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NOCIONES DEL DERECHO DEL TRABAJO

Conceptualización del Derecho del Trabajo:

El Derecho del Trabajo tiene una proyección económica y social. Desde el punto de vista

económico, existen dos principales fuerzas de la producción: El Capital y el Trabajo. El primero

se encuentra representado por el patrono y el segundo por el trabajador. Ambas fuerzas desde sus

orígenes han sido antagónicas, dado el carácter superior del capital. Desde el punto de vista social,

representa una lucha de clases entre ricos y pobres, donde una ha oprimido a la otra violando e

inobservando sus derechos. En ambos puntos de vista se puede afirmar categóricamente que existe

un desequilibrio que, lógicamente, influye en el marco jurídico.

El Estado al tener como uno de sus principales elementos y fines lograr el bien común de sus

habitantes, no debe ser un simple espectador del desequilibrio referido, sino debe ser un sujeto

contralor de la relación, un ente soberano encargado de dar equilibrio a la misma, lo cual logra a

través de la creación de normas jurídicas obligatorias (leyes laborales) que vienen a regular la

relación obrero-patronal, mediante la protección y tutela de la parte más débil de la relación, que

es el trabajador. Eso no significa, desde ningún punto de vista, que el Derecho del Trabajo viene a

favorecer exclusiva y casi arbitrariamente a la clase obrera, ni mucho menos a convertirse en un

conjunto de normas en contra de los intereses patronales, por el contrario, el Derecho del Trabajo

tiene por objeto reconocer, asegurar y garantizar los derechos y obligaciones de ambas partes de la

relación obrero-patronal para un equilibrio justo y objetivo de la misma, a fin de lograr la justicia

y paz social.

El trabajo y el empleo:

El trabajo constituye el principal objeto del Derecho Laboral y el empleo su principal

manifestación. Para el autor mexicano Alberto Briceño Ruíz, “es una condición de existencia del
hombre que tiene como objeto crear satisfactores para atender necesidades y resulta tutelado por el

Estado, cuando existe relación jurídica de subordinación”.

El empleo o cargo “es la ocupación o profesión ejercida por un trabajador con subordinación de

otra persona, para prestar sus servicios de acuerdo a las responsabilidades que deben ser

cumplidas”.

Definición del Derecho del Trabajo:

Para el autor mexicano Eugenio Pérez Botija “ES EL CONJUNTO DE PRINCIPIOS Y NORMAS

QUE REGULAN LAS RELACIONES ENTRE PATRONOS Y TRABAJADORES, Y DE

AMBOS CON EL ESTADO”.

Véase artículo 1 del Código de Trabajo.

Denominaciones del Derecho del Trabajo:

El Derecho del Trabajo ha recibido diversos nombres, acepciones o denominaciones por la

doctrina, entre las cuales tenemos: Derecho Industrial, Derecho Obrero, Derecho Social, Nuevo

Derecho, Derecho Económico, Derecho Profesional, Derecho de los Trabajadores, Derecho

Económico-Social, Derecho de la Economía Organizada, Derecho del Contrato de Trabajo,

Derecho Social del Trabajo, Derecho de Trabajo, Derecho del Trabajo, Derecho Laboral y

Legislación Laboral. En nuestro medio los más utilizados son DERECHO DEL TRABAJO y

DERECHO LABORAL.

Características del Derecho del Trabajo:

 Es un Derecho nuevo o resiente.

 Es un Derecho que posee plena autonomía.

 Es un Derecho de orden público.

 Es un Derecho tutelar o protector.


 Es un Derecho clasista o de clase.

 Es un Derecho codificado.

 Es un Derecho necesario e imperativo.

 Es un Derecho realista y objetivo.

 Es un Derecho que se halla en constante evolución.

 Es un Derecho hondamente democrático.

 Es un Derecho que tiende a la internacionalización.

Naturaleza Jurídica del Derecho del Trabajo:

Las teorías que explican la naturaleza jurídica del Derecho Laboral, indica el autor mexicano Mario

de la Cueva, son las siguientes:

1.- Teoría Privatista: El Derecho del Trabajo es Derecho Privado:

El Derecho del Trabajo anterior a la Primera Guerra Mundial era de corte individualista y liberal,

era Derecho Privado, más aún, algunos de sus capítulos fundamentales, estaban incluidos en el

Derecho Civil y era esta rama del Derecho el fundamento general para todo el Derecho del Trabajo.

