. De David.
que no hay quien me socorra! Yahvé es mi pastor, nada me falta.
13 2
Novillos sin cuento me rodean, En verdes pastos me hace reposar.
me acosan los toros de Basán; Me conduce a fuentes tranquilas,
14 3
me amenazan abriendo sus fauces, allí reparo mis fuerzas.
como león que desgarra y ruge. Me guía por cañadas seguras
15
Como agua me derramo, haciendo honor a su nombre.
4
mis huesos se dislocan, Aunque fuese por valle tenebroso,
mi corazón, como cera, ningún mal temería,
se funde en mis entrañas. pues tú vienes conmigo;
16
Mi paladar está seco como teja tu vara y tu cayado me sosiegan.
5
y mi lengua pegada a mi garganta: Preparas ante mí una mesa,
tú me sumes en el polvo de la muerte. a la vista de mis enemigos;
17
Perros sin cuento me rodean, perfumas mi cabeza,
una banda de malvados me acorrala; mi copa rebosa.
6
mis manos y mis pies vacilan, Bondad y amor me acompañarán
18
puedo contar mis huesos. todos los días de mi vida,
Ellos me miran y remiran, y habitaré en la casa de Yahvé
19
reparten entre sí mi ropa un sinfín de días.
y se echan a suertes mi túnica.
20
Pero tú, Yahvé, no te alejes,
corre en mi ayuda, fuerza mía,
21
libra mi vida de la espada,
mi persona de las garras de los perros;

12   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 13  
LOS SALMOS  
 
8
SALMO 24 (23) Bueno y recto es Yahvé:
Liturgia de entrada en el santuario muestra a los pecadores el camino,
1
Salmo. De David. Yod.
9
De Yahvé es la tierra y cuanto la llena, conduce rectamente a los humildes
el orbe y cuantos lo habitan, y a los pobres enseña su sendero.
2
pues él lo fundó sobre los mares, Kaf.
10
lo asentó sobre los ríos. Amor y verdad son las sendas de Yahvé
3
¿Quién subirá al monte de Yahvé?, para quien guarda su alianza y sus preceptos.
¿quién podrá estar en su santo recinto? Lámed.
4 11
El de manos limpias y puro corazón, Haz gala de tu nombre, Yahvé,
el que no suspira por los ídolos y perdona mi culpa, que es grande.
ni jura con engaño. Mem.
5 12
Ése logrará la bendición de Yahvé, Cuando un hombre respeta a Yahvé,
el perdón de Dios, su Salvador. él le indica el camino a seguir;
6
Ésta es la generación que lo busca,Pausa. Nun.
13
la que acude a tu presencia, Dios de Jacob. vivirá colmado de dicha,
7
¡Puertas, alzad los dinteles, su estirpe poseerá el país.
levantaos, antiguos portones, Sámek.
14
y que entre el rey de la gloria! Yahvé se confía a sus adeptos,
8
¿Quién es el rey de la gloria? los va instruyendo con su alianza.
Yahvé, el fuerte, el valiente, Ain.
15
Yahvé, valiente en la lucha. Mis ojos están fijos en Yahvé,
9
¡Puertas, alzad los dinteles, que sacará mis pies de la trampa.
levantaos, antiguos portones, Pe.
16
y que entre el rey de la gloria! Vuélvete a mí, tenme piedad,
10
¿Quién es el rey de la gloria? me siento solo y desdichado.
Yahvé Sebaot,Pausa. Sade.
17
él es el rey de la gloria. La angustia crece en mi corazón,
hazme salir de mis tormentos.
SALMO 25 (24) (Qof.)
18
Oración en el peligro Mira mi aflicción y mi penar,
1
De David. perdona todos mis pecados.
Alef. Reš.
19
A ti, Yahvé, dirijo mi anhelo. Mira cuántos son mis enemigos,
2
A ti, Dios mío. la violencia del odio que me tienen.
Bet. Šin.
20
En ti confío, ¡no quede defraudado, Guarda mi vida, ponme a salvo,
ni triunfen de mí mis enemigos! no me avergüence por confiar en ti.
Guímel. Tau.
3 21
El que espera en ti no queda defraudado, Integridad y rectitud me ampararán,
queda defraudado el que traiciona sin motivo. porque espero en ti, Yahvé.
22
Dálet. Libera, Dios, a Israel
4
Muéstrame tus caminos, Yahvé, de todas sus angustias.
enséñame tus sendas.
He. SALMO 26 (25)
5
Guíame fielmente, enséñame, Plegaria del inocente
1
pues tú eres el Dios que me salva. De David.
(Vau.) Hazme justicia, Yahvé,
En ti espero todo el día, que llevo una vida íntegra.
7c
por tu bondad, Yahvé. Si me apoyo en Yahvé no vacilo.
2
Zain. Escrútame, Yahvé, ponme a prueba,
6
Acuérdate, Yahvé, de tu ternura aquilata mi conciencia y mi corazón,
3
y de tu amor, que son eternos. que tengo presente tu amor
Jet. y te soy fiel en la vida.
7 4
De mis faltas juveniles no te acuerdes, No ando mezclado con falsos,
acuérdate de mí según tu amor. ni me dejo acompañar de hipócritas;
5
Tet. odio las reuniones de malhechores,

IPB-SCA 13  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
no me mezclo con malvados. Yahvé me acogerá.
6 11
Lavo y purifico mis manos, Señálame, Yahvé, tu camino,
doy vueltas a tu altar, Yahvé, guíame por senda llana,
7
pronunciando la acción de gracias, pues tengo enemigos.
12
pregonando todas tus maravillas. No me entregues al ardor de mis rivales,
8
Amo, Yahvé, la belleza de tu Casa, pues se alzan contra mí testigos falsos,
el lugar donde se asienta tu gloria. testigos violentos además.
9 13
No dejes que muera entre pecadores, Creo que gozaré
que acabe mi vida entre asesinos, de la bondad de Yahvé
10
con sus manos llenas de infamia en el país de la vida.
14
y su diestra repleta de soborno. Espera en Yahvé, sé fuerte,
11
Yo, en cambio, llevo una vida íntegra, ten ánimo, espera en Yahvé.
rescátame, ten piedad de mí;
12
mi pie sigue el camino recto, SALMO 28 (27)
en la asamblea te bendeciré, Yahvé. Súplica y acción de gracias
1
De David.
SALMO 27 (26) A ti alzo mi voz, Yahvé,
Junto a Dios no hay temor roca mía, no enmudezcas;
1
De David. pues si te callas seré igual
Yahvé es mi luz y mi salvación, que los que bajan a la fosa.
2
¿a quién temeré? Escucha la voz de mi súplica,
Yahvé, el refugio de mi vida, cuando te pido socorro,
¿ante quién temblaré? cuando levanto mis manos
2
Cuando me asaltan los malhechores hacia tu santo templo.
3
ávidos de mi carne, No me arrastres con los malvados,
ellos, adversarios y enemigos, tampoco con los malhechores,
tropiezan y sucumben. que hablan de paz a su vecino
3
Aunque acampe un ejército contra mí, y el mal se oculta en su corazón.
4
mi corazón no teme; Págales, Yahvé, según sus obras,
aunque estalle una guerra contra mí, según la malicia de sus actos,
sigo confiando. trátalos conforme a sus acciones,
4
Una cosa pido a Yahvé, págales con su misma moneda.
5
es lo que ando buscando: No entienden las obras de Yahvé,
morar en la Casa de Yahvé lo que han hecho sus manos:
todos los días de mi vida, ¡que los derribe y no los reconstruya!
6
admirar la belleza de Yahvé ¡Bendito Yahvé, que ha escuchado
contemplando su templo. la voz de mi plegaria!
5 7
Me dará cobijo en su cabaña Yahvé es mi fuerza y mi escudo,
el día de la desgracia; en él confía mi corazón:
me ocultará en lo oculto de su tienda, su ayuda me llena de alegría,
me encumbrará en una roca. le doy gracias con mi canto.
6 8
Entonces levantará mi cabeza Yahvé es la fuerza de su pueblo,
ante el enemigo que me hostiga; un baluarte que salva a su ungido.
9
y yo ofreceré en su tienda Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad,
sacrificios de victoria. pastoréalos y guíalos por siempre.
Cantaré, tocaré para Yahvé.
7
Escucha, Yahvé, el clamor de mi voz, SALMO 29 (28)
¡ten piedad de mí, respóndeme! Himno al Señor de la tormenta
8 1
Digo para mis adentros: Salmo. De David.
«Busca su rostro». ¡Rendid a Yahvé, hijos de Dios,
Sí, Yahvé, tu rostro busco: rendid a Yahvé gloria y poder!
9 2
no me ocultes tu rostro. Rendid a Yahvé la gloria de su nombre,
No rechaces con ira a tu siervo, postraos ante Yahvé en el atrio sagrado.
3
que tú eres mi auxilio. La voz de Yahvé sobre las aguas,
No me abandones, no me dejes, el Dios de la gloria truena,
Dios de mi salvación. ¡es Yahvé sobre las aguas caudalosas!
10 4
Si mi padre y mi madre me abandonan, La voz de Yahvé con fuerza,

14   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 15  
LOS SALMOS  
 
3
la voz de Yahvé con majestad. tiende a mí tu oído, date prisa!
5
La voz de Yahvé desgaja los cedros, Sé mi roca de refugio,
desgaja Yahvé los cedros del Líbano, alcázar donde me salve;
6 4
hace brincar como novillo al Líbano, pues tú eres mi peña y mi alcázar,
al Sarión como cría de búfalo. por tu nombre me guías y diriges.
7 5
La voz de Yahvé afila llamaradas. Sácame de la red que me han tendido,
8
La voz de Yahvé estremece la estepa, pues tú eres mi refugio;
6
estremece Yahvé el desierto de Cades. en tus manos abandono mi vida
9
La voz de Yahvé retuerce las encinas, y me libras, Yahvé, Dios fiel.
7
deja desnudas las selvas. Detestas a los que veneran ídolos,
Todo en su Templo grita: ¡Gloria! pero yo confío en Yahvé.
10 8
Yahvé se sentó sobre el diluvio, Me alegraré y celebraré tu amor,
Yahvé se sienta como rey eterno. pues te has fijado en mi aflicción,
11
Yahvé da poder a su pueblo, conoces las angustias que me ahogan;
9
Yahvé bendice a su pueblo con la paz. no me entregas en manos del enemigo,
has puesto mis pies en campo abierto.
10
SALMO 30 (29) Ten piedad de mí, Yahvé,
Acción de gracias después de un peligro de que estoy en apuros.
muerte La pena debilita mis ojos,
mi garganta y mis entrañas;
1 11
Salmo. Cántico para la dedicación de la Casa. mi vida se consume en aflicción,
De David. y en suspiros mis años;
2
Te ensalzo, Yahvé, porque me has levantado, sucumbe mi vigor a la miseria,
no has dejado que mis enemigos se rían de mí. mis huesos pierden fuerza.
3 12
Yahvé, Dios mío, te pedí auxilio y me curaste. De todos mis opresores
4
Tú, Yahvé, sacaste mi vida del Seol, me he convertido en la burla;
me reanimaste cuando bajaba a la fosa. asco doy a mis vecinos,
5
Cantad para Yahvé los que lo amáis, espanto a mis familiares.
recordad su santidad con alabanzas. Los que me ven por la calle
6
Un instante dura su ira, se apartan lejos de mí;
13
su favor toda una vida; me olvidan igual que a un muerto,
por la tarde visita de lágrimas, como objeto de desecho.
14
por la mañana gritos de júbilo. Escucho las calumnias de la turba,
7
Al sentirme seguro me decía: terror alrededor,
«Jamás vacilaré». a una conjuran contra mí,
8
Tu favor, Yahvé, me afianzaba tratando de quitarme la vida.
15
más firme que sólidas montañas; Pero yo en ti confío, Yahvé,
pero luego escondías tu rostro me digo: «Tú eres mi Dios».
16
y quedaba todo conturbado. Mi destino está en tus manos, líbrame
9
A ti alzo mi voz, Yahvé, de las manos de enemigos que me acosan.
17
a mi Dios piedad imploro: Que brille tu rostro sobre tu siervo,
10
¿Qué ganas con mi sangre, con que baje a la ¡sálvame por tu amor!
18
fosa? Yahvé, no quede yo defraudado
¿Puede el polvo alabarte, anunciar tu verdad? después de haberte invocado;
11
¡Escucha, Yahvé, ten piedad de mí! que queden defraudados los impíos,
¡Sé tú, Yahvé, mi auxilio! que bajen en silencio al Seol.
12 19
Has cambiado en danza mi lamento: Enmudezcan los labios mentirosos
me has quitado el sayal, me has vestido de fiesta. que hablan insolentes contra el justo,
13
Por eso mi corazón te cantará sin parar; llenos de orgullo y desprecio.
20
Yahvé, Dios mío, te alabaré por siempre. ¡Qué grande es tu bondad, Yahvé!
La reservas para tus adeptos,
SALMO 31 (30) se la das a los que a ti se acogen
Oración en la prueba a la vista de todos los hombres.
1 21
Del maestro de coro. Salmo. De David. Los ocultas donde tú solo los ves,
2
En ti, Yahvé, me cobijo, lejos de las intrigas de los hombres;
¡nunca quede defraudado! bajo techo los pones a cubierto
¡Líbrame conforme a tu justicia, de las querellas de las lenguas.

IPB-SCA 15  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
22
¡Bendito Yahvé que me ha brindado SALMO 33 (32)
maravillas de amor (en plaza fuerte)! Himno a la Providencia
23 1
¡Y yo que decía alarmado: ¡Aclamad con júbilo, justos, a Yahvé,
«Estoy dejado de tus ojos»! que la alabanza es propia de hombres rectos!
2
Pero escuchabas la voz de mi plegaria ¡Dad gracias a Yahvé con la cítara,
cuando te gritaba auxilio. tocad con el arpa de diez cuerdas;
24 3
Amad a Yahvé, todos sus amigos, cantadle un cántico nuevo,
a los fieles protege Yahvé; acompañad la música con aclamaciones!
4
pero devuelve con creces Pues recta es la palabra de Yahvé,
al que obra con orgullo. su obra toda fundada en la verdad;
25 5
¡Tened valor, y firme el corazón, él ama la justicia y el derecho,
vosotros, los que esperáis en Yahvé! del amor de Yahvé está llena la tierra.
6
Por la palabra de Yahvé fueron hechos los
SALMO 32 (31) cielos,
El reconocimiento del pecado obtiene el por el aliento de su boca todos sus ejércitos.
7
perdón Él recoge, como un dique, las aguas del mar,
1
De David. Poema. mete en depósitos los océanos.
8
¡Dichoso al que perdonan su culpa ¡Tema a Yahvé la tierra entera,
y queda cubierto su pecado! tiemblen ante él los habitantes del orbe!
2 9
Dichoso el hombre a quien Yahvé Pues él habló y así fue,
no le imputa delito, él lo mandó y se hizo.
10
y no hay fraude en su interior. Yahvé frustra el plan de las naciones,
3
Guardaba silencio y se consumía mi cuerpo, hace vanos los proyectos de los pueblos;
11
cansado de gemir todo el día, pero el plan de Yahvé subsiste para siempre,
4
pues descargabas día y noche sus decisiones de generación en generación.
12
tu mano sobre mí; ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahvé,
mi corazón cambiaba como un campoPausa. el pueblo que escogió para sí como heredad!
13
que sufre los ardores del estío. Yahvé observa de lo alto del cielo,
5
Reconocí mi pecado ve a todos los seres humanos;
14
y no te oculté mi culpa; desde el lugar de su trono mira
me dije: «Confesaré a todos los habitantes de la tierra;
15
a Yahvé mis rebeldías». él, que modela el corazón de cada uno,
Y tú absolviste mi culpa,Pausa. y repara en todas sus acciones.
16
perdonaste mi pecado. No se salva el rey por su gran ejército,
6
Por eso, quien te ama te suplica ni el guerrero escapa por su enorme fuerza.
17
llegada la hora de la angustia. Vana cosa el caballo para la victoria,
Y aunque aguas caudalosas se desborden, ni con todo su vigor puede salvar.
18
jamás le alcanzarán. Los ojos de Yahvé sobre sus adeptos,
7
Tú eres mi cobijo, sobre los que esperan en su amor,
19
me guardas de la angustia,Pausa. para librar su vida de la muerte
me rodeas para salvarme. y mantenerlos en tiempo de penuria.
8 20
«Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir; Esperamos anhelantes a Yahvé,
sin quitarte los ojos de encima, seré tu él es nuestra ayuda y nuestro escudo;
21
consejero». en él nos alegramos de corazón
9
No seas lo mismo que caballo o mulo sin y en su santo nombre confiamos.
22
sentido, Que tu amor, Yahvé, nos acompañe,
rienda y freno hacen falta para domar su brío. tal como lo esperamos de ti.
10
Copiosas son las penas del malvado,
mas a quien confía en Yahvé lo protege su amor. SALMO 34 (33)
11
¡Alegraos en Yahvé, justos, exultad, Loa de la justicia divina
1
gritad de gozo los de recto corazón! De David. Cuando, fingiéndose demente ante
Abimélec, fue despachado por él y se marchó.
Alef.
2
Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
sin cesar en mi boca su alabanza;
Bet.
3
en Yahvé se gloría mi ser,

16   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 17  
LOS SALMOS  
 
¡que lo oigan los humildes y se alegren! los que odian al justo lo pagarán.
23
Guímel. Rescata Yahvé la vida de sus siervos,
4
Ensalzad conmigo a Yahvé, nada habrán de pagar los que a él se acogen.
exaltemos juntos su nombre.
Dálet. SALMO 35 (34)
5
Consulté a Yahvé y me respondió: Súplica de un justo perseguido
1
me libró de todos mis temores. De David.
He. Ataca, Yahvé, a los que me atacan,
6
Los que lo miran quedarán radiantes, combate a los que me combaten;
2
no habrá sonrojo en sus semblantes. embraza el escudo y la adarga,
Zain. y disponte a socorrerme:
7 3
Si grita el pobre, Yahvé lo escucha, blande la lanza y la pica
y lo salva de todas sus angustias. contra mis perseguidores.
Jet. Dime: «Soy tu salvación».
8 4
El ángel de Yahvé pone su tienda Queden confundidos y avergonzados
en torno a sus adeptos y los libra. todos los que atentan contra mi vida.
Tet. Retrocedan humillados
9
Gustad y ved lo bueno que es Yahvé, los que maquinan mi mal.
5
dichoso el hombre que se acoge a él. Sean como paja ante el viento,
Yod. acosados por el ángel de Yahvé;
10 6
Respetad a Yahvé, santos suyos, su camino, tiniebla y resbaladero,
que a quienes le temen nada les falta. perseguidos por el ángel de Yahvé.
7
Kaf. Me tendían redes sin motivo,
11
Los ricos empobrecen y pasan hambre, cavaban una fosa para mí.
8
los que buscan a Yahvé de ningún bien carecen. ¡Que les sorprenda una ruina imprevista,
Lámed. que se enreden en la red que tendieron
12
Venid, hijos, escuchadme, y se hundan en la fosa que excavaron!
9
os enseñaré el temor de Yahvé. Y yo me alegraré en Yahvé,
Mem. gozaré con su victoria.
13 10
¿A qué hombre no le gusta la vida, Dirán todos mis huesos:
no anhela días para gozar de bienes? Yahvé, ¿quién como tú,
Nun. para librar al débil del fuerte,
14
Guarda del mal tu lengua, al pobre de su expoliador?
11
tus labios de la mentira; Se levantaban testigos violentos,
Sámek. me preguntaban cosas que ignoraba;
15 12
huye del mal y obra el bien, me devolvían mal por bien,
busca la paz y anda tras ella. me dejaban desamparado.
13
Ain. Yo, en cambio, cuando estaban enfermos,
16
Los ojos de Yahvé sobre los justos, vestido de sayal y afligido con ayunos,
sus oídos escuchan sus gritos; repetía mi oración en mi interior.
14
Pe. Como por un amigo o un hermano,
17
el rostro de Yahvé hacia los bandidos, de un lado a otro caminaba;
para raer de la tierra su recuerdo. como de luto por una madre,
Sade. sombrío me encorvaba.
18 15
Cuando gritan, Yahvé los oye Mas cuando tropecé, se alegraron,
y los libra de sus angustias; todos se unieron contra mí;
Qof. extranjeros que no conozco
19
Yahvé está cerca de los desanimados, sin parar me desgarraban;
16
él salva a los espíritus hundidos. si caía me rodeaban
Reš. rechinando sus dientes contra mí.
20 17
Muchas son las desgracias del justo, ¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando?
pero de todas le libra Yahvé; Libra mi vida de sus garras,
Šin. mi existencia de esos leones.
21 18
cuida de todos sus huesos, Te daré gracias en la gran asamblea,
ni uno solo se romperá. te alabaré ante un pueblo numeroso.
19
Tau. Que no celebren mi ruina
22
Da muerte al malvado la maldad, mis pérfidos enemigos,

IPB-SCA 17  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
ni anden guiñando los ojos de ser fiel con los hombres sinceros.
12
los que me odian sin motivo. ¡Que el pie del orgulloso no me pise,
20
Pues no hablan en son de paz: ni me avente la mano del impío!
13
contra la gente pacífica Ved cómo caen los malhechores,
se inventan puras patrañas; abatidos, no pueden levantarse.
21
de mí se ríen a gusto,
diciendo: «Ja, ja, SALMO 37 (36)
lo han visto nuestros ojos». Destinos del justo y del impío
22 1
Tú lo has visto, Yahvé, no te calles, De David.
Señor, no estés lejos de mí; Alef.
23
despiértate, levántate en mi juicio, No te acalores por los malvados,
en defensa de mi causa, mi Dios y Señor. ni envidies a los que hacen el mal,
24 2
Júzgame con tu justicia, Yahvé, pues pronto se secan como el heno,
¡Dios mío, no se rían de mí! como la hierba tierna se marchitan.
25
Que no digan en su interior: Bet.
3
«¡Ajá, lo que queríamos!». Confía en Yahvé y obra el bien,
Que no digan: «Lo hemos tragado». vive en la tierra y practica la lealtad,
26 4
¡Vergüenza y confusión caigan a una disfruta pensando en Yahvé
sobre los que se ríen de mi mal; y te dará lo que pida tu corazón.
se cubran de vergüenza e ignominia Guímel.
5
los que se envalentonan a mi costa! Encomienda tu vida a Yahvé,
27
Que se alegren y griten de júbilo confía en él, que actuará;
6
los que en mi victoria se complacen, hará brillar como luz tu inocencia
y digan siempre sin cesar: y tu honradez igual que el mediodía.
«Yahvé sea ensalzado, Dálet.
7
que en la paz de su siervo se complace». Descansa en Yahvé, espera en él,
28
Mi lengua musitará tu justicia, no te acalores contra el que prospera,
todo el día tu alabanza. contra el hombre que urde intrigas.
He.
8
SALMO 36 (35) Desiste de la ira, abandona el enojo,
Maldad del pecador y bondad de Dios no te acalores, que será peor;
1 9
Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé. De pues los malvados serán extirpados,
David. mas los que esperan en Yahvé heredarán la
2
El pecado es un oráculo para el impío tierra.
que le habla en el fondo de su corazón; Vau.
10
no tiene temor de Dios Un poco más, y no hay malvado,
ni aun estando en su presencia. buscas su lugar, y ya no está;
3 11
Se halaga tanto a sí mismo mas los humildes poseerán la tierra
que no descubre y detesta su culpa; y gozarán de inmensa paz.
4
sólo dice maldades y engaños, Zain.
12
renunció a ser sensato, a hacer el bien. El malvado maquina contra el honrado,
5
Maquina maldades en su lecho, rechina los dientes contra él;
13
se obstina en el camino equivocado, pero el Señor de él se ríe,
incapaz de rechazar el mal. pues ve que llega su día.
6
Tu amor, Yahvé, llega al cielo, Jet.
14
tu fidelidad alcanza las nubes; Desenvainan la espada los malvados,
7
tu justicia, como las altas montañas, tensan su arco contra el mísero y el pobre,
tus sentencias, profundas como el océano. para matar a los hombres honrados;
15
Tú proteges a hombres y animales, su espada penetrará en su corazón
8
¡qué admirable es tu amor, oh Dios! y sus arcos quedarán destrozados.
Por eso los seres humanos Tet.
16
se cobijan a la sombra de tus alas; Más vale lo poco del honrado
9
se sacian con las provisiones de tu casa, que la enorme riqueza del malvado;
17
en el torrente de tus delicias los abrevas; se quebrarán los brazos del malvado,
10
pues en ti está la fuente de la vida, pero Yahvé sostiene a los honrados.
y en tu luz vemos la luz. Yod.
11 18
No dejes de amar a los que te conocen, Conoce Yahvé la vida de los íntegros

