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INTRODUCCIÓN:

El siguiente trabajo consiste en una elaboración escrita teórica-práctica sobre los diversos
temas abordados durante el cursado de la materia “Psicología Comunitaria”, articulados con
la institución “Centro de Salud N°39”.
Dicho centro de salud, se ubica en Ugarteche, Luján de Cuyo, tal ha funcionado como sede
para la campaña de vacunación contra el sarampión, la rubéola y polio para los/las
lujaninos/lujaninas, además de haber prestado servicios de vacunación contra el Covid.
Además posibilita la reunión de distintos grupos de personas para diferentes fines, tal y
como trabajan las estudiantes de las “Prácticas Profesionales Supervisadas II", quienes
elaboran talleres destinados a mujeres, madres y adolescentes de la comunidad.

Los talleres consisten en dos dispositivos diferentes:


● Grupo de reflexión “Nosotras Resilientes”, creado por el centro de salud junto al
Área de Desarrollo Social y Familiar de la Municipalidad de Luján de Cuyo. Aquí,
también se han llevado a cabo talleres/discusiones sobre diversas temáticas,
además de abordar las dimensiones propuestas por las participantes.
● Grupo y talleres de reflexión dirigido a madres con hijos con conductas predelictivas,
propuesto por las practicantes junto al Área de Niñez y Adolescencia de la
Municipalidad.

A partir de lo elaborado en las horas de clases y en los “Conversatorios” con el equipo de


las Prácticas Profesionales, compuesto por alumnas de la Universidad del Aconcagua,
pudimos elaborar una definición propia de Psicología Comunitaria, tomando como
referencia la propuesta por Montero (1982):

"La Psicología Comunitaria consiste en un trabajo mutuo entre profesionales y una


comunidad, destinado a promover y facilitar transformaciones sociales a partir de un rol
activo y participativo de ambas partes, permitiendo que la toma y ejecución de decisiones y
acciones se encuentren localizadas en la comunidad”.

DESARROLLO:
Según Maritza Montero (1982), Psicología Comunitaria es aquella “rama de la psicología
cuyo objeto es el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y
mantener el control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual
y social para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y
en la estructura social”.

De esta forma, podemos observar que las estudiantes en sus prácticas mantuvieron no sólo
la participación activa sino también la función catalizadora de cambio, a partir de posibilitar
un espacio de escucha de las voces provenientes de las miembros de la comunidad,
promoviendo la reflexión, concientización y problematización; tal como ha sucedido en los
encuentros del grupo “Nosotras Resilientes”, siendo este factor de participación una ventaja
de la Psicología Comunitaria.

Esto nos remite a lo planteado por Flores Osorio a partir de Montero (2004) sobre la ética
profesional del psicólogo comunitario. La misma consiste en la importancia del rol activo de
la comunidad, ya que se entiende a la misma desde una posición de participación con
oportunidades de igualdad.

En los dispositivos llevados a cabo por las estudiantes se observa que en el vínculo entre
actores externos e internos, las mujeres madres son percibidas no sólo como receptoras de
beneficios sino como meras participantes con voz, voto y veto en todas las decisiones;
siempre respetando la diferencia. Por ejemplo, los temas a tratar, semana a semana, son
elegidos y decididos por las participantes de los talleres.

Por otro lado en cuanto a la ética, Montero (2002) entiende “a la liberación del Otro
sujetado, sumido en el anonimato y en la cosificación, liberación del Yo que reconoce su
Otredad y la acepta, la libera”.

En ambos dispositivos tanto en el desarrollado previamente por el Centro de Salud


“Nosotras Resilientes” y el propuesto por las estudiantes, se ha creado una nueva
dimensión donde las mujeres y madres expresan sentirse sostenidas y liberadas al poder
comunicar sus propias experiencias, con respecto al rol de la mujer, maternaje, violencias,
vínculos con la familia y amistades, inseguridad, entre otros temas.
La Psicología Comunitaria está fundada por el paradigma de la Psicología Comunitaria
Latinoamericana, tal se define por Campos y Guareschi como “el paradigma de la
construcción y de la transformación crítica, caracterizado por la relación dialógica entre el
investigador y los sujetos de la investigación y por el énfasis en la aplicación de la ciencia
en la transformación social”.

Montero (2004) define al paradigma de la Psicología Comunitaria en dimensiones,


podríamos mencionar algunas como:

➔ Dimensión ontológica: plantea el carácter y naturaleza del sujeto cognoscente, se


trabaja con actores sociales, siendo estos constructores de la realidad y
protagonistas de la vida cotidiana.
Como fue mencionado anteriormente, las mujeres y madres participantes tienen un
rol activo y un carácter productor de la realidad, esto se puede observar, no solo en
la mera comunicación de su discurso (el cual implica sus experiencias y vivencias)
sino también en la problematización y desnaturalización de tales relatos.

