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Teórico N 13 – Merleau-Ponty

Fenomenología de la percepción se propone desarrollar una teórica corporal de la percepción, es


decir, dar cuenta de la percepción del mundo como una función del cuerpo. Pero Merleau-Ponty no
sólo intentó proveer una teoría corporal de la percepción, sino tambien una teoría corporal de la
experiencia en todas sus caras: del lenguaje, de la experiencia de los otros, de lo psíquico en el
sentido de lo emocional y lo afectivo, incluso del pensamiento. Para esto intentará desarrollar una
ontología que tendrá la clave en la corporalidad o “en la carne”.

La filosofía de Merleau-Ponty no se propone solamente invertir el dualismo cuerpo-alma,


revalorizando el cuerpo, sino redescubrir lo que el cuerpo es más allá de la definición residual que
se ha dado siempre como “lo otro del espíritu”, entendiendo al mismo tiempo a este último como lo
más propio del ser humano.

Merleau-Ponty tiene una concepción impura de la filosofía: no es posible hacer filosofía mediante
una reflexión pura o trascendental, enteramente a priori, elevándose por encima de los hechos y de
las ciencias empíricas

Para Merleau-Ponty no es posible completar la reducción, si con ella se pretende aislar una
dimensión absolutamente purificada de toda contigencia empírica, cultural, o histórica, o aislar una
esfera de la conciencia constituyente que va a ser objeto de reflexión desligándola de sus relaciones
mundanas e intersubjetivas. Dice Merleau-Ponty que por medio de la reducción de lo que se trata
es de “revivir la experiencia en su estado naciente”.

Merleau-Ponty critica a Hume cuando habla de “sensación simple” con el ejemplo del punto del
cual nos alejamos gradualmente. Para Merleau-Ponty la sensación simple es una simple abstracción
de algo que nunca se nos da en la experiencia realmente, ya que siempre captamos relaciones o
configuraciones y no sensaciones simples. Percibir un punto no es percibir un elemento simple,
atómico, es percibir una diferencia con el fondo.

En el Preámbulo a la Primera Parte, Merleau-Ponty plantea el problema de cómo dar cuenta de la


percepción sin perder la interrelación entre sujeto y objeto. Es decir, se debe dar cuenta de que la
cosa se me da desde una perspectiva (subjetiva), pero esa cosa a la vez no se limita a la perspectiva
que se me abre a mí, sino que la cosa se me da como en sí, es decir, como un objeto completo que
tiene una excedencia y una cierta trascendencia respecto de mi percepción de él.
Merleau-Ponty dice: para dar cuenta de la pecepción hay que dar cuenta de cuestiones medio
paradójicas de la perspectiva y el horizonte que nos llevan a dos lados sesgados de análisis:
1) Uno seria: pensar que el punto de vista desde el cual la cosa se me da es un punto de vista en
el mismo espacio donde esta la cosa, es decir, el punto de vista como un lugar mas dentro de
un espacio objetivo, lo cual hace borrar la perspectiva del sujeto y perder de vista que toda
percepción se me da siempre desde una perspectiva.
2) O podemos inclinarnos del lado del sujeto y pensar una filosofía trascendental o de una
conciencia constituyente, sobredimensionando el hecho de que la cosa se da como en sí
solamente para mi, y pensando que yo constituyo a la cosa en sentido estricto. Los lados que
se me presentan son una proyección mía, y en ese sentido yo perdería de vista la relación S-
O para hacer del O una construcción del sujeto.

Para no caer en ninguno de estos lados sesgados, Merleau-Ponty propone partir desde el punto de
vista desde el cual el mundo se nos da, que es el cuerpo.

Merleau-Ponty critica a la anatomofisiología moderna, diciendo que el cuerpo no se resiste a ser


entendido en términos mecanicistas como por ej en el esquema estímulo-respuesta, cuando se
observa experimentalmente que muchas veces un mismo estímulo es seguido por distintas
respuestas. Esto podría explicarse si cada estímulo en vez de ser tomado en sí mismo, es tomado en
su relación con otros

3) otro aspecto que excede la explicación mecanicista: si uno entiende al cuerpo como una máquina
en la cual sus partes se transmiten el movimiento, se entiende que esas partes tienen funciones fijas.
La fisiología contemporanea dice Merleau-Ponty, está observando que las partes del cuerpo tienen
cierta polivalencia funcional, pueden cambiar de función de un modo en que una máquina nunca
podría.

