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HOSPITAL UNIVERSITARIO DE CORO

POSTGRADO DE CIRUGIA ORTOPEDICA Y TRAUMATOLOGÍA

Manejo preventivo del síndrome de la arcada de Frohse en atletas de


siscomadahakido de la escuela Aso. Reyes de Coro ……..
Faneite,L, Molina,A. Gomez,J. Cordova,C..Illas,L.Mesa,K

Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Universitario Alfredo Van


Grieken

e-mail:Lfaneitesanchez@gmail.com

Introducción

Objetivos: Prevención del sindrome de la arcada de Frohse. Establecer la


incidencia de la sintomatología inicial. Esquematizar el protocolo de
entrenamiento. Metodología de la investigación: descriptiva de campo no
experimental. Población y Muestra: intencional no probabilística integrada por 30
adolescentes y adultos masculinos en edades comprendidas entre 14-24 años.
Resultados: De 30 adolescentes y adultos masculinos 9 presentaron parestesias
en miembros superiores lo que represento30% de los cuales la lateralidad de la
lesión fue derecha en 8 casos (88.8%) 1 izquierdo (9.2%) dominancia dextromano
8 (88.8%) levomano 1 (10.2%) Dolor 13 casos (43.3%) distribuidos derecho 10
(76.9%) izquierdo 1(7.69%) bilateral2 (15.38%)Conclusiones y Recomendaciones:
Educación de los padres, del atleta y entrenadores acerca de los síntomas
iniciales y las secuelas del síndrome del síndrome de la arcada de Frohse. Se
debe hacer énfasis en técnicas adecuadas durante los entrenamientos y actividad.
Se deben seguir un horario de rotación adecuada. El número de competencia se
debe supervisar continuamente. Manejo multidisciplinario por fisiatría y
rehabilitación medicina deportiva y entrenadores.
Palabras claves:Sindrome de la arcada de Frohse sintomatología inicial
prevención.