2.- Teoría Publicista: El Derecho del Trabajo es Derecho Público:

El Derecho del Trabajo es una rama del Derecho Público, ya que interviene el Estado creando

normas imperativas y de orden público que se imponen a la voluntad de trabajadores y patronos.

Esto con el objeto de proteger a la clase trabajadora.

El cuarto considerando del Código de Trabajo, en la literal e), establece que: “El Derecho del

Trabajo es una rama del derecho público, por lo que al ocurrir su aplicación, el interés privado debe

ceder ante el interés social o colectivo”.

3.- Teoría Dualista: El Derecho del Trabajo es de Derecho Público y de Derecho Privado:
El Derecho del Trabajo es parte del Derecho Privado, pues tal como acontece con el Derecho

Mercantil, es un estatuto independizado del Derecho Civil por razones históricas; y a la vez es

Derecho Público debido a la naturaleza de sus normas. Es un Derecho unitario y comprende normas

de Derecho Público y de Derecho Privado. Así por ejemplo, en cuanto al contrato de trabajo, toda

la teoría contractual es parte del Derecho Privado y lo relativo a la protección estatal es parte del

Derecho Público. La política social de los Estados modernos ha venido creando estatutos jurídicos

nuevos, los cuales, no obstante constituir una unidad, no pertenecen ni al Derecho Público ni al

Derecho Privado; la aparición de estos estatutos, entre ellos el Derecho del Trabajo, no significa

que haya desaparecido la distinción, pues en los regímenes jurídicos positivos de nuestros días, es,

todavía, un presupuesto necesario.

4.- Teoría Socialista: El Derecho del Trabajo es un Derecho Social:

A pesar de la diversidad de criterio existente entre la división de Derecho Público y Derecho

Privado, surge por parte de un sector de la doctrina una tercera categoría denominada “Derecho

Social”. Su existencia la justifican en el sentido de que el Derecho es cambiante, y se va adecuando

a los requerimientos de la sociedad. El Derecho Social es considerado un Derecho sui-géneris (que

no se asemeja a ningún otro), por tener participación del Derecho Público y del Privado, con más

inclinación a aquél.

Al Derecho Social se le define como “la rama jurídica que nace del Derecho Público, a partir de

los cambios en las formas de vida del ser humano, teniendo por objetivo ordenar y corregir las

desigualdades que existen entre las clases sociales, con la intención de proteger a las personas ante

las distintas cuestiones que surgen día a día”. Su finalidad es ordenar, sistematizar, tutelar, proteger

y corregir todo tipo de desigualdades entre las clases sociales, es decir, busca la protección del

campesino, del obrero y como fin último y por cierto, exquisito, proteger a todos los individuos

contra los avatares de la vida, mediante los mecanismos que el propio Estado habrá de procurar.
Por eso este Derecho tiene su origen en el Derecho Público y está investido del principio de

tutelaridad. Luego entonces, el Derecho Social comprende lo que conocemos como Derecho

Laboral, Derecho Agrario, Derecho de Familia, Derecho a la Seguridad Social y el Derecho

Migratorio.

No obstante lo anterior, la mayoría de autores objetan la existencia independiente del Derecho

Social al considerar que “todo el Derecho es social”, al influir en la sociedad, por lo que se continúa

con la aceptación de la antigua división dual Derecho en Público y Privado.

División del Derecho del Trabajo:

1) Derecho del Trabajo Sustantivo:

1.1) Derecho Individual del Trabajo. Sus instituciones son todos los contenidos fundamentales

del Derecho del Trabajo en sí mismo, tales como: el patrono, el trabajador, el salario, el

contrato individual de trabajo, las jornadas de trabajo, las prestaciones laborales, etc.

1.2) Derecho Colectivo del Trabajo. Sus instituciones son:

 El contrato colectivo de trabajo.

 El reglamento interior de trabajo.

 El pacto colectivo de condiciones de trabajo.

