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Entrevista Psicopedagogia en Comunidad
Entrevista Psicopedagogia en Comunidad
Objetivo
Preguntas.
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Doctora en Psicología (Universidad Nacional de San Luis, Argentina). Magíster en Ciencias Sociales (Universidad Nacional de
Río Cuarto, Argentina). Licenciada en Psicopedagogía (UNRC). Diploma de Estudios Avanzados en Psicología Evolutiva y de la
Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB, España). Máster de Iniciación a la Investigación en Psicología de la
Comunicación, Interacción Social y Desarrollo Humano (UAB). Obtuvo becas nacionales (Secretaría de Ciencia y Técnica –
SeCyT-, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET) e internacionales (Programa ALBAN para la
Comunidad Europea) que le permiten desarrollar actividades de investigación sobre la salud comunitaria, la psicología sanitaria, la
pedagogía de Paulo Freire y la prosocialidad en ámbitos sanitarios y educativos. Actualmente se desempeña como docente en la
asignatura Políticas y Programas en Salud para la Licenciatura en Psicopedagogía del Departamento de Ciencias de la Educación de
la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC, dónde desarrolla actividades en proyectos y programas de investigación. Es autora y
coautora de libros, capítulos de libros y artículos sobre las áreas de conocimiento mencionadas, así como panelista, expositora y
participante en eventos científico-académicos de nivel nacional e internacional.
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constantemente a la construcción de nuevos sentidos y respuestas psicopedagógicas
porque exige construir nuevas categorías de análisis, reflexión e intervención. Este
desafío es grande porque el espacio comunitario es, precisamente, en el que menos nos
hemos formado en la academia, al menos en el tiempo que yo fui estudiante. En ese
momento primaba, y aun quedan resabios, la formación en un modelo clínico o
educacional, siendo los ámbitos privilegiados el consultorio o la escuela. Mi interés
estaba afuera, qué pasaba con las familias, qué pasaba con los grupos de mujeres, en
general las referentes de las comunidades, los adultos mayores, con los niños fuera de la
escuela, las cooperativas, las organizaciones barriales, los centros comunitarios. Junto
con ese interés empecé a formarme en lecturas e investigaciones sobre Paulo Freire, el
pedagogo brasileño representante de la pedagogía critico-reflexiva en América Latina
cuyo eje es la educación como acción cultural orientada a la organización política de
los oprimidos. En Freire encontré una forma de trabajo psicopedagógico en comunidad,
estuve en esa búsqueda por mucho tiempo, intensificando lecturas y reflexiones,
entendía que el ámbito comunitario era un espacio que el psicopedagogo tenía que
habitar pero no sabía cómo, con qué herramientas. En “Pedagogía del Oprimido”
(Freire, 1970) halle la respuesta en el método de investigación temática, era comenzar
desde el contacto casi informal con los vecinos y vecinas, caminar la comunidad y dejar
surgir de ellos y ellas sus temas, preocupaciones, sus problemáticas, necesidades y
urgencias sobre los que trabajar y a partir de allí definir juntos un proyecto en educación
popular que sirviera de encuentro para ir desnaturalizando su estar siendo en la vida.
Trabajé y trabajo la perspectiva freireana amalgamada con los desarrollos en salud
comunitaria y psicología sanitaria de Enrique Saforcada, psicólogo comunitario
referente de estos planteos en Latinoamérica, con quien tengo una gran amistad ya que
ha sido quien ha orientado mis trabajos en comunidad interpelándome y escuchándome
constantemente.
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El grupo es el centro del trabajo psicopedagógico en ámbitos comunitarios. Como
nuestro objeto de conocimiento es el aprendizaje a mí me gusta pensar a los grupos
como comunidades de aprendizaje donde los sujetos se nutren y retroalimentan de los
aportes de los otros, donde se dinamizan experiencias, historias de vida, se reactualizan
vivencias, recuerdos, se generan situaciones de escucha, contención, cooperación pero
principalmente donde sus integrantes comparten y construyen un conocimiento común
en situaciones de horizontalidad, de dialoguicidad, donde el conocimiento válido es
múltiple, donde el psicopedagogo no tiene el monopolio en la producción de ese saber,
sino que el saber protagónico es el construido contextualmente por las personas
participantes, es un conocimiento situado que se produce en la acción y para la acción y
principalmente, en la interacción con otros.
