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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS (UAPA).

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICA Y POLÍTICAS.

MATERIA:
DERECHO LABORAL II.

TEMA:
CARÁCTER Y AUTONOMIA DEL DERECHO PROCESAL LABORAL.

PARTICIPANTE:
JOHANNA ROSALY JIMÉNEZ RAMOS. 

MATRICULA:
16-8604

FACILITADOR(A):
LICDA.  ELIZABETH BAUTISTA

LUGAR:
SANTO DOMINGO, ESTE.

FECHA:
17-09-2020.

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INTRODUCCION.

Etimológicamente la palabra trabajo proviene del latín “trabis”, que significa


traba, dificultad, impedimento el cual nace por la necesidad de evolución y
desarrollo del hombre por y para el sostenimiento de su familia y el suyo propio;
el trabajo es considerado como un factor de producción que supone el
intercambio de bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades
humanas, este hecho social crea la necesidad de regulación.
Surge dentro del Derecho la rama del Derecho del Trabajo que no es más que
el conjunto de Normas de orden público que regulan las relaciones jurídicas
que tienen por causa el trabajo como hecho social y que por gozar de un
sistema homogéneo de estas normas, además de un sistema administrativo y
judicial propio lo hacen ser autónomo de las demás ramas, claro está que
relacionándose con ellas.
El Derecho laboral, también llamado Derecho del trabajo o Derecho social es
una rama del Derecho cuyos principios y normas jurídicas tienen por objeto la
tutela del trabajo humano, productivo, libre y por cuenta ajena.
El derecho laboral o Derecho del trabajo es el conjunto de principios y normas
jurídicas que regulan las relaciones entre empleador(es), trabajador (es), las
asociaciones sindicales y el Estado. Se encarga de normar la actividad
humana, licita. Prestada por un trabajador en relación de dependencia a un
empleador a cambio de una contraprestación.

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OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

Analizar el Carácter y Autonomía del Derecho laboral.

Determinar el Papel Activo del Juez en el Derecho Laboral.

Realizar un análisis crítico sobre el Carácter y Autonomía del Derecho laboral y


Papel Activo del Juez en el Derecho Laboral.

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DESARROLLO.

Distinguido participante:
Consulte la bibliografía básica de la semana y demás fuentes complementarias
del curso; luego realice la actividad que se describe a continuación:
1. Redacta un análisis crítico sobre el Carácter y Autonomía del Derecho
laboral y Papel Activo del Juez en el Derecho Laboral.

Antecedentes.

El Derecho laboral es el resultado de los aportes de muchos sectores sociales.


Al final, no les quedó más remedio a los gobiernos que acceder a las
demandas de los trabajadores, iniciándose así el intervencionismo del Estado,
en la regulación de las relaciones entre obreros y patrones.

Poco a poco el trabajador que presta sus servicios subordinadamente ha


pasado de ser un esclavo en la Edad antigua, un siervo de la Edad Media
(conocido también como el siervo de la gleba), a un sujeto con derechos y
libertades en la actualidad.
El Derecho ha venido a regular condiciones mínimas necesarias para una
estabilidad social. Las revoluciones rusas y mexicana de 1917 comenzaron una
tendencia mundial a que los trabajadores reivindicaran sus derechos; sin
embargo, en el resto del mundo, no es sino hasta después de la Segunda
Guerra Mundial que se reconocen los derechos modernos de los trabajadores,
a saber: el derecho a la huelga, el derecho al trabajo, el derecho de sindicación
y a la negociación colectiva.
El surgimiento de las primeras leyes laborales data desde la segunda mitad del
siglo XIX, pero no es hasta el año del 1919 donde esta nueva rama del derecho
adquiere su acta de nacimiento con el Tratado de Versalles que pone fin a la
primera guerra mundial, donde nace el derecho del trabajo como una rama
autónoma con reglas, instituciones y técnicas propias.

Hay definiciones filosóficas, económicas y físicas del trabajo. No obstante, para


el Derecho laboral la que importa es la rige el trabajo subordinado. La actividad
del médico independiente o del artista, u otros profesionales independientes,
están fuera del interés del Derecho laboral. Donde cese la subordinación, cesa
la aplicación del derecho laboral.

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Los tratados internacionales constituyen una fuente directa de regulación de
derechos laborales, garantizando a los trabajadores de los países signatarios
derechos de mínimos que los estados firmantes se obligan a respetar. Su
Operatividad dependerá de la teoría monista o dualista propia de cada
legislación nacional.
En países de integración regional o comunitaria, como la Unión Europea, los
tratados de integración constituyen fuentes directas a la cual cada país
integrante de la comunidad debe adecuar su ordenamiento jurídico, operando
de esa forma en un sistema integrado igualitario de protección a todos los
trabajadores de la región, y evitando de esa forma legislaciones que operen en
desmedro de los otros países, a través de flexibilizaciones regulatorias que
permitan un desarrollo social.