18   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 19  
LOS SALMOS  
 
su heredad durará para siempre; y el futuro del malvado frustrado.
19
en tiempo de escasez no se avergonzarán, Tau.
39
en días de penuria gozarán de hartura. La salvación del honrado viene de Yahvé,
Kaf. él es su refugio en tiempo de angustia;
20 40
Los malvados, en cambio, perecerán, Yahvé lo ayuda y lo libera,
todos los enemigos de Yahvé; él lo libra del malvado,
se agostarán como el verdor de los prados, lo salva porque se acoge a él.
como humo se desvanecerán.
Lámed. SALMO 38 (37)
21
El malvado toma prestado y no devuelve, Súplica en la desgracia
1
pero el honrado se compadece y da; Salmo. De David. En memoria.
22 2
los que él bendice poseerán la tierra, Yahvé, no me castigues enfadado,
los que maldice serán exterminados. no me corrijas enojado.
3
Mem. En mí llevo clavadas tus saetas,
23
Yahvé da firmeza a los pasos del hombre, tu mano has descargado sobre mí;
4
se complace en su camino; nada intacto hay en mi carne por tu enfado,
24
aunque caiga, no queda tirado, nada sano en mi cuerpo por mi pecado.
5
pues Yahvé lo sostiene por la mano. Mis culpas sobrepasan mi cabeza,
Nun. como peso harto grave para mí;
25 6
Fui joven, ya soy viejo, mis llagas son hedor y putridez,
nunca vi a un justo abandonado, todo por mi insensatez;
7
ni a sus hijos pidiendo pan. encorvado, totalmente abatido,
26
A diario es compasivo y presta, todo el día camino sombrío.
8
a sus hijos les aguarda la bendición. Tengo la espalda túmida de fiebre,
Sámek. no hay nada sano en mi carne;
27 9
Apártate del mal y obra el bien, entumecido, totalmente molido,
y siempre tendrás una morada; me hace gemir la convulsión del corazón.
28 10
porque Yahvé ama la justicia Señor, tú eres testigo de mis ansias,
y no abandona a sus amigos. no se te ocultan mis gemidos.
11
Ain. Mi corazón se agita, las fuerzas me flaquean,
Los criminales son exterminados, y hasta me falta la luz de mis ojos.
12
la descendencia del malvado cercenada; Compañeros y amigos huyen de mi llaga,
29
los honrados poseerán la tierra, mis allegados se quedan a distancia;
13
habitarán en ella para siempre. los que persiguen mi vida tienden lazos,
Pe. los que traman mi mal hablan de ruina,
30
La boca del honrado susurra sabiduría, urdiendo falsedades todo el día.
14
su lengua habla con rectitud; Pero yo me hago el sordo y nada oigo,
31
la ley de su Dios está en su corazón, como un mudo que no abre la boca;
15
sus pasos nunca vacilan. soy como un hombre que no oye,
Sade. ni tiene réplica en sus labios.
32 16
Espía el malvado al honrado, Que en ti, Yahvé, yo espero,
tratando de acabar con él; tú responderás, Señor, Dios mío.
33 17
mas Yahvé no lo entrega en su mano, Me dije: «No sea que se rían de mí,
ni deja que en el juicio lo condenen. que me dominen cuando mi pie resbale».
18
Qof. Y ahora estoy a punto de caer,
34
Espera en Yahvé, sigue por su senda, tengo siempre presente mi pena.
19
él te exaltará y heredarás la tierra, Sí, confieso mi culpa,
contemplarás el exterminio del malvado. me apena mi pecado.
20
Reš. Aumentan mis enemigos sin razón,
35
He visto al malvado arrogante muchos son los que me odian sin motivo,
21
empinarse como cedro del Líbano; los que mal por bien me devuelven
36
pasé luego y ya no estaba, y me acusan cuando busco el bien.
22
lo busqué y no lo encontré. ¡No me abandones, Yahvé,
Šin. no te me alejes, Dios mío!
37 23
Observa al íntegro, mira al honrado, ¡Date prisa en socorrerme,
tendrá futuro el hombre de paz; oh Señor, mi salvación!
38
mas el rebelde será aniquilado

IPB-SCA 19  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
SALMO 39 (38) y no se va con los rebeldes
Pequeñez del hombre ante Dios que andan tras los ídolos.
1 6
Del maestro de coro. De Yedutún. Salmo. De ¡Cuántas maravillas has hecho,
David. Yahvé, Dios mío,
2
Me decía: «Cuidaré mi conducta, cuántos designios por nosotros;
sin faltar con mi lengua; nadie se te puede comparar!
pondré un freno a mi boca, Quisiera publicarlos, pregonarlos,
mientras tenga al malvado ante mí». mas su número es incalculable.
3 7
Yo me callé, tranquilo y en silencio, No has querido sacrificio ni oblación,
mas mi dolor aumentó al ver su dicha. pero me has abierto el oído;
4
Mi mente se fue acalorando, no pedías holocaustos ni víctimas,
8
mis pensamientos ardían como fuego, dije entonces: «Aquí he venido».
y por fin solté la lengua: Está escrito en el rollo del libro
5 9
«Hazme saber, Yahvé, mi fin, que debo hacer tu voluntad.
dónde llega la medida de mis días, Y eso deseo, Dios mío,
para que sepa lo frágil que soy. tengo tu ley en mi interior.
6 10
De unos palmos hiciste mis días, He proclamado tu justicia
mi existencia nada es para ti,Pausa. ante la gran asamblea;
sólo un soplo el hombre que se yergue, no he contenido mis labios,
7
mera sombra el humano que pasa, tú lo sabes, Yahvé.
11
sólo un soplo las riquezas que amontona, No he callado tu justicia en mi pecho,
sin saber quién las recogerá». he proclamado tu lealtad, tu salvación;
8
Ahora, Señor, ¿qué puedo aguardar? no he ocultado tu amor y tu lealtad
Mi esperanza está puesta en ti. a la gran asamblea.
9 12
De todas mis rebeldías líbrame, Y tú, Yahvé, no retengas
no me hagas la irrisión del insensato. tus ternuras hacia mí.
10
Pero me callo, ya no abro la boca, Que tu amor y lealtad
pues tú eres quien lo ha hecho. me guarden incesantes.
11 13
Deja ya de darme golpes, Pues desdichas me envuelven
tu mano hostil me destroza. en número incontable.
12
Castigando los yerros corriges al hombre, Mis culpas me dan caza
igual que polilla desgastas sus anhelos.Pausa. y ya no puedo ver;
El ser humano no es más que un soplo. más numerosas que mis cabellos,
13
Escucha mi súplica, Yahvé, y me ha faltado coraje.
14
presta atención a mis gritos, ¡Dígnate, Yahvé, librarme;
no te hagas sordo a mi llanto. Yahvé, corre en mi ayuda!
15
Pues soy un forastero junto a ti, ¡Queden confusos y humillados
un huésped como todos mis padres. los que intentan acabar conmigo!
14
¡Retira tu mirada, dame respiro ¡Retrocedan confundidos
antes de que me vaya y ya no exista! los que desean mi mal!
16
Queden corridos de vergüenza
SALMO 40 (39) los que me insultan: «Ja, ja».
17
Acción de gracias. Petición de auxilio ¡En ti gocen y se alegren
1
Del maestro de coro. De David. Salmo. todos los que te buscan!
2
Yo esperaba impaciente a Yahvé: ¡Digan sin cesar: «Grande es Yahvé»
hacia mí se inclinó los que ansían tu victoria!
18
y escuchó mi clamor. Aunque soy pobre y desdichado,
3
Me sacó de la fosa fatal, el Señor se ocupará de mí.
del fango cenagoso; Tú eres mi auxilio y libertador,
asentó mis pies sobre roca, ¡no te retrases, Dios mío!
afianzó mis pasos.
4
Puso en mi boca un cántico nuevo, SALMO 41 (40)
una alabanza a nuestro Dios; Oración de un enfermo abandonado
1
muchos verán y temerán, Del maestro de coro. Salmo. De David.
2
y en Yahvé pondrán su confianza. ¡Dichoso el que cuida del débil y el pobre!
5
Dichoso será el hombre El día de la desgracia Yahvé lo liberará.
3
que pone en Yahvé su confianza, Yahvé lo guardará y conservará con vida,

20   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 21  
LOS SALMOS  
 
le concederá felicidad en la tierra, todas tus olas y tus crestas
no lo abandonará a la saña de sus enemigos; han pasado sobre mí.
4 9
Yahvé lo sostendrá en su lecho de dolor, De día enviará Yahvé su amor,
cambiará la postración en que está sumido. y el canto que me inspire por la noche
5
Yo dije: «Ten piedad de mí, Yahvé, será oración al Dios de mi vida.
10
sáname, que he pecado contra ti». Diré a Dios: Roca mía,
6
Mis enemigos hablan mal de mí: ¿por qué me olvidas?,
«¿Cuándo morirá y se perderá su apellido?». ¿por qué he de andar sombrío
7
Si alguien viene a verme, habla de cosas fútiles, por la opresión del enemigo?
11
va urdiendo falsedades y sale afuera a Me rompen todos los huesos
comentarlas. los insultos de mis adversarios,
8
Los que me odian se juntan a difamarme, todo el día repitiéndome:
me achacan la desgracia que me aqueja: ¿Dónde está tu Dios?
9 12
«Un mal diabólico se abate sobre él, ¿Por qué desfallezco ahora
ahora que se ha acostado, no se levantará». y me siento tan azorado?
10
Hasta mi amigo íntimo en quien yo confiaba, Espero en Dios, aún lo alabaré:
mi compañero de mesa, me ha traicionado. ¡Salvación de mi rostro, Dios mío!
11 1
Pero tú, Yahvé, ten piedad de mí, 43 Hazme justicia, oh Dios,
ponme de pie y les daré su merecido; defiende mi causa
12
en esto sabré que tú eres mi amigo: contra gente sin amor;
si mi enemigo no canta victoria sobre mí. del hombre traidor
13
En cuanto a mí, me mantendrás en mi y falso líbrame.
2
inocencia, Tú eres el Dios a quien me acojo:
me admitirás por siempre en tu presencia. ¿por qué me has rechazado?,
14
¡Bendito sea Yahvé, Dios de Israel, ¿por qué he de andar sombrío
desde siempre y hasta siempre! por la opresión del enemigo?
3
¡Amén! ¡Amén! Envía tu luz y tu verdad,
ellas me escoltarán,
SALMO 42-43 (41-42) me llevarán a tu monte santo,
Lamento del levita desterrado hasta entrar en tu Morada.
1 4
Del maestro de coro. Poema. De los hijos de Y llegaré al altar de Dios,
Coré. al Dios de mi alegría.
2
Como anhela la cierva los arroyos, Te alabaré gozoso con la cítara,
así te anhela mi ser, Dios mío. oh Dios, Dios mío.
3 5
Mi ser tiene sed de Dios, ¿Por qué desfallezco ahora
del Dios vivo; y me siento tan azorado?
¿cuándo podré ir a ver Espero en Dios, aún lo alabaré:
el rostro de Dios? ¡Salvación de mi rostro, Dios mío!
4
Son mis lágrimas mi pan
de día y de noche, SALMO 44 (43)
cuando me dicen todo el día: Elegía nacional
1
«¿Dónde está tu Dios?». Del maestro de coro. De los hijos de Coré.
5
El recuerdo me llena de nostalgia: Poema.
2
cuando entraba en la Tienda admirable Oh Dios, nuestros oídos lo oyeron,
y llegaba hasta la Casa de Dios, nos lo contaron nuestros padres,
entre gritos de acción de gracias la obra que hiciste en su tiempo,
3
y el júbilo de los grupos de romeros. antiguamente, con tu propia mano.
6
¿Por qué desfallezco ahora Para plantarlos a ellos, desposeíste naciones,
y me siento tan azorado? para ensancharlos, maltrataste pueblos;
4
Espero en Dios, aún lo alabaré: no conquistaron el país con su espada,
7
¡Salvación de mi rostro, Dios mío! ni su brazo les dio la victoria;
Me siento desfallecer, fueron tu diestra y tu brazo,
por eso te recuerdo, y la luz de tu rostro, pues los amabas.
5
desde el Jordán y el Hermón Tú solo, Rey mío, Dios mío,
a ti, montaña humilde. decidías las victorias de Jacob;
8 6
Un abismo llama a otro abismo por ti hundíamos a nuestros adversarios,
en medio del fragor de tus cascadas, en tu nombre pisábamos a nuestros agresores.

IPB-SCA 21  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
7
No ponía mi confianza en mi arco, en pro de la verdad, la piedad y la justicia;
ni mi espada me hizo vencedor; que tu diestra te enseñe a hacer proezas.
8 6
tú nos salvabas de nuestros adversarios, Agudas son tus flechas, sometes a los pueblos,
cubrías de vergüenza a nuestros enemigos; pierden el coraje los enemigos del rey.
9 7
en Dios nos gloriábamos a diario,Pausa. Tu trono es eterno, como el de Dios;
celebrando tu nombre sin cesar. un cetro de equidad es tu cetro real.
10 8
Y con todo nos rechazas y avergüenzas, Amas la justicia y odias la iniquidad,
no sales ya con nuestras tropas, por eso Dios, tu Dios, te ha ungido
11
nos haces dar la espalda al adversario, con óleo de fiesta más que a tus compañeros.
9
nuestros enemigos saquean a placer. A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
12
Nos entregas como ovejas de matadero, desde salones de marfil arpas te recrean.
10
nos desperdigas en medio de los pueblos; Entre tus predilectas hay hijas de reyes,
13
vendes a tu pueblo sin provecho, la reina a tu derecha, con oro de Ofir.
11
no sacas mucho de su venta. Escucha, hija, mira, presta oído,
14
Nos haces la irrisión de los vecinos, olvida tu pueblo y la casa paterna,
12
burla y escarnio de los circundantes; que prendado está el rey de tu belleza.
15
las naciones nos sacan motes, Él es tu señor, ¡póstrate ante él!
13
los pueblos menean la cabeza. La ciudad de Tiro llega con presentes,
16
Tengo siempre delante mi ignominia, la gente más rica busca tu favor.
14
la vergüenza cubre mi semblante, Aparece, espléndida, la princesa,
17
al oír insultos y blasfemias, con ropajes recamados en oro;
15
al presenciar odios y venganzas. vestida de brocados la llevan ante el rey.
18
Todo esto nos vino sin haberte olvidado, La siguen las doncellas, sus amigas,
16
sin haber traicionado tu alianza. que avanzan entre risas y alborozo
19
No se habían retractado nuestros corazones, al entrar en el palacio real.
17
ni habían dejado nuestros pasos tu sendero, En lugar de tus padres, tendrás hijos;
20
pero nos aplastaste en guarida de chacales príncipes los harás sobre todo el país.
18
nos cubriste con la sombra de la muerte. ¡Haré que tu nombre se recuerde por
21
Si hubiésemos olvidado el nombre de nuestro generaciones,
Dios que los pueblos te alaben por los siglos de los
o alzado nuestras manos a un dios extranjero, siglos!
22
¿no se habría dado cuenta Dios,
que conoce los secretos del corazón? SALMO 46 (45)
23
Pero por ti nos matan cada día, Dios con nosotros
1
nos tratan como a ovejas de matadero. Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Para
24
¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor? oboes. Cántico.
2
¡Levántate, no nos rechaces para siempre! Dios es nuestro refugio y fortaleza,
25
¿Por qué ocultas tu rostro socorro en la angustia, siempre a punto.
3
y olvidas nuestra miseria y opresión? Por eso no tememos si se altera la tierra,
26
Nuestro cuello está hundido en el polvo, si los montes vacilan en el fondo del mar,
4
pegado a la tierra nuestro vientre. aunque sus aguas bramen y se agiten,
27
¡Álzate, ven en nuestra ayuda, y su ímpetu sacuda las montañas.
rescátanos por tu amor! (¡Con nosotros Yahvé Sebaot,Pausa.
nuestro baluarte el Dios de Jacob!)
5
SALMO 45 (44) ¡Un río!
Epitalamio real Sus brazos recrean la ciudad de Dios,
1
Del maestro de coro. Según la melodía: santifican la morada del Altísimo.
6
«Lirios...». De los hijos de Coré. Poema. Canto de Dios está en medio de ella, no vacila,
amor. Dios la socorre al despuntar el alba.
2 7
Un bello tema bulle en mi corazón; Braman las naciones, tiemblan los reinos,
voy a recitar mi poema para un rey: lanza él su voz, la tierra se deshace.
8
mi lengua es pluma de ágil escriba. ¡Con nosotros Yahvé Sebaot,Pausa.
3
Eres la más hermosa de las personas, nuestro baluarte el Dios de Jacob!
9
la gracia se derrama por tus labios, Venid a ver los prodigios de Yahvé,
por eso Dios te bendice para siempre. que llena la tierra de estupor.
4 10
Ciñe tu espada al costado, valiente, Detiene las guerras por todo el orbe;
5
es tu gloria y tu esplendor; marcha, cabalga, quiebra el arco, rompe la lanza,

22   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 23  
LOS SALMOS  
 
prende fuego a los escudos. en medio de tu templo;
11 11
«Basta ya, sabed que soy Dios, como tu fama, oh Dios, tu alabanza
excelso sobre los pueblos, sobre la tierra alcanza los confines de la tierra.
excelso». Tu diestra rebosa justicia,
12 12
¡Con nosotros Yahvé Sebaot,Pausa. el monte Sión se regocija,
nuestro baluarte el Dios de Jacob! exultan las ciudades de Judá
a causa de tus juicios.
13
SALMO 47 (46) Dad vueltas en torno a Sión,
Yahvé, rey de Israel y del mundo contad sus torres;
1 14
Del maestro de coro. De los hijos de Coré. prestad atención a sus murallas,
Salmo. visitad sus palacios;
2
¡Pueblos todos, tocad palmas, para decir a la próxima generación:
15
aclamad a Dios con gritos de alegría! Este es Dios,
3
Porque Yahvé, el Altísimo, es terrible, nuestro Dios por los siglos,
el Gran Rey de toda la tierra. nuestro guía para siempre.
4
Somete pueblos a nuestro yugo,
naciones pone a nuestros pies; SALMO 49 (48)
5
él nos elige nuestra heredad,Pausa. Vanidad de las riquezas
1
orgullo de Jacob, su amado. Del maestro de coro. De los hijos de Coré.
6
Sube Dios entre aclamaciones, Salmo.
2
Yahvé a toque de trompeta: ¡Oíd esto, pueblos todos,
7
¡tocad para nuestro Dios, tocad, escuchad, habitantes del mundo,
3
tocad para nuestro Rey, tocad! lo mismo plebeyos que notables,
8
Es rey de toda la tierra: ricos y pobres a la vez!
4
¡tocad para Dios con destreza! Mi boca va a hablar sabiduría,
9
Reina Dios sobre todas las naciones, mi corazón meditará cordura;
5
Dios, sentado en su trono sagrado. prestaré oído al proverbio,
10
Príncipes paganos se reúnen expondré mi enigma con la cítara.
6
con el pueblo del Dios de Abrahán. ¿Por qué he de temer los malos tiempos,
De Dios son los gobernantes de la tierra, cuando me cercan maliciosos los que me
de él, inmensamente excelso. hostigan,
7
los que ponen su confianza en su fortuna
SALMO 48 (47) y se glorían de su enorme riqueza?
8
Sión, monte de Dios No puede un hombre redimirse
1
Cántico. Salmo. De los hijos de Coré. ni pagar a Dios por su rescate
2 9
¡Grande es Yahvé y muy digno de alabanza! (es muy caro el precio de su vida,
En la ciudad de nuestro Dios y nunca tendrá suficiente),
10
está su monte santo, para vivir eternamente
3
hermosa colina, sin tener que ver la fosa.
11
alegría de toda la tierra. Puede ver, sin duda, morir a los sabios,
El monte Sión, confín del Norte, lo mismo que perecen necios y estúpidos,
la ciudad del Gran Rey: y acabar dejando a otros sus riquezas.
4 12
Dios, desde sus palacios, Sus tumbas son sus casas eternas,
se revela como baluarte. sus moradas de edad en edad,
5
De pronto los reyes se alían, ¡y habían dado su nombre a países!
13
irrumpen todos a una; El hombre opulento no entiende,
6
apenas lo ven, estupefactos, a las bestias mudas se parece.
14
aterrados, huyen en tropel. Así andan ellos, seguros de sí mismos,Pausa.
7
Allí un temblor los invadió, aprueban, satisfechos, su conducta.
15
espasmos como de parturienta, Como ovejas son llevados al Seol,
8
como el viento del este que destroza los pastorea la Muerte,
los navíos de Tarsis. van derechos a la tumba.
9
Lo que habíamos oído lo hemos visto Su imagen se desvanece,
en la ciudad de Yahvé Sebaot, el Seol es su mansión.
16
en la ciudad misma de nuestro Dios,Pausa. Pero Dios rescatará mi vida,Pausa.
que Dios afirmó para siempre. me cobrará de las garras del Seol.
10 17
Tu amor, oh Dios, evocamos No temas si alguien se enriquece,

IPB-SCA 23  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
cuando crece el boato de su casa. ¿Piensas que soy como tú?
18
Que, al morir, nada ha de llevarse, Yo te acuso y te lo echo en cara.
22
no bajará su boato con él. Entended esto bien los que olvidáis a Dios,
19
Aunque en vida se daba parabienes no sea que os destroce y no haya quien os salve.
23
(¡te alaban cuando todo te va bien!), Me honra quien sacrifica dándome gracias,
20
irá a unirse a sus antepasados, al que es recto le haré ver la salvación de Dios».
que no volverán a ver la luz.
21
El hombre opulento no entiende,
a las bestias mudas se parece. SALMO 51 (50)
Miserere
1 2
SALMO 50 (49) Del maestro de coro. Salmo. De David.
El culto espiritual Cuando el profeta Natán lo visitó después de
1
Salmo. De Asaf. haberse unido aquél a Betsabé.
3
Habla Yahvé, Dios de los dioses: Piedad de mí, oh Dios, por tu bondad,
convoca a la tierra de oriente a occidente. por tu inmensa ternura borra mi delito,
2 4
Desde Sión, la Hermosa sin par, Dios lávame a fondo de mi culpa,
resplandece; purifícame de mi pecado.
3 5
viene nuestro Dios y no callará. Pues yo reconozco mi delito,
Lo precede un fuego voraz, mi pecado está siempre ante mí;
6
lo rodea violenta tempestad; contra ti, contra ti solo pequé,
4
convoca en lo alto a los cielos, lo malo a tus ojos cometí.
y a la tierra para juzgar a su pueblo: Por que seas justo cuando hablas
5
«Reunid ante mí a mis adeptos, e irreprochable cuando juzgas.
7
que sellaron mi alianza con sacrificios». Mira que nací culpable,
6
(Los cielos proclaman su justicia,Pausa. pecador me concibió mi madre.
8
pues Dios mismo viene como juez.) Y tú amas la verdad en lo íntimo del ser,
7
«Escucha, pueblo mío, voy a hablar, en mi interior me inculcas sabiduría.
9
Israel, testifico contra ti, Rocíame con hisopo hasta quedar limpio,
yo, Dios, tu Dios. lávame hasta blanquear más que la nieve.
8 10
No te acuso por tus sacrificios, Devuélveme el son del gozo y la alegría,
¡están siempre ante mí tus holocaustos! se alegren los huesos que tú machacaste.
9 11
No tomaré novillos de tu casa, Aparta tu vista de mis yerros
ni machos cabríos de tus apriscos, y borra todas mis culpas.
10 12
pues son mías las fieras salvajes, Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,
las bestias en los montes a millares; renueva en mi interior un espíritu firme;
11 13
conozco las aves de los cielos, no me rechaces lejos de tu rostro,
mías son las alimañas del campo. no retires de mí tu santo espíritu.
12 14
Si hambre tuviera, no te lo diría, Devuélveme el gozo de tu salvación,
porque mío es el orbe y cuanto encierra. afiánzame con espíritu generoso;
13 15
¿Acaso como carne de toros enseñaré a los rebeldes tus caminos
o bebo sangre de machos cabríos? y los pecadores volverán a ti.
14 16
Sacrifica a Dios dándole gracias, Líbrame de la sangre, oh Dios,
cumple todos tus votos al Altísimo: Dios salvador mío,
15
invócame en el día de la angustia, y aclamará mi lengua tu justicia;
17
te libraré y tú me darás gloria». abre, Señor, mis labios,
16
Pero al malvado Dios le dice: y publicará mi boca tu alabanza.
18
«¿A qué viene recitar mis preceptos Pues no te complaces en sacrificios,
y ponerte a hablar de mi alianza, si ofrezco un holocausto, no lo aceptas.
17 19
tú que detestas la doctrina Dios quiere el sacrificio de un espíritu contrito,
y a tus espaldas echas mis palabras? un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo
18
Si ves a un ladrón vas con él, desprecias.
20
compartes tu suerte con adúlteros; ¡Sé benévolo y favorece a Sión,
19
abres tu boca con malicia, reconstruye los muros de Jerusalén!
21
tu lengua trama engaños. Entonces te agradarán los sacrificios legítimos
20
Te sientas a hablar contra tu hermano, –holocausto y oblación entera–,
deshonras al hijo de tu madre. entonces se ofrecerán novillos en tu altar.
21
Haces esto, ¿y he de callarme?