➔ Dimensión ética: el otro y su inclusión en la producción de conocimiento, se trata de


una relación horizontal y autoría compartida para el conocimiento producido en el
trabajo comunitario (co-autoría), siempre desde la igualdad y el respeto.
Las practicantes en tanto su rol y ética, mencionaron que siempre en los encuentros
se recuerda la confidencialidad y privacidad tanto dentro como fuera del grupo
debido a las experiencias personales que surgen, también afirmaron conservar el rol
que les incumbe, manteniendo la comunicación junto a las participantes.

➔ Dimensión política: espacio que permite que aquellos que han sido relegados tengan
voz y ejerzan su ciudadanía, es decir la democratización. La asimetría de poder de
las mujeres y hombres de la comunidad, entre los roles masculinos y femeninos, las
relega de su capacidad para decidir y actuar libremente. En los talleres dan cuenta
de la situación en la que están insertas, reconociendo sus propios recursos y siendo
así, consideradas como sujetos de derecho.

➔ Dimensión metodológica: hace referencia al método de Investigación Acción


Participativa, como modo de producir conocimiento.
En cuanto al método, Montero esclarece nueve procesos que conforman la IAP:

1. Contacto entre agentes internos y externos a la comunidad.


La propuesta de las practicantes consiste en llevar un grupo de reflexión, como en el
que participaron previamente, con madres de adolescentes para abordar la temática
del ser mujer en el Centro de Salud. Las estudiantes establecen el encuadre,
modalidad de trabajo y su rol en la comunidad. La técnica de presentación utilizada
fue la “tela de araña”: el objetivo de la misma era sobre todo que ellas puedan
mencionar su escolaridad para determinar su nivel de alfabetización.
Por otro lado, la familiarización se ve dificultada en el grupo de madres con hijos
jóvenes-adolescentes, ya que no se logra la participación esperada por parte de la
comunidad. Podemos observar que también se ve limitada ya que la trabajadora
social no colabora o facilita tal.

2. Determinación del problema a tratar (investigar, diagnosticar, intervenir)


Una de las técnicas utilizadas fue lluvia de ideas para luego realizar la matriz FODA.
En este momento se pudieron identificar temas a abordar, como por ejemplo: roles
asimétricos dentro de la comunidad, distintos tipos de violencias, el cuerpo de la
mujer, los espacios de ocio, escolarización,la idealización del rol materno (madres
dedicadas completamente a sus hijos). También, ciertos recursos y fortalezas.

3. Proceso de concientización, que supone problematizar, desnaturalizar e


desideologizar.
En los dispositivos de reflexión se cuestionan creencias estereotipadas (que
generalmente le quitan autonomía). Problematizan el ocio como derecho, dan cuenta
el del placer de comunicarse. Se explicita el miedo a repetir y trasladar los patrones
vivenciados hacia sus hijos/as, y la exposición de sus cuerpos en los puestos de
trabajo.

4. Planificación de la investigación o de la intervención, o de la intervención


investigación, y 5. Ejecución de acciones previstas y no previstas.
En cuanto a estos dos procesos, las practicantes afirman que la planificación de
actividades, intervenciones, talleres, propuestas y temas a tratar son planificados
semanalmente, trabajando con acciones no previstas, manteniendo una posición de
flexibilidad.

6. Recuperación crítica de la historia de la comunidad.


Tal proceso no ha sido abordado específicamente; sin embargo, en los encuentros del grupo
“Mujeres Resilientes” se han mencionado algunos rasgos presentes en la comunidad de
Ugarteche en general, relacionados sobre todo con el proceso de concientización.

7. Evaluación y autoevaluación.
Es importante considerar que en cada encuentro, en ambos dispositivos, se llevan a cabo
actividades de cierre junto con las participantes y practicantes.
Por otro lado, luego de cada uno de estos, los profesionales (del centro de salud, las
estudiantes) suelen reunirse brevemente para conversar sobre lo sucedido en la institución.
También, las practicantes suelen abordar y discutir lo acontecido, durantes los transcursos
en auto, y también vía “Meet” para redactar los informes de avances, considerando la
afectividad como proceso transversal.

