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Conferencia

Las inscripciones de la escritura

EMILIA FERREIRO

Conferencia de la Dra. Emilia Ferreiro pronunciada


el día 15 de marzo de 2007 en la Universidad de La Plata,
durante el acto de entrega de la designación Doctora Honoris Causa
por esa institución.

Autoridades de la Universidad Nacional de La Plata, profesores y pro-


fesoras colegas, estudiantes, amigas y amigos.
Mi objeto de estudio es la escritura, un objeto de interés de múlti-
ples disciplinas y a la vez tierra de nadie. Los historiadores, en primer
lugar, para quienes los documentos escritos son la materia prima de su
disciplina; arqueólogos y epigrafistas buscan incansablemente testimo-
nios escritos; lingüistas y filólogos trabajan sobre documentos escritos.
(Incluso cuando un lingüista se interese exclusivamente en la lengua
oral, procede a transcribir sus registros de la oralidad y esa operación de
transcripción no se resuelve con una afinada técnica: conlleva una di-
mensión teórica, no siempre explicitada).
¿Acaso alguna de las disciplinas científicas es ajena a las prácticas
vinculadas con la escritura? Los científicos comunican por escrito sus
resultados, publican, debaten los trabajos de otros –cada vez menos en
contextos orales y cada vez más por escrito—y un lugar emblemático de
los recintos universitarios es la biblioteca, donde se acumulan libros, re-
vistas, tesis, documentos... un conjunto ordenado de escritos.
A todos nos concierne la escritura y, sin embargo, no hay una discipli-
na que se ocupe de ella. Desde una mirada ingenua se podría argumentar
que no hay disciplina que se ocupe de la escri- la piedra. La dificultad para inventar formas
tura porque no es más que una técnica, una im- gráficas no ha sido un obstáculo para desarro-
perfecta técnica de transcripción de sonidos en llar escrituras.
grafías. Efectivamente, así fue tratada y maltra-
La historia de las grafías, por interesante
tada muchas veces la escritura.
que sea en sí misma, es apenas la parte más su-
Sin embargo, en la memoria mítica de los perficial de la historia de la escritura. En efecto,
pueblos que dieron origen a sistemas autócto- una escritura no es simplemente un conjunto
nos, la escritura aparece regularmente como (idealmente finito) de formas gráficas. Esas for-
producto de la inspiración divina: regalo de los mas se combinan entre sí a través de reglas pre-
dioses o invención de un soberano o un vidente cisas, se disponen en la superficie elegida de
inspirado por los dioses. maneras bien determinadas. Ninguna escritura
deja al azar la disposición de las marcas en la
Revelación mítica o, en términos modernos,
superficie escrituraria. Sucesión, orden, reglas
invención. ¿Pero qué clase de invención fue
de composición. Espacios llenos y espacios va-
esa, tan variada en sus realizaciones, tan multi-
cíos. Los sistemas de escritura mantienen las
forme en términos puramente gráficos, tan te-
marcas bajo riguroso control.
mida por quienes sufren sus efectos y tan elo-
giada por quienes la ejercen? ¿Cómo se cuenta en los textos de divulga-
ción la evolución de los sistemas de escritura?
¿Es una técnica con puro valor instrumental,
Un único vector parece dar cuenta de lo que
que produce un cambio de modalidad sensorial,
ocurrió a través de los siglos: la búsqueda de un
haciendo visible lo audible? ¿Es comparable a
medio cada vez más económico y preciso para
otras técnicas que se han ido perfeccionando
lograr una comunicación eficiente. Si se trata de
a través de la historia? ¿Se puede hablar real-
una técnica, es normal pensar que esa técnica se
mente de evolución histórica de la escritura?
va a desarrollar en el sentido de la economía de
Por supuesto que las escrituras circularon entre
medios y la eficiencia del funcionamiento.