24   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 25  
LOS SALMOS  
 
7
SALMO 52 (51) ¡Quién trajera de Sión la salvación a Israel!
Juicio del pérfido ¡Cuando cambie Dios la suerte de su pueblo,
1 2
Del maestro de coro. Poema. De David. exultará Jacob, se alegrará Israel!
Cuando el edomita Doeg vino a avisar a Saúl
diciéndole: «David ha entrado en casa de
Ajimélec». SALMO 54 (53)
3
¿Por qué te glorías del mal, valiente? Clamor al Dios justiciero
1
¡Dios es fiel todo el día! Del maestro de coro. Para instrumentos de
4 2
Tu lengua, igual que navaja afilada, cuerda. Poema. De David. Cuando los zifitas
urde crímenes, autor de fraudes. vinieron a decir a Saúl: «¿No está escondido
5
El mal al bien prefieres,Pausa. David entre nosotros?».
3
la mentira a la justicia; ¡Sálvame, oh Dios, por tu nombre,
6
te gusta destruir con la palabra, hazme justicia con tu poder;
4
lengua embustera. escucha, oh Dios, mi oración,
7
Por eso Dios te aplastará, atiende a las palabras de mi boca!
5
te destruirá para siempre, Contra mí han surgido arrogantes,
te arrancará de tu tienda,Pausa. rabiosos buscan mi muerte,Pausa.
te extirpará de la tierra de los vivos. sin tener presente a Dios.
8 6
Los justos lo verán y temerán, Pero Dios viene en mi auxilio,
se reirán de él así: el Señor defiende mi vida.
9 7
«Éste es el hombre que no hizo ¡Recaiga el mal sobre los que me acechan,
de Dios su refugio; destrúyelos, Yahvé, por tu fidelidad!
8
confiaba en su inmensa riqueza, Te ofreceré de corazón sacrificios,
se jactaba de su crimen». te daré gracias por tu bondad,
10 9
Pero yo, como olivo frondoso porque de toda angustia me has librado
en la Casa de Dios, y mi vista se recreó en mis enemigos.
en el amor de Dios confío
para siempre jamás.
11
Te alabaré eternamente SALMO 55 (54)
por todo lo que has hecho; Oración del calumniado
1
esperaré en ti, porque eres bueno Del maestro de coro. Para instrumentos de
con todos los que te aman. cuerda. Poema. De David.
2
Escucha, oh Dios, mi oración,
no te retraigas a mi súplica,
3
SALMO 53 (52) hazme caso, respóndeme,
El hombre sin Dios me trastorna la ansiedad.
1 4
Del maestro de coro. Para la enfermedad. Gimo ante la voz del enemigo,
Poema. De David. bajo el abucheo del malvado;
2
Dice el necio en su interior: vierten falsedades sobre mí,
«No hay Dios». me hostigan con saña.
5
Están corrompidos, pervertidos, Dentro se agita mi corazón,
no hay quien haga el bien. me asaltan pavores de muerte;
3 6
Se asoma Dios desde el cielo miedo y temblor me invaden,
y observa a los seres humanos, un escalofrío me atenaza.
7
por ver si hay uno sensato, Y digo: ¡Ojalá tuviera alas
alguien que busque a Dios. como paloma para volar y reposar!
4 8
Todos están descarriados, Huiría entonces lejos,Pausa.
pervertidos en masa. la estepa sería mi morada.
9
No hay quien haga el bien, Pronto encontraría refugio
ni uno siquiera. contra el viento de la calumnia,
5 10
¿Nunca aprenderán los malhechores y el huracán que devora, Señor,
que comen a mi pueblo como pan y el flujo de sus lenguas.
y no invocan a Dios? Soy testigo de violencia
6
Allí se pusieron a temblar y altercado en la ciudad;
11
sin razón para temblar. rondan de día y de noche
Pues Dios dispersa los huesos del sitiador, en torno a sus murallas.
son ultrajados porque Dios los rechaza. Falsedad y mentira hay dentro,

IPB-SCA 25  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
12
insidias dentro de ella, sólo planean daño contra mí;
7
nunca se ausentan de sus calles se conjuran, se ocultan, siguen mis pasos,
la tiranía y el engaño. tratando de acabar con mi vida.
13 8
Si fuera un enemigo el que me ultraja, ¿Escaparán después de tanta iniquidad?
podría soportarlo; ¡Abate, oh Dios, a los pueblos con tu cólera!
9
si el que me odia se alzara contra mí, Tú llevas la cuenta de mi vida errante,
de él me escondería. ¡recoge mis lágrimas en tu odre!
14 10
¡Pero tú, un hombre de mi rango, Entonces retrocederán mis enemigos
amigo y compañero, el día en que te invoque.
15
con quien me unía dulce intimidad Yo sé que Dios está por mí.
11
en la Casa de Dios! En Dios, cuya palabra alabo,
¡Desaparezcan en tumulto, en Yahvé, cuya palabra alabo,
16 12
caiga sobre ellos la muerte, en Dios confío y ya no temo.
bajen vivos al Seol, ¿Qué puede hacerme un mortal?
13
que entre ellos habita el mal! Cumpliré, oh Dios, los votos que te hice,
17
Pero yo invoco a Dios sacrificios te ofreceré de acción de gracias,
14
y Yahvé me salva. pues rescataste mi vida de la muerte,
18
A la tarde, a la mañana, al mediodía para que marche en la presencia de Dios
me quejo y gimo, y oye mi clamor. iluminado por la luz de la vida.
19
Intacta rescata mi vida
de la guerra que me han declarado,Pausa.
del pleito que tienen conmigo. SALMO 57 (56)
20
Que Dios me escuche y los humille, En medio de los «leones»
1
él, que reina desde siempre, Del maestro de coro. «No destruyas». De David.
pues no tienen enmienda A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se
ni temen a Dios. escondió en la cueva.
21 2
Levantan la mano contra su aliado, Misericordia, oh Dios, misericordia,
violan su alianza; que busco refugio en ti,
22
más blanda que manteca es su boca, me cobijo a la sombra de tus alas
pero traman la guerra; esperando que pase el infortunio.
3
sus palabras, más suaves que el aceite, Invoco al Dios Altísimo,
son espadas desnudas. al Dios que tanto hace por mí.
23 4
Confía a Yahvé tus propósitos, Mande desde el cielo a salvarme,
él te sustentará; confunda al que me acosa,Pausa.
no dejará que para siempre envíe Dios su amor y su verdad.
5
sucumba el justo. Me encuentro tendido entre leones
24
Y tú, oh Dios, hundirás que devoran seres humanos;
en lo más profundo de la fosa sus dientes son lanzas y saetas,
a esos sanguinarios y traidores su lengua, espada acerada.
6
sin llegar a la mitad de su vida. ¡Álzate, oh Dios, sobre el cielo,
Mas yo confío en ti. sobre toda la tierra, tu gloria!
7
Tendieron una red a mis pasos,
mi cuello se doblegaba;
SALMO 56 (55) una fosa cavaron ante mí,Pausa.
El fiel no sucumbirá ¡cayeron ellos dentro!
1 8
Del maestro de coro. Según: «La opresión de A punto está mi corazón, oh Dios,
los príncipes lejanos». De David. A media voz. mi corazón está a punto;
Cuando los filisteos se apoderaron de él en Gat. voy a cantar, a tañer.
2 9
Misericordia, oh Dios, que me pisan, ¡Gloria mía, despierta!,
me atacan y me oprimen todo el día. ¡despertad, arpa y cítara!,
3
Todo el día me pisan mis enemigos, ¡a la aurora despertaré!
10
son muchos los que me atacan desde la altura. Te alabaré entre los pueblos, Señor,
4
El día en que temo, en ti confío. te cantaré entre las naciones;
5 11
En Dios, cuya palabra alabo, pues tu amor llega hasta el cielo,
en Dios confío y ya no temo. tu fidelidad hasta las nubes.
12
¿Qué puede hacerme un mortal? ¡Álzate, oh Dios, sobre el cielo,
6
Todo el día retuercen mis palabras, sobre toda la tierra, tu gloria!

26   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 27  
LOS SALMOS  
 
12
SALMO 58 (57) ¡No los mates, que mi pueblo no lo olvide,
El juez de los jueces de la tierra dispérsalos y humíllalos con tu poder,
1
Del maestro de coro. «No destruyas». De David. Señor, escudo nuestro!
13
A media voz. Su boca y sus labios profieren engaño,
2
¿De verdad, dioses, pronunciáis justicia, ¡queden presos, pues, en su insolencia,
juzgáis a los hombres conforme a derecho? por la blasfemia, por la mentira que vocean!
3 14
No, que cometéis a conciencia injusticias, ¡Suprímelos con tu furor,
vuestras manos favorecen la violencia en la tierra. suprímelos, que dejen de existir!
4
Pervertidos están desde el seno los malvados, Y se sepa que Dios domina en Jacob,Pausa.
extraviados desde el vientre los hipócritas; hasta los confines de la tierra.
5 15
tienen veneno como veneno de serpiente, Regresan a la tarde,
como el de un áspid sordo que se tapa el oído, aúllan como perros,
6
que no oye la voz del encantador, rondan por la ciudad.
16
del mago experto en encantamientos. Ahí andan, buscando comida,
7
Rómpeles, oh Dios, los dientes en la boca, gruñendo hasta que no están hartos.
17
quiébrales, Yahvé, las muelas a los leones. Yo, en cambio, cantaré tu fuerza,
8
¡Que se evaporen como agua que pasa, aclamaré tu lealtad por la mañana;
que se pudran como hierba que se pisa, pues has sido un baluarte para mí,
9
como limaco que se deshace al andar, un refugio el día de la angustia.
18
como aborto que no contempla el sol! Fuerza mía, para ti tañeré,
10
¡Antes de que echen espinas, como la zarza, pues es Dios mi ciudadela,
verde o quemada, los arrebate el torbellino! mi Dios fiel.
11
El honrado se alegrará viendo la venganza,
lavará sus pies en la sangre del malvado;
12
dirá la gente: «El honrado cosecha su fruto; SALMO 60 (59)
sí, hay un Dios que juzga en la tierra». Súplica nacional después de la derrota
1
Del maestro de coro. Según «El lirio del
testimonio». A media voz. De David. Para
2
SALMO 59 (58) enseñar. Cuando luchó contra Aram de
Contra los impíos Naharáin y Aram de Sobá, y Joab, de vuelta,
1
Del maestro de coro. «No destruyas». De David. derrotó a Edom en el valle de la Sal: doce mil
A media voz. Cuando Saúl mandó vigilar su casa hombres.
3
con el fin de matarle. Oh Dios, nos has rechazado y desbaratado,
2
¡Líbrame de mis enemigos, Dios mío, estabas irritado, ¡vuélvete a nosotros!
4
protégeme de mis agresores, Has sacudido el país, la has hendido;
3
líbrame de los malhechores, repara sus grietas, pues se desmorona.
5
sálvame de los sanguinarios! Sometiste a tu pueblo a duras pruebas,
4
Mira que acechan mi vida, nos diste a beber vino de vértigo.
6
poderosos se conjuran contra mí; A tus adeptos les diste una señalPausa.
sin pecar ni rebelarme, Yahvé, para que pudiesen escapar del arco.
5 7
sin culpa en mí, corren y se aprestan. Para que escapen libres tus favoritos,
Despiértate, ven a mi encuentro y mira, ¡con tu diestra salvadora respóndenos!
6 8
tú, Yahvé, Dios Sebaot, Dios de Israel, Dios ha hablado en su santuario:
álzate a castigar a los paganos,Pausa. «Repartiré victorioso Siquén,
no te apiades de esos pérfidos traidores. parcelaré el valle de Sucot.
7 9
Regresan a la tarde, Míos son Galaad y Manasés,
aúllan como perros, Efraín, yelmo de mi cabeza,
rondan por la ciudad. Judá, mi bastón de mando,
8 10
Míralos desbarrar a boca llena, Moab, la jofaina en que me lavo;
son sus labios como espadas: sobre Edom tiro mi sandalia.
«¿Hay alguien que nos oiga?» ¡Celebra, Filistea, tu victoria sobre mí!»
9 11
Mas tú, Yahvé, te ríes de ellos, ¿Quién me guiará a la plaza fuerte,
tú te mofas de todos los paganos. quién me conducirá hasta Edom?
10 12
¡Por ti velo, fuerza mía, ¿No eres tú, oh Dios, quien nos rechaza,
pues es Dios mi ciudadela! y no sales al frente de nuestras tropas?
11 13
Mi Dios fiel saldrá a mi encuentro, Ofrécenos ayuda contra el adversario,
me hará ver el fracaso de mis enemigos. que es vano el socorro del hombre.

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Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
14
¡Con Dios haremos proezas, no os atraiga la rapiña;
él machacará a nuestro adversario! a las riquezas, si aumentan,
no apeguéis el corazón.
12
Dios ha hablado una vez,
SALMO 61 (60) dos veces, lo he oído:
Oración de un desterrado que de Dios es el poder,
1 13
Del maestro de coro. Para instrumentos de tuyo, Señor, el amor;
cuerda. De David. que tú pagas al hombre
2
¡Escucha, oh Dios, mi clamor, conforme a sus obras.
atiende a mi plegaria!
3
Te grito desde el confín de la tierra,
con el corazón desmayado. SALMO 63 (62)
Condúceme a la roca inaccesible, Sed de Dios
4 1
que tú eres mi refugio, Salmo. De David. Cuando estaba en el desierto
bastión frente al enemigo. de Judá.
5 2
¡Hospédame siempre en tu tienda, Dios, tú mi Dios, yo te busco,
acogido al amparo de tus alas! mi ser tiene sed de ti,
6
Pues tú, oh Dios, escuchas mis votos: por ti languidece mi cuerpo,
me otorgas la heredad de tus adeptos. como erial agotado, sin agua.
7 3
Añade días a los días del rey, Así como te veía en el santuario,
que sus años se prolonguen por generaciones. contemplando tu fuerza y tu gloria
8 4
¡Reine por siempre en presencia de Dios! –pues tu amor es mejor que la vida,
¡La lealtad y la fidelidad lo guarden! por eso mis labios te alaban–,
9 5
Tañeré a tu nombre para siempre, así quiero bendecirte en mi vida,
cumpliré mis votos día a día. levantar mis manos en tu nombre;
6
me saciaré como de grasa y médula,
mis labios te alabarán jubilosos.
7
SALMO 62 (61) Si acostado me vienes a la mente,
Dios, la única esperanza quedo en vela meditando en ti,
1 8
Del maestro de coro... Yedutún. Salmo. De porque tú me sirves de auxilio
David. y exulto a la sombra de tus alas;
2 9
Sólo en Dios encuentro descanso, mi ser se aprieta contra ti,
de él viene mi salvación; tu diestra me sostiene.
3 10
sólo él mi roca, mi salvación, Mas los que tratan de acabar conmigo
mi baluarte; no vacilaré. ¡caigan en las honduras de la tierra!
4 11
¿Hasta cuándo atacaréis a un solo hombre, ¡Sean pasados a filo de espada,
lo abatiréis, vosotros todos, sirvan de presa a los chacales!
12
como a una muralla que cede, Pero el rey en Dios se alegrará,
como a una pared que se desploma? el que jura por él se felicitará,
5
Sólo proyectan doblez, cuando cierren la boca a los mentirosos.
les seduce la mentira,
con la boca bendicenPausa.
y por dentro maldicen. SALMO 64 (63)
6
Sólo en Dios descansaré, Castigo de los calumniadores
1
de él viene mi esperanza, Del maestro de coro. Salmo. De David.
7 2
sólo él mi roca, mi salvación, Escucha, oh Dios, la voz de mi gemido,
mi baluarte; no vacilaré. guarda mi vida del terror del enemigo;
8 3
En Dios está mi salvación y mi honor, ponme a salvo del plan de los malvados,
Dios es mi roca firme y mi refugio. de los malhechores que se movilizan,
9 4
Confiad siempre en él, pueblo suyo; que afilan su lengua como espada,
presentad ante él vuestros anhelos.Pausa. asestan su flecha, palabra envenenada,
5
¡Dios es nuestro refugio! y disparan ocultos contra el íntegro,
10
Un soplo son los plebeyos, disparan de improviso y nada temen.
6
los notables, pura mentira; Se animan entre sí para el delito,
puestos juntos en una balanza calculando cómo tender trampas,
pesarían menos que un soplo. se dicen: «¿Quién lo observará
11 7
No confiéis en la opresión, y escrutará nuestros secretos?».

28   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 29  
LOS SALMOS  
 
Los escruta el mismo que escruta
al hombre por dentro, la mente oculta. SALMO 66 (65)
8
Dios ha disparado una saeta, Acción de gracias pública
1
repentinas han sido sus heridas; Del maestro de coro. Cántico. Salmo.
9
los abate por causa de su lengua, Aclama a Dios, tierra entera,
2
quienes los ven menean la cabeza. cantad a su nombre glorioso,
10
Todos se llenan de temor, dadle honor con alabanzas,
3
anuncian la obra de Dios decid a Dios: ¡Qué admirables tus obras!
y meditan sobre su acción. Por tu inmenso poder te adulan tus enemigos;
11 4
El honrado se alegrará por Yahvé la tierra entera se postra ante tiPausa.
y en él buscará cobijo; y canta para ti, canta en tu honor.
5
se felicitarán los hombres rectos. Venid y ved las obras de Dios,
sus hazañas en favor del hombre:
6
convirtió el mar en tierra firme
SALMO 65 (64) y cruzaron el río a pie.
Himno de acción de gracias ¡Alegrémonos en él por aquello!
1 7
Del maestro de coro. Salmo. De David. Cántico. Con su poder domina por siempre,
2
Tú mereces la alabanza, sus ojos vigilan a las naciones,
oh Dios, en Sión. para que no se amotinen los rebeldes. Pausa.
8
A ti el voto se te cumple, Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
3
tú que escuchas la oración. haced que se oiga su alabanza;
9
A ti acuden los mortales él nos devuelve a la vida,
4
con sus malas acciones; no deja que vacilen nuestros pies.
10
nos abruman nuestras culpas, Tú nos probaste, oh Dios,
pero tú las perdonas. nos purgaste igual que a la plata;
5 11
Dichoso el que eliges e invitas tú nos condujiste a la trampa,
a habitar dentro de tus atrios. pusiste una correa a nuestros lomos,
12
¡Que nos hartemos de los bienes de tu Casa, cabalgadura de hombres nos hiciste;
de las ofrendas santas de tu Templo! pasamos por el fuego y el agua,
6
Nos respondes con prodigios favorables, pero luego nos sacaste a la abundancia.
13
Dios Salvador nuestro, Entraré con víctimas en tu Casa,
esperanza de los confines de la tierra cumpliré mis promesas,
14
y de las islas lejanas: las que hicieron mis labios
7
Tú afirmas los montes con tu fuerza, y en la angustia pronunció mi boca.
15
ceñido de potencia; Te ofreceré pingües holocaustos,
8
tú acallas el estruendo de los mares, junto con el sahumerio de carneros,Pausa.
el estruendo de sus olas sacrificaré bueyes y cabritos.
16
(y el tumulto de los pueblos). Venid, escuchad y os contaré,
9
Los que habitan los confines lejanos vosotros, los que estáis por Dios,
se estremecen al ver tus signos; todo lo que ha hecho por mí.
17
a las puertas del alba y del ocaso Mi boca lo invocó,
las haces gritar de júbilo. mi lengua lo ensalzó.
10 18
Te ocupas de la tierra y la riegas, Si hubiese maquinado algo malo,
la colmas de riquezas. el Señor no me habría escuchado.
19
El arroyo de Dios va lleno de agua, Pero Dios me ha escuchado,
tú preparas sus trigales. atento a la voz de mi oración.
20
Así la preparas: ¡Bendito sea Dios,
11
riegas sus surcos, allanas sus glebas, que no ha rechazado mi oración
las mulles con lluvia, bendices sus brotes. ni me ha retirado su amor!
12
Coronas el año con tus bienes,
de tus rodadas brota la abundancia;
13
destilan los pastos del páramo,
las colinas se adornan de alegría;
14
las praderas se visten de rebaños
y los valles se cubren de trigales
entre gritos de júbilo y canciones.

IPB-SCA 29  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
15
SALMO 67 (66) Cuando Shaddai dispersaba a los reyes,
Oración pública después de la recolección caía nieve por el Monte Umbrío.
16
anual ¡Monte encumbrado, el monte de Basán!
1
Del maestro de coro. Para instrumentos de ¡Monte escarpado, el monte de Basán!
17
cuerda. Salmo. Cántico. ¿Por qué miráis celosos, montes escarpados,
2
¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga,Pausa. al monte que Dios escogió por mansión?
que nos muestre su rostro radiante!; ¡En él morará Yahvé para siempre!
3 18
conozca así la tierra su proceder, Los carros de Dios son miles de millares;
y todas las naciones su salvación. el Señor ha venido del Sinaí al santuario.
4 19
¡Que los pueblos te den gracias, oh Dios, Subiste a la altura conduciendo cautivos,
que todos los pueblos te den gracias! recibiste tributo en hombres y en rebeldes,
5
Que se alegren y exulten las naciones, para quedarte en tu mansión, Yahvé Dios.
20
pues juzgas al mundo con justicia, ¡Bendito sea el Señor, día tras día!Pausa.
con equidad juzgas a los pueblos,Pausa. Él se encarga de nuestra salvación.
21
gobiernas las naciones de la tierra. Nuestro Dios es un Dios salvador,
6
¡Que los pueblos te den gracias, oh Dios, el Señor Yahvé libera de la muerte;
22
que todos los pueblos te den gracias! pero Dios aplasta la cabeza de sus enemigos,
7
La tierra ha dado su cosecha, el cogote peludo de quien anda entre crímenes.
23
Dios, nuestro Dios, nos bendice. Dijo el Señor: «De Basán los traeré,
8
¡Dios nos bendiga y lo teman los traeré de los abismos del mar,
24
todos los confines de la tierra! para que laves tus pies en su sangre,
y participe en el enemigo la lengua de tus
perros».
25
SALMO 68 (67) Ya aparece tu procesión, oh Dios,
La gloriosa epopeya de Israel la procesión de mi Dios y mi Rey al santuario:
1 26
Del maestro de coro. De David. Salmo. Cántico. delante los cantores, los músicos detrás,
2
Dios se levanta, se dispersan sus enemigos, las doncellas en medio tocando el tamboril.
27
huyen de su presencia los que lo odian. Van bendiciendo a Dios en grupos:
3
Como se disipa el humo, los disipas; ¡Es Yahvé desde el origen de Israel!
28
como se derrite la cera ante el fuego, Abre la marcha Benjamín, el pequeño,
los malvados perecen ante Dios. los príncipes de Judá con sus escuadras,
4
Pero los justos se alegran alborozados los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.
29
ante Dios, y saltan de alegría. ¡Da órdenes, Dios, con tu poder,
5
Cantad a Dios, tañed en su honor, el poder que por nosotros desplegaste
30
abrid paso al que cabalga en las nubes; desde tu templo en lo alto de Jerusalén,
su nombre es Yahvé, exultad ante él. donde los reyes vienen con presentes!
6 31
Padre de huérfanos, tutor de viudas Llama al orden a la bestia del cañaveral,
es Dios en su santa morada; a la manada de toros y novillos de los pueblos.
7
Dios da un hogar a los desvalidos, ¡Que se sometan con lingotes de plata!
abre a los cautivos la puerta de la dicha, ¡Dispersa a los pueblos belicosos!
32
mas los rebeldes moran en suelo estéril. Acudan los magnates desde Egipto,
8
Oh Dios, cuando salías al frente de tu tienda hacia Dios sus manos Etiopía.
33
pueblo,Pausa. ¡Cantad a Dios, reinos de la tierra,Pausa.
9
cuando cruzabas el desierto, la tierra retembló, tañed todos para el Señor,
34
y hasta los cielos se licuaron ante Dios, que cabalga por los cielos, los cielos antiguos,
ante el rostro de Dios, el Dios de Israel. que atruena con su voz, su voz potente!
10 35
Derramaste, oh Dios, una lluvia generosa, Reconoced el poder de Dios.
reanimaste a tu heredad extenuada; Su majestad sobre Israel,
11
tu rebaño encontró una morada, su poder en las nubes.
36
que bondadoso, oh Dios, al mísero preparabas. Dios sobrecoge desde su santuario.
12
El Señor ha dado una orden, Él, el Dios de Israel,
es su mensajero un ejército inmenso. da fuerza y poder a su pueblo.
13
Reyes y ejércitos huyen a la desbandada, ¡Bendito sea Dios!
y dentro de las casas se reparte el botín
14
(mientras holgáis entre los apriscos):
alas de paloma bañadas en plata,
con plumas que destellan oro verde.

30   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 31  
LOS SALMOS  
 
SALMO 69 (68) consoladores y no encuentro.
22
Lamentación Me han echado veneno en la comida,
1
Del maestro de coro. Según la melodía: han apagado mi sed con vinagre.
23
«Lirios...» De David. Que su mesa se convierta en un lazo,
2
¡Sálvame, oh Dios, que su abundancia sea una trampa;
24
que estoy con el agua al cuello! que se nublen sus ojos y no vean,
3
Me hundo en el cieno del abismo que sus fuerzas flaqueen sin cesar.
25
y no puedo hacer pie; Derrama sobre ellos tu enojo,
me he metido en aguas profundas los alcance el ardor de tu cólera;
26
y me arrastra el oleaje. que su morada se convierta en erial,
4
Estoy exhausto de gritar, me arde la garganta, que nadie habite en sus tiendas.
27
mis ojos se consumen de esperar a mi Dios. Porque acosan al que tú has herido
5
Más que los pelos de mi cabeza y aumentan la herida de tu víctima.
28
son los que me odian sin motivo; Añade culpa a su culpa,
son poderosos los que me destruyen, no tengan acceso a tu justicia;
29
los que me hostigan sin razón. sean borrados del libro de la vida,
(¿Tengo que devolver lo que no he robado?) no sean inscritos con los justos.
6 30
Tú conoces, oh Dios, mi torpeza, Pero a mí, desdichado y malherido,
no se te ocultan mis ofensas. tu salvación, oh Dios, me restablecerá.
7 31
¡Que por mí no queden defraudados Celebraré con cantos el nombre de Dios,
los que esperan en ti, Yahvé Sebaot! lo ensalzaré dándole gracias;
32
¡Que por mí no queden confundidos le agradará a Yahvé más que un toro,
los que te buscan, Dios de Israel! más que un novillo con cuernos y pezuñas.
8 33
Pues por ti soporto el insulto, Lo han visto los humildes y se alegran,
la vergüenza cubre mi semblante; animaros los que buscáis a Dios.
9 34
a mis hermanos resulto un extraño, Porque Yahvé escucha a los pobres,
un desconocido a los hijos de mi madre; no desprecia a sus cautivos.
10 35
pues el celo por tu Casa me devora, ¡Alábenlo los cielos y la tierra,
y si te insultan sufro el insulto. el mar y cuanto bulle en él!
11 36
Si me mortifico con ayunos, Pues Dios salvará a Sión,
lo aprovechan para insultarme; reconstruirá los poblados de Judá:
12
si me pongo un sayal por vestido, la habitarán y la poseerán;
37
me convierto en objeto de burla: la heredará la estirpe de sus siervos,
13
los que están a la puerta murmuran, en ella vivirán los que aman su nombre.
los borrachos me sacan coplas.
14
Pero yo te dirijo mi oración, Yahvé,
en el tiempo propicio: SALMO 70 (69)
por tu inmenso amor respóndeme, oh Dios, Súplica en la desgracia
1
por la firmeza de tu salvación. Del maestro de coro. De David. En memoria.
15 2
¡Sácame del cieno, no me hunda, ¡Oh Dios, ven a librarme,
líbrame de los que me odian, Yahvé, corre en mi ayuda!
3
de las aguas profundas! ¡Queden confusos y humillados
16
¡Que no me arrastre el oleaje, los que intentan acabar conmigo!
que no me trague el abismo, ¡Retrocedan confundidos
ni se cierre el pozo sobre mí! los que desean mi mal!
17 4
¡Respóndeme, Yahvé, por tu amor y tu bondad, Retírense avergonzados
por tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos; los que dicen: ¡Ja, ja!
18 5
no apartes tu rostro de tu siervo, En ti gozan y se alegran
que estoy angustiado, respóndeme ya; todos los que te buscan.
19
acércate a mí, rescátame, Dicen siempre «Grande es Dios»
líbrame de mis enemigos! los que ansían tu victoria.
20 6
Tú sabes de mi oprobio, Pero yo soy pobre y desgraciado,
de mi afrenta y mi vergüenza, ¡oh Dios, ven rápido a mí!
conoces a mis opresores. Tú eres mi auxilio y libertador,
21
El oprobio me rompe el corazón, ¡no te retrases, Yahvé!
me siento desfallecer.
Espero en vano compasión,

IPB-SCA 31  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
SALMO 71 (70) tañeré para ti la cítara,
Súplica de un anciano ¡oh Santo de Israel!
1 23
A ti me acojo, Yahvé, Te aclamarán mis labios,
¡nunca quede confundido! mi vida que has rescatado;
2 24
¡Por tu justicia sálvame, líbrame, y mi lengua todo el día
préstame atención y sálvame! musitará tu justicia:
3
Sé mi roca de refugio, pues se avergüenzan afrentados
alcázar donde me salve, los que buscaban mi desgracia.
pues tú eres mi peña y mi alcázar.
4
¡Líbrame, Dios mío, de la mano del impío,
de las garras del perverso y el violento! SALMO 72 (71)
5
Pues tú eres mi esperanza, Señor, El rey prometido
1
mi confianza desde joven, Yahvé. De Salomón.
6
En ti busco apoyo desde el vientre, Confía, oh Dios, tu juicio al rey,
eres mi fuerza desde el seno materno. al hijo de rey tu justicia:
2
¡A ti dirijo siempre mi alabanza! que gobierne rectamente a tu pueblo,
7
Soy el asombro de muchos, a tus humildes con equidad.
3
pero tú eres mi refugio seguro. Produzcan los montes abundancia,
8
Mi boca rebosa de tu alabanza, prosperidad para el pueblo los collados.
4
de tu elogio todo el día. Defenderá a los humildes del pueblo,
9
No me rechaces ahora que soy viejo, salvará a la gente pobre
no me abandones cuando decae mi vigor, y aplastará al opresor.
10 5
pues mis enemigos hablan mal de mí, Durará tanto como el sol,
los que me espían se ponen de acuerdo: como la luna de edad en edad;
11 6
«¡Dios lo ha desamparado, perseguidlo, caerá como lluvia en los retoños,
apresadlo, que no hay quien lo libre!». como rocío que humedece la tierra.
12 7
¡Oh Dios, no te quedes tan lejos, Florecerá en sus días la justicia,
Dios mío, ven pronto a socorrerme! prosperidad hasta que no haya luna;
13 8
Queden confundidos y avergonzados dominará de mar a mar,
los que atentan contra mi vida; desde el Río al confín de la tierra.
9
acaben en la vergüenza y la ignominia Ante él se doblará la Bestia,
los que buscan mi mal. sus enemigos morderán el polvo;
14 10
Pero yo esperaré sin cesar, los reyes de Tarsis y las islas
reiteraré tus alabanzas; traerán consigo tributo.
15
mi boca publicará tu justicia, Los reyes de Sabá y de Seba
todo el día tu salvación. todos pagarán impuestos;
16 11
Publicaré las proezas de Yahvé, ante él se postrarán los reyes,
recordaré tu justicia, tuya sólo. le servirán todas las naciones.
17 12
¡Oh Dios, me has instruido desde joven, Pues librará al pobre suplicante,
y he anunciado hasta hoy tus maravillas! al desdichado y al que nadie ampara;
18 13
Ahora, viejo y con canas, se apiadará del débil y del pobre,
¡no me abandones, Dios mío!, salvará la vida de los pobres.
14
hasta que pueda anunciar tu brazo La rescatará de la opresión y la violencia,
a las futuras generaciones; considerará su sangre valiosa;
19 15
tu poderío y tu justicia, (que viva y le den el oro de Sabá).
llegan, oh Dios, hasta el cielo. Sin cesar rogarán por él,
Tú que has hecho grandes cosas, todo el día lo bendecirán.
16
¡Oh Dios!, ¿quién como tú? La tierra dará trigo abundante,
20
Tú que me has hecho pasar que ondeará en la cima de los montes;
por tantos aprietos y desgracias, sus frutos florecerán como el Líbano,
me devolverás de nuevo la vida, sus espigas como la hierba del campo.
17
y de las simas de la tierra ¡Que su fama sea perpetua,
me sacarás otra vez; que dure tanto como el sol!
21
sustentarás mi dignidad, ¡Que sirva de bendición a las naciones,
te volverás a consolarme. y todas lo proclamen dichoso!
22 18
Y te daré gracias con el arpa, ¡Bendito Yahvé, Dios de Israel,
Dios mío, por tu fidelidad; el único que hace maravillas!