 El sindicato.

 Los conflictos colectivos de trabajo.

2) Derecho del Trabajo Adjetivo (Derecho Procesal del Trabajo):

2.1) Derecho Procesal Individual del Trabajo. Sus principales procesos son:

 Procedimiento ordinario individual de trabajo.

 Procedimiento en materia de previsión social.


 Procedimiento en el juzgamiento de faltas contra las leyes de Trabajo y de Previsión

Social (Juicio punitivo, Juicio disciplinario de trabajo o Juicio por infracción a la ley

laboral).

 Juicio ejecutivo laboral.

 Incidente post-mortem.

2.2) Derecho Procesal Colectivo del Trabajo. Sus principales procesos son:

 Procedimiento ordinario colectivo de trabajo (Conflicto jurídico o de Derecho).

 Procedimiento en la resolución de los conflictos colectivos de carácter económico-

social (Conflicto económico-social o de Intereses).

Sujetos del Derecho del Trabajo:

a) Trabajador:

Para la doctrina dominante constituye el protagonista original del Derecho del Trabajo. Recibe los

nombres de obrero, empleado, dependiente, prestador de obras, prestador de servicios y asalariado.

Sólo el trabajador como persona natural o individual es capaz de llevar a cabo el trabajo humano,

que es la realidad social de la relación y del contrato de trabajo. El trabajador es toda persona física

que trabaja de manera libre, subordinada y retribuida para otro. Como persona física, el trabajador

habrá de ser una existencia visible, susceptible de adquirir derechos y obligaciones. El patrono en

cambio, puede ser una persona de existencia visible o bien de existencia ideal, conocida a la luz de

la dogmática como persona jurídica. Trabajadores son sólo las personas físicas, ya que las personas

jurídicas o abstractas no pueden ejecutar por sí una prestación de servicios, sino que necesitan

valerse de aquéllas. También porque al intervenir una persona jurídica en la relación laboral como

parte ejecutante, ésta se torna de diferente naturaleza, ya sea civil o mercantil, verbigracia: un

contrato de obra o de empresa.


Trabajador, dice la doctrina en forma amplia, “es la persona física o natural que en forma verbal o

escrita, individual o colectiva, expresa o tácita, temporal o permanente, se obliga con otra a

prestarle un servicio o ejecutarle una obra material o intelectual bajo su dirección, dependencia o

subordinación jerárquica, directa o delegada, a cambio de un salario”.

De acuerdo con el artículo 8 de la Ley Federal del Trabajo de México, trabajador, es la persona

física que presta a otra, física o moral, un trabajo personal subordinado.

Nuestro Código de Trabajo vigente, en su artículo 3 define al trabajador como: “Toda persona

individual que presta a un patrono sus materiales, intelectuales o de ambos géneros, en virtud de

un contrato o relación de trabajo”.

b) Patrono:

El patrono es la contraparte del trabajador en la formación y vida de la relación individual de

trabajo. Recibe otros nombres, tales como: patrón, empresario, empleador, propietario o capitalista.

Los patronos son clasificados desde diferentes ángulos. Respecto a los sectores económicos, de

acuerdo con la actividad que realiza, los patronos pueden ser: rurales, urbanos, comerciales,

industriales y domésticos. En función de los sectores del Derecho, los patronos pueden ser privados

y públicos.

Dentro del marco de la empresa, la doctrina distingue tres instancias de poder de los patronos: el

poder de organización, el poder de control y el poder disciplinario.

El artículo 10 de la Ley Federal del Trabajo de México, estable que: “Patrón es la persona física o

moral que utiliza los servicios de uno o varios trabajadores”.