los pueblos y cada nuevo encuentro lingüístico
resultó en una modificación del sistema original A primera vista parece convincente: los
para adaptarse a las peculiaridades de la lengua ideogramas –se nos dice– dan paso a los logo-
del pueblo de acogida. Pero eso no difiere de gramas; se descubre luego que las palabras tie-
otras situaciones de contacto y cambio lingüís- nen segmentos silábicos y aparecen los silabo-
tico. El cambio lingüístico se analiza sin direc- gramas, con lo cual se reduce notablemente el
ción predeterminada –excepto algunos cambios número de signos; para reducir aún más este nú-
fonéticos predecibles– en tanto que la historia mero se segmentan las sílabas en fonemas con-
de la escritura se suele presentar como una evo- sonánticos; el genio marítimo de los fenicios
lución que tiende hacia el alfabeto como la eta- lleva esta escritura consonántica a través del
pa suprema de su realización. Mediterráneo. Es sabido que los marinos son
gente propicia al encuentro de novedades. Esta
La historia con fines de divulgación nos di-
novedosa escritura sedujo a los griegos que se
ce que primero fue el pictograma, cuyos trazos
limitaron a agregar las vocales faltantes. Así na-
se fueron estilizando paulatinamente hasta dar
ce la escritura alfabética, elegante y eficiente
lugar a formas abstractas, origen de las letras
primogénita de este celebrado encuentro entre
actuales. De lo concreto a lo abstracto. Pero es-
fenicios y griegos.
ta parte de la historia no se sostiene: las formas
abstractas son contemporáneas de las figuras Cinco dificultades (y no menores) subyacen
de animales en las cavernas del paleolítico su- a esta versión abreviada de la evolución de la es-
perior; los jeroglíficos egipcios muestran un in- critura. En primer lugar, solo da cuenta de la
tricado entramado de dibujos con valor fonéti- transformación de la escritura mesopotámica a
co, coexistiendo con marcas no figurativas con la griega; las escrituras asiáticas –la escritura
idénticos valores; los glifos mayas son quizás china, en primerísimo lugar— resultan ser mar-
el ejemplo más acabado de la coexistencia de ginales, aunque la escritura china tuvo fuerte im-
las más variadas formas –figurativas o no– pa- pacto en Japón y en Corea y jugó durante siglos
ra expresar en sílabas las palabras grabadas en en Asia un rol similar al del latín en Europa. 61
En segundo lugar, supone que los hablantes llamado “mundo occidental” es insuficiente y
de esas épocas históricas podían acceder sin marcadamente localista? ¿No será acaso que la
mayor dificultad a las unidades fonéticas de la fuerte identificación de un pueblo con su escritu-
lengua, mientras que la investigación psicolin- ra –o con ciertas marcas peculiares– nos indica
güística contemporánea muestra que eso es im- que la escritura de una lengua, una vez consoli-
posible en adultos analfabetos (inclusive en dada, es mucho más que una técnica utilitaria?
poetas que practican tradiciones orales); más (Pensemos en la identificación de los hispanos
aún: ese “fonema práctico”, concretizado en con la letra eñe y en la de los franceses con el
una letra, tuvo que esperar más de veinte siglos acento circunflejo).
para llegar a ser teorizado, lo cual debiera ser
objeto de reflexión.
◆ ◆ ◆
En tercer lugar, si la escritura alfabética
fuera la cúspide del desarrollo, solo se espera-
ría un perfeccionamiento de los principios alfa-
béticos en la larga historia que va del origen Dije que mi objeto de estudio es la escritu-
griego a la expansión en Europa. Sin embargo, ra. Sí, pero la escritura en movimiento, en ese
lo que se observa es un fonetismo siempre de- incesante proceso de reconstrucción por el cual
fectuoso, compensado por múltiples dígrafos y el sistema de marcas social y culturalmente
diacríticos y, lo que es más notable, la introduc- constituido se transforma en la propiedad colec-
ción paulatina de procedimientos ideográficos tiva de cada nueva generación.
en sistemas de base alfabética (lenguas con mu- Para comprender este proceso de apropia-
chas palabras homófonas –el francés, por ejem- ción fue necesario renunciar a la visión de la es-
plo– marcan en lo escrito diferencias de signi- critura como técnica (como “código de trans-
ficado a pesar de la similitud fónica). cripción”, si se prefiere), despojarnos de toda
En cuarto lugar, las investigaciones más re- idea instrumental. Fue necesario complejizar
cientes ponen de manifiesto que ninguno de los nuestra propia concepción de la escritura para
sistemas de escritura originales es “puro”: ya el comprender el proceso de alfabetización, para
sistema cuneiforme mesopotámico es una mez- entender lo que los niños nos estaban diciendo.