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Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 33  
LOS SALMOS  
 
19 25
¡Bendito su nombre glorioso por siempre, ¿A quién tengo yo en el cielo?
la tierra toda se llene de su gloria! Estando contigo no hallo gusto en la tierra.
26
¡Amén! ¡Amén! Aunque se consuman mi cuerpo y mi mente,
20
Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé. tú eres mi roca, mi lote, Dios por siempre.
27
Los que se alejan de ti se pierden,
aniquilas a los que te son adúlteros.
28
SALMO 73 (72) Pero mi bien es estar junto a Dios,
La justicia final he puesto mi cobijo en el Señor
1
Salmo. De Asaf. a fin de proclamar tus obras.
¡Qué bueno es Dios para Israel,
el Señor para los limpios de corazón!
2
Por poco se extravían mis pies, SALMO 74 (73)
casi resbalan mis pasos, Lamentación tras el saqueo del templo
3 1
celoso como estaba de los perversos, Poema. De Asaf.
al ver prosperar a los malvados. ¿Por qué nos rechazas, oh Dios, para siempre,
4
No hay congojas para ellos, y humea tu cólera contra el rebaño que
sano y rollizo está su cuerpo; apacientas?
5 2
no comparten las penas de los hombres, Piensa en la comunidad que antaño adquiriste,
no pasan tribulaciones como los otros. la que tú rescataste, tribu de tu propiedad,
6
Por eso el orgullo es su collar, y del monte Sión, donde pusiste tu morada.
3
la violencia el vestido que los cubre; Guía tus pasos a estas ruinas perpetuas:
7
su gordura rebosa malicia, al santuario devastado por el enemigo.
4
de artimañas desborda su corazón. Rugían tus adversarios en tu asamblea,
8
Se sonríen, hablan con maldad, colocaban como señal sus enseñas;
5
hablan altivamente de opresión; destrozaban como quien va penetrando
9
ponen en el cielo su boca, con hachas en la espesura del bosque.
6
y su lengua se pasea por la tierra. Cercenaron todas juntas sus jambas,
10
Por eso mi pueblo va tras ellos: con hacha y martillo desgajaban.
7
sorben con ansia sus palabras. Prendieron fuego a tu santuario,
11
Dicen: «¿Va a saberlo Dios? asolaron y profanaron tu morada personal.
8
¿Lo va a saber el Altísimo?». Decían para sí: «Destruyamos a todos,
12
¡Así son, éstos son los malvados!, quememos los santuarios de Dios en el país».
9
tranquilos y acumulando riqueza. No vemos nuestras enseñas,
13
¿Así que en vano purifiqué mi corazón, ya no tenemos profetas,
lavé mis manos en señal de inocencia, nadie que sepa hasta cuándo.
14 10
aguanté golpes todo el día ¿Hasta cuándo, Dios, provocará el adversario,
y correcciones cada mañana? ultrajará tu nombre por siempre el enemigo?
15 11
Si hubiese dicho: «Hablaré como ellos», ¿Por qué retienes tu mano
habría traicionado a la raza de tus hijos. y en tu seno escondes tu diestra?
16 12
Me di entonces a pensar para entenderlo, Tú eres, oh Dios, mi rey desde el principio,
pero me resultaba harto difícil. autor de hazañas en medio de la tierra.
17 13
Hasta que entré en el santuario de Dios Tú hendiste el Mar con tu poder,
y acabé entendiendo su destino: quebraste las cabezas de monstruos marinos,
18 14
los pones en el resbaladero, machacaste las cabezas de Leviatán
los empujas a la ruina. y las echaste como pasto a las fieras.
19 15
De pronto quedan hechos un horror, Tú abriste manantiales y torrentes,
desaparecen consumidos de espanto: secaste ríos inagotables.
20 16
como un sueño al despertar, Señor, Tuyo es el día, tuya la noche,
al levantarte desprecias su imagen. tú la luna y el sol estableciste;
21 17
Cuando mi corazón se avinagraba, tú trazaste las fronteras de la tierra,
cuando se torturaba mi conciencia, el verano y el invierno tú formaste.
22 18
estúpido de mí, no comprendía, Recuerda, Yahvé, que el enemigo te ultraja,
sólo era un animal ante ti. que un pueblo necio desprecia tu nombre.
23 19
Pero yo estoy siempre contigo, No des al depredador la vida de tu tórtola,
me tomas de la mano derecha, la vida de tus pobres no olvides jamás.
24 20
me guías según tus planes, Piensa en la alianza, que están repletos
me conduces tras la gloria. los rincones del país de focos de violencia.

IPB-SCA 33  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
21
¡Que no acabe defraudado el oprimido, la tierra se amedrenta y enmudece
10
que pobre y humilde puedan alabarte! cuando Dios se levanta a juzgar,Pausa.
22
¡Levántate, oh Dios, a defender tu causa, a salvar a los humildes de la tierra.
11
acuérdate del necio que te ultraja a diario! La cólera humana te reconocerá,
23
¡No olvides el griterío de tus adversarios, te rodearán los que escapen a la Cólera.
12
el creciente clamor de tus agresores! Haced votos a Yahvé, vuestro Dios, y
cumplidlos,
los que lo rodean traigan presentes al Terrible:
13
SALMO 75 (74) el que corta el aliento a los príncipes,
Juicio total y universal a quien temen los reyes de la tierra.
1
Del maestro de coro. «No destruyas». Salmo.
De Asaf. Cántico.
2
Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, SALMO 77 (76)
invocando tu nombre, pregonando tus maravillas. Meditación sobre el pasado de Israel
3 1
«En el momento en que decida, Del maestro de coro... Yedutún. De Asaf. Salmo.
2
yo mismo juzgaré con rectitud. Mi voz clama a Dios,
4
Aunque tiemblen la tierra y sus mi voz al Dios que me escucha.
3
habitantes,Pausa. El día de la angustia busco al Señor,
yo establecí firmemente sus columnas. tiendo por la noche mi mano sin descanso,
5
Digo a los arrogantes: ¡Fuera arrogancias!, mi ser se resiste a dejarse consolar.
4
y a los malvados: ¡No alcéis la frente, Me acuerdo de Dios entre gemidos,Pausa.
6
no alcéis tan alto vuestra frente, medito, y mi espíritu desmaya.
5
no habléis estirando insolentes el cuello!». Retienes los párpados de mis ojos,
7
Pues ya no es por oriente ni occidente, turbado estoy, sin poder hablar.
6
ya no es por el desierto de los montes, Pienso en los días de antaño,
8 7
por donde Dios, como juez, los años remotos recuerdo;
a uno abate y a otro exalta; por la noche musito en mi interior,
9
pues Yahvé empuña una copa, medito y se pregunta mi espíritu:
8
un vaso con vino drogado: ¿Nos desechará para siempre el Señor,
lo escanciará, lo sorberán hasta las heces, dejará de sernos propicio?
9
lo beberán los malvados de la tierra. ¿Se ha agotado para siempre su amor?
10
Y yo lo anunciaré por siempre, ¿Se quedarán sin su Palabra en el futuro?
10
cantaré para el Dios de Jacob: ¿Habrá olvidado Dios su clemencia,Pausa.
11
quebrará la frente del malvado, o habrá sellado con ira sus entrañas?
11
mas la frente del honrado se alzará. Y me respondo: «Ésta es mi pena,
ha cambiado la diestra del Altísimo».
12
Me acuerdo de las gestas de Yahvé,
SALMO 76 (75) sí, recuerdo tus antiguas hazañas,
13
Oda al Dios temible medito en toda tu obra,
1
Del maestro de coro. Para instrumentos de pienso en tus maravillas.
14
cuerda. Salmo. De Asaf. Cántico. ¡Oh Dios, qué santo tu proceder!
2
Dios es conocido en Judá, ¿Qué dios es tan grande como Dios?
15
grande es su fama en Israel; Tú eres el Dios que obras maravillas,
3
su tienda está en Salem, que mostraste tu poder entre los pueblos;
16
su morada en Sión. rescataste con tu brazo a tu pueblo,Pausa.
4
Allí quebró las ráfagas del arco,Pausa. a los hijos de Jacob y de José.
17
el escudo, la espada y la guerra. Te vieron, oh Dios, las aguas,
5
Fulgurante eres tú, magnífico las aguas te vieron y temblaron,
en medio de montones de botín. también los abismos se agitaron.
6 18
Los valientes han sido despojados, Las nubes derramaban sus aguas,
durmiendo están su sueño; descargaban su trueno los nublados,
les fallaron los brazos a los guerreros. tus rayos iban y venían.
7 19
A tu amenaza, oh Dios de Jacob, Rodaba el estruendo de tu trueno,
se pasmaron carro y caballo. tus relámpagos alumbraban el orbe,
8
Tú eres terrible, ¿quién puede resistir se agitaba y temblaba la tierra.
20
ante ti, bajo el golpe de tu ira? Tu camino discurría por el mar,
9
Desde el cielo pronuncias la sentencia, por aguas caudalosas tu sendero,

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Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 35  
LOS SALMOS  
 
y nadie descubría tus huellas. y procurar carne a su pueblo?».
21 21
Como un rebaño guiabas a tu pueblo Pero Yahvé lo oyó y se enfureció,
de mano de Moisés y de Aarón. un fuego se encendió contra Jacob,
y la Cólera estalló contra Israel,
22
por no haber tenido fe en Dios
SALMO 78 (77) ni haber confiado en su salvación.
23
Las lecciones de la historia de Israel Mandó desde lo alto las nubes,
1
Poema. De Asaf. abrió las compuertas del cielo;
24
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, les hizo llover maná para comer,
presta oído a las palabras de mi boca; les hizo llegar un trigo celeste;
2 25
voy a abrir mi boca en parábolas, el hombre comió pan de los Fuertes,
a evocar los misterios del pasado. les mandó provisión para hartarse.
3 26
Lo que hemos oído y aprendido, Hizo que el solano soplara en el cielo,
lo que nuestros padres nos contaron, con su fuerza atrajo el viento del sur,
4 27
no lo callaremos a sus hijos, hizo que les lloviera carne como polvo,
a la otra generación lo contaremos: y aves como la arena de los mares;
28
Las glorias de Yahvé y su poder, las dejó caer en el campamento,
todas las maravillas que realizó; alrededor de sus moradas.
5 29
el pacto que estableció en Jacob, Comieron y quedaron hartos,
la ley que promulgó en Israel. así satisfizo su avidez.
30
Había mandado a nuestros padres Con la avidez apenas colmada,
que lo comunicaran a sus hijos, con la comida aún en la boca,
6 31
que la generación siguiente lo supiera, prendió en ellos la cólera de Dios,
los hijos que habían de nacer; acabó con los más robustos
que a su vez lo contaran a sus hijos, y abatió a la flor de Israel.
7 32
para que pusieran en Dios su confianza, Mas con todo siguieron pecando,
no olvidaran las hazañas de Dios de sus prodigios no se fiaron,
33
y observaran sus mandamientos. y él redujo sus días a un soplo,
8
Para que no fueran como sus padres, todos sus años a un suspiro.
34
generación rebelde y revoltosa, Cuando los mataba, lo buscaban,
generación de corazón voluble, se convertían, se afanaban por él,
35
de espíritu desleal a Dios. y recordaban que Dios era su Roca,
9
Los diestros arqueros de Efraín el Dios Altísimo su redentor.
36
retrocedieron el día del combate; Le halagaban con su boca,
10
no guardaron la alianza con Dios, con su lengua le mentían;
37
rehusaron caminar según su ley. su corazón no era fiel,
11
Habían olvidado sus portentos, no tenían fe en su alianza.
38
las maravillas que les hizo ver: Él, con todo, enternecido,
12
prodigios a la vista de sus padres, borraba su culpa, no los destruía;
en Egipto, en los campos de Tanis. bien de veces contuvo su cólera
13
Hendió el mar y los pasó por él, y no despertó todo su furor:
39
contuvo las aguas como un dique; se acordaba de que sólo eran carne,
14
de día los guiaba con la nube, un soplo que se va y no vuelve más.
40
cada noche al resplandor del fuego. ¡Mil veces se rebelaron en el desierto,
15
Hendió rocas en el desierto, lo irritaron en aquellas soledades!
41
los abrevó a raudales sin medida; Otra vez a tentar a Dios volvían,
16
hizo brotar arroyos de la peña a exasperar al Santo de Israel,
42
y descender las aguas como ríos. incapaces de acordarse de su mano,
17
Pero pecaban y pecaban contra él, del día que los salvó del adversario;
43
se rebelaban contra el Altísimo en el desierto; de cuando hizo en Egipto sus señales,
18
tentaron voluntariamente a Dios, en los campos de Tanis sus prodigios.
44
reclamando comida para su apetito. Convirtió en sangre sus ríos,
19
Hablaron contra Dios, dijeron: sus arroyos, para que no bebiesen;
45
«¿Podrá ponernos una mesa en el desierto? tábanos les mandó que los picasen,
20
Ya sabemos que hirió la roca, y ranas para que los infestasen;
46
y que el agua brotó en torrentes: entregó a la langosta sus cosechas,
¿podrá igualmente darnos pan el fruto de su afán al saltamontes;

IPB-SCA 35  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
47
asoló con granizo sus viñedos, SALMO 79 (78)
todos sus sicómoros con aguaceros; Elegía nacional
48 1
entregó sus ganados al pedrisco Salmo. De Asaf.
y a los rayos sus rebaños. Oh Dios, los gentiles han invadido tu heredad,
49
Les envió el fuego de su cólera, han profanado tu santo Templo,
indignación, enojo y destrucción, han dejado en ruinas Jerusalén;
2
tropel de mensajeros de desgracias, han dado los cadáveres de tus siervos
50
y dio curso libre a su ira. como pasto a los pájaros del cielo,
No los preservó de la muerte, los cuerpos de tus amigos a las bestias de la
a la peste sus vidas entregó; tierra.
51 3
hirió en Egipto a todo primogénito, Han derramado su sangre como agua
las primicias varoniles en las tiendas de Cam. en torno a Jerusalén, ¡y nadie sepultaba!
52 4
Sacó como un ganado a su pueblo, Hemos sido irrisión de los vecinos,
como rebaño los guió por el desierto; burla y escarnio de los de alrededor.
53 5
los condujo en seguro, sin alarmas, ¿Cuánto durará tu cólera, Yahvé?,
mientras el mar cubría a sus enemigos. ¿arderán siempre tus celos como fuego?
54 6
Los metió en territorio sagrado, Derrama tu furor sobre los pueblos
en el monte que su diestra conquistó; que no te reconocen,
55
arrojó a las naciones ante ellos; sobre los reinos
a cordel les asignó una heredad, que no invocan tu nombre.
7
instaló en sus tiendas a las tribus de Israel. Porque han devorado a Jacob
56
Pero ellos tentaron a Dios, y han devastado sus dominios.
8
se rebelaron contra el Altísimo, No nos imputes las culpas de los antepasados,
no guardaron sus preceptos. que tu ternura llegue pronto a nosotros,
57
Se extraviaron, infieles como sus padres, pues estamos del todo abatidos.
9
se torcieron igual que un arco indócil: Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
58
lo irritaron con sus lugares altos, por amor de tu glorioso nombre;
con sus ídolos excitaron sus celos. líbranos, borra nuestros pecados,
59
Dios lo oyó y se enfureció, por respeto a tu nombre.
10
desechó del todo a Israel; ¿Por qué han de decir los paganos:
60
abandonó la morada de Siló, «Dónde está su Dios»?
la tienda en que moraba entre los hombres. ¡Que los paganos padezcan
61
Mandó la flor y nata al cautiverio, (y nosotros lo veamos)
a manos del adversario su esplendor; la venganza de la sangre
62
entregó su pueblo a la espada, derramada por tus siervos!
11
contra su heredad se enfureció. ¡Llegue a ti el suspiro del cautivo,
63
El fuego devoró a sus jóvenes, y en virtud de tu inmenso poder
no hubo canto nupcial para las chicas; salva a los condenados a muerte!
64 12
sus sacerdotes cayeron a cuchillo, ¡Devuelve siete veces a nuestros vecinos
sus viudas no entonaron endechas. la afrenta con que te afrentaron, Señor!
65 13
El Señor despertó como de un sueño, Y nosotros, tu pueblo, ovejas de tu pasto,
como guerrero vencido por el vino; te daremos eternamente gracias,
66
hirió a sus adversarios en la espalda, repitiendo tu alabanza de edad en edad.
los dejó humillados para siempre.
67
Desechó la tienda de José,
no eligió a la tribu de Efraín; SALMO 80 (79)
68
pero eligió a la tribu de Judá, Súplica por la restauración de Israel
1
y al monte Sión, al que amaba. Del maestro de coro. Según la melodía: «Lirios
69
Se construyó un santuario como el cielo, es el dictamen». De Asaf. Salmo.
2
como la tierra que estableció para siempre. Escucha, Pastor de Israel,
70
Y eligió a David su siervo, que guías a José como a un rebaño,
lo sacó de los apriscos del rebaño, brilla, desde tu trono de querubes,
71 3
lo llevó de detrás de las ovejas sobre Efraín, Benjamín y Manasés.
a pastorear a su pueblo Jacob, ¡Despierta tu poder,
a su heredad Israel. ven en nuestro auxilio!
72 4
Los pastoreaba con atención y esmero, ¡Oh Dios, haz que nos recuperemos,
con mano diestra los guiaba. ilumina tu rostro y nos salvaremos!

36   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 37  
LOS SALMOS  
 
5
¿Hasta cuándo, Yahvé, Dios Sebaot, no adorarás a un dios extraño.
11
estarás airado mientras reza tu pueblo? Yo soy Yahvé, tu Dios,
6
Les das a comer un pan de llanto, que te saqué del país de Egipto;
les haces beber lágrimas a mares. abre tu boca y yo la llenaré.
7 12
Nos has hecho la hablilla de los convecinos, Pero mi pueblo no me escuchó,
nuestros enemigos se burlan de nosotros. Israel no me obedeció;
8 13
¡Haz que nos recuperemos, Dios Sebaot, los abandoné a su corazón obstinado,
ilumina tu rostro y nos salvaremos! para que caminaran según sus caprichos.
9 14
De Egipto arrancaste una viña, ¡Ojalá me escuchara mi pueblo
expulsaste pueblos para plantarla, e Israel siguiera mis caminos,
10 15
luego cuidaste el terreno, abatiría al punto a sus enemigos,
echó raíces y llenó la tierra. contra sus adversarios volvería mi mano!
11 16
Su sombra cubría las montañas, Los que odian a Yahvé lo adularían
sus pámpanos, los enormes cedros; y su suerte quedaría fijada;
12 17
extendía sus sarmientos hasta el mar, lo sustentaría con flor de trigo,
hasta el Gran Río sus renuevos. lo saciaría con miel de la peña».
13
¿Por qué has hecho brecha en sus tapias,
para que la vendimie cualquiera que pase,
14
la devasten los jabalíes del soto SALMO 82 (81)
y la tasquen las alimañas del campo? Contra los príncipes paganos
15 1
¡Oh Dios Sebaot, vuélvete, Salmo. De Asaf.
desde los cielos mira y ve, Dios se alza en la asamblea divina,
16
visita a esta viña, cuídala, para juzgar en medio de los dioses:
2
la cepa que plantó tu diestra! «¿Hasta cuándo juzgaréis injustamentePausa.
17
Como a basura le prendieron fuego: y haréis acepción de los malvados?
3
perezcan amenazados por tu presencia. Defended al débil y al huérfano,
18
Que tu mano defienda a tu elegido, haced justicia al humilde y al pobre;
4
al hombre que para ti fortaleciste. liberad al débil y al indigente,
19
Ya no volveremos a apartarnos de ti, arrancadle de la mano del malvado».
5
nos darás vida e invocaremos tu nombre. No saben ni entienden, caminan a oscuras,
20
¡Haz que nos recuperemos, Yahvé Sebaot, vacilan los cimientos de la tierra.
6
ilumina tu rostro y nos salvaremos! Yo había dicho: «Vosotros sois dioses,
todos vosotros, hijos del Altísimo».
7
Pero ahora moriréis como el hombre,
SALMO 81 (80) caeréis como un príncipe cualquiera.
8
Para la fiesta de las Tiendas ¡Álzate, oh Dios, juzga a la tierra,
1
Del maestro de coro. Según la... de Gat. De pues tú eres el señor de las naciones!
Asaf.
2
¡Aclamad a Dios, nuestra fuerza,
vitoread al Dios de Jacob! SALMO 83 (82)
3
¡Tañed, tocad el tamboril, Contra los enemigos de Israel
1
la melodiosa cítara y el arpa; Cántico. Salmo. De Asaf.
4 2
tocad la trompeta por el nuevo mes, ¡Oh Dios, no estés en silencio,
por la luna llena, que es nuestra fiesta! no estés mudo e inmóvil, oh Dios!
5 3
Porque es una ley para Israel, Mira a tus enemigos alborotados,
una norma del Dios de Jacob; los que te odian levantan la cabeza.
6 4
un dictamen que impuso a José Urden intrigas contra tu pueblo,
al salir del país de Egipto. conspiran contra tus protegidos;
5
Se oye una lengua desconocida: dicen: «Vamos a borrarlos como nación,
7
«Yo liberé sus hombros de la carga, que nunca se recuerde el nombre de Israel».
6
sus manos la espuerta abandonaron; Así, de acuerdo en la conjura,
8
en la aflicción gritaste y te salvé. pactan una alianza contra ti:
7
Te respondí oculto en el trueno,Pausa. tiendas de Edom e ismaelitas,
te probé en las aguas de Meribá. moabitas y agarenos,
9 8
Escucha, pueblo mío, te conjuro, Guebal, Amón y Amalec,
¡ojalá me escucharas, Israel! Filistea y la gente de Tiro;
10 9
No tendrás un dios extranjero, hasta Asur se ha juntado con ellos,Pausa.

