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AUTORIDADES
Canciller
Su Excelencia Reverendísima
Mons. MARIO ANTONIO CARGNELLO
Arzobispo de Salta
Rector
Pbro. Lic. JORGE ANTONIO MANZARÁZ
Vice-Rectora Académica
Mg. Dra. MARÍA ISABEL VIRGILI DE RODRÍGUEZ
Vice-Rectora Administrativa
Mg. Lic. GRACIELA MARÍA PINAL DE CID
Secretaria General
Dra. ADRIANA IBARGUREN
3
REFERENCIAS
Actividad en el foro.
Actividad grupal.
Actividad individual.
Atención.
Audio.
Bibliografía.
Glosario.
Sugerencia.
Video.
4
ÍNDICE
AUTORIDADES ....................................................................................................................................... 2
REFERENCIAS ....................................................................................................................................... 3
ÍNDICE .................................................................................................................................................... 4
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 5
UNIDAD III
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN....................................................................................................... 6
III.1.- MARCO DE REFERENCIA ............................................................................................................. 6
III.2.- EL PROBLEMA DEL VALOR FORMATIVO .................................................................................... 7
III.3.- LOS PROGRAMAS DE EVALUACIÓN ........................................................................................... 8
III.4.- LOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN............................................................................................... 9
III.5.- LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN.................................................................................... 11
III.6.- CONDICIONES DE LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN .................................................... 12
III.7.- DESCRIPCIÓN DE ALGUNOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN .......................................... 12
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 16
Anexos - Links ....................................................................................................................................... 17
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INTRODUCCIÓN
“Maestro Carpintero al Aprendiz:
Una última cosa debes recordar: Mide dos veces; corta una.
Aprendiz: ¿Por qué?
Maestro Carpintero: La medida se puede fácilmente comprobar y repetir,
pero solo tienes una oportunidad de cortar los materiales en forma correcta.”
Anónimo
Estamos llegando al final del camino. Como podrán ver, fiel a mis estrategias de
entrada, quise rescatar esta frase (¿recuerdan haberla leído antes?) que nos
anticipa el último tema de este módulo: los instrumentos de evaluación.
En todo este recorrido fuimos re-elaborando conceptos, aprendiendo nuevos
fundamentos y hasta alguien del grupo dijo que era necesario cambiar el enfoque,
la mirada, acerca de la evaluación. Entonces volvemos a las preguntas iniciales:
- ¿qué es evaluar?
- ¿qué podemos evaluar..?
- ¿para qué evaluamos?
Espero que Uds. ya tengan alguna respuesta (siempre provisorias, como suele
ocurrir con las prácticas humanas) y para saber si es así, tendrán que ser
evaluados!!
Pero antes, una pregunta más que se suma ¿Qué instrumentos de evaluación
resultan útiles para acercarnos a los procesos y productos del aprendizaje y la
enseñanza? De eso se trata esta unidad. Los invito a leer el material disponible,
tratando de integrar todo lo que pudimos aprender hasta este punto del camino.
Entonces, recién podrán responderle a Mafalda.
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UNIDAD III
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
1
Citado por Ángel Díaz Barriga (1994) en “Una polémica en relación al examen”.
2
Tessaro, F. (2008) Los fundamentos de la evaluación escolar.
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Por esta razón, los resultados de una prueba de verificación son puntuaciones que
hay que interpretar y comprender. "Si tengo que elegir entre rigor y sentido, no
titubeo un instante en elegir el segundo" (René Thom).
¿Es el recorrido seguido por el alumno un “error” que descartar o posee un potencial
innovador de generalización?
¿Los procesos de mediación, cooperación, división entre los alumnos han mejorado
la calidad de los aprendizajes?
3
Alude al significado y sentido que el estudiante otorga a los contenidos.
8
Para contestar a estas preguntas no basta con “medir” los resultados, no basta con
“observar” las competencias. Es necesario “valorar” los procesos que el alumno lleva
a la práctica para aprender, para construir las relaciones entre los saberes.
Cuando se evalúa,
se pone en
Por ello, cuando se evalúa, se pone en práctica una pluralidad de actividades, que práctica una
en conjunto forman un programa. En la propuesta de formación, las actividades pluralidad de
evaluativas, coexisten, están entrelazadas y debemos encararlas como si estuvieran actividades, que
en secuencia. en conjunto
forman un
programa.