El artículo 2 del Código de Trabajo, define al patrono como: “Toda persona individual o jurídica

que utiliza los servicios de uno o más trabajadores, en virtud de un contrato o relación de trabajo”.

c) Sustitutos patronales o auxiliares del patrono:


El empleo o contratación del personal no sólo se realiza por el patrono, sino más precisamente

mediante el actuar e intermediación de los gerentes, administradores o representantes de la

dirección. Incluso puede afirmarse que con el industrialismo y la explosión tecnológica, la

contratación directa es excepcional y tiende a ser sustituida por la negociación profesional. Así

mismo la dirección y administración propiamente del centro de trabajo (comercio e industria) la

puede o no llevar directamente el patrono. En todas estas actividades requiere de personas que le

coadyuven en sus actividades.

c.1) Contratista:

Para el Licenciado Luis Alfonso Juárez y Aragón el contratista es aquel que “pacta mediante

contrato y con el patrono, la realización de una obra, emplea gente pero de esas relaciones laborales

queda excluido el patrono”. No lo regula el Código de Trabajo, sino lo estudia la doctrina. Hay

discusión para establecer si la figura del contratista pertenece al estudio del Derecho Civil, del

Derecho Mercantil o del Derecho Laboral. En nuestro medio, lo regula el Código Civil dentro del

contrato de obra o de empresa.

Para algunas legislaciones laborales, como la nicaragüense, los contratistas, subcontratistas y

demás empresas que contratan a trabajadores para la ejecución de trabajos en beneficio de terceros,

pero con capital, patrimonio, equipos u otros elementos propios, tienen el carácter de empleadores.

Nuestro Código Civil en su artículo 2009 dispone que: “El contratista es responsable del trabajo

ejecutado por las personas que ocupare en la obra con su trabajo o con su material, y éstas no

tendrán acción contra el dueño de ella sino hasta la cantidad que éste adeude al contratista cuando

se hace la reclamación”.

c.2) Representantes del Patrono:


Los representantes del patrono, dice la doctrina, son las personas naturales a quienes el patrono

encarga bajo su nombre la dirección o administración de la relación laboral existente con sus

trabajadores, adquiriendo dichos representantes el manejo de dicha relación.

La Ley Federal del Trabajo de México, en su artículo 11 señala que los directores, administradores,

gerentes y demás personas que ejerzan funciones de dirección o administración en la empresa o

establecimiento, serán considerados representantes del patrón y tal concepto lo obligan en sus

relaciones con los trabajadores.

Nuestro Código de Trabajo en su artículo 4 establece que: “Son las personas individuales que

ejercen a nombre de éste funciones de dirección o de administración, tales como gerentes,

directores, administradores, reclutadores y todas las que estén legalmente autorizadas por aquél; al

mismo tiempo, regula que los representantes del patrono en sus relaciones con los trabajadores,

obligan directamente al patrono y que dichos representantes en sus relaciones con el patrono,

SALVO EL CASO DE LOS MANDATARIOS, están ligados con este por un contrato o relación

de trabajo”.

En el ámbito del Derecho Mercantil, el representante patronal es considera un Auxiliar del

Comerciante: el factor de comercio.

c.3) Intermediario:

Uno de los primeros actos de la Revolución Francesa fue prohibir el marchandage o figura

repudiable de la intermediación, mecanismo muy usado para disfrazar las relaciones laborales y

explotar a los trabajadores. Como entonces, hoy, consiste en la figura por la cual “el patrono

encomienda a un tercero (intermediario) contratar los servicios que habrá de necesitar”. Con ello

se lograban dos propósitos: permitir la insolvencia del intermediario, único responsable frente al

trabajador, y mantener, por otro lado, el abatimiento y bajo nivel de los salarios. Los intermediarios

abusaron mucho tiempo de los trabajadores en el mundo liberal, cobrándoles comisiones elevadas
y permanentes sobre sus salarios, razón por la cual se pretendió proscribir su actividad e incluso

sancionarla. La prohibición de los intermediarios circunscrita inicialmente a la explotación

ostensible de los asalariados, se ha ensanchado progresivamente a las diferentes estrategias para el

tráfico de la mano de obra con propósitos de lucro para los enganchadores.

La doctrina nos explica que se ha buscado evitar los perjuicios que se causan a los trabajadores a

través de la intermediación para simular las relaciones de trabajo, enmarcar la insolvencia o eludir

abiertamente la aplicación protectora de la ley o de los contratos colectivos de trabajo, amén de la

acción supervisora de la inspección del trabajo.