8. Discusión evaluadora sistemática, y 9. Comunicación socializadora del conocimiento


producido.
Estos últimos procesos todavía no han sido abordados debido al trabajo reciente en la
comunidad.
Consideramos que el grupo de reflexión de madres e hijos/as con consumos problemáticos
y conductas pre-delictivas podría lograr mayor convocatoria para plantear las bases de un
conocimiento o capacidades, siendo más representativo de la comunidad y así lograr un
posible impacto y generar una transformación en la misma, encontrando soluciones a las
situaciones problemáticas y distintas gestiones, promoviendo un concepto integrado sobre
la salud y bienestar.

A modo de síntesis, algunos datos diagnósticos son:


● Primeros contactos y familiarización: se dieron los primeros contactos con los
agentes sanitarios del Centro de Salud y la referente de Salud Mental, la psicóloga
de la institución. Se conocieron las redes formadas por los agentes externos. Con el
grupo de “mujeres resilientes” se logró la familiarización con las técnicas antes
planteadas. Con el grupo de madres este proceso se vió limitado a causa de la
comunicación indirecta entre las participantes y las estudiantes.

● Identificación y jerarquización de necesidades: en el grupo de “Mujeres Resilientes”


se identificaron necesidades a través del taller de reflexión sobre cómo abordar los
roles asimétricos de género, rol materno idealizado, ocio como derecho, aislamiento
de familiares y amistades, comentarios y creencias sobre la escolarización,
exposición del cuerpo femenino, la reproducción de las pautas de violencia en la
crianza y sobre aquellas que quitan su autonomía. En relación al taller de madres
con hijos/as con consumos problemáticos y/o conductas predelictivas, todavía no se
logra la identificación de las mismas debido al carácter reciente de su desarrollo.

● Recursos:
- Por parte de la institución: espacio físico NIDO, la posibilidad de asistir a este
sitio, el trabajo de orientación y coordinación con la trabajadora social y la
psicóloga del Centro de Salud y el equipo de la Municipalidad de Luján.
- Por parte de los grupos: existe una marcada predisposición de los equipos,
valorización del espacio y confianza de poder relatar las experiencias
personales y su superación, además de la motivación por parte de las
participantes y la posibilidad de identificar posibles alternativas.

Desde Montero (2004), una forma de identificación y jerarquización de necesidades y


recursos puede realizarse a partir de la siguiente clasificación:

● Normativas: los que la ciencia plantea como necesarios para el bienestar de vida.
El grupo de reflexión para mujeres, para que ellas puedan lidiar con su rol de
madres, como sus emociones, gestión de la violencia. Otro aspecto que se
menciona es la precarización de las condiciones sanitarias en el Centro de Salud.
● Comparadas: se dan en comparación entre dos comunidades.
Necesidad de que los hijos/as de las madres participen en actividades recreativas
para evitar los consumos problemáticos por parte de los mismos.
● Expresadas: lo que las personas manifiestan y sienten como necesidad y cuyo
efecto es fuente de emociones negativas y sentimientos de insatisfacción.
Las mujeres destacan el deseo de respeto por su trabajo doméstico y su seguridad
en la comunidad.

Tomando a Max Neef, permite poder visualizar las distintas necesidades que tienen las
comunidades, y aquellos satisfactores que se han utilizado para poder
satisfacer/compensarlas. De esta forma, se desarrollan cinco tipos de satisfactores, los
cuales son identificados en la comunidad trabajada por las practicantes. Es importante
aclarar que, un satisfactor es el modo por el cual se expresa una necesidad, contribuyendo
a la realización de las mismas.
1. Violadores o destructores: son aquellos que al aplicarlos para satisfacer una
necesidad no sólo inhiben la posibilidad de satisfacerla, sino que además por sus
efectos colaterales imposibilitan la satisfacción de otras.
2. Pseudosatisfactores: son aquellos elementos que estimulan una falsa sensación
de satisfacción de una necesidad, pero que en realidad, sacando el carácter violento
de los satisfactores destructores, imposibilitan la satisfacción de la necesidad a la
que apuntaban originalmente.
3. Satisfactores inhibidores: son aquellos que por el modo de satisfacer una
necesidad generan una sobre-satisfacción dificultando significativamente la
realización de otras.
4. Satisfactores singulares: aquellos que orientados a la satisfacción de una
necesidad, se comportan de manera neutral con respecto a la realización de otras.
5. Satisfactores sinérgicos: aquellos que, por la forma en la que satisfacen una
necesidad determinada, estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de
otras necesidades. Su principal atributo es el de ser contrahegemónico en el sentido
de que revierten racionalidades dominantes, tales como las de competencia y
coacción.
Como dijimos anteriormente, en el caso de las practicantes, pudieron identificar tres
satisfactores, que simultáneamente satisfacen distintas necesidades, debido a que no existe
una correspondencia biunívoca entre ambos. Es decir, un satisfactor, puede contribuir
simultáneamente a varias necesidades o visceversa.