Pero los datos surgidos también son interpretados con respecto a los procesos
individuales de desarrollo, a su calidad y luego a la personalización de las
competencias. De tal interpretación se obtendrán informaciones significativas sobre
modos personales de aprender o de enseñar, y de desarrollar las competencias. La
evaluación será, por esto un proceso de síntesis interpretativa de las informaciones
recogidas.
Dicho lo mismo de otro modo, cada vez que evaluamos están presentes:
Definimos a los criterios de evaluación como los parámetros de referencia que funcionan
como base de comparación, para situar e interpretar el desempeño del alumno con
respecto a su progreso de aprendizaje.
Los indicadores del criterio son muestras específicas de los procesos que
esperamos observar en el alumno para determinar su ubicación o posición con
respecto al criterio de evaluación y señalar, si está progresando en la competencia o
actitud que representa el criterio. Los indicadores del criterio que se encontrarán en
cada una de las áreas curriculares no son prescriptivos, el docente deberá hacer una
selección de los más representativos o establecer nuevos indicadores, dependiendo
del aprendizaje que esté desarrollando en el alumno.
lectora.
COMPETENCIA LECTORA
a.- la representatividad
b.- la significación y
c.- la diferenciación cognitiva.
d.- la administrabilidad
Validez4: "Se dice que un instrumento es válido cuando evalúa lo que se pretende
evaluar con él".
La validez de una prueba se tiene cuando ella releva todo lo que se ha propuesto
relevar, y solamente aquello, es decir todos los hechos anteriormente
considerados, índices del logro de ciertos objetivos. Los estímulos ofrecidos tienen
que permitir a los alumnos manifestar aquellos comportamientos cognitivos que
expresan el dominio de los objetivos sometidos a verificación. Por ejemplo: si para
un docente el propósito ha sido que los alumnos aprendan a resolver casos, un
instrumento de evaluación será válido si presenta una situación de resolución de
casos.
a.- La observación
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Camilloni, Alicia, la calidad de los programas de evaluación y de los instrumentos que lo integran, Paidós, Bs. As.
5
Camilloni, Alicia, la calidad de los programas de evaluación y de los instrumentos que lo integran, Paidós, Bs. As.
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Son diversas las funciones atribuidas a la observación y cada una converge sobre
una específica actividad evaluativa.
b.- El portafolio
Los mapas conceptuales propuestos por (Novack y Gowin, 1984) son Lectura
diagramas que expresan las relaciones entre conceptos generales y Complementaria:
específicos de una materia, reflejando la organización jerárquica entre ellos. Es - Tessoro F.
una técnica que se utiliza tanto en la enseñanza (Ontoria, 1992) como en la (2008) Los
fundamentos de
evaluación y favorece el desarrollo organizado y funcional de los conceptos claves la evaluación
de una materia o disciplina. escolar, Univ.
Venecia, Italia.
El diagrama que se establece con los mapas conceptuales muestran jerarquías,
interrelaciones, ramificaciones, entrecruzamientos y palabras de enlace que
proporcionan una representación comprensiva e integradora del contenido nuclear
de un campo de conocimiento.
El mapa conceptual se revela como una estrategia cognitiva muy potente cuando
se utiliza desde el inicio, durante el desarrollo y al final de una unidad de
aprendizaje, ya sea en el estudio de un tema, de un conjunto de temas
relacionados o de toda una asignatura. De esta manera, no solo el profesor sino
también el propio estudiante -y esto es lo importante a destacar -, puede analizar y
valorar el proceso de aprendizaje realizando al inicio del aprendizaje y al final la
elaboración del mapa conceptual. En un principio es un instrumento excelente de
evaluación diagnóstica a fin de conocer -para el profesor- y de toma de conciencia
-para el alumno- del punto de partida de un aprendizaje.
Son de fácil armado, pero para seguridad conceptual del alumno, se requiere del
Profesor Tutor, el acompañamiento constante en la construcción del conocimiento,
brindándoles observaciones e intervenciones pertinentes y guiándolos con
respecto a la fiabilidad de las respuestas por él construidas.