Por otra parte, se estima que ante la complejidad de la empresa moderna y el aumento de la

dificultad para obtener mano de obra y en especial calificada, los patronos se encuentran impedidos

cada vez con más frecuencia, para contratar directamente el personal a su servicio. Para tal efecto

necesitan hacer uso de organismos especializados o concretamente, intermediarios, para que le sean

surtidos los trabajadores que requiere.

El artículo 12 de la Ley Federal del Trabajo de México, define al intermediario de la siguiente

manera: “Intermediario es la persona que contrata o interviene en la contratación de otra u otras

para que presten servicios a un patrón”. Asimismo, la Ley Federal del Trabajo mencionada en su

artículo 13 establece que: “No serán considerados intermediarios, sino patrones, las empresas

establecidas que contraten trabajos para ejecutarlos con elementos propios suficientes para cumplir

las obligaciones que deriven de las relaciones con sus trabajadores y que en caso contrario serán

solidariamente responsables con los beneficiarios directos de las obras o servicios, por las

obligaciones contraídas con los trabajadores”.

El artículo 5 del Código de Trabajo lo define como: “Toda persona que contrata a nombre propio

los servicios de uno o más trabajadores para que ejecuten algún trabajo en beneficio de un patrono”.

El artículo antes citado, también establece que el patrono queda obligado solidariamente por la
gestión del intermediario para con él o los trabajadores, en cuanto se refiere a los efectos legales

que se deriven de la Constitución Política de la República, de dicho Código, de sus reglamentos y

demás disposiciones aplicables. También regula que no tienen carácter de intermediario y si de

patrono, el que se encargue, por contrato, de trabajos que ejecute con equipos o capitales propios.

c.4) El trabajador de confianza:

Esta figura se da en nuestro sistema jurídico laboral en forma estrechamente ligada al manejo

directo de la empresa, su dirección y vigilancia. Ciertamente, si este tipo de trabajadores tiene los

sueldos más altos, pueden ser despedidos con mayor facilidad cuando el patrono compruebe que

existe causa fundada para haberle perdido la confianza y en tal caso pagarle su indemnización y

demás prestaciones laborales a que tenga derecho.

El trabajador de confianza es considerado dentro de la empresa como un empleado con jerarquía

superior, ya que estos trabajadores se caracterizan por estar vinculados de manera estrecha a la

dirección y responsabilidades esenciales de la empresa. Como dice un sector de la doctrina “no es

un patrono pero tampoco es un trabajador común”. Tampoco nada impide que un representante del

patrono sea un empleado de confianza, es decir, que ambos cargos sean desempañados por la

misma persona.

La Ley Federal del Trabajo de México no define al trabajador de confianza, sino que simplemente

señala las funciones que desempeña, y según esta Ley, las funciones de confianza son: “las de

dirección, vigilancia y fiscalización, cuando tengan carácter general, y las que se relacionen con

trabajados personales del patrón dentro de la empresa o establecimiento”.

Nuestra Código de Trabajo, al igual que la Ley Federal del Trabajo de México, no define al

trabajador de confianza, sino que únicamente indica las características que debe poseer la persona

que ha de desempeñar tal cargo, y al respecto el último párrafo del artículo 351 del Código de
Trabajo estipula: “Se consideran cargos de confianza aquellos para cuyo ejercicio es básico que

quien los desempeñe tenga idoneidad moral reconocida, y corrección o discreción suficiente para

no comprometer la seguridad de la respectiva empresa”.

d) La Empresa como sujeto y complejo laboral:

La palabra empresa, dice Cabanellas, se deriva del latín, in-prehensa, con el significado directo de

toma o conquista. Tiene una doble significación: a) En sentido económico, la empresa es la unidad

de producción o de cambio basada en el capital y que persigue la obtención de beneficios, mediante

la explotación de la riqueza, de la publicidad, del crédito o de cualquier otro medio. La empresa se

delinea como organización lucrativa, sea de carácter privado, que persigue la obtención de un lucro

para los socios o los accionistas; sea de carácter público, que se propone realizar un servicio público

o cumplir otra finalidad beneficiosa para el interés general; y b) En sentido jurídico tiene un doble

punto de vista: Para el Derecho Mercantil es un sujeto de derecho y núcleo de las relaciones de

comercio, es decir, de la explotación de un negocio, obra o industria; y para el Derecho Laboral es

el lugar donde se realizan las relaciones de trabajo, es el centro de trabajo.