NECESIDAD SATISFACTOR
(axiológicas)

Protección y prevención de la violencia en Prácticas de maternaje con características


la crianza (afecto, participación). de imposición, abandono, humillación y/o
agresión hacia sus hijos e hijas (satisfactor
violador o destructor).

Necesidad de construir herramientas para Vincularse desde el silencio, la resignación


lidiar con las emociones, sentimientos y y/o el sometimiento (violador o destructor).
pensamientos que surgen de las
situaciones que enfrentan (participación,
identidad, protección y afecto).

Necesidad de reconocimiento de sus Participar del grupo de reflexión para actuar


derechos (entendimiento, participación). asertivamente desde el conocimiento de
sus derechos (sinérgico).

Necesidad de reflexión sobre los distintos Pertenecer a diferentes ámbitos de


factores internos y externos que afectan el interacción formativa, agrupaciones,
devenir de sus vidas y de sus familias comunidades (sinérgicos).
(entendimiento, participación y afecto).

Necesidad de sentirse seguras en su Baja autoestima, complacencia con el otro,


integridad física y psicológica (subsistencia, pasividad (pseudo satisfactor, al ser
protección). complaciente con el otro no significa que
este siendo cuidada, respetada y tenga un
vínculo de afecto).

Necesidad de asistencia de salud mental Asistencia en diversos organismos públicos


para sus hijos, con el objetivo de tratar de salud (sinérgicos).
aspectos como la preocupación acerca de
los vínculos familiares y comportamientos
que las madres no entienden (protección,
afecto, subsistencia, identidad).

Necesidad de educación sexual integral Limitar la socialización de los hijos e hijas


para prevenir abusos y promover la salud (violador o destructor).
sexual en los hijos (protección).

Necesidad de dar continuidad a su Coacción de familiares (violador o


educación en instituciones para adultos y destructor).
jóvenes (entendimiento, identidad,
participación y libertad).

Necesidad de una vivienda digna y propia Ocupación de vivienda de familiares,


(subsistencia, protección, ocio, libertad). amigos o la construcción de una casa en el
terreno de un tercero (pseudo satisfactor).

Necesidad de opciones de espacios y Aislamiento, ausentismo escolar (violador o


actividades donde se pueda co-construir la destructor).
pertenencia social de sus hijos (ocio,
identidad, pertenencia, participación).
En relación a los procesos psicosociales en la comunidad, es importante destacar la
presencia de la naturalización, la cual implica la familiarización y habituación, estos
procesos cumplen con la función del mantenimiento de una ideología determinada.
En este caso, las ideas y creencias arraigadas en esta comunidad giraban en torno a la
asimetría de roles entre hombres y mujeres en las relaciones de pareja, donde se establecía
una autoridad y jerarquía del rol masculino sobre el femenino. Estas concepciones se
evidencian en los relatos de las mujeres de la comunidad, quienes comparten sus
experiencias y testimonian la presencia de violencias verbales, psicológicas y físicas, sin ser
plenamente conscientes de ello.

Dentro de esta mentalidad arraigada, se idealiza el rol materno y se espera que las mujeres
dediquen la mayor parte de su tiempo a cuidar de los hijos. Cualquier actividad adicional es
mal vista, y las mujeres que optan por llevar a cabo otras actividades, recibían reproches y
miradas negativas por parte de la comunidad y sus parejas/compañeros. Esta dinámica se
mantuvo durante mucho tiempo, hasta que un grupo de mujeres pertenecientes a esta
comunidad decidió formar parte de un dispositivo creado por el Centro de Salud N° 39.

Este dispositivo brindó un espacio de encuentro donde se permitió la escucha activa de las
participantes, la reflexión conjunta y la problematización de muchas de esas creencias
arraigadas, como por ejemplo, dentro de este grupo en particular, las mujeres participantes
se enfrentaron a una importante pregunta: “¿existe la posibilidad de que, al haber
experimentado violencia ellas mismas, puedan reproducir estas pautas violentas en la
crianza de sus propios hijos?”. Esta reflexión evidencia cómo estas mujeres problematizan y
se preocupan por esta situación, mostrando su profundo interés por romper el ciclo de
violencia y crear un entorno más saludable tanto para ellas como para sus hijos.

El hecho de que estas mujeres se planteen esta interrogante demuestra su disposición para
cuestionar y analizar las dinámicas de violencia en las que han estado inmersas.
Reconocen que la violencia puede ser transmitida de generación en generación, si no se
toman medidas para interrumpir ese patrón. Esta toma de conciencia es un paso
fundamental hacia el cambio y la transformación.