BIBLIOGRAFÍA
Anexos - Links
La observación sistemática
Los instrumentos de relevamiento estructurados (definidos también “cerrados”)
habitualmente son utilizados cuando si prevé recolectar informaciones sobre un
grupo muy extendido, hipotetizando también un análisis estadístico de los
datos.
Para poder operar a nivel estadístico es indispensable que las categorías de
referencia sean delimitadas, finitas, preestablecidas: los instrumentos de
relevamiento, en consecuencia, serán elaborados bajo forma de esquemas de
clasificación y categorización de comportamientos, o actitudes que, a priori,
hipotetizamos que se pueden manifestar en una situación dada.
Sustancialmente, antes de poner a punto un instrumento de observación
estructurada, cualquiera que sea, es oportuno preguntarse: ¿a qué personas
nos dirigimos (edad, nivel escolar, características culturales), ¿qué queremos
observar?, ¿a qué nivel de profundidad?, ¿qué criterios intentamos seguir para
la formación de las categorías?, etc.
Enumeramos a continuación algunos de los instrumentos más significativos,
poniendo en evidencia su posible utilización en el ámbito educativo.
La grilla de observación
El instrumento por excelencia para relevar las características, tanto de
comportamientos como de relaciones, de las personas involucradas en las
situaciones formativas, sean estudiantes o docentes, es la grilla para la
observación sistemática. Los datos que surgen de los relevamientos son
elaborados según precisos elementos de referencia prefijados tanto
cuantitativos como cualitativos (niveles, grados, tipos, standard, unidades di
medición).
La grilla permite la observación de un individuo particular en el contexto y es
una ayuda valiosa para docentes a los fines de efectuar una adecuada
programación educativa y didáctica.
La grilla prevé una serie de categorías de comportamientos que constituye el
instrumento a través del cual el operador lee la realidad educativa de los
sujetos individuales o del grupo: es entonces fundamental dedicar tiempo y
atención a su puesta a punto, porque la elección de las categorías pertinentes
determina la validez de las observaciones antes y de la evaluación después.
El contenido de las categorías tiene que ser definido de modo claro, sin
ambigüedades que hagan difícil la colocación de los comportamientos/actitudes
concernientes a ellas. Se puede hacer referencia a aspectos objetivos con
dimensiones cuantitativas, que pueden ser, por ejemplo, características
conexas a la participación (ej: ausencias, puntajes, resultados,...) o bien
considerar ámbitos de tipo psicológico y relacional, teniendo una dimensión
cualitativa, mucho más compleja.
En el ámbito psico-pedagógico es usual localizar las áreas/dimensiones a)
intelectivo-cognitiva, b) socio-relacional, c) afectivo-emotivo, d) motor-
gesticular. Cada una de estas áreas se articula en indicadores y cada indicador
es observado a través de descriptores.
Los check-list ( o grillas de control)
Con el término check-list se entiende una lista de comportamientos
evidenciados a priori, más o menos profundizados, que sirve de guía al
observador para relevar, en modo ordenado y sistemático, la presencia y la
frecuencia en un determinado intervalo de tiempo. Los comportamientos
observados no se refieren exclusivamente al tema observado, pueden hacerlo
también el modo de ponerse y relacionarse del profesor/educador.
Las check list sirven para "sistematizar la observación. Sirven para constatar la
presencia o la ausencia de un objeto o de un fenómeno, sin que se formulen
juicios de valor".
Las escalas de valoración
Las escalas de valoración no solo tienen la ventaja de notar la presencia o la
ausencia de una determinada característica (objetivo a la que responde
excelentemente la check-list) pero nos dicen, por añadidura, el nivel con que
ella está presente, operando por lo tanto una medición, una clasificación de los
datos según un criterio preestablecido.
La utilización prevaleciente de las escalas de valoración respecta al ámbito de
las actitudes y de los comportamientos, son ellos relativos a los profesores o a
los alumnos: a la persona se le pide formular un juicio lo más equilibrado
posible en relación con lo requerido.
Operativamente construye una escala de valoración listando una serie de
actitudes de las cuáles se considera útil valorar la intensidad o la frecuencia: a
cada uno de ellas vienen adjuntada una escala graduada adecuada al objetivo
cognoscitivo, marcado con números (1, 2, 3, …), afirmaciones (nunca, a veces,
frecuentemente, siempre) o símbolos gráficos indicando un orden
generalmente progresivo (creciente o decreciente): ellos constituyen los niveles
de la escala.