Dentro del marco moderno de las relaciones de trabajo, la empresa significa la figura más

importante de un patrono. Constituye el escenario donde se realizan las relaciones de trabajo,

identificándose como la célula de base de la producción. Como organismo colectivo, su desarrollo

supone la conjugación articulada del patrono o jefe de empresa, de su personal y los elementos y

recursos necesarios para su funcionamiento. La empresa cobra interés en la perspectiva laboral, en

tanto que constituye la organización cimentada en sus trabajadores para realizar sus fines

económicos, por lo mismo resalta en el marco laboral en cuanto que implica las relaciones jurídicas

entre los trabajadores y sus superiores jerárquicos. La empresa ante el Derecho Laboral adquiere

singular relieve, pues el patrono no es ya la persona física del propietario del establecimiento, sino
la propia empresa; esto es, su clientela, el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que la

integran y que, por tanto, con su personal constituyen un todo único que, como tal, puede pasar de

uno a otro propietario sin afectar las relaciones de trabajo (sustitución patronal). Es ése el

fundamento del principio de la “CONTINUIDAD DEL CONTRATO DE TRABAJO”, donde, sin

necesidad de considerar a la empresa como persona jurídica, se le concibe como persona

económica.

De acuerdo con el artículo 16 de la Ley Federal del Trabajo de México, se entiende por empresa la

unidad económica de producción o distribución de bienes o servicios y por establecimiento la

unidad técnica que como sucursal, agencia u otra forma semejante, sea parte integrante y contribuya

a la realización de los fines de la empresa.

El Código de Trabajo vigente en nuestro país, no nos da un concepto o definición de la empresa,

pero el Código de Comercio de Guatemala, decreto número 2-70 del Congreso de la República,

específicamente en el artículo 655, regula que se entiende por empresa mercantil “EL CONJUNTO

DE TRABAJO, de elementos materiales y de valores incorpóreos coordinados, para ofrecer al

público, con propósito de lucro y de manera sistemática, bienes o servicios, y que la misma será

reputada como un bien mueble”.

El establecimiento es solo un elemento material de la empresa, de manera que una empresa puede

tener uno o varios establecimientos, siempre que no constituya una persona jurídica distinta.

Principios del Derecho del Trabajo:

El autor uruguayo Américo Plá Rodríguez define los Principios del Derecho del Trabajo como:

“Límites directrices que informan algunas normas e inspiran directa o indirectamente una serie de

soluciones por lo que pueden servir para promover y encauzar la aprobación de nuevas normas,

orientar la interpretación de las existentes y resolver los casos no previstos”.


Nuestro Código de Trabajo, en su preámbulo regula los Principios Ideológicos del Derecho

Laboral, a los que llama “Características ideológicas del Derecho de Trabajo”, mismos que son

parte de la base y fundamento del Derecho de Trabajo, al respecto podemos citar como ejemplo el

artículo 15 del Código de Trabajo, el cual estipula: “Los casos no previstos por este Código, por

sus reglamentos o por las demás leyes relativas al trabajo, se deben resolver en primer término de

acuerdo con los principios del Derecho de Trabajo...”. De acuerdo con la norma legal citada se

desprende que a falta de normas laborales que deban ser aplicadas a casos concretos y

determinados, deben aplicarse los principios laborales.

Los Principios Ideológicos según el Código de Trabajo son:

Principio de tutelaridad

 Principio de garantías mínimas

 Principio de irrenunciabilidad

 Principio de dinamismo o evolutivo

 Principio de necesidad o necesario

 Principio de objetividad

 Principio de imperatividad, imperativo u obligatoriedad

 Principio de realismo o realista

 Principio de democracia o democrático

Existen otros principios dados por la doctrina y que también tienen fundamento legal y utilidad

práctica:

 Principio de autoridad

 Principio de igualdad

 Principio de sencillez e informalidad


 Principio de continuidad o estabilidad

 Principio de buena fe o de probidad

 Principio de conciliación o conciliatorio

Principio de tutelaridad:

También se le llama “principio de protección laboral”. El Derecho de Trabajo es un derecho tutelar

y protector de los trabajadores, por la razón de la existencia de una desigualdad económica entre

patrono y trabajador. Esa protección jurídica preferente se debe a que el trabajador es la parte

económica más débil de la relación obrero-patronal.