Es importante destacar que, al abordar estas preocupaciones en el dispositivo del Centro de


Salud N° 39, estas mujeres encontraron un espacio seguro y de apoyo donde pudieron
compartir sus experiencias y recibir orientación. Así a través de la reflexión conjunta y el
intercambio de perspectivas, se genera un ambiente propicio para la transformación
personal y el desarrollo de estrategias positivas de salud y crianza.
Uno de los enfoques fundamentales fue el reconocimiento del derecho al ocio, entendido
como una necesidad legítima de todas las personas. A través de estas instancias de diálogo
y reflexión, se logró cuestionar y desnaturalizar muchas de las concepciones establecidas,
abriendo así la puerta a nuevas perspectivas y posibilidades de desarrollo personal.

Es importante resaltar que este proceso de desnaturalización no es fácil ni instantáneo.


Requiere de un trabajo constante, compromiso y apoyo mutuo entre las mujeres
participantes, así como el respaldo del Centro de Salud. Sin embargo, a medida que se iban
compartiendo experiencias, se derriban barreras y se promueve una visión más igualitaria
de las relaciones de pareja y del rol de la mujer en la comunidad.

El dispositivo implementado por el Centro de Salud ha sido fundamental para


problematizar y desnaturalizar las dinámicas de violencia y desigualdad presentes en la
comunidad. A través de la escucha activa, la reflexión conjunta y la promoción del derecho
al ocio, se ha logrado abrir camino hacia una transformación social y personal, permitiendo
a las mujeres de la comunidad cuestionar y replantear sus propias creencias y roles de
género, en pos de una mayor equidad y bienestar.

En el proceso de concientización, se abordó el tema de la exposición del cuerpo de la


mujer como un aspecto relevante a tener en cuenta. A través de reflexiones y diálogos en el
dispositivo, las participantes tomaron conciencia de cómo se percibe y se expone el cuerpo
femenino en la sociedad, y se generó una reflexión crítica acerca de ello.

Las mujeres participantes comenzaron a analizar y replantear su relación con su propio


cuerpo, reconociendo que cada persona tiene el derecho de decidir cómo quiere
presentarse y cómo desea sentirse cómoda con su imagen. Se promovió la idea de que el
cuerpo de la mujer no debe ser objeto de juicio ni de valoración exclusivamente estética,
sino que debe ser respetado en todas sus formas y manifestaciones.

Esta concientización permitió a las mujeres de la comunidad cuestionar y desafiar las


normas establecidas, y buscar una relación más auténtica con su cuerpo. Se alentó a
valorar la diversidad corporal y a fomentar la aceptación de sí mismas y de las demás,
promoviendo la autoestima, la confianza y el bienestar personal, fortaleciéndose la
capacidad para tomar decisiones basadas en sus propias necesidades y deseos, en lugar
de seguir ciegamente las expectativas impuestas.
A partir de la definición de redes propuesta por Montero (2006), entendemos que las redes
comunitarias son un entramado complejo de relaciones, dado por la diversidad y
multiplicidad de sus participantes, en el cual se mantiene un proceso de comunicación y
retroalimentación constante de información y mediaciones, en pro de metas y objetivos
específicos de una comunidad en un contexto particular, vinculado al desarrollo comunitario.

Tomando en consideración la definición de redes y la información recopilada en el primer


conversatorio de las Prácticas Profesionales II de Comunitaria, es posible afirmar que en la
comunidad de Ugarteche, específicamente en el Centro de Salud N° 39, existen redes
presentes que involucran diferentes actores y organizaciones. Se pueden identificar redes
combinadas, intracomunitarias, estables, reconocidas y estructuradas en la comunidad las
cuales son fundamentales para promover, abordar problemáticas y trabajar en conjunto
hacia el desarrollo comunitario. A continuación, se identificarán los tipos de redes presentes
según los criterios propuestos por Maritza (2006):

1. Según los actores involucrados: se trata de redes combinadas que incorporan actores
sociales de diversas entidades, como el centro de salud, el área de desarrollo social y
familiar de la Municipalidad de Luján de Cuyo, el grupo de mujeres madres con hijos
jóvenes-adolescentes, el NIDO "Juana Azurduy" gestionado por la Municipalidad y las dos
practicantes. Estas redes combinan relaciones interpersonales dentro del grupo de madres,
intergrupales en el NIDO y el centro de salud, e interinstitucionales, ya que todos los
actores mencionados se relacionan con el área de desarrollo social y familiar de la
Municipalidad de Luján.