Observación en diferido: la videoregistración
El procedimiento de videoregistración de un acontecimiento, por pacto que se
desarrolla haciendo de modo que los sujetos observados se comporten en el
modo más natural y usual posible, garantiza más que cualquiera otro
instrumento autenticidad y confiabilidad en la observación desarrollada.
Examinemos las razones de eso:
1. Permite tener una descripción muy precisa y fiel de los acontecimientos
observados. El hecho de aprovechar prácticamente "en directo" de una
reproducción y la ventaja de poder, en un segundo tiempo, rever y analizar lo
registrado, disfrutando la posibilidad de imagen congelada o el "rallenty"
(cámara lenta), también es de ayuda para un observador poco experto: podrá
tomar así todos los elementos que cree significativos sin que haya pérdida de
informaciones.
2. Evita errores de relevación debidos, por ejemplo, al cansancio del
observador.
3. Permite, simultáneamente, la observación de más personas que
interaccionan dentro de un grupo, logrando tomar mejor las dinámicas que
ocurren allí.
4. Es muy útil para efectuar un análisis sobre niveles/variables diferentes, como
por ejemplo la relación entre las personas, el comportamiento no verbal, las
relaciones objetuales, etcétera. Mientras que para una observación "en
simultáneo" es indispensable efectuar a priori una clara formulación del
objetivo, en este tipo de observación se puede proceder a posteriori
evidenciando el núcleo central de los aspectos que se cree oportuno observar.
5. Permite una comparación intersubjetiva entre más observadores (también en
tiempos diferentes) con respecto de un mismo episodio.
Existen diferentes tipos de portafolios. Una clasificación, quizás la más
utilizada, es la que se presenta en función de su uso. En esta perspectiva
podemos enumerar tres tipos:
El portafolios de trabajo con el cual el alumno y el profesor evalúan y
comprueban el progreso de aprendizaje (revisión diaria). Para realizar el
trabajo, el alumnado, individualmente, selecciona una muestra de los
materiales más representativos; el profesor/a no necesariamente debe dominar
el proceso de selección de los materiales. En este portafolio, el profesorado
puede añadir muestras, registros, anotaciones... Los tutores, los padres, los
supervisores... pueden adjuntar comentarios.
El portafolio de presentación responde a la selección de los mejores trabajos
por parte del estudiante. Los trabajos de progreso no están incluidos en este
portafolio; tampoco los trabajos diarios. Cada alumno tiene su portafolio de
presentación.
El portafolio de recuerdo está formado por todos aquellos materiales no
incluidos en el portafolio de presentación y a través de los cuales se han
realizado aprendizajes de base o esenciales. Frecuentemente es utilizado
conjuntamente con el portafolio de presentación para realizar la evaluación ya
que contiene trabajos que informan sobre la realización de distintas tareas.
Para el desarrollo del portafolio, independientemente de su tipología, es
necesario considerar los aspectos siguientes:
1-Establecer los propósitos y objetivos:
¿Por qué el portafolios como método de evaluación y autoevaluación? ¿A
quién va dirigido? Que logros de aprendizaje y desarrollo muestrán? ¿Qué
criterios y estándares se utilizaran para reflexionar y evaluar los logros?
2-Seleccionar el contenido
¿Portafolios de procesos, de producto o mixto? ¿Selección de trabajos
diagnóstico, formativos y o sumativos? ¿Diversidad y cantidad de trabajos a
incluir? Personas que seleccionan los trabajos a incluir (alumnado,
profesorado, padres supervisores......) Listado de contenido y secuencia.
3-Recursos
¿Forma física (caja, bloc anillas, AV.CD-Rom..)? ¿Lugar de almacenamiento?
¿Personas que tendrán acceso al portafolios?
4-Reflexión
¿Por qué incluir este trabajo? ¿Por qué consideras este un buen trabajo? ¿Que
proceso y dificultades has experimentado? ¿Cómo lo efectuarías de un manera
distinta? ¿Cuál ha sido lo más importante aprendido o logrado?