Naturaleza jurídica.

La determinación de la naturaleza jurídica del Derecho Laboral es de utilidad


teórico-práctico evidente para sistematizar las normas, establecer la jurisdicción
competente y determinar las sanciones punitivas en los casos de transgresión
por los destinatarios de aquellas. El tema ampliamente debatido ha originado
distintas direcciones doctrinarias nominadas así:

• Publicista: tendencia según la cual el Derecho del trabajo es Derecho Público.

• Privatista: sostiene que pertenece al campo del Derecho Privado.

• Dualista: esta posición afirma que es un derecho mixto por cuanto las normas
laborales protegen el interés individual y colectivo.

• Frente a la clásica distinción entre Derecho Público y Privado otros juristas


afirman que el Derecho Laboral constituye un tercer género nuevo e
independiente de aquellos. Le asignan por tanto una naturaleza Sui Géneris.

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Doctrinas que existen en nuestra legislación laboral acerca de la
Autonomía o no del Derecho Laboral.

Después de seguir un proceso de integración, similar al de otras ramas de la


Ciencia jurídica, el Derecho Laboral adquirió sustantividad propia. Así esta
disciplina jurídica se emancipó de las preexistentes ramas señaladas en el
cuadro general de la clasificación del Derecho Positivo, y cuenta hoy con una
triple autonomía: científica, jurídica y didáctica. Todas se prestan mutuo auxilio,
dadas las zonas comunes que presenta. Ninguna de ellas puede subsistir sino
en íntima coordinación e interdependencia con las demás.

a. Autonomía científica: Esta se manifiesta en el hecho de que las diversas


materias e instituciones del Derecho Laboral, son susceptibles de una
sistematización orgánica que da como resultado un orden de estudio
homogéneo y extenso.

b. Autonomía jurídica: El Derecho laboral revela autonomía jurídica, porque


tiene:

1. Principios doctrinales propios, distintos de los del Derecho tradicional, que


complementan y sirven de fundamento a las normas positivas.

2. Especialización legislativa. Las relaciones individuales o colectivas de trabajo


quedan reguladas y protegidos los sujetos que en las mismas intervienen, por
normas dictadas exclusivamente con esta finalidad.

3. Jurisdicción especial. Las normas jurídico-laborales sustantivas que se


proponen el equilibrio económico-social y la tutela de la parte económicamente
más débil en la relación trabajador-empleador, requieren, para su cumplida
actuación, un sistema procesal eficaz dotado de tecnicismo, celeridad y
economía.

c. Autonomía docente: La extensión e importancia teórico-práctica de la materia


estudiada, así como su codificación de fondo y forma, justifican en la esfera de
las especializaciones didácticas, para proclamar la autonomía de la enseñanza
universitaria.

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Es autónomo: Porque a pesar de que forma parte del Derecho Positivo tiene
sus propias normas, es independiente.

La autonomía del Derecho Procesal del Trabajo no es criterio compartido por


todos los autores sino que, por el contrario, es controvertida por alguna parte
de la doctrina. La cuestión ha sido planteada a veces en términos extremos,
desde los que sostienen su negación absoluta, pasando por los que la aceptan
en forma radical o en forma moderada, y hasta los que prefieren aludir a la
especificidad del Derecho Procesal del Trabajo en lugar de referirse a su
autonomía.

Autonomía.

Después de seguir un proceso de integración, similar al de otras ramas de la


Ciencia jurídica, el Derecho Laboral adquirió sustantividad propia. Así
esta disciplina jurídica se emancipó de las preexistentes ramas señaladas en el
cuadro general de la clasificación del Derecho Positivo, y cuenta hoy con una
triple autonomía: científica, jurídica y didáctica. Todas se prestan mutuo auxilio,
dadas las zonas comunes que presenta. Ninguna de ellas puede subsistir sino
en íntima coordinación e interdependencia con las demás.

Principios doctrinales propios, distintos de los del Derecho tradicional, que


complementan y sirven de fundamento a las normas positivas. Especialización
legislativa. Las relaciones individuales o colectivas de trabajo quedan reguladas
y protegidos los sujetos que en las mismas intervienen, por normas dictadas
exclusivamente con esta finalidad.

Jurisdicción especial. Las normas jurídico-laborales sustantivas que se


proponen el equilibrio económico-social y la tutela de la parte económicamente
más débil en la relación trabajador-empleador, requieren, para su cumplida
actuación, un sistema procesal eficaz dotado de tecnicismo, celeridad
y economía.