IPB-SCA 37  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
dando apoyo a los hijos de Lot. él otorga gracia y gloria;
10
Trátalos como a Madián, como a Sísara, Yahvé no niega la felicidad
como a Yabín en el torrente Quisón, al que camina con rectitud.
11 13
que fueron exterminados en Endor, ¡Oh Yahvé Sebaot,
quedando como estiércol de la tierra. dichoso quien confía en ti!
12
Trata a sus caudillos como a Oreb y Zeeb,
a sus príncipes como a Zébaj y Salmuná,
13
que habían dicho: «Conquistemos SALMO 85 (84)
estos magníficos terrenos». Oración por la paz y la justicia
14 1
Conviértelos, Dios mío, en hojarasca, Del maestro de coro. De los hijos de Coré.
en paja que arrebata el viento. Salmo.
15 2
Como fuego que abrasa la maleza, Propicio has sido, Yahvé, con tu tierra,
como llama que devora montañas, has cambiado la suerte de Jacob;
16 3
persíguelos así con tu tormenta, has quitado la culpa de tu pueblo,Pausa.
llénalos de terror con tu huracán. has cubierto todos sus pecados,
17 4
Cubre sus rostros de ignominia has reprimido todo tu furor,
para que busquen tu nombre, Yahvé. has desistido del ardor de tu cólera.
18 5
¡Avergonzados y aterrados para siempre, ¡Restáuranos, Dios salvador nuestro,
queden confundidos y perezcan, cesa en tu irritación contra nosotros!
19 6
para que sepan que tu nombre es Yahvé, ¿Estarás siempre airado con nosotros?
Altísimo sobre toda la tierra! ¿Prolongarás tu cólera de edad en edad?
7
¿No volverás a darnos vida
para que tu pueblo goce de ti?
8
SALMO 84 (83) ¡Muéstranos tu amor, Yahvé,
Canto de peregrinación danos tu salvación!
1 9
Del maestro de coro. Según la... de Gat. De los Escucharé lo que habla Dios.
hijos de Coré. Salmo. Sí, Yahvé habla de futuro
2
¡Qué amables son tus moradas, para su pueblo y sus amigos,
Yahvé Sebaot! que no recaerán en la torpeza.
3 10
Mi ser languidece anhelando Su salvación se acerca a sus adeptos,
los atrios de Yahvé; y la Gloria morará en nuestra tierra.
11
mi mente y mi cuerpo se alegran Amor y Verdad se han dado cita,
por el Dios vivo. Justicia y Paz se besan;
4 12
Hasta el gorrión ha encontrado una casa, Verdad brota de la tierra,
para sí la golondrina un nido Justicia se asoma desde el cielo.
13
donde poner a sus crías: Yahvé mismo dará prosperidad,
¡Tus altares, Yahvé Sebaot, nuestra tierra dará su cosecha.
14
rey mío y Dios mío! Justicia marchará ante él,
5
Dichosos los que moran en tu casaPausa. con sus pasos le abrirá camino.
y pueden alabarte siempre;
6
dichoso el que saca de ti fuerzas
cuando piensa en las subidas. SALMO 86 (85)
7
Al pasar por el valle del Bálsamo, Oración en la contrariedad
1
lo van transformando en hontanar Oración. De David.
y las lluvias lo cubren de albercas. Presta oído, Yahvé, respóndeme,
8
Caminan de altura en altura, que soy desventurado y pobre;
2
y Dios se les muestra en Sión. guarda mi vida, que yo te amo,
9
¡Yahvé, Dios Sebaot, escucha mi salva a tu siervo, confío en ti.
3
plegaria,Pausa. Tú eres mi Dios, tenme piedad,
hazme caso, oh Dios de Jacob! pues clamo a ti todo el día;
10 4
Oh Dios, nuestro escudo, mira, anima la vida de tu siervo,
fíjate en el rostro de tu ungido. pues por ti suspiro, Señor.
11 5
Vale más un día en tus atrios Tú, Señor, eres bueno e indulgente,
que mil en mis mansiones, rico en amor con los que te invocan;
6
pisar el umbral de la Casa de mi Dios Yahvé, presta oído a mi plegaria,
que habitar en la tienda del malvado. atiende a la voz de mi súplica.
12 7
Porque Yahvé es almena y escudo, Te invoco cuando estoy angustiado,

38   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 39  
LOS SALMOS  
 
3
pues tú me sabes responder; llegue mi súplica a ti,
8
Señor, ningún dios como tú, presta oído a mi clamor.
4
no hay obras como las tuyas. Porque estoy harto de males,
9
Todas las naciones que has hecho con la vida al borde del Seol;
5
se postrarán ante ti, Señor; contado entre los que bajan a la fosa,
10
pues eres grande y haces maravillas, soy como un hombre acabado:
6
tú solo eres Dios. relegado entre los muertos,
11
Muéstrame, Yahvé, tu camino, como un cadáver en la tumba,
que recorreré con fidelidad; del que ya no te acuerdas,
concentra toda mi voluntad que está arrancado de tu mano.
7
en la adhesión a tu nombre. Me has echado en la fosa profunda,
12
Gracias de corazón, Señor, Dios mío, en medio de tinieblas abismales;
8
daré gloria a tu nombre por siempre, arrastro el peso de tu furor,Pausa.
13
pues grande es tu amor conmigo, me hundes con todas tus olas.
9
me has librado de lo hondo del Seol. Has alejado de mí a mis conocidos,
14
Oh Dios, los arrogantes me atacan, me has hecho para ellos un horror,
una turba de violentos acecha mi vida, cerrado estoy y sin salida,
10
y no te tienen presente. mis ojos se consumen por la pena.
15
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso, Todo el día te llamo, Yahvé,
tardo a la cólera, lleno de amor y fidelidad, tiendo mis manos hacia ti.
16 11
¡vuélvete a mí, tenme compasión! ¿Haces acaso maravillas por los
Da fuerza a tu siervo, muertos,Pausa.
salva al hijo de tu sierva. o se alzan las sombras para darte gracias?
17 12
Concédeme una señal propicia: ¿Se habla en la tumba de tu amor,
que mis adversarios vean, confundidos, de tu lealtad en el lugar de perdición?
13
que tú, Yahvé, me ayudas y consuelas. ¿Se conocen en las tinieblas tus maravillas,
o tu justicia en la tierra del olvido?
14
Pero yo, Yahvé, solicito tu socorro,
SALMO 87 (86) con el alba va a tu encuentro mi oración;
15
Sión, madre de los pueblos ¿por qué, Yahvé, me rechazas,
1
De los hijos de Coré. Salmo. Cántico. y ocultas tu rostro lejos de mí?
16
¡Está enclavada entre santos montes! Desdichado y enfermo desde mi infancia,
2
Prefiere Yahvé las puertas de Sión he soportado tus terrores, no puedo más;
17
a todas las moradas de Jacob. tu furor me ha dado alcance,
3
Maravillas se dicen de ti,Pausa. tus espantos me han aniquilado.
18
ciudad de Dios: Me anegan como el agua todo el día,
4
«Yo cuento a Rahab y Babel se aprietan contra mí todos a una.
19
entre los que me conocen. Has alejado a compañeros y amigos,
Filisteos, tirios y etíopes y son mi compañía las tinieblas.
han nacido allí».
5
Pero de Sión se ha de decir:
«Todos han nacido en ella», SALMO 89 (88)
la ha fundado el propio Altísimo. Himno y oración al Dios fiel
6 1
Yahvé escribirá en el registro de los Poema. De Etán el indígena.
2
pueblos:Pausa. Cantaré por siempre el amor de Yahvé,
«Fulano nació allí», anunciaré tu lealtad de edad en edad.
7 3
y los príncipes, lo mismo que los hijos, Firme está por siempre tu amor en el cielo,
todos ponen su morada en ti. en él cimentada tu lealtad.
4
Dije: «Una alianza pacté con mi elegido,
hice un juramento a mi siervo David:
5
SALMO 88 (87) He fundado tu estirpe para siempre,Pausa.
Lamento en la extrema aflicción he erigido tu trono de edad en edad».
1 6
Cántico. Salmo. De los hijos de Coré. Del Los cielos celebran tus maravillas, Yahvé,
maestro de coro. Para la enfermedad. Para la tu lealtad en la asamblea de los santos.
7
aflicción. Poema. De Hemán el indígena. Pues, ¿quién en las nubes se compara a Yahvé,
2
Yahvé, mi Dios salvador, quién se le iguala entre los hijos de los dioses?
8
a ti clamo noche y día; Dios es temible en el consejo de los santos,

IPB-SCA 39  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
36
grande y terrible para toda su corte. por mi santidad juré una vez
9
Yahvé, Dios Sebaot, ¿quién como tú?; que no había de mentir a David.
37
eres poderoso, tu lealtad te circunda. Su estirpe durará siempre,
10
Tú domeñas el orgullo del mar, su trono como el sol ante mí,
38
reprimes sus olas encrespadas; se mantendrá siempre como la luna,Pausa.
11
machacaste a Rahab como a un cadáver, testigo fidedigno en el cielo».
39
dispersaste al enemigo con brazo potente. Pero lo has rechazado y despreciado,
12
Tuyo es el cielo, tuya la tierra, te has enfurecido contra tu ungido;
40
fundaste el orbe y cuanto contiene; has desechado la alianza con tu siervo,
13
creaste el norte y el mediodía, has profanado por tierra su diadema.
41
el Tabor y el Hermón te aclaman. Has hecho brecha en todos sus vallados,
14
Actúas con brazo poderoso, sus fortalezas en ruina has convertido;
42
fuerte es tu mano, sublime tu derecha; le han saqueado los transeúntes,
15
Justicia y Derecho, la base de tu trono, convertido en baldón de sus vecinos.
43
Amor y Verdad marchan ante ti. Has exaltado la diestra del adversario
16
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, y llenado de gozo a todos sus enemigos;
44
que camina, Yahvé, a la luz de tu rostro, has embotado el filo de su espada,
17
que se alegra todo el día con tu nombre, no lo has sostenido en el combate.
45
que vive entusiasmado con tu justicia. Le has quitado su espléndido cetro,
18
Pues tú eres su esplendor y su fuerza, su trono por tierra has derribado;
46
con tu ayuda nos haces poderosos; has acortado su juventud,Pausa.
19
sí, de Yahvé es nuestro escudo, lo has cubierto de ignominia.
47
del Santo de Israel nuestro rey. ¿Hasta cuándo te esconderás, Yahvé?,
20
Antaño hablaste en visión ¿arderá siempre como fuego tu furor?
48
a tus amigos diciendo: Recuerda, Señor, lo que dura la vida,
«He prestado mi asistencia a un bravo, para qué poco creaste a los humanos.
49
he exaltado a un elegido de mi pueblo. ¿Podrá alguien vivir sin ver la muerte?,Pausa.
21
He encontrado en David un servidor, ¿quién escapará a las garras del Seol?
50
con mi óleo santo lo he ungido; ¿Dónde están, Señor, tus primeros amores,
22
mi mano le dará firmeza, aquello que juraste con fidelidad a David?
51
mi brazo lo hará fuerte. Acuérdate, Señor, del ultraje de tus siervos:
23
No lo sorprenderá el enemigo, cómo aguanta mi pecho la infamia de los pueblos;
52
los criminales no lo oprimirán; así ultrajan tus enemigos, Yahvé,
24
yo aplastaré a sus adversarios, así ultrajan las huellas de tu Ungido.
53
heriré a los que lo odian. ¡Bendito sea por siempre Yahvé!
25
Lo acompañarán mi lealtad y mi amor, ¡Amén! ¡Amén!
en mi nombre se hará poderoso:
26
pondré su mano sobre el Mar,
sobre Los Ríos su derecha. SALMO 90 (89)
27
Él me invocará: ¡Padre mío, Fragilidad del hombre
1
mi Dios, mi Roca salvadora! De Moisés, hombre de Dios.
28
Y yo lo nombraré mi primogénito, Señor, tú has sido para nosotros
altísimo entre los reyes de la tierra. un refugio de edad en edad.
29 2
Amor eterno le guardaré, Antes de ser engendrados los montes,
mi alianza con él será firme; antes de que naciesen tierra y orbe,
30
le daré una estirpe perpetua, desde siempre hasta siempre tú eres Dios.
3
un trono duradero como el cielo. Tú devuelves al polvo a los hombres,
31
Si sus hijos abandonan mi ley, diciendo: «Volved, hijos de Adán».
4
si no viven según mis normas, Pues mil años a tus ojos
32
si profanan mis preceptos son un ayer que pasó,
y no observan mis mandatos, una vigilia en la noche.
33 5
castigaré su rebelión con vara, Tú los sumerges en un sueño,
sus culpas a latigazos, a la mañana son hierba que brota:
34 6
pero no retiraré mi amor, brota y florece por la mañana,
no fallaré en mi lealtad. por la tarde está mustia y seca.
35 7
Mi alianza no violaré, Pues tu cólera nos ha consumido,
no me retractaré de lo dicho; nos ha anonadado tu furor.

40   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 41  
LOS SALMOS  
 
8
Has puesto nuestras culpas ante ti, estaré a su lado en la desgracia,
nuestros secretos a la luz de tu rostro. lo salvaré y lo honraré.
9 16
Bajo tu cólera declinan nuestros días, Lo saciaré de larga vida,
como un suspiro gastamos nuestros años. haré que vea mi salvación.
10
Vivimos setenta años,
ochenta con buena salud,
mas son casi todos fatiga y vanidad, SALMO 92 (91)
pasan presto y nosotros volamos. Cántico del justo
11 1
¿Quién entiende el golpe de tu ira?, Salmo. Cántico. Para el día de sábado.
2
¿quién percibe la fuerza de tu cólera? Es bueno dar gracias a Yahvé,
12
¡Enséñanos a contar nuestros días, cantar en tu honor, Altísimo,
3
para que entre la sensatez en nuestra cabeza! publicar tu amor por la mañana
13
¡Vuelve, Yahvé! ¿Hasta cuándo? y tu fidelidad por las noches,
4
Ten compasión de tus siervos. con el arpa de diez cuerdas y la lira,
14
Sácianos de tu amor por la mañana, acompañadas del rasgueo de la cítara.
5
y gozaremos y cantaremos de por vida. Pues con tus hechos, Yahvé, me alegras,
15
Alégranos por los días que nos humillaste, ante las obras de tus manos grito:
6
por los años en que conocimos la desdicha. «¡Qué grandes son tus obras, Yahvé,
16
¡Que tus siervos vean tu acción, y qué hondos tus pensamientos!»
7
y tus hijos tu esplendor! El hombre estúpido no entiende,
17
¡La benevolencia del Señor sea con nosotros! el insensato no lo comprende.
8
¡Consolida tú la acción de nuestras manos! Aunque broten como hierba los malvados
o florezcan todos los malhechores,
acabarán destruidos para siempre;
9
SALMO 91 (90) ¡pero tú eres eternamente excelso!
10
Bajo las alas divinas Mira cómo perecen tus enemigos,
1
El que habita al amparo de Elyón se dispersan todos los malhechores.
11
y mora a la sombra de Shaddai, Pero me dotas de la fuerza del búfalo,
2
diga a Yahvé: «Refugio, baluarte mío, aceite nuevo derramas sobre mí;
12
mi Dios, en quien confío». veré la derrota del que me acecha,
3
Pues él te libra de la red del cazador, escucharé la caída de los malvados.
13
de la peste funesta; El justo florece como la palma,
4
con sus plumas te protege, crece como un cedro del Líbano.
14
bajo sus alas hallas refugio: Plantados en la Casa de Yahvé,
escudo y armadura es su fidelidad. florecen en los atrios de nuestro Dios.
5 15
No temerás el terror de la noche, Todavía en la vejez producen fruto,
ni la saeta que vuela de día, siguen llenos de frescura y lozanía,
6 16
ni la peste que avanza en tinieblas, para anunciar lo recto que es Yahvé:
ni el azote que devasta a mediodía. «Roca mía, en quien no hay falsedad».
7
Aunque caigan mil a tu lado
y diez mil a tu derecha,
a ti no te alcanzará. SALMO 93 (92)
8
Basta con que fijes tu mirada, El Dios de majestad
1
verás la paga de los malvados, Reina Yahvé, vestido de majestad,
9
tú que dices: «Yahvé es mi refugio», Yahvé, vestido y ceñido de poder,
y tomas a Elyón por defensa. y así el orbe está seguro, no vacila.
10 2
El mal no te alcanzará, Tu trono está firme desde antaño,
ni la plaga se acercará a tu tienda; desde la eternidad existes tú.
11 3
que él ordenará a sus ángeles Levantan los ríos, Yahvé,
que te guarden en todos tus caminos. levantan los ríos su voz,
12
Te llevarán ellos en sus manos, los ríos levantan su bramido;
4
para que en piedra no tropiece tu pie; más que el ruido de aguas caudalosas,
13
pisarás sobre el león y la víbora, más imponente que las olas del mar,
hollarás al leoncillo y al dragón. es imponente Yahvé en las alturas.
14 5
Puesto que me ama, lo salvaré, Son firmes del todo tus dictámenes,
lo protegeré, pues me reconoce. la santidad es el ornato de tu casa,
15
Me llamará y le responderé, oh Yahvé, por días sin término.

IPB-SCA 41  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
SALMO 94 (93) aclamándolo con salmos.
3
El Dios de justicia Porque un gran Dios es Yahvé,
1
¡Dios de la venganza, Yahvé, Rey grande sobre todos los dioses;
4
Dios de la venganza, aparece! él sostiene las honduras de la tierra,
2
¡Levántate, juez de la tierra, suyas son las cumbres de los montes;
5
da su merecido a los soberbios! suyo el mar, que él mismo hizo,
3
¿Hasta cuándo los malvados, Yahvé, la tierra firme que formaron sus manos.
6
hasta cuándo triunfarán los malvados? Entrad, rindamos homenaje inclinados,
4
Cacarean diciendo insolencias, ¡arrodillados ante Yahvé que nos creó!
7
se pavonean todos los malhechores. Porque él es nuestro Dios,
5
Aplastan a tu pueblo, Yahvé, nosotros somos su pueblo,
humillan a tu heredad. el rebaño de sus pastos.
6
Matan al forastero y a la viuda, ¡Ojalá escuchéis hoy su voz!:
8
asesinan al huérfano. «No seais tercos como en Meribá,
7
Dicen: «Yahvé no lo ve, como el día de Masá en el desierto;
9
no lo advierte el Dios de Jacob». allí vuestros padres me probaron,
8
¡Comprended, estúpidos del pueblo!, me tentaron aunque vieron mis obras.
10
insensatos, ¿cuándo asesaréis? Cuarenta años me asqueó esa generación,
9
El que implantó la oreja, ¿no va a oír? y dije: Son gente de mente desviada,
El que formó los ojos, ¿no ha de ver? que no reconocen mis caminos.
10 11
El que corrige a los pueblos, ¿no ha de Por eso juré en mi cólera:
castigar? ¡No entrarán en mi reposo!»
El que enseña a los hombres, ¿no conocerá?
11
Yahvé conoce los pensamientos del hombre,
sabe que sólo son un soplo. SALMO 96 (95)
12
Feliz el hombre a quien educas, Yahvé, Yahvé, rey y juez
1
aquel a quien instruyes en tu ley, ¡Cantad a Yahvé un nuevo canto,
13
para aliviarlo tras los días amargos, canta a Yahvé, tierra entera,
2
mientras se cava la fosa para el malvado. cantad a Yahvé, bendecid su nombre!
14
Pues Yahvé no dejará a su pueblo, Anunciad su salvación día a día,
3
no abandonará a su heredad; contad su gloria a las naciones,
15
al justo se le devolverá su derecho, sus maravillas a todos los pueblos.
4
tendrán buen fin los rectos de corazón. Pues grande es Yahvé y digno de alabanza,
16
¿Quién se alzará a mi favor contra el malvado?, más temible que todos los dioses.
5
¿quién estará a mi favor contra el malhechor? Pues nada son los dioses paganos.
17
Si Yahvé no viniese en mi ayuda, Pero Yahvé hizo los cielos;
6
pronto habitaría en el silencio. gloria y majestad están ante él,
18
Cuando digo: «Vacila mi pie», poder y esplendor en su santuario.
7
tu amor, Yahvé, me sostiene; Tributad a Yahvé, familias de los pueblos,
19
en el colmo de mis cuitas interiores, tributad a Yahvé gloria y poder,
8
tus consuelos me confortan por dentro. tributad a Yahvé la gloria de su nombre.
20
¿Estás aliado a un tribunal corrupto, Traed ofrendas, entrad en sus atrios,
9
que eleva la tiranía a rango de ley? postraos ante Yahvé en el atrio sagrado,
21
Atropellan la vida del justo, ¡tiemble ante su rostro toda la tierra!
10
condenan vidas inocentes. Decid a los gentiles: «¡Yahvé es rey!»
22
Pero Yahvé es mi baluarte, El orbe está seguro, no vacila;
mi Dios, mi roca de refugio; él gobierna a los pueblos rectamente.
23 11
les pagará con su propia maldad, ¡Alégrense los cielos, goce la tierra,
los aniquilará por su malicia, retumbe el mar y cuanto encierra;
12
los aniquilará Yahvé, nuestro Dios. exulte el campo y cuanto hay en él,
griten de gozo los árboles del bosque,
13
delante de Yahvé, que ya viene,
SALMO 95 (94) viene, sí, a juzgar la tierra!
Invitatorio Juzgará al mundo con justicia,
1
Venid, cantemos gozosos a Yahvé, a los pueblos con su lealtad.
aclamemos a la Roca que nos salva;
2
entremos en su presencia dándole gracias,

42   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 43  
LOS SALMOS  
 
SALMO 97 (96) Juzgará el mundo con justicia,
Yahvé triunfante a los pueblos con equidad.
1
¡Reina Yahvé! ¡Exulte la tierra,
se alegren las islas numerosas!
2
Nubes y densa bruma lo rodean, SALMO 99 (98)
justicia y derecho afianzan su trono. Dios, rey justo y santo
3 1
Delante de él avanza fuego, Reina Yahvé, tiemblan los pueblos;
que abrasa en torno a sus adversarios; entronizado sobre querubines, vacila la tierra.
4 2
iluminan el orbe sus relámpagos, Grande es Yahvé en Sión,
lo ve la tierra y se estremece. excelso sobre todos los pueblos.
5 3
Los montes se derriten como cera, Alaben tu nombre grande y terrible:
ante el Dueño de toda la tierra; Él es santo.
6 4
los cielos proclaman su justicia, Poderoso rey que ama la justicia,
los pueblos todos ven su gloria. tú has establecido la base del derecho,
7
¡Se avergüenzan los que adoran ídolos, juicio y justicia ejerces en Jacob.
5
los que se glorían en puras vanidades; Exaltad a Yahvé, nuestro Dios,
todos los dioses le rinden homenaje! postraos ante el estrado de sus pies:
8
Sión lo oye y se alboroza, Él es santo.
6
exultan las ciudades de Judá Moisés y Aarón entre sus sacerdotes,
a causa de tus juicios, Yahvé. Samuel entre los que invocaban su nombre,
9
Porque tú eres Yahvé, invocaban a Yahvé y él les respondía.
7
Altísimo sobre toda la tierra, Les habló desde la columna de nube
por encima de todos los dioses. y ellos guardaban sus dictámenes,
10
Yahvé ama al que odia el mal, la ley que él les entregó.
8
preserva la vida de sus fieles, Yahvé, Dios nuestro, tú les respondías,
los libra de la mano del malvado. eras para ellos un Dios de perdón,
11
La luz despunta para el justo, aunque vengabas sus delitos.
9
el gozo para los rectos de corazón. Exaltad a Yahvé, nuestro Dios,
12
Justos, alegraos en Yahvé, postraos en su monte santo:
celebrad su memoria sagrada. santo es Yahvé, nuestro Dios.

SALMO 98 (97) SALMO 100 (99)


El juez de la tierra Exhortación a la alabanza
1 1
Salmo. Salmo. Para la acción de gracias.
¡Cantad a Yahvé un nuevo canto, ¡Aclama a Yahvé, tierra entera,
2
porque ha obrado maravillas; servid a Yahvé con alegría,
le sirvió de ayuda su diestra, llegaos a él con júbilo!
3
su santo brazo! Sabed que Yahvé es Dios,
2
Yahvé ha dado a conocer su salvación, él nos ha hecho y suyos somos,
ha revelado su justicia a las naciones; su pueblo y el rebaño de sus pastos.
3 4
se ha acordado de su amor y su lealtad Entrad por sus puertas dando gracias,
para con la casa de Israel. por sus atrios cantando alabanzas,
Los confines de la tierra han visto dadle gracias, bendecid su nombre.
5
la salvación de nuestro Dios. Pues bueno es Yahvé y eterno su amor,
4
¡Aclama a Yahvé, tierra entera, su lealtad perdura de edad en edad.
gritad alegres, gozosos, cantad!
5
Tañed a Yahvé con la cítara,
con la cítara al son de instrumentos; SALMO 101 (100)
6
al son de trompetas y del cuerno Espejo de príncipes
1
aclamad ante el rey Yahvé. De David. Salmo.
7
Brame el mar y cuanto encierra, Cantaré al amor y a la justicia,
el mundo y cuantos lo habitan, para ti tañeré, Yahvé;
8 2
aplaudan los ríos, iré por el camino perfecto:
aclamen los montes, ¿cuándo vendrás a mí?
9
ante Yahvé, que llega, Procederé con corazón perfecto,
que llega a juzgar la tierra. dentro de mi casa;

IPB-SCA 43  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
3 15
no pondré ante mis ojos Tus siervos aman sus piedras,
cosa villana. sienten compasión de sus ruinas.
16
Detesto la conducta criminal, Temerán las naciones el nombre de Yahvé,
no se me pegará; todos los reyes de la tierra tu gloria;
4 17
lejos de mí un corazón perverso, cuando Yahvé reconstruya Sión
no conozco la maldad. y aparezca lleno de esplendor,
5 18
Al que difama a su prójimo en secreto, se volverá a la oración del despojado,
a ése lo aniquilaré; su oración no despreciará.
19
ojo altanero y corazón hinchado Quedará esto escrito para la edad futura,
no los soportaré. y un pueblo renovado alabará a Yahvé:
6 20
Me fijo en los fieles de la tierra se ha inclinado desde su santa altura,
para que vivan conmigo; desde el cielo ha mirado a la tierra,
21
quien va por el recto camino para escuchar el suspiro del cautivo,
será mi servidor. para librar a los que aguardan la muerte.
7 22
No morará en mi casa Para proclamar en Sión el nombre de Yahvé,
quien cometa engaños; y su alabanza en Jerusalén;
23
el mentiroso no persiste cuando a una se congreguen los pueblos
delante de mis ojos. y los reinos para servir a Yahvé.
8 24
Cada mañana voy a aniquilar Él ha agotado mi fuerza por el camino,
a todos los malvados del país, ha reducido el número de mis días.
25
a extirpar de la ciudad de Yahvé Me dije: ¡Dios mío,
a todos los malhechores. en la mitad de mis días no me lleves,
tú, que vives por generaciones!
26
Desde antiguo fundaste la tierra,
SALMO 102 (101) los cielos son obra de tus manos;
27
Oración en la desgracia ellos pasan, mas tú permaneces,
1
Oración del afligido que, en su angustia, todos como ropa se desgastan,
derrama su llanto ante Yahvé. serán como vestido que se muda.
2 28
Escucha, Yahvé, mi oración, Mas tú eres el mismo,
llegue mi grito hasta ti; no tienen fin tus años.
3 29
no ocultes de mí tu rostro Los hijos de tus siervos tendrán una morada,
el día de la angustia; su descendencia subsistirá en tu presencia.
tiende hacia mí tu oído,
¡responde presto el día en que te invoco!
4
Pues mis días como humo se disipan, SALMO 103 (102)
mis huesos calientan como brasas; Dios es amor
5 1
mi corazón se seca como heno segado, De David.
hasta me olvido de comer mi pan; Bendice, alma mía, a Yahvé,
6
agotado de tanto sollozar, el fondo de mi ser, a su santo nombre.
2
mis huesos se pegan a mi piel. Bendice, alma mía, a Yahvé,
7
Me parezco al búho del páramo, nunca olvides sus beneficios.
3
estoy como lechuza entre ruinas; Él, que tus culpas perdona,
8
de continuo me desvelo y gimo que cura todas tus dolencias,
4
cual solitario pájaro en tejado; rescata tu vida de la fosa,
9
todo el día me insultan mis enemigos, te corona de amor y ternura,
5
los que me alaban maldicen por mi nombre. satura de bienes tu existencia,
10
Ceniza como en vez de pan, y tu juventud se renueva como la del águila.
6
mezclo mi bebida con lágrimas, Yahvé realiza obras de justicia
11
debido a tu cólera y tu enojo, y otorga el derecho al oprimido,
7
pues me alzaste y luego me tiraste. manifestó a Moisés sus caminos,
12
Mis días declinan como sombra, a los hijos de Israel sus hazañas.
8
me voy secando como el heno. Yahvé es clemente y misericordioso,
13
Pero tú, Yahvé, reinas por siempre, lento a la cólera y lleno de amor;
9
tu memoria alcanza de edad en edad. no se querella eternamente,
14
Te alzarás, compadecido de Sión, ni para siempre guarda rencor;
10
que es tiempo de apiadarte de ella no nos trata según nuestros yerros,
(porque se ha cumplido el plazo). ni nos paga según nuestras culpas.