Este artículo teórico sobre las lesiones periféricas de antebrazo y mano,


tiene un proceso sumamente riguroso y lineal, porque, está enmarcado siempre en
la forma de hacer el diagnóstico, el pronóstico y las distintas formas de
tratamiento, analizando cada uno de los nervios, es decir, que se comienza con la
evaluación del paciente para verificar las alteraciones sensitivas con o sin dolor en
la zona del nervio afectado, pero generalmente no es tan preciso, ya que, puede
estar lo sumo de pérdida de la fuerza muscular y esta condición puede estar
vinculadas a otros escenarios de salud. Por tanto, la historia médica del paciente
en cuanto a problemas de enfermedades metabólicas como la diabetes y el
hipotiroidismo, la exposición a tóxicos y de disfunción renal. En todos los casos se
debe buscar la existencia de una neuropatía generalizada, lo cual, es posible la
relación con trauma acumulativo relacionado con la actividad laboral, este aspecto
debe ser cuidadosamente analizado desde todos los aspectos biológico, químico,
genético, neuronal, entre otros aspectos
De allí, que los exámenes, como el electro-diagnóstico se deben analizar en
cada caso, teniendo en cuenta la posible etiología y el nervio afectado, aunado a
ello, la presión crónica sobre un nervio altera inicialmente la microcirculación del
nervio, si ésta se mantiene, puede ocasionar daño en la cubierta de mielina y, con
mayor presión y tiempo, habrá daño axonal con degeneración Walleriana distal,
por tanto, si existe daño de la mielina hay déficit motor y sensitivo distal al sitio de
lesión, ya que, una vez liberado el nervio, la mejoría usualmente completa ocurre
entre seis y doce semanas. Si hay daño axonal la recuperación, una vez eliminada
la causa, será incompleta y lenta.
Por consiguiente, la recuperación es de proximal a distal 4 y el tiempo para
la máxima recuperación dependerá del sitio de lesión. En los dos primeros casos
generalmente no se requieren procesos de rehabilitación. En el último la
rehabilitación está orientada a mantener la movilidad articular y a reemplazar
funciones mediante entrenamiento o cirugías.
Por todas las razones anteriores se plantea el análisis periférico de
antebrazo y mano, por ser una patología muy común en el Hospital Universitario
de Coro, y por esta cuestión, este estudio busca estrategias de prevención para
reducir esta problemática, ya que, en el antebrazo y la mano son vitales para el
ser humano, en el campo laboral, el primero, puede comprimirse con el músculo
pronador redondo ocasionando dolor en el antebrazo, pero hay pocas
descripciones con alteración neurológica inequívoca del mediano, igualmente,
puede ocurrir una lesión motora de los flexores del pulgar y del índice; la
neuropatía del interóseo anterior, es de ocurrencia esporádica y de curso
subagudo o insidioso sin una causa obvia, algunos pacientes mejoran
espontáneamente y a otros se hace tratamiento quirúrgico con mejoría variable.
Esta es la neuropatía más común y tiene una alta prevalencia en la población
general, tanto de Venezuela como también del mundo, En Estados Unidos) se
calculó una incidencia de 125 por 100.000 habitantes para el período 1976 a 1980;
en California fue de 115 por 100.000 en 1988, Para Holanda la prevalencia fue del
0,6% en los hombres y del 6,8% para las mujeres.
Cuando se llega al tratamiento, el síndrome calificado de leve o cuando hay
clínica muy sugestiva con estudios electrofisiológicos normales el manejo es
conservador. Para el enfoque conservador se requieren dos elementos
fundamentales: la colaboración del paciente en realizar un manejo más por su
cuenta y una adecuada evaluación por el médico tratante para descartar
condiciones metabólicas o sistémicas que agraven las lesiones del nervio
periférico. Se deben seguir los siguientes pasos; la educación del paciente para
que un manejo conservador sea eficiente el paciente debe comprender por qué y
para qué de su manejo. La explicación debe ser individual. No es suficiente
recomendarle el uso de la férula; se debe revisar su colocación y vigilar su uso. Es
útil un refuerzo escrito a las instrucciones, uno de los puntos vitales es el ferulaje,
que es la base de los manejos conservadores. Se usa una férula en posición
neutra de muñeca que es la que disminuye la presión en el carpo y da más alivio
de los síntomas
En este mismo sentido, la adaptación debe ser adecuada para que no migre
o maltrate al paciente, lo cual, no se recomienda la utilización de férulas flexibles
en la muñeca durante la actividad repetitiva porque aumenta la presión en el
carpo. Lo que si re sugerido, infiltraciones, la inyección de esteroides en el túnel
del carpo. Además inmovilizar por tres semanas tiempo completo y luego solo
nocturna otras tres semanas. Las infiltraciones también han sido utilizadas como
prueba diagnóstica; su colocación sin respuesta favorable aleja la probabilidad de
diagnóstico de síndrome del túnel del carpo,por tanto se recomienda, la
modificación de las actividades, lo ideal es disminuir o suspender los agarres que
exijan esfuerzos de la muñeca, igualmente, modificar tareas con equipo vibratorio
usando guantes gruesos que lo absorban y modificar herramientas (mangos,
grosor, posición, peso) según la mano del usuario (zurdos, manos pequeñas). La
duración de los síntomas de menos de seis meses, parestesias intermitentes y
conducciones nerviosas normales.
Sin embargo, los pacientes con derecho a compensaciones adicionales por
secuelas de accidente de trabajo o enfermedad profesional tienen una
recuperación menos satisfactoria y puede predecirse por encuestas. El tratamiento
quirúrgico está indicado en los pacientes calificados como moderados y severos y
cuando han fallado los tratamientos conservadores y La descompresión quirúrgica
da excelentes o buenos resultados entre un 90% y 95% de los pacientes. Ellos
con compromiso severo del nervio pueden beneficiarse del tratamiento quirúrgico:
dos terceras partes de ellos relatan mejoría completa y el resto disminución de los
síntomas. La rehabilitación en lesiones de nervio periférico de mano. el tratamiento
quirúrgico consiste en la incisión completa del ligamento anular. Las distintas
técnicas quirúrgicas no son objeto de esta guía. El retorno al trabajo es más rápido