2. En cuanto al ámbito de las redes: se trata de redes intracomunitarias, establecidas


internamente dentro de la comunidad. Estas promueven la articulación local y abarcan
relaciones y procesos de comunicación entre varios agentes internos propios de la
comunidad de Ugarteche.

3. Según el funcionamiento de las redes: son redes estables que mantienen mecanismos
de relación e intercambio de manera permanente y se activan con frecuencia para abordar
situaciones emergentes o ejecutar proyectos conjuntos que favorezcan el desarrollo
comunitario. Un ejemplo de esto es el proyecto propuesto por las practicantes junto al grupo
de madres, donde se mantienen mecanismos de relación e intercambio relativamente
permanentes, no solo en los encuentros llevados a cabo en el NIDO, sino también en el día
a día entre las participantes.

4. De acuerdo al reconocimiento de las redes: estas redes son reconocidas/visibles tanto


por los miembros internos de la comunidad como por otras instituciones, por ejemplo, el
centro de salud y el municipio. El trabajo realizado por las practicantes junto a todos los
actores participantes ha contribuido al reconocimiento de estas redes no solo a nivel
interno, sino también por agentes externos a la comunidad.

5. Según las estructura de las redes: son redes institucionalizadas o estructuradas,


donde su organización está establecida, es deductiva y cotidiana. Existen representantes
de cada organización, roles establecidos y días de encuentro con periodicidad. Además, las
practicantes mencionan que se generan redes espontáneas entre las madres, quienes se
mantienen comunicadas a través de sus celulares para brindar respuestas y apoyo en
situaciones concretas, como saber el paradero de los jóvenes o si estos están juntos.
Estas redes son una muestra del compromiso y la colaboración existente entre los actores
involucrados en la comunidad de Ugarteche.

Entendemos a la salud como un proceso dinámico que se encuentra en constante cambio,


el mismo está influenciado por diversos factores ya sean biológicos, psicológicos, sociales o
ambientales. Es un proceso que implica un estado de bienestar físico, mental y social.

Es importante destacar los factores externos que influyen drásticamente en el concepto de


salud dentro de una comunidad. Podemos decir que en el Centro de Salud N°39 de
Ugarteche se evidencia una clara vinculación con el concepto de salud como proceso ya
que en esta institución la salud no se limita únicamente al área física o mental sino que se
construye de manera integral, teniendo en cuenta aspectos económicos y sociales.

Un ejemplo concreto es el abordaje de las practicantes junto con el grupo de madres en


donde se abordó la conjunta preocupación de la situación de sus hijos
jóvenes-adolescentes en donde se reconoce que el bienestar de los jóvenes no sólo
depende de su salud físico o mental, sino también de su entorno y las oportunidades u
obstáculos que se les presenten.

Al tomar en cuenta estos factores del entorno, el Centro de Salud N°39 junto con las
practicantes están abordando a la salud como un proceso dinámico y multifactorial. Aunque
el enfoque principal pueda ser el grupo de madres, se reconoce los distintos aspectos de la
comunidad que influyen en la salud de todos sus miembros.

La promoción de la salud se centra en alcanzar la equidad sanitaria. Su acción se dirige a


reducir las diferencias en el estado actual de la salud y a asegurar igualdad de
oportunidades y proporcionar los medios que permitan a toda la población desarrollar al
máximo su salud potencial.

Según la Organización Mundial de la Salud la Promoción de la Salud constituye un proceso


político y social global que abarca acciones dirigidas a modificar las condiciones sociales,
ambientales y económicas, con el fin de favorecer su impacto positivo en la salud individual
y colectiva. Considerando los talleres llevados a cabo tanto por el Centro de Salud N° 39
como por las practicantes inferimos que tales proyectos apuntan a la promoción de la salud
en la comunidad de Ugarteche ya que los mismos brindan un espacio de escucha y
reflexión como así también de concientización sobre diversas problemáticas que puedan
estar atravesando las mujeres que forman parte. Además, de problematizan diversas
situaciones y brindan herramientas para elaborar o prevenir futuros conflictos o
problemáticas en la realidad social en la que este grupo de mujeres se encuentran insertas
en donde predominan conductas delictivas, distintos tipos de violencias y machismo en los
hogares, la dependencia afectiva y económica, entre otras circunstancias.

Con respecto a lo mencionado anteriormente, consideramos que la intervención de las


Prácticas Psicológicas Profesionales II tiene un impacto positivo y significativo en la salud
de la comunidad ya que se les está posibilitando un lugar de escucha mutua y empatía, de
familiarización y problematización, de reflexión, generando un lazo entre las mujeres
madres participantes. Creemos que esta posibilidad genera impactos en la salud no solo del
grupo de madres sino para la comunidad en su conjunto, tanto en el presente como hacia el
futuro.