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Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 45  
LOS SALMOS  
 
11 13
Como se alzan sobre la tierra los cielos, Riegas los montes desde tu alta morada,
igual de grande es su amor con sus adeptos; con la humedad de tus cámaras saturas la tierra;
12 14
como dista el oriente del ocaso, haces brotar hierba para el ganado,
así aleja de nosotros nuestros crímenes. y las plantas para el uso del hombre,
13
Como un padre se encariña con sus hijos, a fin de que saque pan de la tierra,
15
así de tierno es Yahvé con sus adeptos; y el vino que recrea el corazón del hombre,
14
que él conoce de qué estamos hechos, para que lustre su rostro con aceite
sabe bien que sólo somos polvo. y el pan conforte el corazón del hombre.
15 16
¡El hombre! Como la hierba es su vida, Los árboles de Yahvé se empapan a placer,
como la flor del campo, así florece; y los cedros del Líbano plantados por él;
16 17
lo azota el viento y ya no existe, allí ponen los pájaros su nido,
ya no lo reconoce su morada. su casa en su copa la cigüeña.
17 18
Pero el amor de Yahvé es eterno Los riscos acogen a los rebecos,
con todos que le son adeptos; las rocas cobijan a los damanes.
19
de hijos a hijos pasa su justicia, Creó la luna para marcar los tiempos,
18
para quienes saben guardar su alianza, y el sol, que conoce su ocaso;
20
y se acuerdan de cumplir sus mandatos. mandas la tiniebla y cae la noche,
19
Yahvé asentó su trono en el cielo, cuando rondan las fieras del bosque;
21
su soberanía gobierna todo el universo. los leoncillos rugen por la presa
20
Bendecid a Yahvé, ángeles suyos, y reclaman a Dios su alimento.
22
héroes potentes que cumplís sus órdenes Cuando sale el sol, se recogen,
en cuanto oís la voz de su palabra. y van a echarse en sus guaridas;
21 23
Bendecid a Yahvé, todas sus huestes, el hombre sale a su trabajo,
servidores suyos que hacéis su voluntad. para hacer su faena hasta la tarde.
22 24
Bendecid a Yahvé, todas sus obras, ¡Cuán numerosas tus obras, Yahvé!
en todos los lugares de su imperio. Todas las hiciste con sabiduría,
¡Bendice, alma mía, a Yahvé! de tus creaturas se llena la tierra.
25
Está el mar: grande y dilatado,
con un incontable hervidero
SALMO 104 (103) de animales, grandes y pequeños;
26
Esplendores de la creación lo surcan los navíos y Leviatán,
1
¡Bendice, alma mía, a Yahvé! a quien creaste para retozar en él.
27
¡Yahvé, Dios mío, qué grande eres! Todos ellos esperan de ti
Vestido de esplendor y majestad, que les des su comida a su tiempo;
2 28
te arropa la luz como un manto, se la das y ellos la toman,
como una tienda extiendes el cielo, abres tu mano y se sacian de bienes.
3 29
levantas sobre las aguas tus moradas; Si escondes tu rostro, desaparecen,
te sirven las nubes de carroza, les retiras tu soplo y expiran,
te deslizas sobre las alas del viento; y retornan al polvo que son.
4 30
tomas por mensajeros a los vientos, Si envías tu aliento, son creados,
al fuego llameante por ministro. y renuevas la faz de la tierra.
5 31
Sobre sus bases posaste la tierra, ¡Gloria a Yahvé por siempre,
inconmovible para siempre jamás. en sus obras Yahvé se regocije!
6 32
Como un ropaje la cubría el océano, El que mira a la tierra y tiembla,
sobre los montes persistían las aguas; toca los montes y humean.
7 33
a tu bramido emprendieron la huida, Cantaré a Yahvé mientras viva,
se precipitaron al escuchar tu trueno, tañeré para mi Dios mientras exista.
8 34
subiendo a los montes, bajando a los valles, ¡Que le sea agradable mi poema!
hasta el lugar que tú les asignaste; Yo tengo mi gozo en Yahvé.
9 35
les pusiste un límite infranqueable, ¡Desaparezcan los pecadores de la tierra,
por que no vuelvan a anegar la tierra. nunca más existan los malvados!
10
A los valles envías manantiales, ¡Bendice, alma mía, a Yahvé!
que van discurriendo por vaguadas;
11
abrevan a las bestias del campo,
apagan la sed de los onagros;
12
junto a ellos habitan las aves,
que entonan su canto entre la fronda.

IPB-SCA 45  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
SALMO 105 (104) prodigios en el país de Cam.
28
La maravillosa historia de Israel Mandó tinieblas, y hubo tinieblas,
¡Aleluya! pero ellos desafiaron sus palabras.
1 29
¡Dad gracias a Yahvé, invocad su nombre, Trocó sus aguas en sangre,
divulgad entre los pueblos sus hazañas! haciendo que sus peces murieran.
2 30
¡Cantadle, tañed para él, Pululaban ranas en su país,
recitad todas sus maravillas; que entraban en las estancias reales;
3 31
gloriaos en su santo nombre, lo mandó y vinieron mosquitos,
se alegren los que buscan a Yahvé! cínifes por toda su comarca.
4 32
¡Buscad a Yahvé y su poder, Les dio por lluvia granizo,
id tras su rostro sin tregua, rayos por toda su tierra;
5 33
recordad todas sus maravillas, dañó viñedos e higueras,
sus prodigios y los juicios de su boca! quebró los árboles del país.
6 34
Raza de Abrahán, su siervo, Ordenó que llegara la langosta
hijos de Jacob, su elegido: y el pulgón en número incontable;
7 35
él, Yahvé, es nuestro Dios, devoraron la hierba del país,
sus juicios afectan a toda la tierra. devoraron el fruto del suelo.
8 36
Él se acuerda siempre de su alianza, Hirió a los primogénitos del país,
palabra que impuso a mil generaciones, las primicias de su virilidad.
9 37
aquello que pactó con Abrahán, Los sacó cargados de oro y plata,
el juramento que hizo a Isaac, ni uno solo flaqueó de entre las tribus.
10 38
que puso a Jacob como precepto, Egipto se alegró de su salida,
a Israel como alianza eterna: llenos como estaban de terror.
11 39
«Te daré la tierra de Canaán Desplegó una nube para cubrirlos,
como lote de vuestra herencia». un fuego que alumbrara en la noche.
12 40
Cuando eran poco numerosos, Pidieron y mandó codornices,
gente de paso y forasteros, de pan del cielo los hartó;
13 41
vagando de nación en nación, hendió la roca y brotaron las aguas,
yendo de un reino a otro pueblo, como río corrieron por los sequedales.
14 42
a nadie permitió oprimirlos, Recordando su palabra sagrada,
por ellos castigó a los reyes: dada a Abrahán, su servidor,
15 43
«Guardaos de tocar a mis ungidos, sacó a su pueblo con alborozo,
no hagáis daño a mis profetas». a sus elegidos en medio del júbilo.
16 44
Trajo el hambre a aquel país, Les dio las tierras de los paganos,
todo bastón de pan rompió; el sudor de las naciones heredaron,
17 45
a un hombre envió por delante, para que así guarden sus preceptos
José, vendido como esclavo. y observen todas sus leyes.
18
Trabaron sus pies con grilletes,
por su cuello pasaron cadenas,
19
hasta que se cumplió su predicción SALMO 106 (105)
y la palabra de Yahvé lo acreditó. Confesión nacional
20 1
El rey ordenó ponerlo en libertad, ¡Aleluya!
el soberano de pueblos mandó soltarlo; ¡Dad gracias a Yahvé porque es bueno,
21
lo nombró administrador de su casa, porque es eterna su misericordia!
2
soberano de toda su hacienda, ¿Quién contará las proezas de Yahvé
22
para instruir a su gusto a sus magnates, o proclamará toda su alabanza?
3
y hacer sabios a sus ancianos. ¡Dichosos los que guardan el derecho,
23
Entonces Israel entró en Egipto, los que practican siempre la justicia!
4
Jacob residió en el país de Cam. ¡Acuérdate de mí, Yahvé,
24
Multiplicó sobremanera a su pueblo, hazlo por amor a tu pueblo,
lo hizo más fuerte que sus opresores; ven a ofrecerme tu ayuda.
25 5
cambió su corazón para que odiaran a su Para que vea la dicha de tus elegidos,
pueblo me alegre con la alegría de tu pueblo
y usaran malas artes con sus siervos. y me felicite con tu heredad!
26 6
Envió a Moisés, su siervo, Hemos fallado igual que nuestros padres,
y a Aarón, que había elegido, hemos cometido injusticias e iniquidades;
27 7
que ejecutaron signos en Egipto, nuestros padres, estando en Egipto,

46   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 47  
LOS SALMOS  
 
no comprendieron tus prodigios. y habló a la ligera con sus labios.
34
No se acordaron de tu gran misericordia, No exterminaron a los pueblos
se rebelaron contra el Altísimo junto al mar de que Yahvé les había indicado;
35
Suf. se mezclaron con los paganos
8
Pero él los salvó por amor de su nombre, y aprendieron sus prácticas.
36
para dar a conocer así su poderío. Adoraron a sus ídolos,
9
Increpó al mar de Suf y se secó, que les sirvieron de trampa;
37
las olas eran un páramo a su paso; sacrificaron a sus hijos
10
los salvó de la mano del adversario, y a sus hijas a demonios.
38
de la mano del enemigo los libró. Sangre inocente derramaban,
11
El agua anegó a sus adversarios, la sangre de sus hijos y sus hijas,
ni uno solo de entre ellos quedó. inmolados a los ídolos de Canaán,
12
Entonces creyeron en sus palabras y profanaron el país con crímenes.
39
y entonaron todos su alabanza. Se mancillaron con sus obras,
13
Mas pronto se olvidaron de sus obras, se prostituyeron con sus prácticas.
40
no tuvieron en cuenta sus propósitos; Entonces se inflamó la cólera de Yahvé
14
en el desierto ardían de avidez, contra su pueblo y aborreció su heredad.
41
a Dios tentaban en la estepa. Los entregó en manos de los paganos,
15
Él les concedió lo que pedían, fueron dominados por los adversarios;
42
y envió fiebre a sus gargantas. sus enemigos los tiranizaron,
16
En el campamento envidiaron a Moisés, quedaron humillados bajo su mano.
43
y a Aarón, el santo de Yahvé. Numerosas veces los libró,
17
La tierra se abrió y tragó a Datán, pero ellos, rebeldes a sus planes,
y cubrió a la cuadrilla de Abirón; seguían hundiéndose en la culpa;
18 44
ardió fuego contra su cuadrilla, pero él se fijó en su angustia,
una llama consumió a los malvados. dando oído a sus clamores.
19 45
Se hicieron un becerro en Horeb, Por ellos se acordó de su alianza,
ante una imagen fundida se postraron, se enterneció con su inmenso amor;
20 46
y fueron a cambiar su gloria hizo que de ellos se apiadaran
por la imagen de un buey que come hierba. aquellos que cautivos los tenían.
21 47
Olvidaron a Dios, su salvador, ¡Sálvanos, Yahvé, Dios nuestro,
al autor de hazañas en Egipto, reúnenos de entre las naciones,
22
de prodigios en tierra de Cam, para dar gracias a tu santo nombre
de portentos en el mar de Suf. y honrarnos cantando tu alabanza!
23 48
Dispuesto estaba a exterminarlos, ¡Bendito Yahvé, Dios de Israel,
si no es porque Moisés, su elegido, desde siempre y para siempre!
se mantuvo en la brecha frente a él, Y todo el pueblo diga: ¡Amén!
para apartar su furor destructor.
24
Desdeñaron una tierra deleitosa,
no tuvieron fe en su palabra; SALMO 107 (106)
25
murmuraron dentro de sus tiendas, Dios salva al hombre de todo peligro
no escucharon la voz de Yahvé. ¡Aleluya!
26 1
Y él, mano en alto, juró ¡Dad gracias a Yahvé porque es bueno,
hacerles caer en el desierto, porque es eterna su misericordia!
27 2
desperdigar su estirpe entre los pueblos, Que lo digan los rescatados por Yahvé,
dispersarlos por todas las naciones. los rescatados del poder del adversario,
28 3
Se aparejaron con Baal Peor los que ha reunido de todos los países,
y comieron sacrificios de muertos. de oriente y poniente, del norte y mediodía.
29 4
Así lo irritaron con sus obras, Por el desierto erraban, por la estepa,
y una plaga descargó sobre ellos. no acertaban con lugares habitados;
30 5
Pero Pinjás intervino en un juicio hambrientos y sedientos,
y así la plaga se detuvo; se sentían desfallecer.
31 6
esto se le contó como justicia Pero clamaron a Yahvé en su apuro,
de edad en edad, para siempre. y él los libró de sus angustias,
32 7
Lo enojaron en las aguas de Meribá, los condujo por el recto camino,
y mal le fue a Moisés por su culpa, hasta alcanzar un lugar habitado.
33 8
pues llegaron a amargarle el espíritu ¡Den gracias a Yahvé por su amor,

IPB-SCA 47  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
37
por sus prodigios en favor de los hombres! Siembran campos y plantan viñas,
9
Pues calmó la garganta sedienta, producen frutos en tiempo de cosecha.
38
y a los hambrientos colmó de bienes. Él los bendice y se multiplican,
10
Habitaban la tiniebla y la sombra, no deja que mengüen sus ganados.
39
cautivos de hierros y miserias, Menguados estaban y abatidos,
11
por desafiar las órdenes de Dios, presa del mal y la aflicción.
40
por despreciar el proyecto del Altísimo. El que vierte desprecio sobre príncipes,
12
Doblegó su terquedad con fatigas, los extraviaba por yermos sin camino.
41
sucumbían, privados de socorro. Pero recobra al pobre de la miseria,
13
Pero clamaron a Yahvé en su apuro, aumenta sus clanes como un rebaño;
42
y él los libró de sus angustias. los rectos lo ven y se alegran,
14
Los sacó de la tiniebla y la sombra, los malvados se tapan la boca.
43
rompió todas sus cadenas. ¿Quién es sabio? ¡Que guarde estas cosas,
15
¡Den gracias a Yahvé por su amor, y medite en el amor de Yahvé!
por sus prodigios en favor de los hombres!
16
Pues las puertas de bronce rompió,
deshizo los barrotes de hierro. SALMO 108 (107)
17
Embotados por todos sus yerros, Himno matinal y súplica nacional
1
miserables a causa de sus culpas, Cántico. Salmo. De David.
18 2
les daban repugnancia los manjares, A punto está mi corazón, oh Dios
ya estaban a las puertas de la muerte. –voy a cantar y a tañer–.
19
Pero clamaron a Yahvé en su apuro, ¡Despierta, gloria mía!
3
y él los libró de sus angustias. ¡Despertad, cítara y arpa!
20
Su palabra envió para sanarlos ¡A la aurora voy a despertar!
4
y arrancar sus vidas de la fosa. Te alabaré entre los pueblos, Yahvé,
21
¡Den gracias a Yahvé por su amor, voy a cantarte entre las gentes,
5
por sus prodigios en favor de los hombres! porque tu amor es grande hasta los cielos,
22
Ofrezcan sacrificios de acción de gracias, llega hasta las nubes tu lealtad.
6
pregonen sus obras con gritos de alegría. ¡Álzate, oh Dios, sobre los cielos,
23
Se hicieron a la mar con sus naves, y llene la tierra tu gloria!
7
comerciando por todo el océano, Para que escapen libres tus favoritos,
24
y vieron las obras de Yahvé, ¡con tu diestra salvadora respóndenos!
8
todas sus maravillas en el piélago. Dios ha hablado en su santuario:
25
A su voz, un viento de borrasca «Repartiré victorioso Siquén,
hizo encresparse a las olas; parcelaré el valle de Sucot.
26 9
al cielo subían, bajaban al abismo, Míos son Galaad y Manasés,
el peligro entrecortaba su respiración; Efraín, yelmo de mi cabeza,
27
daban vuelcos, vacilaban como ebrios, Judá, mi bastón de mando,
10
no les valía de nada su pericia. Moab, la jofaina en que me lavo;
28
Pero clamaron a Yahvé en su apuro, sobre Edom tiro mi sandalia,
y él los libró de sus angustias. sobre Filistea cantaré victoria».
29 11
A silencio redujo la borrasca, ¿Quién me guiará a la plaza fuerte,
las olas callaron a una. quién me conducirá hasta Edom?
30 12
Ellos se alegraron y se calmaron, ¿No eres tú, oh Dios, quien nos rechaza,
y él los llevó al puerto deseado. y no sales al frente de nuestras tropas?
31 13
¡Den gracias a Yahvé por su amor, Ofrécenos ayuda contra el adversario,
por sus prodigios en favor de los hombres! que es vano el socorro del hombre.
32 14
¡Alábenlo en la asamblea del pueblo, ¡Con Dios haremos proezas,
en el concejo de ancianos lo celebren! él machacará a nuestros adversarios!
33
Él cambia los ríos en desierto,
en puro sequedal los manantiales,
34
la tierra fértil en salinas, SALMO 109 (108)
cuando obran el mal sus habitantes. Salmo imprecatorio
35 1
Pero cambia el desierto en estanque, Del maestro de coro. De David. Salmo.
la árida tierra en manantial; ¡Oh Dios de mi alabanza, no calles!
36 2
asienta allí a los hambrientos, Bocas de impíos y traidores
para que funden ciudades habitadas. están abiertas contra mí.

48   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 49  
LOS SALMOS  
 
Me hablan con lengua mentirosa, envueltos en su vergüenza, como en un manto!
3 30
me envuelven con palabras odiosas, Mi boca se llenará de gracias a Yahvé,
me hacen la guerra sin razón. en medio de la multitud lo alabaré:
4 31
En pago de mi amor me acusan, porque se pone a la diestra del pobre
mientras yo rezaba por ellos; para arrancar su vida de los jueces.
5
me devuelven mal por bien,
odio en cambio de amor:
6
«¡Suscita a un malvado contra él, SALMO 110 (109)
que un fiscal se ponga a su diestra; El sacerdocio del Mesías
7 1
que en el juicio resulte culpable, De David. Salmo.
su oración considerada pecado! Oráculo de Yahvé a mi Señor:
8
¡Que sus días sean pocos, «Siéntate a mi diestra,
que otro ocupe su cargo; hasta que haga de tus enemigos
9
queden huérfanos sus hijos, estrado de tus pies».
2
quede viuda su mujer! El cetro de tu poder
10
¡Que sus hijos vaguen mendigando, extenderá Yahvé desde Sión:
sean expulsados de sus ruinas; ¡domina entre tus enemigos!
11 3
que el acreedor se quede con sus bienes Ya te pertenecía el principado
y saqueen sus ganancias los extraños! el día de tu nacimiento;
12
¡Nunca nadie le muestre amor, un esplendor sagrado
nadie se apiade de sus huérfanos, llevas desde el seno materno,
13
sea exterminada su posteridad, desde la aurora de tu juventud.
4
acabe su apellido en sus hijos! Lo ha jurado Yahvé
14
¡Sea recordada la culpa de sus padres, y no va a retractarse:
nunca se borre el pecado de su madre; «Tú eres por siempre sacerdote,
15
estén constantemente ante Yahvé, según el orden de Melquisedec».
5
y él cercene de la tierra su memoria!». El Señor está a tu derecha,
16
Se olvidó de actuar con amor, quebranta a los reyes el día de su cólera;
6
persiguió al pobre, al desdichado, sentencia a las naciones,
al de abatido corazón para matarlo; amontona cadáveres,
17
amó la maldición, sobre él recaiga, quebranta cabezas
no quiso bendición: que de él se aleje. a lo ancho de la tierra.
18 7
Se vistió la maldición como un manto: Junto al camino bebe del torrente,
¡que penetre como agua en su seno, por eso levanta la cabeza.
que entre como aceite en sus huesos!
19
¡Que sea el vestido que lo cubra,
el cinto que lo ciñe para siempre! SALMO 111 (110)
20
Ésta sea la paga de los que me acusan, Elogio de las obras divinas
1
de los que hablan maliciosos contra mí. ¡Aleluya!
21
Pero tú, oh Yahvé, Señor mío, Alef.
actúa por tu nombre en mi favor, Doy gracias a Yahvé de todo corazón,
¡líbrame por tu bondad y tu amor! Bet.
22
Que soy pobre y desdichado, en la reunión de los justos y en la comunidad.
y tengo herido el corazón; Guímel.
23 2
me desvanezco lo mismo que una sombra, Grandes son las obras de Yahvé,
me sacuden igual que a la langosta. Dálet.
24
Con tanto ayuno se doblan mis rodillas, meditadas por todos que las aman.
falta de grasa, enflaquece mi carne; He.
25 3
me he convertido en burla de ellos, Actúa con esplendor y majestad,
cuando me ven, menean la cabeza. Vau.
26
¡Ayúdame, Yahvé, Dios mío, su justicia permanece para siempre.
sálvame según tu bondad! Zain.
27 4
¡Sepan que esto es cosa tuya, De sus proezas dejó un memorial.
que tú, Yahvé, lo has hecho! Jet.
28
¡Maldigan ellos, pero tú bendice! ¡Clemente y compasivo Yahvé!
¡Se avergüencen mis rivales y tu siervo se alegre! Tet.
29 5
¡Se vistan de ignominia los que me acusan, Dio de comer a quienes lo honran,

IPB-SCA 49  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
Yod. Nun.
se acuerda por siempre de su alianza. con firme corazón confiará en Yahvé.
Kaf. Sámek.
6 8
Reveló a su pueblo la fuerza de su acción, Seguro y animoso, nada temerá,
Lámed. Ain.
les dio como herencia las naciones. hasta ver humillado al adversario.
Mem. Pe.
7 9
Su mano actúa con verdad y justicia, Da con largueza a los pobres,
Nun. Sade.
son leales todos sus mandatos, su justicia permanece para siempre,
Sámek. Qof.
8
válidos para siempre jamás, alzará su frente con honor.
Ain. Reš.
10
para cumplirlos con verdad y rectitud. Lo ve el malvado y se enfurece,
Pe. Šin.
9
Envió la redención a su pueblo, rechinando sus dientes, se consume.
Sade. Tau.
determinó para siempre su alianza; Los afanes del malvado fracasan.
Qof.
santo y temible es su nombre.
Reš. SALMO 113 (112)
10
Principio del saber es temer al Señor; Al Dios de gloria y de piedad
1
Šin. ¡Aleluya!
son cuerdos los que lo practican. ¡Alabad, siervos de Yahvé,
Tau. alabad el nombre de Yahvé!
2
Su alabanza permanece para siempre. ¡Bendito el nombre de Yahvé,
desde ahora y por siempre!
3
¡De la salida del sol hasta su ocaso,
SALMO 112 (111) sea alabado el nombre de Yahvé!
4
Elogio del justo ¡Excelso sobre los pueblos Yahvé,
1
¡Aleluya! más alta que los cielos su gloria!
5
Alef. ¿Quién como Yahvé, nuestro Dios,
¡Dichoso el hombre que respeta a Yahvé, con su trono arriba, en las alturas,
6
Bet. que se abaja para ver el cielo y la tierra?
7
que encuentra placer en todos sus mandatos! Levanta del polvo al desvalido,
Guímel. alza al pobre del estiércol,
2 8
Su estirpe arraigará con fuerza en el país, para sentarlo en medio de los nobles,
Dálet. en medio de los nobles de su pueblo.
9
la raza de los rectos será bendita. Asienta a la estéril en su casa,
He. como madre feliz con hijos.
3
Su casa abundará en riqueza y bienestar,
Vau.
se afianzará su justicia para siempre. SALMO 114 (113 A)
Zain. Himno Pascual
4
En las tinieblas ilumina a los rectos, ¡Aleluya!
1
Jet. Al salir Israel de Egipto,
tierno, clemente y justo. Jacob de un pueblo extranjero,
2
Tet. Judá fue su santuario,
5
Feliz el hombre que se apiada y presta, Israel fue su dominio.
3
Yod. El mar lo vio y huyó,
y arregla rectamente sus asuntos. el Jordán retrocedió,
4
Kaf. los montes brincaron como carneros,
6
Nunca verá su existencia amenazada, las colinas igual que corderos.
5
Lámed. Mar, ¿qué te pasa que huyes,
el justo dejará un recuerdo estable. y tú, Jordán, que retrocedes,
6
Mem. montes, que brincáis como carneros,
7
No habrá de temer las malas noticias, colinas igual que corderos?