cla de logogramas, de signos con valor silábico De la misma manera que la historia de la es-
y de signos categoriales silenciosos. critura a través de los pueblos y los siglos no es
En quinto y último lugar, una constatación reductible a un recorrido lineal guiado por la efi-
de hecho: esta visión evolucionista supone que, ciencia y simplicidad de la transcripción de los
una vez enterados de las ventajas inherentes a enunciados orales, tampoco los procesos de
la escritura alfabética (reducción del número de apropiación de la escritura por parte de los ni-
caracteres, simplicidad del código) los usuarios ños se pueden caracterizar como una progresión
de otros sistemas se plegarían a esta innovación de lo simple (fonemas o sílabas) a lo complejo
técnica. En cualquier parte del mundo las in- (oraciones o textos), de lo concreto (el dibujo) a
venciones técnicas sustituyen a las antiguas, pe- lo abstracto (las letras).
ro eso no ocurre con la escritura: China y Japón La escritura como objeto de conocimiento.
están bien enterados de cómo funciona la escri- Esa ha sido quizás la aportación central de
tura alfabética pero prefieren mantener sus pro- nuestro trabajo de investigación. Estudios ini-
pios sistemas de escritura, a pesar de explícitas ciados en Buenos Aires y proseguidos en Gine-
presiones internacionales. Ambos países han bra y en México, lugares a donde nos condujo
dado sobradas muestras de su capacidad para el exilio. Niños argentinos, suizos y mexicanos
asimilar e incluso liderar los cambios tecnológi- contribuyeron, sin saberlo, a una reflexión que
cos de la modernidad globalizada. Si, como se se propagó a otros territorios, gracias a colegas
ha dicho reiteradamente, sus sistemas de escri- entusiastas y a las participantes del equipo ar-
tura fueran apenas tecnologías ineficientes para gentino original quienes también sufrieron las
traducir sonidos en formas visivas, hace tiempo desventuras del exilio. Hoy podemos afirmar
que los hubieran abandonado. La persistencia que niños de países tan diversos como Brasil y
de esos sistemas suscita reflexión: ¿no será aca- Grecia, Venezuela o Italia, manifiestan una acti-
so que la definición de escritura utilizada en el tud reflexiva hacia la escritura. Comprenden
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tempranamente que se trata de marcas con alto sobre los muros de construcciones monumenta-
valor social agregado porque los adultos guar- les podía tener un doble destinatario: las poten-
dan y protegen celosamente ciertos documentos cias del más allá (por ejemplo, en las tumbas de
escritos, porque demuestran la mayor seriedad o los faraones egipcios, escrituras destinadas a
preocupación –en todo caso, involucramiento– garantizar el tránsito del dignatario muerto ha-
con respecto a ciertas comunicaciones escritas cia su nueva morada) o el pueblo iletrado, mu-
que no están destinadas a los niños. do testigo contemplativo de muros tallados don-
de se exhiben las hazañas de un soberano que
Para los pequeños de 3 a 5 años la escritu-
legitima su poder por el solo hecho de ordenar
ra no es un instrumento sino un dato del medio
esa escritura. Una escritura destinada a ser exhi-
social que hay que transformar en un observa-
bida y admirada, no a ser comprendida.
ble. Un dato del medio social: el espacio urba-
no está habitado por la escritura y esa escritura En los usos modernos, el ejercicio del po-
entra en el espacio doméstico, aunque más no der y la escritura siguen estrechamente ligados:
sea transportada por los envases comerciales. leyes, decretos, reglamentos son actos de escri-
tura. La identidad de las personas está garanti-
Lo escrito es un conjunto de marcas no fi- zada por documentos escritos, así como las
gurativas, organizadas prolijamente en líneas y propiedades y los títulos académicos. Las gran-
en cadenas enmarcadas por espacios en blanco, des religiones del libro sacralizan los textos que
marcas que suscitan de manera misteriosa una les dan origen. Ninguna esfera del poder es aje-
oralidad adulta con altos grados de extrañeza na a la escritura: el poder del voto popular se
léxica e incluso sintáctica. Un adulto lee el pe- expresa en una boleta escrita depositada en una
riódico y dice, en voz alta: “El vencimiento es urna. Todas estas son escrituras del SI, de la
el próximo lunes; no habrá prórroga”. ¿Qué verdad, como opuestas al “como si”, al valor
comprende el niño de 4 o 5 años que escucha lúdico o estético de ese mismo sistema de escri-
este acto de habla producto de una lectura que tura cuando es usado para otros fines. (No me
no le está destinada? La actitud de los adultos estoy refiriendo aquí a la verdad científica ni a
le indica que lo que acaba de escuchar es serio, la verdad revelada sino a los usos sociales que
o sea, es del orden del SI, no del “como si”, ese definen como “verdad” lo escrito de cierta ma-
“como si” que se instala en la ficción cuando nera en cierto tipo de documentos).