Consideramos que el tipo de trabajo más pertinente en la psicología comunitaria es el de la


transdisciplina (AÑO), la misma, supone un sistema total que integra diferentes ramas
disciplinarias a través de un marco conceptual común. Esta visión no trabaja solamente con
la interacción y reciprocidad de conocimientos como lo es en la interdisciplina sino que va a
situar estas conexiones dentro de un sistema sin fronteras estables, brindando una
explicación científica totalizadora de la realidad. Su concepto hace referencia a los
conocimientos que trascienden las disciplinas de una forma radical, de está manera las
estructuras no son consideradas como rígidas y estáticas sino como un conjunto de
relaciones y de procesos dinámicos. Se aspira a un conocimiento lo más racional y
complejo posible se trata de poder atravesar las disciplinas, ir más allá de ellas para lograr
un nuevo marco de conocimiento y una nueva comprensión sobre el tema en cuestión.

En relación a las prácticas realizadas en el Centro de Salud de Ugarteche N°39


consideramos que la modalidad de trabajo es interdisciplinaria, trabaja con intercambios
disciplinarios abordando las problemáticas desde distintos puntos en donde se produce un
enriquecimiento de conocimientos mutuo, se trata de un conjunto de disciplinas que
intercambian instrumentos y métodos para un fin común. Para que la psicología comunitaria
trabaje con este tipo de enfoque es necesario una serie de requerimientos como el trabajo
en equipo, la intencionalidad, la flexibilidad, la cooperación y la reciprocidad.

Finalizando, el Centro de Salud N°39 funciona como una institución dirigida hacia la
atención primaria de salud, y como un lugar y dimensión de escucha, y así pensar,
identificar y posibilitar otras alternativas, para no solo promover la salud física y mental de
las mujeres y madres participantes sino también para generar espacios más saludables
para con el resto de la comunidad,tanto en el presente como en el futuro. Teniendo en
cuenta la Declaración de ALMA ATA (AÑO), se estarían cumpliendo las actividades de la
atención primaria vinculadas con la educación sobre los principales problemas de salud y
sobre los métodos de prevención y de lucha correspondientes y la asistencia
maternoinfantil, con inclusión de la planificación de la familia.

CONCLUSIONES:

Durante el proceso de cursado de la cátedra Psicología Comunitaria, hemos aprendido e


incorporado conocimientos, prácticas, conceptos técnicos relacionados al ámbito
comunitario, siendo un proceso desafiante y complejo ya que aborda áreas y cosmovisiones
distintas y diferentes a incorporado durante la carrera.
A pesar de eso, dicho aprendizaje ha sido facilitado gracias a las profesoras y a su
pedagogía, quienes nos acercaron la teoría de una forma concreta y amena, en pos de
poder aprehender dichos conceptos relacionados con una articulación teórico-práctica, que
permite aplicar estos conocimientos a la realidad externa y cotidianidad.
El hecho de abordar desde la mirada participativa al otro, con su voz, voto y veto, siendo la
comunidad la que orienta la intervención-acción, nos ha permitido adquirir mayor
conocimiento y empatía hacia las personas, posicionándonos desde su propio punto de
vista y como sujetos conscientes y con potencia de lograr por sí mismo su transformación
social.
Desde nuestra perspectiva, consideramos que la participación activa de las participantes se
vio limitada debido a las condiciones del contexto social propio institución, influyendo de
esta forma en la implicancia individual de las estudiantes.
Sin embargo, consideramos que el abordaje realizado, tanto lo pasado, presente y futuro,
promueve salud y genera distintos impactos, individual y comunitario.