50   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 51  
LOS SALMOS  
 
7
La tierra tiembla en presencia del Dueño, me sorprendieron las redes del Seol;
en presencia del Dios de Jacob, me encontraba triste y angustiado,
8 4
el que cambia la peña en estanque e invoqué el nombre de Yahvé:
y hace del pedernal una fuente. ¡Socorro, Yahvé, sálvame!
5
Tierno y justo es Yahvé,
nuestro Dios es compasivo;
6
SALMO 115 (113 B) Yahvé guarda a los pequeños,
El único Dios verdadero estaba yo postrado y me salvó.
1 7
¡No a nosotros, Yahvé, no a nosotros, ¡Vuelve a tu calma, alma mía,
sino a tu nombre da gloria, que el Señor te ha favorecido!
8
por tu amor y tu lealtad! Ha guardado mi vida de la muerte,
2
Que no digan los paganos: mis ojos de las lágrimas,
«¿Dónde está tu Dios»? mis pies de la caída.
3 9
Nuestro Dios está en el cielo, Caminaré en presencia de Yahvé
y hace todo cuanto quiere. en el mundo de los vivos.
4 10
Plata y oro son sus ídolos, ¡Tengo fe, aún cuando digo:
obra de la mano del hombre. «Mira que soy desdichado»!,
5 11
Tienen boca y no hablan, yo que dije consternado:
tienen ojos y no ven, «los hombres son mentirosos».
6 12
tienen orejas y no oyen, ¿Cómo pagar a Yahvé
tienen nariz y no huelen. todo el bien que me ha hecho?
7 13
Tienen manos y no palpan, Alzaré la copa de salvación
tienen pies y no caminan, e invocaré el nombre de Yahvé.
14
tienen garganta sin voz. Cumpliré mis votos a Yahvé
8
¡Sean como ellos los que los hacen, en presencia de todo el pueblo.
15
los que en ellos ponen su confianza! Mucho le cuesta a Yahvé
9
Casa de Israel, confía en Yahvé, la muerte de los que lo aman.
16
él es su auxilio y su escudo; ¡Ah, Yahvé, yo soy tu siervo,
10
casa de Aarón, confía en Yahvé, tu siervo, hijo de tu esclava,
él es su auxilio y su escudo; tú has soltado mis cadenas!
11 17
leales a Yahvé, confiad en Yahvé, Te ofreceré sacrificio de acción de gracias
él es su auxilio y su escudo. e invocaré el nombre de Yahvé.
12 18
Yahvé se acuerda y nos bendice: Cumpliré mis votos a Yahvé
Bendice a la casa de Israel, en presencia de todo el pueblo,
19
bendice a la casa de Aarón, en los atrios de la Casa de Yahvé,
13
bendice a los leales a Yahvé, en medio de ti, Jerusalén.
a todos, pequeños y grandes.
14
¡Que Yahvé os multiplique,
a vosotros y a vuestros hijos! SALMO 117 (116)
15
¡Benditos seais de Yahvé, Invitación a la alabanza
que hizo el cielo y la tierra! ¡Aleluya!
16 1
El cielo es el cielo de Yahvé, ¡Alabad a Yahvé, todas las naciones,
la tierra se la ha dado al hombre. ensalzadlo, pueblos todos!
17 2
Los muertos no alaban a Yahvé, Pues sólido es su amor hacia nosotros,
ninguno de los que bajan al Silencio. la lealtad de Yahvé dura para siempre.
18
Nosotros, los vivos, bendecimos a Yahvé,

SALMO 118 (117)


desde ahora y por siempre. En la fiesta de las Tiendas
SALMO 116 (114-115) ¡Aleluya!
1
Acción de gracias ¡Dad gracias a Yahvé, porque es bueno,
¡Aleluya! porque es eterno su amor!
1 2
Amo a Yahvé porque escucha ¡Diga la casa de Israel:
mi voz suplicante; es eterno su amor!
2 3
porque inclina su oído hacia mí ¡Diga la casa de Aarón:
el día que lo llamo. es eterno su amor!
3 4
Me aferraban los lazos de la muerte, ¡Digan los que están por Yahvé:

IPB-SCA 51  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
es eterno su amor! SALMO 119 (118)
5
En mi angustia grité a Yahvé, Elogio de la ley divina
me respondió y me dio respiro; Alef.
6 1
Yahvé está por mí, no temo, Dichosos los que caminan rectamente,
¿qué puede hacerme el hombre? los que proceden en la ley de Yahvé.
7 2
Yahvé está por mí y me ayuda, Dichosos los que guardan sus preceptos,
y yo desafío a los que me odian. los que lo buscan de todo corazón;
8 3
Mejor refugiarse en Yahvé los que, sin cometer iniquidad,
que poner la confianza en el hombre; andan por sus caminos.
9 4
mejor refugiarse en Yahvé Tú promulgaste tus ordenanzas,
que poner la confianza en los nobles. para que sean guardadas cabalmente.
10 5
Me rodeaban todos los gentiles, ¡Ojalá mis caminos estén firmes
en el nombre de Yahvé los rechacé; para poder guardar tus preceptos!
11 6
me rodeaban una y otra vez, No me veré entonces defraudado
en el nombre de Yahvé los rechacé. al mirar todos tus mandamientos.
12 7
Me rodeaban lo mismo que avispas, Te daré gracias con toda sinceridad
llameaban cual fuego de zarzas, cuando aprenda tus justas normas.
8
en el nombre de Yahvé los rechacé. Quiero observar tus preceptos,
13
¡Cómo me empujaban para tirarme!, no me abandones del todo.
pero Yahvé vino en mi ayuda. Bet.
14 9
Mi fuerza y mi canto es Yahvé, ¿Cómo purificará el joven su conducta?
él fue mi salvación. Observando tu palabra.
15 10
Clamor de júbilo y victoria Te busco de todo corazón,
se oye en las tiendas de los justos: no me desvíes de tus mandatos.
11
«La diestra de Yahvé hace proezas, En el corazón guardo tu promesa,
16
magnífica es la diestra de Yahvé, para no pecar contra ti.
12
la diestra de Yahvé hace proezas». ¡Bendito seas, Yahvé,
17
No he de morir, viviré enséñame tus preceptos!
13
y contaré las obras de Yahvé. Con mis labios he contado
18
Me castigó, me castigó Yahvé, lo que dispone tu boca.
14
mas a la muerte no me entregó. Me recreo cumpliendo tus dictámenes
19
¡Abridme las puertas del triunfo, más que en toda riqueza.
15
y entraré dando gracias a Yahvé! Tus ordenanzas quiero meditar
20
Aquí está la puerta de Yahvé, y fijarme en tu forma de actuar.
16
los triunfadores entrarán por ella. Me deleito en tus preceptos,
21
Te doy gracias por escucharme, no olvido tu palabra.
por haber sido mi salvación. Guímel.
22 17
La piedra que desecharon los albañiles Favorece a tu siervo y viviré,
se ha convertido en la piedra angular; y así guardaré tu palabra.
23 18
esto ha sido obra de Yahvé, Abre mis ojos y contemplaré
nos ha parecido un milagro. las maravillas de tu ley.
24 19
¡Éste es el día que hizo Yahvé, Soy un forastero en la tierra,
exultemos y gocémonos en él! no me ocultes tus mandamientos.
25 20
¡Yahvé, danos la salvación! Me consumo todo deseando
¡Danos el éxito, Yahvé! tus normas en todo tiempo.
26 21
¡Bendito el que entra en nombre de Yahvé! Tú has increpado a los soberbios,
Os bendecimos desde la Casa de Yahvé. ¡malditos los que se apartan de tus mandatos!
27 22
Yahvé es Dios, él nos ilumina. Aleja de mí oprobio y menosprecio,
¡Cerrad la procesión, ramos en mano, porque he guardado tus dictámenes.
23
hasta los ángulos del altar! Aunque los nobles deliberen contra mí,
28
Tú eres mi Dios, te doy gracias, tu siervo medita en tus preceptos.
24
Dios mío, quiero ensalzarte. Tus dictámenes hacen mis delicias,
29
¡Dad gracias a Yahvé, porque es bueno, tus preceptos son mis consejeros.
porque es eterno su amor! Dálet.
25
Estoy abatido en el polvo,
hazme vivir por tu palabra.
26
Te conté mi vida y me respondiste,

52   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 53  
LOS SALMOS  
 
enséñame tus preceptos. que abandonan tu ley.
27 54
Indícame el camino hacia tus mandatos Tus preceptos son cantares para mí
y meditaré en todas tus maravillas. en mi mansión de forastero.
28 55
Me deshago en lágrimas por la pena, Por la noche me acuerdo de tu nombre,
sosténme conforme a tu palabra. Yahvé, quiero guardar tu ley.
29 56
Aléjame del camino de la mentira Ésta es mi tarea:
y dame la gracia de tu ley. guardar tus ordenanzas.
30
He escogido el camino de la lealtad, Jet.
57
me conformo a tus disposiciones. Mi porción es Yahvé. He decidido
31
Me mantengo adherido a tus preceptos, guardar tus palabras.
58
no me confundas, Yahvé. Busco con anhelo tu favor,
32
Recorro el camino de tus mandatos, tenme piedad por tu promesa.
59
pues tú dilatas mi corazón. He examinado mis caminos
He. y vuelvo mis pasos a tus dictámenes.
33 60
Enséñame, Yahvé, el camino de tus preceptos, Me doy prisa, sin tardar,
lo quiero recorrer como recompensa. en observar tus mandamientos.
34 61
Dame inteligencia para guardar tu ley Me envuelven las redes de los malvados,
y observarla de todo corazón. pero yo no olvido tu ley.
35 62
Llévame por la senda de tus mandatos, Me levanto a medianoche a darte gracias,
que en ella me siento complacido. por la justicia de tus normas.
36 63
Inclina mi corazón a tus dictámenes, Amigo soy de los que te respetan
y no a ganancias injustas. y observan tus ordenanzas.
37 64
Aparta mis ojos de la vanidad, De tu amor, Yahvé, está llena la tierra,
hazme vivir por tu palabra. enséñame tus preceptos.
38
Mantén a tu siervo tu promesa, Tet.
65
que conduce a tu temor. Has sido generoso con tu siervo,
39
Apártame el oprobio que me espanta, oh Yahvé, conforme a tu palabra.
66
pues son buenas tus decisiones. Enséñame cordura y sabiduría,
40
Mira que anhelo tus ordenanzas, pues tengo fe en tus mandamientos.
67
hazme vivir por tu justicia. Antes de humillarme, me descarriaba,
Vau. pero ahora cumplo tu palabra.
41 68
¡Llegue a mí tu amor, Yahvé, Tú, que eres bueno y bienhechor,
tu salvación, conforme a tu promesa! enséñame tus preceptos.
42 69
Y daré respuesta al que me insulta, Los soberbios me enredan con mentiras,
porque confío en tu palabra. pero guardo tus ordenanzas de corazón.
43 70
No apartes de mi boca la palabra veraz, Como de grasa se embota su corazón,
pues tengo esperanza en tus mandamientos. pero yo me deleito en tu ley.
44 71
Observaré sin descanso tu ley, Considero un bien ser humillado,
para siempre jamás. para así aprender tus preceptos.
45 72
Y andaré por camino anchuroso, Considero un bien la ley de tu boca,
pues voy buscando tus ordenanzas. más que miles de monedas de oro y de plata.
46
De tus dictámenes hablaré ante los reyes, Yod.
73
y no tendré que avergonzarme. Tus manos me han hecho y me han formado,
47
Me deleitaré en tus mandatos, instrúyeme para aprender tus mandamientos.
74
que amo muchísimo. Los que te respetan me miran alegres,
48
Tiendo mis manos hacia ti, porque sé esperar en tu palabra.
75
medito en todos tus preceptos. Sé, Yahvé, que son justas tus decisiones,
Zain. que tú me humillas con lealtad.
49 76
Recuerda la palabra dada a tu siervo, Que tu amor sea mi consuelo,
de la que has hecho mi esperanza. según prometiste a tu siervo.
50 77
Éste es mi consuelo en mi miseria: Que me alcance tu ternura y viviré,
que me da vida tu promesa. porque tu ley es mi delicia.
51 78
Los soberbios me insultan hasta el colmo, Queden confundidos los soberbios que me
pero yo no me aparto de tu ley. calumnian,
52
Me acuerdo de tus normas de antaño, pero yo medito en tus ordenanzas.
79
oh Yahvé, y me consuelo. Vuélvanse hacia mí los que te respetan,
53
Me arrebata el furor por los malvados, los que conocen tus dictámenes.

IPB-SCA 53  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
80 106
Sea mi corazón firme en tus preceptos, Lo he jurado y he de cumplirlo:
para que no quede avergonzado. guardar tus justas disposiciones.
107
Kaf. Estoy sobremanera humillado, Yahvé,
81
Se consume mi ser en pos de tu salvación, dame la vida conforme a tu palabra.
108
espero en tu palabra. Acepta, Yahvé, los votos de mi boca,
82
Se consumen mis ojos en pos de tu promesa: y hazme ver tu voluntad.
109
¿Cuándo me consolarás? Mi vida está en mis manos sin cesar,
83
Aunque quede como un odre ahumado, pero no olvido tu ley.
110
no me olvido de tus preceptos. Me tienden lazos los malvados,
84
¿Cuántos años vivirá aún tu siervo? pero no me desvío de tus ordenanzas.
111
¿cuándo juzgarás a mis perseguidores? Tus dictámenes son mi herencia perpetua,
85
Los soberbios me han cavado fosas, ellos son la alegría de mi corazón.
112
los que van en contra de tu ley. Inclino mi corazón a cumplir tus preceptos,
86
Todos tus mandatos son verdad, que son recompensa para siempre.
me persiguen con mentira, ¡ayúdame! Sámek.
87 113
Poco falta porque me borren de la tierra, Aborrezco la doblez
pero yo tus ordenanzas no abandono. y amo en cambio tu ley.
88 114
Hazme vivir en nombre de tu amor, Tú eres mi escudo y mi refugio,
y guardaré el dictamen de tu boca. yo espero en tu palabra.
115
Lámed. ¡Apartaos de mí, malvados,
89
Tu palabra, Yahvé, para siempre, quiero guardar los mandamientos de mi Dios!
116
firme está en los cielos. Sosténme con tu promesa y viviré,
90
Tu verdad dura por todas las edades, no defraudes mi esperanza.
117
tú asentaste la tierra, que persiste. Sé tú mi apoyo y estaré a salvo,
91
Tu disposición conserva todo hasta hoy, y sin cesar me fijaré en tus preceptos.
118
pues todas las cosas están a tu servicio. Rechazas a los que se apartan de tu voluntad,
92
De no haberme deleitado en tu ley, que utilizan la mentira en sus cálculos.
119
ya habría perecido en mi aflicción. Consideras escoria a los malvados de la tierra,
93
Jamás olvidaré tus ordenanzas, por eso amo tus dictámenes.
120
con ellas me mantienes en vida. Tu terror me hace temblar,
94
Tuyo soy, sálvame, tengo miedo de tus juicios.
pues busco tus ordenanzas. Ain.
95 121
Los malvados me acechan para perderme, Practico derecho y justicia,
pero estoy atento a tus dictámenes. no me entregues a mis opresores.
96 122
En todo lo perfecto he visto límites: Sal fiador en favor de tu siervo,
¡Pero qué inmenso tu mandamiento! que no me opriman los soberbios.
123
Mem. Mis ojos languidecen por tu salvación,
97
¡Oh, cuánto amo tu ley! por tu promesa de justicia.
124
Todo el día la medito. Trata a tu siervo según tu amor,
98
Tu mandato me hace más sabio que mis enséñame tus preceptos.
125
enemigos, Soy tu siervo, hazme entender
porque es mío para siempre. y aprenderé tus dictámenes.
99 126
Gano en sagacidad a mis maestros, Ya es hora de actuar, Yahvé,
porque medito tus dictámenes. se ha violado tu ley.
100 127
Gano en cordura a los ancianos, También yo amo tus mandamientos,
porque guardo tus ordenanzas. más que el oro, que el oro fino.
101 128
Aparto mis pasos del mal camino, También yo me guío por tus preceptos
para guardar así tu palabra. y aborrezco el camino de la mentira.
102
Nunca me aparto de tus normas, Pe.
129
porque así me instruyes tú. Tus dictámenes son maravillas,
103
¡Qué dulce me sabe tu promesa, por eso los guardo con ansia.
130
más que la miel a mi boca! Al manifestarse, tus palabras iluminan,
104
Con tus ordenanzas cobro inteligencia, dando inteligencia a los sencillos.
131
por eso odio la senda del engaño. Abro bien mi boca y hondo aspiro,
Nun. que estoy ansioso de tus mandatos.
105 132
Tu palabra es antorcha para mis pasos, Vuélvete a mí y tenme piedad,
luz para mi sendero. como es justo con los que aman tu nombre.

54   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 55  
LOS SALMOS  
 
133 160
Afirma mis pasos en tu promesa, El conjunto de tu palabra es la verdad,
que no me domine ningún mal. tus rectos juicios duran por siempre.
134
Rescátame de la opresión humana, Šin.
161
y yo tus ordenanzas guardaré. Unos príncipes me persiguen sin razón,
135
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, mas mi corazón teme tus palabras.
162
y enséñame tus preceptos. Yo me regocijo en tu promesa
136
Ríos de lágrimas vierten mis ojos, como quien halla un gran botín.
163
porque no se guarda tu ley. Abomino y detesto la mentira,
Sade. pero amo en cambio tu ley.
137 164
¡Justo eres, Yahvé, Siete veces al día te alabo,
y rectos tus juicios! por la rectitud de tus juicios.
138 165
Con justicia impones tus dictámenes, Rebosan paz los que aman tu ley,
con colmada fidelidad. ningún contratiempo los hace tropezar.
139 166
Mi celo me consume, Espero tu salvación, Yahvé,
pues mis adversarios olvidan tus palabras. y cumplo tus mandamientos.
140 167
Tu promesa es pura en extremo, Aspiro a guardar tus dictámenes,
y tu siervo la ama. los amo sobremanera.
141 168
Pequeño soy y despreciado, Guardo tus ordenanzas y dictámenes,
mas no olvido tus ordenanzas. tienes presente todos mis caminos.
142
Justicia eterna es tu justicia, Tau.
169
verdad es tu ley. Llegue mi grito ante ti, Yahvé,
143
Aunque me alcancen angustia y opresión, por tu palabra hazme comprender.
170
tus mandamientos hacen mis delicias. Llegue mi súplica a tu presencia,
144
Justicia eterna son tus dictámenes, líbrame por tu promesa.
171
dame entendimiento y viviré. Mis labios proclaman tu alabanza,
Qof. pues tú me enseñas tus preceptos.
145 172
Invoco de corazón, respóndeme, Yahvé, Mi lengua proclama tu promesa,
y guardaré tus preceptos. pues justos son tus mandamientos.
146 173
Yo te invoco, sálvame, Acuda tu mano en mi socorro,
y guardaré tus dictámenes. pues he elegido tus ordenanzas.
147 174
Me adelanto a la aurora y pido auxilio, Anhelo tu salvación, Yahvé,
espero en tu palabra. tu ley hace mis delicias.
148 175
Mis ojos se adelantan a las vigilias nocturnas, Que mi ser viva para alabarte,
a fin de meditar en tu promesa. que tus disposiciones me ayuden.
149 176
Por tu amor, Yahvé, escucha mi voz, Me he descarriado como oveja,
dame vida conforme a tus juicios. ven en busca de tu siervo.
150
Se acercan a la infamia mis perseguidores, No, no olvido tus mandamientos.
se alejan de tu ley.
151
Tú estás cerca, Yahvé,
tus mandamientos son verdad. SALMO 120 (119)
152
Hace tiempo que sé de tus dictámenes, Los enemigos de la paz
1
que tú estableciste para siempre. Canción de las subidas
Reš. A Yahvé, en mi angustia,
153
Mira mi aflicción y líbrame, grité y me respondió.
2
que yo no olvido tu ley. ¡Líbrame, Yahvé, del labio mentiroso,
154
Defiende mi causa, rescátame, de la lengua tramposa!
3
dame vida conforme a tu promesa. ¿Qué te dará y te añadirá,
155
Lejos de los malvados tu salvación, lengua tramposa?
4
pues no buscan tus preceptos. ¡Flechas afiladas de guerrero
156
Grande es tu ternura, Yahvé, y ascuas de retama!
5
dame vida conforme a tus juicios. ¡Ay de mí, que vivo en Mésec,
157
Muchos son mis enemigos y adversarios, que habito en la tiendas de Quedar!
6
pero yo no me aparto de tus dictámenes. Harto estoy de vivir
158
Veo a los traidores y me disgusta con los que odian la paz.
7
que no guarden tu promesa. Si yo hablo de paz,
159
Pero yo amo tus ordenanzas, Yahvé, ellos prefieren guerra.
dame la vida por tu amor.

IPB-SCA 55  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
esperando que se apiade de nosotros.
3
SALMO 121 (120) ¡Piedad, Yahvé, ten piedad,
El guardián de Israel que estamos hartos de desprecio!
1 4
Canción para las subidas. Estamos por demás saturados
Alzo mis ojos a los montes, del sarcasmo de los satisfechos.
¿de dónde vendrá mi auxilio? (¡Los soberbios merecen el desprecio!)
2
Mi auxilio viene de Yahvé,
que hizo el cielo y la tierra.
3
¡No deja a tu pie resbalar! SALMO 124 (123)
¡No duerme tu guardián! El salvador de Israel
4 1
No duerme ni dormita Canción de las subidas. De David.
el guardián de Israel. Si Yahvé no hubiera estado por nosotros
5
Es tu guardián Yahvé, –que lo diga Israel–,
2
Yahvé tu sombra a tu diestra. si Yahvé no hubiera estado por nosotros,
6
De día el sol no te herirá, cuando unos hombres nos asaltaron,
3
tampoco la luna de noche. vivos nos habrían tragado
7
Yahvé te guarda del mal, en el ardor de su cólera.
4
es el guardián de tu vida. Las aguas nos habrían arrollado,
8
Yahvé guarda tus entradas y salidas, un torrente nos habría anegado,
5
desde ahora para siempre. nos habría llegado al cuello
el agua en su vorágine.
6
¡Bendito Yahvé, que no nos hizo
SALMO 122 (121) presa de sus dientes!
7
Saludo a Jerusalén Nuestra vida escapó como un pájaro
1
Canción de las subidas. De David. del lazo del cazador.
¡Qué alegría cuando me dijeron: El lazo se rompió,
Vamos a la Casa de Yahvé! nosotros escapamos.
2 8
¡Finalmente pisan nuestros pies Nuestra ayuda es el nombre de Yahvé,
tus umbrales, Jerusalén! que hizo el cielo y la tierra.
3
Jerusalén, ciudad edificada
toda en perfecta armonía,
4
adonde suben las tribus, SALMO 125 (124)
las tribus de Yahvé, Dios protege a los suyos
1
según costumbre en Israel, Canción de las subidas.
a dar gracias al nombre de Yahvé. Los que confían en Yahvé son como el monte
5
Allí están los tronos para el juicio, Sión,
los tronos de la casa de David. inconmovible, estable para siempre.
6 2
Invocad la paz sobre Jerusalén, ¡Jerusalén, de montes rodeada!
vivan tranquilos los que te aman, Así rodea a su pueblo Yahvé
7
haya calma dentro de tus muros, desde ahora y para siempre.
3
que tus palacios estén en paz. Nunca caerá el cetro impío
8
Por amor de mis hermanos y amigos sobre la heredad de los justos,
quiero decir: ¡La paz contigo! para que los justos no alarguen
9
Por la Casa de Yahvé, nuestro Dios, su mano a la maldad.
4
pediré todo bien para ti. Favorece a los buenos, Yahvé,
a los rectos de corazón.
5
¡A los que se desvían por sendas tortuosas
SALMO 123 (122) los suprima Yahvé con los malhechores!
Oración de los afligidos ¡Paz a Israel!
1
Canción de las subidas.
A ti levanto mis ojos,
tú que habitas en el cielo. SALMO 126 (125)
2
Lo mismo que los ojos de los siervos Canto del regreso
1
miran a la mano de sus amos, Canción de las subidas.
lo mismo que los ojos de la sierva Cuando Yahvé repatrió a los cautivos de Sión,
miran a la mano de su señora, nos parecía estar soñando;
2
nuestros ojos miran a Yahvé, nuestro Dios, entonces se llenó de risas nuestra boca,

56   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 57  
LOS SALMOS  
 
nuestros labios de gritos de alegría. Contra los enemigos de Sión
1
Los paganos decían: ¡Grandes cosas Canción de las subidas.
ha hecho Yahvé en su favor! Mucho me han atacado desde mi juventud
3
¡Sí, grandes cosas ha hecho por nosotros –que lo diga Israel–,
2
Yahvé, y estamos alegres! mucho me han atacado desde mi juventud,
4
¡Recoge, Yahvé, a nuestros cautivos, pero no han podido conmigo.
3
sean como torrentes del Negueb! Mi espalda araron aradores,
5
Los que van sembrando con lágrimas y alargaron sus surcos.
4
cosechan entre gritos de júbilo. Yahvé, que es justo, rompió
6
Al ir, van llorando, las coyundas de los malvados.
5
llevando la semilla; ¡Queden avergonzados, retrocedan
y vuelven cantando, todos los que odian a Sión;
6
trayendo sus gavillas. sean como hierba del tejado,
que se seca antes de arrancarla!
7
El segador no llena con ella su mano
SALMO 127 (126) ni su regazo el gavillador;
8
Abandono en la Providencia y no dicen tampoco los que pasan:
1
Canción de las subidas. De Salomón. «Que Yahvé os colme de bendición».
Si Yahvé no construye la casa, Nosotros os bendecimos en el nombre de Yahvé.
en vano se afanan los albañiles;
si Yahvé no guarda la ciudad,
en vano vigila la guardia. SALMO 130 (129)
2
En vano os levantáis temprano De profundis
1
y después retrasáis el descanso Canción de las subidas.
los que coméis pan con fatiga, Desde lo hondo a ti grito, Yahvé:
2
¡si se lo da a su amado mientras duerme! ¡Señor, escucha mi clamor!
3
La herencia de Yahvé son los hijos, ¡Estén atentos tus oídos
su recompensa el fruto del vientre; a la voz de mis súplicas!
4 3
como flechas en mano de un guerrero Si retienes las culpas, Yahvé,
son los hijos de la juventud. ¿quién, Señor, resistirá?
5 4
Feliz el varón que llena Pero el perdón está contigo,
con esas flechas su aljaba; para ser así respetado.
5
no se avergonzará cuando litigue Aguardo anhelante a Yahvé,
con sus enemigos en la puerta. espero en su palabra;
6
mi ser aguarda al Señor
más que el centinela a la aurora;
SALMO 128 (127) más que el centinela a la aurora,
7
Bendición del justo aguarde Israel a Yahvé.
1
Canción de las subidas. Yahvé está lleno de amor,
¡Dichosos los que temen a Yahvé su redención es abundante;
8
y recorren todos sus caminos! él redimirá a Israel
2
Del trabajo de tus manos comerás, de todas sus culpas.
¡dichoso tú, que todo te irá bien!
3
Tu esposa, como parra fecunda,
dentro de tu casa; SALMO 131 (130)
tus hijos, como brotes de olivo, Con espíritu de infancia
1
en torno a tu mesa. Canción de las subidas. De David.
4
Con tales bienes será bendecido Mi corazón, Yahvé, no es engreído,
el hombre que respeta a Yahvé. ni son mis ojos altaneros.
5
¡Bendígate Yahvé desde Sión, No doy vía libre a la grandeza,
que veas la prosperidad de Jerusalén ni a prodigios que me superan.
2
todos los días de tu vida, No, me mantengo en paz y silencio,
6
y veas a los hijos de tus hijos! como niño en el regazo materno.
¡Paz a Israel! ¡Mi deseo no supera al de un niño!
3
¡Espera, Israel, en Yahvé
desde ahora y por siempre!
SALMO 129 (128)