4) Más que una línea causal estímulo-respuesta, habría que pensar un movimiento circular
entre cuerpo y mundo en el cual se pueden distinguir fases pero no se puede cortar el
movimiento de manera que se sepa dónde empezó. Hay una actividad del cuerpo que
anticipa al estímulo y hace que cuente de una manera u otra

Resumiendo:
4 anomalías del cuerpo respecto del marco mecanicista clásico:
1) Inconstancia de la relación estímulo- respuesta
2) El ser sensible no a elementos simples ino a configuraciones, diferencias y relaciones entre
estímulos
3) Polivalencia funcional de los órganos
4) La no linealidad causal entre fase sensorial ymotriz, circularidad entre ambas.

Explicaciones clásicas del miembro fantásma y 4 explicaciones de Merleau-Ponty:


1.a) Pensar que hay una persistencia del estímulo en el muñón que hace que se siga sintiendo un
brazo que uno no tiene, pero que cuya sensación al ser transmitida al cerebro, pasaba por ese punto
medio. Como un sistema de poleas. Merleau-Ponty dice que como contra-ejemplos funcionarían los
casos en donde se anestesia el muñón pero se sigue sintiendo el miembro fantasma. → explicación
fisiológica perisférica.
1.b) Explicación fisiológica cerebral de la propiocepción corporal: pensar que la manera en que
sentimos nuestro cuerpo quizás tiene que ver con una zona cerebral que mapea nuestro cuerpo. Pero
con el homúnculo de Penfield, queda explicado un mapeo cerebral que debiera ser permanente en el
sentido de que siempre deberíamos sentir cierto cuerpo con ciertas características, mientras que el
brazo fantásma aparece y desaparece de modo intermitente. Además el mapeo varia en situaciones
de gente que empieza a hacer deporte y entonces nos podemos preguntar por qué persiste el dolor
en miembros que ya no están. Tampoco puede explicarse en términos fisiologicos cerebrales porque
a veces el miembro vuelve a sentirse en situaciones particulares con una significación afectiva. Pero
tampoco deja de sentirse en algunos casos por mas que haya terapia psicológica para elaborar el
trauma.

2)Si nos atenemos a estas ultimas circunstancias, deberíamos pensar que nuestra conciencia de
nuestro cuerpo no tiene nada que ver con funciones neurofisiológicas, sino que es una
representacion del cuerpo, una conciencia meramente psicológica y mental que no tiene relación
con nervios ni nada. Pero dice Merleau-Ponty, hay casos en los que simplemente seccionando los
nervios que van del muñón hasta el cerebro se suprime al miembro fantasma.
Entonces nos encontramos con un fenómeno que depende de variables muy dificiles de integrar
entre sí en una explicación dualista.

Qué hacer si el miembro fantasma no es ni una causalidad objetiva ni una cogitatio? Si nuestra
experiencia corporal esta condicionada por dos tipos de factores tan heterogénos entre sí?
La vía media u ontológicamente ambigua a partir de la cual podrían conjugarse tanto la causalidad
objetiva como las motivaciones psicológicas de la propiocepción será para Merleau-Ponty la
dimensión del comportamiento. La respuesta que empezará a contornear Merleau-Ponty es que nos
vivimos corporalmente en función de las posibilidades de acción que sentimos.