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primeras relaciones y explicitando su presencia en la comunidad, el qué, para qué y el
cómo de la intervención que se pretende realizar. Luego de estas visitas es importante
redactar un informe sobre la situación de la comunidad, cuyo contenido debe ser
debatido por el equipo de trabajo y las personas de la comunidad. Seguidamente es
importante comenzar con el análisis de la información recogida para conocer las
posibles contradicciones/problemáticas y los temas que preocupan a la comunidad
En esa instancia es fundamental llegar a una comprensión crítica de las contradicciones
que tiene la comunidad y escoger algunas de ellas para problematizarlas en los talleres.
Posteriormente, es necesario volver a la comunidad para iniciar con la dinámica de los
talleres, para continuar los diálogos con los vecinos. Si fuese posible es muy valioso
grabar las discusiones para luego seguir trabajándolas reflexivamente. En esta instancia
nuestro quehacer es el de un coordinador que escucha y desafía a las personas para que
problematicen su situación existencial en relación a la temática trabajada (salud,
educación, empleo, ambiente, calidad de vida, etc.). Es muy valioso estudiar los
descubrimientos emergentes de los análisis en los grupos, analizando los temas
explícitos e implícitos de los grupos, y clasificándolos para obtener una visión central de
acuerdo a sus prioridades, necesidades y preocupaciones.
De esta forma se seleccionan los temas más significativos que permitirán elaborar un
proyecto educativo para trabajar en los talleres, etapa en la que también confeccionamos
el material didáctico con que se va a trabajar, estos pueden ser fotografías, imágenes
dibujadas o pintadas, diapositivas, filminas, carteles, canciones, videos, power points,
películas o cortos breves, dramatizaciones sobre situaciones, lectura y discusión de
artículos de revistas, diarios, capítulos de libros vinculados a los temas, entre otras
estrategias para promover la discusión de su contenido. Aquí se pone el juego la
creatividad psicopedagógica. La finalidad de los talleres es devolver al grupo sus
temas de manera sistematizada y ampliada. Nuestro rol se centra en coordinar e
intervenir brindando las informaciones solicitadas, propiciando las condiciones para
promover el paso de una “conciencia ingenua de la realidad a una crítica reflexiva”
(Freire, 1970) por parte de los participantes, empleando técnicas de problematización,
formulación de interrogantes desnaturalizadores y reelaboración de la realidad,
propiciando al mismo tiempo la dinámica del grupo.
Siempre aconsejo, y lo intentamos hacer con las alumnas y tesistas que hacen sus
trabajos finales de Lic. en Psicopedagogía en este ámbito, que asuman la
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responsabilidad de definir los componentes involucra una psicopedagogía comunitaria.
Para ello tomamos, de un gran trabajo hecho por María Celia Matteoda, referente de la
psicopedagogía en nuestra universidad y en el ámbito nacional, elementos que ella
consideraba que delimitan el alcance profesional de las intervenciones
psicopedagógicas. En nuestro caso, consideramos a éstos desde una perspectiva
comunitaria, dado que se trataría de los componentes que configuran una
psicopedagogía comunitaria. Estos son: problemática u objeto de intervención,
destinatarios, ámbitos de intervención, surgimiento de la demanda, estrategias de
intervención y marcos conceptuales subyacentes (Matteoda, 1998).
Considero que esto obliga de alguna manera a sistematizar las reflexiones y las
experiencias psicopedagógicas comunitarias construyendo escritos de referencia desde
nuestro propio campo disciplinar, fortaleciendo en ese sentido a la psicopedagogía y
posicionándola en un movimiento de mirarse a sí misma en relación con el medio
social, un movimiento de acción y reflexión constante, única forma que tienen las
disciplinas de desarrollarse.