IPB-SCA 57  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
allí dispensa Yahvé bendición,
SALMO 132 (131) la vida para siempre.
En el aniversario del traslado del arca
1
Canción de las subidas.
Acuérdate, Yahvé, de David, SALMO 134 (133)
de todos sus desvelos, Para la fiesta nocturna
2 1
del juramento que hizo a Yahvé, Canción de las subidas.
de su voto al Fuerte de Jacob: ¡Vamos, bendecid a Yahvé
3
«No he de entrar en la tienda, mi casa, todos los siervos de Yahvé,
no me meteré en la cama en que reposo, que servís en la Casa de Yahvé,
4
no he de conceder sueño a mis ojos en los atrios de la Casa de nuestro Dios!
2
ni quietud a mis párpados, ¡Por las noches alzad las manos al santuario,
5
hasta encontrar un lugar para Yahvé, y bendecid a Yahvé!
3
una morada para el Fuerte de Jacob». ¡Te bendiga desde Sión Yahvé,
6
Sí, oímos de Ella que está en Efratá, que hizo el cielo y la tierra!
¡la hemos encontrado en los Campos del Bosque!
7
¡Entremos en el lugar donde Él habita,
postrémonos ante el estrado de sus pies! SALMO 135 (134)
8
¡Levántate, Yahvé, hacia tu reposo, Himno de laudes
1
ven con el arca de tu poder! ¡Aleluya!
9
Tus sacerdotes se vistan de fiesta, Alabad el nombre de Yahvé,
griten de alegría tus amigos. alabad, siervos de Yahvé,
10 2
A causa de David, tu siervo, que servís en la Casa de Yahvé,
no rechaces el rostro de tu ungido. en los atrios de la Casa de nuestro Dios.
11 3
Yahvé ha jurado a David Alabad a Yahvé, porque es bueno,
verdad que no retractará: tañed para su nombre, que es amable.
4
«Un fruto de tu seno Pues Yahvé se ha elegido a Jacob,
sentaré en tu trono. a Israel, para ser su propiedad.
12 5
Si tus hijos guardan mi alianza, Bien sé yo que es grande Yahvé,
el dictamen que yo les enseño, nuestro Señor más que todos los dioses.
6
también sus hijos para siempre Todo lo que quiere Yahvé,
se sentarán en tu trono». lo hace en el cielo y la tierra,
13
Pues Yahvé ha escogido a Sión, en el mar y en los abismos.
7
la ha querido como sede para sí: Levanta las nubes por el horizonte,
14
«Aquí está mi reposo para siempre, con los relámpagos hace llover,
en él me instalaré, que así lo quiero. saca de sus depósitos el viento.
15 8
Bendeciré sin medida su alimento, Hirió a los primogénitos de Egipto,
hartaré de pan a sus pobres, desde personas hasta el ganado;
16 9
de fiesta vestiré a sus sacerdotes, mandó señales y prodigios
sus amigos gritarán de júbilo. en medio de ti, Egipto,
17
Allí suscitaré un vástago a David, contra el faraón y sus ministros.
10
aprestaré una lámpara a mi ungido; Hirió a incontables naciones,
18
cubriré de ignominia a sus enemigos, dio muerte a reyes poderosos,
11
mas sobre él brillará su diadema». a Sijón, rey de los amorreos,
a Og, rey de Basán,
y a todos los reinos de Canaán;
12
SALMO 133 (132) y dio sus tierras en herencia,
La unión fraterna en herencia a su pueblo Israel.
1 13
Canción de las subidas. De David. ¡Yahvé, tu fama es eterna,
¡Mira que es bueno y da gusto Yahvé, tu recuerdo por generaciones!
14
que los hermanos convivan juntos! Pues Yahvé hace justicia a su pueblo,
2
Como ungüento fino en la cabeza, se compadece de todos sus siervos.
15
que va bajando por la barba, Los ídolos paganos son plata y oro,
que baja por la barba de Aarón, obra de la mano del hombre,
16
hasta la orla de sus vestidos. tienen boca y no hablan,
3
Como el rocío que baja del Hermón tienen ojos y no ven;
17
sobre las cumbres de Sión; tienen orejas y no oyen,

58   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 59  
LOS SALMOS  
 
tienen boca y no respiran. porque es eterno su amor.
18 23
¡Sean como ellos los que los hacen, Al que se acordó de nosotros humillados,
los que en ellos ponen su confianza! porque es eterno su amor;
19 24
Casa de Israel, bendecid a Yahvé, y nos libró de nuestros adversarios,
casa de Aarón, bendecid a Yahvé, porque es eterno su amor.
20 25
casa de Leví, bendecid a Yahvé, Al que da pan a todo viviente,
los adeptos a Yahvé, bendecid a Yahvé. porque es eterno su amor.
21 26
¡Bendito desde Sión Yahvé, ¡Dad gracias al Dios de los cielos,
que habita en Jerusalén! porque es eterno su amor!

SALMO 136 (135) SALMO 137 (136)


Letanía de acción de gracias Balada del desterrado
1
¡Aleluya! A orillas de los ríos de Babilonia,
1
¡Dad gracias a Yahvé, porque es bueno, estábamos sentados llorando,
porque es eterno su amor! acordándonos de Sión.
2 2
Dad gracias al Dios de los dioses, En los álamos de la orilla
porque es eterno su amor; colgábamos nuestras cítaras.
3 3
dad gracias al Señor de los señores, Allí mismo nos pidieron
porque es eterno su amor. cánticos nuestros deportadores,
4
Al único que ha hecho maravillas, nuestros raptores, alegría:
porque es eterno su amor. «¡Cantad para nosotros
5
Al que hizo el cielo con sabiduría, un canto de Sión!».
4
porque es eterno su amor. ¿Cómo podríamos cantar
6
Al que asentó la tierra sobre las aguas, un canto de Yahvé
porque es eterno su amor. en un país extranjero?
7 5
Al que hizo las grandes lumbreras, ¡Si me olvido de ti, Jerusalén,
porque es eterno su amor; que se me seque la diestra!
8 6
el sol para regir el día, ¡Se pegue mi lengua al paladar
porque es eterno su amor; si no me acuerdo de ti,
9
luna y estrellas, que rigen la noche, si no exalto a Jerusalén
porque es eterno su amor. como colmo de mi gozo!
10 7
Al que hirió en sus primogénitos a Egipto, Acuérdate, Yahvé,
porque es eterno su amor; contra la gente de Edom,
11
y sacó a Israel de entre ellos, del día de Jerusalén,
porque es eterno su amor; cuando decían: ¡Arrasad,
12
con mano fuerte y tenso brazo, arrasadla hasta sus cimientos!
8
porque es eterno su amor. ¡Capital de Babel, devastadora,
13
Al que partió en dos el mar de los Juncos, feliz quien pueda devolverte
porque es eterno su amor; el mal que nos hiciste,
14 9
e hizo pasar por medio a Israel, feliz quien agarre y estrelle
porque es eterno su amor; a tus pequeños contra la roca!
15
y hundió en él al faraón con sus huestes,
porque es eterno su amor.
16
Al que guió a su pueblo en el desierto, SALMO 138 (137)
porque es eterno su amor; Himno de acción de gracias
17 1
al que hirió a grandes reyes, De David.
porque es eterno su amor; Te doy gracias, Yahvé, de todo corazón,
18
y dio muerte a reyes poderosos, por haber escuchado las palabras de mi boca.
porque es eterno su amor; En presencia de los ángeles tañeré en tu honor,
19 2
a Sijón, rey de los amorreos, me postraré en dirección a tu santo Templo.
porque es eterno su amor; Te doy gracias por tu amor y tu verdad,
20
y a Og, rey de Basán, pues tu promesa supera a tu renombre.
3
porque es eterno su amor. El día en que grité, me escuchaste,
21
Y dio sus tierras en herencia, aumentaste mi vigor interior.
4
porque es eterno su amor; Te dan gracias, Yahvé, los reyes de la tierra,
22
en herencia a su siervo Israel, cuando escuchan las palabras de tu boca;

IPB-SCA 59  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
5
y celebran las acciones de Yahvé: tus adversarios que profieren mentiras.
21
«¡Qué grande es la gloria de Yahvé! ¿No odio, Yahvé, a los que te odian?
6
¡Excelso es Yahvé, y mira al humilde, ¿No me asquean los que se alzan contra ti?
22
al soberbio lo conoce desde lejos!» Los odio en el colmo del odio,
7
Si camino entre angustias, me das vida, los tengo por enemigos.
23
ante la cólera del enemigo, extiendes tu mano Sondéame, oh Dios, conoce mi corazón,
y tu diestra me salva. examíname, conoce mis desvelos.
8 24
Yahvé lo hará todo por mí. Que mi camino no acabe mal,
¡Tu amor es eterno, Yahvé, guíame por el camino eterno.
no abandones la obra de tus manos!

SALMO 140 (139)


SALMO 139 (138) Contra los malvados
1
Homenaje a Aquel que lo sabe todo Del maestro de coro. Salmo. De David.
1 2
Del maestro de coro. De David. Salmo. Líbrame, Yahvé, del hombre malvado,
Tú me escrutas, Yahvé, y me conoces; guárdame del hombre violento,
2 3
sabes cuándo me siento y me levanto, de los que traman maldades en su interior,
mi pensamiento percibes desde lejos; y a diario fomentan peleas,
3 4
de camino o acostado, tú lo adviertes, aguzan su lengua igual que serpientes,Pausa.
familiares te son todas mis sendas. esconden en sus labios veneno de víboras.
4 5
Aún no llega la palabra a mi lengua, Presérvame, Yahvé, de las manos del malvado,
y tú, Yahvé, la conoces por entero; guárdame del hombre violento,
5
me rodeas por detrás y por delante, de los que proyectan trastornar mis pasos,
6b
tienes puesta tu mano sobre mí. y tienden una red bajo mis pies,
6 6a
Maravilla de ciencia que me supera, de los insolentes que me ocultan lazos, Pausa.
6c
tan alta que no puedo alcanzarla. que me ponen trampas al borde del sendero.
7 7
¿Adónde iré lejos de tu espíritu, Yo digo a Yahvé: Tú eres mi Dios,
adónde podré huir de tu presencia? escucha, Yahvé, la voz de mi súplica.
8 8
Si subo hasta el cielo, allí estás tú, Yahvé, Señor mío, mi fuerza salvadora,
si me acuesto en el Seol, allí estás. tú proteges mi cabeza el día del combate.
9 9
Si me remonto con las alas de la aurora, No concedas, Yahvé, su deseo al malvado,
si me instalo en los confines del mar, no dejes que su plan se realice. Pausa.
10 10
también allí tu mano me conduce, Los que me asedian alzan su cabeza:
también allí me alcanza tu diestra. ¡que los ahogue la malicia de sus labios,
11 11
Si digo: «Que me cubra la tiniebla, que les lluevan carbones encendidos,
que la noche me rodee como un ceñidor», que, hundidos en el abismo, no se alcen;
12 12
no es tenebrosa la tiniebla para ti, que no arraigue en la tierra el deslenguado,
y la noche es luminosa como el día. que la desgracia sorprenda al violento!
13 13
Porque tú has formado mi cuerpo, Sé que Yahvé defenderá al humilde,
me has tejido en el vientre de mi madre; que llevará la causa de los pobres.
14 14
te doy gracias por tantas maravillas: Los justos darán gracias a su nombre,
prodigio soy, prodigios tus obras. los rectos morarán en tu presencia.
Mi aliento conocías cabalmente,
15
mis huesos no se te ocultaban,
cuando era formado en lo secreto, SALMO 141 (140)
tejido en las honduras de la tierra. Contra la seducción del mal
16 1
Mi embrión veían tus ojos; Salmo. De David.
en tu libro están inscritos Te invoco, Yahvé, ven presto,
los días que me has fijado, escucha mi voz cuando te llamo.
2
sin que aún exista el primero. Que mi oración sea como incienso para ti,
17
¡Qué arduos me resultan tus pensamientos, mis manos alzadas, como ofrenda de la tarde.
3
oh Dios, qué incontable es su suma! Pon, Yahvé, en mi boca un centinela,
18
Si los cuento, son más que la arena; un vigía a la puerta de mis labios.
4
al terminar, todavía estoy contigo. No inclines mi corazón a cosas malas,
19
¡Oh Dios, si mataras al malvado, a perpetrar acciones criminales
si los sanguinarios se apartaran de mí! en compañía de hombres malhechores:
20
Ellos que hablan de ti dolosamente, ¡no dejes que comparta sus gustos!

60   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 61  
LOS SALMOS  
 
5
Que el justo me hiera y el leal me corrija, mi corazón por dentro enmudece.
5
pero nunca el malvado perfume mi cabeza, Recuerdo los días de antaño,
pues así seguiría implicado en sus maldades. medito todas tus acciones,
6
Quedaron a merced de la Roca, su juez, pondero las obras de tus manos;
6
los que oyeron con regodeo mis palabras: hacia ti tiendo mis manos,
7
«Como piedra molar estrellada por tierra, como tierra sedienta de ti. Pausa.
7
sus huesos se esparcen a la boca del Seol». ¡Respóndeme pronto, Yahvé,
8
A ti, Señor Yahvé, se vuelven mis ojos, que ya me falta el aliento;
¡en ti me cobijo, no me desampares! no escondas tu rostro lejos de mí,
9
Guárdame del lazo que me tienden, pues sería como los que bajan a la fosa!
8
de la trampa de los malhechores. Hazme sentir tu amor por la mañana,
10
Caigan los malvados en sus redes, pues yo cuento contigo;
al tiempo que yo escapo indemne. muéstrame el camino que he de seguir,
pues estoy pendiente de ti.
9
Líbrame de mis enemigos, Yahvé,
SALMO 142 (141) pues busco refugio en ti;
10
Oración de un perseguido enséñame a cumplir tu voluntad,
1
Poema. De David. Cuando estaba en la cueva. tú, que eres mi Dios;
Oración. tu espíritu, que es bueno, me guíe
2
A gritos imploro a Yahvé, por una tierra llana.
11
a Yahvé suplico a gritos. Por tu nombre, Yahvé, dame la vida,
3
Derramo ante él mi lamento, por tu justicia, líbrame de la angustia;
12
ante él expongo mi angustia, por tu amor, aniquila a mis enemigos.
4
cuando mi aliento se apaga; Pierde a todos mis opresores,
mas tú conoces mi sendero. porque yo soy tu servidor.
En el camino por donde voy
me han escondido una trampa.
5
Mira a la derecha, y ve, SALMO 144 (143)
no hay nadie que me conozca. Himno para la guerra y la victoria
1
No hay refugio para mí, De David.
nadie que de mí se cuide. Bendito Yahvé, mi Roca,
6
Por eso, a tí clamo, Yahvé; que adiestra mis manos para el combate,
te digo: ¡Tú eres mi refugio, mis dedos para la batalla.
2
mi porción en la tierra de los vivos! Es mi aliado y mi baluarte,
7
Presta atención a mi clamor, mi alcázar y libertador,
pues estoy del todo abatido. el escudo que me cobija,
¡Líbrame de mis perseguidores, el que me somete pueblos.
3
pues son más fuertes que yo! ¿Qué es el hombre, Yahvé, para ocuparte,
8
¡Saca mi vida de la cárcel el ser humano para que pienses en él?
4
para dar gracias a tu nombre! El hombre es semejante a un soplo,
Y me harán corro los justos sus días, como sombra que pasa.
5
por tus favores conmigo. ¡Inclina, Yahvé, tus cielos y desciende,
toca las montañas y que echen humo;
6
fulmina el rayo y dispérsalos,
SALMO 143 (142) lanza tus flechas y trastórnalos!
7
Súplica humilde Extiende tus manos desde lo alto,
1
Salmo. De David. líbrame de las aguas caudalosas,
Escucha, Yahvé, mi oración, sálvame de la mano de extranjeros,
8
y presta oído a mi súplica; cuya boca profiere falsedades
respóndeme leal, por tu justicia. y su diestra es diestra de mentira.
2 9
No entres en pleito con tu siervo, Te cantaré, oh Dios, un cántico nuevo,
pues no hay ser vivo justo ante ti. tañeré para ti el arpa de diez cuerdas,
3 10
Me persigue a muerte el enemigo, tú que das a los reyes la victoria,
aplasta mi vida contra el suelo; que salvas a David tu servidor.
11
me obliga a vivir entre tinieblas, De la espada funesta sálvame,
como los que han muerto para siempre. líbrame de la mano de extranjeros,
4
Ya se apaga el aliento en mí, cuya boca profiere falsedades

IPB-SCA 61  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
y su diestra es diestra de mentira. tu gobierno, de edad en edad.
12
Sean nuestros hijos como plantas (Nun).
pomposas desde la juventud; Fiel es Yahvé en todo lo que dice,
nuestras hijas, columnas talladas, amoroso en todo lo que hace.
esculpidas como para un palacio. Sámek.
13 14
Estén nuestros graneros rebosantes, Yahvé sostiene a los que caen,
repletos de frutos variados; endereza a todos los encorvados.
que nuestras ovejas, a millares, Ain.
15
se multipliquen en nuestros prados; Los ojos de todos te miran esperando;
14
vuelvan cargadas nuestras bestias. tú les das a su tiempo el alimento.
Que no haya brechas ni aberturas, Pe.
16
ni gritos en nuestras plazas. Tú abres la mano y sacias
15
¡Feliz el pueblo a quien así sucede, de bienes a todo viviente.
feliz el pueblo cuyo Dios es Yahvé! Sade.
17
Yahvé es justo cuando actúa,
amoroso en todas sus obras.
SALMO 145 (144) Qof.
18
Alabanza al Rey Yahvé Cerca está Yahvé de los que lo invocan,
1
Himno. De David. de todos los que lo invocan con sinceridad.
Álef. Reš.
19
Te ensalzaré, Dios mío, mi Rey, Cumple los deseos de sus leales,
bendeciré tu nombre por siempre; escucha su clamor y los libera.
Bet. Šin.
2 20
todos los días te bendeciré, Yahvé guarda a cuantos le aman,
alabaré tu nombre por siempre. y extermina a todos los malvados.
Guímel. Tau.
3 21
Grande es Yahvé, muy digno de alabanza, ¡Que mi boca alabe a Yahvé,
su grandeza carece de límites. que bendigan los vivientes su nombre
Dálet. sacrosanto para siempre jamás!
4
Una edad a otra encomiará tus obras,
pregonará tus hechos portentosos.
He. SALMO 146 (145)
5
El esplendor, la gloria de tu majestad, Himno al Dios temible
1
el relato de tus maravillas recitaré. ¡Aleluya!
Vau. ¡Alaba, alma mía, a Yahvé!
6 2
Del poder de tus portentos se hablará, A Yahvé, mientras viva, alabaré,
y yo tus grandezas contaré; mientras exista tañeré para mi Dios.
3
Zain. No pongáis la confianza en los nobles,
7
se recordará tu inmensa bondad, en un ser humano, incapaz de salvar;
4
se aclamará tu justicia. exhala su aliento, retorna a su barro,
Jet. ese mismo día se acaban sus planes.
8 5
Es Yahvé clemente y misericordioso, Feliz quien se apoya en el Dios de Jacob,
tardo a la cólera y grande en amor; quien tiene su esperanza en Yahvé, su Dios,
6
Tet. que hizo el cielo y la tierra,
9
bueno es Yahvé para con todos, el mar y cuanto hay en ellos;
tierno con todas sus creaturas. que guarda por siempre su lealtad,
7
Yod. que hace justicia a los oprimidos,
10
Alábente, Yahvé, tus creaturas, que da pan a los hambrientos.
bendígante tus fieles; Yahvé libera a los condenados.
8
Kaf. Yahvé abre los ojos a los ciegos,
11
cuenten la gloria de tu reinado, Yahvé endereza a los encorvados,
9
narren tus proezas, Yahvé protege al forastero,
Lámed. sostiene al huérfano y a la viuda.
12 8c
explicando tus proezas a los hombres, Yahvé ama a los honrados,
9c
el esplendor y la gloria de tu reinado. y tuerce el camino del malvado.
10
Mem. Yahvé reina para siempre,
13
Tu reinado es un reinado por los siglos, tu Dios, Sión, de edad en edad.

62   IPB-SCA
Biblia de Jerusalén. Ed. Desclée de Brouwer, 2009 63  
LOS SALMOS  
 
SALMO 147 (146-147) aguas que estáis sobre los cielos!
5
Himno al Todopoderoso Alaben ellos el nombre de Yahvé,
¡Aleluya! pues él lo ordenó y fueron creados;
1 6
Alabad a Yahvé, que es bueno cantar el los fijó por siempre, por los siglos,
a nuestro Dios, que es dulce la alabanza. les dio una ley que nunca pasará.
2 7
Yahvé reconstruye Jerusalén, ¡Alabad a Yahvé desde la tierra,
congrega a los deportados de Israel; monstruos del mar y abismos todos,
3 8
sana los corazones quebrantados, fuego y granizo, nieve y bruma,
venda sus heridas. viento tempestuoso, que hace su voluntad,
4 9
Cuenta el número de las estrellas, montañas y todas las colinas,
llama a cada una por su nombre; árboles frutales y todos los cedros,
5 10
grande y poderoso es nuestro Señor, fieras y todos los ganados,
su sabiduría no tiene medida. reptiles y pájaros que vuelan,
6 11
Yahvé sostiene a los humildes, reyes de la tierra y pueblos todos,
abate por tierra a los impíos. dignatarios y jueces de la tierra,
7 12
Cantad a Yahvé dándole gracias, jóvenes y doncellas también,
tañed la cítara en honor de nuestro Dios: los viejos junto con los niños!
8 13
El que cubre de nubes los cielos, Alaben el nombre de Yahvé:
el que dispensa lluvia a la tierra, sólo su nombre es sublime,
y llena de hierba las montañas, su majestad sobre el cielo y la tierra.
14
de plantas para el uso del hombre; Él realza el vigor de su pueblo,
9
el que dispensa alimento al ganado, orgullo de todos sus fieles,
a las crías de cuervo cuando graznan. de los hijos de Israel, pueblo de sus íntimos.
10
No se deleita en el brío del caballo,
ni se complace en los músculos del hombre.
11
Yahvé se complace en sus adeptos, SALMO 149
en los que esperan en su amor. Himno triunfal
12 1
¡Celebra a Yahvé, Jerusalén, ¡Aleluya!
alaba a tu Dios, Sión!, ¡Cantad a Yahvé un cántico nuevo:
13
que refuerza los cerrojos de tus puertas su alabanza en la asamblea de sus fieles!
2
y bendice en tu interior a tus hijos; ¡Regocíjese Israel en su Hacedor,
14
que concede prosperidad a tu territorio alégrense en su rey los de Sión:
3
y te sacia con flor de harina. alaben su nombre entre danzas,
15
Que envía a la tierra su mensaje, haciendo sonar tambores y cítaras.
4
y su palabra corre a toda prisa. Porque Yahvé se complace en su pueblo,
16
Que distribuye la nieve como lana adorna de salvación a los desvalidos.
5
y esparce la escarcha cual ceniza. Exulten los fieles ante su gloria,
17
Arroja su hielo como migajas, desde su lugar griten de alegría,
6
ante su frío el agua se congela. con elogios a Dios en su garganta,
18
Envía su palabra y se derrite, y en su mano espada de dos filos;
7
sopla el viento y fluye el agua. para tomar venganza de las naciones
19
Revela a Jacob sus palabras, e infligir el castigo a los pueblos,
8
sus preceptos y normas a Israel: para atar con cadenas a sus reyes,
20
no hizo tal con ninguna nación, con grillos de hierro a sus magnates,
9
ni una sola de sus normas conoció. para aplicarles la sentencia escrita:
¡será un honor para todos sus fieles!

SALMO 148
Alabanza de la creación SALMO 150
1
¡Aleluya! Doxología final
1
¡Alabad a Yahvé desde el cielo, ¡Aleluya!
alabadlo en las alturas, Alabad a Dios en su santuario,
2
alabadlo, todos sus ángeles, alabadlo en su poderoso firmamento,
2
todas sus huestes, alabadlo! alabadlo por sus grandes hazañas,
3
¡Alabadlo, sol y luna, alabadlo por su inmensa grandeza.
3
alabadlo, estrellas lucientes, Alabadlo con el toque de cuerno,
4
alabadlo, cielos de los cielos, alabadlo con arpa y con cítara,

IPB-SCA 63  
Biblia de Jerusalén, Ed. Desclée de Brouwer, 2009
LOS SALMOS
4
alabadlo con tambores y danzas,
alabadlo con cuerdas y flautas,
5
alabadlo con címbalos sonoros,
alabadlo con címbalos y aclamaciones.
6
¡Todo cuanto respira alabe a Yahvé!
¡Aleluya!

64   IPB-SCA

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