Se encuentra regulado: artículo 103 de la Constitución Política de la República; IV Considerando,

literal a), del Código de Trabajo; artículos 17 y 30 del Código de Trabajo; y en muchas normas

jurídicas de dicho cuerpo legal, y otras leyes laborales y de previsión social, que contienen aspectos

fundamentales que afirman la existencia de la tutelaridad.

Principio de garantías mínimas:

De acuerdo con este principio, los derechos que confieren la Constitución Política, el Código de

Trabajo y otras leyes laborales y de previsión social, no son el límite máximo en la relación laboral,

de manera que permite aumentarse en beneficio de los trabajadores, a través de los reglamentos

interiores de trabajo, los pactos colectivos y los contratos labores; lo que no puede hacerse es

disminuir esos derechos, por esa razón se les denomina garantías mínimas.

Se encuentra contenido en el IV Considerando, literal b), del Código de Trabajo.

Principio de irrenunciabilidad:

Los derechos laborales son irrenunciables solamente para el trabajador, es decir, que no puede

renunciar a los mismos antes de contratar, durante vigencia de la relación laboral ni después cuando
haya finalizado la misma. Por tal razón, es que, si bien el Derecho Laboral es eminentemente

conciliatorio, debe tenerse en cuenta la irrenunciabilidad de los derechos laborales en los contratos

de transacción y en los acuerdos de conciliación, pues los mismo no pueden afectar tales derechos.

Se encuentra regulado: artículo 106 de la Constitución Política de la República; IV Considerando,

literal b), del Código de Trabajo; y artículo 12 del mismo cuerpo legal.

Principio necesario o de necesidad:

El Derecho Laboral es necesario, porque no se puede dejar al trabajador desprotegido de una

regulación legal que le permite defender sus derechos frente al empleador.

Este Principio actualmente tiene su fundamento en la injusticia y desigualdad sociales que produjo

el principio formal de la autonomía de la voluntad, lo cual obligó al Estado a intervenir en el

proceso económico, para asegurar a los trabajadores un nivel adecuado mínimo de vida.

Se encuentra contenido en el IV Considerando, literal c), del Código de Trabajo.

Principio imperativo, de imperatividad u obligatoriedad:

Este principio significa que las disposiciones en materia laboral son de aplicación forzosa, su

observancia es obligatoria, al grado que se limita bastante el principio de la autonomía de la

voluntad (libertad de contratación), en contrario de lo que sucede en el Derecho Civil. Por lo que

patronos y trabajadores no pueden pactar lo que quieran, sino obligatoriamente ceñirse a lo que

estipula la ley laboral.

Se encuentra contenido en el IV Considerando, literal c), del Código de Trabajo. También hay que

tener en cuenta lo que regula el artículo 153 de la Constitución Política, en cuanto a que el imperio

de la ley se extiende a todas las personas que se encuentren en el territorio de la República.

Principio realista y de realismo:


El derecho de los trabajadores es realista, porque estudia al individuo en su realidad social, tomando

como base los acontecimientos sociales surgidos con ocasión de conflictos en materia laboral, y

considera que para resolver un caso determinado a base de una bien entendida equidad, es

indispensable enfocar ante todo la posición económica de las partes.

Cuando se dice que es objetivo, se entiende que su tendencia es resolver los diversos problemas

que surgen con motivo de su aplicación, pretendiendo elevar el nivel de vida de los trabajadores, y

así equilibrar la desigualdad económica existente entre trabajadores y empleadores.

Guillermo Cabanellas, nos dice: “Es realista y objetivo, por el estudio constante y próximo de los

problemas sociales de cada lugar y momento, y pro brindar cause y soluciones inspiradas en hechos

concretos y en las posibilidades de las empresas y de los países. Como ejemplo de este Principio,

podemos citar lo establecido en el artículo 19 del Código de Trabajo: “Para que el contrato

individual de trabajo exista y se perfeccione, basta con que se inicie la relación de trabajo, que es

el hecho mismo de la prestación de los servicios o de la ejecución de la obra en las condiciones que

determina el artículo precedente... Es entendido que el patrono puede consentir que las leyes y

principios de trabajo se apliquen desde la celebración del contrato individual de trabajo, aunque no

se haya iniciado la relación de trabajo”.