“Este fenómeno que desfiguran tanto las explicaciones fisiológicas como las psicológicas, se
entiende en la perspectiva del ser-del-mundo. Lo que en nosotros rechaza la mutilación y la
deficiencia es un Yo empeñado en un cierto mundo física e interhumano, un Yo que continúa
tendiendose hacia su mundo a pesar de deficiencias o amputaciones, y que, en esta medida, no las
reconoce de derecho. El rechazo de la deficiencia no es más que el reverso de nuestra inherencia a
un mundo, la negación implícita de lo que se opone al movimiento natural que nos arroja a nuestras
tareas, nuestras preocupaciones, nuestra situaciones, nuestros horizontes familiares. Poseer un brazo
fantasma es permanecer abierto a todas las acciones de las que sólo el brazo es capaz, es guardar el
campo práctico que uno poseía antes de la mutilación.”

Es decir, que mi cuerpo es vivido como un repertorio de ciertos comportamientos posibles. No


percibo mi mano como una cosa física en el espacio, sino como la posibilidad de hacer tales o
cuales movimientos o comportamientos en determinadas situaciones o espacios. La espacialidad de
la mano tal como es vivida, difiere de la del cenicero arriba de la mesa, y esta propiocepción es
correlativa a la percepción del mundo como entorno de acciones posibles. Esto quiere decir que
Merleau-Ponty el mundo es un sistema de posibilidades de acción, de útiles, de espacios que nos
proponen ciertos recorridos posibles.

Para Merleau-Ponty el correlato noético del mundo como entorno pragmático, el sujeto de esta
percepción, es el cuerpo tal como lo vivimos. Y lo vivímos como un “yo puedo”.

Tomo conciencia del mundo a través de mi cuerpo, y tomo conciencia de mi cuerpo a través del
mundo.
Esta “conciencia práctica corporal” no es una conciencia temática, teórica o intelectual, es una
“semiconsciencia”.

La cosa se me aparece en la percepción como función de los movimientos de mi cuerpo. Pero no


porque los piense como factores objetivos, la percepción no es un análisis. “La conciencia que
tengo de mi cuerpo es una conciencia deslizante, el sentimiento de un poder. Tengo conciencia de
mi cuerpo como de una potencia indivisa y sistemática de organizar ciertos desenvolvimientos de
aparecer perceptivo[...] Organizo con mi cuerpo una comprensión del mundo, y la relación con mi
cuerpo no es la de un Yo puro que tendría sucesivamente dos objetos, mi cuerpo y la cosa, sino que
yo habito mi cuerpo y por el hábito las cosas. La cosa me aparece como enclavada en su
funcionamiento.”

La conciencia descripta en estos términos, ni siquiera es necesariamente lingüística, sino que es un


tipo de conciencia tácita y práctica. Es similar a la comprensión práctica pre-teórica heideggeriana
pero para Merleau-Ponty esto se entiende concretamente a partir del cuerpo en la medida en que
cuenta con ciertas posibilidades de acción que depende de cómo se ha aprendido a mover, es el
cuerpo vivido como comportamiento el que configura el sentido pre-lingüístico y pre-intelectual
que tiene el entorno para nosotros.

En este esquema entonces cuerpo y mundo son dos terminos que solo tienen el sentido que tienen
en su relación, son su relación.

Que yo me sienta a mí mismo como contando con este repertorio particular de comportamientos o
acciones depende de cómo aprendí a moverme en el pasado. Son comportamientos sedimentados
como habitualidades y las habitualidades son las que me disponen a ciertas acciones o me hacen
sentirlas como posibles. Me dotan de ciertas capacidades o habilidades latentes que configuran tanto
mi propiocepción como la correlativa percepción del mundo.

Las habitualidades de comportamiento son adquiridas intersubjetivamente -intercorporalmente- y


son en este sentido culturales, es decir, propias de comunidades situadas histórica y
geográficamente que comparten estos esquemas de acción e interacción corporal.
Este aprendizaje es pre-linguístico y pre-intelectural por medio del “espejo” del comportamientos
de los otros con los cuales aprendimos a movernos y a manejarnos en ciertos entonrnos en los que
esos compartimiento son correlativos y/o se plasman es ciertos objetos, muebles, instrumentos,
espacios arquitectónicos,etc.