5-Evaluación
Trabajos. Métodos de aprendizaje. Hojas de cotejo. Autoevaluación
6-Compartir
Profesorado, supervisores, asesores.., compañeros alumnos/as. Audiencia de
exposiciones
Durante el proceso de realización del portafolios siempre ha de estar presente
el balance entre el proceso y el producto de aprendizaje, la evidencia del
progreso y del desarrollo del alumno y de la alumna, y una amplia variedad de
tareas y materiales referidas a diversas competencias, estrategias y
habilidades del alumnado (en función de la programación curricular del período
al que corresponde). A su vez el análisis y orientación inicial (tareas optativas)
y el análisis reflexivo de los resultados parciales y globales (aprendizaje al
mismo tiempo de la autoevaluación válida, en un contexto...).
Son muchas las aportaciones del portafolio para el profesor, orientador de
aprendizajes, y para el alumno, sujeto que ha de aprender unos contenidos y a
autoevaluarse. En experiencias realizadas en niveles universitarios pero que
creemos extensible a otros niveles educativos, destacamos los siguientes:
Exponemos una pequeña experiencia siguiendo los tres momentos clásicos de
la evaluación del aprendizaje:
a. Evaluación diagnóstica. En los primeros momentos del aprendizaje se
solicita al alumnado que elabore un mapa conceptual en pequeño grupo sobre
la temática en cuestión a partir de sus propios conocimientos y la lectura de un
artículo que describe el estado de la cuestión de la disciplina objeto de estudio.
Esta primera elaboración nos permite constatar aquellos contenidos en los que
existe una mayor distancia entre los conocimientos previos y los que se
determinan en los objetivos, así como deficientes o errores. Para el alumnado,
la reflexión y el debate que se establece en el pequeño grupo y posterior
puesta en común en gran grupo, le hace tomar conciencia de las dificultades,
de sus aciertos, incongruencias y lagunas que tiene. Además de estos
beneficios, esta evaluación inicial tiene el valor añadido de contribuir a clarificar
los objetivos y contenidos que serán objeto de aprendizaje.
b. Evaluación formativa. En el transcurso del aprendizaje el estudiante, ya de
forma individual, va remodelando el mapa inicial elaborado a la luz de los
contenidos y actividades que se realizan durante el proceso de enseñanza. En
cualquier momento del curso se puede plantear una sesión de puesta en
común de los, mapas conceptuales que están siendo elaborados. Esta sesión
es demandada por un estudiante o por varios que voluntariamente desean
presentar al grupo el estado actual de su mapa conceptual. Se genera una
dinámica de discusión constructiva en torno al mapa o mapas conceptuales
presentados, enriquecedora tanto para el que realiza la presentación como
para sus compañeros. En estas sesiones, cuyo número depende de la
solicitudes del alumnado, el aprendizaje y la evaluación constituyen una unidad
procesual donde es difícil establecer los límites entre ambos constructos. Ha de
tenerse en cuenta que en la disciplina en la que se refiere la experiencia que
relatamos, son admisibles diferentes mapas conceptuales dependiendo de las
ideas generadoras que se seleccionen para estructurar el contenido. Por esto,
cabe que el mismo contenido pueda presentar diferentes estructura
organizativa siendo todas ellas válidas –aunque algunas formas son más
comprensivas y óptimas que otras- en la medida que respetan un esquema
organizador de relaciones coherente y de jerarquía inclusiva, en la que los
conceptos situados en la parte superior son más generales y, a medida que se
desciende, más particulares.
c. Evaluación final. Al final de curso el alumnado presenta el mapa conceptual
de la materia donde se recoge el contenido de lo que se ha trabajado durante
el curso y que ha ubicado en el diagrama. En esta elaboración conceptual el
alumnado muestra la representación final que ha logrado realizar de la materia,
de sus conceptos y contenidos nucleares. Se realiza una reflexión sobre su
proceso de aprendizaje contrastando el primer mapa conceptual con los
sucesivos que ha ido realizando hasta el último elaborado. Por último, hace una
autoevaluación descriptiva del producto final conseguido a partir de considerar:
la cantidad e importancia de los conceptos que ha logrado reflejar en el mapa,
las relaciones horizontales que ha logrado establecer y los niveles de
especificación desarrollados.
Algunos de los criterios que el profesor ha de evaluar son los siguientes:
• Cantidad y calidad de los conceptos o contenidos reflejados.
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