Las especiales características de su objeto, que es el trabajo humano en


relación de dependencia, dan origen a una serie de principios particulares para
esta rama, además de la aplicación de los principios generales del
Derecho (equidad, legalidad, igualdad en el trato de los trabajadores, buena fe)
como son, el principio protectorio o “in dubio pro operario”; el de la primacía de
la realidad, que da validez a la relación de trabajo por sobre la existencia del
contrato laboral; el de irrenunciabilidad, por el cual el trabajador no puede
renunciar a los derechos legalmente concedidos; el de la justicia social; y el de
continuidad de la relación laboral.

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También tiene la peculiaridad de posibilitar la creación normativa a través de
los convenios colectivos de trabajo.

Posee, además autonomía didáctica, siendo una materia diferenciada en los


planes de estudio de la carrera de Abogacía.

Los jueces, de forma particular son la policía de los procesos jurisdiccionales y


éstos, como guardianes de la constitución y de los derechos fundamentales,
deben jugar un rol predominante y hacer efectivo un papel activo que
contribuya con la emisión de una decisión justa, o al menos lo menos injusta
posible.

La protección de la dignidad humana es el objetivo principal del Estado. Ante


ello, la constitución establece una serie de instituciones y garantías que
inminentemente obliga a los jueces, como representantes del Estado, a
proteger los derechos de los justiciables y hacer una administración de justicia
eficiente. El Estado social y democrático de Derecho (artículo 7), la función
esencial del Estado (artículo 8), los derechos y libertades de las personas y,
sobre todo, la función judicial del Poder Judicial (artículo 149), son
mínimamente algunas de las directrices que justifican el papel activo que deben
ejercer los jueces, para garantizar una eficiente administración de justicia.

El juez, como representante del Estado, y siendo que su objetivo es hacer


justicia lo más próxima a la verdad real, debe buscar una convicción necesaria,
suficiente y motivada para fundamentar la verdad jurídica. Para ello, deberá
valerse de los medios de prueba necesarios que a su juicio sean razonables,
haciendo uso de la oficiosidad que la materia le permita, sin asumir el rol que
les corresponde a las partes, sino dentro del marco de sus facultades. No se
trata de suplantar funciones, como si se tratara de una de las partes, sino
asumir su papel en el interés de la búsqueda de la verdad.

El carácter activo del rol del juez, como tercero imparcial, inicia con más
preponderancia [en nuestro país], en la materia laboral. Al tratarse de una
materia que dirime conflictos entre personas que se encuentran jurídicamente
en desigualdad, el principio proteccionismo que rige la materia en beneficio de
los trabajadores, [que es la parte con menos fortaleza económica y jurídica],
otorga al juez un papel activo en el interés de hacer una justicia lo más
justa posible o bien, interpretar el derecho en el sentido más favorable al
trabajador. Este papel otorga al juez la facultad, o, mejor dicho, la obligación
de suplir de oficio aún sin advertir a las partes, cualquier medida de derecho
que sea necesaria para una buena administración de justicia.

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CONCLUCION.

Al finalizar este estudio sobre la autonomía del derecho laboral, en la República


Dominicana se impone que, a manera de conclusiones, se digan y propongan
las siguientes cuestiones. La posición Unitaria: Autónomo. Es uno solo. Tiene
sus propios principios y debe regularse de manera independiente. No existe, no
es posible ni deseable.

Posición Integral: Reconoce existencia común entre ramas jurídicas


procesales, elementos esenciales, sin negar presencia de elementos
diferenciales. No excluye posibilidad de Teoría General con principios
comunes.

El derecho laboral o Derecho del trabajo es el conjunto de principios y normas


jurídicas que regulan las relaciones entre empleador(es), trabajador (es), las
asociaciones sindicales y el Estado. Se encarga de normar la actividad
humana, licita.

A raíz de la modificación a la Constitución del 26 de enero de 2010, se declaró


a la República Dominicana como un Estado social y democrático de Derecho, y
de la misma forma, fueron introducidos derechos procesales que por su
naturaleza inciden en todas las materias, incluida la laboral.

De ahí la importancia de retomar el estudio de la disciplina del Derecho


Procesal Laboral desde una perspectiva más amplia, tomando la dignidad de la
persona humana como fuente esencial de todos los derechos fundamentales,
incluyendo el Derecho de Trabajo.

9
BIBLIOGRAFIA.

Hernández Rueda Lupo, Manual de Derecho del Trabajo, Tomo I. Santo


Domingo 1994, Sexta edición Código Laboral Dominicano 1992.

Alburquerque, Rafael Derecho del Trabajo, 1995. Tomo I y II. Santo Domingo

Espino M. Washington D. 1996. Formularios Anotados del Trabajo, Santo


Domingo

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