uno de esos mismos adultos le lee un cuento.
La escritura tiene el poder de suscitar ciertas ¿Son acaso los niños sensibles a esta rela-
acciones y reacciones emocionales que, aunque ción privilegiada de la escritura con la verdad?
resulten incomprensibles, contribuyen a que, ¿O bien, por haber sido introducidos a la litera-
desde el inicio, se cobre confusa conciencia so- tura de ficción desde muy pequeños, piensan
bre una ambivalencia fundamental de los usos que cualquier cosa puede estar escrita, ajenos a
sociales de lo escrito. Porque la escritura tiene las dimensiones de verdad-falsedad que acabo
un doble valor social: por un lado, la escritura de evocar?
como medio para el ejercicio de la autoridad, Santiago, con 3 años apenas cumplidos,
del poder; por el otro, la escritura como juego mira las letras impresas en el reverso de un au-
de lenguaje, la ficción literaria o la poesía. to de juguete y afirma, con marcado tono sen-
Desde sus más tempranos orígenes los siste- tencioso: “Aquí hay letras. Dicen lo que es”. El
mas de escritura aparecen asociados a centros mismo Santiago afirma que en las letras que
urbanos jerárquicamente organizados (hablo de acompañan la imagen de un perro dice “Perro,
los sistemas de escritura, no de las diversas mar- lo mismo que se llama”. La escritura es cosa
caciones que los precedieron). Era una escritura seria, ya que sirve para marcar una de las pro-
controlada por el poder (económico, político, piedades más importante de los objetos, que el
jurídico y religioso). Los escribas, autores ma- dibujo no consigue atrapar: su nombre. Todos
teriales de las marcas escritas, eran esclavos, los niños piensan, como Santiago, que la escri-
funcionarios o artesanos prestigiosos, autoriza- tura sirve para marcar el nombre verdadero de
dos inclusive a firmar algunos de sus preciados las cosas.
productos. Pero el discurso que podía ser escri- Nadine, niña ginebrina de 4 años, ha escrito,
to era controlado por la autoridad. En particu- a su manera, varios enunciados. Por razones que
lar, el discurso grabado en la piedra o pintado sería muy extenso explicitar, le proponemos 63
que escriba “No hay pájaros” [Il n’y a pas d’oi- Alfabetizar también a jóvenes y adultos, pe-
seaux]. Nadine ejerce la menor presión posible ro dejando de lado la socorrida expresión que
con el lápiz sobre el papel y dibuja algunas le- nos invita a “combatir o erradicar el analfabetis-
tras. Mira el resultado y dice: “No va” [Ça ne mo adulto”, porque no hay nada para combatir.
va pas]. Prueba nuevamente, tratando de ejer- El lenguaje militar (o médico-militar) asociado
cer menor presión aún, pero el resultado no le a estas expresiones es inadecuado. El analfabe-
convence. Le preguntamos por qué no va, y tismo no es una plaga ni un virus. Es una de las
Nadine responde: “porque se ven las letras” manifestaciones más evidentes de la margina-
[Parce qu’on voit les lettres]. O sea, Nadine tra- ción y la pobreza.
ta de dibujar letras invisibles porque la escritu-
América Latina ostenta un récord del que
ra no puede reflejar la ausencia de lo que efec-
no podemos vanagloriarnos: en un informe del
tivamente existe.