VB: Como conclusión personal, considero que este proceso ha sido muy enriquecedor y de
gran aprendizaje tanto teórico como práctico. La información proporcionada por las
profesoras y las practicantes ha sido clara y precisa, lo que me ha permitido comprender
mejor los conceptos y las prácticas relacionadas con el trabajo comunitario. Además, tener
la oportunidad de poder ver cómo se llevan a cabo las intervenciones en la comunidad y
cómo se trabaja, me ha ayudado para comprender mejor la teoría y me ha brindado una
visión más amplia de la realidad y los desafíos que enfrenta el trabajo comunitario. En
cuanto a la materia en sí, considero que los temas abordados han sido muy dinámicos y
relevantes. Hemos explorado conceptos relacionados con el cambio y la transformación, lo
cual nos ha brindado una perspectiva más amplia sobre cómo podemos contribuir y aplicar
lo aprendido para mejorar las condiciones de vida y generar un impacto positivo en las
comunidades.
JTM: En lo personal, creo que la modalidad de poder trabajar de manera teórica-práctica,
pudiendo observar y proyectar los conocimientos más del orden abstracto hacia la realidad
concreta, ha sido muy enriquecedor. Como también lo es el paradigma de la Psicología
Comunitaria, al ser algo “innovador” y nuevo en los cinco años de carrera. Las modalidades
propuestas me parecieron muy pertinentes y reales en cuanto a la construcción y
aprehensión de conocimientos. También, el trabajo elaborado me ha permitido pensar sobre
otras realidades distintas a la personal, que en ciertos momentos suelo pensar como ajenas
o simplemente “olvidarlas”, teniendo siempre en cuenta que la diversidad y la diferencia, con
respeto, deben ser abrazadas para llevarnos hacia otros rumbos y dimensiones.
Personalmente, he tenido acercamientos hacia el trabajo comunitario o al trabajo en redes
por experiencias en mis educación secundaria, entonces, podría decir que este
acercamiento, aunque haya sido breve, me ha ayudado en comprender todavía más este
paradigma, con todo lo que implica; siendo en mi opinión personal, muy honesto para con
uno mismo y para los/las demás.

AM: Considero que el proceso brindado por la cátedra ha sido enriquecedor y oportuno,
brindando un visión diferente a las cátedras anteriores en donde el eje central ha sido el
psicoanálisis, tener la oportunidad de participar en los conversatorios con las practicantes
me ha brindado la posibilidad de plasmar la teoría en el quehacer práctico del psicólogo
comunitario facilitando la aprehensión de los conocimientos teóricos y comprendiendo su
labor dentro de una comunidad. Recalco el dinamismo y pedagogía de la cátedra en las
clases brindadas siendo esto, un factor importante en mi proceso de aprendizaje individual.

MV: La oportunidad de escuchar a las practicantes nos ha acercado mucho más a lo que es
el trabajo comunitario real, a lo que implica insertarse en una comunidad distinta a la de
uno y el tener que manejar situaciones que muchas veces a nivel emocional nos exceden.
Es muy gratificante el poder escuchar como las chicas se enriquecen de la experiencia y a
su vez generan un impacto en las personas cuya situación están ayudando a transformar
para mejorar sus condiciones de vida.
En cuanto a la materia creo que es una de las pocas en donde realmente se le ha dado
lugar a los actores social, dándoles la voz y la importancia que se merecen, y dejando de
centrarnos únicamente en cómo debe actuar el psicólogo, lo cual es muy enriquecedor
porque se acerca a la razón por la cual creo la mayoría estudiamos psicología, que
facilitarle a las personas herramientas para que puedan construir la vida que se merecen y
que en algún momento ya no necesiten de nuestro apoyo.
AG: A nivel personal, la cátedra generó muchos desafíos en mi, debido a la diferencia de
paradigmas tan distinto del que aprendí durante toda la carrera. Estos 5 años, se me
enseñó que el sujeto está sujeto siempre a algo: a su inconsciente, a su pasado infantil, a
su entorno, al deseo del otro, etcétera. Nunca coincidí, en mi opinión, cada uno es libre de
marcar su propio camino, y si bien hay momentos que influyen nuestro acontecer, estos no
tienen porque determinarlos. Es por eso que este eje central sobre el cual se mueve la
cátedra sobre la “participación del otro como un agente activo, poseedor del saber, y no
como mero receptor”. Considero que esta puesta en marcha de un conocimiento basado en
los saberes de ambos agentes, otorgando este lugar para ser escuchado y reclamar por sus
derechos, necesidades, es lo que hace y debería ser la psicología en si. Grandes
aprendizajes me llevo de esta materia.

JC: Psicología Comunitaria en mi opinión ha sido de las materias más completas de este
cuatrimestre. Destaco sobre todo la articulación teórica, directa con el área práctica y
predisposición de las integrantes del equipo de cátedra. Denotan una pasión desbordante
por lo que hacen día a día.
Tener la posibilidad de escuchar a las practicantes de las PPS nos brindó una perspectiva
diferente de como aplicar la psicología en ámbitos conjuntos. Una oportunidad para
aprender sobre esta rama de la ciencia que es catalizadora de transformación de nuestra
sociedad, teniendo presente nuestros derechos como ciudadanos y la capacidad de generar
un conocimiento igualmente importante que el de las distintas disciplinas existentes.
Es muy enriquecedor trabajar de manera horizontal con las personas y dar cuenta de que el
poder de cambio está en cada uno de nosotros/as. Se agradece el cariño, la organización y
el entusiasmo por enseñar de cada uno de los profesores/as.

BIBLIOGRAFÍA:

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