con incisiones pequeñas y ejercicios activos del carpo en todo su arco de
movimiento desde el día siguiente al de la cirugía. Las fallas en el tratamiento
quirúrgico se deben generalmente a liberaciones incompletas y cuando se operan
pacientes sin alteraciones de las conducciones nerviosas. Por tanto el propósito
de este estudio es la prevención de esta patología, que afecta a la ciudadanía.
Fundamentación teórica.
Aspecto anatómica. El radial, originado en la porción dorsal del plexo braquial de
las raíces cervicales 5ª, 6ª, 7ª, 8ª y, en proporción variable, de la 1ª raíz torácica,
transcurre por la región posterior del brazo contornea el canal radial del humero y
perfora el tabique intermuscular externo del mismo en su tercio inferior y sigue por
el canal bicipital externo del pliegue del codo. Este canal está limitado por el
bíceps y el braquial anterior por dentro y el supinador largo y el primer radial por
fuera. A la altura de la cabeza radial se divide en sus dos ramas terminales: una
anterior sensitiva y una posterior motriz. Antes de su división el radial inerva el
tríceps, el braquial anterior, el ancóneo, el supinador largo y el primer radial. Da
una rama sensitiva cutánea que se distribuye por la piel de la parte media de la
región posterior del antebrazo Luego de la división terminal, la rama sensitiva
desciende por debajo del supinador largo, Sigue en los dos tercios superiores del
antebrazo por fuera de la arteria radial y en el tercio inferior del antebrazo perfora
la aponeurosis y se divide en tres ramos. El externo forma el colateral dorsal
externo del pulgar. El medio forma el colateral dorsal interno del pulgar y da una
ramita para la cara dorsal de la primera falange del índice. El interno inerva la cara
dorsal de la primera falange del índice y del dedo medio. La rama motriz,
protagonista principal del cuadro que nos ocupa, se dirige hacia atrás, abajo y
afuera y penetra entre los haces superficial y profundo del supinador corto a unos
dos centímetros de la interlinea del codo. El borde superior del haz superficial del
supinador recibe el nombre de Arcada de Frohse (fue descrito por Frohse y
Frankel en 1908). Aquí el nervio pasa a denominarse “nervio interóseo posterior”
(NIP) y penetra en el túnel (Tunel Radial) formado por los haces superficial y
profundo del musculo, por el que transcurre, y lo abandona en su borde inferior
para continuar por el compartimiento posterior del antebrazo donde se divide en
ramas terminales inervando los músculos del sector. Estos últimos son: el
extensor común de los dedos, extensor propio del meñique, cubital posterior,
separador largo del pulgar, extensor corto del pulgar y extensor propio del índice.
Etiología La compresión del radial en su pasaje por el supinador corto ha sido
atribuida a múltiples causas: la Arcada de Frohse, la inserción del segundo radial,
el borde inferior del supinador corto, vasos recurrentes radiales que saltan por
encima del nervio en la zona más proximal al epicondilo lateral, las cuales durante
el ejercicio aumentan el flujo sanguíneo a la musculatura extensora comprimiendo
el nervio, tumores benignos como lipomas y gangliones, artritis reumatoide
crónica.
Igualmente, se desprende que la causa más frecuente son las dos primeras
con fuerte predominancia de la Arcada de Frohse que se encuentra muchas veces
constituida por tejido fibroso en lugar de fibras carnosas, cuadro clínico, muy
frecuente en trabajadores manuales. La sintomatomatología se puede describir
como dolor en zona postero-lateral de la parte superior del antebrazo lo que lo ha
llevado a denominarse como “epicondilitis lateral resistente”.La parálisis del nervio
interóseo posterior, los músculos afectados son: supinador corto, cubital posterior,
extensor común de los dedos, extensor propio del 2º y 5º dedos, abductor largo
del pulgar, extensores largo y corto del pulgar, segundo radial (puede o no estar
afecto por su inervación inconstante por el interóseo posterior), la sintomatología
sensitiva y motora pueden existir aisladamente.
En este mismo sentido, existen dos accesos quirúrgicos que permiten
descubrir la Arcada de Frohse logrando una exposición exacta de la misma.
Colocando el antebrazo en pronación completa y, tomando como punto de partida
el epicondilo lateral del húmero, realizamos los siguientes procedimientos: el
primer acceso corresponde a la exposición del límite de separación de los
músculos radial largo y radial corto. La incisión se traza desde el epicondilo lateral
del húmero siguiendo el borde lateral del antebrazo (alrededor de 8 cm). Este
acceso permite ingresar al plano del radial corto, el cual puede estar conformando
por una arcada en conjunción a la Arcada de Frohse, y allí, ubicar al interóseo
posterior. El segundo acceso, permite llegar directamente al músculo supinador, y
por tanto, a la Arcada de Frohse. Se logra trazando una incisión que, parte del
epicondilo lateral del húmero y sigue el trayecto de la interlínea de separación del
radial corto y músculo extensor común de los dedos (también de 8 cm), cuya
separación permite encontrar al músculo supinador, y de esa manera, descubrir la
Arcada de Frohse.
Desde punto de vista metodológico, este estudio, se enmarca en una
investigación documental y descriptiva, ya que es un análisis teórico, por ser la
más común, presente en este hospital AVG, este contexto, esta descrito por varias
investigaciones y, cuando llevan al hospital. Por tanto, esta lesión recurrente, , es
causada a veces, se hace más visible, cuando estos comienzan la práctica de este
deporte, en la etapa inicial. Una Investigación descriptiva, que se define como
aquella que contempla un análisis, interpretación y registro, sobre un hecho de
naturaleza actual a partir de conclusiones sobre un grupo de personas. Además,
este sostiene recoger información directa a las investigaciones referentes a las
realidades donde ocurren los hechos, en este mismo escenario, además, esta
busca especificar propiedades, características y rasgos importantes de cualquier
fenómeno que se analice. Miden, evalúan o recolectan datos sobre diversos
aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno a investigar.