A partir de esto podemos pensar también la identidad de género: si la corporalidad no es vivida


primariamente como anatomía ni como una representación intelectual de algun tipo, sino como
patrones de comportamiento, el esquema corporal de disposiciones comportamentales compartidas
culturalmente también es un esquema sexual que determina la propiopercepción (indentidad de
género) y la percepción erótica (el deseo).

Cuerpo actual: presente del cuerpo


Cuerpo habitual: pasado-presente del cuerpo
Cuerpo orgánico: pasado absoluto o “pasado que nunca fue presente”. Por ej: ciertas estructuras
orgánicas responden a un pasado filogenético de la especie, que es una herenicia que tengo y que
determina que habitualidades puedo adquirir y cuales no: puedo aprender a caminar, pero no a volar.

Estas tres dimensiones temporales del cuerpo son sólo distinguibles abstractamente ya que están
todo el tiempo operando en mi experiencia corporal. Para Merleau-Ponty el nucle de las 3 es el
cuerpo habitual, que prima en nuestra propiocepción por sobre el cuerpo actual, y que resignifica el
bagaje orgánico que uno puede traer. M.P cuestiona el carácter universal o invariante de ciertos
comportamientos considerados instintivos, como el instinto maternal y dice que son reconfigurados
culturalmente.

“El cuerpo habitual es entonces una denominación del cuerpo vivido, porque nos vivimos a
nosotros mismos corporalmente como este repretorio de comportamientos posibles sedimentado por
hábitos adquiridos intercorporalmente.”

El cuerpo actual se apoya en una dimensión más básica que es la del cuerpo habitual, con sus
sedimentaciones comportamentales entendidas como un repertorio de posibilidades de acción
latentes, disponibles, que determinan nuestra propiopercepción actual.

Nuestra espacialidad vivida es una espacialidad de situación, no de posicion: las partes de nuestro
cuerpo se integran en una totalidad en la medida en que nos dispondemos a realizar ciertas acciones.

Hábito como “habilidad” frente a reflejo o acción inteligente. A diferencia del reflejo, el hábito es
trasponible, es como un “estilo” de moverme. Parecería haber cierta “inteligencia” en el hábito en
tanto puedo disponer de distintos medios para lograr el mismo fin, posee cierta adaptabilidad. Pero
no es un proceso intelectual porque yo puedo entender por ejemplo como andar en bicicleta en una
explicación y despues no poder hacerlo al intentarlo. O sea que la adquisición de un hábito es un
aprendizaje que hace el cuerpo, sin que sea un mero reflejo. Es un “saber hacer”, un tipo de
inteligencia propia del cuerpo mismo. Un ejemplo interesante es intentar recordar el teclado de una
computadora. Seguramente intelectualmente no lo podamos hacer o tardaríamos mucho en
reconstruirlo, pero al momento de escribir los dedos saben que hacer.

Para M.P la percepción no puede ser asimilada a las síntesis que pertenecen al orden del juicio, de
los actos o de la predicación. “El cuerpo tiene su mundo o comprende su mundo sin tener que pasar
por unas representaciones y sin subordinarse a una función simbólica y objetivante.

M.P dice que las teorías de la percepción psicológicas han identificado en el cuerpo ciertas
características que lo distinguen de todo otro objeto de la percepción, y piensa que estas son razones
para pensar que el cuerpo no es simplemente un objeto percibido, sino que es sujeto de la
percepción, es decir, que participa de la percepción de objetos como sujeto.
Estas caracteristicas deberían bastar para percatarse del carácter corporal o encarnado de la
conciencia perceptiva. Son:

1) Permanencia absoluta del cuerpo en el campo perceptivo correlativa a la imposibilidad de


variar libremente de perspectiva respecto de mi cuerpo -perspectivas siempre vedadas..
2) Sensaciones dobles
3) El cuerpo como objeto afectivo (cuestión del dolor): el cuerpo se muestra en el dolor como
sujeto de la percepción y no como objeto. El pie consta en la experiencia del dolor no como
causa externa del dolor, como evento interno o mental, sino como pie doliente.
4) El movimiento corporal percibido como inmediato respecto de mi voluntad y como una
unidad orientada a un fin.

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