World Bank de octubre de 2003 sobre “Desi-
Frente a la misma tarea, Lisandro, mexica- gualdad en América Latina y el Caribe” se afir-
no de 4 años, dice algo sensacional: “las letras ma que nuestra región es, de todas las regiones
de no hay pájaros las tengo que hacer chue - del mundo, la que presenta la mayor desigual-
cas”, imponiéndose a sí mismo la casi imposi- dad. Solo África al sur del Sahara está en simi-
ble tarea de hacer torcidas, mal dibujadas, las lares condiciones. Y esto es válido para cual-
letras cuyo trazado apenas si consigue dominar. quiera de los indicadores concebibles: el decil
Porque las letras verdaderas no sirven para ex- más rico de la población concentra casi la mitad
presar la falsedad. del ingreso total de los países (48%) mientras
que el decil más pobre tiene un magro 1%
Mucho antes de la escolaridad primaria, los (1,6%), junto con elevadísimos índices de mor-
niños han construido conceptualizaciones sobre tandad infantil y escasa escolaridad.
la escritura, las cuales corresponden a varios re-
gistros. Por un lado, han trabajado cognitiva- La desigualdad tiene dos caras: la escanda-
mente sobre las propiedades formales del siste- losa pobreza de los muchos en este continente
ma (las reglas de composición de los elementos tanto como la no menos escandalosa riqueza de
del sistema así como la relación entre secuen- algunos pocos. Hace apenas una semana –el 8
cias bien construidas y unidades de la lengua de marzo– la revista Forbes publicó su lista
oral). Por otro lado, han trabajado cognitiva- anual de los multimillonarios y, según esa pu-
mente sobre el modo de existencia de la escritu- blicación, “la riqueza de los millonarios en La-
ra en la sociedad. Los niños que acabo de citar tinoamérica es de 242 mil millones de dólares,
no se refieren a las funciones instrumentales de lo que supone un crecimiento del 27% con res-
la escritura (ampliar la memoria, comunicar a pecto a la lista de 2006”. Una de las notas de la
distancia). Nos están hablando de una relación revista tiene un título que me limito a citar:
que no es instrumental, en sentido estricto: la re- “Nunca antes había habido tantos multimillona-
lación de la escritura con la verdad. rios sobre la Tierra” [There are more billonaires
on Earth than ever before], porque la lista es de
A esos niños tenemos que ayudarlos en su 946, incluyendo a 178 recién llegados al “club”.
camino hacia la alfabetización, pero tomando
en cuenta su inteligencia y no tratándolos como En esas condiciones de desigualdad escan-
ignorantes. Ellos se plantean legítimas pregun- dalosa hay que ubicar el analfabetismo, no para
tas –algunas de ellas, de la mayor relevancia esperar que la alfabetización surja como resulta-
epistemológica– al pensar la escritura, un obje- do inevitable de la esperada pero siempre lejana
to que la tradición escolar reduce, banaliza y aspiración a la reducción de las desigualdades,
deforma al reconvertir didácticamente un com- sino para comprender mejor las dificultades de
plejo objeto cultural en un rudimentario instru- una alfabetización condicionada por la pobreza,
mento de codificación. el trabajo manual extenuante (incluso de los ni-
ños) y las necesidades apremiantes de la sobre-
Alfabetizar, sí, pero sabiendo que el niño, vivencia cotidiana. En esas condiciones, la vo-
sujeto del aprendizaje, es un ser pensante, y que luntad individual no es suficiente.
la acción educativa puede apelar a su inteligen-
cia, precisamente para no inhibir la reflexión No voy a ahondar en este tema, que apenas
naciente. evoco para dar a entender de qué manera, en mi
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pensamiento, se entrelazan las consideraciones lugar, a todos esos niños que, sin saberlo, me
teóricas con los requerimientos sociales. Los enseñaron tanto: niños cercanos y lejanos; ni-
procesos de apropiación de la escritura constitu- ños pobres, marginados y niños que crecen en-
yen un tema apasionante desde el punto de vis- tre libros y lectores. Indígenas y mestizos. Ha-
ta teórico, pero su interés no se reduce al ámbi- blantes de varias lenguas. Todos ellos ávidos
to académico. De la manera en que se conciba por entender el mundo donde les ha tocado cre-
ese proceso dependen muchas decisiones de po- cer. La escritura forma parte de ese mundo.
lítica educativa.