Del artículo precitado, se demuestra claramente que en la relación de trabajo, lo importante es el

hecho de trabajar, ejecutar una obra y ello tiene como consecuencia inmediata que se inicie o

perfeccione un contrato de trabajo, aunque no se encuentre escrito y perfecto, sino que es suficiente

que se inicie el trabajo propiamente.

Principio de que el Derecho del Trabajo es Esencialmente Conciliador:

Este principio, es propio del Derecho Procesal del Trabajo, consistente fundamentalmente en la

resolución de los conflictos que pudieran suscitarse en la relación de trabajo, y para ello, establece

un procedimiento específico en cuanto a una fase conciliatoria en los juicios ordinarios, la figura
del arreglo directo, la vía directa, la conciliación y el Arbitraje, en los procedimiento para la

resolución de conflictos colectivos de carácter económico-social.

El Principio mencionado tiene su base constitucional en el artículo 103 de nuestra Ley Suprema,

al establecer que las leyes que regulan las relaciones entre empleadores y el trabajo son

conciliatorias.

Ejemplo del presente Principio, lo encontramos en el segundo párrafo del artículo 340 del Código

de Trabajo, el cual establece: “... Contestada la demanda y la reconvención si la hubiere, el juez

procurará avenir a las partes, proponiéndoles fórmulas ecuánimes de conciliación y aprobará en el

acto cualquier fórmula de arreglo en que convinieren, siempre que no se contraríen las leyes,

reglamentos y disposiciones aplicables...”

Principio que el Derecho del Trabajo es Hondamente Democrático:

El Derecho Laboral es hondamente democrático, porque se orienta a obtener la dignificación

económica y moral de los trabajadores, que constituyen la mayoría de la población, realizando así

una armonía social, lo que no perjudica, sino que favorece los intereses justos de los patronos; y

porque el Derecho del Trabajo es el antecedente necesario para que impere una efectiva libertad de

contratación.

En cuanto a este Principio, Guillermo Cabanellas nos dice lo siguiente: “Es profundamente

democrático, por basarse y alentar la libertad e igualdad de contratación, por tendera la

dignificación económica y moral de los trabajadores, que constituye la mayoría de la población en

todas las naciones, y por aspirar a la mayor armonía social, conciliando reivindicaciones laborales

y el respeto de equitativos intereses empresarios”.

Después de haber analizado los Principios Ideológicos del Derecho Laboral, es procedente hablar

acerca de los Principios Generales del Derecho: La mayoría de las leyes modernas, establecen que
en aquellos casos en que no es posible resolver una situación jurídica conforme a las reglas

analógicas debe recurrirse a los principios generales del derecho.

Para Guillermo Cabanellas, en el Derecho Laboral Antiguo, se aplicaban los siguientes principios

generales del derecho:

Es ganancia lo que procede del trabajo.

La obligación del oficio industrial no pasa al heredero.

El servicio prestado como favor no debe perjudicar al que lo presta.

En el artículo 427 del Tratado de Versalles, están regulados los siguientes principios generales del

derecho:

El trabajo no debe ser considerado como mercancía.

El salario, en cada tiempo y lugar, debe asegurar un nivel de vida conveniente.

A trabajo de igual valor, igual salario, sin distinción de sexos.

Las leyes y normas laborales deben interpretarse según sus finalidades.

En presencia de normas en conflicto, se aplicará la más favorable al trabajador.

En la duda se debe resolver en pro del trabajador.

Universidad Rural de Guatemala

Ciencias Jurídicas y Sociales

Rabinal, Baja Verapaz – 069

González Chavarría, José Vitelio - 170690024

Cuarto Semestre – 2018

Lic. Mynor Alejandro Conde Orellana


Texto Paralelo de Derecho Laboral I

Rabinal, 09 de Noviembre 2018

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