En relación a la discusión de los resultados de la exploración teórica, se baso en la


revisión bibliográfica. La misma comprende dos casos, de las lesiones no
traumáticas del miembro superior estudiadas de 4 casos, ocurridos en el Hospital
Universitario de Coroen un caso resulto de la compresión del Nervio Interóseo
Posterior. El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se apoya sobretodo en los
signos motores. Los estudios complementarios aportan datos sobre causas de
compresión no detectables al examen. La precocidad del tratamiento es
fundamental para la recuperación del déficit motor.
En conclusión con relación al caso el síndrome de compresión de este caso no es
tan infrecuente, aunque para su diagnóstico se necesitó de un alto grado de
sospecha. El otro caso, el diagnóstico es básicamente clínico, teniendo decisiva
importancia la sintomatología motora. Los estudios eléctricos y ecográficos
pueden dar falsos negativos. El estudio eléctrico cuando es positivo es muy útil
para seguir la evolución post-operatoria,El tratamiento tiene más oportunidad de
ser efectivo cuando más precozmente se realice. Hecho resaltado por la mayoría
de los autores que se han ocupado del tema. Estos dos pacientes de sexo
femenino.La clínica fue similar: impotencia funcional en el territorio motor
antebraquial del radial sin compromiso sensitivo. Uno mejoró espontáneamente en
el seguimiento (3 meses) y otro fue valorado con una evolución superior al año. Se
optó por la opción quirúrgica en estos dos pacientes, en los que se realizó una
descompresión en la Arcada de Frohse. Si bien el seguimiento actual es corto (45
días y 25 días respectivamente), ningún paciente presentó complicaciones y uno
nota una mejoría leve y que esto permitió un diagnóstico y tratamiento precoz
En Conclusión, basado en lo anterior, se recomienda el siguiente esquema
para el diagnóstico el manejo del paciente con sospecha de atrapamiento del
nervio mediano en el antebrazo y la mano, en función de:
 Establecer si los síntomas corresponden al territorio motor y sensitivo de
este nervio.
 Indagar por otras enfermedades sistémicas y el tipo de trabajo.
 Efectuar un estudio electro-diagnóstico y controlar que él esté bien
realizado y responda a una orientación clínica correcta.
 Si se califica como leve, colocar una inyección de cortico-esteroide en el
túnel del carpo y ordenar el uso nocturno de una férula en posición neutra
para el carpo durante las noches o en el día si hay síntomas diurnos.
Opcionalmente, y si existe el recurso, puede incluirse en un programa de
fisioterapia con ultrasonido.
 Si la calificación es moderada o severa se envía para manejo quirúrgico.
 Si quien está en tratamiento médico no mejora en tres meses o reaparecen
los síntomas, se envía a tratamiento quirúrgico.
Además, con el proceso anterior:
 Educación del paciente; Evitar posturas en elevación de hombro, flexión de
codo y extensión de muñeca que traccionan mucho el nervio.
 Ferulaje Acolchonar el codo para apoyo en el día y usar una almohadilla en
fosa antecubital para prevenir excesiva flexión al dormir o férula
termoplástica que limite flexión mayor de 45 grados. Inicialmente todo el
tiempo y luego solo en la noche. Dentro de la férula el codo siempre debe ir
bien almohadillado. Algunos autores aconsejan bloquear también la
muñeca para relajar los flexores y no lastimar el nervio mientras cede el
proceso inflamatorio.
 Ejercicio Lograr adecuado balance de los flexores y extensores del codo. 4.
Ergonomía Evitar las flexo extensiones repetitivas. Casi ninguna
herramienta ha sido diseñada para substituir este movimiento. Deben
disminuirse las repeticiones y realizar actividades con mayor extensión del
codo. Revisar todo posible sitio de compresión, sillas, mesas, etc. Evitar
uso telefónico prolongado con el codo en flexión, se recomienda usar
audífonos.
Por tanto es recomendado, que el paciente con esta sospecha debe ser
investigado sobre sus actividades laborales y recreativas. La clave del diagnóstico
clínico es el respeto de la sensibilidad en la cara dorsal de la región hipotenar. Las
radiografías son generalmente normales. El estudio electrodiagnóstico es muy útil
en la localización de la lesión, y para establecer pronóstico; debe diferenciar
claramente de compresiones más altas, de radiculopatías C8 y T1, de compromiso
del tronco primario inferior del plejo braquial y de enfermedades sistémicas como
las de la neurona motora del asta anterior.
Referencias bibliográficas

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