Universidad de Magallanes

Departamento de Kinesiología
Anatomía del Sistema Locomotor/Embriología
Profesor Pedro Quintana

PATOLOGÍA CONGÉNITA Paloma Garay

Jennifer Escobar
MANO ZAMBA Vania Molina

Las malformaciones congénitas de la mano comprenden una gran variedad de deformidades, todas
ellas con implicaciones funcionales y estéticas diferentes, que afectan al paciente y a sus familiares.
La mano zamba congénita es una deformidad, que esta asociadas con otras alteraciones del esqueleto
de la extremidad superior y de los músculos del hombro y del brazo, es una deficiencia congénita
longitudinal del radio que engloba diversas anomalías que van desde la hipoplasia simple de este
hueso, hasta su ausencia completa produciendo una desviación radial de la mano.

En cuanto a la etapa del desarrollo embrionario, la morfogénesis de los miembros de la patología se

produce entre la 5ª y 8ª de gestación ya que al final de ese periodo embrionario están ya presentes
todas las estructuras de los miembros. El miembro superior comienza a ser visible al 24 día de la
gestación. En las hipoplasias radiales, aprox. El 50% bilateral, y en la mitad de ellos está afectada la
mano. Puede incluir solo al radio o acompañarse de un defecto de crecimiento de todo el miembro y
sigue una secuencia teratológica (todo órgano de un ser vivo cuya morfología se aparta de la
normalidad).

Como consecuencia y principal problema, es que, el primer dedo de la mano (pulgar) suele estar mal
formado y los dedos existentes frecuentan presentar sindactilias, la cual es una condición inusual en
la que los dedos de las manos o pies están unidos. Según el tipo y el tamaño de una malformación de
la mano, es posible que algunos bebés tienen pocos problemas para adaptarse y tengan un
desempeño correcto. Otros, sin embargo, posiblemente enfrentan desafíos a medida que crecen y
aprenden, tales como: problemas de desarrollo como destrezas motoras tardías o deficientes,
dificultades para realizar las actividades de la vida diaria y las destrezas básicas para el cuidado
personal, limitaciones para realizar ciertos tipos de deportes y ejercicios, posibles problemas sociales
y emocionales a causa de burlas infantiles debido a la apariencia.

Para la patología hay un tratamiento el cual debe iniciarse entre el 1º y 3º año de vida, cabe destacar
que el tratamiento está contraindicado por encima de los 6 años de edad en los desplazamientos muy
rígidos de la mano y en los casos asociados a alteraciones marcadas en el codo. El tratamiento
consiste en: corrección pasiva de la deformidad con yesos sucesivos, centrado de la mano sobre la
ulna en los casos de ausencia del radio distal (en la técnica de Gotch se extirpa el semilunar en cuyo
lecho se implanta la cabeza de la ulna), transposiciones tendinosas para equilibrar la mano y
reconstrucción del pulgar en sus aplasias. El rol del kinesiólogo es ofrecer un tratamiento kinesiológico
para ayudar a aumentar la fuerza y el funcionamiento de la mano con un plan de ejercicios, realizando
una rutina personalizada.

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