También quiero rendir homenaje a mi maes-
Me siento afortunada por trabajar en un cam- tro, Jean Piaget, quien me dio el andamiaje teó-
po donde confluyen múltiples disciplinas (sin rico sin el cual yo hubiera sido incapaz de escu-
ser, todavía, un territorio propiamente interdisci- char a esos niños y de teorizar sobre sus voces
plinario). Digo a las nuevas generaciones que y sus gestos gráficos. El debate teórico sobre la
queda aún mucho por investigar, y espero que escritura nunca estuvo en el centro de las preo-
esta universidad se constituya en un polo de for- cupaciones de mi maestro, pero creo que lo que
mación de futuros investigadores de los procesos he logrado hacer se sitúa en la continuidad de su
de alfabetización. Yo creo haber contribuido a gran proyecto epistemológico.
renovar esta esfera del saber, precisamente por
haber podido dar relieve al ignorado, al ausente,
al sin voz: el sujeto de la alfabetización.
Ustedes, en este acto que agradezco profun- El texto de la conferencia fue enviado a la Re -
damente, están rindiendo homenaje a mi obra, dacción de LECTURA Y VIDA a pedido de la direc -
una obra por cierto aún inconclusa. Pero yo, a tora. Su reproducción fue autorizada por la
mi vez, quiero rendir dos homenajes. En primer Editorial de la Universidad de La Plata.

MARÍA EUGENIA DUBOIS


Cuando estaba preparando este número de LECTURA acercaba siempre con una caja de riquísimos bombo-
Y V IDA, el último a mi cargo, supe que a María Euge- nes, aceptaba un té, y con gestos ínfimos nos hacía
nia se le había diagnosticado un tipo de cáncer muy sentir queridas y consideradas a todas las que estába-
agresivo, devastador, y que ella había decidido espe- mos trabajando en la oficina.
rar su muerte con la misma serenidad y dignidad con La recuerdo preguntando por alguna bibliografía
la que había vivido. Poco tiempo después, recibí la que quizá no conociera –leía todo con avidez–, ma-
noticia de su fallecimiento. nifestando con insistencia su convicción de que el co-
Hoy soy la mensajera de esa noticia infausta: aun- nocimiento de la teoría tenía una importancia funda-
que con gran pesar, asumo la obligación de comuni- mental para la práctica pedagógica, dejando asomar
carla porque sé que muchos lectores de la revista ha- sus dudas y planteando interrogantes muy lúcidos so-
brán de compartir mi dolor. María Eugenia fue y se- bre la controversia no resuelta acerca de la actualiza-
guirá siendo con sus trabajos un referente fundamen- ción docente.
tal en la lucha contra la inequidad educativa en Amé- Sus comentarios siempre nos llevaban a reflexionar
rica Latina. desde diferentes ópticas no solo sobre la problemáti-
La tristeza no me permite escribir una nota que ca de la educación de niños y de jóvenes en la lectu-
realmente exprese el enorme significado que ha teni- ra y escritura, sino sobre nuestro propio quehacer.
do su obra para la formación de los docentes en lec- Hablaba con timidez y humildad acerca de lo que ha-
tura y escritura, esa obra que desde una dimensión cía, y todo eso que hizo dejó huellas, marcó rumbos.
ontológica ha abierto nuevos caminos para pensar y La recuerdo preguntándome, cuando la invitaba a
llevar adelante la tarea de capacitar. dar un curso, una conferencia, una charla para los lec-
Ante esta imposibilidad, quisiera centrarme enton- tores de la revista, si yo estaba segura de que ella po-
ces en un espacio muy pequeño, muy personal, pero día ofrecer algo diferente, interesante, y a su vez re-
definitorio. Quiero recordarla en algunos hechos sim- cuerdo su capacidad natural de captar la atención de
ples que se repitieron una y otra vez desde 1980 –año distintas audiencias explicando con claridad, sin caer
en que la conocí– y que me permitieron apreciarla co- en simplificaciones, las teorías más complejas y sus
mo el ser excepcional que era, una persona sabia, des- proyecciones en el campo de la enseñanza y de la for-
de una concepción humanística de la sabiduría. mación docente.
Ahora, ante su ausencia, se abre un tiempo de re-
La recuerdo anunciando su visita a la Redacción
flexión profunda acerca de su pensamiento.
apenas llegaba a Buenos Aires desde Venezuela. Se
M.E.R.
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